Remembranzas rima añoranzas.

Contando, y encargando, como si se estuviera por morir hablando de legados y encomiendas, de cosas de su vida que nunca se acordó hasta ahora, de cosas lejanas de su infancia en muchos lugares de los cuales no sabe ni el nombre, el general que casi es un muerto que resucita en los campos de batalla así sean las praderas las montañas o los valles así sean los lechos o los pastizales desconocidos que elige para revolcarse con la Teodolinda la Solana o la Damasita, después de la derrota de Famaillá el general se quedó nostálgico y melancólico, y cabizbajo, y estuvo locuaz por muchos días con los de su círculo más íntimo, se volvió conversador y sordo y autoritario con sus ayudantes que ya mucho van haciendo con montar la guardia mientras él se pasa copulando, así fue que le contó a Pedernera con lujo de detalles cuando a los diez años acompañó a sus padre por los señoríos que los baqueanos dicen que son de chucuito por las tierras del inca cola suyo en milenios anteriores en un mar de leguas de arenas de leguas y leguas, se fue acordando al dedillo mientras le fue contando, sorprendido él mismo el general ni él se lo hubiera creído acordarse de aquellas soledades donde debe habitar el diablo durante el calor del día y dios por la noches heladas allá bien arriba donde los picos perforan el cielo, le contó que su padre, uno de los contadores oficiales de sus majestades excelentísimas para el virreinato del perú y del río de la plata, lo llevó con él cuando tuvo que hacer un inventario por el desierto chileno de minerales a cielo abierto, y que anduvieron con una partida escolta de militares durante muchos días por Arica, Tarapacá para inventariar la chilofita de los salares las exposiciones de cobre o de otros minerales según los informes reales que le hicieron leer, le contó que lo llevó al único lugar de la tierra donde no llueve nunca donde las nubes escapan y pasan en movimientos continuados como si fueran dibujos efímeros en el cielo azul de la mañana en el cielo amarillo de la tarde en ese lugar donde no hay una gota de agua ni arriba ni abajo con la excepción de la que en los deshielos se desprende de las cumbres corriendo a otros lados, le contó de ese lugar donde los cementerios son más grandes que los pueblos el único lugar del mundo en el que los muertos son más que los vivos en el que los que llegan lo hacen para quedarse y morir y no regresan nunca allá al lugar del que vinieron como él mismo está pensando que le pasará a él ahora lejos de la aldea, ese lugar donde los indios ni transpiran ni lloran en el valle del arco iris una hondonada que es como una mar de arena rodeado de montañas multicolores donde no existen ni los mosquitos ni las plantas ni las plagas.

Historias rima leyendas.

Una, lo puede haber matado la hermana del fusilado Boedo en uno de los muchos pero muchos momentos en que estuvieron juntos con ese mismo contra de Artigas en Guayabos, ya no está más él pero todos hablan de él como si fuera que estuviera invisible tal vez pero presente como si fuera que apareció un fantasma, que no apareció, del mismo que frente a una patrulla de granaderos arrasó en Achupallas con el que en Maipú los saco de sus planes a Zapiola y a Friere, tal vez sigue vivo tal vez sean solo las leyendas, las historias de los paisanos, los chasques y los lugareños comienzan a difundir las novedades a contar que al final nadie pudo ver el cuerpo, que al final estuvo solo con unos cuantos pero que esos pocos fueron muy leales, dos, él mismo se puede haber descerrajado un tiro en el pecho, el mismo que en Nazca se puso al frente de la caballería patriota y avanzó a todo galope sobre el campo realista, tan pundonorosos sus compañeros no entregaron su cuerpo a los monstruos carroñeros de la federación, el cuerpo del mismo que en Paseo puso en fuga a la caballería enemiga, tres, tienen que haber sido los cobardes que dispararon desde lejos contra la puerta de la casa en la que estaba según les contaron, gauchos cagones que no abrieron la puerta para no ser ellos mismos acribillados o agujereados a cuchillazos, los del otro son pocos pero bravos los veteranos, subordinados del mismísimo que en Jauja hizo prisionero al teniente coronel Andrés de Santa Cruz, para nada para que después lo traicionaran como si él hiciera las cosas por cuenta propia, cuatro, pero también se puede haber muerto copulando, el general que en Riobamba destrozó a la caballería española el mismo que estuvo en Pichincha, el estuvo y vivió así por estos lados en los campos de batallas o en los lechos con la Teodolinda o la Sotomayor o con cualquiera de las hembras que en cualquier lado del caminos con él se prendaron, con el mismo que estuvo en el desastre de Torata y en la retirada de Moquegua, general de una república que no existe contra de una federación que también es mentira, solo cuentan los negocios que se arreglan con las guerras, el mismo que venció a una columna de mil hombres en Bacacay, el que en Ituzaingó arrolló a las fuerzas del general Abreu y a Rosas en Navarro, el endiablado derrotado por Echagüe en Sauce Grande, el mismo que cruzó el Paraná en embarcaciones francesas, el restaurador puso el grito en el cielo cuando le dijeron que no habían vista ni traían el cuerpo ni parte del cuerpo del general, y se tomó sus revanchas.

Confabulaciones rima fabulaciones.

Confabulaciones rima fabulaciones. Que no anden con vueltas por cumplir los protocolos militares ni las reglas establecidas que vayan al manchancho y cuando den con el enemigo que sean impiadosos fueron las ordenes del restaurador que los chasques trajeron de la aldea, en las pesadillas de esos días el general escuchó gritos y alaridos que lo interrumpían en sus largas jornadas de voluptuosidades y cuernos en las puertas de esos mismos infiernos elegidos por su propia voluntad de andar en esos menesteres en los que anda como anda en los campos de batallas de escuchando gritos inconsistentes incomprensibles, lamentos quejidos y lloriqueos, los tiradores los tiradores, gritos de alertas de rendiciones, pesadillas con Lacas gritando los tiradores los tiradores y otros oficiales y milicianos cagones una excepción en la cincuentena de leales que lo custodian, que los enemigos llegan en partidas dispersas abundando en abultar en las calles y en los pasadizos de ese san salvador tan estrecho sobre la vera del río dulce infectado de traicionesros, en los días que estuvo amichado con la Teodolinda Carvajal ella le fue llevando y trayendo información de los enemigos que lo van a matar a cuchillazos o acribillándolo a tiros si así fuera con lo que fuera que para él no hay clemencias como las que él no tuvo con ninguno de los que mandó a fusilar, por lo menos de los enemigos visibles le dijo la Teodolinda porque el general sabe más por diablo que por viejo que los enemigos peores los peores insubordinados insolentes indisciplinados son los que se alistan en las tropas propias y discursean en los cabildos de muchas aldeas que se precian de querer la república, corajuda y arriesgada la hembra además de ser una de sus preferidas le fue mostrando de a poco que más que sus formadas caderas sus grandes y firmes pechos y sus condiciones de yegua salvaje que más que todo eso su virtud más importante es la lealtad con él que no lo tienen las otras serpientes que se acuestan en su cama, ella le fue contando aún despechada como ha venido pasando sus últimos días culpa de las otras que le han robado al general que una cadena de chasques como si fuera un rosario entre postas y postas va y viene de la aldea a donde sea llevando y trayendo información para el restaurador sobre sus pasos, que ha declarado y declara que no descansará hasta vengar lo de Dorrego, que dio las instrucciones de fusilarlo y llevarle muestras de sus despojos, le dice la Teodolinda como bruja que tiene presentimientos.

Enaguas rima maldades.

Con lo que le gusta al Galo andar nadando en las enaguas almidonadas de la Damasita Boedo, con lo que le gusta se anda preguntando quién le podrá decir si es una niña buena o si guarda malquerencias inconfesables, con lo que le gusta zambullirse en ese mar de telas de sedas de algodones y llegar hasta las piernas carnosas y rosadas y regordetas que ella le mueve para volverlo loco, hasta el paroxismo así se pierde así va tanteando el Galo ese universo que le aparece con el tacto que se le abre con el tacto un universo que cambia del terso al sarpullido del reluciente al reflejo del escalofrío, el Galo desconfiando porque es muy buena y predispuesta con él que le pide lo que sea a cada rato pero no se olvida que dio la orden de fusilar a su hermano sanguinario de mierda, entonces aunque ella lo deja que apriete con la manos sus pechos o los succione como si estuviera mamando y lo deja que se la ponga una y otra vez mientras se contornea para todos los costados, él no está muy seguro si no termina de una puñalada en la espalda o de un tiro en el pecho porque después de todas esas ceremonias aunque ella parece más frágil que él, lo mismo el Galo se duerme unas siestas que se desmaya que la otra aprovechará para refrescarse y para odiarlo tal vez porque le tocó en suerte enamorarse justo del hombre que no la escuchó cuando podría haber sido indulgente con ella con el hermano con todos lo que tuvo entre sus manos en sus épocas de esplendores el general de los unitarios, el Galo tiene pesadillas cuando se duerme, porque se imagina que después de haberse salvado tantas veces de las balas o de las bayonetas de tanto enemigo que anda suelto venga a morir como un cordero carneado en su lecho de lujuria mientras puja y se revuelca con ella que también puja y se revuelca llena de gustos y dando los gustos al Galo que se compara este frente con otros frentes de batallas porque siempre hay odio y amor que se mezclan en la cama o en los combates, con lo que le gusta andar nadando en sus enaguas almidonadas para que ahora le estén entrando tantos temores justo ahora que los de Oribe entraron a San Salvador, justo ahora que le comunican que lo persigue también por Purmamarca y por todos los pueblitos que ande porque esa es la orden que tiene del restaurador que le ha puesto precio a su cabeza y que también a lo mejor le dio la orden a esta niña que no le niega ni un centímetro de todas las ideas que les salen de sus cabezas pero que cuando la observa desde lejos está silenciosa y lagrimeando, seguro que por sus seres queridos y difuntos.

Tensiones rima versiones.

