Monday, June 30, 2014

Inocencias rima candideces.



Los padrenuestros valían lo mismo que las manchas que se jugaban, que las rayuelas de las niñas o las picaditas de los niños mientras no se pelearan y maldijeran, eso les decían, que esos eran pecados mortales, de esos que no se perdonaban fácilmente en los confesionarios, como las mentiras, las contestaciones a los mayores, que de todo eso había que estar limpios para recibir las ostias, las listas eran largas, cosas, pruritos de los que se iniciaban de los que los iniciaban o de los que enseñaban, en esas tardes de los sábados, organizadas por las señoras de las damas de rosa, o de otras damas caritativas que se tomaban sus trabajos de colaborar mientras estaban en la peluquería de la Blanca, esas mujeres bigotudas depilándose que los mandaban a los que enseñaban catecismo, que  quedaban pegados como esos niños, cándidos, picaros inocentes, enredados en las escondidas que se jugaban, ellas lo sabían, igual a las escondidas del padre que si los pillaba en esas dilaciones, se enojaba mucho con ellos y los retaba por andar perdiendo tiempos preciosos, los evangelizaba, porque en vez de estar en complicidades con los niños con sus juegos deberían estar enseñando a esos niños insolentes los misterios de la pasión de Cristo y todas esas cosas de los centuriones lavándose las manos y salvando a uno que se llamaba Barrabás en vez del nazareno, haciendo eso antes de hacerles la vista gorda después del chocolate que les servían a las cinco de la tarde y que les repartían con las galletitas que los mismos progenitores dejaban como donaciones, deberían estar repitiéndoles los avemaría y los glorias que se rezaban, igual, con las mismas devociones que se tarareaban los Antón pirulero, con las partes de las letras, que no se sabían que no se aprendían, repetidas repitiendo lo que decían los que estaban cerca, corriendo y escurriéndose por los canteros, poblados de ligustrinos que rodeaban la casa de la curia y toda la iglesia del alemán renegón del cura Keyner, canteros por donde ellos corrían en sus juegos como corrían recitando las oraciones, divertidos, hasta cuando de otras parroquias venían a ver si ya sabían las cosas mínimas para hacer sus primeras comuniones, que para eso se juntaban los sábados a la tarde todas las tardes de un año entero, así fueron las tardes del flaco, parecidas a las tardes de sus amigos, sus tardes felices, de aprendiz primero de instructor cuando se hizo más grande, cuando andaba con eso del corazón en bandolera de Adamo, hasta que una de las niñas, una de esas niñas, sin miedos a pecados mortales o veniales lo metió entre sus piernas y le hizo perder la inocencia en un rincón de esos que frecuentaban en sus juegos, dos niños que empezaron con eso que los llevaba, derecho, a engendrar su primer crío.  

Sunday, June 29, 2014

Discreciones rima confusiones.


Un príncipe de gales de gabardina liviana para el civil con una camisa celeste y corbata azul con pintas amarillas patito, es lo que se le ocurrió al discreto viejo y diligente vendedor de la mundial, cuando la mujer entre sollozos y risueña, le dijo que el delfín se casaba en unos días, de apuro, le confesó, en esas confesiones hechas de apuro también  de pura necesidad de contar lo que nadie preguntaba, que la niña llevaba más de un mes de embarazo, traje negro clásico de casimir liviano, camisa blanca clásica también y corbata en unos tonos de grises en degradé para la iglesia, estos niños seguro que no sabían en lo que se metieron haciendo cochinadas, murmuraba la mujer y el vendedor miraba para otro lado, sugerencias una tras otra es lo que se le ocurrió al paciente empleado de la mundial, que en medio de las dudas de la mujer, fue pidiendo por los fonos turno con el primer sastre que se desocupara para que subiera a tomarle la medida al retoño, y poner los frunces con alfiler los que tuviera que poner para hacer botamangas y entrar la mangas para que quedaran a la medida, en los retoques del traje de grande que tenía que quedar en cuerpo de niño, porque se las vio en figurillas para encontrar talle para el flaco y desgarbado personaje que distraído miraba pelotas como a veinte metros del lugar donde estaba, equipos y pelotas de futbol en la parte del gran salón de ventas de las grandes tiendas de la mundial, zapatos mocasines clásicos con medias color ocre para el civil, zapatos negros con medias negras también para la ceremonia de la iglesia, son las propuestas que se le ocurrieron al discreto viejo y solícito vendedor cuando la mujer le pidió por los zapatos, que el otro tuvo que traer en combinaciones de cuatro pares por color dos de la sección de niños y dos de la sección de caballeros, confundido con el tamaño y el porte del consorte, el súbito novio que parecía ajeno a las solicitudes, y a las galimatías de su madre, la mujer que enredada también, le decía al vendedor que cargara la cuenta corriente con la compra, como la carga siempre, como le cargó hace apenas unos años, la camisa y el moñito, el traje de pantalones cortos, zapatos, medias y brazaletes, todo de color blanco, el color de su candidez, que el distraído Pinky, había usado para su primera comunión.  



Saturday, June 28, 2014

Infierno rima cielo.





Revulsivo el gordo terminaba de comer, y a los hipos se levantaba en brazos a una de sus dos princesas y se iba a dormir, destilando alcohol por el aliento o por los poros, acomodaba a la elegida que tiritaba entre sus brazos, se desnudaba como podía y a la princesa también la ponía en bolas, y se metía en el entrevero de sabanas y colchas si era invierno, o se cubría con el cubrecamas afanado para cubrir sus porquerías si se trataba del tórrido verano, en esos momentos dispensaba a su consorte lo que él entendía que le tenía que gustar, se la colocaba entre las piernas se masturbaba, tocaba esas  tetas que apenas asomaban, la apretujaba en su pecho diciendo que no se asustara, que la quería mucho, como a su hermana, como a su mamá, como a todos los que comían de su lomo, revulsivo el gordo, pasaba sus manos grasientas sobre la suave piel de su doncella prometiendo paraísos que no llegaban, cielos que ahí nomás se convertían en infiernos, promesas que se diluían ahí nomás en la tormenta que desataba, y, si su mujer lo agarraba, como lo agarraba a veces después de sus eyaculaciones nunca antes como si fuera a propósito, le decía que las amaba mucho, como a sus hijos, y que agradeciera, que no es cruzado como el cura de felices los niños que se pasa a varones.

Friday, June 27, 2014

Mimos rima iras.


No era para protegerla que la levantaba en andas y se la llevaba a su cama tambaleando de la tranca, no era que esa pequeña criatura temblaba del frío o del miedo a las pesadillas y entonces el la arropaba y se acurrucaba con ella en un lecho de flores de primavera, abrazándola cubriéndola con sus brazos firmes, tampoco era una madeja de ira la niña medio dormida tal vez soñando que se trataba de una pesadilla, no era que su mujer le pidiera que lo hiciera porque siempre coincidía con estancias largas de ella en la cocina fumándose un porro o tomando la birra comprada con la changa del día, quejándose de la vida de la falta de plata para vivir dignamente de la ira que le dan los que tienen, odio a los que tienen, no era que el la levantaba en andas como a un angelito, femenino con las alitas húmedas y replegadas, como los maridos levantaban en andas a sus esposas vírgenes antes de desvirgarlas y manchar las sábanas con sangre, no era para acariciarla dulcemente y acompañarla en las vigilias durante las que se esperaban los cuentos de caperucita o Alicia en el país de las maravillas, no era nada de eso, no era para eso que deambulaba en el estrecho y corto pasillo de la casucha con paredes de tablones y cartones, la llevaba sí, se acurrucaba en la cama junto a su pequeña criatura y la comenzaba a acariciar como si fuera una hembra experimentada, para que la otra le fuera ofreciendo voluntariamente sus orificios y sus ganas, suavemente sí, pasando sus manos por esos muslos, sin reacciones naturales todavía tiernos todavía, suaves de niña que empezaba con sensaciones, con esas manos de abajo hacia arriba, andando suavemente hasta el propio centro de esa hembrita, confundida aguantando en silencio las caricias que no se entendían, de dedos que le rondaban esos lugares calentitos, por allá donde salen la pis y la caca, no era para protegerla que la levantaba en andas, cuando la tenía cerca la iba sometiendo despacio como si fuera en cámara lenta, hasta acomodarla boca abajo y reemplazar esos dedos de borracho, por esa cosa grande también de su centro, esa cosa enorme que jugaba abajo, como si fuera un trompo buscando esos pequeños agujeritos, no era para protegerla que se la llevaba con el sino para penetrarla, despacito con besitos para que no se sintiera que estaba con un extraño, después de todo su mamá le decía que era su papá y a lo mejor estaban bien las caricias que le hacía, para que luego durmiera, a lo mejor estaban bien esas molestias esos dolores, esas irritaciones que le causaban estar con el único que paraba la olla para los nueve hermanos.




Thursday, June 26, 2014

Dos rima tres.






Como si le hablaran al mismísimo dios tipos pidiendo misericordias, estirando como mendigos las manos como si esperaran la multiplicación de los panes, en el exilio en los exilios en los auxilios solos frente a frente con él en su oficina ahí caían pidiendo lo que pedían, compadres con sus sueños con sus pasiones sin darse vueltas por su cuenta, hombres falderos desfilando todo el turno a pesar que a la sargentona de la secretaria él le fijaba cupos de reuniones por día con la admonición que si no salían las cosas como quería no había regalos de chocolates o chupetines de esas golosinas con las que caía todos los días, deambulando por esto por aquello, un turno que se hacía por más de las horas que pasaba adentro de las oficinas húmedas, no eran un uno, ni dos ni tres, hacheros que de buenos no podían ser condenados por los jueces de paz, que los mandaban de otros pueblos porque de borrachos cagaron a machetazos algún inocente en otros lugares pero entonces ellos mismos no podían ser condenados, matacos infelices atrapados en redes de bataclanas livianas y aburridas que pasaban de amas de casa por las comodidades que les daban los mismos chuzos, que maldecían la hora de haberse casado de puro calentones lo juraban, o porque al final eran bestias buenas y dóciles y reconocían a todos los niños que nacían en su nidos fueran de quien fueran, si las brujas no se movían de sus casas, indolentes que chupaban como ladrillos de segunda y entonces se dormían unas trancas de novela, ladronzuelos hormiga de azúcar por kilo debajo de los sobacos o directamente en medio de las bolas, parias mendigando que los hicieran efectivos para trabajar todo el año porque en eso de laburar cada seis meses la plata no alcanzaba, maleducados que se envilecían y les contestaban a los supervisores de esos que a veces les calzaban unas piñas, avivados enfermos marcando tarjetas para dos o tres amigos borrachines, mujeres denunciando que los maridos no les entregaban las compensaciones por hijos, o hijos denunciando a sus padres por falta de alimentos, golpes, putas de la luz roja que se quejaban que los obreros que entraban a sus salones se terminaban yendo sin pagar, de todo atendía el gringo por toda la información le servía dentro de la empresa, eso sí, evitando tropezar dos veces con la misma piedra, al que escuchaba una vez, y le fallaba dos veces , tres lo echaba. 

Wednesday, June 25, 2014

Festejos rima rutinas.



Esa misma noche de julio cuando el ingeniero le dio personalmente un sobre que contenía su sueldo multiplicado por tres y le dijo que esa era la gratificación que le concedía la empresa por los servicios prestados durante los días de huelga, sin ningún registro en la contabilidad, sin ningún puto contador o tesorero cerca que anotaran partidas dobles para sueldos y jornales, libre, daban muestra del aval abierto, se le acabó el humor de mierda de los días anteriores cuando anduvo con ese nudo en la garganta preguntándose qué hace metido en peleas que no son propias, pero ese sobre fue la muestra de la confianza ciega inaugurada por el jefe, por encima de sus otros compañeros, lo discurseó también con eso, que fue a costa de exponer el pecho y poner los huevos en remojos con los negros del sindicato para levantar la larga huelga, de a poco por grupos que fueron volviendo por partes a las fábricas a sus lugares de trabajo, primero los de mantenimiento, después los maestros azucareros, después los obreros del trapiche, de a dos de a cinco, da a diez se sumaron, hasta que todo siguió funcionando de la mejor manera, en las molienda, en la ollas presurizadas como si fueran cohetes espaciales donde entra la melaza hasta que comienza a aparecer el grano blanco, bien blanco de azúcar, como los guardapolvos de los maestros, supo ese día que sus porvenires venían como tenían que venir para que la gorda, tapada en billetes en bolas se entregara como se tiene que entregar en vez de andar metiéndole los cuernos, para que  lo cuide más y además para que lo quiera más, porque está resignado que a él lo siguen por la paciencia que les tiene y la habilidad de comprar lo que tiene que comprar en cada momento, los coyas lo obedecen, está feliz y engancha en el winco un long play con el buen humor de Glen Miller. 

