cromagnon

República Cromañón. A lo mejor alguna vez nos atrevamos a decir lo que nos pasa sin echarle la culpa a cualquiera especialmente a cualquiera de los que quedaron de este lado de la línea los que no cruzaron esa línea delgada que separa el ahora del nunca más el paraíso que conocemos por el paraíso que no conocemos la inspiración a la expiración, tal vez alguna vez aprendamos a mirar los defectos personales que tenemos antes de ver los defectos en los defectuosos cientos de defectuosos, miles de defectuosos que como nosotros mismos tenemos al frente, ellos sin dudas tienen su culpas muchas culpas de la misma naturaleza de las mismas calidades y cualidades de las culpas nuestras, pero esas no son precisamente las culpas que les echamos encima por eso no tienen nunca la culpa de nada y los jueces que son culpables de otras cosas los dejan en libertad porque tampoco se sienten culpables de nada en un lugar adonde los tenemos por santos sin conocerles los pecados que están evidentes en sus mansiones en la costa, de los que ponemos primero en la línea de juego de las bengalas, esas bengalas que encendidas parecen eructos de fuegos multicolores que salen de las figurativas bocas o gargantas de los dragones que sostenemos en nuestras manos para divertirnos antes de divertir a los otros narcisistas incorregibles muñecos de arena y no barro, fuegos artificiales de colores flúor que nos encanta ver brillar en las noches emocionantes de los boliches como este de la república, cuerpo contra cuerpo sudor con sudor culos con culos, donde quedaron algunos de esos algunos que pasaron adonde todavía algunos no fuimos por la culpa compartida por todos, un pedacito de culpa de cada uno de esa culpa que demoramos en reconocer, porque somos ignorantes porque somos arrogantes.

padres, hijos

De padres y de hijos. Buen hijo es al final de cuentas con el otro que es buen padre al final de cuentas aunque algunos anden murmurando a sus espaldas que para eso está él para defenderlo, como un relámpago, luz y sonido como la luz fugaz de las descargas de los cañones en combate y de los disparos de los fusiles en las noches aciagas y finales de jornadas largas que cansan, porque además de guerra hay ejecuciones que desgastan porque los tipos lloran pidiendo clemencia y por sus madres, tribulaciones de los reclamos de los disconformismos por las cosas que pasan por las que van pasando, como una luminosa y fugaz centella le pasaron esa noche del húmedo noviembre de mil ochocientos once, cuando llegó la noticia ridícula y malintencionada de cortarse las trenzas, al subteniente de bandera Don José María Urien Rivadavia hijo del Comandante del tercer batallón de patricios dado de baja en el motín de Álzaga por andar defendiendo lo que no le correspondía no como él que en el mismo motín no se movió de su consigna anduvo dudando por estar en lugar diferente y que por lo mismo que degradaron a su padre él fue ascendido al grado de capitán, como una chispa que descarga le pasaron esa noche al hijo del Coronel Don José Domingo Urien y Mezperuza Basabilvaso y de Doña Rita Josefa Elías Rivadavia todos esos pensamientos de las cosas que venían pasando y de cómo venían él mismo y algunos otros tomando las distancias correspondientes, de las condecoraciones que llegaron de la Junta Suprema de Sevilla por la gracia de Dios y las disposiciones de sus majestades rey e reyna dirigiéndose a los príncipes a los infantes, prelados, duques, marqueses, condes, a los concejos de corregidores, alcalde de todas las ciudades, villas y lugares de los reinos otrossí mandados, en retribución al comportamiento heroico para defender la aldea de los oportunistas ingleses, cuando le llegó la noticia del nombramiento de cónsul de comercio como comandante del regimiento, buen hijo es al final de cuentas con el otro que es buen padre al final de cuentas esas son cuestiones personales que él no las va a andar explicando.

colmos

Calmas. Colma la calma y la paciencia la opinión calmada del triunvirato de cuatro o de cinco o de los que gritan cada vez que se hacen las reuniones, desde regentes a directores desde alcaldes hasta mulatos, que ni se ponen de acuerdo con los intereses que defienden, intereses privados que se mezclan con los intereses de la hacienda, intereses de unos pocos que tocan los intereses de muchos, negocios que son los de la corona, negocios de los criollos que están con la corona o negocios de los gringos matreros y sin escrúpulos que se quedaron por estas costas y que sirven a varios señores, calma hasta el colmo tomar la determinación que por no ser conforme con las atenciones del señor Brigadier Don Cornelio Saavedra el desempeño de las funciones de este importante cargo calma la colmada paciencia de la tropa que lejos está de tener las cosas claras por más claridad que algunos quieran ponerle a la hora de los discursos si al final la aldea se va armando con cada día que comienza con cada día que termina, es el colmo como colman el aguante de varones tan aguantadores que aguataron reconquistas y defensas, sueldos que no se terminan de pagar y bajas especialmente bajas de tropas que son diezmadas cada vez que los políticos necesitan una ayudita, para después como ahora después que todo pasa y pueden estar tranquilos descabezarlos del comandante del primer batallón como hacen cada vez que tienen problemas, o cambiarlos, colma la calma que por sus firmas los tipos comprimen las tropas que en algún momento valoraron por cuantas eran, un batallón menos con Álzaga un batallón menos ahora con el alejamiento de Don Cornelio, quitarle el rango de milicia y defenestrarlo como batallón de línea, del fuego de ellos del que hacen los leguleyos con sus discursos fuegos que podrían hacer con sus libros o las hojas donde anotan sus leyes, colma la calma, hasta el colmo.

discreciones

Discreciones. Ese día lejano muy discretamente un discreto Baltasar Hidalgo de Cisneros les pidió a sus interlocutores mucha discreción de lo discretos que deberán ser cuando aparezcan los reconocimientos de la Junta de Sevilla como han llegado las noticias a estos sublevados premiando a los oficiales de los cuerpos milicianos que defendieron la aldea, discreción porque él mismo dio la orden que se castigue a los rebeldes porque no son épocas de andar peleando adentro cuando afuera se sacan los ojos, y entre esos renegados hay oficiales que seguro serán reconocidos por los monarcas porque reconquistaron la comarca, porque además de los castigos dio la orden que los cuerpos urbanos que se hallan a sueldo se reduzcan a cinco batallones, dos con los tres de patricios, uno de montañeses uno de arribeños, con dos abanderados un capellán un cirujano un tambor y dos pífanos, a la flauta el flautero para tocar en los ataques y en los contraataques, y con ella los intereses de la corona que hay muchas coronas y una sola colonia, cuando de cualquier manera menos discretamente tuvo que disolver el tercer batallón porque algunos jefes bajaron la orden de andar apoyando a ese asonado de Alzaga que se atrevió a ir juntando padroneros o a unos cuanto alcaldes de padrones, entre los vecinos desconcertados que no entienden de revoluciones convenciéndolos que una organización criolla podía sacarles mejores beneficios que la organización desde la Junta allende el océano, en ese día muy lejano habrá podido defenestrarlo a Don José Domingo comandante del batallón de marras sin darse cuenta que no despedía a su retoño que revistaba como abanderado un apoyo tan importante como el que dan los que tocan los tambores, lo curas y los cirujanos, ese Urién que ahora está tramando con otros la rebelión contra el ilustrado que da y escribe ordenes que no se compadecen con la disciplina y la valentía de los celebérrimos tenientes coroneles y capitanes que tienen mucho de valientes y arrojados y muy poco de discretos porque son indiscretos para pedir por lo que ellos creen que es lo justo y es que nadie venga a pedirles que se corten las cabelleras y menos las trenzas que las adornan y menos con soldados u oficiales menores de los dragones que los degradan cumpliendo instrucciones ridículas, viejos y vejestorios indiscretos que a caballo siempre se mantienen detrás de las líneas de fuego.