Días aciagos son por más que hayan placeres de por medio, los placeres a veces son dolores y los dolores a veces vienen de amargores y los amargores de las derrotas y las derrotas de la guerras el general retoza con los favores sospechosos de la predispuesta Damasita y después anda de rincón en rincón con desaliento, cómo ha pasado el tiempo desde ese día de la primavera de mil ochocientos doce cuando su madre terminó de acicalarlo en la mañana y lo subió al coche que los llevaría hasta el fuerte de granaderos para entrevistarse con el coronel San Martín que está empecinado en incorporar como cadetes para oficiales a su fuerza a los niños de las familias patricias de la aldea, todavía en la soledad entorna sus ojos y siente nítida la fragancia de las margaritas y de los girasoles al costado del camino muy florido del recorrido entre la finca de la familia y la plaza de la victoria, ahora hay otras fragancias que rondan para las melancolías para las soledades que duelen aunque esté rodeado de hembras brotadas, bálsamos de calas y también de margaritas pero como partes del adorno de escenarios más tristes, el de la huida el del exilio al que lo obligan los traicioneros que lo están llevando hasta su muerte, cómo ha pasado el tiempo desde que vio por primera vez a ese imponente comandante del que hablaban todos en la aldea, el viejo Juan Galo de ahora se acuerda del joven Juan Galo de esos días del gallardo capitán de los gallardos milicianos seleccionados al exiliado general gallardo de ahora cuentan que en la campiña francesa, a él también le fallaron como a él los traicioneros inventores de varias versiones de la patria, mercaderes de dignidades y de compatriotas, bestias sin integridades, cómo ha pasado el tiempo desde los días en que su notable padre descendiente de Hernán Cortés, contador de las rentas y del tabaco del viejo virreinato administrador de las aduanas en la primera junta o en la junta grande, le contó de las oleadas de inmigrantes traídas en los barcos en épocas de las primeras conquistas de sus historias cuando le dijo que a excepción de la nobleza de los capitanes y algunos contramaestres lo que vino del viejo continente fue todo chusma o resaca de la inquisición campesinos de baja estofa que por acá habrán juntado unas monedas de plata, hasta que en esas mismas embarcaciones surcando los océanos trajeron los agrimensores los médicos y los letrados para trabajar de amanuenses, cómo habrá pasado el tiempo que ahora el general tiene unos de esos médicos y le dio unas cuantas precisiones sobre lo que tiene que hacer con su cadáver en caso que se muera, como si fuera una orden le dijo al coronel médico francés que viene formando parte de sus fuerzas regulares desde las batallas de yacutujá del palmar y yeruá en el oriente, lo intimó a que proceda como le está diciendo que proceda, cómo ha pasado el tiempo y cómo han pasado las historias que por estas horas el general se atormenta, por ahí pasó un relámpago que es mejor un tiro descerrajado por uno mismo que dejarlos a esto maulas de Oribe darse el gusto que están buscando darse por las calles jujeñas, recorriendo la quebrada, aunque si lo matan a él por ahí les pasa igual a él que fusiló un caudillo de la federación para que nazca otro caudillo de la federación y peor como el restaurador que no deja de perseguirlo, pasó por ahí un destello que después de él puede renacer una causa de la república toda después del directorio, pasaron cosas como pasan ruidos que es mejor morir como dueño de la propia vida que vivir con el enemigo se adueñado del propio destino.

Finales rima banales.

Los años los días los largos meses de haber sido todo un general de granaderos a los veinticinco lo hacen ahora un general viejo cansado aunque no un híbrido oficial que no pueda con una hembra en la cama como corresponde, el general conoce de esos sordos ruidos de corceles y de acero como cantaría cualquier juglar de morondanga, sordos ruidos que corren como agua del río por las lomadas de yala y por el alto y la viña, él conoce muy bien de sigilos de batallas de arcanos de trampas que se tiende para dar al enemigo aunque ahora ya para esos de afuera el enemigo es él, hay silencios que suenan más que los sonidos más fuertes que el estruendo de una carga de artillería pesada que el estruendo de un batallón de fusilamiento disparando al mismo tiempo, esos son los sordos ruidos de ahora, seguro de las fuerzas regulares de Oribe que por fin lo rondan de cerca dieron con su enemigo después de cabalgar por meses enteros después de Famaillá después de haberlo rastreado por chilecito y por todos los sucuchos de la quebrada y la puna donde pudiera andar, si total habrán dado la referencia del poncho celeste, alma en pena como repite el asustado de Pedernera pidiendo que el general se lo saque por cábala no vaya a ser que le caigan maldiciones, además de los enemigos imagina los traicioneros que también deambularán por las calles desiertas de san salvador, llevando y trayendo información de él que se esconde, no le tiene miedo pero el general no perderá sus instinto de supervivencia, además está copulando y nunca interrumpe esas ceremonias que ahora lleva a cabo con la frágil Damasita que se contornea entera con respondiendo a sus caricias, el general conoce muy bien esos sordos ruidos pero lo mismo lo molestan las interrupciones más las de esos sus oficiales de custodia como Pedernera que están con él y conocen sus pasos al milímetro, de haber conversado con el conquistador a los quince cuando su madre lo llevó para que se incorporara al regimiento de granaderos los hacen ahora un viejo mañoso que no se fija que la niña puede meterle una puñalada por la espalda, tal vez le gusta lo que él le hace pero no debe olvidar que le fusiló al hermano así que debería cuidarse le dice su entrañable edecán, debe andar por morirse masculla el general esto de andar acordándose de detalles de sus pasados, lejanos gloriosos transparentes allá muy lejos antes de entrar en los infiernos que se cierran en los cabildos y en los campos de batalla, Oribe será su enemigo como la Damasita Boedo esas son trivialidades, pero el es un general del ejército del norte con las bolas suficiente como para pegarse un tiro por su cuenta.

Fuegos rima ruegos.

El general se acuerda muy bien de la primera vez que la vio porque lo deslumbró, aunque el general es de fácil deslumbre a él lo deslumbran las hembras y más si son hembras en celo de quince para arriba o que pesen más de cincuenta quilos, igual se siente en los entreveros donde en el cuerpo a cuerpo se le va la vida la de los otros la propia vida, las recuerda a todas a la María de los Dolores a la Teodolinda a la Solana Sotomayor y a todas las que no conocieron los chismosos de sus custodios que no las habrán registrado porque se descuidaron o se quedaron dormidos en las guardias, lo alucinó lo prendó pero no tenía otra que hacer lo que hizo que es dar una nueva orden de fusilar a alguien, una orden parecida a la que viene dando todos estos años desde que dio la primera con ese general de la federación y por la cual la mayoría de sus compañeros del ejército y de la logia le dieron la espalda, una parecida a una media docena de veces cuando la vida de alguien recayó en su criterio, en sus propias manos lejos de los campos de batalla por lo menos de los campos de batallas que se despliegan en los montes en las selvas brasileñas cuando fue el momento cerca del trópico cuando lo fue, por lo menos en esos campos diferentes a los campos donde las batallas y los combates se parecen más a las tertulias a los chismes de las lloronas que llevan y traen cuentos y consignas cizañas salvoconductos y ellas entronizan gobernantes y los defenestran con las lenguas y los venenos que destilan, en la soledad de sus guaridas temporarias estuviera donde estuviera después por oriente y occidente, en la aldea o en medio de campañas de las batallas o de los combates en una guerra que a pesar de los años que pasan no termina de acabarse, el general se acuerda muy bien de ese día porque no tuvo que decir ni la boca es mía sus asistentes lo interpreta cuando parpadea y les levanta el índice ya les está indicando y los otros proceden como procedieron ese día y, como si fueran dioses del Olimpo, interrumpieron la vida del compatriota Mariano Boedo que ofició de espía del restaurador lo que al general le provoca náuseas y se trastorna, el general se acuerda muy bien que la vio a Damasita desesperada elevando ruegos y oraciones buscando su clemencia, y se acuerda muy bien que lo estuvo persiguiendo unos días porque debe haber sabido bien esa dama contenida lo que le interesa a él de lo que ella tiene entre las piernas hasta de eso se acuerda de las dos o tres arrinconadas que les hizo y ella respondió porque el otro será su hermano pero ella tiene sus necesidades fisiológicas y sus pensamientos impúdicos, el general se acuerda muy bien de la primera vez que la vio en el medio de fuegos cruzados de partidas desmembradas rondando la capital salteña buscándolo a él por orden del malvado de Oribe cobarde de mierda que le juega con el numero al general que está desbastado.

Holganzas rima venganzas.

Holganzas rima venganzas. Al general le baja un escalofrío cada instante en que piensa en la soldadera que se le unió en los campos de castañares ella le da todo lo que él le pide menos la razón cuando fue lo de su hermano, entonces se le ocurre que está con él por otros motivos que acompañarlo en la cama cuando él se lo pide, cada vez que lo hacen cada vez que él lo hace como lo hace ella y él y bien porque lo deja que arranque y le toque los pechos y le coloque una de sus rústicas manos justo ahí donde ella se estremece y gime, y el empuja loco como si estuviera en Pichincha son así sus fiebres y sus pasiones solo se encienden en los campos de batalla o con una linda hembra como ahora cuando está huyendo de sus perseguidores en malhora, él se queda pensando si después de toda esa secuela de amores de copulaciones ella estará prendada con él como para olvidar que fusiló al hermano de lo que ella no le dice nada, como si fuera un niño se acuerda se olvida todo en tiempos breves mientras la toca o la penetra o la deja que ella haga las cosas que siente que son muchas y cochinas para comadres chismosas, al general le bajan las sensaciones mientras deshoja margaritas invisibles imaginadas preguntado sobre amores y desamores mientras la toca y la otra va pasando de los estremecimientos a los gemidos y de los gemido a los suspiros profundos hasta que termina con ella, juntos, eso es lo que ha prendado al general eso es la parte más linda del escalofrío que le baja, al general le baja un escalofrío distinto a los que tuvo con la Solanas o la Teodolinda, con Balmasita, con Dalmasita, Damasita, Dalmatita quien sabrá bien el nombre de esta niña que lo vuelve loco, sabe que no puede andarse de perezas porque Oribe le pisa los talones, le gusta estar con ella, rubia que peina sus largos cabellos en dos bandas a los lados del rostro, y hay ratos que siente la parte fea del escalofrío, quizás esta niña tan predispuesta lo odia esta niña de ojos celestes y largas pestañas negras, con labios carnosos y un cuello que el general recorre con roces y besos, esa niña que conoció el general cuando fue el fusilamiento de su hermano Mariano Fortunato Boedo acusado de ser espía rosista, la conoció pidiendo clemencia que le fue negada, al general le baja un escalofrío cada instante en que piensa en la soldadera que se le unió en los campos de castañares, ella le da todo lo que él le pide se enamora del general y él es enamoradizo y afecto a las aventuras amorosas, también de ella, ella cuida a los soldados heridos y vela, vestida de soldado, ante la tienda del comandante su descanso, él también le da todo lo que ella pide menos la clemencia para el rebelde montonero.