Tuesday, June 24, 2014

Serenatas rima luna.


Cuarenta y siete cuarenta y ocho lunas duró la huelga de estos hijos de puta, matacos de mierda como diría el abuelo Franklin allá en los obrajes de Añatuya donde se laburaba fuerte con el quebracho y no como estos maricones que trabajan en la fábrica mirando que las máquinas hagan lo que ellos no hacen porque se están rascando todo el turno todos los días, desagradecidos que no aprenden ni aprenderán a valorar lo que les da la empresa, se los ha dicho más de una vez pero analfabetos como son no entienden explicaciones, y como sonámbulos con poco morfi y mucho tinto encima andan amenazantes con esos fierros que usan como armas, no valoran que les den cosas como las vacuna contra la fiebre amarilla y contra el paludismo y contra la parálisis infantil, que se la surten religiosamente en cada zafra, a pesar que después el mediquito ese del carancho, anda diciendo que en el hospital del ingenio no los atienden a los zafreros, si van por otras cosas los infelices de los coyas que porqué se van a andar enfermando, ellos, porque a los santiagueños y otros argentinos a las cansadas los terminan atendiendo, son así nomás los negros y le paran cuarenta y cuarenta y ocho días de producción que sobre los ciento ochenta que son en total, son demasiados en la fabricación de las toneladas de azúcar que se hacen todos los años, producción que no espera como ellos, lo que se hizo se hizo y los que no se hizo no se hizo, porque cuando ellos no laburan la caña se pierde en los surcos, se pudre se la comen las comadrejas se quiebran, van a ver a fin de año como les va, con esos extras que el ingeniero generosamente les hace dar a cada uno cuando se están yendo en los trenes de cosecheros, una grati entregada en manos por los supervisores a los jefes de cada familia, unos manguitos más, que ahora van a parar a sus manos después de la promesa que le hizo el propio ingeniero, para agradecerle su pelotas para enfrentarse con estos matones, para hacerlos entender, que tienen sindicato, y lo mismo se plegaron porque andan calientes porque se les fue el protector mayor, y para siempre, a ver si se dejan de joder con todas esas cuestiones de licencia por enfermedad y coberturas familiares y se acuerdan un poquito de los derechos de los patrones, como los de él que ya lleva como diez años defendiendo los intereses de los dueños, y recién ahora está recibiendo sus recompensas, el gringo se siente importante, porque como él organiza el baile del sindicato de pidió a Jorge Ardú que improvise, y haga que la orquesta interprete  serenata a la luz de la luna, y así, delante de todos, para meterle una buena apretada a la gorda para que se acuerde quién es el macho y quién la hembra, que además por los que le dijeron los alcahuetes anda flirteando con el flaco que le enseña tenis en el club social mientras él se mata trabajando.



Monday, June 23, 2014

Dos rima uno.


Parecía que los brotes de holgura económica se extenderían como olas de generosidades sobrenaturales, todo el tiempo, en los campos fértiles de su matrimonio bien avenido, un matrimonio de esos donde entre ellos no tuvieran ni un sí ni un no, ninguna diferencia que significara discutir de eso que es poner el pan sobre la mesa, ni de ninguna otra manera que distrajera la maravillosa aventura de formar una pareja, parecía que los brotes esos se fortalecerían todo el tiempo, con los cambios oportunos del clima cómplice también de esos soplos que procedían de algún lado, mucho sol humedad y presión suficientes lluvias cuando fueran necesarias, que bajaban de voluntades invisibles pero se hacían visibles en progenitores más que pudientes gracias al sudor de su frente, que les fueron asegurando las coberturas suficientes como para que ellos fornicaran y engendraran a gusto y paladar, para que se saciaran de sexo como hay que saciarse a los veinte, con energías varias veces al día todos los días en todos los rincones posibles, con la tranquilidad que cualquiera fuera la cantidad de críos que vinieran tenían asegurado los pucheros y las ropitas y todos los otros chirimbolos que en las épocas modernas inventaban para vender cada vez más cosas a la gente, parecía que todo andaría de parabienes hasta los días en que esos brotes comenzaron a secarse, de golpe de a poco, de repente, sin razones que explicaran eso, salvo en la campiña menos fértil de los rebusques cotidianos por cuenta propia cuando comenzaron a debilitarse las provisiones providenciales y entonces, las discusiones reemplazaron a las copulaciones en los contactos diarios, y las fertilidades espontáneas se cambiaron por premoniciones de los períodos de menstruaciones de ovulaciones, en cálculos mezquinos de las culeadas a reglamento, para que nada se saliera de lugar, como si fueran el uno sin el otro.





Sunday, June 22, 2014

Riñas rima piñas.



Cuando ni se sabían de las broncas de los mayores que salpicaban para todos lados ni se entendían, de las salpicadas de mierda para los cuatro puntos cardinales en el pozo ciego de la calle, cuando tampoco se entendían esos enjuagues, que además de los líos que ellos tenían anduvieran mezclando a todos los de la familia como si todos tuvieran que haber estado contra todos, como si hubiera sido una obligación odiar porque el jefe de la familia odiaba, como si hubiera sido una condición ponerse de un lado o del otro, para seguir recibiendo las comodidades que llegaban de estar aunque los niños no entendieran nada, y los que eran los mayores los abuelos no tuvieran ni fuerzas para meterse ni quisieran, cuando ni se sabían de los problemas de dos tipos que se odiaban, si seguirían si alguna vez podrán reconciliarse, si eran torpes y entonces no entendían de reconciliaciones o quisieron reconciliarse pero fueran demasiado torpes como para que tomaran la posta y hacerlo cada uno por su cuenta, si el odio se acababa si la insidia no terminaba, y además que esos mismos dos tipos les contaran de sus odios mientras fornicaban a sus mujeres dos o tres veces en las noches después de los orgasmos, y que sus mujeres fumando sus Derby después de sus éxtasis, farfullaran las mismas broncas cuando alimentaban a sus críos en las mañanas, cuando los despachaban a las escuelas y cuando les daban sus meriendas y los pucheros a las noches o los mediodías, cuando todo eso que era una cadena que no se cortaba, se cargaban demasiado las tintas de los tinteros de mucha gente, como el de la doncella Capuleto, allá donde no era ni siquiera Verona en ese pueblo verdeado por la caña que rodeaba sus perímetros por allá cerca de la tacita de plata, como el tintero invisible de la niña, que tenía sus aposentos con balcón a la calle y entonces le pidió a su hermana que se fuera de una amiga para verse con su Romeo, el gentilhombre que llevaba rondado por la cuadra varios días porque la princesa le insistía que por fin pudo treparse y hacer lo que no sabía, llenarla y dejarla engrosando pidiendo más de lo que ella también pedía y tampoco sabía recostada y con sus piernas abiertas, mientras los ecos del pata pata de la Miriam Makeba llegaban claritos de la milonga en el tinglado del club de los lobos, justo el mismo día que ganaron el ascenso a la primera be, y el día que el atlético jugaba con boca en el estadio del ingenio.

Saturday, June 21, 2014

Abundancias rima soledades.


Y el primer día se habrá transmutado a la primera tarde a la intemperie, como la primera tarde a la primera noche, y al segundo día, sin que a nadie le interese la desgracia ajena esa desgracia que viene arropada de bienestar de andar con cosas que sobran, despreciando lo que se tiene, lo que se tuvo, desgracia la propia porque tal vez cualquiera o todos andan con su propia desgracia y no quieren otra, con la propia basta y sobra, y el primer día tiene que haber parecido normal estar en ese cielo abierto en ese patio grande de la urbe donde deambulan fantasmas de carne y hueso que parecen ir y venir con sus vidas resueltas, tiene que parecer normal no tener adónde ir y entonces quedarse por ahí, encontrarse así de golpe sentado en un banco cualquiera de una plaza cualquiera de una ciudad cualquiera, exiliado por el momento de los problemas que aquejan, lejos de los problemas pero no cerca de las soluciones, porque hay problemas que no tienen soluciones como hay soluciones que no se corresponden con el problema, y todos los problemas y todas las soluciones pasan por el dinero que falta por el hambre que sobra, por el empacho que empalaga, por la imposibilidad de tener un peso en el bolsillo y la inmovilidad de darse vueltas para juntarlo, pasan por despelotes de cuernos y corneadas,  de hijos sublevados o de hijos tan sumisos que necesitan psicólogo, escuchando que para qué tener hijos si no se hace nada para criarlos, y el primer día se habrá cambiado a la primera tarde de batidas, de patrulleros que andan con canas que se quejan de estas cosas, pero miran para otro lado, de reconocimientos a nueva esa casa que no se conoce, que es la casa de todos pero también la casa de nadie, una nueva vivienda a la que se llega como se llega siempre a los lugares, reconociendo, mirando el mobiliario, los tipos que la transitan que los habrá de toda laya, y el primer día después del mediodía se habrá convertido en la primera tarde antes de la primera noche a cielo abierto, recostado en algún cantero descuidado de una plaza cualquiera de una ciudad cualquiera convencido que si se tiene familia no se puede estar solo en este mundo, pero que bueno.

Friday, June 20, 2014

Ascensos rima trepadas.



Negros iracundos y resentidos en los portones de entrada a los canchones de los trapiches, cuidando que se cumpliera la orden del paro que entonces salió directamente del sindicato, obreros cuidando además las parrillas improvisadas y llenas de costillas y achuras que fuera dejando por todos lados el carnicero Juan que estaba con los muchachos, que estuvieron defendiendo lo mismo que se estaba defendiendo en otros lugares alejados, como el jardín de la república y en otras ciudades de la tacita de plata y de la linda, los puestos de trabajo el sueldo anual complementario las horas extras, morochos con mamelucos, engrasados y enojados en la plazoleta alrededor del busto de evita que los hijos de puta de los dueños tuvieron que hacer a regañadientes, obreros amontonados caminando cabizbajos por las calles desiertas del pueblo por temores a enfrentamientos, tipos con chumbos treinta y ocho caminando como si nada por las calles, bigotudos, panzones, igual que los grandotes de la películas de Carlitos sin los fracs. respectivo, neurasténicos y desvelados en los portones de la fábrica alrededor de los maestros azucareros que estaban igual de molestos porque ellos antes no se plegaban a las huelgas, y en las tranqueras que llevaban a los lotes de Florencia, Prediliana y Paulina, supervisores de mierda negros también y borrachos y vendidos plegados que estaban con los otros como en guardias para que no hubiera coladas de los traicioneros de siempre, los cuarenta y ocho días de huelga en el cincuenta y cinco le vinieron como anillo al dedo al gringo, esos cuarenta y ocho días largos de huelga de los negros de la fábrica especialmente porque en el campo eran todos coyas y con alcahuetes que tenía el carancho les mandó el mensaje que no hicieran huelga porque sino la empresa no los contrataba los años siguientes, esos días le cayeron de perilla para terminar de demostrar lealtades y competencias al ingeniero, que de la desesperación les pidió a todos los de personal que se ocuparan de esto a tiempo completo, que quería decir desvelándose y madrugando, para que estos no se salieran con la suya de embromarles a la empresa la producción del año, que si podían que echaran algunos, que de paso si podían que fueran delegados para que se fueran acostumbrando que ya no podían andar jodiendo, porque el general que los apañaba se fue como un cagón y se escapó en una cañonera paraguaya.


Thursday, June 19, 2014

Islas rima serenidades.



