Al gringo le ha costado mucho la foto en
plata en habladas en habladurías que se hicieron personalmente por
intermediarios y mensajeros, de todas las maneras posibles por cartas y por
teléfono, ha tenido que dejar mucho en aguantar y putear a los cuatro vientos
conseguir un fotógrafo que vaya justo a la hora que diga y que justo a esa hora
como setenta locos entre varones y mujeres esté con sus galas puestas
predispuestas a una sonrisa de ocasión porque las comidillas entre ellos son
insalvables unos minutos para una foto que se organizó como en dos meses tanto
quilombo para el flash que el abuelo quiere antes de palmar cómo no lo hicieron
los otros, zozobras que tiene desde hace como tres años disturbios que se
atragantan desde antes del día de la fecha del día en que su hermana Olga lo
llamó desde Santiago para confirmarle que si lo querían hacer si realmente esto
era prenda de unión de familiares desunidos se quejaba sabiendo de su
iniciativa y del rechazo de algunos, si más allá de las diferencias que había
era la intención de la mayoría hacerlo, si lo querían hacer con la foto había
que tomar el toro por las astas antes que el veterano falleciera porque con
ochenta años y los achaques y el temblequeo que tiene en cualquier momento
palma le dijo entonces, y que por todo esto le pedía si podía charlarlo con los
otros, hablar a Buenos Aires al mismo Santiago a San Miguel a San salvador y a
todos los lugares donde estuvieran los parientes cercanos y consanguíneos, que
es cuestión que todos vayan estando de acuerdo con el lugar que en eso todos
coinciden es la casa de los viejos para que ellos ni viajen ni se muevan, y el
día y la hora como para que cada uno vaya haciendo por su cuenta las cuentas de
los días de la plata que necesita del tiempo que se gane o se pierda, muere le
dijo y tenemos una sorpresa le había repetido no una vez sino varias veces y
cuando se comunicaron esa hermanita querida que para él es su primera y última
palabra, la palabra de ella es la propia para las cuestiones familiares y
también para algunas otras igual que las palabras del ingeniero para las
cuestiones del ingenio no se cuestionan, ella su hermana preferida es también
su consultora su musa inspiradora fuente de sus pronósticos su pronosticadora
como el ingeniero en el ingenio, familiar que como es mayor siempre lo está
cuidando, entrañable mujercita que para él es como una madre porque con todos
los años que le lleva le cambió los pañales más de una vez y le dio las
mamaderas que le reforzaron su fuerza sus energías su inteligencia sus
capacidades además de eso de cantarle lo de las mañanitas, por todo eso por esa
mezcla de sus compromisos de recuerdos de sus emociones de sus afectos el
gringo sabiendo que si no era él no era nadie, tomó la posta de hablar con
todos y de a poco para ir conviniendo esa fecha que los conformara a todos a
los muchachos que a veces actuaban como tarados fallutos falderos y a todos los
demás de esta familia de histéricos. Histéricos y medio locos pero son de la
familia, inevitables, caprichosos antojadizos, y tan limpios e impecables que
dan con toda la imagen de los que son y de lo que son una familia en serio y de
alcurnia, una familia como es la gente de la empresa siempre y cuando sea gente
que entienda que hay que cuidar al patrón como un padre, porque si no lo
entienden no es bueno que sean personal de la firma alecciona el ingeniero
anota y coloca cerca del San Lorenzo en el otoño de 1959.
Sunday, August 28, 2016
Friday, August 26, 2016
apuestas
Está seguro que se
trata de un menjunje de una confabulación intencional y armada por quienes lo
vienen persiguiendo desde hace unos años y lo que le da bronca, especialmente
de ese que llaman Don Mario que no es más que un chupa medias de los dueños de
la empresa, es que como le pasó otras veces cuando quiso hacerlo, no es muy
fácil probar ese hostigamiento de mierda, los funcionarios también están
prendidos a la teta de los vueltos y las propinas con las que se compran
voluntades, no es fácil probar que es contra él salvo si consiguiera alguien
con la voluntad de ayudarlo pero en serio, así sí se podrían tantear
seguramente sus argumentos y volcar las cosas a su favor y ante quien
corresponda que alguien habrá, pero no tiene ningún interés porque justo ahora anda
en la ocupación de buscarle la vuelta a eso de emprender sus asuntos en privado
en hacer su profesión independiente, eso es comidilla cuando se encuentra a
comer asado con sus amigos que son sus mejores compadres lo que disfruta cuando
se topan por juntarse no más o para salir que es cuando más le dan a la jarana,
porque anda viendo de alcanzar ese viejo sueño de trabajar sin jefes y por ahora
no quiere probar nada y a nadie, no quiere probar si los otros son los malos y
él es el bueno o al revés lo que ni siquiera le pasa por la cabeza, no quiere
dar y temar con algo que puedan interpretar mal los que son duros para aflojar
con eso de andar metiéndose entre las líneas en el texto imaginario de sus
recetas de vida que no habrá sido una gran vidurria pero que es una historia
buena y muy simple porque es como él lo dice con un espíritu como el de él la
puede hacer cualquiera, a esa vuelta de trabajar de no equivocarse de disponer
de darse los gustos de ahorrar, no tiene ni el ánimo ni las ganas de macanear
con esos mismos que cargosos insisten con eso de andar apretando a otros
especialmente a él y a dos o tres más, para sacar vaya a saber qué provecho o
de la forma que fuera por ver más allá de lo que es su versión de la vida su
vida sin pliegues ni dobleces y para él ni siquiera una vida ilegible,
indescifrable como es la mala letra de las docenas de recetas que hace en un
día no para él sino para los otros, una vida que bien lo sabe alguno le espía
encargado por los que ya va sabiendo como le espían a los que quieren esos que
pretenden ver más allá de lo que para él y ahora es de la casa al trabajo o del
trabajo a la casa, espías que él sabe espían a los que espían que a la vez son
espiados por otros que espían, caso su itinerario entre el trabajo y la casa y
algo de distracción los fines de semana, no quiere mezclarse con esos que nunca
faltan y se ocupan de ver algo que no es o que directamente pueden entender creyendo
entender lo que nunca entienden o entienden para la mierda, los mismos que lo
persiguen creyendo que él está desesperado por volver a formar parte de la
planta permanente de la empresa cuando ya lo hizo y lo terminaron echando sin
miramientos, cuando ya lo probó y no le gustó porque él no tiene nada con ellos
y ellos parece que sí tienen algo con él, porque desde que entró no pararon de
tenerle desconfianza y se enteró que a ellos no les gusta porque hace política
con su trabajo de médico como el que está de presidente que puso eso de moda,
no lo quiere hacer, a eso de remover el avispero porque está seguro de lo que
no le gusta estar seguro, eso que si se les planta a los que mandan en el
ingenio no conseguirá demasiados socios en su desgracia a pesar de la cantidad
de socios que él tiene en la desgracia de los demás que son las enfermedades de
sus niños, dolencias que aprendió a curar como ninguno desde que salió de la universidad
en la ciudad donde el patrón es San Jerónimo el doctor de los doctores, un
doctor y un señor no como los patrones de la empresa que también son doctores
pero no doctores de los doctores, que no son más que unos negreros de porquería
que explotan a sus obreros y empleados, él sí se siente así como el santo señor
y doctor el que cura con las manos o la palabra por eso lo buscan los papás que
llegan de todos lados con hijos con conjuntivitis agudas, y el que tiene suerte
y el que le pega con el diagnóstico y con los remedios y además con lo que
sabe, con niños con fuertes diarreas y algunos con secuelas del paludismo que
el gobierno ya considera controlado pero una malaria que dejó una cantidad
impresionante de chicos muertos aún con el circo que armaron los dueños del
ingenio y el gobernador de la provincia para que no parezca lo que fue
justamente una terciana, unos y otros párvulos que le llegan ahogados y con tos
convulsa, y uno que otro que porta algún tipo de hepatitis en el medio de síntomas
comunes, que no se pueden contar o de síndromes que sí se pueden contar pero
que son raros y poco conocidos por los clínicos y que se registran muy mal en
las bitácoras de los hospitales y por lo tanto se hace un seguimiento muy malo
y se curan muy mal culpa de los responsables que serán médicos también pero que
responden a la empresa, lacayos de los barones de la empresa del mismo pueblo
donde viven los mismos padres que llegan al consultorio con sus chicos con
principios de atracones de comidas o de otros desordenes, infecciones
alérgicas, quemaduras por exposición al sol y otras complicaciones menores que
son más preocupaciones de ellos mismos que señales serias de trastornos de
salud. Está seguro de las pócimas y de los jarabes y de los ungüentos y de las
cremas que utiliza, o de lo que receta en cada caso particular que le
presentan, y no está seguro de lo que cuestan esos remedios que no paga él que
pagan otros que es lo que le critican en la compañía, en esto también de lo que
está seguro porque tira al comadreo cuando puede y no precisamente en su
círculo íntimo, es que a él como residente lo de la plata le importa un pito,
que paguen lo que deben pagar los que tienen que pagar después de todo son sus
obligaciones, compromisos de éstos que disponen y usan a la gente para trabajos
brutales que llaman rurales y aplastantes como el de la siembra o la cosecha
porque los hacen trabajar a sol y a sombra agachados y con el orto para arriba
todo el tiempo sin contemplaciones, por eso no le preocupa la maquinación mal
intencionada, le da lo mismo que lo ignoren lo feliciten o que lo hayan puesto
como parte de un expediente profesional en el ministerio de salud de la
provincia como lo hicieron, siempre sostiene que eso es mera burocracia que no
termina en nada, en todo caso burocracia mezclada con política que a él lo
rozará muy de lejos si lo roza o no lo tocará nada, lo peor de lo peor lo que
lo saca de quicio es que ese expediente se haya iniciado por pedido de la
empresa, o del dueño de la empresa o del que manda y es malo que encima los del
gobierno les den bola, es espinoso que al recurso lo haya comenzado algún
cacique de la comparsa que empuja puertas sin nadie que le diga nada se burla
cuando puede y no se cuida de quien lo escucha, como dice él de la murga de los
jerarcas del ingenio que parece que no tuvieran nada que hacer que no piden que
disponen a su antojo, que pagan o que cobran por medio de jefes administrativos
o por medio de testaferros comedidos que se encargan de hacerle los mandados a
los dueños para que no pongan la cara los que tienen que ponerla, las gestiones
que se necesitan en la firma, las atenciones especiales o los favores que se
compran más bien por parte de la gente del ingenio que según el chisme del
corre ve y dile, en el momento se presentó en el ministerio con abogados de
Buenos Aires para hacer la manifestación que se adjunta con la exposición falsa
de una mamá en la policía del pueblo comunicando que la fuerte gripe de su hijo
no se le pasa ni con la pomada ni con el arrope recetados y que el chico está
todo brotado y que por las dudas quiere que quede constancia para reclamar
después si lo necesita ante quien corresponda. Un menjunje que le molesta igual
que el otro el de la persecución que le hacen y encima sin nadie que aparezca y
que lo defienda, porque dice que así le pagan las personas, él lo viene
presintiendo él lo viene probando desde hace mucho, y por ahí lo larga cuando
está bien con su mujer muy en la intimidad cuando se refiere a ellos como
negros resentidos y vendidos y bandidos que con esa moneda le devuelven los
favores que él les hace, le molesta y mucho porque como ninguno él se desvive
atendiendo los pacientes porque así le enseñaron sus padres viejos habitantes y
comerciantes de otro ingenio en San Miguel, autoritarios y gritones y mandones
los gallegos pero en el fondo unos viejos buenos saludables y luchadores que le
enseñaron apenas se enteraron de sus entusiasmos por ser médico, le metieron en
la cabeza que el dinero no es todo en la vida y que si él jura ayudar a los
enfermos debe ayudarlos en serio sin tener en cuenta las dificultades de ellos,
los miedos la falta de plata la carencia de lo que sea, fijación que nunca
olvida y que lo lleva a cobrar buena parte de sus honorarios en especie, una
gallina, dos pollitos, un cerdo adobado y preparado para navidad o para la
fiesta que caiga cuando él está con todo ese tema de curar los padecimientos de
examinar de cortar de coser de asistir de ayudar, dos espumaderas, una olla y
hasta una par de espuelas entre otras ocurrencias, especies que son de un
tamaño que parece que la gente sin conversarlo se puso de acuerdo debe ser
proporcional al tamaño o la importancia de la molestia, enfermedad grave regalo
más grande lo que sea, enfermedad leve presente chico insignificante o barato para el doctor
payo que no vuelve a su pago le dicen los que más lo conocen y los que se
cruzan con él cuando viajan de un ingenio a otro ingenio. El payo está que
trina, lo echaron del trabajo donde el sueldo era una mierda, pero mierda que
estaba acostumbrado a recibir todos los meses de un trabajo que le gustaba
porque desde su lugar ayudaba a la gente especialmente a la que no tenía ni
para comprar los remedios que es por esto que lo echaron contando ahora dos
veces, la primera en diciembre del sesenta, que le vinieron a contar al
consultorio espías de los espías sin nadie que los contrate fue para que sienta
la presión de los que rezan ese credo recitado que es importante cuidar a la
empresa, como le dijo cuando lo volvieron a contratar ese jefe arrogante del
ingenio que no sabe nada de hospitales o de salud pública, y la segunda ahora
que según lo que argumentan de la reestructuración del personal no puede quedar
gente con expediente o sumario abierto en el ministerio aunque la causa sea
leve lo que quiere decir la pelotudez que a los otros se les ocurra, sandeces
para los otarios como si él fuera uno más de esos otarios que andan como locos
sueltos por todos lados cuando ellos saben bien que no lo es, y así ayudando
mientras era empleado del hospital se ayudaba él mismo porque de especie en
especie se iba haciendo rico igualmente, y bien rico ya que fue construyendo su
casa y se compró el último modelo de chevy que le encantaba y la casita de
veraneo en la quebrada trabajando de sol a sol como ninguno, por eso remando y
acrecentando el patrimonio cada vez aguanta menos, se le acaba la paciencia
cuando lo sacan de quicio con algo, porque será callado y reservado con sus
asuntos íntimos y no lo dice casi nunca y si lo dice lo hace con muy pocos y en
muy pocos lados, pero lo tienen harto los reclamos y los puteríos vengan de
donde vengan y primero y principal los que le vienen de Olga su mujer que está
con él desde los años en que terminaron la carrera cuando eran compañeros de
facultad, y algo más que compañeros recuerda a veces por la cantidad de franela
que pasaban en los tiempos libres, así que lo tienen bastante pipón la queja la
protesta porque protesta y cuánto protesta y la flaca esa que no corrió la
misma suerte en la limpieza de legajos en el hospital del ingenio porque está
entre los dentistas que según lo que dijeron no son muchos ni revoltosos, esa
mujer que lo tiene cansado porque siempre le está diciendo y otras veces le
pide que no sea ni mala vuelta ni violento ni grosero, que deje de ser
incorrecto con el trato con los dueños o con los representantes de la empresa
que se le nota que es un resentido de mierda que se cuide de lo que habla
especialmente si lo hace delante de los poderosos, que los poderosos son
poderosos que así se demuestra en la historia y en la propia realidad que hay
que ver y saber cuándo uno ha colmado la paciencia de los otros, cuándo hay
dobles mensajes cuándo no los hay o cuándo dicen algo que se puede creer es
otra cosa pero que debe ser esa cosa que dicen y no la que se interpreta y se
dice de todo aquello que va viendo o escuchando por su cuenta, pensando que
siempre se tiene razón sin darle bola a nadie, por esos cruces confusos que los
malditos hacen a veces, señales que no son lo que parecen o señales que no
parecen lo que son, y entonces él se enfurece como macho y mala vuelta que le
han enseñado a ser y que es y cuando se trata de injusticias, y en situaciones
embromadas o cuando algo no le gusta de malo y egoísta que es la somete a contestaciones
caprichosas a reacciones de tarambana y a puteadas limpias y cada vez más y más
seguido la obliga a agachar la cabeza y aguantarse alguna cachetada bien puesta
diciéndole que qué se cree que se le ha subido a la cabeza el cargo de
profesora de historia que no se olvide que no es su profesión como para
animarse a dictar clases y otras muchas cosas, lo que es un drama que aguanta
menos que los otros el menor de los cuatro chicos el de quince años que como
los hermanos los quiere pero es pegote de los dos y sufre como marrano cuando
se pelean igual que se pone contento cuando se reconcilian y esto termina en
abrazos y quejidos, más en la edad que tiene que es la edad del pavo, un ñoño que
anda renegando de todo por eso cuando puede a su forma en su casa en la calle y
entre sus amigos anda regando eso que no soporta lo que pasa su mamá, y que se
asusta con su papá que hace de doctor piola de todos los chicos del pueblo que
en las tardecitas se junta con sus amigos y se toma unos buenos whisky mientras
se comentan cosas y se escuchan y escuchan zambas y chacareras, para saber
entre ellos de sus aventuras que son una parte de verdad que otra parte son
mentiras y otras exageraciones de cuando se van de caza y buscando vizcachas
para hacer el escabeche, pero que ese es el mismo papi que después sigue en la
casa con las peleas y con su mami, el mismo papi que cae con un juguete después
de cada pelotera cuando los agarra a patadas porque están muy cargosos o se ha
peleado con la mami. Un tipito jodido pero de buen corazón para el que lo de
jodido pesa más que lo de buen corazón en la balanza de la empresa que como a
ninguno le ha dado dos oportunidades, un tipito que compite con sus colegas
buscando destacarse como el mejor y muy bueno un pan de dios si no fuera por
las ideas raras que tiene y ese defecto que repite cuando se le da la gana de
pedir remedios para sus pacientes sin que le importe cuánto cuestan, pacientes
que pueden ser los coyitas de los lotes que no tienen ni en donde caerse
muertos o los empleados de más jerarquía con sus mujeres chicos abuelas y
cualquiera de la prole, que son para ellos esos medicamentos que son recontra
escasos y recontra caros y que encima están fuera del vademécum que termina
pagando la empresa, lo mismo que los tratamientos especiales internaciones y
cosas parecidas que pide él más que los otros galenos sin medir los alcances
porque si es por el ministerio de salud pública no pone nada y nunca tiene
presupuesto ni general ni especial inversión o plata para nada, y por todo eso
el mediquito es de andar siempre mezclado con los pobres con los obreros
con los del gremio, un defecto que es
muy grave para la empresa que se le viene señalando que se le viene diciendo, y que aunque no lo entiende se le dijo varias
veces personalmente que un pueblo chico es un infierno grande, un caldera del
diablo llena de sentimientos llena de emociones llena de todos esas cosas que
hacen que repetidas veces uno se diga que anda con el Jesús en la boca, una
olla saturada de odios llena de pasiones llena de calenturas de rencores de
amores, remata escribiendo en las líneas del San Lorenzo y en la primavera de
1965.