cinchadas

Cinchadas. La revolución declarada tenía demasiados intérpretes con intereses algunos contrapuestos, que la regencia conversada con los servidores de la princesa Carlota que al final significaba una jugada a dos puntas española y portuguesa, que una monarquía delegada, que libertad irrestricta de criollos sin extranjeros que cambio de reyes y de virreyes, por eso el pueblo por mucho tiempo no pudo saber de qué se trataba, tal vez ni siquiera lo supieron los mentores que los había de todo, mentores y comedidos doctores alcaldes y amanuenses de los lugares del centro de la aldea de los arrabales del retiro de las orillas del matadero, de todas las edades como los laboriosos viejos del triunvirato arreglando los entuertos de los más jóvenes que además pensaban diferentes, algunos vestidos a la inglesa con galera y todo con modos españoles y acentos franceses algunos vestidos como en Salamanca con modos franceses y acentos de ingleses, la revolución tenía demasiados intérpretes y demasiados significados para demasiados patricios vecinos de todos los lugares, después de la reconquista y la defensa lo más claro quizás es que se podía vivir sin regencias a lo lejos o con regencias de afuera y regencias de adentro, pero la revolución declarada tenía tal vez demasiadas regencias de adentro y de afuera hasta el acuartelamiento de las trenzas, trenzas de los patricios trenzas de los oficiales defenestrados o en funciones, o por las trenzas de los milicianos libres y libertarios que se negaron al orden cerrado del oficial rechazado que sabrá mucho de leyes como andan diciendo pero nada de cuarteles y de defensa por voluntad propia sin nadie que ande reclutando para defender el lugar de las arremetidas de los ingleses aprovechadores con eso que el emperador les quitaba a los reyes en Sevilla, habrase visto tamaña ofensa de ordenar el corte del adorno capilar que los distingue, a ellos caballeros honorables de arrabales y fincas conocidos de las plazas públicas, allá donde se hacen las cinchadas como tal vez haya que cinchar esta revolución que cualquiera pregunta de qué se trata.

adentro y afuera

De adentro y de afuera. Uno piensa que la revolución es, propiciar a la infanta Carlota para hacer una monarquía menor que rija por estos lados, otros ser amigos de los comerciantes ingleses, otros defenderse con los criollos y los orilleros y los arribeños y los arrabaleros, andar haciendo trenzas con los trenzados que siempre anduvieron por estos lares, y que después se tomen decisiones de majaderos para prohibirles a unos cuantos tipos andar justo como buenos cristianos acicalándose como se les de las ganas con las trenzas de sus juveniles portes my aspectos viriles incuestionables tan incuestionables que a los ingleses no les quedó ganas de venirse de nuevo por la aldea, el otro el boliviano piensa que la revolución es abrir el juego como deben abrirlo las personas de buena voluntad que defienden lo que hicieron y lo que hicieron sus predecesores, y el terruño y todas esa cosas pero que es realista y que bien se da cuenta que no se puede haber armado o armar un gobierno aislado de todo y de todos, menos cuando la revulsión no es un sentimiento profundo y homogéneo para todos, mientras siga siendo lo que es ideas diferentes para los diferentes tipos que la buscan la revolución seguirá siendo un fracaso, así se desactiven motines como este el de diciembre del once y se fusilen a unos cuanto infelices que la única culpa que tienen es la de la lealtad a las ideas o a diferentes tipos que quieren cosas parecidas sean regidores o temporales, gente decente o mulatos, de adentro o de afuera esa es la cuestión de una revolución que se declaró sin saber muy bien de qué se trata, dime con quién andas y decirte he quien eres, mentecato, algunos de ellos leyeron parte del Quijote en Salamanca.

durante algún tiempo

Durante algún tiempo. Cuando en la aldea eran apenas unos cuantos y los arribeños se conchababan por nada o por la comida para defender tierras que no eran suyas, los patricios pusieron una y otra vez y las veces que fueron necesarias cuatro mil vecinos notables de las orillas de los arrabales y de las fincas vecinas para sacar a los ingleses oportunistas que se aprovecharon de las majaderías del francés que en Europa venía sojuzgando a los reyes propietarios de estos lares, por eso cuando les comunicaron los cambios no aceptaron y desde los oficiales a los mismos os soldados se apoderaron de la guardia y del arsenal del cuartel, expulsando del mismo a los oficiales traicioneros que estuvieron a favor del abogado que pusieron para reemplazar a su teniente coronel el potosino que no fue rechazado como fue rechazado el otro que diligente se fue a informar al gobierno de los hechos, del petitorio de los soldados, acaudillados por sus cabos y sargentos, presentaron un petitorio, en que pedían que se nos trate como a fieles ciudadanos libres y no como a tropas de línea, en que pedían al Sr Don Antonio Pereyra por Coronel del Regimiento, excluyéndose al Sr Don Manuel Belgrano y por Mayor del Regimiento a Don Domingo de Basavilbaso, excluyéndose a Don Gregorio Perdriel, extinguiéndose el ayudante Don Pedro Banti, en que pedían sean indultados todos los presos que actualmente existían en sus calabozos asegurando la vida de V.S., como asimismo asegurará las nuestras bajo palabra de honor, existiendo en nuestro cuartel hasta proveer la resolución de V.E., apresado en rehenes Don José Díaz, petitorio que el triunviro Feliciano Chiclana recibió, pero puso como condición que, antes de proceder a su estudio, el regimiento debía deponer las armas, interpretando que la aceptación de esa condición hubiera sido rendirse sin obtener las garantías exigidas, ésta fue rechazada, durante algún tiempo como rezaba la bula del Alejandro VI cuando hizo el reparto de los territorios por una línea imaginaria en los océanos.

entre otras cosas, esta

Entre otras cosas, de Infantes de infantiles de infelices. Cómo lo pueden aceptar corren las noticias en la noche de diciembre, si el jurista no sabe nada de peloteras no sabe nada de guerras no sabe nada de peleas, y menos de andar mandando gente libre, que no se crean los que lo nombraron y los leguleyos que engañan a los criollos con eso de andar poniendo por todos lados, blasfemando a Don Cornelio que también lo hace, opiniones cambiadas, quedando bien con dios y con el diablo, qué podrá saber este para dar instrucciones para que la tropa entera ande sin las trenzas que la distinguen, se acuartelan y se resisten los hidalgos patricios lamentando que se fue su comandante reemplazado por este y de acuerdo a una orden de su amigo Sarratea, si en la aldea no hay mucha gente y la mayoría se conoce, mucho más a estos señoritos estudiados en Salamanca o haciendo negocios en el consulado de comercio la mayoría de los cuarenta años que dicen que tiene, cómo pueden qué andarán queriendo esos que creen que de ahí van a venir a poner sus ideas como si ellos vivieran el día a día, qué querrán de disminuirlos diciendo que fue el único cuando en realidad fue uno entre docenas y cientos de jóvenes de las Américas que estudiaban en Sevilla por esos años, o en Salamanca que andaban de un lado a otro con la plata que desde el terruño enviaban Doménico y María Josefa, que por mérito recibían ese permiso especial de Pío VI para leer obras heréticas una autorización para espiar a Montesquieu y en las bulas alejandrinas de más de trescientos años tratando de entender los negocios y los negociados de aquellos españoles y portugueses de entonces como en la época de revolución entendida por los franceses de manera diferente a la que entendieron los españoles y los ingleses, cómo lo pueden aceptar si ellos mismos anduvieron repartiendo pasquines donde el otro escribe me hallaba en España y la revolución de Francia hiciese también la variación de ideas y particularmente en los hombres de letras con quienes trataba, se apoderaron de mí las ideas de libertad, igualdad, seguridad propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre, fuere donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido, y aún las mismas sociedades habían acordado en su establecimiento directa o indirectamente, justo entre otras cosas como escribió ese Alejandro cuando allá lejos se puso a repartir lo que no era de él, como se hace en estas orillas con las milicias leales.