Guerra rima la paz.

Guerra rima la paz. Cuando tiene un descanso y un tiempo de silencios para él solo todavía se acuerda de las broncas que le agarraron en Guayaquil cuando Bolívar lo quiso someter a su jefe y el otro se fue sin dar explicaciones y él como oficial le hubiera gritado que qué se habrá creído Don Simón para andar con pretensiones y anduvo pateando baldosas en lima y paredones de adobe desgastando las puntas de sus botas de joven oficial de granaderos, se acuerda como ahora cuando se acuerda de andar cansado escapando sin descanso en un escamoteo interminable que no se para por nada del mundo desde Famaillá hasta ahora el general anda que no da más de agotado y nostálgico, por estos días son todas malas noticias o cuando menos noticias que no son buenas parece que el restaurador se hubiera encarnizado y no parará hasta encontrarlo, con nostalgia el general se anduvo acordando cuando el capitán San Martín le dio la primera lección de granadero cuando apenas ingresó y no tenía ni siquiera el uniforme y pasaba largas jornadas corriendo con sus compañeros montando tordillos caminando conociendo de lanzas de chuzas de sables, cuando le dijo que el hombre tiene que ser preparado para la guerra pero una guerra para la paz aunque suene feo, que se pelea en los campos de batalla por causas de la gente para que la gente esté mejor y no peor que es lo mismo que decir que viva en paz y no en la guerra donde se muere y se mata, las historias que hagan con las historias no le importan ni le importaron nunca ni le importarán lo repite a los oficiales que lo asisten las veces que sean necesarias para evitar los chismes las murmuraciones los alzamientos de cobardes como los alzamientos de los señores en la aldea, como todos esos que le dieron la espalda cuando dio la orden y los fusiló al otro defensor de la federación que quiere decir regalarle las rentas a los patrones de las estancias de tierra adentro, el general anda nostálgico y cuando anda así repite también que él ha luchado y lucha por una patria sin reyes ni mandones y como si fuera que se lo va a olvidar lo repite a Damasita cuando está con ella porque Damasita está segura que como todos a todas les dice lo mismo con la impavidez que tiene como se lo habrá dicho a la Teodolinda y a la Solana aunque se queda muda se queda callada para que esté más con ella, aunque lo odia le gusta lo que el otro le hace en la intimidad y en la cama, agotada termina después de horas de zarandeos a los que la somete, el león de Riobamba es como un tigre insaciable en esos aposentos como en los campos de batalla donde anda arremetiendo de más de veinte años, ni reyes ni mandones por esas consignas luchó en las piedras al lado de Alvear en Guayabos con el malparido de Dorrego, en Achupallas con Arcos, en Maipú en Chacabuco y en Pasco.

Solaces rima falaces.

Solaces rima falaces. Unitarios o federales da lo mismo para las lealtades o las traiciones varones despechados y soldados más o menos felices por no contar o contar con los pertrechos que no llegan como no llegan los fondos para las campañas desde la aldea que es una caldera de almas que se traicionan unas a otras y juegan con sus lealtades que a veces las tienen y otras veces no las tienen, unitarios o federales da lo mismo para las mentiras para las deformaciones de la información de las verdades de las mentiras, unos andan vendiendo la patria por afuera y otros por acá bien por adentro defendiéndola con el ejército del norte o con las fuerzas diezmadas por cientos de batallas, combates menores entreveros de toda laya, cómo va a construirse algo de esta mezcolanza de ingredientes como se mezclan los ingredientes en un puchero, unos andan vendiendo y comprando lo que llaman patria por adentro y los otros andan combatiendo por afuera, unos hablan y consideran y los otros viven y mueren en los campos de las batallas o los combates, como le pasó al general en el frente oriental cuando le cortaron las vituallas y tuvo que replegarse por culpa de las ordenes del occiso con el que carga, los doctores negocian y los generales están para controlar las escaramuzas, unitarios o federales porque la mayoría cambia de bandos con una facilidad que asustaría a cualquier oficial del ejército un donde se prepara a los cadetes con la disciplina prusiana o los principios ingleses para responder a su corona, unitarios o federales son la misma mierda le dice el general a la Solana Sotomayor en una tregua en esa especie de luchas en la que se traba con ella por minutos por horas por días cuando se le pone que tienen que echarse a esa hembra insatisfecha que le pide a cada rato como si Brizuela la hubiera tenido desatendida no como la Teolinda que si so está con él le hace lo mismo que le hizo a Urdidinea solazándose con oficiales menores y comedidos y entonces cuando el general le reclama ella le contesta que lo quiere pero que lo quiere para ella y no para andar esperándolo como la Solana porque ella tiene el corazón y otras cosas muy caliente y el general que es un cóndor volando se enoja.

Tortugas rima fugas.

Antes que Urdidinea llegara el general ya había conocido a la niña en el rancho de los Carvajal, con curvas por todo su cuerpo unos pechos inmensos y una sonrisa con la que lo cautivó de entrada, prendado quedó de tanta entrega, en el rancho de los Carvajal un rancho de mala muerte levantado a la vera del camino real al alto perú a la altura de donde anduvo por entonces, uno de los pocos ranchos habitados por paisanos amigables porque en la mayoría de los otros gauchos alistados vivían de ahijunas con la federación, y también antes que llegara Urdidinea ya le había echado unas cuantas miradas libidinosas a esa chinita de apenas quince años que caminaba por los perímetros de las huertas jugando con una tortuga y ayudando a sus mayores en las cosechas de la uvas y los frutos de los olivares, en siestas apacibles que pasó por esos días o en atardeceres sin novedades ni entreveros que aprovecho par mamarse tranquilo y reponer sueños y ensueños atrasados, miradas lúbricas del insigne león de Riobamba convenientes correspondidas con las miradas incontinentes de esa hembra que florecía intensamente debajo del ropaje liviano que llevaba, por eso cuando el boliviano llegó con los refuerzos de los diezmados ejércitos libertadores y más rápido que un rayo se casó con la doncella anduvo enloquecido, esa era carne para sus estacas y no estuvo dispuesto a resignar ni un pedazo, y así fue nomás que al otro le duró lo que dura un bocado de tasajo y la Teodolinda terminó enredada con él casi una semana, los resultados de su aventura fueron, fugas por lances fugaces fugando de figuraciones y de gauchos enojados, la pérdida de un oficial importante que se murió de la vergüenza y el repliegue del general hacia los valles calchaquíes llevando a cuestas no solamente a esa dama sino también a la Solana.

Entreveros rima entreveros.

El es separatista no quiere saber nada con los matacos ni con los paisanos de las provincias a esos les falta la educación y no se aguantan que otros como él sean de separar la patria como las aguas, eso es lo que dicen ellos porque es mejor una república como organización antes de dar lugar a una federación insulsa, separar para unir negocios con los ingleses y con los otros y lo seguirá siendo con eso anduvo mezclado durante toda la vida, el centro en la aldea con gente decente que habrá sido indecente en otros tiempos pero que se va haciendo decente con sus tesoros y sus haciendas, no como esos de las orillas que por ahí viven los que vienen de allende los mares y los paisanos de las provincias, sin consideraciones de más geografías, concentraciones de las rentas de las aduanas no como los otros que quieren repartir con las provincias, los resultados de las guerras o de los amores porque al final son lo mismo, si es por los contactos cuerpo a cuerpo por las vehemencias las desesperaciones hasta saciar la sedes que aparecen cuando pasan los días sin abastecimientos, lo mismo al general no le importan las capas de los faldones en el entrevero de fajas cinturones y entonces arremete con su instrumento a la Teodolinda Carvajal o a la Solana Sotomayor o a la Balmasita Boedo menos a su mujer las tiene locas a todas que lo comentan en las tertulias, esa pobre infeliz que habrá quedado esperando en algún lado a que se digne parar con los conflictos o estará esperando por ahí, cualquiera sean las hembras calentonas y obedientes que se le cruzan en el camino como arremete sin contemplaciones de pecheras protectoras de sus enemigos cuando arremete con sus espadas, en esas peleas que encara con furias igual a las que vinieron cuando pidió un millón de francos para los gastos de guerra que entrarán a la caja del ejercito y desde la aldea le mandaron veinticinco mil, a su mujer le escribe cartas eso sí en cuanta de andar tirándosele encima, donde le dijo aquí estoy con mis brazos desnudos y sin cartuchos y sin un real, con los brazos desnudos, sin cartuchos y sin un real se retirará luego maldiciendo, de estas tierras de mierda donde no hay quien lo mate gracias el terror que inspira por eso anduvo hablando mal de su jefe de otros tiempos que como militar fue intachable el granadero de la cordillera pero en lo demás era muy mal mirado de los enemigos del restaurador, no como él que arremete con su instrumento a la Teodolinda Carvajal mientras va escapando de los que no lo dejan tranquilo como si le hubieran perdido el miedo los mismos que le ganaron en las lomadas tucumanas o a la Solana Sotomayor por La Rioja y Catamarca donde dejó un tendal de cornudos con Brizuela y Urdidinea o a la Balmasita Boedo menos a su mujer las tiene locas a todas.