Thursday, August 25, 2016
Cosas del gringo.
El gringo está
inquieto y estornuda a cada rato la descarga nerviosa lo deja de cama, se
trastorna cambia y camina de buen humor o reniega por el cuarto cuando se pone
como león enjaulado no aguanta los encierros él ha nacido a campo traviesa y ha
pasado mucho tiempo con su abuelo entre establos hediondos y sombras de sauces
llorones, rezonga sin que le salga una palabra tartamudea se alborota no es que
vaya a decirlo a nadie pero le molesta y lo escribe está bien, anota que le
parece bien que todos hagan manchanchos con los problemas que tengan, pero
mientras anda de un lado para otro compaginando los desbarajustes que arman los
demás, cuando puede y consigue que alguien lo escuche protesta se lamenta,
farfulla murmura llora ríe se acongoja con su flamante mujer que además de
escucharle fornica como los dioses y a cada rato le pide joda, insulta a todos
a nadie a ninguno sin nombrarlos los nombra los deja de nombrar los ignora,
porfiando cuando habla con alguno con que así como está bien que él los aguante
también estaría bien que alguna vez uno de esos otros de los que se enredan en
su red de favores, se de cuenta que él como cualquier hijo de vecinos tiene
unos problemas de esos, así de grandes, importantes y urgentes como los de un
perejil más de todos los que viven pidiéndole gauchadas, sería bueno que quien
sea se de cuenta que se percate de ese pequeño gran detalle, que parece que
todos quieren y piden lo que se les da la gana y que él no tiene derecho a
querer o a pedir ni un mínimo de nada, que parece que él está condenado al
cosquilleo en la garganta a que le pique la nariz a que le lagrimeen y se le
hinchen los ojos hasta que deja de estornudar y con eso se le pasa la alergia y
la bronca. No está bien que uno sea mula burro de carga o cualquier otra cosa,
menos cuando uno se hace cargo de un problema que es de los demás y no de uno
mismo, menos cuando uno se encarga de organizar desorganizaciones que nadie
quiere organizar se divierte armando oraciones rimbombantes que muy seguido son
parte de su trabajo de jefe de relaciones laborales contesta de cabeza de las
RRLL anota en sus cuadernos juega con las palabras con los dibujos de las
palabras con los trazos de las palabras con las formas de las palabras mientras
la otra duerme, son partes de sus infinitas tareas responde cuando le preguntan
cuál es el tema por el que los patrones depositaron en él su confianza,
relaciones laborales que responden a un abanico de temas que se pueden resumir
en unas cuantas palabras diciendo que alguien tiene que ocuparse de todas las
sinrazones y de todas las razones de los obreros empleados y de cualquier tipo
o nivel del personal de la empresa, traveseando con las letras hurgando las palabras
eso le gusta, no está bien que uno se arriesgue cuando nadie se arriesga,
atravesando las palabras eso le gusta dar con las voces terminantes y en el
momento justo conseguir los resultados esperados, los que más le convienen como
un cristiano común y corriente, resultados antes de los que espera él y de todo
lo que se pueda pensar en poner primero lo que más le conviene a la empresa, no
está bien y no es justo estar en la boca de los otros por poco o mucho que sea cuando
se es capaz por sí solo de encresparse por solucionar los problemas de ellos
las pelotudeces o las iniquidades en sus legajos, cuando la situación indica
que hay que encenderse como un fosforito para que estén bien o mejor, cuando
llega la ocasión de enfriar y de enfriarse, cuando el término indica la
necesidad de congelarse como un cubito del refrigerador para resolverle la
ofuscación a cualquiera, cuando no hay otra salida que negociar con cara de
nada en el trabajo en la casa cuando hay que hacerlo, cuando se trata de
aguantar caprichos de filtrar pedidos que le llegan como seguidilla, como si
uno fuera el dueño de un almacén de Ramos Generales del que salen remates y brebajes,
ungüentos pócimas y menjunjes para todos, escribe y pone de visita por las
fiestas patronales en Santiago cuando comienza el invierno de 1958.
Wednesday, August 24, 2016
LA LUZ MALA - MARIO PAZ ESCRIBIENDO CON RAFAEL OBLIGADO
Larga tropa de
carretas atestadas de hombres enmudecidos y mugrientos atraviesa la llanura
bajo la eterna hermosura de los radiantes planetas para dónde van ni ellos lo
saben lo que sí saben es que andan de guerras que el trabajo no termina que los
generales no aflojan, larga tropa de carretas cortas repletas de hombres,
atraviesa el llano y penetra la sabana o van por un sendero en medio de la
eterna espesura alumbrada con la luz que irradian de los resplandecientes
planetas que son resplandecientes pero de ellos llega una luz mortecina que
apenas permite distinguir las sombres y los fantasmas, corta tropa de carretas
largas 7y soldados bajo las estrellas nada más en esos mundos de silencio
transitando abajo del techo del oscuro universo, hay un cielo abierto infinito
el universo, al tardo paso sujetas de los bueyes, enfiladas, salvan lomas y
quebradas, al lento andar de las yuntas cansadas o perezosas en caravana pasan
montículos y hondonadas, y en el trébol florecido, haciendo áspero ruido,
hunden las ruedas pesadas, crujen las ruedas con el efecto centrífugo que
empieza en sus ejes como si fuera un quejido más de todos los lamentos que se
escuchan en el monte crujen la ruedas pesadas y mugen los bueyes lanzan sus
bufidos un búho ulula a lo lejos y se escuchan gruñidos por todos lados, allí
en el claroscuro de mil vagos resplandores y sonidos lento el andar de las
carretas acelerados los corazones, vence oscilar sus conductores sobre el
pértigo inseguro, ensimismados y silenciosos, somnolientos y asustados, de
llegar no tiene apuro a su rancho el picador eso fue en otros días ahora va
detrás de la batallas o adelante eso depende de los coroneles, jinete de mil
corceles montador de oficio peón diestro en cabalgaduras y cabalgatas, pero
músico y cantor al fin juglar también de mil canciones, entretiene su camino
con algún triste argentino que llora ausencias de amor, la Cruz del Sud,
suspendida sobre los campos desiertos recuerda al Mesías remonta al Nazareno,
esa cruz de una crucifixión repetida es como que tiende los brazos abiertos
hacia la tierra dormida, y en la sombra sumergida aquella inmensa región, llena
de mística unción, fervores de campesinos temores susurros del carpintero llama
por el trébol perfumada, cruz que parece que baja como en una lluvia de
estrellas con el sereno en la noche sombría con luz que está a sus plantas
postrada como en perpetua oración, súbito brilla a lo lejos una luz, un resplandor
repentino que se presenta de improviso, esa sí brilla como maula la luz
maldita, la luz maldita, maldita la luz que sigue maldita la luz que se pierde,
cuya historia nunca escrita saben jóvenes y viejos, es la luz maldita nadie la
toca porque pasa nunca se queda quieta, esa sí lanza mil reflejos; se detiene y
humo exhala; incendia el campo, destruye personas y las cosechas resbala como
bailando en el aire como rasando la tierra en un lugar distante es la luz
siniestra que va retorciéndose maligna, para quemar a alguien para dejarlo
ciego, y cada uno se persigna, murmurando,
"-¡La luz
mala!",
"-es el alma
de un hermano, que, desterrado del cielo, solitario y sin consuelo vaga errante
por el llano, dicen que fue un peón de campo cualquiera, un espíritu no tan
cristiano cristiano de crueles ansias lleno, que, de la noche en el seno, nos
ha pedido otras veces una cruz y algunas preces que lo tornen justo y bueno”,
así lo ha suplicado
dice que por amor ha matado dice que por desengaño al patrón ha degollado y por
eso ha pasado al infierno, y entretanto, esquivando sus destellos, rezan juntos
todos ellos, olvidados los hombres en esos mundos de silencio transitando abajo
del techo del oscuro universo, los hombres ven, trémulos de espanto, cómo la
luz resplandece, y chispea, y desparece, y con nueva brillantez ilumina, y cada
vez más y más grande parece, ora se hunde en el bajo ora se eleva en el aire
ora se pierde entre los pastizales ora sale impulsada, ora corre por la loma,
pero siempre avanza, y toma por momentos nuevo brío, dicen los hombre que desde
el horizonte sombrío se aproxima a cada instante y como una campana bascula
para desaparecer de nuevo, y hacia atrás y hacia adelante huyen las sombras
inquietas.
Wednesday, August 17, 2016
Ciudad arrasada, disciplinado homenaje a mi maestro Julio.
Los manteros los artesanos los policías que se hacen de perseguir a los manteros y artesanos los comerciantes gordos de los negocios truchos, de pronto la plazoleta dejaría de
estar en las pesadillas incómodas, pesadillas que delataran los secretos de niños
vivarachos bien criados y distraídos a padres atentos no agresivos pero invasivos,
de pronto ese territorio de todos esa zona de la familia en los domingos esa
mancha de nadie en el espacio pero cuidada por todos en cualquier día dejaría
de estar en los espejismos de los críos traviesos bisoños varios vecinos
pequeñitos de la barra que formaran como viejos conocidos en el pueblo en el
barrio en el vecindario del sitio al que van y vienen desde sus casas que
estarán por ahí nomás, a la vuelta de una esquina con sus puertas abiertas en
la misma manzana de una iglesia sin candados frente a la antipalúdica con una
guardia para cualquiera que la necesite, al lado del edificio del correo que
todos en el pueblo custodiaran para tener un canal por el que circulan
novedades porque desde allí salen y entran en cientos de miles de cartas las
noticias propias de familiares y de amigos que no viven en la comarca, desde
esos lugares todos conocidos todos cerca hasta ese lugar que fuera atacado de
un día para otro como si lo blanco fuera negro como si lo bueno hubiera pasado
así nomás a ser malo, sin que ellos estuvieran avisados de nada sin que ellos
hubieran tenido la obligación de estar avisados o de saberlo como para participar
y hacer algo y evitarlo, después de todo es el lugar en el que corren y brincan
todos los días libres sin presiones sin peligros que los acechen, después de
todo y aunque ellos no lo sepan el lugar es como un víscera de la vegetación
que usan como patio grande, porque para eso son chicos buenos sin maldad, para
no andar metiéndose con cosas de grandes hipócritas y no tienen porqué cargar
con pesados prejuicios como los que tienen sus mayores, algunos de los cuales embusteros
se meten en todo esto de construir para destruir todo el tiempo, perdiendo el
tiempo en discursos en aplausos y en broncas de la política asunto de grandes, y
ellos retoños de los patriarcas que los cuidaran o los que no los cuidan que
para algunos esto da lo mismo, montajes y demoliciones que no determinaran con
quienes se juntan ni los menores ni los mayores que se mezclan un poco o demasiado,
algunos sinceros otros mentirosos como pasa siempre con la gente que no aprende,
adultos que desconfiaran como desconfían a veces hasta de sus sombras, con desconfianzas
como ellos mismos a lo mejor las tendrían cuando lo fueran cuando crecieran
como crecen todos los que después se mueren como cualquiera, si tienen la
suerte de hacerlo pensando y creyendo que es una lástima morirse así nomás porque
se anduvo mucho con rencores y mosqueos y muchos se hacen unos problemas
bárbaros con estas circunstancias que no se pueden arreglar en el postrer
momento, esos que no sucumben más tranquilos y aceptando la ley de la vida y a
sabiendas que el cementerio está lleno de imprescindibles y de buenos porque se
murieron y tienen todo el derecho al descanso eterno, como creen varios de lo
que nace y se muere todo, hasta que transitando el trecho y en algún momento
aparecen las grescas o las peleas entre los que supuestamente debieran llevarse
bien y debieran quererse que se quieren hasta ahí nomás hasta que uno piensa
que al otro se le fue la mano tenga o no sus razones, y eso es tan fuerte que
ni siquiera da lo mismo que no pase y aún sin que salten las diferencias con
los gustos con las amistades o con la obsecuencia, cada uno es como es y
algunas veces eso hace mucho daño y si hace daño a otros es bueno revisarlo, de
pronto ese lugar de pasatiempo que tanto querían dejaría de existir para ellos
que eran no más que personitas minúsculas que no tenían porqué andar con
ofuscaciones de renegones comprendiendo todo como quieren comprender los
mayores de lo que siempre no se comprende del todo, como para que eso les
significara una mortificación un cambio en las emociones y en los temblores en
la rutinas cotidianas de sus vidas, en esas cálidas sensaciones que allá en la
profundidad de esa niñez feliz sienten y se desprenden de eso que no se sabe en
toda una vida qué es pero que es disponer de todo el tiempo para uno y para
nadie más de todo el tiempo del mundo para inventar y hacer travesuras ligar
inventos y disparates de los otros y de uno mismo y de la misma patota de ese grupo
de amigos de años que nada saben ni tienen porqué saber de rencillas riñas sosiegos
y nuevas disputas entre los propios padres o de cualquiera que gobernara
cambiara dinero o cosas o mujeres, porque un resumen de las peleas de los
hombres no pasa de media docena de asuntos que bien se sabe son siempre los
mismos, como si esos mismos hombres no tuvieran otras ideas o no pudieran
terminar de resolver razones tan viejas como la historia de ellos mismos, tan
pretéritas como las payasadas y picardías que para los párvulos en los sueños
se cambiaran en las noches en temblores por el recuerdo de emociones
inconscientes por la reminiscencia no comprendida de un repaso a flor de piel por
el que se van formando, estremecimientos que se transforman en sudoraciones que
secan diligentes padres con paños y estambres en sus descansos activos porque
duermen para tomar fuerza nomás para recuperarse y para salir corriendo a
correr al otro día por las calles a la plaza de nuevo alrededor del foro
siguiendo sus diagonales que son un laberinto resuelto, como si fuera que deben
estar circulando del trabajo a la casa y de la casa al trabajo con la
diferencia que para ellos es de la casa a la plaza y de la plaza a la casa
haraganes con la escuela, reposos incompletos que molestan o perturban a padres
dormilones y que se cambian a solitarios e inconscientes discursos insondables de
sonámbulos como son con sus sueños sin control alguno, que se cambian a vueltas
y otras vueltas que son desorden en las camas de cada uno de esos changuitos
que buscan desesperados cada vez que se diera, en aquel espacio que es y no
será para ellos y sus juegos exclusivamente a ciertas horas, un supuesto porque
en otras horas rondarán otros por otros rincones de la plazuela grande que por
todos estos líos comenzara a transformarse en caminos oblicuos para caminar sin
rumbos por infinitas direcciones, de esa manzana hasta la próxima vez que a
alguien se le ocurra volver a montar una plaza entera en homenaje a alguien y
vuelvan los aplausos por compartirlo y los llantos por no compartirlo y las
broncas por una u otra cosa, o que el lugar quede por mucho tiempo vacío que
quizás sea más grave, vacío lugar de pasos de gente con infinitos destinos
lugar de alambrados retorcidos y tirados por el piso y confundidos con el
yuyaral que crece mal y por todas partes desde que dejó de emparejarlo el
jardinero, rincones que fueron algo que tuvieron una entidad para ellos y sus
travesuras para otros escondites futuros de ladrones furtivos y de mala muerte
de fantasmas que se hacen sentir como si fuera que están tristes o nostálgicos,
sinuosidades de comerciantes de ocasión y menudeo de vendedores de maníes de
pochoclos de manzanas con caramelo de carteristas de poca monta, rincones recorridos
casi por rateros tierra de nadie de noche y de tránsito de día, de todo esto destruido