timoratos y temporales y templarios

Timoratos y temporales y templarios. Aunque no lo confiesen porque sienten vergüenza de levantar la voz frente a gente a la que no le deben nada pero parece que le deben porque son prepotentes y desde que llegaron según cuentan los paisanos andan cobrando la alcabala para la corona sino es el diezmo que se llevan los curas, pero para unos la revolución es expulsar a los gringos sarnosos y sifilíticos de territorio del virreinato porque se andan echando a todas las chinas las ponen gruesas y después las dejan libradas a la suerte y a la suerte de ellos también que no serán señoritos como los otros, como esos que andan con esa correrías y después se casan con señoritas de la sociedad con sus mejores caras de sotreta, pero son más que machos y además respetuosos y no quieren saber nada con esos españoles o ingleses que se enriquecen como quieren con el comercio los géneros y las guerras, tal vez más tímidos pero no menos valientes al contrario de los otros para los que la revolución se resuelve en los papeles que se firman con la misma rapidez con la que ellos cambian de opinión porque un día para ellos la revolución es arreglar con cualquiera en la junta de Sevilla y otros día cualquiera la revolución es arreglar con los revoltosos de los ingleses o los franceses, aprovechado que por allá andan a tras perder con el emperador ese que está tomando todas las propiedades muebles e inmuebles, no como ellos que son corteses con las mujeres y con los niños que son los que más desprotegidos están por los perímetros de las fincas y los arrabales, y hay otros que dicen que la revolución es como un poncho tejido sobre el cual hay que ir urdiendo los hilos de lana como se deben ir tramando las traiciones y las conspiraciones y los acuerdos que todo saben que no se cumplirán pero que lo mismo firman mientras están con los grupos de húsares y dragones de su lado, y están también los patricios que no quieren aceptar que un tipo de escritorio por más leído que se les de instrucciones sobre cómo tienen que pelear en las milicias cuando ellos fueron los mentores y conocen bien los que hay que hacer cuando hay que poner el pecho y no necesitan ni de instrucciones ni de nadie que les quite libertad con el cuento de organizarlos a ellos los temporales. "Todos hablaban de revolución, aunque la palabra tuviera significados distintos según las bocas que la pronunciaran. Querían liberar el amor, cambiar la vida, dar derecho de ciudad a los deseos, traer la justicia a la tierra, eternizar la niñez, el goce y los sueños, y eran tan puros que creían que los instrumentos adecuados para conseguirlo eran la poesía, los pinceles, el teatro, la diatriba, el panfleto y la farsa". (Vargas Llosa)

inseguridades

Inseguridades. A los señoriítos les tiemblan las manos y las piernas cada vez que los tipos del arrabal o de las quintas se caen por la plaza de la victoria porque la aldea es muy grande y entonces en sus alrededores hay muchos que comprenden bien qué es la revolución y son más varoncitos que los más pintados para defender las pertenencias propias o del patrón que les da de comer, además para organizarse en milicias de húsares y de los propios patricios que no están acuartelados en las barracas asignadas por el gobierno ese de inseguros que los quiere disciplinar cuando justamente ellos se juntaron sin que nadie los obligue a disparar un solo tiro, húsares como son, dragones que defienden esos ideales revolucionarios que conocen bien cuando los otros están todavía dudando si se hacen obsecuentes de loores en embajadas o de virreyes venidos a menos en las colonias abandonadas, a los señoritos les tiemblan las manos y las piernas cada vez que los regidores vienen con los paisanos a cualquier hora de la madrugada para andar de cabildeos y con prepotencias porque no les gusta que los manejen como a los otros se les ocurre sin consultarle para que después vengan a pedir por ellos para que les pongan el pecho a las balas, como si hubiera que andar pidiendo de favor lo que corresponde por derecho le dice siempre Campana al regidor que le paga, como hacen los mismos inseguros señoritos a los que les tiemblan las manos y las piernas cada vez que los tipos de los arrabales más grandes o de las quintas allende el mar caen por estos lados para llevarse lo que no es de ellos.

como bola sin manija

Como bola sin manija. Nada que hacer una cosa es lo que dicen otra lo que hacen porque declarar libertades a nobles de abolengos y reinados que están diezmados y a reyes que no existen los pone locos a todos y les exacerban los bajos instintos de la codicia las traiciones los conciliábulos entre compatriotas que no saben ni siquiera que lo son porque unos están con los ingleses otros con los españoles y hay quienes se distancian de unos y otros porque piensan que esos vienen por acá a hacer negocios nomas, una cosa es eso y otra de nobles ciudadanos ilustres regentes y alcaldes velando por el paisanaje es como hacerle declaraciones a otras organizaciones en la nada, a cáscaras vacías pura cáscara de organizaciones que en la madre patria se desmoronan, eso de andar como bolas sin manija, surcando el espacio con alguna dirección que no es la misma que cambia que se modifica con algún sentido que no es precisamente el sentido con alguna velocidad de nada y menos que menos los cuerpos militares que andan como bola sin manija con sus jefes, le sacaron las jinetas al temporal al centurión de cabello blanco y nariz aguileña se las dieron al letrado que no sabe de guerra ni de batallas, que los civiles renegados procedentes de las fincas y los arrabales de la aldea, rechazando los ofrecimientos por favor que los que corresponden por justicia dice el abogado Campana el leguleyo que le explica a los mulatos y al gauchaje que no hay que arrodillarse ni humillarse ante los gringos explotadores menos con el derechos que da habitar desde siempre una tierra prometedora, el abogado Campana, como bola sin manija igual que su patrón por las noches de la aldea allá en miserere o en mataderos en las horas que se hacen mejor para conspirar y acomodar los derechos y los intereses negociados igual que los géneros ingleses que se prohibieron enviar al interior que no tiene ni arte ni parte en la junta que al vicio se llama junta grande.

fiusilados

Fusilados. No es por las trenzas de abolengo que se hace valer en las tertulias o en las calles de la aldea trenzas que llevan los varones y patricios porteños para caerles bien a las damas y además para reconocerse en los combates, en esos combates donde hay que fusilar la mayor cantidad de enemigos por mucho que ellos sean y por pocos que sean los nacionales, no es por eso que están molestos eso es lo de menos si al final el pelo crece o si hay una calvicie para eso hay pelucas más elegantes que las mismas pelambres, no es por eso para eso son recios soldados que no van a andar escapándole a unos cortes de pelo ridículos, varones renegados de familias notables de la aldea para defender lo que tienen a punta de cuchillo duelos o rencillas, no es por esas trenzas que los distinguen sino por las otras trenzas de una libertad que no se resuelve, de generales sin ejércitos y ejércitos sin partidas del gasto de los gobiernos que gastan en otras cosas y no para andar defendiendo a la patria, no se resuelve la libertad quietándosela a los otros menos a ellos que son una milicia voluntaria que sirvió para correr a los ingleses y poner orden cada vez que los desordenados civiles de los políticos que andan trenzando y les dicen a unos una cosa y después se desdicen o les dicen otras cosas a los otros y así lo que se consigue o arma con las armas lo desarman con las palabras, no es por eso por los tiempos de amotinarse y quedarse encerrados en los cuarteles, sino porque los que quieren imponer sus ordenes son más infelices que los que deben cumplirlas porque las traiciones y los negocios están más en sus manos que en las manos de paisanos que también tienen sus intereses y negocios pero que no son los de los jefes que son jefes porque saben leer y esas cosas, no es por una trenzas que se consiguen nuevamente sino por los fusilamientos patriotas patricios contra patriotas criollo patriota contra criollo patricio dispuestos para escarmiento de soldados de las propias filas.