Cada detonación del aire comprimido de Jorgín despertaba una caterva, una bandada entera de loros que dormitaban en la siesta caldeada, en las ramas más altas de los eucaliptos de la isla, cada detonación los ponía como locos, histéricos si eso era posible, neurasténicos bramaban en esos graznidos agudos que desde abajo se escuchaban como se escuchaban los aleteos multiplicados de sus alas en sus planeos desesperados huyendo del plomo, todo era una fiesta en el silencio modorriento, de ese páramo, que era una especie de oasis en medio de un mar verde de cañas de azúcar, que como olas verdosas y amarillentas se inclinaban en la dirección del viento, apagando el movimiento al horizonte, cada detonación los asustaba y se desplegaban todos juntos, como si fueran formaciones enteras de murgas en los corsos de carnaval grande en la avenida Libertad, un montón de loros con alas coloradas y amarillas, jaspeadas de infinitos otros colores propios de sus ancestros los tucanes, que ahí brillaban por su ausencia, cada detonación del aire comprimido de Jorgín provocaba despliegues de abanicos de todos los colores que se transformaban en repliegues, como ventiladores pintados con témpera que se abrían y se cerraban girando con eje en esos árboles añosos viejos testigos de madera, filas desordenadas de animalejos que se cerraban a los pocos minutos, mientras en el monte los ecos del disparo se escuchaban a la distancia como si se fueran internando en el chaco vecino, bien lejos, de donde estábamos, cada detonación del calibre veintidós de Jorgín nos apuraba los latidos del corazón presintiendo que en cualquier momento además de la bosta de los loros caería alguno que según los barulleros se podía cocinar y comer como una paloma, cada detonación nos apuraba el pulso igual que se nos apuraba la circulación pensando en las mentiras que teníamos que decir, cuando volviéramos, para explicar qué carajos hacíamos en el páramo tan vació y lejos de nuestras casas, todo sin los permisos correspondientes, sin provisiones, una manga de niños entusiasmados e irresponsables, cada detonación del aire comprimido de Jorgín asustaba a los loros, y poco y nada a nosotros, que mirando a Jorgín soñábamos con ser John Waine el llanero solitario o el vaquero que fuera, cada detonación pasaba eso, menos en la última que nos asustamos todos, los loros y nosotros, en un descanso el rifle se disparó para cualquier lado y la bala perforó el muslo de Pinky de un extremo a otro sin tocar un milímetro de hueso, con eso nos asustamos todos, las sangre se desparramaba en dos chorros incontenibles en la mitad de la pierna, que Jorgín entablilló con un torniquete en unos minutos, Pinky estaba pálido, pero no dijo una palabra, ni esta boca es mía.






Wednesday, June 18, 2014

Duelos rima juegos rima deudos.

Y ahí los veo hermano, dos niños sueltos, dos pequeños limpios, dos espíritus puros, apenas empezando, a esos dos niños en la casa de la avenida libertad, la de los faroles grandes, y los bulevares con plantitas y flores puestas por algún comedido que alguna bestia pisoteaba, en esos carnavales en ese lugar donde caían todos porque era el lugar de paseo del pueblo, donde estaba la iglesia, y las oficinas de la empresa, calle y calles que se poblaban de murgas, de comparsas, de gente que venía de los lotes a estas fiestas, veo dos niños cuando nuestra mamá nos disfrazaba de Gene Autry o de Roy Rogers, como en las VEA hermano esas revistas que llovían por casa con quince o trinta día de retraso porque los envíos entonces se hacían en omnibus, los veo, juntos, clarito, a esos dos niños como compinches de todo el día, un tiempo al lado de los Esbovoda otro tiempo al lado de los Brandán, en los fines de semanas de quermeses en la parroquia, por allá estarás despidiéndote, por esos lugares parecía que cobraban vida cuando también cortaban las calles, que es una forma de decirlo porque en esa época pocos tenían sus dophines, ahí están contenidos, por esos padres que en esos tiempos fueron amorosos, y ahí los veo en los tiempos modernos en la calle Florida cincuenta y dos, dando vueltas una y otra vez en esa larga manzana, esperando a esos capataces de los lotes de Prediliana que no dejaban un par de caballos, todo el día, para nosotros, para pasear para galopar como quisiéramos, en esas calles de veredas brotadas de vegetación que pujaban en el cemento como si fuera la resistente panza de una embarazada a punto de estallar, los veo cambiando figuritas, los veo mugrientos y peleando, ahí están se quedaron ahí hermano, tal vez por Rivadavia catorce ¿te acordás?, cuando comenzaste a tener novia y te pasabas horas presumiendo como Romeo con su Julieta, ahí están esos dos niños, congelados en el tiempo, espero que puedas verlos ahora que estás en este viaje de ida sin vuelta, darles un abrazo, como se abraza los niños que se conocen, como se abrazan a los niños felices para que sean más felices.





Tuesday, June 17, 2014

Dolor rima amor.


Yo sabía hermano lo que te dolía lo que no te dolía,  estuvimos juntos cuando vale estar juntos, cuando fuimos puros, y marchábamos en la primera parte de la cuesta, lloré lejos de vos como habrás llorado por mí, aunque yo sabía, lo que te resbalaba lo que no te resbalaba, que podías bancarte como te bancaste mil quinientas veces bajezas y otras tanta burradas de la condición humana, el despojo, la insidia, la indiferencia, pero que sufrías profundamente la deslealtad, que la habrás vivido no más de un par de veces pero que esas veces fueron letales en tu sensibilidad, que te lastimaron, yo sabía hermano que hacías como que no te interesaba pero que te dolía, que te dejaran sin compartir que es lo que más hacías, que no te dieran cuando dabas tanto, entregando todo lo que tuviste hermano, como me imagino habrás entregado a otros tus cosas más personales como la ropa sin que nadie te entregara nada, aguantándote que después el mismo del despojo te denotara deudor, yo estuve con vos cuando fuimos felices totales, antes de emprender ese viaje sin regresos de los desapegados de la moderación y la bondad en este mundo, olvidados de la lealtad, se lo que te dolía, te lo escuché tarareando varias veces,  esa canción de Mirándote a los ojos juraría que tienes algo nuevo que contarme. puntualmente hermano cuando te aparecieron esas deslealtades claves. Empieza ya mujer no tengas miedo, quizá para mañana sea tarde, quizá para mañana sea tarde. ¿Y Cómo es él? ¿En qué lugar se enamoró de ti? ¿De dónde es? ¿A qué dedica el tiempo libre? Pregúntale, ¿Por qué ha robado un trozo de mi vida? Es un ladrón, que me ha robado todo. ¿Y cómo es él? ¿En qué lugar se enamoró de ti? ¿De dónde es? ¿A qué dedica el tiempo libre? Pregúntale, ¿Por qué ha robado un trozo de mi vida? Es un ladrón que me ha robado todo. Arréglate mujer se te hace tarde y llévate el paraguas por si llueve. Él te estará esperando para amarte y yo estaré celoso de perderte. Y abrígate, te sienta bien ese vestido gris. Sonríete, que no sospeche que has llorado. Y déjame que vaya preparando mi equipaje. Perdóname si te hago otra pregunta. ¿Y cómo es él? ¿En qué lugar se enamoró de ti? ¿De dónde es? ¿A qué dedica el tiempo libre? Pregúntale, ¿Por qué ha robado un trozo de mi vida? Es un ladrón que me ha robado todo. ¿Y cómo es él? ¿En qué lugar se enamoró de ti? ¿De dónde es? ¿A qué dedica el tiempo libre? Pregúntale, ¿Por qué ha robado un trozo de mi vida? Es un ladrón que me ha robado todo. En cada oportunidad que tuviste hermano la andabas murmurando, estrofas hermano, no más que eso, de lo que duele de lo que calma, pedacitos de esa canción triste.


Monday, June 16, 2014

Juventud rima vejestorios.


Tantas trancas viejas hermano, mías antes que tuyas que te la pasabas a agua antes de las recomendaciones de los vegetarianos y veganos, en cuántos cuartuchos encontrábamos cobijo con los changos en esa juventud turbulenta llena de acné ideas ganas de cogerse una mina, soñando con mundos mejores, cuántas trancas mías, de borracho de irresponsable, de libre, cuántos acordes y cantos divertidos tuyos, con otros, con los que tenían la suerte de tocar de oído, parte de ese grupo de músicos, que era que no habías ido a ningún profesor aburrido, de esos que te enseñaban a odiar lo que supuestamente sería tu vocación tu sustento, esos vejestorios que vibraban, y puteaban, una vez por mes para enseñarnos guitarra o piano, a sabandijas que no queríamos aprender, por el sueño de nuestros padres que pagaban, buscando que tuviéramos un mañana mejor que los mañanas de ellos. cuántas tertulias largas hermano, no quedó ninguna en el tintero, los asaltos, los días del estudiante, los asados, pidiendo que cantaras eso que soñamos y no sueñas más hermano, por lo menos bajo esta forma que por acá conocimos, tal vez, eso sí, gires en otros universos, una canción, la que más sabías puntear en la guitarra de esos iracundo de puerto mont


Salvaremos nuestro mundo
que girando mal da vueltas
en un clima de ternura y comprensión
natural es que luchemos
por un mundo mejor
con la fuerza que nos la juventud

en el rostro una sonrisa
la mirada una caricia
que el calvario de la vida pasara
natural es que luchemos
por un mundo mejor
con la fuerza que nos da la juventud

corazones agitados
extendamos nuestras manos
que el mañana se aproxima mas y mas
natural es que luchemos
por un mundo mejor

con la fuerza que nos da la juventud

Sunday, June 15, 2014

Obituario rima despedida.




CARLOS MARCELO RAMON PAZ CASTILLO "PINKY"(1954/2014)
Me perdí de decirte hermano, que tal vez no deba pasar por el lugar común, que estarás en algún lado, en alguna otra dimensión del tiempo que conocimos, que conocemos desde que nacemos hasta que morimos, que estarás mejor que acá en algún lugar que no conozco, descansando del estrés del mundo, que es lo que yo creo que te gastó, querido hermano, pero eso es lo que yo creo que llevaba separado de vos casi cuarenta años, hermano, una vida, preocupado pero inmóvil, queriéndote entrañablemente pero lejos, así que te recuerdo en esta canción de nuestra época de jóvenes.
Vagando por las calles,
mirando la gente pasar,(la gente pasar)
el extraño del pelo largo
sin preocupaciones va.

Hay fuego en su mirada
y un poco de insatisfacción (de insatisfaccíon)
por esa mujer que siempre quiso
y nunca pudo amar, jamás, jamás.

Inútil es que trates de entender
o interpretar quizás sus actos,
el es un rey extraño
un rey del pelo largo.

Hay fuego en su mirada
y un poco de insatisfacción (insatisfacción)
por esa mujer que siempre quiso
y nunca pudo amar, jamás, jamás

Inútil es que trates de entender
o interpretar quizás sus actos
el es un rey extraño
un rey del pelo largo.

Vagando por las calles
mirando la gente pasar (la gente pasar)
el extraño del pelo largo
el extraño del pelo largo,
el extraño del pelo largo

sin preocupaciones va.

Saturday, June 14, 2014

Direcciones rima direcciones.




Igual que en las operaciones pero esto por gusto por puro placer de hacerlo con ella, de puro calentón el tordo, toca lo mismo que toca cuando le toca estar asistiendo a un colega cuando opera a uno de sus pacientes, va con sus manos recorriendo las mismas geografías que le toca ver en cada jornada, los mismos desniveles, las mismas estrías, los mismos callos, las mismas rugosidades, toquetero el tordo tiene que descargar las energías de esos guisos polenta que se manda al mediodía, esos guisos que lo hacen amodorrarse en la mesa cuando los críos la van con sus travesuras de todos los días y entonces ella no puede ocuparse de él como se ocupa cuando se quedan solos en las noches, con la diferencia que cuando lo hace con ella, se prende fuego igual que ella que le sigue el juego, no puede el tordo con sus instintos, serio y protocolar como es cuando anda con ese guardapolvos blancos, la doctora lo vuelve loco al carancho, de calentón nomás que es, y de macho para aguantarse lo vomitivo de esos cuerpos en bolas todo el día, en cada una de esas operaciones en la que va personalmente,  porque él le pone voluntad, pero hay días que odia esta profesión de mierda que hace como apostolado de puro terco que es, y político, porque hace esos esfuerzos que a la noche no lo son con ella, solamente con ella, que la flaca se contornea entera, y le pide lo que le gusta al tordo, y él le da mientras la otra grita y le dice que más y entonces el tordo se pierde en una eyaculación interminable, anda bien con esos esfuerzo porque de político que es a los que están cerca les dice que qué harían esto infelices si no lo tuvieran en este ingenio de mierda donde hay un solo hospital, una salita de primeros auxilios y un jefecito de mierda y como treinta mil almas de estos cristianos, de los que , sinceramente no menos de cinco mil anda a la deriva porque en el hospital no les dan bola así lleguen con las últimas bocanadas, igual que en las operaciones pero prendido a sus instintos a sus más bajos instintos, esos que lo tensan debajo de la cintura, allá donde la doctora mete mano como si estuviera haciendo las operaciones que por sus especialidad no hace, la acomoda el doctor igual que acomoda al paciente cuando está asistiendo y tiene que colaborar con la anestesia, la anestesia a la doctora el tordo, la da vuelta la penetra, se la saca, se la pone, este carancho es un toro, y mañana estará temprano en su consultorio.

Friday, June 13, 2014

Delirios rima dolores.