que ayer en algún ayer se habrá pensado como el porvenir de venturas que se
produciría lento y diferente pero que es un hoy urgente de resultados que se
pidieron de ordenes ejecutadas que dan en teclas parecidas a las de otros vaivenes
anteriores, casi con cada cambio de gobierno como si tuviera algo que ver el
cambio del lugar de los juegos de esconderse, de correr de un lado para otro de
saltar rayuelas mal dibujadas e incompletas por los escándalos o los afectos de
alguien sin que ellos se dieran cuenta, cambia el nombre de una calle el
sentido de circulación cambian las opiniones los criterios radicalmente, una
veces hay rayuelas sin tierra otras veces rayuelas sin cielo, laberintos sin
resolver confusiones atropellos enredos, en el piso duro y compactado con tanto
riego de manguereadas que diera el placero jefe de la dotación entera, el tipo
que cuidara con esmero el lugar entero, una autoridad dispuesta para lo que le
pidieran y luego una autoridad depuesta que antes nadie cuestionara ni siquiera
su ausencia violenta como si nadie lo extrañara, ese señor plazoretero que con
todos estos movimientos de entusiasmos, exagerados de exageraciones que
dejarían de estar en sus sueños en sus juegos en las realidades de sus tiempos
como esa cosa movediza de sus entusiasmos les inspirara mucho miedo, ese tipo
que habrá sido despedido con ordenanzas y pulcros procedimientos de
resoluciones decretos y otros procedimientos que habrán salido más de la
empresa que de la municipalidad para el cuidador, no importa de qué lado aunque
él bien habrá sabido que de cualquiera de los lados posibles pero nunca como
inquietud, turbación contenida desde el pecho de ellos que sin saber nada de
intereses o de deseos de mezquindades o de roñas de los hombres, dejarían sin
darse cuenta pronto de pasearse extasiados de revolcarse mejor ensuciándose la
ropa transpirando hasta el último de los alientos por ese lugar que habrá sido paraíso
de sus desahogos, consentidos seguros y cuidados por esa especie de titán
temido que se dormía todas las siestas calurosas porque sabia de los miedos
pequeños de gente menuda que podía especular
en hacer mil travesuras pero de donde nunca vendría una traición como esa que
habrá provocado quien haya decidido destrozar el predio armado y los puestos de
trabajo aunque por ahí las personas se relajaran un poquito con los cuidados a
la ornamentación al monumento, poniéndolo a barrer galpones a él que hasta
uniforme gorra y todo tenía que parecía un general del ejército y al final era
bueno con ellos, ese viejo jefe que habrá sido reubicado por sus jefes, andando
sus juegos sus propios juegos de grandes que se pelearan se toleraran se atacaran
que se alabaran con la misma efusión y la misma boca con la que se criticaran,
falsos con falsedades de grandes, confundidores de criaturas los que destruyen
lo construido los que destrozan lo conseguido, de pronto dejaría de estar
aquello que extrañarían ellos nada más en algunas horas del día de lunes a
domingos y los feriados patrios cuando no anduviera nadie por las calles o
cuando otros anduvieran paseando o de trampas, despiertos medio dormidos somnolientos
o como fuera mientras el resto trabajara, temprano en la mañana temprano en la
tarde jugando, de pronto en ese pedazo del pueblo que dejaría de estar en sus
planes los de ellos, planes de recreación solazándose, sin saber un comino de decisiones
que hasta que ellos sean grandes seguro provocarán airadas protestas de madres chismosas
y pulcras y niñeras explotadas por amos que rechazaran la esclavitud en los
foros gubernamentales y pagaran en negro, de pronto ese espacio sin boletería ni
entradas con costo dejaría de estar en esas expresiones de periódicos sueños de
traviesos, que más grandes más sosegados de cansados después de sus recreos
disfrutan cuando sueñan desvariando con fantasías diáfanas y cristalinas según
padres soplones, sin sospechar del espectáculo que habrá sido lo del desguace
decidido por alguien de ese lugar maravilloso para ellos y no tan maravilloso
para otros que en algún escritorio ubicado en algún otro lugar del mismo
pueblo, deciden por este y otros desbarajustes dispuestos antes por
resentimiento que por cualquier otro motivo según los resultados y los vecinos
chismosos igual que los padres de los niños que nunca escucharían por lo menos
a esos contemporáneos de ahora extemporáneos de cualquier momento, algunos
obreros que habrán cumplido ordenes inconvenientes algunas como otras como esta
solamente para mandar abajo, para voltear a fuerza de palanca y mucha fuerza
humana el busto de Evita golpearlo y usarlo como banco para sentarse a tomar
mate y que coronara el centro de la explanada y la acrópolis que lo rodeara y que
los chiquillos usan para esconderse en las escalinatas que adornaran cada uno
de los cuatro puntos cardinales de esa inmensa efigie, el tronco de la figura
de la inmortal protectora de los humildes de la madre de los trabajadores que
por esos mismos días levantaran una huelga de más de dos meses, de la mártir
cuya alma habrá estado ya por ese entonces más tranquila que acá abajo y sin
explicar las razones de su vida cerca del Dios que nadie vio pero seguro la
habrá recibido con alegría después de lo que hizo por estos lados, porque fue
buena con los mismos que él fue bueno, por lo que estará entera y no cortada como
si fuera una rodaja por la mitad en una estatua, lejos por culpa de la
enfermedad que tuvo y se la llevó muy joven y muy lejos del líder de sus
descamisados y de sus niños, lejos de todos los que después la profanaron de
mil maneras y que fue como las mejores, de pronto la glorieta dejaría de estar
en sus comentarios callejeros apostillas imprudentes espontáneas que empiezan y
terminan en amontonamientos que podrían ser fruto de peleas de niños de púberes
holgazanes y pajeros o algarabía que para el caso era casi lo mismo pero nunca de
ninguna manera de improntas políticas o de la explotación del hombre por la
explotación misma, nunca podrían arrancar esas conductas de los niños pero sí
de los que venían con pesadas cargas como las que aparecían con estas
decisiones de destruir algo cantando el mismo himno nacional que se habrá
cantado cuando se trató de construir la plaza para cortar la cinta, una pelea
tras otra pelea un resentimiento como respuesta a otro resentimiento, con
autoridades presentes en los actos en los cortes de cinta con empresarios que
aplauden y después cortan el rostro, con gente que diera la impresión entonces que
es lo mismo ser amigo o ser enemigo estar a favor o estar en contra de piojos
juguetones que no paran y que si lo hacen es para empezar comentarios de
fantasías y exageraciones, cuchicheos insustanciales advertencias
circunstanciales que largaran en cada jornada cotidiana que los niños aprovechan
de punta a punta con permiso o sin permiso cuando se tratara de hijos de padres
más permisivos o más despreocupados que otros, con el desparpajo y sueltos de
cuerpo que permiten las excepciones que confirmaran algunas reglas negadas
antes por algunos, como los jueces de paz que según lo que ellos mismos
declaran se meten con la gente para cuidarla y protegerla de cualquier cosa,
pero también con los dueños de las empresas y las autoridades del pueblo,
jueces que miran para otro lado cuando se enteran de estos atropellos a la
gente que no viene de la gente porque si
a la gente común la descubrieran haciendo cosas parecidas o ensuciando paredes
con carteles o pintarrajeando o destruyendo edificios públicos o no públicos directamente
la meten presa, en movidas de las que se entera hasta el cura sin salir de la parroquia, y de pronto de eso de demoler
de borrar del mapa de destruir una explanada tan linda como si nada, desmanes de
los que el clérigo dejaría de saber muy bien pero que parecían autorizados y
conocidos por las autoridades porque nadie los para nadie parará la saña nadie
parará el empeño y tanto destrozo como las construcciones que terminarán con un
acto solemne en algún otro lugar de la ciudad en esa especie de serie inconclusa
de hacerlo y deshacerlo dejando en el tintero peloteras mientras empiezan otras,
porque sí como si fueran los efectos de un decreto de un memo interno de una
comunicación telefónica avisando y bajando instrucciones, y por todos lados
señales que se está acabando una juerga con el mismo tono con el que se diera
la noticia que empieza otra fiesta de señores caprichosos con nuevos silencios,
cómplices silencios como los de las frases hechas, o las razones de unos que se
imponen sobre las razones de los demás, mutismos de jueces de administradores
de jefes que se pasan todo el tiempo ordenando sin que les importe lo que
piense nadie separando el discurso del decurso la razón de lo razonable, de
pronto sin que ellos se enteraran ese dejaría de ser el lugar confortable para
ellos, sus casas dejarían de ser un lugar arduo si lo fueran para otros y posiblemente
y seguro lugar de solaces para ellos y para otros no tan obedientes para hacer
mandados, que estuvieran acostumbrados a vivir en un lugar donde un parque de
diversión o un circo llegan por excepción y cada muerte de obispo y por eso
entonces una plaza es importante como la matinée de los domingos en el cine y
otras diversiones, pasatiempo que habrá sido incómodo probablemente para
algunos mayores que deciden todo lo que deciden como parte de sus peleas pero
no para molestarlos a ellos, que ni los conocen a cada uno, uno por uno son
hijos e hijas o hijos de los amigos de los que no son amigos ni una cosa ni la
otra, de pronto dejaría de ser el distrito de las reuniones que no programaran pero
a las que asisten con más puntualidad a la que tienen para llegar a las
escuelas en las que estuvieran y que también quedaran cerca como el hospital y
el comedor para los pobres, sueños que dejarían de figurar como este
desmantelamiento que ya fue, instantáneo decidido seguramente en lugares
confortables como otros sueños de papel como los papeles en los que seguro no
queda ni un registro de quien diera una orden más de las que se dan todos los
días en diferentes lugares pero con tamaño atropello a la gente aunque fueran
cosas de la empresa, de esos dueños que en el pueblo son dueños de todo hasta
de ese lugar que además tenía un rincón para retreta, de pronto dejaría de ser lo
que fue lo que nunca más volvería a ser y ellos sin enterarse quedarían privados
de los columpios que se desmontaran arrancados también por la fuerza como si no
pudiera ser teniendo cuidados, del sube y baja o del trancabalancas que se
arrancaran con encono y se llevaran a otros
lugares o directamente se apilaran como chatarra en desconocidos galpones, de
pronto ellos ni siquiera los reconocerían así fueran puestos en otros lados como
el tobogán, de estas cosas no se hacen inventarios, que era único por el largo
y la madera curada y lustrada que lo hacían diferente de otras rampas que había
en plazas cercanas y no tan cercanas como las que después conocieran, de pronto
dejarían de tener el molinete de la calesita que hacían girar con esfuerzo en
la carrera que repetían tanto y les agradara, de pronto dejaría de ser el
territorio tenebroso sombrío triste de las noches calurosas del verano o de las
noches desoladas del invierno abandonado por las misteriosas parejas que
aprovecharan paredes de tupidos ligustrinos para hacer porquerías como se sabe
en todo el pueblo, dejaría de ser tantas cosas sin consulta a nadie por lo
menos a nadie de los que podrían haber opinado algo aunque los niños no opinan
y estén para hacer caso en todo como tomar la sopa y no hablar en la mesa, como
ser limpios respetuosos atentos y otras reglas que no se cuestionan porque lo
dice el papá y lo apoya la mamá y los niños hacen caso, renegaran las mamás que
para algunas otras cuestiones opinaran de lo mismo con dejos de asco y sana
envidia y picardía, como con ganas de estar en ese lugar de esas otras que
quieren ser tocadas y se dejan en todas sus partes mientras también tocan ellas
amparadas por la oscuridad y la calentura, de pronto dejaría de ser esa comarca
divertida probablemente tenebrosa en algunos momentos libidinosa en otros,
donde pueden los niños correr y correr y también las niñas liberando por un
rato a las niñeras del control recomendado por padres que saben que las mancebas
aprovecharían esos descuidos para rascar con sus novios en minutos en segundos
amorosos de amores no confesados, niñas que por su parte dependen del control
inevitable de los congéneres o los parientes de esos mismos niños, para que las
niñeras flirtearan mientras tanto o darles un poco de respiro porque los críos
se mandan unos líos bárbaros, mientras estuvieran esos niños saltando a la
piola jugando a la escondida y otras travesuras no tan inocentes sin que nadie
dijera una sola palabra. De pronto la plaza dejaría de ser el lugar de juego
más importante para ellos que crecerían como cualquiera que nace crece se
desarrolla y muere probablemente sin enterarse muy bien de muchos porqué que
quedan sin respuesta como este porqué el de la demolición de la noche a la
mañana del día en que anduvieron
diciendo que eso de los muchachos no va más porque ese tampoco está más ni en
el ministerio de trabajo ni en el gobierno, lo que ellos tampoco supieran como
tampoco se supo si lo supieron los de la dotación de obreros que desmontaran el
lugar de paseo, de cuando no había adónde meterse salvo que se tuviera mucha
plata como siempre como para andar de vacaciones, ni siquiera en las casas
donde los cincuenta grados que bajan de febo se sienten como sesenta, no más
que en los apacibles rincones de las casas cuando hay comodidades y en las que
se crece o en otros lugares iguales que se irán inaugurando con la imaginación
de niños todo lo que dure con las decisiones de adultos si se toman, en otras
plazas algunas tal vez sin monumentos evocativos, otros lugares de
esparcimientos de descansos de entretenimientos, plazoletas distintas algunas
bellas otras feas y más baratas para quienes ponen la plata para construir y
destruir, que son iguales a las otras para niños con la imaginación y el
corazón latiendo como les habrá latido sin que se dieran cuenta más de la
cuenta con esos golpes y saña que borrara de un plumazo lo que antes se
construyera después de algo que antes se destruyera como si todos hubieran
querido hacer eso de romper para arreglarlo y volver a romper, los mayores
porque los pequeños porque lo son no se meten con esto, recovecos con arena
marrón suave y resbaladiza o colorada que servían para que los niños pasaran
horas armando túneles y caminos para sus autos y soldaditos de plomo que en muy
seguidas ocasiones se confundirían con indios comanches una y otra vez cada día
muñequitos también de plomo y algunos cawboys del lejano oeste de un lejano
oeste del norte lejano inconcebible distinto al de los indios chaguancos que
también pasearan por los mismos caminos de los otros dibujados con polvo de
ladrillo y tierra mucha tierra camino a la tapera, mientras ellos los niños aún
sin presentirlo seguirían soñando en dormitorios que dieran a patios espaciosos
donde servían más las mujeres que los hombres, en escenarios imaginados con
plásticos ordinarios y unos cuantos palos maltrechos con los que se armaran
circos o funciones de magia donde se probara todo hasta que se construyera una
nueva plaza en el mismo lugar en el que estuviera la otra a la que se habrá
destruido previamente con los discursos los himnos y las ceremonias necesarias,
interrumpiendo los sueños hasta que se encontrara un lugar que los pusiera a
rodar nuevamente, un viejo potrero un terreno baldío para jugar sólo para jugar
y soñar, como sueñan siempre los niños bien criados sin maldad y libremente los
niños sin hambre, esa plaza dejaría de estar en sus sueños y en sus propias
vidas cuando fueran grandes y otros niños sigan soñando.