trenzas

Los temporales y sus trenzas. Los tiempos naturales de las trenzas no son los mismos que los tiempos de las otras trenzas ni de los tiempos de los temporales que se resisten a cortarse las trenzas porque rechazan que les quiten la libertad que siempre tuvieron para defender lo que tienen como se les da la gana, ellos no necesitan que les anden diciendo justo lo que hicieron antes, sin nadie que les dijera cómo cuando aparecieron como milicias en la aldea, los tiempos de ellos son diferentes a los tiempos de la historia que no son tampoco los tiempos de la vergüenza de Campichuelo que aunque no llegan los correos llega el boca a boca, tampoco son los tiempos del general de academia del leguleyo autorizado por pío sexto para leer lo que escriben pensadores que están prohibidos, que no son los tiempos de los que lo mandaron a meterse para que otro país se subordine al país subordinado de todas la subordinaciones cruzadas que hay por estos tiempos, ni tampoco los tiempos de las derrotas de Paraguarí y Tacuarí que son tiempos marcados por los caprichos las bajezas las penurias las acciones miserables de los hombres de gobierno comerciantes notables que suplantan los descalabros de los virreyes, hombres que son respetables pero que gobiernan con secretos y con intrigas que no se sabe si responden a sí mismos o a los de afuera que tienen líos peores que los de adentro, no son los tiempos ni los aires de ese general que no quiere serlo, como no es ese triunvirato ni son las independencias que se declaran que son dependencias en las mesas de las negociaciones y los negocios espurios, o miserables depende de donde se mire porque en realidad las denominaciones devienen de los mismos hombres que lo son así o son mejores todo el tiempo de la historia que es un tiempo diferente al de esos hombres y además al transcurso del tiempo natural, o el tiempo personal de cada uno que puede o no coincidir con los otros, los aires de la revolución de mayo son aires enrarecidos que ya pasaron a veces son como brisas tenues a veces como huracanes que esos patricios enfrentan con generales en serio no con burócratas que reemplazan generales hechos y derechos.

los temporales

Los temporales. Los tiempos naturales no son los mismos que los tiempos de la historia que son tiempos marcados por los caprichos las bajezas las penurias las acciones miserables de los hombres que son respetables o miserables depende de donde se mire porque en realidad las denominaciones devienen de los mismos hombres que lo son así o son mejores todo el tiempo de la historia que es un tiempo diferente al de esos hombres y además al transcurso del tiempo natural, o el tiempo personal de cada uno que puede o no coincidir con los otros tiempos que como capas se superponen, entonces hay como hubo como tres o más temporalidades que se superpusieron aquel diciembre de mil ochocientos once cuando el triunvirato mal triunvirato porque un triunvirato no es de cuatro personas sino de tres y no de cuatro que mandan como si fueran tres o tres en las representaciones, tipos con líos como siempre indefinidos como esos tiempos como los tiempos de las lealtades las deslealtades, esos mismos miserables o afortunados u honrados nombraron al bajito para reemplazar al jefe que los otros reconocieron hombres libre que fueron obligados por el bajito a dejar de ser milicias en su grupos callejeros de defensa callejera y empezar a ser ejército de línea, que significaba dejar de ser libres y comenzar a obedecer órdenes de tipos contradictorios caprichosos miserables con interese creados con varias coronas propias privilegios ganados a costa de negocios turbios o con varias coronas propias o ajenas, simultáneamente, si total los populacheros ni se enteran de esos caprichos de esas bajezas si se está con los ingleses con napoleón o con los menoscabados reyes de Sevilla, dejar de ser milicias dejar la espontaneidad de estar porque se quiere pasar a estar porque lo ordena el chiquito o el que fuera, porque se quiere defender el lugar donde se vive donde viven la familia donde viven las familias de los demás, para comenzar a obedecer órdenes y encima ordenes estúpidas como esa de proceder a cortarse las trenzas, que se arman de sus profusas melenas, trenzas que que son el distintivo de los tipos que son iguales que son como cuatro mil en la aldea de los que llaman patricios civiles voluntarios para proteger a políticos mentirosos corruptos y envalentonados armadores de otras trenzas que se arman por otras cuestiones menos personales y más comerciales o políticas que son comerciales en definitiva las temporalidades por las superposiciones de llos tiempos naturales de los tiempos de la historia de los tiempos personales de los propios tiempos además de los tiempos neutrales de los tiempos de las ejecuciones dispuestas para que los negros aprendan que hay que respetar las disposiciones que eso es estar en línea y no ser un miliciano cualquiera como el inglés ese que como si fuera adivino disparó el primer tiro de los tiros que no se dispararon después los mismos tipos extraviados estrábicos que lo sobrevivieron después que lo ejecutaron, que eso es estar en la línea que ante los imponderables el gobierno se hace cargo de los que quedan coincidiendo en las temporalidades del gobierno no de los temporales del regimiento con pensiones que se pagan mismitas se reclaman y cuando se dejan de reclamar no se pagan más.

metamorfosis

Metamorfosis. Era la maestra de cuarto grado de mi hija, por eso me costo verla como mujer. Era la maestra de mi hija y casada y casada en primeras nupcias con otro, por eso me costo verla como hembra. Era la maestra de cuarto grado de mi hija y casada en primeras nupcias y además una hembra hecha y derecha de las que hay dos o tres, por eso me costó verla como una persona con emociones y sentimientos. Era la maestra de cuarto grado de mi hija y casada en primeras nupcias y además una hembra hecha y derecha de las que hay dos o tres lo que la volvía íntegra porque además era una persona con emociones y sentimientos como hay muchas, por eso me costó darme cuenta de su tristeza. Era la maestra de mi hija y casada y además una hembra hecha y derecha lo que la volvía íntegra porque además era una persona con emociones y sentimientos y que penaba sola con su tristeza, por eso me costo decirle que hubiera preferido su presencia a su ausencia. Y con su ausencia yo, que soy el padre de mi hija, que soy maestro y soy un macho aunque no sepa si hecho y derecho o sea aunque sin saber si soy íntegro, y si tengo algo para rescatar con mis emociones y sentimientos y que encima me paso diciendo que no hay dos sin tres, me quedé muy triste. Más triste que ella. Seguro.