Después de fornicar una como mínimo y hasta tres veces como máximo, cada noche de cada día de la semana la doctora y el doctor se ponía a conversar, y hacerse chanzas, sobre esas placenteras y emocionantes aventuras que emprendían cuando se dormían los cuatro críos que eran unos indiazos de esos llenos de energía y de salud que le pelaban a dormirse hasta la última fracción del enésimo segundo del enésimo minuto como intuyendo lo que empezarían sus papás después que entraran en sueños, después mucho después que lo hacían se preguntaban juntos sin responderse, cómo hacían para zambullirse en esos mares de pelos de todos los tipos, de sus culos de las tetas de ella de la poronga de él, de los jugos de ella del semen de él, cómo hacían uno y el otro para querer besar todas esas mezcolanzas hasta donde pudieran o hasta donde dejara el otro respectivo, cómo hacían para nadar tan placenteramente, braceando y pataleando en esos mares que ambos, al otro día y despejados, miraban tan científicamente como podían cada uno en sus competencias, la boca ella con esas filas desparejas de dientes o de espacios vacío que dejaban esos dientes con el paso del tiempo, los demás él que después que lo echaron del hospital del ingenio tuvo entre los vecinos esa aceptación de médico de cabecera que además de prestigio trae buenas regalías, cómo esas cosas que a ellos no les producen náuseas ni en unas ocasiones ni en otras, a otras personas les produce ascos de todo tipo, eso que duele, eso que gusta, eso que raja, eso que corta.

Thursday, June 12, 2014

Viejo rima nuevo.



De tanto que las pusieron año tras año las guirnaldas comenzaron a romperse porque eran una mezcla de papel corrugado y celofán multicolores que si bien eran resistentes, eran largas y entonces en los embalajes y en los desembalajes con los baúles y los cajones de todos los años, terminaban convertidas en unas marañas o en unas madejas imposibles de desenredar de hilos y de cables, porque además estaban enganchas con otras tipo diademas de foquitos pequeños que las resaltaban, y completaban los ajuares festivos que tres veces al año se colocaban en las pistas y en los pasillos del recreativo, y cuando las guirnaldas comenzaban a romperse empezaban las discusiones en la cuadrilla de los obreros de la misma empresa, dotados por esos días y para esas tareas a tiempo completo de los equipos y de los uniformes respectivos, especialmente de los cascos que evitaban que se les rompieran las cabezas por porrazos con las escaleras o las mechas de las pistolas con las que soldaban , se cargaban las culpas entre ellos y se comían las puteadas de los supervisores que de rato en rato se daban vueltas para seguir de cerca con esos mantenimientos, que cada año llevaban más plata renegaba el carancho que le reclamaba el ingeniero cuando autorizaba el presupuesto de estas fiestas que consideraba importante para el personal de la empresa, pero además de las guirnaldas con los años se destartalaban las sillas que eran de madera y las mesas y los mingitorios de los baños, por eso fueron quedando supeditados a los mismos trabajos de esos mismos obreros, que terminaban emborrachados de unas cervezas que les invitaban a media tarde previa a la noche de la farándula, como una muestra del agradecimiento por el trabajo de colocar todos esos elementos que tenían sus años y seguían adornando esos bailes célebres y movidos donde, eso sí, a diferencia de todas esas guirnaldas y las cortinas y el moblaje de años, las parejas se tiraban encima el ropero con ropa y otras pilchas que conseguían con trampas créditos y otras triquiñuelas, todas de estreno que, eso sí, eran sus formas de desviar las miradas hacia los que estaban mejor empilchados, tal vez los escenarios se iban haciendo viejos pero las pilchas de ellos eran nuevas aunque fueran de los más los más viejos, de esos viejos que se engominaban los pocos mechones que les quedaban como las viejas con esos peinados armados a fuerza de puro espray.

Wednesday, June 11, 2014

Traición rima tradición.


Por un par de mudas de ropa decente y comer asados todos los fines de semanas,  se compran las lealtades de los negros por un año, de esos muchachos tan predispuestos a los vueltos que salen de todos los entripados de obreros con patrones, y que no  siempre están a favor de los obreros, hay que negociar para hacer mucho con poco y en las negociaciones a veces se gana a veces se pierde, siempre que no haya recomendaciones especiales, que esas tienen tarifas superiores aunque las tajadas son para repartir entre el secretario general y sus colaboradores que no son más que un séquito de chupamedias que también la ligan de arriba, por un par de jodas organizadas con media docena de putitas que hagan dos o tres cosas diferentes como para que los muchachos queden prendados y pelotudos se compran los pundonores de los traicioneros que pululan por el campo y las fábricas, apenas corre la bolilla que hay que hacer algo con los patrones ordinarios que pichulean los sueldos y los jornales y los contratos, especialmente los contratos que vuelven locos a todos los contadores escribano y abogados delincuentes que son más baratos que los obreros, por un nombramiento de unos puestos de convenio en que se ganará menos que los de fuera de convenio pero que significan estabilidad para la familia y, si se tiene suerte, conseguir alguna de las secretarías en el sindicato de obreros y empleados, más de obreros que van a montones, que de empleados, que tienen miedos a las represalias como fue en la época de Perón y después en de Frondizi y los militares que lo sacaron por zurdo del gobierno, por algunas de esas pequeñas cosas que además son baratas para un sindicato tan rico, los choschamu que conservan en sus oficinas las fotos del general con su uniforme montado como San Martín en su caballo, fieles a sus lealtades se duermen en sus laureles, entregan sus acatamientos, que consisten en hacérsela fácil al carancho el señor secretario general elegido en elecciones de listas únicas patrocinadas desde el propio ingenio, esa es la tradición para los compañeros que más que responder a sus propios intereses por medio de sus representantes termina respondiéndoles en los tejemanejes que él arregla en las sombras con los patrones, o con los testaferros de los dueños de la fábrica, que juntan plata a paladas con la sangre de los infelices que ni reclaman, esos andan dormidos y opas.


Tuesday, June 10, 2014

Pesos rima especies.


Cuando los desmanes en las olas de esos mares en los que andaba se calmaron, cuando las olas sobre las olas de los disgustos que les ocasionaba a los jefes que por lo menos tenían que escucharle sus arengas sobre las justicias los coyas y la salud de los coyas que se acercaban con la cosecha, cuando las olas por las olas anteriores de las mortificaciones que caían sobre él con las contestaciones y los desplantes de esos mismos jefes sin solucionar las mínimas necesidades sanitarias siquiera de esos bolivianos que contrataban en la frontera por dos mangos, cuando esas olas se calmaron y pudo navegar a mar abierto sin las aguas turbulentas de los quilombos diarios, cuando ya no hubo más jefes administrativos metiendo las narices en los servicios médicos, cuando no hubieron más esas arengas con que el tesorero se  quejaba por los medicamentos que él pedía, que eran caros para curar a unos patas sucias de mierda, cuando ya no hubo todos esos  alborotos que se armaban y fueron el motivo por el que lo echaron de la empresa, el carancho pudo ver la perspectiva y comenzó a juntar su capitalcito con las consultas que caían tanto a montones  que tuvo que contratar dos secretarias que en dos turnos, se desgañitaban adivinando las urgencias de las consultas comunes, para organizarle los turnos que él cumplía exactamente entre las catorce y las veintidós horas con una hora que se tomaba por el merienda con la aclaración que el último paciente entraba a las nueve y media, hasta su consultorio llegaban las mamas con los chicos tomando pecho todavía, y la caterva de infelices que venían con desvíos de columnas por trabajar muy encorvados en los surcos, y las orejas como hojas de repollos que les quedaban después de años de estibar el azúcar en bolsas, hasta él venían y le pagaban bien como correspondía, en plata bien pesos, en gallinas en docenas de huevos en mantequillas o quesillos preparados por las abuelas, que también hacían leche cuajada y arroz con leche. 



Monday, June 09, 2014

Casualidad rima causalidad.



Como si fueran infinitas fichas de dominó, acomodadas verticalmente, como si fueran infinitas filas de fichas muy cerca unas de otras, como si fueran esas fichas mostrando los contornos de algo de algún dibujo, que se desarmaba en segundos con solo tocar una de esas fichas, porque después los efectos se desencadenaban solos, volteando una tras otras de las fichas acomodadas verticalmente, como olas de plástico negro con puntitos blancos, como ondas de maderitas también con puntitos blancos o lo que fueran, como si fueran eso fueron sus días en los días que siguieron al día que lo echaron a patadas del hospital del ingenio, las neurastenias repetidas se le pasaron, dejó de estar enojado con él y con todos los de sus entorno, y se le despejó la cabeza al carancho cuando se puso a trabajar por cuenta propia, y pensaba que además de lo que sabía, las casualidades lo iban acompañando como si fueran sus guardianas, casualidades que aparecían en los pomos chupados desprolijamente de pomadas mágicas guardadas en los cajones de la mesa de su consultorio, en los pomitos de crema con los que calmaba tracaladas de sarpullidos y picazones con orígenes extraños, con las que bajaba las inflamaciones de quemaduras de grado intermedio, en las tabletas de analgésicos desordenadas en sus botiquines destartalados, genioles que curaban igual una molestia en el oído que una jaqueca aguda, en los frasquitos de antibióticos que utilizaba como herramientas en instancias de emergencias cuando los llantos de los enfermos lo desbordaban o lo desbordaban las angustias de sus llorosos parientes, el carancho de todas maneras curaba con gran conocimiento pero también con los vientos de cola de sus suertes.

Sunday, June 08, 2014

Nauseas rima pausas.



Las sirenas se escuchaban como docenas, como cientos de lloronas, todas quejándose, al mismo tiempo, por esos largos estertores que sonaban ininterrumpidos por un minuto, largos y agudos en unas veces y cortos otras veces, esos iuuuuuiuuuuuu infinitos, las sirenas se escuchaban como sirenas en celos privadas de sus nirvanas de sus efebos eunucos, infértiles, las sirenas chisporroteaban como chisporroteaban los obreros en los cambios de turno, chisporroteaban las sirenas para zamarrear a los indolentes y a los cornudos que encontraban sus lechos calientes, y los empleados en las entradas y las salidas, que eran con pitos con bocinas de otros sonidos, mas graves, como si fueran viejitos con carrasperas, como viejitos babosos tosiendo en intervalos, los obreros y los empleados, y los ingenieros en sus gabinetes y los contadores en sus tesorerías, sin descansos reparadores desfilaban por los turnos y el carancho los defendía en el sindicato, las sirenas piteaban apenas después que el vapor pujara o relajara la presión con la que se movía por los laberintos de cañerías que eran remiendos de remiendos, que diseñaban los supervisores, cuando se abrían o cerraban las bridas, cuando se abrían o se cerraban las válvulas en los codos de esas cañerías, y el vapor circulaba mezclado con los olores nauseabundos de los baños comunes que concentraba las meadas de cientos de obreros todos los días, cuando cerraban las compresas y dispersaban esos olores nauseabundos que daban nauseas a algunos obreros más débiles que otros por faltas de pucheros, las sirenas se escuchaban como sirenas y los neurasténicos, obreros o empleados, se ponían idiotas solamente los domingos, los domingos a la tarde.





Saturday, June 07, 2014

Blanco rima negro.


Cuatro mudas de pantalones de hilo muy fino de un blanco que nunca se ponían amarillentos con los baños de legía que la mucamas que tenía para que los atiendan les hacían cada vez que los lavaban, cuatro remeras de piqué blancas y también como el blanco de las palomas que acompañan a los ángeles, cuatro pares de zoquetes y dos zapatillas completaban los atuendo, blancas también como esas nubes que a veces se recortan en los celestes diáfanos de los cielos, uno por cada día de los siete días que el flaco se la pasaba después de su trabajo, tipo siete de la tarde, haciendo tenis en cancha de ladrillo picado en el club social, con la media docena de mujeres que le tiraban unos mangos para que les enseñe algo que sin confesarlo había empezado ahí nomás para eso, para relacionarse con ellas que lo tenían filmado porque era buenmozo y sin compromisos, y él por su parte que también las había junado y había desarrollado el olfato para darse cuenta de las actitudes de la mujeres olvidadas, en figurillas se las vio el flaco Pérez cuando se murió su mamá justo que el estaba a punto de cumplir los treinta años y ya tenía doce años de dandi del pueblo, con fama entre todo el hembraje de los jefes del ingenio, ocupados más en sus trabajos y en chuparles las medias a los patroncitos que eran dueños y a los supervisores que los obedecían y ordenaban lo que no querían en las buenas y en las malas, como aquellas cuando venían las purgas por reducciones del personal por presupuestos ajustados, en figurilla se las vio el flaco Pérez cuando se le acabó la vidurria por fallecimiento de su señora madre, una rica y próspera comerciante de la Quiaca que se había instalado en la ciudad gracias a las regalías que había sacado toda su vida vendiendo al por mayor la mercadería que le entregaba a la empresa para que reparta a los coyas contrabandeando desde Bolivia por los pasos de la quebrada, una mayorista hábil que tenía cinco dientes de oro y era famosa y la envidia de los coyas que adoraban esas prótesis que ponía el Dr. Méndez el gordo que era el único dentista del pueblo, en figurillas se las vio el flaco Pérez y se le acabaron las ceremonias cuando su mamá lo mimaba cocinando lo que le gustaba antes que él se durmiera esas siesta reparadoras, para volver al ataque y acostarse con cada una de la media docena de damas olvidadas de los jefes ocupados de la empresa, esos jefes ocupados por llevar el sustento a sus casas donde sus mujeres, olvidadas se revolcaban en cualquier lado con el flaco Pérez que les hacía el amor como ellas soñaban, negro se la vió en figurillas ese galán de blanco, de los martinis y el tenis, esa información le llevaban al carancho, uno y otro, una y otra vez.