Y de pronto después de la plazoleta después
de las cárceles llamadas del pueblo sin que el pueblo dijera eso después de los
centros clandestinos de detención y de las torturas y las guerras sin razones
valederas, los domicilios dejarían de figurar en las ordenadas agendas de
secretarias amables bilingües diligentes y fuertes, de pronto unas casas comenzarían
a quedar vacías o ser pasibles de modernización de remozamientos de alquiler
para negocios florecientes o mamarrachos a fundirse, las casas comenzarían a
quedar vacías para una cosa y a llenarse
para otras, de pronto el tiempo seguiría pasando como pasa siempre el tiempo de
los hombres importantes jefes de esas secretarias ampulosas y soberbias que
como los que las mandan viven sin el tiempo que no se controla como se podría
controlar si al menos se le pusiera un poco de ganas a la empresa y al toque de
los principios porque de pronto también esos principios como las plazas dejarían
de figurar en la religión como en las casas o en la moral como en el corazón de
esos mismos hombres, y de otros diferentes antes para mal que para el bien porque
lo malo pasa y escasea lo bueno y se difunde como si se tratara de una
enfermedad contagiosa, la falta de tiempo, el tiempo y todo lo demás de pronto
dejaría de funcionar como si fueran lo que fueran referencias al margen de
ellos que aprendieron a ver esto como normal que aprendieron a convivir con
estas regularidades, o que no aprendieron porque al final nunca se sabe con
estas cuestiones si están bien o están mal, y de pronto los páramos se
convertirían en pueblos enteros los pueblos pasarían a ser ciudades y las
ciudades a desbordarse con otras urbes amontonadas sin ton ni son como las ideas
de la patria que son tantas como patriota amontonado se confiese de tanto loco
que anda suelto o se arroga el papel de fervoroso defensor de ciudades o de
ideas desvastadas, de pronto las direcciones de las viviendas no aparecerían más
en los memorando que delataran los secretos de señores importantes compatriotas
indolentes que no dejan comprar que no dejan vender que nunca tienen vueltos y
atienden de mala gana y piden de peor manera, de pronto desaparecerían los
vestigios de los itinerarios que revelaran los secretos de paisanos que no
tienen donde caerse muertos pero que compran y venden lo que finalmente quieren
todo el tiempo y que lo único que no negocian es la soberbia de su actitud de
altanería sin soporte, que no cambian el envanecimiento inútil por la auténtica
humildad, de pronto la parte privada de la vida de ellos dejaría de estar tan
expuesta a su sano juicio o se transformaría en los balances bien diseñados de
directores o de gerentes adinerados y bien criados cansados de la ciudad, de
ser vecinos de los que no son iguales o de quienes no pueden comprarse las
mismas cosas, cansados de la metrópoli de sus ruidos de la sucia neblina que se
forma cada tanto con tanto y sucio o desvencijado vehículo circulando por tanta
calle oscura adonde el sol nunca llega porque está tapado con elevados
edificios de cemento que se reproducen como plantas trepadoras topadoras
tapadoras con incontables torres de babel por todos lados de gente que ni se
conoce ni tiene interés de conocerse gente diferente que persiste en eso de
seguir siendo diferente, de pronto las peatonales que se repiten elevando el
valor de las construcciones adyacentes dejarían de ser lugar de paseos de esos
señores y sus familias enteras que habrán emigrado para mejorar sus calidades
de vida que esto para ellos significa tener mucha plata vivir en mansiones
importantes, esas adyacencias dejarían de ser seguros lugares para ser
dormitorios a cielo abierto o baños improvisados de linyeras de gente común de
la calle y solitaria que con frecuencia intentan entrar en todas las oficinas
que encuentran al paso en sus paseos que reemplazan a los otros paseos a los
que desde siempre fueron lugares de distracción o de juegos, o en los bancos
que se irían convirtiendo en verdaderas fortalezas medievales e impenetrables
para gente que los hombres importantes tratan como si fuera la plebe, baluartes
privados pero cuyas puertas los políticos los que tienen influencias o medios
que es en definitiva dinero abren de otras maneras, de pronto esa ubicación
privilegiada de vivir en lujosos departamentos dejaría de estar en las
coordenadas de señores tramposos atendiendo sus importantes operaciones
repasando o escribiendo y algo más en telos desconocidos para señoras
distraídas sin querer o a propósito, ese mismo propósito que algunas mujeres
tienen siempre que dispongan de plata, mujeres entretenidas con amantes por
hora en otros puntos de una ciudad que irá quedando extraña aunque habitable
con la luz del día peligrosa por las noches, de pronto esos lugares dejarían de
estar en el centro del cansancio visual sonoro o físico de patrones poderosos
con poco tiempo para proteger a desprotegidos niños de padres atentos no
agresivos pero evasivos, o sea de ellos mismos atorados con fuertes desganos y depresiones
inmanejables aún para psicólogos obnubilados y más de atar que los mismos
pacientes, de pronto esos territorios de todos como los clubes sociales las
sedes de las asociaciones de gallegos o italianos las fondas de mala muerte
para las ruedas de las picadas de los viernes se transformarían al estilo de
los clubes y asociaciones muy selectivos, de pronto esa zona de la parentela en
los domingos de comidas en común de padres hijos y nietos, esa mancha en el
espacio de propiedad privada con escritura limpia y todo en cualquier momento
dejaría de figurar en las guías telefónicas que vinieran con menos hojas en
contraste con los mamotretos que aparecieran con más hojas de las páginas
amarillas de las guías comerciales de teléfonos de los jefes traviesos con
secretarias que se ruborizan de nada y ponen la cola para todo, de pronto los
códigos postales de muchos años dejarían de figurar en los cuadernos de
circunspectos señores de clase media varios vecinos inquietos inquilinos y con
iniciativas de los grupos que formaban como viejos conocidos en el pueblo en el
barrio en el vecindario del sitio al que iban y venían desde sus casas que
estaban por ahí nomás, a la vuelta de una esquina de cuadras con casas con sus
puertas protegidas con barras de hierro o acero doble o triple cerradura como
se va descubriendo para evitar recónditos ladrones pobres que roban a otros pobres
porque no se animan a robarles a los ricos porque no pueden o porque para eso
hay que ser macho, de pronto dejarían de ser las plazas que nadie se acuerda
desde cuándo se protegen con rejas ornamentales de filosas puntas que lo mismo
son objeto de los ataques de los vándalos que no respetan ni siquiera el
patrimonio cultural tan resguardado por ordenanzas y decretos municipales, ni las
garitas con vigilantes adentro en las manzanas de las iglesias de paredes
pintadas por pecadores y no pecadores lo mismo que las escuelas habitadas por
analfabetos y alfabetos, de pronto todos esos lugares dejarían de ser lugares considerados
y respetables para reuniones solemnes o al menos normales entre gente con
intereses o actividades comunes, de pronto dejarían de ser lo que tal vez nunca
fueran para convertirse en zonas vigiladas sólo para sentar el precedente de
púlpitos con candados hasta en las sacristías y a partir de las diez de la
noche en que no circulan ni los fieles ni los maestros por los pasillos de las
escuelas saqueadas de una ciudad en la que no se puede estar si no se está
encerrado, de pronto los médicos en los hospitales dejarían de atender
eficientemente y quedarían sin mantenimiento y sin personal y con una guardia
que no sirve para nada, para esos moradores u ocupantes de las casas para
cualquiera al lado de los edificios de correos que casi ya no se usan, y de los
teatros que se pueblan en determinados instantes sólo en las noches o en las
horas de las funciones como las salas de cine que se fueron construyendo unas
al lado de las otras para evitar los desmanes los contratiempos causados por
mucha gente, lugares que todos dicen que sí que lo están que son lugares
cuidados pero que nadie custodia en el impúdico escenario en el que nada es lo
que parece para reportar novedades porque alguien descubrió después de veinte
años que volvió la democracia con lo que muchos se entusiasman con se
entusiasman otros con una patria a medida que quiere decir una patria distinta
para cada posición de los presuntos patriotas y que eso de cuidar debía ser
cosa del pasado de gente con prejuicios de personas que siempre piensan que los
otros se equivocan que los otros viven equivocados, porque alguien autoriza hasta
lo insólito y a diestra y siniestra sin la autorización pertinente y esto es
peligroso porque es como que cualquiera puede hacer lo que se le de las ganas,
de pronto las calles dejarían de tener las farolas encendidas y en condiciones
y las calles y las fachadas de las casas y de los edificios quedarían a oscuras
y se irían poblando de manifestaciones a cualquier hora y de piquetes por
cualquier motivo enfrentando a cualquiera con cualquiera, obstruyendo calles
rutas puentes y correos donde los haya, y con los edificios las casas o las
construcciones los derechos que no son compatibles con otros derechos de la
gente que vive en lugares parecidos de integridades que se reservan a costa de
otras que se sobrepasan, límites que no son que tal vez lo parecen porque para
algo hay autoridades y policía y organización y normas aunque nadie se interese
por cumplirlas, y de pronto algunos derechos cesarían para que se activen otros
mientras a nadie le interesa porque desde allí ya no salen más las noticias propias
de familiares y de amigos que no están cerca de aquellos niños convertidos en
jóvenes traviesos y presumidos de esos jóvenes convertidos en adultos con el
seño fruncido de esos adultos convertidos en viejos renegones de esos viejos
muertos si total para estar o par no estar no hace falta certificado alguno ni
siquiera el de defunción, de esas estafetas que quedaron desocupadas
abandonadas y que perdieron la razón de ser de porqué siguen existiendo,
sucursales del correo que dejaron de existir porque la gente ya no se escribe
cartas que ha reemplazado por mail o por redes sociales en las que es más fácil
preguntar de sexo drogas y otras suciedades preguntar por preguntar, preguntar
sin responder, desde esos lugares todos conocidos todos cerca, hasta ese lugar
que fuera abandonado de un día para otro, como la casa de la calle de la ciudad
que fueron de la ciudad donde dejaría de estar la plaza como si lo alto fuera
bajo como si la integridad hubiera pasado así nomás a ser desenfreno como si alguien
hubiera hecho de un día para otro y de la nada otra Sodoma y otra Gomorra, sin que
ellos avisaran de nada sin que ellos hubieran tenido la obligación de darse
cuenta de estar avisados o de saberlo de antemano de no ser tan estúpidos como
fueran para participar y hacer algo por eso que todos temen pero sin saber muy
bien qué forma tiene, porque para eso son personas de bien aunque algunos
guarden la maldad en el corazón o en el cerebro como se guardan los recuerdos
esto es aceptando unos rechazando otros, esa maldad para tener las ganas de
hacer como si nada cuando se ganan cantidades elevadas de dinero metiéndose con
cosas de grandes hipócritas, de ladrones que roban a ladrones de usureros que
son empleados o jefes en los bancos, ladrones que roban a otros ladrones que
también les roban a otros que no lo son y se roban entre ellos, de profesores designados
o jueces concursados sin concursos regulares en cargos o lugares que no se
ganaron por competencia que esa palabra suena como si fuera de un chino básico
para ellos y para todos los que les creen a ellos, algunos de los cuales
embusteros metiéndose en todo esto de construir para destruir todo el tiempo de
enfrentarse de enfrentar de confrontar con negros que cortan calles por
cualquier cosa que hostigan y ganan terreno en la casas en las calles en cuanto
espacio encuentran y hablan de sus derechos como si fueran únicos sus derechos
y los demás no los tuvieran ni buenos ni malos que para el caso es como que están
todos juntos, levantar algo, una calle una avenida un terraplén, para hacer la
licitación después y demolerlo y llamar nuevamente a un concurso de precios
para limpiar los escombros y otra concurrencia para construir nuevamente, de
pronto las calles de libre circulación dejarían de estar en las novedades
cotidianas de viejos mañeros llamados políticos atrincherados en congresos con
sus fachadas tapadas con vallas de mallas de alambre resistente y pasarían a
estar en cartapacios seguidas en bares con el carácter de anónimos para no
despertar la pasión de nadie, para recuperar la tranquilidad que se necesita
para escribir una ley que de todas maneras no se cumple para después derogarla
y redactar otra parecida si total tampoco se cumple porque las únicas leyes que
se cumplen son las que benefician a ricos o poderosos, sucesos que solamente
sirven para describir una parte de la historia de hombres importantes de esos
hombres importantes que presiden reuniones entonan canciones patrias y comen
opulento, en discursos aplausos y broncas para distinguidos próceres de la
política asunto de grandes y de poderosos, y los demás a merced de los
patriarcas que los cuidaran o los que no los cuidaran que para algunos esto da
lo mismo que para eso están los punteros de barrio que son una parte del canal
por el cual se reparten los estipendios que pagan entre todos los vecinos que
contribuyen para estar organizados, lo que no determina con quienes se juntaran
en las canchas de golf o de tenis también privadas como las casas que de todos
modos los ladrones roban porque lo mismo eluden los controles y en las que se
juntan y que se mezclaran un poco o demasiado algunos sinceros otros
mentirosos, los que privatizan los que estatizan los que reforman el estado y
las leyes para llenarse los bolsillos y calmar sus ansias, adultos que
desconfiaran a veces hasta de sus sombras con desconfianzas como ellos mismos a
lo mejor las tendrían cuando lo fueran ricos acaudalados acomodados, mientras
siempre habrá quienes estén esperando para cuando alguien vuelva a hablar de la
moda de retornar de los barrios cerrados adonde se trasladaron en lujosos
vehículos como andan todos los que después se mueren por los modelos de sus
vecinos sin que les importe los que no tienen ninguno como cualquiera pensando
que es una lástima morirse así nomás porque se anduvo mucho con actitudes de
miedos por cosas de la vida moderna en la que nadie puede explicar muy bien la
lógica de porqué algunos marranos ganan como eso como marranos y otros
pelotudos ganan en esa escala de la especie de tipos que inventan mucho y no
solucionan problemas que arrastran de los tipos que ganan dos mangos y muchos ni
un peso y ninguno se hace problemas porque algunos llegan al gobierno y con la
plata que les sobra que encima no es de ellos les dan migaja a los que no
llegan pero que se conforman con eso, hasta un poco antes del postrer momento
cuando llaman de nuevo escribanos solícitos curas de cabecera para la
extremaunción en contubernios con contadores mentirosos que hacen balances para
los que pueden querer los balances y ajustan lo que se les pide por inflación y
los mayores costos, nobles hidalgos que dictan largos y puntillosos testamentos
tranquilos porque saben que los derechos cada vez se desdibujan más y más con
el paso del tiempo los del vulgo porque los de ellos los asientan bien en
escrituras y testamentos que salen un ojo de la cara, privándose sin saberlo
muy bien de expirar más tranquilos y aceptando la ley de la vida y a sabiendas
que el cementerio está lleno de necesarios y de buenos pero no de los que
tomaron de más como decía Jesús quitándoles a los que ni siquiera tienen para
comer, como no creen ellos en que es igual lo que nace y se muere todo hasta
que en algún momento aparecen las grescas los egoísmos las terquedades o las
peleas o los discursos que arman inventando doctrina que lo sustente, entre los
que debieran llevarse bien y debieran quererse, saltando las diferencias con
los gustos con las amistades o con la obsecuencia, de pronto ese lugar no
solamente de pasatiempo sino también los rincones de la ciudad donde se vivió
toda la vida, porque en los que se anduvo que tanto se querían de pronto dejarían
de existir para ellos que eran no más que minúsculas expresiones hombres al fin
enanos de sentido común huérfanos de buen criterio de un grave problema mucho
más serio de barrios cerrados de bancos abiertos sólo para clientes
presuntuosos soberbios acorralados de complejos de cines que cambiarían las
viejas costumbres con los horarios de las funciones, de líos que no tenían
porqué andar ventilando ante subordinados insubordinados con ofuscaciones de
renegones como para que eso les significara una mortificación un cambio en las
emociones y en los temblores de miedos a morirse en manos de un delincuente
cualquiera en manos de alguno de esos negritos que en vez de ir a la escuela
andan falopeándose y floreándose todo el día, de pronto la edificaciones
quedarían y ellos seguirían mudándose de aquí para allá o de allá para acá buscando
como locos cálidas sensaciones que allá en la profundidad de esa niñez feliz
cuando eran niños, seguida de precocidades y crecimientos sin problemas de
hambre, sin problemas de impotencias sin explicación alguna de privaciones
porque hay algunos a los que les sobra sin méritos, y se desprenderían de eso
que no se sabe en toda una vida qué es pero que es eso de ser amo y señor del
propio tiempo de creer que se tiene la razón y nadie más la tiene, para uno y
para nadie más de todo el tiempo del mundo para inventar y hacer travesuras
ligar inventos y disparates de los otros y de uno mismo y de la misma patota de
ese grupo de amigos de años que nada saben ni tienen porqué saber de rencillas menores
de riñas de sosiegos y de nuevas disputas entre los propios padres o de
cualquiera que gobernara cambiara dinero o cosas o mujeres, porque el resumen
de las peleas de los hombres no pasa de media docena de asuntos que bien se
sabe son siempre los mismos, como si esos mismos hombres no tuvieran otras
ideas o no pudieran terminar de resolver razones tan viejas como la historia de
ellos mismos, viejos llenos de desparpajos en todo desde las cuestiones
familiares hasta los asuntos de negocios o circunstancias productivas tan remotas
trenzas con los gobiernos de turno con funcionarios de coima fácil, como las payasadas
y picardías que estos funcionarios convierten en declaraciones, resoluciones y
leyes para amigos que retornan con los vueltos anden por donde anden,
verdaderos dramas que en los sueños se cambiaran a pesadillas por el recuerdo
por la reminiscencia que se va formando con tanto andar descuajeringado, que se
transformaran en sudoraciones que secaran diligentes aplaudidores y manejables
que dicen sí a todo con paños y estambres en sus descansos activos porque
duermen para tomar fuerza nomás para recuperarse y para salir corriendo a
correr al otro día por las calles a las fábricas a las bolsas de valores de
nuevo, en reposos incompletos que molestaran o perturbaran a pares dormilones,
gerentes directores accionistas y que se cambiaran a solitarios e inconscientes
discursos insondables de sonámbulos como eran con sus delirios sin control
alguno, que se cambiaran a vueltas y otras vueltas que son desorden en las camas
de cada uno de esos ejecutivos que buscarán desesperados cada vez que se diera,
en aquel espacio que es para ellos y sus juegos exclusivamente de piletas
climatizadas y sum a ciertas horas por supuesto porque en otras horas rondaran
otros por otros rincones de la ciudad grande de los barrios pequeños de las
llamadas villas miserias de las calles desiertas, de la insensibilidad que ganó
en las posiciones individuales de esos señores que de pronto dejarían de
disponer de lo que ellos llaman soluciones, para rincones de ladrones que
seguirán siendo de mala muerte con la diferencia que matan a sus víctimas con
lo cual ya no son más ladrones sino ordinarios asesinos vulgares que ni
siquiera tienen explicaciones para lo que hacen porque los que siguen robando
para comer lo siguen haciendo como siempre mientras estos siembran rencores y
resentimientos, en rincones de comerciantes de carteristas de poca monta casi
analfabetos que son peores que los animales en eso de tropezar varias veces con
la misma piedra, de entusiasmos exagerados de exageraciones que dejarían de
estar en sus sueños en sus juegos en sus realidades y en sus tiempos inspirara
mucho miedo.