confesiones de un extraviado

Confesiones de un extraviado. Ni yo fui el malo y ella la buena, ni yo el bueno y ella la mala. Fuimos. Ni ella se portó mal y yo bien, ni yo me porté mal y ella bien. Nos portamos. Nos comportamos. Al revés de como sucede en cada vez que él propone y ella dispone, ella dispuso sin que yo me enterara qué tenía que proponer qué debía proponer, cuándo o cuánto, y entró en mi vida como una tormenta, arrasando con todo. En unos pocos días estuvo y después dejó de estar, vientos lluvias relámpagos y truenos tuvo esa tormenta igual que cualquiera, y en realidad no sé si fueron pocos o muchos días, para mí fueron pocos, porque fueron los único días y nunca más la vi, y en esos pocos días no me hizo ninguna pregunta, poco hablamos todo fueron tactos y contactos. De pronto estuve encendido en medio de sus pechos de pronto estuve tocándola una y otra vez por todos lados, igual que ella me tocó por entero. Eso fue todo. Sexo, no estoy seguro que lo hayamos tenido, pero eso no contó en ese ojo de tormenta. No pude preguntar, no me dejó preguntar, solamente me dio y me pedía igual que yo, amor prohibido. Eso fuimos. Y fuimos. Y dejamos de serlo. Hembra cien por ciento, para mí fue la mina que más me enterneció. No se si la habré enternecido. Parece que no. Yo pienso en ella cada día. Parece que ella no piensa en mí. Aunque algún maligno me dijo sin saber que me dolería, que le pone los cuernos al marido con cualquiera. Como si eso dijera algo, yo también le puse los cuernos a mi mujer no se si con cualquiera se los puse. Ella para mí no fue una cualquiera. Tal vez yo para ella sí. Y por eso ahora al enternecimiento se le sumó la nostalgia. Creí que me conocía. No me conozco nada. Creí que conocía. No conozco nada de nada. Porque no dejo de andar perdido. No se si la extraño. Pero extraño esa tormenta.

afuera y adentro

Afuera y adentro. Hay que acostumbrase a ver adentro a los que antes deambulaban por afuera, a los que ates formaban parte del escenario de la calle donde hay desde amigos hasta enemigos, de leales hasta traicioneros, donde hay ricos y pobres y donde hay machos y hembras y también maricones de los tiempos que se vienen, hay que tener estómago aunque después se explique lo contrario en una clase de historia contando las andanzas del Cacho Peñalosa caudillo de los negros comiendo arrope y locro con el paisanaje, contando de él cabalgando como si fuera un súper héroe o el llanero solitario montado en su caballo corriendo por los senderos y las huellas abiertas en los montes de la rioja de Catamarca del mismo Chaco haciendo esta patria que tantos se toman el trabajo de ir destrozando lo que otros consiguieron con sangre y traiciones, hay que tener el estómago que él tenía pero que ella no lo dejaba para aguantarse a los negros abriendo la heladera y comiendo y eructando después de los almuerzos en la misma mesa donde elle y él se recogían con los cuatro críos en la ceremonia diaria de cada almuerzo, cuando ella le gritaba y le decía que no cuando él quería traer a otro amigo que no fueran el curita Martínez o el turco de la esperanza que caían todos los jueves al mediodía y de ahí se lo llevaban a tiembear en la sirio libanesa hasta las cinco de la tarde, hay que tener el estómago que él tenía y que a ella le cuesta pero lo tendrá para aguantarse a toda la gente desconocida pasear por los pasillos y los incones de la casa tocar todo, hay que aguantarse porque ese es el preámbulo de lo que después pasa afuera en épocas donde nadie se anima a ponerse en contra de los boludos de los milicos que gobiernan y entonces si se los recibe como a seres humanos ellos devuelven con lealtad esos gestos y después en la calle se ponen de propio lado y no les interesa si los milicos filman y se confeccionan las listas negras porque cuando se son muchos hasta los mismos militares sienten chucho chuchi, así que va aprendiendo despacito luchando con su cara que antes ponía cara de asco cuando lo trataba de convencer al pelotudo que ellos estaban mas allá de todo el negraje que ellos tenían otro nivel y que podían darse todos los gustos, hay que ir acostumbrándose a ver afuera a esos infelices mas cagados dando una mano diciendo hay que buscar al tordo siendo solidarios, mirarse un poco adentro y cambiar que siempre hay tiempo para cambiar en la vida.

ser o no ser

Ser o no ser. Los primeros meses fueron un infierno o dos infiernos o varios infiernos, primero porque ella conocía muy bien todos los secretos matrimoniales que nadie podía conocer como ella y sabía que lo que le pasó al tipo fue lo que le pasa a todos los boludos que se pasan de pícaros, ella lo empuaba y el otro se enganchaba con las conclusiones que sacaba de sus lecturas de historia argentina de la época de la restauración de todas la traiciones de todos los traicioneros que fueron armando la patria despareja de ahora mismo, el otro la escuchaba embelesado en los descansos de noches lujuriosas fumando en la oscuridad un pucho y en cueros como anunciando que después se seguía con lo mismo, y ella hablaba y hablaba entre polvo y polvo, ella le fue llenando la cabeza contra los del ingenio le confirmó sus sensibilidades por los pobres y cuando lo vinieron a buscar para que sea intendente del pueblo ella fue la que le dijo que acepte, porque si los demás pensaron que era malo y andaba en todo lo que dicen que fue el motivo de los que se lo llevaron se equivocaron, de los dos ellas era la neurasténica y la resentida la rebelde sin causa la rencorosa, y si bien el no fue un pan de dios era un paisanos buenos y no hubiera hecho mal a nadie, y ella sí siempre los pensaba desde adentro de su espíritu de comechigona princesa de las últimas dinastías antes que los evangelizadores les robaran el linaje las riquezas y la dignidad porque no es nada andar viviendo ajustados, lo malo es cuando a uno le tocan el culo porque es humilde o pobre, ella sentía algo de cargo de conciencia con esto y le llevó mucho tiempo convencerse, allá no era lo que parecía ni parecía lo que es igual que lo que le debe haber pasado al boludo cuando los hijos de puta empezaron a apretarlo, y segundo porque tuvo que ir acostumbrándose a cambiar la vida privada por la pública, bastante tiempo después porque los vecinos no la acompañaron cuando largó en sus vueltas a la plaza imitando a una mujeres que parecía que tenían problemas como ella en otras plazas en otros lugares y que como ella no podían hablar mientras los otros estuvieran en el gobierno, ella comenzó solitaria y resentida pero con su mejor cara, la procesión le iba por dentro, peregrinando de despacho en despacho, de oficina en oficina, de parroquia en parroquia, tratando de mostrar ser lo que no era, no siendo lo que fuera, abriendo la puerta de su casa a solidarios a traicioneros a espías a mercaderes a personas de buena voluntad que se le fueron acercando cuando comenzaron a convencerse que el dolor de no ver más a un ser querido es infinitamente más grande al dolor de quedarse sin trabajo en la empresa que es la única fuente de trabajo del pueblo que es a lo que todos le tienen miedo.