Friday, June 06, 2014

Enredos rima redes.




Y era así nomás, de pronto Ramonsito el peluquero comenzó a ver en sus almuerzos y en sus cenas unos bifes de lomo o de chorizo y de ternera muy diferentes a los bifes duros y nervudos de vaca vieja a los que Eufemia su mujer, lo tenía acostumbrado, considerada hembra como era teniendo en cuenta las costumbres de carnívoro del otro y de lo apretado de sus presupuestos de peluqueros del pueblo, ella, una blanca treintañera de caderas onduladas y tetas firmes, se ocupaba como su marido, de embellecer para ocasiones especiales las cabelleras de las damas en sesiones que pasaban largas entre el secador y los trabajos de armado a la hora del spray, y así nomás de pronto Ramoncito no se daba cuenta o no quería darse cuenta que la mejora en la calidad de la carne que comía procedía de que Eufemia después de las cortejadas conocidas se encamaba con Juan el carnicero que la calmaba de las ganas que la desbordaban, muy temprano nomás en un rincón de la sala donde terminaban con los cortes de las reses cuando el personal ni los consumidores andaban cerca, trampitas que había visto en persona el propio Giovanni, el italiano compañero y amigo de Ramoncito que le hizo la gauchada de darle el trabajo, así que este no se animaba a contarle como le contaba de otros entreveros mientras limpiaban las tijeras los cepillos las brochas entre unos y otros de los parroquianos que iban y venían, como se animaba a contarle de los despidos en docenas de las fábricas a los obreros que eran militantes peronistas y entonces infectaban los sindicatos yendo contra los intereses de la empresa, porque los avivaban a los coyas para que pidan cosas que no querían darles como consultorios en el hospital para que les atendieran los resfríos y las resacas, de todas estas tramas tendidas entre vecinos amigables se enteraba el carancho para después pasarle la información al ingeniero, en los pasillos del recreativo o del club social todos los sábados en los bailes de las noches y durante las siestas de los domingos cuando se armaban las mesas de canasta o truco, las partidas de sapo o de bochas, o los partidos de tenis.



Thursday, June 05, 2014

Juegos rima bailes.




Chivados después de los partidos de tenis en cancha de ladrillo picado que llena de polvo sus almidonados uniformes blancos y prolijos, chivados pero elegantes los hombre con pantalones y remeras haciendo juego con el blanco de zapatillas especiales, y la mujeres con unas polleras más cortas de las que usan cono soleras, más sugerentes, todas de blanco también, iban a las barras y sentados en las banquetas altas a tomar tragos largo preparados por el gringo Matos que los conocía a todos, más bien las mañas y las historias de todos, menos chivados pero chivados igual otros hombres de blanco, más veteranos pululaban a los costados del rectángulo de las bochas que jugaban donde tenían además dos cajones de sapos donde tiraban las fichas en los intervalos de los juegos en parejas acercando las bolas a los bochines, chivados como estaban rondaban los primeros concurrentes a mlos bailes de los sábados, los hombres especialmente pispeando las mujeres de otros en busca de miradas de complicidades que pudieran dar un indicio de las predisposiciones de ellas, que, igualmente, murmuraban entre ellas haciéndose comentarios de los que comentaban que eran los más osados de esos grupo como para andar con aventuras, extraconyugales le llamaba el padre Keiner que se agarraba la cabeza cuando alguno arrepentido le caía al confesionario, porque en eso sí, se le armaban líos al carancho cuando tenía que contarle de esto al ingeniero, mujeres de obreros pisadas por ejefecitos calentones, mujeres de jefes superiores mezcladas con empleados de cuarta categoría, en juegos peligrosos, pero movidos igual que los bailes en el recreativo o en el club social del ingenio. 

Wednesday, June 04, 2014

Espías rima espiando.




Todos aprovechaban esos momentos, no solamente para las entradas en chamuyo, las franelas, para hacer bien los aprontes, de apretadas de cinturas relajadas, que se acariciarían y les haría provechitos unas horas después en las camas de sus respectivos dormitorios de sus respectivas casas, sino también para cruzarse miradas de complicidades, miradas de encomios, miradas comprometidas, varones a mujeres, mujeres con los varones, las suegras de los niños que se encaprichaban, la miradas combinadas con murmullos que, si se escuchaban, como tenía la costumbre el carancho con el escoses en mano, en un vaso con abundante hielo, traían informaciones valiosas de todas esa gente, suegras y suegro incluidos, porque los bailes eran para toda la familia, cuando todos los años a la misma  hora, la orquesta de Ardú comenzaba con serenata a la luz de luna, la parejas como si se pusieran de acuerdo inundaban el círculo de la pista más importante del club social, que era el lugar donde se hacían los bailes de los empleados de mayor jerarquía de la empresa, de los jefes y de los dueños que anduvieran por el ingenio, especialmente del ingeniero que aprovechaba esas charlas relajadas para seguir trabajando ese era su trabajo, el chusmerío, para preguntarle y sacar sus propias conclusiones, ahí iban las parejas con el jazz suave, sabían que después venía el empalme tuxedo y todas las canciones de ese músico maravilloso que se había perdido para siempre viajando de un lado para otro en los frentes de batalla de la segunda guerra, como en el recreativo había también en este club un par de salones donde las damas de los jefes reputados de la empresa, iban y venían los sábados a la tarde, de la peluquería de Blanca,  para ir jugando a la canasta, hasta las ocho de la noche que era la hora cuando los obreros comenzaban a correr las mesas y sillas para que quedaran habilitadas como pistas, ahí los tenía el carancho a todos juntos, encerrados en la jarana de los sábados a la noche, todos los sábados a la noche para enterarse de todas sus cuitas, que eran parecidas a los puteríos de los obreros con un poco más de hipocresía nada más, por eso siempre decía que no todo lo que brilla es oro, ni siquiera lo que brillaba en su propio entorno.

Tuesday, June 03, 2014

Espía rima espiado.



Unas doscientas parejas no muy apretadas bailando foxtro o tango, parsimoniosas relajadas y tranquilas, marcaban el tamaño de la pista central del recreativo, un rectángulo rodeado de una hilera de mesas que a lo ancho eran tres o cuatro y sillas de madera, que la mayoría juntaba porque las más comunes eran las parejas que además de ir con los hijos caían como mínimo con alguno de los suegros, que en realidad más que los suegros eran las suegras que como peludos de regalo iban con el grupo, esas mismas comadres mayores que con aires de sargentos primeros y caras de pocos amigos, los brazos cruzados sobre sus pechos, como centinelas y atentas cuidaban personalmente de las virginidades supuestas de las niñas, que tenían recomendaciones especiales de ellas mismas si la pista quedaba muy llena, que se cuidaran muy bien de esos roces que parecía que no fueran pero lo eran, unos tres salones rectangulares también pero más chicos, colindantes y alrededor que eran salas de juegos de billar y de trucos que se habilitaban como pistas, completaban la capacidad que se desbordaba solamente en los carnavales, cuando la gente que se tiraba agua perfumada y papel picado que quedaban como engrudo, parecía encogerse y entonces la capacidad de esos salones adornados con guirnaldas y focos de colores parecía que se ampliaba, ese era uno de los territorios cada sábado por la noche, sobre el que sobrevolaba el carancho para enterarse de los puteríos de la gente del ingenio, y poder armar sus reportes precisos al ingeniero que cada quince días venía de la casa central, ahí se enteraba directamente o por medio de los soplones que tenía, de la vida y la obra de las mujeres los hombres y los niños del pueblo, lo que no se enteraba, lo que no le contaban tampoco los soplones es que a él también lo espiaban todos los que él espiaba, así que él perdía porque de los otros él le contaba solamente al ingeniero, en cambio él estaba todo el tiempo en boca de todos, incluidos los chismosos.  

Monday, June 02, 2014

Espías rima expiado.


En medio de esos calores infernales las galas en los bailes eran siempre las mismas, los hombres camisas de hilo de colores claros, pantalones de poplin al tono, y mocasines con medias o sin que pasaban del marrón al beige sin excepciones y cualesquiera fueran los colores de los zapatos que andaban en las escalas de los colores marrones y negros, y la mujeres las damas entonces regordetas de buenos pechos y caderas, soleras también de hilo trabajado o de satenes especiales en colorinches vivos que resaltaban sus formas y las proyectaban más sensuales a las vistas de sus hombres y de los otros, zapatos clásicos tacos altos en la gama también de los colores claros, sus galas quedaban volcadas casi por completo en sus peinados llamativos y voluminosos, que eran los resultados de horas y horas en las peluquerías de Blanca y de una media docena de estilistas que los sábados comenzaban a trabajar poco después de las ocho de la mañana hasta poco después de las diez de la noche, a todo lo que podían porque sabían que ahí se concentraban el grueso de sus ingresos que por lo tanto no debían perderse, total después podían descansar tranquilas los lunes que cerraban sus locales todos los peluqueros, en medio de esos calores infernales las galas para llegar más que presentables, a los bailes en el club recreativo, que era para los empleados de puestos inferiores y los obreros, y a los bailes en el club social, donde se juntaban los de la más rancia alcurnia del ingenio, así los juntaba el carancho a todos los que el ingeniero lo tenía compelido a saber la vida y obra de cada uno con instrucciones precisas de reportes semanales para que no hubiera novedades que pudieran perjudicar la imagen de la empresa, en medio de esos calores infernales de esas galas de esos bailes con orquestas típicas y de las otras que eran los mismos músicos que rotaban, el carancho los tenía a todos, juntos, libados, bailando, en diversiones sanas, para espiarlos como quería, yendo de un lado al otro se enteraba de los cuernos, de las borracheras semanales de las mañas buenas y de la malas de todo el personal de la fábrica, y anotaba con su letra minúscula en las fichas que en los archivos ordenaba por orden alfabético de apellido, para informarle a sus jefe cuando el otro le preguntaba, él espiaba a todos y a él no lo espiaba nadie, por eso, cuando llegaba el domingo, él no comulgaba como los otros, en ninguna de las misas donde iban los mismos que estuvieron en el baile.     


Sunday, June 01, 2014

Malarias rima negocios.


Docenas de vuvuzelas pequeñas de todos los colores fosforescentes, y también coloridas matracas con sonidos infernales, traca y traca como si fueran docenas de corazones latiendo ante un micrófono o una sala de relojes del tiempo de ñaupas, con un sinfín de piñones rotando mientras se rozaban, mandando el péndulo de un extremo a otro, también emitiendo monótonos sonidos en alto parlantes, matracas y maracas de plástico, matracas que reproducían ruidos desordenados maracas afónicas engomadas del caramelo de docenas de manzanas con baños de caramelo, matracas y maracas y baleros de plástico, y banderines en celofanes ordinarios con el nombre del circo y la leyenda ese erre ele, que era la sociedad del panzón del dueño, que justamente en la panza y en esa enorme redondela de su cintura tenía toda la inversión de sus beneficios, con el otro panzón del contador que entre una partida doble y otra le afanaba lo que él les afanaba a los artistas, montones de esos minúsculos articulitos con la propaganda del circo caían en las manos de esos niños caprichosos que querían que los padres los llevaran todos los días, adminículos que esos mismos niños les hacían pagar caro a padres puteadores que maldecían a la ese erre ele al gordo y al mismísimo contador, porque todas las porquerías esas terminaban en sus manos como todas las camperas y pulóveres del grupo incluidas las de las  brujas si eran de las partidas, de a docenas los artistas, que eran poco más que una cincuentena desde que el circo entró en épocas de vacas flacas en el ingenio, convertidos en vendedores minoristas le peleaban a parar la olla.





tocando la marimba

tocando la marimba
para que toquen todos

es la economía estúpido

es la economía estúpido
para todos los que creemos que sabemos de economía y sabemos muy poco

buscándome

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paz - castillo

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2010

cuentos del abuelo que no son más que cuentos que se van copiando a lo largo del tiempo

MIAMI.- Uno tiende a pensar que las canciones infantiles no son otra cosa que tradición oral de origen incierto, convertida en dominio público y, como consecuencia, creaciones exentas de todo reclamo propietario.