De pronto después de lo destruido se
construiría después de lo desvastado se levantaría lo pintarrajeado se
despintaría en el páramo que se convertiría en océano debería de estar el arca,
de pronto lo que se habrá quitado sería devuelto, el que habría tomado lo que
no le correspondía se lo entregaría a aquel que no reclamó aún sabiendo que le
faltara, de pronto algo dejaría de ser para que otra cosa sea, lo muerto
renacería, lo cínico dejaría de serlo para convertirse en sincero, la
hipocresía daría lugar a la nobleza los principios volverían a ser como fueran,
de pronto las pesadillas dejarían de ser pesadillas para volver a ser sueños de
algo de lo propio de lo repartido de lo compartido de los destellos de la esperanza
de los soplos de tolerancia para ser soñados por hombres que de pronto pensarían
que hay un mañana posible, esos invisibles que cuando tienen hambre se vuelven
visibles, los golpes en las puertas inmensas de los bancos las vallas de los
canas sus escudos sus botas con espolones los chorros de los camiones
hidrantes, la calle no es de nadie la calle es de todos.
DONDE EL CIELO SE TOCA CON LAS MANOS.
Cuando sopla el
viento del sol, inti huayra la mitad del año de carnavales la otra mitad
atendiendo a las niñas, de blanco a negro le dice la monja a la mujer del
negro, del rojo al negro le contesta la mujer a la abadesa, no se puede estar
bien con dios y con el diablo le dice la hermanita en estas fiestas de fastos y
de nefastos y le pide que la ayude para hablar con los caciques, y se persigna
que es lo mismo que hace cada vez rezando a la virgencita que está en el cielo
que está en los cielos para que ellos sepan que les agradece en estas fiestas
de faustos y de infaustos que caminan por la tierra allá arriba como a cuatro
mil metros de altura, no las fiestas que ella no las quiere sino la alegría del
día la paz de la noche el pan de cada día y la salud y todo eso le va contando,
cuando les agradece todo eso y les agradece que además esas bestias que andan
de tranca en tranca como cinco meses esos rústicos chiquititos pero forzudos no
se la pasen por las armas, porque ellos no le hacen asco a nada wachuy wachuy
fornicando lo que encuentran, diga que algo la respetan porque es monjita, y
ellos son buenos pero cuando se pierden se pierden allá en la tierra cerca del
cielo allá en medio del desierto de los salares entre los médanos en los
arenales, brutos borrachos querendones y alzados que la quieren pero a los que
ella no les da confianza porque si les da la mano le toman el codo, no se puede
estar bien con el dios y con el diablo y con los diablillos y con los diablitos
con dios y con los compadres le contesta la chollita de polleras cortitas y tablitas
de colores, acusando recibo del pedido dándose por informada, ropas en alpacas
tejidas de lanas y con hilos y trapos del San Antonio, como agregando como
sumando ellas bien los conocen como todos conocen a la pachamama chachay pupusa
por la apacheta comida y ropa, mitad del año entre el cielo y el infierno mitad
del año en esta tierra, esa diosa que bendice y engendra todo al mismo tiempo,
le contesta la coya de falditas cortas la coyita de las ushutitas trenzadas como
las trenzas de su cabello trenzado como se trenzan los diablos y compadres de
porquería que andan empinados con litros y litros de chicha que le meten todo
el tiempo, chayando todo el tiempo en estas fiestas mojando al que pasa como si fueran curitas y
estuvieran bendiciendo hermanita, salpicando agüita y chicha para todos los
costados, cuando saben bien que si están ellas son ellas las que deben hacerlo y
las otras hermanitas es porque no hay curas cerca y entonces que no se
envalentonen, cantando cholita porque el trabajo es pesado y hay que andar
descansando, del arranque de las cosechas que se acaban reponiendo energías
para las cosechas que vienen y otras que terminan de ajíes tomates y de papas y
de mandiocas y zapallitos caminando en los alfalfares recogiendo el maíz para
la olla, porque vienen todos de todos lados en el carnaval este que dura más
que en otros lados, turistas autoridades los que vienen de los pueblitos de la
puna y cercanos, carnavales desde el primer día de un agosto de sahumadas de
olorosas fragancias y de vientos en lo más alto de esos andes ese nevado y las
cumbres de navaja y blanca que están cerca, carnavales que van hasta el
miércoles de cenizas si no es un poco más que es cuando más estas bestias andan
persiguiendo a las chinitas gritando de carne somos de carne seremos, cuando lo
somos de polvo cholita de polvo somos y al polvo volvemos dice la hermanita, para
pedirle que pare con las angustias y el llanto y los reclamos y que hable con
ellos para que paren, que ellas están para esto justo para ayudarlas como las
ayudaría un curita en las mismas circunstancias de las misioneras de Jesús
verbo y víctima, que la coyita los conoce bien a varios y conoce todo lo de
estos calentones que las persiguen a las niñas apenas cumplen doce años por
todos los rincones de las casas con el visto bueno de los caciques por todos
los rincones posibles del monte en las laderas y en los cardales y les quitan
la virginidad como si les quitaran un juguete waxchilas waxchilas para ellas
nada cenicientas para ellas todo y promiscuos se lo hacen una y otra vez se les
abalanzan en el pueblo de la pata del gallo en el poblado del duende en el
salar del pocito y después ellas, hermanita ellas las cholitas madres muchas de
ellas de las mismas mancilladas princesas, tienen unos meses para recuperarlas
y otros meses para que las niñas tengan un parto respetable, la mitad del año
estando de carnavales la otra mitad atendiendo a las niñas ellas después andarán
diciendo que las embaraza el diablo pero ellas bien saben que son estos vivos
hijos de sus madres que ni cirviñacus aceptan, pero que son los diablillos los
caporales que borrachos las persiguen las corren hasta que se desmayan de beodos
mojados y transpirados, mientras pasan las comparsas y se enganchan y se
disfrazan, la mitad del año estando de carnavales la otra mitad atendiendo a
las niñas, niñas que se asustan consienten les gusta se ponen tristes, de
blanco a negro le dice la monja a la mujer del negro, del rojo al negro le
contesta la mujer a la abadesa pensando en los dolores en los desangres,
meciendo a las niñas que primero allá en esa tierra de desenfrenos en el
manantial del silencio donde se pierde el sol y el cielo lloran doloridas y
desconsoladas y después andan arreglando sus enaguas cargando a sus guaguas, la
hermanita pide y la coyita le agradece y ninguna sabe si la otra hace lo que le
pide o hizo lo que la otra agradece, lleno el tráfico en esos carnavales largos
en todos esos meses que en el mejor de los casos terminan el día de las cenizas
al viento de esos ramos que las hermanitas reparten festejando como el domingo de pascuas, esos ramos guardados
todo un año, de blanco a negro le dice la monja a la mujer del negro preparadas
para lo que viene de atender a las alegres mocitas que habrán sido de lo
alegres que habrán de ser con el sonar de las cajas y las coplas del ardiente
corazón, no se puede estar bien con dios y con el diablo dice la hermanita a la
coyita que ella tiene que hablar con los caciques antisuyo de las comadres
trenzadas con las copleras que mire que los turistas vienen y filman y entonces
que les pida encarecidamente que sean más buenos menos bestias porque cuando
están cuerdos parece que se olvidan se comporten mejor allá, justo allá donde
el cielo se toca con las manos.
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cuentos del abuelo que no son más que cuentos que se van copiando a lo largo del tiempo
MIAMI.- Uno tiende a pensar que las canciones infantiles no son otra cosa que tradición oral de origen incierto, convertida en dominio público y, como consecuencia, creaciones exentas de todo reclamo propietario.
"Sobre el puente de Avignon", por ejemplo, es una canción francesa del siglo XV y alude al famoso puente medieval de Saint-Benézet, que se extendía sobre el Ródano. Y "Mambrú se fue a la guerra" fue compuesta en 1709, tras la Batalla de Malplaquet, donde Gran Bretaña y Francia se enfrentaron para dirimir la sucesión española. El Mambrú en cuestión era el duque de Marlborough, a quien los franceses creían muerto.
Pero nadie conoce la identidad de sus creadores y en algunos casos, como el de Mambrú, se sospecha que se trata de una melodía originalmente árabe, que llegó a Francia con las cruzadas.
No es el caso de "Happy Birthday To You" ("Feliz cumpleaños"), considerada por el libro Guinness de récords la canción más popular del mundo, entonada en los más variados niveles de disonancia y en una multitud de lenguas en aniversarios de bebes, adultos y ancianos, incluida en cajas de música, teléfonos celulares y tarjetas de aniversario, llevada al espacio como uno de los testimonios de la cultura del planeta Tierra y memorablemente cantada por Marilyn Monroe el 19 de mayo de 1962 (78 días antes de su suicidio) a su amante, el presidente John F. Kennedy, en una celebración multitudinaria en el Madison Square Garden.
"Happy Birthday To You" no sólo tiene un origen comprobado, sino que además tiene dueño y copyright, y es objeto de una fascinante batalla legal por lo que podría representar unos 2.000.000 de dólares anuales en concepto de derechos de autor.
La historia comienza en 1893, cuando las hermanas Mildred y Patty Smith Hill, maestras jardineras de Kentucky, confeccionaron un libro titulado Cuentos cantados para el j ardín de infantes, que fue publicado por la editorial Clayton F. Summy Co., de Chicago.
La primera canción del libro se titulaba "Buenos días a todos", pero durante un cumpleaños del que las hermanas participaron, Patty sugirió cambiar la letra de la canción por "Happy Birthday To You", como una manera de homenajear a la niña que ese día celebraba su aniversario.
Esto es, en realidad, lo que se supone, porque no existe documentación que establezca que la letra de "Happy Birthday To You", de apenas cuatro líneas, sea efectivamente autoría de Patty Smith.
En marzo de 1924, un editor llamado Robert H. Coleman publicó una versión de "Buenos días a todos", que incorporaba la letra de "Happy Birthday" como alternativa. Con el advenimiento del cine y de la radio, la canción alcanzó una extraordinaria popularidad.
En 1931, fue incluida en el musical The Band Wagon , de George S. Kaufman y Howard Dietz, que protagonizaron Fred Astaire y su hermana, Adele, y dos años más tarde, cuando la Western Union lanzó su primer telegrama cantado, eligió "Happy Birthday To You" como su primera canción.
Fue, precisamente, en 1933, cuando Irving Berlin volvió a usar la canción en su comedia musical As Thousands Cheer ( Mientras miles vitorean ) que Jessica Hill, la tercera de las hermanas Hill, decidió emprender acciones legales.
Tras demostrar la similitud entre la canción original y "Happy Birthday To You", Jessica Hill logró que una corte la autorizara a registrar la nueva versión, que obtuvo un copyright en 1934.
La compañía Summy de Chicago publicó la canción en 1935. Según la legislación en vigor, los derechos debían expirar en 28 años, pero el acta del derecho de autor sancionada en 1976 los extendió hasta 2010. Y en 1998, a propósito de una disputa en torno de una canción de Sonny Bono, la Corte Suprema norteamericana añadió 20 años más al derecho de autor, lo que prolongó el copyright sobre "Happy Birthday To You" hasta 2030.
Algunos expertos, como Robert Brauneis, de la Universidad George Washington, argumentan que si bien los méritos para registrar una canción popular son válidos, en el caso de "Happy Birthday To You", los argumentos se ven anulados por la inexistencia de pruebas fehacientes acerca de quién escribió la letra de la canción.
Si todo esto hace dudar al lector acerca de la conveniencia de cantar "Happy Birthday" la próxima vez que algún familiar cumpla años, a riesgo de que aparezca alguien de Sadaic a reclamar los royalties, tranquilícese. Las demandas sólo se aplican a la explotación comercial de la canción, no a las fiestas familiares.
(tradición conocida gracias a mario diament en una nación de 2009)
"Sobre el puente de Avignon", por ejemplo, es una canción francesa del siglo XV y alude al famoso puente medieval de Saint-Benézet, que se extendía sobre el Ródano. Y "Mambrú se fue a la guerra" fue compuesta en 1709, tras la Batalla de Malplaquet, donde Gran Bretaña y Francia se enfrentaron para dirimir la sucesión española. El Mambrú en cuestión era el duque de Marlborough, a quien los franceses creían muerto.
Pero nadie conoce la identidad de sus creadores y en algunos casos, como el de Mambrú, se sospecha que se trata de una melodía originalmente árabe, que llegó a Francia con las cruzadas.
No es el caso de "Happy Birthday To You" ("Feliz cumpleaños"), considerada por el libro Guinness de récords la canción más popular del mundo, entonada en los más variados niveles de disonancia y en una multitud de lenguas en aniversarios de bebes, adultos y ancianos, incluida en cajas de música, teléfonos celulares y tarjetas de aniversario, llevada al espacio como uno de los testimonios de la cultura del planeta Tierra y memorablemente cantada por Marilyn Monroe el 19 de mayo de 1962 (78 días antes de su suicidio) a su amante, el presidente John F. Kennedy, en una celebración multitudinaria en el Madison Square Garden.
"Happy Birthday To You" no sólo tiene un origen comprobado, sino que además tiene dueño y copyright, y es objeto de una fascinante batalla legal por lo que podría representar unos 2.000.000 de dólares anuales en concepto de derechos de autor.
La historia comienza en 1893, cuando las hermanas Mildred y Patty Smith Hill, maestras jardineras de Kentucky, confeccionaron un libro titulado Cuentos cantados para el j ardín de infantes, que fue publicado por la editorial Clayton F. Summy Co., de Chicago.
La primera canción del libro se titulaba "Buenos días a todos", pero durante un cumpleaños del que las hermanas participaron, Patty sugirió cambiar la letra de la canción por "Happy Birthday To You", como una manera de homenajear a la niña que ese día celebraba su aniversario.
Esto es, en realidad, lo que se supone, porque no existe documentación que establezca que la letra de "Happy Birthday To You", de apenas cuatro líneas, sea efectivamente autoría de Patty Smith.
En marzo de 1924, un editor llamado Robert H. Coleman publicó una versión de "Buenos días a todos", que incorporaba la letra de "Happy Birthday" como alternativa. Con el advenimiento del cine y de la radio, la canción alcanzó una extraordinaria popularidad.
En 1931, fue incluida en el musical The Band Wagon , de George S. Kaufman y Howard Dietz, que protagonizaron Fred Astaire y su hermana, Adele, y dos años más tarde, cuando la Western Union lanzó su primer telegrama cantado, eligió "Happy Birthday To You" como su primera canción.
Fue, precisamente, en 1933, cuando Irving Berlin volvió a usar la canción en su comedia musical As Thousands Cheer ( Mientras miles vitorean ) que Jessica Hill, la tercera de las hermanas Hill, decidió emprender acciones legales.
Tras demostrar la similitud entre la canción original y "Happy Birthday To You", Jessica Hill logró que una corte la autorizara a registrar la nueva versión, que obtuvo un copyright en 1934.