la vida o la muerte

La vida o la muerte. Una cosa es cuando uno sabe bien lo que ha pasado con el otro así uno lo quiera o no cuando sabe que se fue para algún lado que ya no anda más dando vueltas por los lugares comunes, pero que esa ausencia es presencia mientras nadie la desmienta, mientras nadie venga a contar que ese alguien se murió que dejó de existir, que lo velaron como dios manda y que seguramente lo habrán cremado o metido en un cajón para que se lo coman los gusanos o se mantenga incorrupto como les pasa a los santitos, pero ella no estuvo preparada para esta y además con la experiencia que tuvo que fue más de un año, cuando al tipo se lo llevaron la misma noche que los milicos tomaron el poder, más en la madrugada que en la noche que lo vinieron a buscar como a las seis de la mañana, y después los días que siguieron unos veinte días ella pudo saber por dónde andaba, hasta que de pronto le perdió el rastro y encima los hijos de puta a los que les iba a preguntar que bien deben haber sabido le decían que no sabían nada, que todo era parte del secreto de estado de la junta de comandantes y que no se les puede brindar la más mínima información, ella ya tuvo esa experiencia que pasen días y días sin que el tipo esté ni siquiera su sombra, de ponerse neurasténica con los ruidos de la calle, los que podían presagiar que estaba volviendo los que confirmaban que no, que cualquier ruido le agudizara el sentido del oído que se fijara en los sonidos, que cada sonido le representara algo, ella ya vivió esa experiencia que pasen días y días sin él, y que de pronto aparezca una tarde como si nada, sucio nomás hecho un linyera un poco más flaco pero sano sin ninguna lastimadura, vivo después de haber estado muerto, ausente total después de haber estado en cuerpo presente pero el suyo que estuvo ausente, así que más que queriendo encontrarlo porque en el fondo está convencida que se fue corriendo detrás de eso que tira más que una yunta de bueyes quiere que le confirmen lo que nunca le confirmarán que esta vivo en algún lado, o que está muerto y caído en algunos de esos tiroteos medio raros que se producen entre los guerrilleros y las fuerzas del orden entre las fuerzas del orden y las fuerzas del desorden, va de un lado para otro aunque los que la atienden le anden con evasivas, aunque no la miran a los ojos mientras le dan largos y vacíos discursos explicándole que ellos le decían al tordo que no había que meterse con la empresa porque la empresa les da de comer a todos los que dan vueltas a la redonda y también a algunos de los que no se ven pero que también son empleados y obreros del mismo sindicato del negro ese que también se desapareció con la pendeja de su secretaria que por los chismes lo atendía en el mismo despacho del sindicato anduvieron diciendo que se la trincaba en todos los rincones antes que desaparecieran, eso es lo feo no saber si hay muerte o vida sino algo intermedio que hace que el tordo no esté pero que puede estar, es lo más feo y no es para deseárselo a nadie, porque además sin saber es que no se está ni vivo ni muerto porque si se sigue con la vida está muerta si vuelve y si se muere el otro estará frito si viene a buscarla.

sumisiones y rebeliones

Sumisiones y rebeliones. Le enseñaron a ser obediente con el marido, su abuelo que venía de los comechingones de córdoba, y le enseñó de muy pequeña sus modales y comportamientos de princesa, ella descendía de al menos tres caciques de lo que se acordaba le dijo, y eso era un compromiso para la rama de los parientes de su madre, evangelizados y caídos en desgracias dos generaciones antes que ella apareciera. Las mujeres son leales, aunque ellos sean unos hijos de puta le agrega ahora que el otro se ha rajado. Y los hombres eran y lo siguen siendo cosecheros contratados pero ella vio bien que lograron costearle toda la cerrera de dentista, desde que terminó el secundario en el ingenio de monteros. Ella tomo esa herencia contada de boca en boca en jornadas de mate cocido y tortilla asada con la familia, y ella lo sentía así, por eso cuando se recibió le dijeron que su mejor legado era el apellido de Marqués con el que su bisabuelo se había hecho registrar en el censo de mil ochocientos noventa. Y eso es lo que hizo valer en los primeros años como mujer del tordo, y después también, porque ese legado le sirvió para sentirse nuevamente fuerte, y rebelarse contra el medio luto que el otro le impuso, porque al menos si se hubiera muerto, lo hubiera enterrado, no como ahora que un día lo putea y al otro día cae en la duda si no se equivoca pensando mal del otro, que a lo mejor como dicen los de la empresa mandaron matones para amenazarlo y que se vaya del pueblo o que los zurdos del che le vinieron a cobrar los giros que le mandaron para la revolución. Ella que fue una compañera incondicional que se ocupó de los críos y un poco menos de ella, aunque no fue nunca linda siempre se mantuvo altiva y aseada, y con las pinturas y polvos para rubores en la cara resaltaba los rasgos geométricos de su cara y sus ojos de un verde indefinido que como dos faroles la iluminaban. Ella fue feliz enseñaba historia en la escuela normal, la misma escuela donde la otra enseñaba literatura, hasta que se desencadenó el drama, dónde andarán se pregunta mientras se repone, que eso sucederá está segura, lo lleva en la sangre.

misiones y comisiones

Misiones y comisiones.
La torda que es la mujer del tordo pero que es profesional como ese hijo de puta se repone, se habla despacito a sí misma como si fuera que estuviera rezando, haberse atrevido a hacérselo a ella que lo acompañó una pila de años, se habla y se siente un ave fénix surgiendo de las cenizas propias.
Se propuso y comenzó un trabajo y siente que como con sus locuras de dentista no le aflojará, no hay muela que por rara que sea no saque ni caria que no pueda arreglarla.
Ella irá de un lado para el otro preguntando por él, aunque antes de empezar sepa que no lo encontrará, lo mismo preguntará, aunque sepa que los otros no sabrán qué contestarle.
Que como buena mina de de cáncer la encara por el lado positivo, que irá a pedir ayuda donde deba pedirla, moral y pecuniaria, lo mismo preguntará aunque lo tenga que hacer infinitas veces dejará constancia por todos lados que él se fue porque quiso no porque ella quisiera.
Por la misión cobrará comisiones, ya se organizará.
Emocional y cariñosa, los primeros meses desde que se quedó sola los dedicó a acomodar a los niños, a armarle sus propios presupuestos para que por su cuenta se den vueltas, darles libertad como a ella le gusta.
Protectora de protegerlos, de darles seguridad mientras les lava el cerebro, mientras les hace la cabeza diciéndoles que piensen bien qué le dirán si vuelve.
Con mucha imaginación e intuición recorrerá oficinas y despachos, aunque la segunda vez que escuche las respuestas a sus preguntas se dé cuenta cómo viene la mano, el otro aprovechó que lo persiguen políticamente y con alguien habrá arreglado un exilio para irse tranquilo con la minita.
Pero cautelosa cuando hace falta, mina que se fija misiones para cumplir a rajatabla, brava parta supervivir se da cuenta de la gran capacidad de los que la atienden para hablar mucho y no decir nada, para andar con evasivas.

tempestades y serenidades

Tempestades y serenidades.
Ella es calentona.
Como en las tormentas la calentura le aparece de golpe, fácil le sube la presión.
Para todo, con el tordo era calentona en la cama y también se calentaba cuando el otro no entendía cuando ella le decía que se dejara de joder con la política y se dedicara a la casa y a las cuestiones de ellos.
Ahora igual, mientras pasan los días desde que el hijo de puta se rajó con la profesora de lengua y literatura, mosquita muerta.
Está caliente como para ir a la cama pero se recata porque hace poco que se fue y ella no puede salir ahora con un hombre.
Y está caliente con el bardo que le ha dejado.
No de cuentas y de guita.
Lo que no le perdona es que la dejó sola con los chicos, los dos más grandes sin terminar la universidad y los dos más chicos todavía en el secundario.
Ella es tranquila si se lo propone.
Cuando se trata de remar contra viento y marea es brava, aunque nunca se imaginó que lo tuviera que hacer sola y tan pronto, antes de los cuarenta.

tensiones y distensiones

Tensiones y distensiones.

Ella nunca pensó que el negro la dejaría.

Por eso el primer mes anduvo silenciosa y tiesa por todos los rincones de su casa y de las pocas calles que recorría, cabeza gacha, caminando con las manos cruzadas atrás sujetando su rosario de piedras negras y brillantes de fantasía barata y de feria, rezando todos los días padrenuestros y ave marías.

Ella nunca pensó que el negro la dejaría.

Por nadie ni aún por la más hermosa.

Ella, solamente ella sabía lo que le dio y le daba.

Pero el tipo cambió como debe cambiar cualquier tipo cuando lo nombran secretario general de un sindicato importante.