"Sobre el puente de Avignon", por ejemplo, es una canción francesa del siglo XV y alude al famoso puente medieval de Saint-Benézet, que se extendía sobre el Ródano. Y "Mambrú se fue a la guerra" fue compuesta en 1709, tras la Batalla de Malplaquet, donde Gran Bretaña y Francia se enfrentaron para dirimir la sucesión española. El Mambrú en cuestión era el duque de Marlborough, a quien los franceses creían muerto.



Pero nadie conoce la identidad de sus creadores y en algunos casos, como el de Mambrú, se sospecha que se trata de una melodía originalmente árabe, que llegó a Francia con las cruzadas.



No es el caso de "Happy Birthday To You" ("Feliz cumpleaños"), considerada por el libro Guinness de récords la canción más popular del mundo, entonada en los más variados niveles de disonancia y en una multitud de lenguas en aniversarios de bebes, adultos y ancianos, incluida en cajas de música, teléfonos celulares y tarjetas de aniversario, llevada al espacio como uno de los testimonios de la cultura del planeta Tierra y memorablemente cantada por Marilyn Monroe el 19 de mayo de 1962 (78 días antes de su suicidio) a su amante, el presidente John F. Kennedy, en una celebración multitudinaria en el Madison Square Garden.



"Happy Birthday To You" no sólo tiene un origen comprobado, sino que además tiene dueño y copyright, y es objeto de una fascinante batalla legal por lo que podría representar unos 2.000.000 de dólares anuales en concepto de derechos de autor.



La historia comienza en 1893, cuando las hermanas Mildred y Patty Smith Hill, maestras jardineras de Kentucky, confeccionaron un libro titulado Cuentos cantados para el j ardín de infantes, que fue publicado por la editorial Clayton F. Summy Co., de Chicago.



La primera canción del libro se titulaba "Buenos días a todos", pero durante un cumpleaños del que las hermanas participaron, Patty sugirió cambiar la letra de la canción por "Happy Birthday To You", como una manera de homenajear a la niña que ese día celebraba su aniversario.



Esto es, en realidad, lo que se supone, porque no existe documentación que establezca que la letra de "Happy Birthday To You", de apenas cuatro líneas, sea efectivamente autoría de Patty Smith.



En marzo de 1924, un editor llamado Robert H. Coleman publicó una versión de "Buenos días a todos", que incorporaba la letra de "Happy Birthday" como alternativa. Con el advenimiento del cine y de la radio, la canción alcanzó una extraordinaria popularidad.



En 1931, fue incluida en el musical The Band Wagon , de George S. Kaufman y Howard Dietz, que protagonizaron Fred Astaire y su hermana, Adele, y dos años más tarde, cuando la Western Union lanzó su primer telegrama cantado, eligió "Happy Birthday To You" como su primera canción.



Fue, precisamente, en 1933, cuando Irving Berlin volvió a usar la canción en su comedia musical As Thousands Cheer ( Mientras miles vitorean ) que Jessica Hill, la tercera de las hermanas Hill, decidió emprender acciones legales.



Tras demostrar la similitud entre la canción original y "Happy Birthday To You", Jessica Hill logró que una corte la autorizara a registrar la nueva versión, que obtuvo un copyright en 1934.



La compañía Summy de Chicago publicó la canción en 1935. Según la legislación en vigor, los derechos debían expirar en 28 años, pero el acta del derecho de autor sancionada en 1976 los extendió hasta 2010. Y en 1998, a propósito de una disputa en torno de una canción de Sonny Bono, la Corte Suprema norteamericana añadió 20 años más al derecho de autor, lo que prolongó el copyright sobre "Happy Birthday To You" hasta 2030.



Algunos expertos, como Robert Brauneis, de la Universidad George Washington, argumentan que si bien los méritos para registrar una canción popular son válidos, en el caso de "Happy Birthday To You", los argumentos se ven anulados por la inexistencia de pruebas fehacientes acerca de quién escribió la letra de la canción.



Si todo esto hace dudar al lector acerca de la conveniencia de cantar "Happy Birthday" la próxima vez que algún familiar cumpla años, a riesgo de que aparezca alguien de Sadaic a reclamar los royalties, tranquilícese. Las demandas sólo se aplican a la explotación comercial de la canción, no a las fiestas familiares.

(tradición conocida gracias a mario diament en una nación de 2009)

boludeces de humor negro que circulan

por el ciberespacio y por la calle

Hay un tipo gangoso sentado en un banco del Central Park de Nueva York,
en la noche de Nochebuena, cuando de pronto se acerca una dama y se
sienta a su lado. El tipo, que andaba solo, para romper el hielo le dice:
- ¡Ghola!
- ¡Ghola!
- ¿Ghos tanguien shos gangosa...?
- Shi.
- ¿Y haglás Eskañol?
- Shi.
- ¡Lo único que te jaltaria esh sher Arlgentina!
- Shi, shoy Arlgentina.
- ¡Uy! ¡Qué shuerte! ¡Yo tamguien shoy Arlgentino! Yo eskaba solo acá
shentado hoy que esh noche guena y jhusto akareciste vosh que tamguien
shos gangosa y Arlgentina. ¿Que te karece shi hacemos algo...?
- Gueno, ashi ninguno de los dosh she queda sholo.
Entonces se van los dos a cenar. Empiezan a charlar, a conocerse y se van
a pasar la Nochebuena en un Hotel. Se encaman, y luego de unas horas de
sexo, lujuria y placer se produce la siguiente conversación:
- Oguime, le dice la chica, tengho que confesharte algho.
- ¿Qué esh?
- Tengho Sida...
- ¡Ah...! ¡Güenísimo! ¡ ¡Yho tengho Pan Dulce!

ADN

ADN, los derechos y los ácidos. No sé mucho de los derechos a darse cuenta de que la privacidad es la privacidad y ninguna ley puede cambiar de una entidad de este tipo fuera de la condición humana, o la cosmética o la justificación de un derecho natural e inherente a lo esencial de nuestra más pura naturaleza, y que esto es como un apoyo a la vida antes de que otros principios, si uno trató de construir un sistema o establecer prioridad sobre lo que está aguas arriba o aguas abajo en este autodeterminada, y con independencia de tema o la implicación de otra u otras personas en esta iniciativa. Por supuesto, las líneas que marcan los espacios reales y virtuales en todo esto son muy indefinida ya veces hace que el avance hacia lo que aún no se sabe si se hiciese lo que con la eutanasia, o en un extremo opuesto a incurrir en errores extraordinarios como privar a alguien de libertad no recordar el número de identificación de la memoria o su look hippie de desgracia como lo fue para la Argentina en los años setenta. La intimidad es la intimidad y creo francamente que debemos estar de acuerdo - no palabrería - la mayoría de las personas que habitan este planeta, pero privacidad que no debe confundirse con el privado, como parte de nuestra personalidad es constitutiva, pero no es determinante de nuestra función social se despliega en una amplia gama de posibilidades, y luego sucede que alguien quiere meterse con nuestra privacidad sin una petición o similares , también puede ser individual más o menos dispuestos a compartir nuestra intimidad con uno u otro o directamente a no compartir. El que fue violada, sin duda, es herido en sustancia, sino la sociedad en su sistema como se señaló en ese caso a quien la lesión y, en general condenando la actitud, pero no heridos alivio al que sufre y en todo caso sólo contiene el enigma nunca es recuperada por el individual y así es como entrar en el gran área de gris que existe en esta materia que va del negro al blanco, ya la tercera, que, como grupo lo resolvemos nuestras lesiones socialmente con los que obtenemos asuma que sufrió una lesión en su intimidad somos que no participan, lo hacemos a veces y otras no ?, ¿cómo lo que otros entienden que debemos comprometernos con la privacidad de los demás, especialmente cuando la persona no solicita o cuando lo solicite expresamente, o si la persona no lo hace? ¿Por qué habría de lo que otros quieren ser y no es lo que debería ser? ¿Está bien que otra carga generacional se convierte en uno que pertenece a otra generación? ¿Hay alguien en el sistema con la capacidad de sopesar las decisiones íntimas no es socialmente perjudicial, ¿alguien puede obligar a otro para alterar las decisiones subjetivas? Aunque las costumbres argentinas como nos inclinamos a menudo para tomar el lugar de los dioses intimidad es la intimidad, y aunque se encuentran con la base para los que no se ve bien para obligar a alguien compulsivamente directa o indirectamente a someterse a las pruebas de ADN para determinar su por caso o formular objeciones si hay razones que podrían desencadenar acciones, para asegurarse de que la decisión de convertir esas características cualquiera de los términos de la ecuación esa es nuestra inherente e inviolable espléndida privacidad, o la totalidad de sus términos. En cuanto a la integridad, en su resolución y si las normas que puedan estar en ese sentido la estatura de su propia probidad es primero una decisión individual y la privación y si uno es conjunto y también con su entorno que no es perjudicial, no hay razón alguien puede reclamar el derecho a oponerse, porque de la misma manera que podría desafiar lo que creemos es posiblemente el otro, evidentemente, más de un lío armar estilo argentino con piquete y todo, y razones más legítimos distintos de los que se hicieron sobre si son incompatibles con ellos mismos, y mucho menos si éstos pertenecen al anuncio para la afiliación de uno mismo. ¿Cuántos ejemplos de problemas no resueltos en nuestra sociedad es sólo porque la gente elige para preservar su integridad? Debido a la dignidad, porque la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes están en un nivel más alto que la evaluación externa de la honra o deshonra a sí mismo. ¿Es el voluntarismo honor individual una variable dependiente de otra u otras personas? Como el umbral de la identidad, es decir, antes mucho antes de la inexactitud probable de tercero para la medición de índices de audiencia muy personales y también por su forma de elección auto-mal es pre errores por proxy, tanto más si la información, comunicación o conocimiento se impregnan con un ácido rencor del árbitro.



























copiando del álbun de belén; museos

copiando del álbun de belén; museos
mario. judith. jimena y belén, ¿año 2008?

imagina un mundo sin zonceras

imagina un mundo sin zonceras
imagina un mundo sin egoísmo

copiando del álbum de belén; casa blanca

copiando del álbum de belén; casa blanca
ellla y sus compeñeras del nación, más que un par de potras

juan cruz y mario paz III (junior)

juan cruz y mario paz III (junior)
navegadores custodios; fútbol

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Inca Paz también puede ser este ¿no?, de mi vida si te interesa preguntá, y sino todo bien