La compañía Summy de Chicago publicó la canción en 1935. Según la legislación en vigor, los derechos debían expirar en 28 años, pero el acta del derecho de autor sancionada en 1976 los extendió hasta 2010. Y en 1998, a propósito de una disputa en torno de una canción de Sonny Bono, la Corte Suprema norteamericana añadió 20 años más al derecho de autor, lo que prolongó el copyright sobre "Happy Birthday To You" hasta 2030.
Algunos expertos, como Robert Brauneis, de la Universidad George Washington, argumentan que si bien los méritos para registrar una canción popular son válidos, en el caso de "Happy Birthday To You", los argumentos se ven anulados por la inexistencia de pruebas fehacientes acerca de quién escribió la letra de la canción.
Si todo esto hace dudar al lector acerca de la conveniencia de cantar "Happy Birthday" la próxima vez que algún familiar cumpla años, a riesgo de que aparezca alguien de Sadaic a reclamar los royalties, tranquilícese. Las demandas sólo se aplican a la explotación comercial de la canción, no a las fiestas familiares.
(tradición conocida gracias a mario diament en una nación de 2009)
boludeces de humor negro que circulan
por el ciberespacio y por la calle
Hay un tipo gangoso sentado en un banco del Central Park de Nueva York,
en la noche de Nochebuena, cuando de pronto se acerca una dama y se
sienta a su lado. El tipo, que andaba solo, para romper el hielo le dice:
- ¡Ghola!
- ¡Ghola!
- ¿Ghos tanguien shos gangosa...?
- Shi.
- ¿Y haglás Eskañol?
- Shi.
- ¡Lo único que te jaltaria esh sher Arlgentina!
- Shi, shoy Arlgentina.
- ¡Uy! ¡Qué shuerte! ¡Yo tamguien shoy Arlgentino! Yo eskaba solo acá
shentado hoy que esh noche guena y jhusto akareciste vosh que tamguien
shos gangosa y Arlgentina. ¿Que te karece shi hacemos algo...?
- Gueno, ashi ninguno de los dosh she queda sholo.
Entonces se van los dos a cenar. Empiezan a charlar, a conocerse y se van
a pasar la Nochebuena en un Hotel. Se encaman, y luego de unas horas de
sexo, lujuria y placer se produce la siguiente conversación:
- Oguime, le dice la chica, tengho que confesharte algho.
- ¿Qué esh?
- Tengho Sida...
- ¡Ah...! ¡Güenísimo! ¡ ¡Yho tengho Pan Dulce!
Hay un tipo gangoso sentado en un banco del Central Park de Nueva York,
en la noche de Nochebuena, cuando de pronto se acerca una dama y se
sienta a su lado. El tipo, que andaba solo, para romper el hielo le dice:
- ¡Ghola!
- ¡Ghola!
- ¿Ghos tanguien shos gangosa...?
- Shi.
- ¿Y haglás Eskañol?
- Shi.
- ¡Lo único que te jaltaria esh sher Arlgentina!
- Shi, shoy Arlgentina.
- ¡Uy! ¡Qué shuerte! ¡Yo tamguien shoy Arlgentino! Yo eskaba solo acá
shentado hoy que esh noche guena y jhusto akareciste vosh que tamguien
shos gangosa y Arlgentina. ¿Que te karece shi hacemos algo...?
- Gueno, ashi ninguno de los dosh she queda sholo.
Entonces se van los dos a cenar. Empiezan a charlar, a conocerse y se van
a pasar la Nochebuena en un Hotel. Se encaman, y luego de unas horas de
sexo, lujuria y placer se produce la siguiente conversación:
- Oguime, le dice la chica, tengho que confesharte algho.
- ¿Qué esh?
- Tengho Sida...
- ¡Ah...! ¡Güenísimo! ¡ ¡Yho tengho Pan Dulce!
ADN
ADN, los derechos y los ácidos. No sé mucho de los derechos a darse cuenta de que la privacidad es la privacidad y ninguna ley puede cambiar de una entidad de este tipo fuera de la condición humana, o la cosmética o la justificación de un derecho natural e inherente a lo esencial de nuestra más pura naturaleza, y que esto es como un apoyo a la vida antes de que otros principios, si uno trató de construir un sistema o establecer prioridad sobre lo que está aguas arriba o aguas abajo en este autodeterminada, y con independencia de tema o la implicación de otra u otras personas en esta iniciativa. Por supuesto, las líneas que marcan los espacios reales y virtuales en todo esto son muy indefinida ya veces hace que el avance hacia lo que aún no se sabe si se hiciese lo que con la eutanasia, o en un extremo opuesto a incurrir en errores extraordinarios como privar a alguien de libertad no recordar el número de identificación de la memoria o su look hippie de desgracia como lo fue para la Argentina en los años setenta. La intimidad es la intimidad y creo francamente que debemos estar de acuerdo - no palabrería - la mayoría de las personas que habitan este planeta, pero privacidad que no debe confundirse con el privado, como parte de nuestra personalidad es constitutiva, pero no es determinante de nuestra función social se despliega en una amplia gama de posibilidades, y luego sucede que alguien quiere meterse con nuestra privacidad sin una petición o similares , también puede ser individual más o menos dispuestos a compartir nuestra intimidad con uno u otro o directamente a no compartir. El que fue violada, sin duda, es herido en sustancia, sino la sociedad en su sistema como se señaló en ese caso a quien la lesión y, en general condenando la actitud, pero no heridos alivio al que sufre y en todo caso sólo contiene el enigma nunca es recuperada por el individual y así es como entrar en el gran área de gris que existe en esta materia que va del negro al blanco, ya la tercera, que, como grupo lo resolvemos nuestras lesiones socialmente con los que obtenemos asuma que sufrió una lesión en su intimidad somos que no participan, lo hacemos a veces y otras no ?, ¿cómo lo que otros entienden que debemos comprometernos con la privacidad de los demás, especialmente cuando la persona no solicita o cuando lo solicite expresamente, o si la persona no lo hace? ¿Por qué habría de lo que otros quieren ser y no es lo que debería ser? ¿Está bien que otra carga generacional se convierte en uno que pertenece a otra generación? ¿Hay alguien en el sistema con la capacidad de sopesar las decisiones íntimas no es socialmente perjudicial, ¿alguien puede obligar a otro para alterar las decisiones subjetivas? Aunque las costumbres argentinas como nos inclinamos a menudo para tomar el lugar de los dioses intimidad es la intimidad, y aunque se encuentran con la base para los que no se ve bien para obligar a alguien compulsivamente directa o indirectamente a someterse a las pruebas de ADN para determinar su por caso o formular objeciones si hay razones que podrían desencadenar acciones, para asegurarse de que la decisión de convertir esas características cualquiera de los términos de la ecuación esa es nuestra inherente e inviolable espléndida privacidad, o la totalidad de sus términos. En cuanto a la integridad, en su resolución y si las normas que puedan estar en ese sentido la estatura de su propia probidad es primero una decisión individual y la privación y si uno es conjunto y también con su entorno que no es perjudicial, no hay razón alguien puede reclamar el derecho a oponerse, porque de la misma manera que podría desafiar lo que creemos es posiblemente el otro, evidentemente, más de un lío armar estilo argentino con piquete y todo, y razones más legítimos distintos de los que se hicieron sobre si son incompatibles con ellos mismos, y mucho menos si éstos pertenecen al anuncio para la afiliación de uno mismo. ¿Cuántos ejemplos de problemas no resueltos en nuestra sociedad es sólo porque la gente elige para preservar su integridad? Debido a la dignidad, porque la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes están en un nivel más alto que la evaluación externa de la honra o deshonra a sí mismo. ¿Es el voluntarismo honor individual una variable dependiente de otra u otras personas? Como el umbral de la identidad, es decir, antes mucho antes de la inexactitud probable de tercero para la medición de índices de audiencia muy personales y también por su forma de elección auto-mal es pre errores por proxy, tanto más si la información, comunicación o conocimiento se impregnan con un ácido rencor del árbitro.
About Me
- inca paz
- Inca Paz también puede ser este ¿no?, de mi vida si te interesa preguntá, y sino todo bien
historia argentina contemporánea
Fernando Peña
29.03.2008
Cristina, mucho gusto. Mi nombre es Fernando Peña, soy actor, tengo 45 años y soy uruguayo. Peco de inocente si pienso que usted no me conoce, pero como realmente no lo sé, porque no me cabe duda que debe de estar muy ocupada últimamente trabajando para que este país salga adelante, cometo la formalidad de presentarme. Siempre pienso lo difícil que debe ser manejar un país... Yo seguramente trabajo menos de la mitad que usted y a veces me encuentro aturdido por el estrés y los problemas. Tengo un puñado de empleados, todos me facturan y yo pago IVA, le aclaro por las dudas, y eso a veces no me deja dormir porque ellos están a mi cargo. ¡Me imagino usted! Tantos millones de personas a su cargo, ¡qué lío, qué hastío! La verdad es que no me gustaría estar en sus zapatos. Aunque le confieso que me encanta travestirme, amo los tacos y algunos de sus zapatos son hermosísimos. La felicito por su gusto al vestirse.Mi vida transcurre de una manera bastante normal: trabajo en una radio de siete a diez de la mañana, después generalmente duermo hasta la una y almuerzo en mi casa. Tengo una empleada llamada María, que está conmigo hace quince años y me cocina casero y riquísimo, aunque veces por cuestiones laborales almuerzo afuera. Algunos días se me hacen más pesados porque tengo notas gráficas o televisivas o ensayos, pruebas de ropa, estudio el guión o preparo el programa para el día siguiente, pero por lo general no tengo una vida demasiado agitada. Mi celular suena mucho menos que el suyo, y todavía por suerte tengo uno solo. Pero le quiero contar algo que ocurrió el miércoles pasado. Es que desde entonces mi celular no deja de sonar: Telefe, Canal 13, Canal 26, diarios, revistas, Télam… De pronto todos quieren hablar conmigo. Siempre quieren hablar conmigo cuando soy nota, y soy nota cuando me pasa algo feo, algo malo. Cuando estoy por estrenar una obra de teatro –mañana, por ejemplo– nadie llama. Para eso nadie llama. Llaman cuando estoy por morirme, cuando hago algún “escándalo” o, en este caso, cuando fui palangana para los vómitos de Luis D’Elía. Es que D’Elía se siente mal. Se siente mal porque no es coherente, se siente mal porque no tiene paz. Alguien que verbaliza que quiere matar a todos los blancos, a todos los rubios, a todos los que viven donde él no vive, a todos lo que tienen plata, no puede tener paz, o tiene la paz de Mengele.Le cuento que todo empezó cuando llamé a la casa de D’Elía el miércoles porque quería hablar tranquilo con él por los episodios del martes: el golpe que le pegó a un señor en la plaza. Me atendió su hijo, aparentemente Luis no estaba. Le pregunté sencillamente qué le había parecido lo que pasó. Balbuceó cosas sin contenido ni compromiso y cortó. Al día siguiente insistí, ya que me parecía justo que se descargara el propio Luis. Me saludó con un “¿qué hacés, sorete?” y empezó a descomponerse y a vomitar, pobre Luis, no paraba de vomitar. ¡Vomitó tanto que pensé que se iba a morir! Estaba realmente muy mal, muy descompuesto. Le quise recordar el día en el que en el cine Metro, cuando Lanata presentó su película Deuda, él me quiso dar la mano y fui yo quien se negó. Me negué, Cristina, porque yo no le doy la mano a gente que no está bien parada, no es mi estilo. Para mí, no estar bien parado es no ser consecuente, no ser fiel. Acepto contradicciones, acepto enojos, peleas, puteadas, pero no tolero a las personas que se cruzan de vereda por algunos pesos. No comparto las ganas de matar. El odio profundo y arraigado tampoco. Las ganas de desunir, de embarullar y de confundir a la gente tampoco. Cuando me cortó diciéndome: “Chau, querido…”, enseguida empezaron los llamados, primero de mis amigos que me advertían que me iban a mandar a matar, que yo estaba loco, que cómo me iba a meter con ese tipo que está tan cerca de los Kirchner, que D’Elía tiene muuuucho poder, que es tremendamente peligroso. Entonces, por las dudas hablé con mi abogado. ¡Mi abogado me contestó que no había nada qué hacer porque el jefe de D’Elía es el ministro del Interior! Entonces sentí un poco de miedo. ¿Es así Cristina? Tranquilíceme y dígame que no, que Luis no trabaja para usted o para algún ministro. Pero, aun siendo así, mi miedo no es que D’Elía me mate, Cristina; mi miedo se basa en que lo anterior sea verdad. ¿Puede ser verdad que este hombre esté empleado para reprimir y contramarchar? ¿Para patotear? ¿Puede ser verdad? Ése es mi verdadero miedo. De todos modos lo dudo.Yo soy actor, no político ni periodista, y a veces, aunque no parezca, soy bastante ingenuo y estoy bastante desinformado. Toda la gente que me rodea, incluidos mis oyentes, que no son pocos, me dicen que sí, que es así. Eso me aterra. Vivir en un país de locos, de incoherentes, de patoteros. Me aterra estar en manos de retorcidos maquiavélicos que callan a los que opinamos diferente. Me aterra el subdesarrollo intelectual, el manejo sucio, la falta de democracia, eso me aterra Cristina. De todos modos, le repito, lo dudo.Pero por las dudas le pido que tenga usted mucho cuidado con este señor que odia a los que tienen plata, a los que tienen auto, a los blancos, a los que viven en zona norte. Cuídese usted también, le pido por favor, usted tiene plata, es blanca, tiene auto y vive en Olivos. A ver si este señor cambia de idea como es su costumbre y se le viene encima. Yo que usted me alejaría de él, no lo tendría sentado atrás en sus actos, ni me reuniría tan seguido con él. De todas maneras, usted sabe lo que hace, no tengo dudas. No pierdo las esperanzas, quiero creer que vivo en un país serio donde se respeta al ciudadano y no se lo corre con otros ciudadanos a sueldo; quiero creer que el dinero se está usando bien, que lo del campo se va a solucionar, que podré volver a ir a Córdoba, a Entre Ríos, a cualquier provincia en auto, en avión, a mi país, el Uruguay… por tierra algún día también.Quiero creer que pronto la Argentina, además de los cuatro climas, Fangio, Maradona y Monzón, va a ser una tierra fértil, el granero del mundo que alguna vez supo ser, que funcionará todo como corresponde, que se podrá sacar un DNI y un pasaporte en menos de un mes, que tendremos una policía seria y responsable, que habrá educación, salud, piripipí piripipí piripipí, y todo lo que usted ya sabe que necesita un país serio. No me cabe duda de que usted lo logrará. También quiero creer que la gente, incluso mis oyentes, hablan pavadas y que Luis D’Elía es un señor apasionado, sanguíneo, al que a veces, como dijo en C5N, se le suelta la cadena. Esa nota la vio, ¿no? Quiero creer, Cristina, que Luis es solamente un loco lindo que a veces se va de boca como todos. Quiero creer que es tan justiciero que en su afán por imponer justicia social se desborda y se desboca. Quiero creer que nunca va a matar a alguien y que es un buen hombre. Quiero creer que ni usted ni nadie le pagan un centavo. Quiero creer que usted le perdona todo porque le tiene estima. Quiero creer que somos latinos y por eso un tanto irreverentes, a veces también agresivos y autoritarios. Quiero creer que D’Elía no me odia y que, la próxima vez que me lo cruce en un cine o donde sea, me haya demostrado que es un hombre coherente, trabajador decente con sueldo en blanco y buenas intenciones.Cuando todo eso suceda, le daré la mano a D’Elía y gritaré: “Viva Cristina”… Cuántas ganas tengo de que todo eso suceda. ¿Estaré pecando de inocente e ingenuo otra vez? Espero que no. La saluda cordialmente,Fernando Peña
para la memoria y la libertad - ni una palabra más
Es habitual en los últimos tiempos encontrarse con intelectuales y artistas (y también con periodistas)que se dicen cansados de un periodismo crítico de los Kirchner. "Todos se han puesto de acuerdo para hablar mal del Gobierno", se escuchó decir hace poco a un reconocido escritor argentino. ¿Por qué no se cansaron cuando los periodistas criticábamos a Carlos Menem, a Fernando de la Rúa, a Eduardo Duhalde y hasta a Raúl Alfonsín mismo, aunque en este último caso prevaleció siempre, es cierto, el natural cuidado de una democracia recién nacida? En realidad, aquellos fatigados confunden cansancio con coincidencia. Ellos están -y es su derecho- muy cerca del discurso del kirchnerismo, aun cuando les sea difícil unir discurso y realidad, a veces tan divorciados.