Pero el tipo se fue no con la más hermosa sino con esa putita con buen culo y buenas tetas.

Por eso cuando comenzó el segundo mes las ganas pudieron más que sus creencias y se puso a buscar marido nuevo, de un día para otro se descontracturó, quebró los quiebres de todas sus quebraduras y quebradas, buscó sus mejores pilchas y salió a propósito a buscarse un nuevo compañero.

Ella nunca fue mujer para quedarse a vestir santos.

afuera y adentro

Afuera y adentro. Ella no se cuidó nunca para que él no lo supiera. No se hizo drama. Ni dramas. Cuando fue la oportunidad ella pidió que la dejara tranquila que no fuera mal pensado y que si no estaba de acuerdo con lo que ella hacía se podían separar, que no será legal pero que es lo más práctico. Ella supo con qué apurarlo. Y en la intimidad sabía con qué apurarlo. Después de una escena de celos se metían en la cama y ella dejaba que el otro le hiciera lo que quería mientras le susurraba perra y santo remedio. Había que aguantarlo, bastante calentón y dotado era el capo. Encima a ella el susurro de él la excitaba. Santo remedio hasta la próxima vez, total ella sabía que el capo estaba casado con la empresa. Que es una manera de decirlo. Las órdenes y los pedidos de ella son menos importantes que los de los patrones. Al otro día de cada lío ella comenzaba de nuevo con sus caprichos y decisiones que al otro le molestaban, especialmente un par de compañeros de la mesa de la canasta que tenían la cara de lo que eran, unos hijos de puta, eso era lo que eran, justo lo que parecían, y otro par de compañeros del tenis en cancha de polvo de ladrillo. Ella se los arrinconaba pero los otros eran unos arriesgados porque para congraciarse cualquiera le llevaba información al capo. Lo hacía adentro o afuera. En su casa o en el club. En un dormitorio, en un corredor, una galería o un pasillo. Adentro, en cualquier parte para que no la vieran. Afuera, en cualquier parte para que la vieran, a propósito. Ella no se cuidó nunca para que él no lo supiera. Sabe que nadie sabe si fornicó o si franeleó, y ella quiere que nadie lo sepa. Menos el otro que está metido todo el día en la oficina. Y ella con semejantes calenturas, de adentro y de afuera.

ganas y desganas

Ganas y desganas.
Hay que tener ovarios y estómago para haberlo aguantado al negro por años.
Y ganas, ganas de complicarse la vida.
Y ella los tuvo.
Ovarios, porque cuando el otro necesitó que no lo jodieran ni lo jodieran los hijos cuando volvía en curda todos los días porque no le gustaba el laburo y entonces se pasaba de una reunión a otra con los curdas compañeros del sindicato, no lo jodió ni lo jodieron lo chicos que a veces preguntaban por él porque cuando estaba cuerdo era un buen padre y les daba con todos los gustos.
Estómago, porque cuando el otro venía y pedía ella se entregaba con todo abriéndose de gambas y dándole todo lo que él le pedía, conteniendo la respiración para que el tipo no la puteara, pero estoica y ahogada con el olor a chivo y el lastre del vino tinto clarito en el aliento, soplo mezclado con el olor que dejan treinta puchos fumados al día.
Ganas tuvo, porque a ella la educaron así, que una se casa una sola vez.
Y lo podría haber hecho, perder en el camino los ovarios, el estómago, las ganas, sus consideraciones, el capo que se daba cuenta de todo la llamó un par de veces para preguntarle de algunas intimidades de su marido, y ella se dio cuenta que era para borrarlo del mapa y no le dijo nada, pudiendo hacerlo se quedó piola y se volvió a su casa, una casa de pobres como fue su casa paterna, pobre pero digna, aunque de esto no estuviera segura con el negro.
Ye tenía razón, el hijo de puta se fue con la pendeja que contrató de secretaria el sindicato, ya se las veía venir, cuando el tipo comenzó a aparecer más por la casa, en cualquier horario, y a ducharse, especialmente a ducharse y a rociarse cono un perfume que ella ni le había regalado.
Y a ella la atacó un profundo desgano.

lágrimas y cocodrilos

Lágrimas y cocodrilos.

Lloró como seis meses.

Mucho.

Sin que la viera el único hijo que se quedó con ella, el menor.

No le alcanzaron los pañuelos para tantas lágrimas.

Pero al cabo se preguntó porqué.

Ahí se dio cuenta que las suyas eran lagrimas de cocodrilo, de la necesidad nomás que tenía de llorar, en cualquier rincón en cualquier momento.

Por diversos motivos.

Ella supo siempre que el tipo se le iría, más que él fue la familia la que presionó para que se casaran, más la de ella que la de él, ese cabrón que miraba los culos y las tetas de todas las enfermeras y de las pocas doctoras del hospital, que se levantó a la putita mojigata de la profesora reventada con cara de virgen, y que estaban en ambos casos más cómodos el uno sin el otro.

Ella supo que podían haber sabido los que posiblemente supieron que el tipo podía ser un traicionero, en el fondo era de la escuela de Irigoyen, aunque después arreglara con los negros del sindicato y los zurdos ricos que le enviaron guita desde la isla.

Así que un día dejó de llorar.

Y como el cocodrilo se zambulló en aguas espesas, fue cuando comenzó su cruzada de convertir al hijo de puta en mártir, en víctima de los capos de la empresa en torturado de los milicos que trabajan con los dueños y los capos de la empresa, cuando comenzó la cruzada de convertir al malo en bueno y encima hacer las diferencias, cuando sacó la cabeza a la superficie supo que tenía que hacer.

Después de llorar peregrinó por despachos, oficinas, distritos, comisarías.

Peregrinó como seis meses.

cupos y capas

Cupos de capas caídas. La mujer del capo al cabo del tiempo se aburrió porque no le faltaba nada y entonces le sobraba el tiempo, al final de cuentas al remate de todo ella había buscado siempre el bienestar ese de tener la casa equipada, otra casa de veraneo en la playa, y casas que alquilaría pero que al cabo no le cabía duda serían para sus hijos, autos ropa y bienestar, todo eso llegó después de aquella madrugada en que el tigre la había apurado con un par de polvos porque no se podía dormir y entonces después de tirárselos se duchó y se rajo a la oficina a esperar la información del comandante Pantané y de paso si todo salía darle la nota de recomendación para que lo nombraran DT del atlético, y todo eso del lujo se consiguió con los ascensos del marido, algunas veces se tenía que aguantar algún insulto en la calle o el murmullo de comentarios en la peluquería de Blanca la mujer de Tomasito, a pesar que el tiempo pasaba la gente masticaba las broncas que quedaron después de esa noche cuando se llevaron a varios jóvenes del pueblo acusados de subversivos, como si ella tuviera culpa en algo o la tuviera por ser la señora del jefe, dedicada a la timba y al chisme pasó los años que vinieron haciendo un aguante que al tipo le resultó discreto, sin los ímpetus de la juventud para meterse en quilombos la mina se dedicó a ver por las cuestiones de los hijos y se ocupó que terminaran sus carreras universitarias con todos los gastos pagos de pensión y de comida en la universidad del jardín de la república durante el gobierno del comandante del operativo independencia devenido en gobernador constitucional elegido por el voto popular, pero triste y depresiva se fue recluyendo en las largas canastas armando fulles y escaleras cuando no póqueres o simples dobles que pulseaba con la viveza de las jugadoras compulsivas cuando se cambiaban las cartas, esas largas canastas de los sábados después del mediodía que se extendían hasta después de las doce de la noche, dándole al whisky mezclado con ansiolíticos que le fueron debilitando ese corazón que tenía de buena gorda.