Cuernos rima riojanos.

Como si fuera un huracán que ha pasado que afecta a las mujeres especialmente y directamente a los varones de esas mujeres indirectamente a los otros varones todos le temen porque es incorregible con todas las cuestiones de las polleras y las infidelidades de ellas y los cuernos de ellos, casi en las laderas de la imponente cordillera por donde anduvo en otras épocas un poco más al sur el general de ahora con su general de entonces granadero de primera línea con poco más de quince años, bordeando cerros serranías y bañados, parte del camino real al alto perú lugar de descanso de las partidas predios de guerras feudos sin dueños de alardes de guerras de guerrillas de comercio de carretas y bestias, en sus pasos por chilecito anduvo con ellos como anduvieron por calles marcadas por quebradas que esconden fachadas encerradas por tapias que esconden casas y fincas que esconden varones paisanos y bestias que esconden preferencias, tensiones, desalientos, pasiones, enfrentamientos y entreveros en campos cerrados en sus perímetros con alambre y tranqueras con crucetas de acceso, las guerras y las agarradas no amainan los infortunios tampoco, como él confundidos los unitarios más abatidos que enérgicos van con él al paso o al trote corto enredados con los arbustos por los robustos y rugosos pimientos, pimientos coloridos picantes como los federales, que es como que están peleando por la madre con las bestias pisando los terebintos y los aguaribay, pasando por islas de pinos y deltas llenos de palmeras que brindan sombras cuando quedan extenuados; escapando de las montoneras armándose nuevamente regulando la miseria, la sed y el hambre con el estandarte negro de la muerte encima de la cabeza, el general no le teme y menos rodeados de bellas musas dispuestas, va con ellos que anduvieron por los algarrobos, Lamadrid de regreso a Tucumán, Videla que se vuelve para Cuyo y el general enfilando a Catamarca primero y a La Rioja después, el rejuntao es un ejército con sus correntinos de siempre, los vencidos de Sancala y los llanistos del Chacho, incorporados a su causa que fue la causa de todos o de la mitad de todos al menos en sus días como gobernador en la aldea, Tomás Brizuela se une al general en esta villa que pasan que pasaron con otro rejuntado de hombres corajudos empecinados fantasmas con el último aliento a cuyo frente estuvo el capitán boliviano Urdinimea que además dejó a una linda chileciteña cautivo antes el capitán boliviano uniéndose en matrimonio al poco tiempo y con la dicha breve sin embargo porque la flamante esposa corresponde a la pasión que también había hecho nacer el corazón del general, Urdinimea solo y con las insignias de su mando va también andando por el camino por otros caminos, la infidelidad puso fin a su honor, su despechada actitud puso fin a sus días, como le pasó a Brizuela retirada hacia Catamarca levándose como única conquista, la funesta viuda que cayera en sus brazos, como se las lleva o se las habrá llevado otras veces a la Teodolinda Carvajal o a la Solana Sotomayor, hembras calentonas y obedientes.

Tetas rima retretas.

Eso tiene ella las tetas más perfectas de la tierra, ni grandes ni chicas simplemente firmes de pezones redondos rosados rebosantes que quedan igual después que caen los ceñidores, vestidos sin ropas en pelotas a medio vestir tironeando los calzones aflojando las fajas con sostenes sin sostenes por sus grupas por sus perniles tironeando las ropas de la dama o las propias mientras lo hace el general se vuelve loco con la Sotomayor, peor que en las peores batallas se enardece se vuelve terco y obstinado desesperado como si su mujer María de los Dolores Correas lo tuviera en abstinencia permanente como que esta meretriz de la Brizuela lo consiente en todo lo que adivina que al general le viene y entonces aunque haya estado moribundo decaído triste con cargo de conciencia abatido es como que resucita como resucita en cada batalla soldado del alma y de espíritu, y no será linda y en algunas partes será más peluda de lo que le gusta a él cuando recuenta risueño y solitario sus aventuras pero todo se le acaba cuando entra en trances por los trances de ella que se vuelve más loca que él y le pide como si el otro pudiera darle hasta el infinito gata que maúlla y se queja cuando se la pone y se la saca, cuando vienen los francos en las interrupciones de los cientos de batallas y combates donde anda viendo de no capitular con la montonera de no aflojarle a esos maulas el general aprovecha para cortejar a sus mujeres y más que a todas ahora por allá por la campaña salteña por esos montes donde viven los patrones con fincas importantes de viñedos y caña de azúcar, esa misma mujer la Solana que lo conoce al dedillo, cuando vienen los francos las treguas como ahora que escapa por la quebrada por Purmamarca al general le gusta entretenerse como ahora con los misachicos de los indios que a su manera le entienden las explicaciones a los frailes y paganos como son van con sus imágenes por toda la quebrada en las fiestas vestidos con sus ponchos de colores, mezclando como mezcla el general a sus mujeres ellos andan mezclando sus creencias con las creencias de los curacas que le cuentan del nazareno y entonces además de andar rezando andan de festejo en festejo, vestidos con ponchos o mantillas como los rojos de los defensores de la federación que lo persiguen armado como él con fusiles pero además con malas tercerolas que se rompen con las explosiones, le gustan las quermeses las retretas cuando anda por la aldea, las ferias que se arman las celebraciones con aloja y aguardientes, porque esa Solana lo conoce al dedillo y entonces cuando está solos ella va punto por punto tocando ahí donde al general lo desarman los tactos de sus manos y sus muslos, ahí donde se desvanece muere y resucita como en Famaillá donde los chismosos anduvieron diciendo de su muerte allá donde media docena de sus leales milicianos veteranos soldados porteños que no lo dejan ni a sol ni a sombra lo escamotearon del entrevero por picadas desconocidas y lo salvaron de la muerte como esas muertes o más que muertes los desvanecimientos cuando está con su morocha que lo conoce tanto que lo enciende cuando está encendido nomás o después que acaban y le saca fuerzas de donde vengan.

Solana rima mañana.

Los dolores de las úlceras los dolores del alma partida después de haber visto correr tantas miserias, los retorcijones las diarreas que vienen con los enfriamientos en la campañas perdidas como ahora ganadas en otros tiempos y las comidas escasas durante las campañas del norte, todo se le pasa al general cuando se mete en la tina con la Solana en pelotas en la cama en el sillón o donde lo encuentren las ganas que le bajan seguido, le gusta demasiado esa hembra predispuesta más le gusta que lo haya seguido la Sotomayor y lo siga sin seguir a su marido, los doctores son puros pensamientos y nada de ademanes, ellos son los que le llenaron la cabeza con que lo fusilara al otro y después se hicieron los sorprendidos como si no tuvieran nada que ver son puros discursos y tertulias en las tertulias los doctores atildados con sus trajes fastuosos van diciendo lo que es la patria o al menos lo que debe ser el resultado de todos estos líos de lealtades y deslealtades de traiciones y encubrimientos, no le importan los cuernos o sabrán meterles ellos por su cuenta los cuernos a sus mujeres con otras mujeres, en algún momento tendrán que firmar armisticios, delira el general en los galopes de las huidas en las postas cuando duerme un par de horas, treguas por las guerras en el oriente como las que se firmaron con los ingleses con los propios franceses que le ofrecieron ser mariscal de la república justo lo que el busca por estas pampas por eso les dijo que les agradece, pero que él es granadero de la patria héroe de docenas de batallas aunque no lo reconozcan, el cóndor sigue sus vuelos el general ya no puede detenerse y además está enceguecido, los doctores son así al contrario de los militares que son puros ademanes y nada de pensamientos, así fueron y así mesmo parece que hubiera sido ayer nomás con ese espíritu embistieron las montoneras federales en Puente de Marques contra los veteranos de Ituzaingó y ahí se dio cuenta el león de Riobamba que los que le dijeron que lo fusile al otro no estaban más con él que en realidad nunca estuvieron que él creyó que estuvieron, van milicianos que hablan mucho y entonces no luchan, caminan por los pasillos hablando de él y de sus amantes como ahora de la Solana con quien lleva cuatro días en pelotas encerrado en un cuarto cuyas puertas se abren nada más para que le dejen el agua y la comida y después quedan con cerrojo para que el siga solazándose con la morocha que es la debilidad de él y que es la pena de Brizuela que se le abre entera para que el general haga lo que quiera, mientras los secretarios y asistentes se desgañitan planeando la forma de custodiarlo, y los hay que luchan y entonces no hablan, el general deambula por las noches de vigilia esperando lo que no llega pesando tal vez que también él lo puede hacer como lo hizo hasta ahora el alférez Celedonio que apenas está comenzando con sus dieciocho años comparados con los de él que ha pasado los cuarenta, le ha puesto el hombro como lo puso en esas torres allá en quebracho herrado allá en pozo gordo, aquellas torres que alguna vez atacaron donde estaban los enemigos que señalan las fronteras entre bien y el mal, si no hubiera más esperanzas ya no trataría de proseguir la lucha, dice el general cuando lo escuchan pero los gobiernos de la provincias unitarias de este norte nos ayudarán, nos proporcionarán hombres y pertrechos, nos haremos fuertes en la sierra: Oribe tendrá que distraer buena parte de su fuerza con nosotros, Lamadrid resistirá en Cuyo, entonces Lavalle está ahora completamente loco como si el general fuera un niño loco pero puro y querido y ellos fuesen sus hermanos mayores, su padre y su madre, y velasen su sueño, o velaran sus copulaciones, por el camino real, seres derrotados y sucios, así van escapando roñosos como el marido de su amante preferida esa que lo deja que él se sumerja en sus tetas y la explore entera con sus ásperas manos de guerrero eterno soldado heroico ahora desgreñado, escapando a una mañana que no llega porque pesa mucho el pasado y el futuro no es nada borracho cabalgando rodeado de leales y de perros que le ladran a los caballos por los caminos reales.