El problema no pasaría de ser un duelo inconcluso entre extenuados y resistentes si la solución que se ofrece no fuera extremadamente peligrosa. Lo que agota, dicen, es la opinión.
El periodismo debería limitarse a ser un transportador de informaciones asépticas y un comunicador de posiciones antagónicas con preponderancia de las oficiales, porque el Gobierno tiene la responsabilidad de conducir la nación política. Eso es lo que proponen. En castellano simple y directo: lo que buscan es un periodismo pasteurizado, integrado por mecanógrafos o relatores que deberían limitarse a contar una realidad compleja, impetuosa y cambiante. Imposible de digerir fácilmente, por lo tanto, para el ciudadano preocupado por las cosas rutinarias de su vida.
La primera contradicción surge cuando ninguno de aquellos fatigados alude a las opiniones que florecen en los huertos del kirchnerismo. Ministros, legisladores, periodistas amigos y hasta la Presidenta suelen opinar (¡y cómo!) sobre todo lo que les es adverso. Es, entonces, la opinión del periodismo independiente (sí, independiente) lo que cansa y estaría de más.
Resulta, sin embargo, que no hay una fórmula verdadera para el periodismo que no incluya su función crítica del poder. Un periodismo acrítico, esterilizado y descolorido no tiene ninguna razón para existir. Su posición crítica debe incluir, desde ya, a la oposición, en tanto ésta forma parte del poder actual o del poder futuro. Pero su función crítica (desde la opinión o desde la investigación) debe abarcar sobre todo al poder que gobierna la contingencia. La publicidad de los actos de gobierno corre por cuenta de los funcionarios y de los enormes recursos estatales para promocionarlos, distribuidos arbitrariamente en el caso que nos ocupa.
Un medio periodístico debe incluir también en sus páginas o en sus espacios la opinión (con la condición de que sea seria y responsable) de los que no coinciden con el punto de vista de ese medio de comunicación. La Nacion lo ha hecho hasta cuando se dio el debate por la nueva ley de medios: convocó a sus páginas a políticos e intelectuales que no coincidían con la posición editorial del diario. Es la obligación del periodismo. Pero el medio periodístico y los periodistas cuentan con el derecho ?y el deber? de tener una opinión determinada sobre los sucesos de la vida pública del país. ¿Acaso no dejaría de merecer el necesario respeto (y hasta carecería de la conveniente previsibilidad) un medio al que le diera lo mismo el derecho o el revés de las cosas, las políticas de un color o de otro y las buenas o las malas formas?
La opinión es libre, como dijo hace poco Cristina Kirchner, en una de sus pocas oraciones de aceptación de la libertad del otro. Con todo, el periodismo tiene algunos deberes junto con aquellos derechos. La información que sustenta su opinión debe ser veraz. El chequeo de las versiones es una práctica que jamás debe olvidarse y nunca debe prestarse a las detestables operaciones de prensa que el kirchnerismo frecuenta con más constancia que ningún otro grupo político. Honestidad personal y honestidad intelectual son los atributos que deben marcar el límite moral del periodismo. Es necesario también el cultivo de la coherencia: no hay nada más desconcertante para un lector desprevenido que un medio o un periodista que cambian sus opiniones en todas las esquinas de la vida.
En medio de ese debate, es perceptible la existencia de periodistas jóvenes que se preguntan si es conveniente coincidir con las opiniones de "la empresa" periodística en la que trabajan. Esto es nuevo y es viejo, al mismo tiempo. El kirchnerismo tiene una habilidad enorme para resucitar viejos fantasmas del pasado. Ese enredo muy antiguo entre la libertad de prensa y la "libertad de empresa" había dejado de existir hace más de treinta años.
Hagamos un ejercicio. ¿Por qué no cambiamos las preguntas? ¿Qué tiene de raro, por ejemplo, que un periodista concuerde con el medio en el que trabaja? ¿Acaso las empresas periodísticas no existen también gracias a la composición del buen periodismo? ¿Por qué esas empresas deberían tener, en los casos más notables al menos, intereses contradictorios con las mejores prácticas de la profesión? ¿No es preferible para este oficio de libertarios estar de acuerdo con un diario, donde pasamos parte de nuestras vidas, antes que con un gobierno de políticos pasteleros y fugaces?
La Argentina, en efecto, habita en el pasado. Ningún debate de los últimos meses ha llegado siquiera a la década del 80. ¿Qué hacía tal o cual periodista en 1976, 1977 o 1978? No hacíamos nada. Vivíamos bajo una dictadura y cada uno vivía de lo que podía y como podía. Sólo los que vivieron bajo el peso aplastante y gris de una dictadura saben que no había muchas más cosas para defender que pequeñas cuotas de dignidad. Hagamos de nuevo preguntas desde otro lugar: ¿acaso los únicos periodistas dignos fueron los exiliados o los que se comprometieron firmemente con organizaciones insurgentes de la década del 70? Esa sería, si fuera así, una conclusión injusta, discriminatoria e inaceptable. Otra cosa tan inaceptable como aquélla es la decisión política del Gobierno de cambiar la historia de cada uno de los que considera adversarios.
La síntesis ha llegado a la farsa: o se está con Kirchner o se estuvo con la dictadura.
Feas armas se han usado en los últimos tiempos. A muchos periodistas no les gusta ser protagonistas de esas emisiones de maldad que se emiten por canales oficiales o paraoficiales.
Es cierto que es difícil cuando la vida cambia y ya no se puede caminar con tranquilidad por la calle porque se está a la espera de una agresión verbal o física. Y es más arduo aún aguantar en silencio la insistencia de la calumnia y de la falsedad, repetida hasta el cansancio por los portavoces oficiosos del Gobierno.
Lo único bueno de todo esto es que no hay atajos: habrá que armarse de paciencia, sin resignar los derechos ni los deberes del periodismo. Asumamos también el riesgo de solitarios que corremos en la vía pública. Un periodista con custodia a su alrededor abandona automáticamente su condición de periodista. Dejemos las aparatosas custodias para que se pavoneen los funcionarios y algunos políticos.
Una vez le pregunté a Néstor Kirchner, en esos diálogos de los columnistas con los presidentes que son mitad reservados y mitad públicos, en tiempos en que los periodistas éramos como somos ahora y el ex presidente no había desenfundado un revólver permanente contra nosotros (sólo lo hacía de vez en cuando), cómo imaginaba su destino después del poder. No estaba preparado para esa pregunta. Miró el techo, demoró la respuesta y, al cabo de unos segundos largos como la eternidad, contestó: "Quisiera poder caminar tranquilo por la calle y que la gente común me saludara con un «buen día, doctor». No quiero más que eso". Tal vez dijo sólo lo que él creía que el periodista quería escuchar, como acostumbraba hacerlo, pero si entonces fue sincero ha decidido ahora llevarse por delante aquel proyecto, hasta incinerar su propia ilusión.
© LA NACION
El problema no pasaría de ser un duelo inconcluso entre extenuados y resistentes si la solución que se ofrece no fuera extremadamente peligrosa. Lo que agota, dicen, es la opinión.
El periodismo debería limitarse a ser un transportador de informaciones asépticas y un comunicador de posiciones antagónicas con preponderancia de las oficiales, porque el Gobierno tiene la responsabilidad de conducir la nación política. Eso es lo que proponen. En castellano simple y directo: lo que buscan es un periodismo pasteurizado, integrado por mecanógrafos o relatores que deberían limitarse a contar una realidad compleja, impetuosa y cambiante. Imposible de digerir fácilmente, por lo tanto, para el ciudadano preocupado por las cosas rutinarias de su vida.
La primera contradicción surge cuando ninguno de aquellos fatigados alude a las opiniones que florecen en los huertos del kirchnerismo. Ministros, legisladores, periodistas amigos y hasta la Presidenta suelen opinar (¡y cómo!) sobre todo lo que les es adverso. Es, entonces, la opinión del periodismo independiente (sí, independiente) lo que cansa y estaría de más.
Resulta, sin embargo, que no hay una fórmula verdadera para el periodismo que no incluya su función crítica del poder. Un periodismo acrítico, esterilizado y descolorido no tiene ninguna razón para existir. Su posición crítica debe incluir, desde ya, a la oposición, en tanto ésta forma parte del poder actual o del poder futuro. Pero su función crítica (desde la opinión o desde la investigación) debe abarcar sobre todo al poder que gobierna la contingencia. La publicidad de los actos de gobierno corre por cuenta de los funcionarios y de los enormes recursos estatales para promocionarlos, distribuidos arbitrariamente en el caso que nos ocupa.
Un medio periodístico debe incluir también en sus páginas o en sus espacios la opinión (con la condición de que sea seria y responsable) de los que no coinciden con el punto de vista de ese medio de comunicación. La Nacion lo ha hecho hasta cuando se dio el debate por la nueva ley de medios: convocó a sus páginas a políticos e intelectuales que no coincidían con la posición editorial del diario. Es la obligación del periodismo. Pero el medio periodístico y los periodistas cuentan con el derecho ?y el deber? de tener una opinión determinada sobre los sucesos de la vida pública del país. ¿Acaso no dejaría de merecer el necesario respeto (y hasta carecería de la conveniente previsibilidad) un medio al que le diera lo mismo el derecho o el revés de las cosas, las políticas de un color o de otro y las buenas o las malas formas?
La opinión es libre, como dijo hace poco Cristina Kirchner, en una de sus pocas oraciones de aceptación de la libertad del otro. Con todo, el periodismo tiene algunos deberes junto con aquellos derechos. La información que sustenta su opinión debe ser veraz. El chequeo de las versiones es una práctica que jamás debe olvidarse y nunca debe prestarse a las detestables operaciones de prensa que el kirchnerismo frecuenta con más constancia que ningún otro grupo político. Honestidad personal y honestidad intelectual son los atributos que deben marcar el límite moral del periodismo. Es necesario también el cultivo de la coherencia: no hay nada más desconcertante para un lector desprevenido que un medio o un periodista que cambian sus opiniones en todas las esquinas de la vida.
En medio de ese debate, es perceptible la existencia de periodistas jóvenes que se preguntan si es conveniente coincidir con las opiniones de "la empresa" periodística en la que trabajan. Esto es nuevo y es viejo, al mismo tiempo. El kirchnerismo tiene una habilidad enorme para resucitar viejos fantasmas del pasado. Ese enredo muy antiguo entre la libertad de prensa y la "libertad de empresa" había dejado de existir hace más de treinta años.
Hagamos un ejercicio. ¿Por qué no cambiamos las preguntas? ¿Qué tiene de raro, por ejemplo, que un periodista concuerde con el medio en el que trabaja? ¿Acaso las empresas periodísticas no existen también gracias a la composición del buen periodismo? ¿Por qué esas empresas deberían tener, en los casos más notables al menos, intereses contradictorios con las mejores prácticas de la profesión? ¿No es preferible para este oficio de libertarios estar de acuerdo con un diario, donde pasamos parte de nuestras vidas, antes que con un gobierno de políticos pasteleros y fugaces?
La Argentina, en efecto, habita en el pasado. Ningún debate de los últimos meses ha llegado siquiera a la década del 80. ¿Qué hacía tal o cual periodista en 1976, 1977 o 1978? No hacíamos nada. Vivíamos bajo una dictadura y cada uno vivía de lo que podía y como podía. Sólo los que vivieron bajo el peso aplastante y gris de una dictadura saben que no había muchas más cosas para defender que pequeñas cuotas de dignidad. Hagamos de nuevo preguntas desde otro lugar: ¿acaso los únicos periodistas dignos fueron los exiliados o los que se comprometieron firmemente con organizaciones insurgentes de la década del 70? Esa sería, si fuera así, una conclusión injusta, discriminatoria e inaceptable. Otra cosa tan inaceptable como aquélla es la decisión política del Gobierno de cambiar la historia de cada uno de los que considera adversarios.
La síntesis ha llegado a la farsa: o se está con Kirchner o se estuvo con la dictadura.
Feas armas se han usado en los últimos tiempos. A muchos periodistas no les gusta ser protagonistas de esas emisiones de maldad que se emiten por canales oficiales o paraoficiales.
Es cierto que es difícil cuando la vida cambia y ya no se puede caminar con tranquilidad por la calle porque se está a la espera de una agresión verbal o física. Y es más arduo aún aguantar en silencio la insistencia de la calumnia y de la falsedad, repetida hasta el cansancio por los portavoces oficiosos del Gobierno.
Lo único bueno de todo esto es que no hay atajos: habrá que armarse de paciencia, sin resignar los derechos ni los deberes del periodismo. Asumamos también el riesgo de solitarios que corremos en la vía pública. Un periodista con custodia a su alrededor abandona automáticamente su condición de periodista. Dejemos las aparatosas custodias para que se pavoneen los funcionarios y algunos políticos.
Una vez le pregunté a Néstor Kirchner, en esos diálogos de los columnistas con los presidentes que son mitad reservados y mitad públicos, en tiempos en que los periodistas éramos como somos ahora y el ex presidente no había desenfundado un revólver permanente contra nosotros (sólo lo hacía de vez en cuando), cómo imaginaba su destino después del poder. No estaba preparado para esa pregunta. Miró el techo, demoró la respuesta y, al cabo de unos segundos largos como la eternidad, contestó: "Quisiera poder caminar tranquilo por la calle y que la gente común me saludara con un «buen día, doctor». No quiero más que eso". Tal vez dijo sólo lo que él creía que el periodista quería escuchar, como acostumbraba hacerlo, pero si entonces fue sincero ha decidido ahora llevarse por delante aquel proyecto, hasta incinerar su propia ilusión.
© LA NACION
noticias de babel
cuando los hombres dejan de entenderse sobrevienen las guerras
BBC
La última persona que hablaba la lengua Bo en las islas indias de Andamán, murió a la edad de 85 años, dijo a BBC una lingüista.
La profesora Anvita Abbi aseguró que la muerte de la señora Boa Sr es un hecho de importancia porque uno de las lenguas más antiguas había llegado a su fin.
Agregó que India perdió una "irremplazable" parte de su herencia cultural.
Los dialectos que se hablan en las islas Andamán se cree que se originaron en África.
Algunas tienen incluso 70.000 años de antigüedad.
Las islas son llamadas con frecuencia "el sueño de los antropólogos", ya que son una de las zonas del mundo con mayor diversidad lingüística.
Se acabó
La profesora Abbi –directora del portal en internet "Vanishing Voices of the Great Andamanese"- explicó: "Tras la muerte de sus padres, hace treinta o cuarenta años, Boa era la última persona que lo podía hablar".
Agregó que "estaba casi siempre sola y tuvo que aprender una versión de hindi que se habla en las islas para poder comunicarse con otra gente".
"Sin embargo, siempre tuvo muy buen sentido del humor… su sonrisa era muy fresca y sus carcajadas eran contagiosas".
La lingüista dijo que la muerte de Boa Sr es una pérdida para los científicos que quieren investigar más acerca de los orígenes de las lenguas antiguas, ya que perdieron una pieza vital del rompecabezas.
Hay una creencia general de que los idiomas que se hablan en las islas Andaman pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos
Profesora Anvita Abbi
"Hay una creencia general de que los dialectos que se hablan en las Islas Andamán pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos". Dijo la profesora Abbi.
"Se piensa que en las Islas Andaman estaban nuestros primeros ancestros", agregó.
El caso de Boa Sr fue destacado también por el grupo Survival International (SI).
"La extinción de la lengua Bo significa que una parte única de la sociedad es ahora sólo una memoria", dijo el director de SI, Stephen Corry.
"Enfermedades importadas"
La profesora Abbi dijo que dos dialectos de las Islas Andamán han muerto en los últimos tres meses y que esto es un tema que causa gran inquietud.
Los académicos han dividido a las tribus de Andamán en cuatro grandes grupos: los Gran Andamaneses, los Jarawa, los Onge, y los Sentineleses.
La profesora Anvita Abbi se hizo muy amiga de Boa Sr.
La profesora Abbi explicó que la mayoría de los habitantes de las Islas Andamán –con excepción de los Sentineleses-, han estado en contacto con indígenas "de tierra firme" y que por eso sufren "enfermedades importadas".
Dijo que los integrantes del grupo de los Gran Andamaneses son alrededor de 50, la mayoría niños, y que viven en la isla Strait, cerca de la capital, Port Blair.
Boa Sr formaba parte de esta comunidad, que está conformada por varias subtribus, en donde se hablan al menos cuatro lenguas.
Los Jarawa cuentan con alrededor de 250 miembros, y viven en la selva, en el centro de Andamán.
La comunidad de los Onge se cree que tiene no más de varios cientos.
"Nunca se ha establecido ningún contacto humano con los Sentineleses, y hasta el día de hoy, se han resistido a cualquier intervención foránea", agregó la profesora.