masculino cupo femenino

Masculino cupo femenino.
Por esos años ni se hablaba del tema los varones tenían el cupo tomado y tomado con tinto o con fernet con coca y las mujeres en la cocina o con los chicos o fregando que para eso están, después del operativo exitoso el capo subió varios escalones en la pirámide de mando de la empresa lo que quiso decir que por lo menos en ingenio le podía tocar el culo a él uno o a lo sumo no más de cinco personas si los dueños estaban de vacaciones, que él le podía tocar el culo a cualquiera y que si ese cualquiera se quejaba podía pedirle elegantemente la renuncia, al que no le gusta mijito se puede ir porque en la empresa son generosos y los negros unos desagradecidos, cupo masculino, y además recibió gratificación especial y otros premios despacho de lujo y otros chiches de zafarranchos, el tordo no fue más después de años y años de ser en la gloria y en el ideario popular de un populacho que empezó a olvidarlo la segunda semana que no estuvo y que como gesto póstumo y máximo cuando los milicos le entregaron el poder a los civiles le colocó su nombre al salón de reuniones de la municipalidad donde fue intendente por iniciativa de su señora esposa, y el negro también se desapareció de los lugares adonde concurría y además dejó vacante por abandono la secretaría del sindicato de obreros y empleados un año antes que se le acabara el tiempo de mandato de la asamblea general que volvió a constituirse ante la eventualidad, eso fueron ellos, y comenzaron, cipo femenino, a ser las mujeres, la del capo aprovechó la bonanza para comprarse ropa vestir la casa con cortinas nuevas y algunos otros chirimbolos y dedicarse de lleno a la vida social que disfrutaba, la del tordo se quedó llorando presintiendo sin decírselo a nadie que el atorrante aprovechó el quilombo de la subversión para escaparse con la perra de la profesora de literatura aunque con la sensación que no tenía que quejarse porque le dejó dos casas dos autos y los cuatro chico de los que dos ya son independientes, pero yegua íntegra se puso a armar el relato de la desaparición junto con otras personas en igual situación por culpa de los brutos de los milicos, la mujer del negro se quedó para vestir santos porque además de escaparse con la secretaria de veinte el negro no le dejó nada así que se tuvo que conformar con engancharse con un maestro azucarero bueno que se hizo cargo de ella y los dos chicos que eran muy chiquitos, cupo femenino.

sol de noche luna de día

Sol de noche, cachada.
Es una cachada decir sol de noche, es como decir luna de día suena raro pero puede ser aunque es menos raro que la luna esté todo el día en el firmamento y no el sol durante la noche si no son los polos como está escrito en los resúmenes lerú, le dice el comandante a sus hombres, un poquito antes de reportarse con el capo, se terminó el famoso operativo que llevó tres semanas, en total casi diez milicos por cada uno de los monto que estaban apuntados prolijamente punteados en listas confeccionadas por semanas en secretos y con los capos en códigos que conocían él y no más de tres capos, los nombres de la personas relacionado con plantas, las acciones camufladas en acciones ordinarias de cosas ajenas y rutinarias como zafra, como toneladas, como molienda, como mantenimiento, iban y volvían de casa central las cintas de los teletipos de la perforaciones en sistema binario que los operadores leían como si nada, operativos que significó disponer de cuatro camiones seis camionetas de la empresa con el logo de la empresa y el full time de él setenta y dos horas qué más querrán, es una cachada les repite seguro que los otros lo hartarán con las cargadas y las cagadas, decir sol de noche para ellos fue decir decir sol fue decir luz, grita evitando carcajadas y comentarios de sus subordinados, confianzudos idiotas, de noche fue decir oscuridad, luz en medio de las sombras para buscar a las ratas, y a falta de luz del día armar esa lámparas con focos de doscientos o de quinientos vatios, luz para los posibles captores que son ellos y a los monto que van de prisioneros, que en realidad no fue uno sino más de una docena de soles montados sobre las cabinas de los vehículos, el operativo fue así prendiendo una luz detrás de otras docenas de luces, que para los otros lo que serán las cosas, luz fue sinónimo de deschave, de entrega y noche de sigilos de esconderse en los matorrales, la misma palabra significados distintos.

mapas y estrategias

el operativo sol de noche terminó un viernes de julio del setenta y seis a las siete de la mañana, el comandante Pantané, desplegó un mapa sobre la mesa amplia del salón de reuniones del capo, y le fue indicando algunos lugares destacados con marcador negro y le dio a entender que el último vehículo desapareció como un punto minúsculo en la ruta treinta y cuatro llevando a los renegados y sublevados que vivieron en esas casas marcadas como puntos en el mapa, y que los planes se habían cumplido según las instrucciones, no porque estuviera rindiendo el resultado de sus estrategias a un superior de gendarmería, un mes atrás había pedido la baja para poder dedicarse a la administración y dirección técnica del equipo de atlético, lo que le ofrecieron a cambio de sus preciados servicios, un mes antes también poco más poco menos el tordo desapareció de la faz de la tierra de esa tierra porque en realidad se fue a suelo ecuatoriano con la profesora de literatura,y también un par de meses antes el negro se tomó un atahualpa y se rajó hasta pocitos, llevaba dos valijas llenas de dólares, minga que se los iba a depositar a los ladrones de los banqueros.

expediciones y burocracias

Expediciones y burocracia.
Por expedito, anda el negro repitiendo por todos los rincones la palabra que le enseñaron los abogados que le hacen de sirvientes doctores y siervos que por dos guitas hacen lo que él les pide con una habilidad que pasan de una punta a la otra del negro al blanco con sus argumentos, la media docena de cuervos contratados por el sindicato que le chupan las medias porque tienen buenos sueldo y además él los deja que trabajen también por su cuenta, por expedito se salvó del tiroteo en los bosques de ezeiza, y por calentón, porque si hay algo que no aguanta son los formalismos, es lo mismo que repite en cada reunión donde lo quieren escuchar, que así no se resuelven los problemas de los compañeros, que con las vueltas se pierde el objetivo y a veces la médula de las protestas o de las cosas que se piden, por expedito y por calentón se salvó de estar en medio de esos quilombos que los que estuvieron cuentan que fueron infernales balas y palos por todos lados todos contra todos trabajadores contra trabajadores aunque también hubo trabajadores y montoneros, por expedito y por calentón se salvó de pedo, él lo viene diciendo en todas las reuniones, que está bien ser organizados pero mientras que esa organización no cague a los compañeros, que está bien que haya representaciones de entre cincuenta y cien compañeros lo que depende de los lugares y de los oficios que tienen, pero que no puede ser que de allí se vayan haciendo pirámides de tipos que piensan y actúan como jefes y que entonces se van olvidando que representan a los muchachos, porque apenas los eligen ya se hacen llamar secretarios delegados del sector y un poco más adelante son delegados secretarios generales por empresas y después secretarios delegados regionales y después secretarios por ramas y así hasta llegar al plenario que son unos cincuenta monos que no dan ni cinco de bola como no le dieron bola a él cuando quiso chapear exigiendo un lugar en el palco principal donde después se armó el peor tiroteo, lo borró la burocracia, el cuarto chupamedia del tercer secretario del segundo asistente del chofer del secretario general le hizo decir que le podría haber avisado antes que estas cosas se hacen con tiempo, negro cabrón de mierda, que lo salvó del tiroteo del que se salvó más por testarudo, expedito y calentón.