Poncho celeste rima pena en el alma.

La muerte no tiene retorno, mientras si hay vida pueden haber vueltas y vueltas y esas vueltas llevar a destinos diferentes a miedos a corajes, mostrar presentes donde sean más importantes los porvenires que los pasados, pero la muerte esa muerte que el general ha considerado expiar si vuelve por la aldea, esa muerte del coronel camarada de batallas compartidas, esa muerte no tiene remedio ya fue hace mucho tiempo, una muerte que fue silenciosa que él vivió solitario al contrario de lo que estuvo mientras fue madurando la maldita idea por las malditas convicciones que comparte con los de la logia que después de todos esos líos fuera un zafarrancho, un zafarrancho con los indios los malones los mulatos los criollos al final no quieren a nadie si no les hacen de sirvientes, aunque el mismo general se persigue en el recuerdo como los que lo vienen persiguiendo a él por orden del restaurador el jefe de la federación y de los negocios de los ingleses ahora como fueron antes negocios y negociados de los españoles, más que triste el general anda huraño por estos días con las noticias que circulan con los chasques que entran y salen del pueblito, desde donde esté escondido ese día el día que le toque porque desde donde esté se ve la entrada al caserío rodeado de montañas multicolores donde las casas parecen cuevas entradas y salidas de las mismas imponentes montañas con su colores mezclados de arenas rojas y arcillosas de arenas amarrillas y de arenas marrones y de arenas que parecen azules y entonces en las alturas parecen pedazos del cielo más celestes que azules como el poncho que lleva el general para ponerse en la noches cuando el frío penetra por rendijas de puertas y de ventanas, sus pesadillas siguen intactas como en los últimos años, poncho liviano que es más liviano que el poncho de los paisanos indios brutos que les desean a las mujeres blancas como los blancos a las mujeres indias, de por acá que tienen ponchos de alpaca de los colores de los cerros y entonces los enemigos los divisan desde lejos, está seguro que la misericordia del curaca no le alcanza para hacerse más unitario que federal que ya le tienen que haber mandado mensajes cifrados mercadería y estipendios para su capilla donde evangeliza a los omaguacas para que lo entregue que no tiene porqué no entregarlo, está seguro que la indulgencia con el no funcionará ya tiene que haber recibido un mensaje del obispo y los obispos se hacen compadres de los que mandan y él no está mandando en nada por ahora así que los obispos tendrán otras amistades, apenas le queda una veintena de sus soldados más leales que lo vienen acompañando desde Famaillá, que en el mejor de los casos el fraile le dará algún rinconcito como para esconderse y le dará para que se quede rezando doce padre nuestro y doce avemaría para la emergencia que se muera, el general delira y en sus fiebre se le pasan todas las batallas la inútiles batallas para al final venir a parar tan lejos de la aldea en este pueblito jujeño, abandonado al destino.

Penas rima condenas.

Con él no hubo lo que él mismo permitió que lo hubiera para el otro, una persecución una escaramuza una entrega una orden una condena un fusilamiento permisos postreros de funerales cristianos, con él no hubo ni lo habrá el general lo está presintiendo tiritando en el lecho que entre el fraile y los ayudantes le prepararon en la salita de la capilla construida de arcilla colorada y palos del monte ralo y cercano, con él no hubo ni lo hay ni lo habrá el general presiente que tiene las horas contadas sin consideraciones, el restaurador parece más sanguinario que él mismo después de tantas misiones militares para defender causas que cambian más rápido que lo que llevaba cambiar los aprovisionamientos en las campañas a las que no llegaban los fondos desde la aldea, a él lo persiguen lo sabe muy bien y no hubo entreveros después de Famaillá no hay orden no hubo condena y no habrá fusilamiento, ya vinieron y volvieron ya pasaron los chasques con los primeros chismes como si estuviera muerto cuando apenas se está muriendo, el restaurado puso precio a su cabeza ha ofrecido una recompensa para que lo persigan hasta el fin del mundo y lo maten él es hoy por hoy la insignia viviente de tiempos que deben terminar de pasar, unitarios que no van más federaciones que se vendrán, hasta el fin del mundo les habrá dicho el colorado y están en el fin del mundo donde el sol casi se toca con las manos en ese pedazo ovalado de tierra rodeado de montañas multicolores, y si está en el fin del mundo estará cerca de que lleguen las milicias de verdugos docenas de paisanos que vendrán cabalgando desde Tilcara hasta este pueblito de Purmamarca el general es un fuerte varón y resiste esperando los jinetes del apocalipsis justo en el lugar que es el fin del mundo.

Sanguinario rima denario rima erario.

Nadie es amigo de nadie cuando hay negocios de por medio lo que es decir siempre por lo que nunca nadie es amigo de nadie en la aldea donde se hacen negocios muy seguido para atender a las cuarenta mil almas que viven en ella y a las otras cuarenta mil que viven en la provincias que el otro defendía porque a él eso le significaron buenos negocios, monedas de oro y plata compromisos del gobierno grandes extensiones de tierra fértil o infértil prebendas de los españoles que no quieren desprenderse de feudos de estas heredades de las que se llevaron muchas riquezas, nadie es amigo de nadie si hay negocios de por medio menos grandes negocios delira el general mientras las convulsiones y las fiebres lo hacen tiritar y cagarse por goteo hacia esa gran prisión de las montañas en la quebrada, alguien lo tranquiliza con la novedad que llevan un salvoconducto de Zenarrusa para el curaca de Purmamarca cerca de Tilcara cerca de Humahuaca cerca de esa puna donde en otros tiempos anduvo pero del otro lado, pero abatido el general ya ni escucha, solamente él sabe lo sanguinario que ha sido con el otro majadero, ese mismo que la oficialidad sus compañeros fue el responsable de salir como señoritas mancilladas de la campaña de oriente y de entregar la banda oriental como si fuera nada, ese mismo que se cagó como él se va cagando ahora en todos los combates batallas y entreveros en los que anduvo para defender esa unión que no es ni será desde mayo del diez o de julio del dieciséis, esas son todas declaraciones de políticos charlatanes que no saben lo que es andar metidos en los campos de batalla arruinándole los planes a los españoles o a los ingleses, que por eso también lo ha fusilado cuando creyó que los otros y sus tratados de amistad serían mejores para mejorar la aldea, al general se le mezcla el pasado con el presente y está convencido que no le quedan ni restos de su futuro.

Delirios rima martirios.

Es como que las fiebres y los fantasmas viajaran con él desde que salió de la finca de Zenarrusa, el tratado de amistad con los ingleses no lo firmó él, hay otros infiernos y purgatorios peores que esos como los amigos federales que siguen haciendo negocios con los españoles, hay otros tormentos y otras decisiones que toman otros, pero eso no justo cuando se encontró en otros quehaceres en otras guerras lo firmó el secretario el oscuro y otrora secretario del triunvirato, que como todos los protocolos que se firman habrá tenido sus efectos sobre los beneficios de algunos y los costos de otros, muchos socios habrá tenido entonces como ahora pocos defensores como a él mismo le pasó con el fusilamiento del otro, ilusiones de muchos comerciantes ilusorios cálculos de prestamistas avaros caprichosos que después se vuelven un martirio, los líos que se armaron después los armaron los otros, para poner adoquines en las calles más importantes y embellecer la plaza de la victoria para hacer puentes y alcantarillas por partes importantes de la aldea, como que no fue enviado tampoco a Río de Janeiro para firmar un tratado de paz en términos honrosos como el que se firmó en términos deshonrosos porque tuvo que restituirse la provincia oriental a su situación anterior y se hizo un reconocimiento de dicho territorio en un Estado separado libre e independiente, negando los triunfos obtenidos por las fuerzas republicanas, él no reconoció a los brasileños el dominio sobre la Banda Oriental, el desarme de la isla Martín García y una indemnización por la acción de los corsarios, fueron otros más de la logia, los unitarios o los mismos federales con piel de unitarios disfrazados que vieron la posibilidad de recuperar el poder perdido apoyándose en el descontento, de los jefes militares de regreso ante la paz firmada como el general que entró con sus tropas y ocupó la aldea contra el mismo que fusiló, él no tuvo participación en los hechos, los fantasmas que él mismo ha creado los fantasmas que por él los otros se han creado para explicar las lealtades para explicar las razones, como buen granadero de otros tiempos, el cóndor de las batallas más complicadas y ganadas de la independencia, el león de Riobamba alejado de los grandes negocios y negociados a él no le interesan los arreglos comerciales mientras no se vulneren los negocios para la aldea, esa es la diferencia con los maulas de la federación, enfermo unitario de los unitarios más enfermos que no sabrán nunca si lo hizo porque lo empujaron o lo hizo por decisiones propias, el general pone toda su voluntad todas sus fuerzas para mantenerse erguido y llevar el aliento a su séquito, apenas un puñado de soldados y apunado en medio de la quebrada, pero no puede el general está quebrado en la quebrada de a ratos se duerme encima de su cabalgadura le pesan los años le pesan las angustias le arde el culo escaldado y las encías le sangran por los dientes que le faltan y que fue perdiendo a pura trompadas, ve más negro que las noches su destino, delira, y a su presente lo presiente más caliente que el sol del cenit cuando entra en punmamarca.

Paisajes rima mensajes.