candela y jimena

candela y jimena
chico y grande; libros

mario y pinky

mario y pinky
a la edad que tienen hoy juan y mario

juan cruz en san lorenzo donde lo bautizaron

juan cruz en san lorenzo donde lo bautizaron
con maría jimena

historia argentina contemporánea


Fernando Peña
29.03.2008
Cristina, mucho gusto. Mi nombre es Fernando Peña, soy actor, tengo 45 años y soy uruguayo. Peco de inocente si pienso que usted no me conoce, pero como realmente no lo sé, porque no me cabe duda que debe de estar muy ocupada últimamente trabajando para que este país salga adelante, cometo la formalidad de presentarme. Siempre pienso lo difícil que debe ser manejar un país... Yo seguramente trabajo menos de la mitad que usted y a veces me encuentro aturdido por el estrés y los problemas. Tengo un puñado de empleados, todos me facturan y yo pago IVA, le aclaro por las dudas, y eso a veces no me deja dormir porque ellos están a mi cargo. ¡Me imagino usted! Tantos millones de personas a su cargo, ¡qué lío, qué hastío! La verdad es que no me gustaría estar en sus zapatos. Aunque le confieso que me encanta travestirme, amo los tacos y algunos de sus zapatos son hermosísimos. La felicito por su gusto al vestirse.Mi vida transcurre de una manera bastante normal: trabajo en una radio de siete a diez de la mañana, después generalmente duermo hasta la una y almuerzo en mi casa. Tengo una empleada llamada María, que está conmigo hace quince años y me cocina casero y riquísimo, aunque veces por cuestiones laborales almuerzo afuera. Algunos días se me hacen más pesados porque tengo notas gráficas o televisivas o ensayos, pruebas de ropa, estudio el guión o preparo el programa para el día siguiente, pero por lo general no tengo una vida demasiado agitada. Mi celular suena mucho menos que el suyo, y todavía por suerte tengo uno solo. Pero le quiero contar algo que ocurrió el miércoles pasado. Es que desde entonces mi celular no deja de sonar: Telefe, Canal 13, Canal 26, diarios, revistas, Télam… De pronto todos quieren hablar conmigo. Siempre quieren hablar conmigo cuando soy nota, y soy nota cuando me pasa algo feo, algo malo. Cuando estoy por estrenar una obra de teatro –mañana, por ejemplo– nadie llama. Para eso nadie llama. Llaman cuando estoy por morirme, cuando hago algún “escándalo” o, en este caso, cuando fui palangana para los vómitos de Luis D’Elía. Es que D’Elía se siente mal. Se siente mal porque no es coherente, se siente mal porque no tiene paz. Alguien que verbaliza que quiere matar a todos los blancos, a todos los rubios, a todos los que viven donde él no vive, a todos lo que tienen plata, no puede tener paz, o tiene la paz de Mengele.Le cuento que todo empezó cuando llamé a la casa de D’Elía el miércoles porque quería hablar tranquilo con él por los episodios del martes: el golpe que le pegó a un señor en la plaza. Me atendió su hijo, aparentemente Luis no estaba. Le pregunté sencillamente qué le había parecido lo que pasó. Balbuceó cosas sin contenido ni compromiso y cortó. Al día siguiente insistí, ya que me parecía justo que se descargara el propio Luis. Me saludó con un “¿qué hacés, sorete?” y empezó a descomponerse y a vomitar, pobre Luis, no paraba de vomitar. ¡Vomitó tanto que pensé que se iba a morir! Estaba realmente muy mal, muy descompuesto. Le quise recordar el día en el que en el cine Metro, cuando Lanata presentó su película Deuda, él me quiso dar la mano y fui yo quien se negó. Me negué, Cristina, porque yo no le doy la mano a gente que no está bien parada, no es mi estilo. Para mí, no estar bien parado es no ser consecuente, no ser fiel. Acepto contradicciones, acepto enojos, peleas, puteadas, pero no tolero a las personas que se cruzan de vereda por algunos pesos. No comparto las ganas de matar. El odio profundo y arraigado tampoco. Las ganas de desunir, de embarullar y de confundir a la gente tampoco. Cuando me cortó diciéndome: “Chau, querido…”, enseguida empezaron los llamados, primero de mis amigos que me advertían que me iban a mandar a matar, que yo estaba loco, que cómo me iba a meter con ese tipo que está tan cerca de los Kirchner, que D’Elía tiene muuuucho poder, que es tremendamente peligroso. Entonces, por las dudas hablé con mi abogado. ¡Mi abogado me contestó que no había nada qué hacer porque el jefe de D’Elía es el ministro del Interior! Entonces sentí un poco de miedo. ¿Es así Cristina? Tranquilíceme y dígame que no, que Luis no trabaja para usted o para algún ministro. Pero, aun siendo así, mi miedo no es que D’Elía me mate, Cristina; mi miedo se basa en que lo anterior sea verdad. ¿Puede ser verdad que este hombre esté empleado para reprimir y contramarchar? ¿Para patotear? ¿Puede ser verdad? Ése es mi verdadero miedo. De todos modos lo dudo.Yo soy actor, no político ni periodista, y a veces, aunque no parezca, soy bastante ingenuo y estoy bastante desinformado. Toda la gente que me rodea, incluidos mis oyentes, que no son pocos, me dicen que sí, que es así. Eso me aterra. Vivir en un país de locos, de incoherentes, de patoteros. Me aterra estar en manos de retorcidos maquiavélicos que callan a los que opinamos diferente. Me aterra el subdesarrollo intelectual, el manejo sucio, la falta de democracia, eso me aterra Cristina. De todos modos, le repito, lo dudo.Pero por las dudas le pido que tenga usted mucho cuidado con este señor que odia a los que tienen plata, a los que tienen auto, a los blancos, a los que viven en zona norte. Cuídese usted también, le pido por favor, usted tiene plata, es blanca, tiene auto y vive en Olivos. A ver si este señor cambia de idea como es su costumbre y se le viene encima. Yo que usted me alejaría de él, no lo tendría sentado atrás en sus actos, ni me reuniría tan seguido con él. De todas maneras, usted sabe lo que hace, no tengo dudas. No pierdo las esperanzas, quiero creer que vivo en un país serio donde se respeta al ciudadano y no se lo corre con otros ciudadanos a sueldo; quiero creer que el dinero se está usando bien, que lo del campo se va a solucionar, que podré volver a ir a Córdoba, a Entre Ríos, a cualquier provincia en auto, en avión, a mi país, el Uruguay… por tierra algún día también.Quiero creer que pronto la Argentina, además de los cuatro climas, Fangio, Maradona y Monzón, va a ser una tierra fértil, el granero del mundo que alguna vez supo ser, que funcionará todo como corresponde, que se podrá sacar un DNI y un pasaporte en menos de un mes, que tendremos una policía seria y responsable, que habrá educación, salud, piripipí piripipí piripipí, y todo lo que usted ya sabe que necesita un país serio. No me cabe duda de que usted lo logrará. También quiero creer que la gente, incluso mis oyentes, hablan pavadas y que Luis D’Elía es un señor apasionado, sanguíneo, al que a veces, como dijo en C5N, se le suelta la cadena. Esa nota la vio, ¿no? Quiero creer, Cristina, que Luis es solamente un loco lindo que a veces se va de boca como todos. Quiero creer que es tan justiciero que en su afán por imponer justicia social se desborda y se desboca. Quiero creer que nunca va a matar a alguien y que es un buen hombre. Quiero creer que ni usted ni nadie le pagan un centavo. Quiero creer que usted le perdona todo porque le tiene estima. Quiero creer que somos latinos y por eso un tanto irreverentes, a veces también agresivos y autoritarios. Quiero creer que D’Elía no me odia y que, la próxima vez que me lo cruce en un cine o donde sea, me haya demostrado que es un hombre coherente, trabajador decente con sueldo en blanco y buenas intenciones.Cuando todo eso suceda, le daré la mano a D’Elía y gritaré: “Viva Cristina”… Cuántas ganas tengo de que todo eso suceda. ¿Estaré pecando de inocente e ingenuo otra vez? Espero que no. La saluda cordialmente,Fernando Peña

mario y pinky

mario y pinky
juan y mario

Inca Paz puede ser éste que nunca pertenecería a carta abierta

Inca Paz puede ser éste que nunca pertenecería a carta abierta
bien abierta, de tipos cerrados muy cerrados

para la memoria y la libertad - ni una palabra más

Es habitual en los últimos tiempos encontrarse con intelectuales y artistas (y también con periodistas)que se dicen cansados de un periodismo crítico de los Kirchner. "Todos se han puesto de acuerdo para hablar mal del Gobierno", se escuchó decir hace poco a un reconocido escritor argentino. ¿Por qué no se cansaron cuando los periodistas criticábamos a Carlos Menem, a Fernando de la Rúa, a Eduardo Duhalde y hasta a Raúl Alfonsín mismo, aunque en este último caso prevaleció siempre, es cierto, el natural cuidado de una democracia recién nacida? En realidad, aquellos fatigados confunden cansancio con coincidencia. Ellos están -y es su derecho- muy cerca del discurso del kirchnerismo, aun cuando les sea difícil unir discurso y realidad, a veces tan divorciados.
El problema no pasaría de ser un duelo inconcluso entre extenuados y resistentes si la solución que se ofrece no fuera extremadamente peligrosa. Lo que agota, dicen, es la opinión.
El periodismo debería limitarse a ser un transportador de informaciones asépticas y un comunicador de posiciones antagónicas con preponderancia de las oficiales, porque el Gobierno tiene la responsabilidad de conducir la nación política. Eso es lo que proponen. En castellano simple y directo: lo que buscan es un periodismo pasteurizado, integrado por mecanógrafos o relatores que deberían limitarse a contar una realidad compleja, impetuosa y cambiante. Imposible de digerir fácilmente, por lo tanto, para el ciudadano preocupado por las cosas rutinarias de su vida.
La primera contradicción surge cuando ninguno de aquellos fatigados alude a las opiniones que florecen en los huertos del kirchnerismo. Ministros, legisladores, periodistas amigos y hasta la Presidenta suelen opinar (¡y cómo!) sobre todo lo que les es adverso. Es, entonces, la opinión del periodismo independiente (sí, independiente) lo que cansa y estaría de más.
Resulta, sin embargo, que no hay una fórmula verdadera para el periodismo que no incluya su función crítica del poder. Un periodismo acrítico, esterilizado y descolorido no tiene ninguna razón para existir. Su posición crítica debe incluir, desde ya, a la oposición, en tanto ésta forma parte del poder actual o del poder futuro. Pero su función crítica (desde la opinión o desde la investigación) debe abarcar sobre todo al poder que gobierna la contingencia. La publicidad de los actos de gobierno corre por cuenta de los funcionarios y de los enormes recursos estatales para promocionarlos, distribuidos arbitrariamente en el caso que nos ocupa.
Un medio periodístico debe incluir también en sus páginas o en sus espacios la opinión (con la condición de que sea seria y responsable) de los que no coinciden con el punto de vista de ese medio de comunicación. La Nacion lo ha hecho hasta cuando se dio el debate por la nueva ley de medios: convocó a sus páginas a políticos e intelectuales que no coincidían con la posición editorial del diario. Es la obligación del periodismo. Pero el medio periodístico y los periodistas cuentan con el derecho ?y el deber? de tener una opinión determinada sobre los sucesos de la vida pública del país. ¿Acaso no dejaría de merecer el necesario respeto (y hasta carecería de la conveniente previsibilidad) un medio al que le diera lo mismo el derecho o el revés de las cosas, las políticas de un color o de otro y las buenas o las malas formas?
La opinión es libre, como dijo hace poco Cristina Kirchner, en una de sus pocas oraciones de aceptación de la libertad del otro. Con todo, el periodismo tiene algunos deberes junto con aquellos derechos. La información que sustenta su opinión debe ser veraz. El chequeo de las versiones es una práctica que jamás debe olvidarse y nunca debe prestarse a las detestables operaciones de prensa que el kirchnerismo frecuenta con más constancia que ningún otro grupo político. Honestidad personal y honestidad intelectual son los atributos que deben marcar el límite moral del periodismo. Es necesario también el cultivo de la coherencia: no hay nada más desconcertante para un lector desprevenido que un medio o un periodista que cambian sus opiniones en todas las esquinas de la vida.
En medio de ese debate, es perceptible la existencia de periodistas jóvenes que se preguntan si es conveniente coincidir con las opiniones de "la empresa" periodística en la que trabajan. Esto es nuevo y es viejo, al mismo tiempo. El kirchnerismo tiene una habilidad enorme para resucitar viejos fantasmas del pasado. Ese enredo muy antiguo entre la libertad de prensa y la "libertad de empresa" había dejado de existir hace más de treinta años.
Hagamos un ejercicio. ¿Por qué no cambiamos las preguntas? ¿Qué tiene de raro, por ejemplo, que un periodista concuerde con el medio en el que trabaja? ¿Acaso las empresas periodísticas no existen también gracias a la composición del buen periodismo? ¿Por qué esas empresas deberían tener, en los casos más notables al menos, intereses contradictorios con las mejores prácticas de la profesión? ¿No es preferible para este oficio de libertarios estar de acuerdo con un diario, donde pasamos parte de nuestras vidas, antes que con un gobierno de políticos pasteleros y fugaces?
La Argentina, en efecto, habita en el pasado. Ningún debate de los últimos meses ha llegado siquiera a la década del 80. ¿Qué hacía tal o cual periodista en 1976, 1977 o 1978? No hacíamos nada. Vivíamos bajo una dictadura y cada uno vivía de lo que podía y como podía. Sólo los que vivieron bajo el peso aplastante y gris de una dictadura saben que no había muchas más cosas para defender que pequeñas cuotas de dignidad. Hagamos de nuevo preguntas desde otro lugar: ¿acaso los únicos periodistas dignos fueron los exiliados o los que se comprometieron firmemente con organizaciones insurgentes de la década del 70? Esa sería, si fuera así, una conclusión injusta, discriminatoria e inaceptable. Otra cosa tan inaceptable como aquélla es la decisión política del Gobierno de cambiar la historia de cada uno de los que considera adversarios.
La síntesis ha llegado a la farsa: o se está con Kirchner o se estuvo con la dictadura.
Feas armas se han usado en los últimos tiempos. A muchos periodistas no les gusta ser protagonistas de esas emisiones de maldad que se emiten por canales oficiales o paraoficiales.
Es cierto que es difícil cuando la vida cambia y ya no se puede caminar con tranquilidad por la calle porque se está a la espera de una agresión verbal o física. Y es más arduo aún aguantar en silencio la insistencia de la calumnia y de la falsedad, repetida hasta el cansancio por los portavoces oficiosos del Gobierno.
Lo único bueno de todo esto es que no hay atajos: habrá que armarse de paciencia, sin resignar los derechos ni los deberes del periodismo. Asumamos también el riesgo de solitarios que corremos en la vía pública. Un periodista con custodia a su alrededor abandona automáticamente su condición de periodista. Dejemos las aparatosas custodias para que se pavoneen los funcionarios y algunos políticos.
Una vez le pregunté a Néstor Kirchner, en esos diálogos de los columnistas con los presidentes que son mitad reservados y mitad públicos, en tiempos en que los periodistas éramos como somos ahora y el ex presidente no había desenfundado un revólver permanente contra nosotros (sólo lo hacía de vez en cuando), cómo imaginaba su destino después del poder. No estaba preparado para esa pregunta. Miró el techo, demoró la respuesta y, al cabo de unos segundos largos como la eternidad, contestó: "Quisiera poder caminar tranquilo por la calle y que la gente común me saludara con un «buen día, doctor». No quiero más que eso". Tal vez dijo sólo lo que él creía que el periodista quería escuchar, como acostumbraba hacerlo, pero si entonces fue sincero ha decidido ahora llevarse por delante aquel proyecto, hasta incinerar su propia ilusión.
© LA NACION