El destino de los Gran Andamaneses es lo que más preocupa a los académicos, porque los miembros de esa tribu dependen del gobierno indio para sus alimentos y alojamiento, y el alcohol se consume en grandes cantidades
BBC
La última persona que hablaba la lengua Bo en las islas indias de Andamán, murió a la edad de 85 años, dijo a BBC una lingüista.
La profesora Anvita Abbi aseguró que la muerte de la señora Boa Sr es un hecho de importancia porque uno de las lenguas más antiguas había llegado a su fin.
Agregó que India perdió una "irremplazable" parte de su herencia cultural.
Los dialectos que se hablan en las islas Andamán se cree que se originaron en África.
Algunas tienen incluso 70.000 años de antigüedad.
Las islas son llamadas con frecuencia "el sueño de los antropólogos", ya que son una de las zonas del mundo con mayor diversidad lingüística.
Se acabó
La profesora Abbi –directora del portal en internet "Vanishing Voices of the Great Andamanese"- explicó: "Tras la muerte de sus padres, hace treinta o cuarenta años, Boa era la última persona que lo podía hablar".
Agregó que "estaba casi siempre sola y tuvo que aprender una versión de hindi que se habla en las islas para poder comunicarse con otra gente".
"Sin embargo, siempre tuvo muy buen sentido del humor… su sonrisa era muy fresca y sus carcajadas eran contagiosas".
La lingüista dijo que la muerte de Boa Sr es una pérdida para los científicos que quieren investigar más acerca de los orígenes de las lenguas antiguas, ya que perdieron una pieza vital del rompecabezas.
Hay una creencia general de que los idiomas que se hablan en las islas Andaman pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos
Profesora Anvita Abbi
"Hay una creencia general de que los dialectos que se hablan en las Islas Andamán pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos". Dijo la profesora Abbi.
"Se piensa que en las Islas Andaman estaban nuestros primeros ancestros", agregó.
El caso de Boa Sr fue destacado también por el grupo Survival International (SI).
"La extinción de la lengua Bo significa que una parte única de la sociedad es ahora sólo una memoria", dijo el director de SI, Stephen Corry.
"Enfermedades importadas"
La profesora Abbi dijo que dos dialectos de las Islas Andamán han muerto en los últimos tres meses y que esto es un tema que causa gran inquietud.
Los académicos han dividido a las tribus de Andamán en cuatro grandes grupos: los Gran Andamaneses, los Jarawa, los Onge, y los Sentineleses.
La profesora Anvita Abbi se hizo muy amiga de Boa Sr.
La profesora Abbi explicó que la mayoría de los habitantes de las Islas Andamán –con excepción de los Sentineleses-, han estado en contacto con indígenas "de tierra firme" y que por eso sufren "enfermedades importadas".
Dijo que los integrantes del grupo de los Gran Andamaneses son alrededor de 50, la mayoría niños, y que viven en la isla Strait, cerca de la capital, Port Blair.
Boa Sr formaba parte de esta comunidad, que está conformada por varias subtribus, en donde se hablan al menos cuatro lenguas.
Los Jarawa cuentan con alrededor de 250 miembros, y viven en la selva, en el centro de Andamán.
La comunidad de los Onge se cree que tiene no más de varios cientos.
"Nunca se ha establecido ningún contacto humano con los Sentineleses, y hasta el día de hoy, se han resistido a cualquier intervención foránea", agregó la profesora.
El destino de los Gran Andamaneses es lo que más preocupa a los académicos, porque los miembros de esa tribu dependen del gobierno indio para sus alimentos y alojamiento, y el alcohol se consume en grandes cantidades
la canción desesperada
en pedo querido neruda, en pedo
La canción desesperadaEmerge tu recuerdo de la noche en que estoy. El río anuda al mar su lamento obstinado. Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir, oh abandonado! Sobre mi corazón llueven frías corolas. Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! En ti se acumularon las guerras y los vuelos. De ti alzaron las alas los pájaros del canto. Todo te lo tragaste, como la lejanía. Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio! Era la alegre hora del asalto y el beso. La hora del estupor que ardía como un faro. Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio! En la infancia de niebla mi alma alada y herida. Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio! Hice retroceder la muralla de sombra, anduve más allá del deseo y del acto. Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto. Como un vaso albergaste la infinita ternura, y el infinito olvido te trizó como a un vaso. Era la negra, negra soledad de las islas, y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos! Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, aún los racimos arden picoteados de pájaros. Oh la boca mordida, oh los besados miembros, oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados. Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo en que nos anudamos y nos desesperamos. Y la ternura, leve como el agua y la harina. Y la palabra apenas comenzada en los labios. Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo, y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio! Oh, sentina de escombros, en ti todo caía, qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron! De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste. De pie como un marino en la proa de un barco. Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo. Pálido buzo ciego, desventurado hondero, descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Es la hora de partir, la dura y fría hora que la noche sujeta a todo horario. El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros. Abandonado como los muelles en el alba. Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. Es la hora de partir. Oh abandonado!
//
La canción desesperadaEmerge tu recuerdo de la noche en que estoy. El río anuda al mar su lamento obstinado. Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir, oh abandonado! Sobre mi corazón llueven frías corolas. Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! En ti se acumularon las guerras y los vuelos. De ti alzaron las alas los pájaros del canto. Todo te lo tragaste, como la lejanía. Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio! Era la alegre hora del asalto y el beso. La hora del estupor que ardía como un faro. Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio! En la infancia de niebla mi alma alada y herida. Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio! Hice retroceder la muralla de sombra, anduve más allá del deseo y del acto. Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto. Como un vaso albergaste la infinita ternura, y el infinito olvido te trizó como a un vaso. Era la negra, negra soledad de las islas, y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos! Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, aún los racimos arden picoteados de pájaros. Oh la boca mordida, oh los besados miembros, oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados. Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo en que nos anudamos y nos desesperamos. Y la ternura, leve como el agua y la harina. Y la palabra apenas comenzada en los labios. Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo, y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio! Oh, sentina de escombros, en ti todo caía, qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron! De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste. De pie como un marino en la proa de un barco. Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo. Pálido buzo ciego, desventurado hondero, descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Es la hora de partir, la dura y fría hora que la noche sujeta a todo horario. El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros. Abandonado como los muelles en el alba. Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. Es la hora de partir. Oh abandonado!
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historias de camas
de diament
MIAMI.- Admitámoslo: si Hollywood hubiera tomado la historia del gobernador Mark Sanford y la hubiera llevado a la pantalla con Richard Gere y Julia Roberts, la gente habría necesitado una toalla para secarse las lágrimas.
¿Qué puede ser más conmovedor que una historia de amor alocado? El adusto gobernador de un estado igualmente adusto, casado con una mujer a cuya fortuna le debe su carrera, con cuatro hijos que puestos en fila trazan una perfecta diagonal, inesperadamente flechado por una porteña de ojos verdes.
¿Cómo contener el palpitar del corazón mientras escucha, como un murmullo distante, el parloteo de sus asesores? ¿Cómo desprenderse de las imágenes que obstinadamente se apoderan de su mente, desplazando cualquier otro pensamiento? Ella es el amor imposible, sí, pero también es el amor.
¿Quién puede sobreponerse al intenso aguijoneo de los recuerdos, a la memoria de la tierna sensación de sus besos, de la sensual curva de sus caderas, al contorno de sus pechos resplandeciendo en la penumbra?
¿Qué espíritu romántico podría dejar de admirar la osadía del gobernador de levantarse un buen día del sillón de su despacho, de la mesa cubierta de anteproyectos y decretos a la firma, de pliegos de presupuestos deficitarios e informes sobre seguridad interior, y dejarlo todo para correr hacia ella?
No le dijo nada a nadie. Nadie supo dónde estaba. Uno de sus asesores insinúa que el gobernador, agobiado por la presión de su trabajo, se ha ido a escalar las montañas Apalaches, como solía hacerlo cuando era chico.
Pero él está en otro lado, volando hacia una Buenos Aires invernal, sucia, intoxicada de debates sobre las inminentes elecciones.
Nada de esto lo amilana porque sabe que al final de ese purgatorio están las calles arboladas del barrio de Palermo, la puerta de cristal, la escultura en el vestíbulo de entrada, el portero somnoliento que baldea la vereda, el ascensor demasiado moroso y, finalmente, ella.
La cama retiene aún el calor de la noche y él se pierde en sus brazos, en sus labios, en el revuelo de su pelo y en las medias palabras que se emiten en el ardor de la pasión.
El amor, aunque efímero, ha triunfado. Mañana no importa. No importan la pretenciosa moralina de los periodistas, los desdeñosos comentarios de políticos rivales, el escándalo, la traición, el precipicio que se abre a sus pies. Nada de eso importa. El corazón ha triunfado.
Lástima que la realidad no tenga la armonía de la ficción literaria. Lástima que haya personajes tan perversos que sean capaces de apoderarse de un intercambio íntimo de correos electrónicos entre amigos y pasárselos anónimamente a la prensa. Lástima que hubo un periodista advertido esperándolo en el aeropuerto de Atlanta. Fin del encantamiento
Pero él no tiene derecho a lamentarse. Después de todo, cayó en el mismo error, debe reconocerlo, cuando cuestionó la "legitimidad moral" de Bill Clinton por su affaire con Mónica Lewinsky y reclamó su juicio político, o cuando criticó a un colega con una historia similar a la suya, diciendo que "violó el juramento a su esposa".
En este punto es donde Richard Gere desaparece y Mark Sanford retoma su rol. Aquí es donde el encantamiento se esfuma y lo que reaparece es la descarada institución del arrepentimiento político.
El gobernador hizo su mea culpa , como antes de él hicieron otros políticos. Las mismas palabras, la misma admisión de haber traicionado a todo el mundo. A su mujer, a sus hijos, a sus amigos, al electorado. Las conferencias de prensa son el confesionario de los funcionarios pecadores. Todo fue un desatino, una pérdida temporaria de la razón. El amor no importa. El corazón es un embaucador. Ahora lo comprende. Lo que importa es la misión, la fe religiosa, los deberes del funcionario.
Hubo otras desprolijidades, es cierto. El viaje anterior a la Argentina pagado con fondos públicos, el abandono de su función, el engaño respecto de su paradero. No exactamente la clase de comportamiento que uno esperaría de Richard Gere. Pero él se propone enmendar las faltas, reponer el dinero, ganar la absolución de su esposa, recuperar la confianza del público.
¿Qué pensará María, a solas en el departamento de Palermo, mirando a su amigo pedir perdón por televisión? ¿Pensará también que al amor es lo de menos?
MIAMI.- Admitámoslo: si Hollywood hubiera tomado la historia del gobernador Mark Sanford y la hubiera llevado a la pantalla con Richard Gere y Julia Roberts, la gente habría necesitado una toalla para secarse las lágrimas.
¿Qué puede ser más conmovedor que una historia de amor alocado? El adusto gobernador de un estado igualmente adusto, casado con una mujer a cuya fortuna le debe su carrera, con cuatro hijos que puestos en fila trazan una perfecta diagonal, inesperadamente flechado por una porteña de ojos verdes.
¿Cómo contener el palpitar del corazón mientras escucha, como un murmullo distante, el parloteo de sus asesores? ¿Cómo desprenderse de las imágenes que obstinadamente se apoderan de su mente, desplazando cualquier otro pensamiento? Ella es el amor imposible, sí, pero también es el amor.
¿Quién puede sobreponerse al intenso aguijoneo de los recuerdos, a la memoria de la tierna sensación de sus besos, de la sensual curva de sus caderas, al contorno de sus pechos resplandeciendo en la penumbra?
¿Qué espíritu romántico podría dejar de admirar la osadía del gobernador de levantarse un buen día del sillón de su despacho, de la mesa cubierta de anteproyectos y decretos a la firma, de pliegos de presupuestos deficitarios e informes sobre seguridad interior, y dejarlo todo para correr hacia ella?
No le dijo nada a nadie. Nadie supo dónde estaba. Uno de sus asesores insinúa que el gobernador, agobiado por la presión de su trabajo, se ha ido a escalar las montañas Apalaches, como solía hacerlo cuando era chico.
Pero él está en otro lado, volando hacia una Buenos Aires invernal, sucia, intoxicada de debates sobre las inminentes elecciones.
Nada de esto lo amilana porque sabe que al final de ese purgatorio están las calles arboladas del barrio de Palermo, la puerta de cristal, la escultura en el vestíbulo de entrada, el portero somnoliento que baldea la vereda, el ascensor demasiado moroso y, finalmente, ella.
La cama retiene aún el calor de la noche y él se pierde en sus brazos, en sus labios, en el revuelo de su pelo y en las medias palabras que se emiten en el ardor de la pasión.
El amor, aunque efímero, ha triunfado. Mañana no importa. No importan la pretenciosa moralina de los periodistas, los desdeñosos comentarios de políticos rivales, el escándalo, la traición, el precipicio que se abre a sus pies. Nada de eso importa. El corazón ha triunfado.
Lástima que la realidad no tenga la armonía de la ficción literaria. Lástima que haya personajes tan perversos que sean capaces de apoderarse de un intercambio íntimo de correos electrónicos entre amigos y pasárselos anónimamente a la prensa. Lástima que hubo un periodista advertido esperándolo en el aeropuerto de Atlanta. Fin del encantamiento
Pero él no tiene derecho a lamentarse. Después de todo, cayó en el mismo error, debe reconocerlo, cuando cuestionó la "legitimidad moral" de Bill Clinton por su affaire con Mónica Lewinsky y reclamó su juicio político, o cuando criticó a un colega con una historia similar a la suya, diciendo que "violó el juramento a su esposa".
En este punto es donde Richard Gere desaparece y Mark Sanford retoma su rol. Aquí es donde el encantamiento se esfuma y lo que reaparece es la descarada institución del arrepentimiento político.
El gobernador hizo su mea culpa , como antes de él hicieron otros políticos. Las mismas palabras, la misma admisión de haber traicionado a todo el mundo. A su mujer, a sus hijos, a sus amigos, al electorado. Las conferencias de prensa son el confesionario de los funcionarios pecadores. Todo fue un desatino, una pérdida temporaria de la razón. El amor no importa. El corazón es un embaucador. Ahora lo comprende. Lo que importa es la misión, la fe religiosa, los deberes del funcionario.
Hubo otras desprolijidades, es cierto. El viaje anterior a la Argentina pagado con fondos públicos, el abandono de su función, el engaño respecto de su paradero. No exactamente la clase de comportamiento que uno esperaría de Richard Gere. Pero él se propone enmendar las faltas, reponer el dinero, ganar la absolución de su esposa, recuperar la confianza del público.
¿Qué pensará María, a solas en el departamento de Palermo, mirando a su amigo pedir perdón por televisión? ¿Pensará también que al amor es lo de menos?
antecedentes para la fundación de agharta
ADN, derechos y ácido.
No hay que saber mucho de derechos para darse cuenta que la intimidad es la intimidad y que ninguna ley modificará desde afuera semejante entidad de la condición humana, y que los que no lo tengan claro pueden cometer errores como privar de la libertad a alguien por su aspecto de hippie en desgracia como era para cualquier argentino en la década esa. La intimidad es la intimidad, y no está bueno retrotraer iniciativas parecidas a las de los setenta y obligar a alguien en forma directa o indirecta para averiguar su ADN por caso, porque si no hay lesión a la libertad del otro la intimidad es integridad y la estatura de la propia probidad es primero una decisión individual y privativa no de un tercero por más que se interponga una loable causa, la intimidad es dignidad y la contrición la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes y se encuentran en una frecuencia diferente a la apreciación por parte de un tercero del propio honor o del destructivo deshonor, la intimidad es identidad, y en su forma de elección equivocarse por cuenta propia también es anterior a cometer errores por interpósitas personas, más aún más si la averiguación está impregnada de algún ácido rencor del tercero en discordia.
No hay que saber mucho de derechos para darse cuenta que la intimidad es la intimidad y que ninguna ley modificará desde afuera semejante entidad de la condición humana, y que los que no lo tengan claro pueden cometer errores como privar de la libertad a alguien por su aspecto de hippie en desgracia como era para cualquier argentino en la década esa. La intimidad es la intimidad, y no está bueno retrotraer iniciativas parecidas a las de los setenta y obligar a alguien en forma directa o indirecta para averiguar su ADN por caso, porque si no hay lesión a la libertad del otro la intimidad es integridad y la estatura de la propia probidad es primero una decisión individual y privativa no de un tercero por más que se interponga una loable causa, la intimidad es dignidad y la contrición la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes y se encuentran en una frecuencia diferente a la apreciación por parte de un tercero del propio honor o del destructivo deshonor, la intimidad es identidad, y en su forma de elección equivocarse por cuenta propia también es anterior a cometer errores por interpósitas personas, más aún más si la averiguación está impregnada de algún ácido rencor del tercero en discordia.