Desde Famaillá han pasado varios días de los repliegues del ejército de la famosa liga del norte han cesado las comunicaciones, el general siente la sensación que está sintiendo lo que habrá sentido el otro, no sabe nada de su amigo Gregorio acaba de escribirle a su lugarteniente Don José María, algunos de los pocos que van en su cortejo de custodia, han comenzado a decir que lo único que le llegan son mensajes cifrados mensajes con malas noticias y en el mejor de los casos con noticias poco alentadoras, ninguna buena noticia todas noticias malas que lo vienen persiguiendo como los otros soldados que los vienen persiguiendo porque el restaurador dio la orden de hacerse de su cabeza, siente que es el final de ese juego que comenzó hace veinte años fusilando al que no debería haber fusilado, tirándose una chance que le salió mal como un arcabuz desmantelado del que sale el tiro por la culata, correos y comisiones donde le informan que cada día se pone peor con los de la federación que se andarán traicionando como se traicionaron los mismos que en algún momento estuvieron con él defendiendo los negocios en la lejana aldea, han pasado los días desde que salió de la casa de Zenarrusa y los paisajes agrestes de la quebrada le amortiguan las angustias al general, mucho calor desde el mediodía hasta las cinco de la tarde cuando el viento parece jugar entre los resquicios de las montañas y además de sus fuerza circula con ruidos como si la misma tierra se quejara, muchos frío de noche sin protecciones mientras remonta sierras y las serranías de todos los colores cabalgando con los veinte milicianos veteranos y leales que quedaron para custodiarlo, destellos brillantes desde temprano con el sol que parte la cabeza destellos brillantes en las noches de las estrellas del firmamento como si estuvieran pegadas ahí mismo, como si fueran infinitas luces malas cruzando las atmósfera, cerros amarillos que parecen pintados en el cielo de día que en los cielos de la noche su cambian a grises, perfiles de moles que se alzan como paredones como los mismos paredones que se usan cuando hay que fusilar alguno, al general además de la fiebre le pesan el miedo y la angustia.

Izquierdas rima derechas.

San Cala por Cuyo y quebracho herrado venían como acumulaciones de las derrotas, los unitarios retrocediendo con los federales como otras veces los federales reculando con los unitarios, la mañana del diecinueve de setiembre de mil ochocientos cuarenta y uno está cálida y pegajosa sobre el valle sobre el mar de caña que se pierde en el horizonte y en la lomadas, llueve mucho esta temporada y al mediodía el sol en el cenit levanta un vapor de esos el general el cóndor entre los cóndor el león de Riobamba resiste la persecución de Oribe que envalentonado no le afloja, los unitarios vienen de una y de otra la liga del norte la famosa coalición del norte brazo armado de la logia que ya no gobierna porque gobierna el jefe de la federación viva la federación, unas veces ellos otras veces los otros pero en las últimas veces más los otros que ellos el general está molesto por las informaciones que le traen en Famaillá anda con un tercio de los hombres de esos majaderos, escapando a Jujuy le escribe a su general don José María Paz que como a las dos de la madrugada del cuatro de septiembre, salí de la ciudad con mi pequeña fuerza, pasé por el flanco izquierdo del ejército enemigo, y reuniendo en esta marcha mis escuadrones, medio montados y medio a pie, pasé el río de Famaillá, quedé a retaguardia del ejército enemigo, el cual, suponiéndome bastante fuerte para batir a Garzón, que con setecientos hombres, de las tres armas, había quedado a su retaguardia, con su parque y bagajes, retrocedió rápidamente doce leguas, entonces yo volví por el mismo camino sobre la capital, y pude respirar en cuatro días que el enemigo permaneció inactivo, reunido Garzón, todo el ejército enemigo volvió sobre la capital, por el camino por donde yo había maniobrado, mis escuadrones estaban ya montados, a caballo por hombre, y había reunido, además, trescientos milicianos del regimiento de la capital, a la aproximación del enemigo, por el camino de arriba, como ya he dicho, tomé yo uno de los dos de abajo, y caí a Monteros, doce leguas al sur de la capital, el enemigo, entonces, dejo en ella una guarnición de doscientos infantes, cuatrocientos hombres de caballería y tres piezas a las órdenes de Garzón, y con el resto de sus fuerzas, volvió a marchar hacia el sur, y acampó en la orilla del río Famaillá, yo mantuve mi campo a seis leguas del enemigo, y reuní entretanto quinientos milicianos más de los de Monteros, y otros departamentos, mi fuerza ascendía entonces a mil trescientos hombres de caballería, y los infantes y cañones referidos, dos días medité profundamente sobre mi situación, y me resolví a atacar al ejército enemigo, siéndome imposible caer sobre la parte más débil en número, que era la guarnición de la ciudad, las razones porque me decidí a dar esta batalla tan desigual, las expondré si algún día se me hace cargo del resultado, durante la noche del dieciocho al diecinueve pasé el río de Famaillá, veinte cuadras del campo enemigo, aguas arriba, y dando vuelta sobre mi derecho; amanecí formado en batalla a la espalda del enemigo, y a una distancia de veinte cuadras aproximadamente, el enemigo dio vuelta y me atacó al instante, el éxito de la batalla dependía del combate entre mi izquierda y la derecha enemiga donde estaba lo selecto de la caballería de ambos, mi derecha y la izquierda enemiga, compuestas de los santiagueños, esperaban el resultado del combate del ala opuesta, para huir o avanzar, la poderosa infantería enemiga estaba contenida y obligada a tenderse en el suelo, por el fuego de nuestros tres cañones, que habían tenido la fortuna de desmontar una pieza de a ocho, la más fuerte del enemigo, la derecha enemiga atacó mi izquierda; mis primeros escuadrones fueron vencedores, y lancearon por la espalda más de cien enemigos; pero el escuadrón Libertador (compuesto todo de porteños), al que no tocaba sino un esfuerzo muy inferior al que habían hecho los otros escuadrones, huyó a treinta varas del escuadrón enemigo, que le tocó cargar, y la derrota de la izquierda empezó a pronunciarse, lancé entonces mi escolta, que tomaba perfectamente por el flanco izquierdo de la derecha enemiga, en su primer ímpetu arrolló una parte de la fuerza enemiga que perseguía, pero no fue ayudada por los otros escuadrones, que debían haber vuelto caras inmediatamente, y huyó también, mi derecha, que mandé en el acto cargar a la izquierda enemiga, se disolvió moverse, y entonces los santiagueños avanzaron, porque ya no tenían enemigos al frente, debe usted inferir lo que harían mis pobres ochenta infantes, cuya mayor parte tenían fusiles descompuestos, huyeron a salvarse en un bosque inmediato, mis tres piezas fueron tomadas por el enemigo, que no persiguió a nadie, sino a mi sola persona, pues nuestra izquierda había salido del bosque con menos pérdida que el enemigo, el que siempre le respetó aun viéndola dispersa y en fuga, se perdió, pues la batalla de Famaillá, y a los once días llegué a esta ciudad de salta, con la mayor parte de mi ala izquierda, mi ala derecha era toda de tucumanos, que se fueron a sus casas.

Círculos rima encierros.

La vida es como una rueda y lo que él le hizo al otro con el apoyo ahora no sabe de quién porque apenas lo fusiló se fueron haciendo los desentendidos se lo están haciendo a él ahora lo quieren fusilar a él se ha enterado que esa es la orden, los únicos que lo conforma al general es que es como su amigo Zenarrusa le dijo, así se vaya bien patria adentro los elementos que unen y separan a los señores y al paisanaje los motivos y las explicaciones son iguales que en la aldea, esa aldea que es la más grande de todas las aldeas que como flores van apareciendo a los largo del viejo camino al virreinato del perú y más adentro todavía, por eso se demoran las tratativas para hacer una unión que los incluya a todos, los caudillos de los parajes no quieren saber nada con que los gobernadores vienen a decirle sobre las formas que tienen que juntar las riquezas utilizarlas para armar las milicias para organizarse y atender las necesidades de los infelices que después de las guerras las batallas las escaramuzas y después de los entreveros más chicos quedan diseminados por ahí sin ranchos sin hacienda ni patrimonio y son como una carga pública, el general está cansado más ahora que viene huyendo de las patrullas de veteranos que Rosas y los otros armaron para que los sigan y lo degüellen, el general se da cuenta para qué lo están siguiendo mientras él pide indulgencia como el otro en cada misiva que escribe, a su amigo Lamadrid a su más productivo oficial Paz a todos los que andan cerca de él a pesar que entró en desgracia, el se da cuenta perfectamente que le vienen pisando los talones mientras trata de llegar hasta el territorio boliviano a pedir asilo, el general viaja cabalgando buscando su libertad pero se da cuenta que lo tienen encerrado.

Contrariedades rima rivalidades.

Contrariedades rima rivalidades. Error de él de haber creído que lo que le decían los que le decían estuvo bien si apenas lo hizo esos mismos y otros más muchos otros más hicieron como que no se lo dijeron y lo fueron dejando solo cada vez más solo, los acuerdos que son desacuerdos entre comerciantes y militares hipócritas las disposiciones de los mismos compatriotas en los congresos con representantes que no representan lo que ellos dicen en las actas en las declaraciones que son conjuntas que son solamente eso declaraciones como si fueran todos santos cuando son unos gauchos en pelotas de los lugares que representan, las resoluciones las declaraciones de tantas palabras se terminan resolviendo en los campos de batalla, entre unos y otros como corre la voz entre el paisanaje para tales colorados se necesitaban tales blancos, guerrero antes que político general antes que gobernador y todos esos protocolos superando las lealtades plasmándose en traiciones con varones sin escrúpulos, por acá en la aldea por allá en colonia en corrientes o entre los ríos, cansado, solitario, cada día que pasa a pesar que desde que tomó la decisión hace diez años de mandar al paredón al iracundo de Dorrego, el general se convence que son más los traicioneros que los honrados que lo rodean o que son más los que hacen sus negocios pasándose de bandos que los negocios que cierran los que se quedan de su lado o del lado de los que andan declarando sus loas a la república, que esos que si están de un lado o del otro de unitarios o federales son inventos que los comerciantes hicieron para que ellos los militares crean que la guerras los combates las batallas servirán para resolver lo que no se resuelve con las conversaciones y que las más de doscientas peleas que llevan en los últimos veinte años son legítimas y se hacen con ideales que tienen que ver con el porvenir, en realidad son más el resultado de rencores del pasado que de acuerdos para un futuro, los políticos hacen declaraciones que dejan manuscritas en extensas actas y los mandan a los otros a morir o volver tullidos de los campos de batallas, son contrariedades, rivalidades que no lo son rivalidades de otros señores de los que llegan en los barcos importando las ideas de otros lados, porque al final todos quieren los mismo mientras que los que mandan sean ellos mismos sino no quieren nada, los que andan en conciliábulos entregando las riquezas ya sea a los ingleses, ya sea a los españoles o a sus amos los franceses, el león de Riobamba bufa de cansado el granadero que luchó con Rivera el rabioso como el nombre de su caballo, viejos como se sintieron el otro le dijo sentir entonces todos los sueños de la primera juventud de soldado brillante, montando un caballo zaino-colorado, sombrero negro de paño, la divisa punzo, cuando en palmar gritó al toque de la carga, y avanzo al galope sobre el centro de la línea a las tres de la tarde y una sola claridad eso es lo que al general le gusta lejos de su familia lejos de los cabildos y de las tertulias en donde se conspira, el resplandor de las lanzas si no hay arcabuces y arcabuces si no hay cañones o morteros, el torbellino de los sables y el llamear de las bayonetas en las trenzadas cuerpo a cuerpo, el general cuando se vuelve con sus nostalgias se va copiando de los que hacen las crónicas.