noticias de babel

cuando los hombres dejan de entenderse sobrevienen las guerras



BBC
La última persona que hablaba la lengua Bo en las islas indias de Andamán, murió a la edad de 85 años, dijo a BBC una lingüista.
La profesora Anvita Abbi aseguró que la muerte de la señora Boa Sr es un hecho de importancia porque uno de las lenguas más antiguas había llegado a su fin.
Agregó que India perdió una "irremplazable" parte de su herencia cultural.
Los dialectos que se hablan en las islas Andamán se cree que se originaron en África.
Algunas tienen incluso 70.000 años de antigüedad.
Las islas son llamadas con frecuencia "el sueño de los antropólogos", ya que son una de las zonas del mundo con mayor diversidad lingüística.
Se acabó
La profesora Abbi –directora del portal en internet "Vanishing Voices of the Great Andamanese"- explicó: "Tras la muerte de sus padres, hace treinta o cuarenta años, Boa era la última persona que lo podía hablar".
Agregó que "estaba casi siempre sola y tuvo que aprender una versión de hindi que se habla en las islas para poder comunicarse con otra gente".
"Sin embargo, siempre tuvo muy buen sentido del humor… su sonrisa era muy fresca y sus carcajadas eran contagiosas".
La lingüista dijo que la muerte de Boa Sr es una pérdida para los científicos que quieren investigar más acerca de los orígenes de las lenguas antiguas, ya que perdieron una pieza vital del rompecabezas.
Hay una creencia general de que los idiomas que se hablan en las islas Andaman pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos
Profesora Anvita Abbi
"Hay una creencia general de que los dialectos que se hablan en las Islas Andamán pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos". Dijo la profesora Abbi.
"Se piensa que en las Islas Andaman estaban nuestros primeros ancestros", agregó.
El caso de Boa Sr fue destacado también por el grupo Survival International (SI).
"La extinción de la lengua Bo significa que una parte única de la sociedad es ahora sólo una memoria", dijo el director de SI, Stephen Corry.
"Enfermedades importadas"
La profesora Abbi dijo que dos dialectos de las Islas Andamán han muerto en los últimos tres meses y que esto es un tema que causa gran inquietud.
Los académicos han dividido a las tribus de Andamán en cuatro grandes grupos: los Gran Andamaneses, los Jarawa, los Onge, y los Sentineleses.

La profesora Anvita Abbi se hizo muy amiga de Boa Sr.
La profesora Abbi explicó que la mayoría de los habitantes de las Islas Andamán –con excepción de los Sentineleses-, han estado en contacto con indígenas "de tierra firme" y que por eso sufren "enfermedades importadas".
Dijo que los integrantes del grupo de los Gran Andamaneses son alrededor de 50, la mayoría niños, y que viven en la isla Strait, cerca de la capital, Port Blair.
Boa Sr formaba parte de esta comunidad, que está conformada por varias subtribus, en donde se hablan al menos cuatro lenguas.
Los Jarawa cuentan con alrededor de 250 miembros, y viven en la selva, en el centro de Andamán.
La comunidad de los Onge se cree que tiene no más de varios cientos.
"Nunca se ha establecido ningún contacto humano con los Sentineleses, y hasta el día de hoy, se han resistido a cualquier intervención foránea", agregó la profesora.
El destino de los Gran Andamaneses es lo que más preocupa a los académicos, porque los miembros de esa tribu dependen del gobierno indio para sus alimentos y alojamiento, y el alcohol se consume en grandes cantidades

brigid triple, poesía

brigid triple, poesía
belleza y no tanto

la canción desesperada

en pedo querido neruda, en pedo

La canción desesperadaEmerge tu recuerdo de la noche en que estoy. El río anuda al mar su lamento obstinado. Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir, oh abandonado! Sobre mi corazón llueven frías corolas. Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! En ti se acumularon las guerras y los vuelos. De ti alzaron las alas los pájaros del canto. Todo te lo tragaste, como la lejanía. Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio! Era la alegre hora del asalto y el beso. La hora del estupor que ardía como un faro. Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio! En la infancia de niebla mi alma alada y herida. Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio! Hice retroceder la muralla de sombra, anduve más allá del deseo y del acto. Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto. Como un vaso albergaste la infinita ternura, y el infinito olvido te trizó como a un vaso. Era la negra, negra soledad de las islas, y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos! Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, aún los racimos arden picoteados de pájaros. Oh la boca mordida, oh los besados miembros, oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados. Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo en que nos anudamos y nos desesperamos. Y la ternura, leve como el agua y la harina. Y la palabra apenas comenzada en los labios. Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo, y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio! Oh, sentina de escombros, en ti todo caía, qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron! De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste. De pie como un marino en la proa de un barco. Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo. Pálido buzo ciego, desventurado hondero, descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Es la hora de partir, la dura y fría hora que la noche sujeta a todo horario. El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros. Abandonado como los muelles en el alba. Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. Es la hora de partir. Oh abandonado!
//

aunque nunca llegue, parís, aunque nunca mire tus calles

aunque nunca llegue, parís, aunque nunca mire tus calles
buscando la excelencia, pero la verdadera no la que los que ya sabemos hacen todo trucho

juan cruz y mario paz III (junior)

juan cruz y mario paz III (junior)
custodios de aghartapaz; jugando

juan cruz en el pueblo donde lo bautizaron, con javier y candela

juan cruz en el pueblo donde lo bautizaron, con javier y candela
en san lorenzo hoy

candela y maría belén; blogs

candela y maría belén; blogs
cuarta y quinta generación desde que podemos saber algo de dónde venimos

candela y maría belén y mariano

candela y maría belén y mariano
grande y chico; como el marqués de SADE

juan cruz en la quebrada de san lorenzo

juan cruz en la quebrada de san lorenzo
pago donde nací es la mejor querencia

historias de camas

de diament

MIAMI.- Admitámoslo: si Hollywood hubiera tomado la historia del gobernador Mark Sanford y la hubiera llevado a la pantalla con Richard Gere y Julia Roberts, la gente habría necesitado una toalla para secarse las lágrimas.
¿Qué puede ser más conmovedor que una historia de amor alocado? El adusto gobernador de un estado igualmente adusto, casado con una mujer a cuya fortuna le debe su carrera, con cuatro hijos que puestos en fila trazan una perfecta diagonal, inesperadamente flechado por una porteña de ojos verdes.
¿Cómo contener el palpitar del corazón mientras escucha, como un murmullo distante, el parloteo de sus asesores? ¿Cómo desprenderse de las imágenes que obstinadamente se apoderan de su mente, desplazando cualquier otro pensamiento? Ella es el amor imposible, sí, pero también es el amor.
¿Quién puede sobreponerse al intenso aguijoneo de los recuerdos, a la memoria de la tierna sensación de sus besos, de la sensual curva de sus caderas, al contorno de sus pechos resplandeciendo en la penumbra?
¿Qué espíritu romántico podría dejar de admirar la osadía del gobernador de levantarse un buen día del sillón de su despacho, de la mesa cubierta de anteproyectos y decretos a la firma, de pliegos de presupuestos deficitarios e informes sobre seguridad interior, y dejarlo todo para correr hacia ella?
No le dijo nada a nadie. Nadie supo dónde estaba. Uno de sus asesores insinúa que el gobernador, agobiado por la presión de su trabajo, se ha ido a escalar las montañas Apalaches, como solía hacerlo cuando era chico.
Pero él está en otro lado, volando hacia una Buenos Aires invernal, sucia, intoxicada de debates sobre las inminentes elecciones.
Nada de esto lo amilana porque sabe que al final de ese purgatorio están las calles arboladas del barrio de Palermo, la puerta de cristal, la escultura en el vestíbulo de entrada, el portero somnoliento que baldea la vereda, el ascensor demasiado moroso y, finalmente, ella.
La cama retiene aún el calor de la noche y él se pierde en sus brazos, en sus labios, en el revuelo de su pelo y en las medias palabras que se emiten en el ardor de la pasión.
El amor, aunque efímero, ha triunfado. Mañana no importa. No importan la pretenciosa moralina de los periodistas, los desdeñosos comentarios de políticos rivales, el escándalo, la traición, el precipicio que se abre a sus pies. Nada de eso importa. El corazón ha triunfado.
Lástima que la realidad no tenga la armonía de la ficción literaria. Lástima que haya personajes tan perversos que sean capaces de apoderarse de un intercambio íntimo de correos electrónicos entre amigos y pasárselos anónimamente a la prensa. Lástima que hubo un periodista advertido esperándolo en el aeropuerto de Atlanta. Fin del encantamiento
Pero él no tiene derecho a lamentarse. Después de todo, cayó en el mismo error, debe reconocerlo, cuando cuestionó la "legitimidad moral" de Bill Clinton por su affaire con Mónica Lewinsky y reclamó su juicio político, o cuando criticó a un colega con una historia similar a la suya, diciendo que "violó el juramento a su esposa".
En este punto es donde Richard Gere desaparece y Mark Sanford retoma su rol. Aquí es donde el encantamiento se esfuma y lo que reaparece es la descarada institución del arrepentimiento político.
El gobernador hizo su mea culpa , como antes de él hicieron otros políticos. Las mismas palabras, la misma admisión de haber traicionado a todo el mundo. A su mujer, a sus hijos, a sus amigos, al electorado. Las conferencias de prensa son el confesionario de los funcionarios pecadores. Todo fue un desatino, una pérdida temporaria de la razón. El amor no importa. El corazón es un embaucador. Ahora lo comprende. Lo que importa es la misión, la fe religiosa, los deberes del funcionario.
Hubo otras desprolijidades, es cierto. El viaje anterior a la Argentina pagado con fondos públicos, el abandono de su función, el engaño respecto de su paradero. No exactamente la clase de comportamiento que uno esperaría de Richard Gere. Pero él se propone enmendar las faltas, reponer el dinero, ganar la absolución de su esposa, recuperar la confianza del público.
¿Qué pensará María, a solas en el departamento de Palermo, mirando a su amigo pedir perdón por televisión? ¿Pensará también que al amor es lo de menos?

antecedentes para la fundación de agharta

ADN, derechos y ácido.
No hay que saber mucho de derechos para darse cuenta que la intimidad es la intimidad y que ninguna ley modificará desde afuera semejante entidad de la condición humana, y que los que no lo tengan claro pueden cometer errores como privar de la libertad a alguien por su aspecto de hippie en desgracia como era para cualquier argentino en la década esa. La intimidad es la intimidad, y no está bueno retrotraer iniciativas parecidas a las de los setenta y obligar a alguien en forma directa o indirecta para averiguar su ADN por caso, porque si no hay lesión a la libertad del otro la intimidad es integridad y la estatura de la propia probidad es primero una decisión individual y privativa no de un tercero por más que se interponga una loable causa, la intimidad es dignidad y la contrición la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes y se encuentran en una frecuencia diferente a la apreciación por parte de un tercero del propio honor o del destructivo deshonor, la intimidad es identidad, y en su forma de elección equivocarse por cuenta propia también es anterior a cometer errores por interpósitas personas, más aún más si la averiguación está impregnada de algún ácido rencor del tercero en discordia.