Caretas rima caretajes.

Como los indios en todos lados con sus fiestas paganas cuando entronizan al diablo y hablan de sus pachamamamas, como los indios en toso lados que cada ceremonia usa caretas y antifaces de barro cocido o de madera blanca que trabajan por meses para dejarlas pintadas y listas para usarlas, como los indios en todos lados que las utilizan para ponérselas y ser diferentes por un día por dos días por meses enteros de en fiestas fáusticas en celebraciones donde se ponen hasta el tronco con la aloja que hacen de los frutos de los algarrobales, como los indios maulas que los usan para justificar sus desmanes para no dar la cara de las doncellas que quedan violadas por tandas los sacrificios que hacen con criaturas recién nacidas, así son los prolijos caballeros de esta unión que es más desunión y que debe haber tenido algunas fallas allá cuando se pusieron de acuerdo o en desacuerdo en la aldea hacen ya como veinte años o en o en las serranías tucumanas donde se hizo el congreso, como los indios son estos cínicos caballeros traicioneros que muestran una cara diferente a la que tienen, la heridas del general no terminan de cerrar desde que anda de un lado para otros de la aldea a colonia de colonia de campaña al oriente de la federación del sanguinario de Juan Manuel según cuentan los paisanos, el general no les perdona después de las presiones que le hicieron para que lo fusilara al que ganó en marmarajá y perdió en guayabos hace ya mucho tiempo y fue gobernador de la aldea, con todo el tiempo que viene pasando el general sigue asombrándose cuánto son de traicioneros y qué poco valen las palabras empeñadas que él como un oficial del ejército respeta a muerte con su muerte o con la muerte de sus enemigos, como los indios muestran una cara y apenas pasan unos tiempos muestran las otras por esos hay a veces más tipos que quieren la federación y otras veces más republicanos, después de la derrota del palmar el general ha triunfado derrotando a Zapata en yeruá en el corazón de concordia, apenas con un tercio de las fuerzas del otro por eso al general lo respetan aunque lo anden traicionando por todos lados esos que andan de caretaje en caretaje.

Tabladas rima bajadas.

Cuando le llegó el mensaje del coronel José María Paz casi una semana después de la batalla el general se puso muy contento después de tantos días después de tantos meses en los que va del año una buena noticia para los republicanos, muy contento se puso a refunfuñar como un fauno con las noticias va variando el humor de los señores, el tenor de las noticias los contenidos que corren con ellas, que tocan para bien o para mal el humor de esos señores que ponen los tesoros al servicio de la causa, los partes debidamente preparados llegaron todos juntos con un par de chasques que se conoce habrán cabalgado juntos para que no los degüellen en el camino con los papeles de las noticias en sus alforjas, orden de batalla a la derecha, primera división Lamadrid, caballería, novecientos hombres de los que andan con más saña por la saña del coronel en jefe, escuadrón de reclutas, milicias de caballería de Córdoba desplazándose por los campos de la tablada, centro segunda división al mando del coronel Deheza, infantería y artillería, ochocientos hombres, los chasques han corrido las bestias aparecen extenuadas inyectadas las pupilas de agua y de sangre, batallón número dos de cazadores coronel José Videla Castillo, presente es de los que no aflojan, el general anduvo pavoneando todo el día por el cabildo por el fuerte de la plaza de la victoria y por la fonda de monsieur Don Ramón donde se juntan todos, batallón número cinco de Infantería al mando de coronel Isidro Larraya, habrá estado firme también con la batería de Artillería a su entero cargo, pum van pum, anduvo con buen humor el general divulgándolo personalmente todo el día como si fuera la primera o la última batalla, unitarios ganando a los federales a cambio de esas en que los de la federación ganan batallas o combates, mayor Juan Arengreen, ochenta artilleros, ala izquierda tercera división, López, cuatrocientos hombres, caballería de Tucumán, estas noticias bajan las tensiones aplacan los ánimos y habilitan nuevos sueños de una patria a la medida de los negocios de sus señores más distinguidos, reserva cuarta división coronel Juan Pedernera, doscientos cincuenta hombres y regimiento número dos de caballería de línea, un poco más de dos mil hombres en total más que bien considerando que los otros fueron como el doble el general anda exagerando, doce piezas de artillería para desgarrarlos a cañonazos a los infelices sotretas, además de sus ochocientos veteranos el general los inventaría por su cuenta como si los estuviera viendo, unos mil salteños enviados por el gobernador y unos tucumanos por unitarios que deberían ser federales al general le sacan una sonrisa sus pensamientos.

Federales rima unitarios.

El año comenzó con el combate de las palmitas en la propia provincia una más para los unitarios una menos para los de la federación, y ahí nomás la batalla de las vizcaheras una menos para los unitarios una más para los locos de la federación donde un indio maula y de mala muerte terminó con la vida del valioso y valeroso prusiano alevoso a la causa de la cofradía mayor de los unitarios, el general está indignado además de cabizbajo porque todavía no se repone de la angustia que le vino después de fusilarlo al otro y ahora comienza a angustiarse por otras cosas, como la batalla de san roque una menos para los unitarios una más para los infernales federales o la de san nicolás una más para los unitarios una menos para los delirantes de la federación, porque al final pasan los meses como los de ahora como los primeros como los que van pasando y algunos de los mismos que anduvieron de conciliábulos con él calentando su cabeza se cruzaron de bandos para alentar causas distintas, en puente de márquez una más para los federales una menos para los republicanos como el asalto de córdoba una más para los federales una menos para los unitarios como la batalla de la tablada una más para los de la estúpida federación una menos para los unitarios sin contar federales contra federales unitarios contra unitarios federales luchando mezclados con unitarios y federales y federales mezclados con unitarios, otros murieron y a otros los mataron en las batallas que van pasando o en los mismos combates, en escaramuzas varias porque son ocasiones que se juntan los fanáticos de unos y es suficiente que haya un par de fanáticos de los otros para que se les acabe rápido la paciencia para que se armen los entreveros, la cuestión es que a lo mejor al general le alcanzan los dedos de una mano para contar los leales y a medida que pasan los días es más complicado, los correos o los chasquis se duermen en las postas que se modernizaron y ya no son más solamente corrales de las bestias y lechos improvisados, la verdad que está indignado con todo esto porque al final los otros no saben lo que quieren y lo que lo saca de quicio es que no termina de saber quien de todos los locos que andan dando vueltas de todos lo majaderos quién tiene la última palabra, si los dueños de la plata que por lo general no son sus compañeros de la milicia o si son los milicianos temerarios que seguramente deben tener sus acuerdo con los que manejan las arcas comunes, vaya a saber de los acuerdos que hacen a espaldas del pueblo.

Insubordinaciones rima subordinaciones.

Insubordinaciones rima subordinaciones. La imparcialidad es una virtud ausente en la aldea pero algo de ella se necesita para construir la posteridad nunca más un consuelo engañoso de la inocencia, hay pocos inocentes y menos imparciales caminando por las calles de la aldea, hipócritas lisonjeros y tarados a montones, y las intenciones de la libertad parecen una lisonja que se hace de partes del amor propio, y no hay que dejarlos levantar la cabeza dicen los generales y oficiales unitarios sino los mestizos comienzan con sus pedidos, mejores salarios, uniformes completos para todos ponchos para los fríos, caballos y armas y provisiones, ranchos y corrales, lo mismo piensan los federales de los negros pero no lo dicen, por eso los unitarios guardan sus inquinas, unos son habladores los otros sin ser habladores son igualmente conspiradores, los milicianos que vienen de la chusma no son merecedores de las mínimas consideraciones opinan los generales unitarios, y los que andan gritando el viva la federación piensan igual sin decirlo, esos campesinos mestizos y entenados que cuando toman un poco de vuelo propio son más reaccionarios que los reaccionarios auténticos, más cuando se maman borrachos y guachos, se insubordinan y después para subordinarlos es todo un problema y por eso son muy buenos para controlar la disciplina y el orden porque son más hijos de tilingos que los militares de abolengo, la posteridad consagra y recibe las deposiciones del fuerte o del impostor que venció discursean los generales federales en los cabildeos, los unitarios piensan igual sin decirlo, el futuro rescata las memorias de los seductores y de los sobrevivieron, de los que comandan las alzadas para sofocar los reclamos y las protestas, del débil que sucumbió y del hombre sincero que no fue creído, tarugos de las fuerzas, pendejos iracundos no es como decía el otro, ese que fue fusilado que no pudo ser sometido a un juicio en forma, no hay que ser muy bondadosos con ellos porque se les da una mano y se agarran del codo como actuaron en esos días del cuartel de las temporalidades, los generales federales dicen lo contrario y andan poniendo la cara y los buenos oficios por los aborígenes y por el lastre que arrastran los presuntuosos terratenientes de las provincias que quieren tomar los aires de los señores de la aldea porque disponen del dinero para comprar lo que necesitan pero a cambio de esto son unos sanguinarios de mierda y más todavía en esos lugares donde no hay jueces porque el juicio es necesario, para averiguar los crímenes y demostrarlos, opinan todos pero se desentienden, como después de la batalla en la laguna de las palmitas, cuando José Bernardino Buenaventura Escribano, alférez de segundo escuadrón teniente segundo de tercer escuadrón comandante del tercer escuadrón división de vanguardia, y un tal Isidoro Suárez y otro leales al general fueron destituidos del ejército tildados de unitarios insubordinados y pendencieros, después de los servicios que prestaron hace un año para fusilar al occiso los que fusilaron a Molina, el federal de cinta roja subordinado de otros patrones, envolver la impostura con los pasaportes de la verdad, se embrolla, y si es necesario mentir a la posteridad.

Causas rima personas.

En este momento me intiman a morir dentro de una hora, ignoro la causa de mi muerte de esos que deciden sobre la vida y la muerte pero de todos modos perdono a mis perseguidores cuentan los paisanos que dijo vaya a saber si así la cosa, la cosa era muy natural, cuando el ánimo está preocupado y excitado con gran interés en un objeto, en un desenlace probable de algún suceso, las ideas se repiten durante el sueño escribió alguno y al general le preocupa, unos dicen que es un perseguido otros lo tienen como héroe con unas pelotas más grandes que las del burro más dotado, hay quienes andan despiertos y soñando cuando en realidad tienen que estar dormidos para soñar pero hay sueños que se llevan despiertos, el tipo fue fusilado en la tarde del trece al frente del ejército en una estancia inmediata a Navarro; pues bien, yo soñé esto mismo y mi imaginación ocupada de esta escena mientras estaba despierto, me la representó muy al vivo mientras dormía, de modo que por la mañana comuniqué el sueño a varios individuos de mi familia, y varios amigos de confianza, por la tarde cuando llegó la noticia del infame asesinato, no me sorprendí lo más mínimo, y al primero que me la comunicó, le contesté lo que había soñado escribió otro, más tiempo menos tiempo pero es así, como hay sonámbulos caminando por la vida mientras van supuestamente despiertos tomando decisiones dando ordenes como si estuvieran dormidos cuando parecen despiertos, antes otro anduvo opinando después de las anteriores opiniones que debe salir inmediatamente sin tocar el pueblo, extrañado perpetuamente, dando garantías que podrán prestarlas los mismos mediadores, y privado también de la ciudadanía, esto es digno, más que fusilarlo, aun después de un juicio muy dudoso, si se han de consultar los ápices de la justicia en caso que vaya a Estados Unidos, Forbes dará buque al instante, que desde que estaba en poder del otro éste lo fusilaría, se crean fantasmas infiernos en sueños. durante los días corren las mismas ideas que corrieron en los sueños durante las noches corren en los sueños y las pesadillas las mismas ideas que llevamos de despiertos general, las personas se confunden con las cusas porque las causas siempre necesitan de caras y personas que las representen pero las causas resisten el paso del tiempo y las personas no, las personas después de muertas y de buenas a primeras e santifican aunque hayan sido perversas, participa, el general, al gobierno delegado del que es parte el mismo general el jefe de la insurrección republicana que el coronel acaba de ser fusilado al grito póstumo de viva la federación, en el segundo final décimas de segundo antes de la carga a la orden del prusiano, por mi orden al frente de los regimientos que componen esta división, a historia juzgará imparcialmente ha debido o no morir, como tendrían que morir también algunos cobardes, y si al sacrificarlo a la tranquilidad de un pueblo enlutado por él, puedo haber estado poseído de otro sentimiento que el del bien público, las ideas se repiten durante el sueño escribió alguno y al general le preocupa, unos dicen que es un perseguido otros lo tienen como héroe con unas pelotas más grandes que las del burro más dotado, hay quienes andan despiertos y soñando cuando en realidad tienen que estar dormidos para soñar pero hay sueños que se llevan despiertos.

Vivas rima vivos.

Vivas rima vivos. Después de un tiempo el general no se fía ni de su sombra, hay vivos que son muy vivos y se aprovechan de lo que dejaron los muertos que se muestran como buenos, los muertos no son todos buenos ni los vivos son todos malos, hay muertos que fueron malos aunque les recen responsos y vivos buenos aunque anden de entrevero en entrevero, muertos o vivos mezclan los patrimonios propios con el patrimonio del pueblo o hacen al revés y entonces se enriquecen a costillas de los gobiernos, el tiempo y los tiempos cambian y con ellos cambian las lealtades y las traiciones, los gritos de las victorias las quejas las instrucciones la estrategias, en los campos de batallas donde van quedando más de los que salen donde van quedando más compatriotas de los que vuelven, después de un tiempo el general tiene como única seguridad que él habrá matado la hidra pero después de un año cientos de tentáculos de esa misma hidra aparecen por todo el territorio nacional, resurgiendo, renaciendo, como en la batalla de chicoana donde tropas del llanero de los llaneros salteños sacaron más que corriendo el acólito de Arenales que se fue a Bolivia y entonces al general poco le duró el entusiasmo de todo lo que tuvo que hacer para sacar del medio a Güemes y de bajar el presupuesto de los ejércitos nacionales suspendiendo las operaciones de borrar el virreinato peruano a favor del restituir el virreinato del río de la plata, no es para andar cantando victoria el general anda iracundo de males de humores, gana en algunos lados se pierde en otros, unos son amigos de los negros y de los indios y los otros se hacen los amigos mientras les conviene, unos son latifundistas e inescrupulosos como los otros también son latifundistas aunque un poco más escrupulosos, hay muertos que fueron malos aunque les recen responsos y vivos buenos aunque anden de entrevero en entrevero, como ahora en la vizcachera donde un indio maula seguro de los ranqueles ha degollado al húsar más importante alguna vez oficial del corso, después de un tiempo el general no se fía de su sombra no al menos como se fiara de la lealtad de ese prusiano ahora sin cabeza que los pampas no pudieron defenderlo, encima se equivocó tomando como amigos a los enemigos esos otros renegados que llevan una cinta en el sombrero con las mismas palabras que gritan en las batallas, viva la federación, de esos federales que ganan muchas batallas y pierden muchas otras y menos que menos las batallas en la aldea.

Causas rima pausas.

Causas rima pausas. Ninguno descansa ni el que está muerto ni el que está vivo que los que se mueren se mueren para descansar o lo menos que se espera es el descanso eterno, tampoco descansa el que está vivo loco anda el general igual que se puso el otro cuando le dieron el parte de la orden de este diciendo que los fusilen, alguno encima escribió que aplastada la hidra el veneno se acababa y en el momento hubo varios que entraron en esas razones, que pasada por fusil la serpiente no incrustaría más sus venenosos colmillos en ningún lado pero nadie previó que los hombres son mortales y de estar pasan a no estar pero las causas son inmortales y entonces la hidra o la serpiente resucita, y de no estar las causas aparecen como artes de magia divulgándose por todos lados como modas como revoluciones como alzamientos como entreveros, como si nada, y se reproduce en las memorias y en los discursos de los que las sostienen las causas se mantienen en las logias en las cofradías en los principios prístinos en los preceptos en los valores que se defienden en secreto o a vivas voces, aunque sirvan también para hacer suculentos negocios, las causas también sirven para eso para gobernar de una manera y no de otra en estos tiempos en los que nadie sabe bien para donde tomar, con los ingleses metiéndose en todo y los españoles que no sueltan las tetas, los primeros días el general anda como loco ha retomado su cargo de gobernador de capitán mayor de los ejércitos nacionales, pero lo mismo anda desbordado de alucinaciones, confundido está con el comisario con el mismo fulano que ha puesto a disposición del compadre Lamadrid unos apuntes que entregó antes de morir el que también era compadre del tucumano, para que los pusiera en manos de Ud., para Ud. su chaqueta, pidiéndome la que yo tenía puesta para morir con ella dice el compadre, las causas se mantienen en uno en otro hasta que en algún momento como si fuera pus de un grano grande que revienta aparece por todos lados, blanco el veneno viscoso amarillento caldo de bacterias que matan o contagian, muchos compatriotas detrás de las mismas ideas que para el occiso eran las federaciones como para el general es la república, el poncho dijo era de su hermano, el Sr. Don Luis, compadezco a Ud. señora y le acompaña en su sentimiento su atento seguro servidor que sus pies besa protocolos epistolares fuera de los lugares, el general está molesto porque le vinieron a decir que lejos de servir de ejemplo el fusilamiento, es como que han aparecido más adeptos que como el otro dijo para la mujer y las hijas sed católicas y virtuosas que esa religión es lo que me consuela en este momento, que a ellos también los consuela la memoria del que fue martirizado cuando lo podrían haber dejado partir al exilio, que el condenado anduvo como él dando las instrucciones como él las da a los leales y también a los traicioneros que les van a contar a los gobernadores, el otro para que arreglaran todas las deudas perdonadas como las deudas perdonadas a los deudores del padre nuestro suplicando arreglo de cuentas con ella la infeliz que estará llorando desconsolada e insatisfecha, por si algo le toca para vivir a esa desgraciada, y pidió funerales y además funerales que fueran sin fausto, prueba de una muerte en la religión de los padres, todos los documentos de minas están en la cómoda vieja escribió el propietario como el general escribe las instrucciones para que se las aprueben los de la cámara de representantes, que ella termine como dueña de todas las cosas y dé a la familia lo que tuviese a bien, que mengano te entregue lo que a conciencia crea tener mío, calculo que zutano me debe como tres mil pesos, mengano mil quinientos, a la mujer de perengano les darás trescientos pesos, los hermanos, y demás coherederos, tendrán que recibir como mil quinientos pesos lo que se ha tomado de la herencia paterna y no se ha repartido.