Sunday, January 31, 2010

friends to be friends

Amigos son los amigos.

Mi amigo me dice que molesto cuando no debo molestar y que no molesto cuando debo molestar, incompleta hipótesis de un potencial enemigo al que le digo,
No tenemos la culpa nosotros individualmente sino el país al que pertenecemos, el mismo país que al campeonato de fútbol de principio de año le llama clausura y al campeonato de fin de año le llama apertura, el único país del mundo en el que un boludo inventó un ritmo que se llama cualquierdance y en el que la vedette más taquillera y glamorosa del ambiente artístico y por los próximos cuarenta años teniendo en cuenta los antecedentes de sus predecesoras ML y SG, es un simple trolo… que dicho sea de paso no es estar en contra de una condición sexual determinada, uno no es nadie para opinar en esto, sí del pelotudeo nacional, del país federal según la letra de la constitución pero que en realidad es unitario en su administración….


Friends to be friends.
My friend tells me upset when I should not bother and upset when I do not bother, incomplete hypothesis of a potential enemy that I say, It is our fault as individuals but the country they belong, the same country as the football championship earlier this year called closing and year-end championship called the opening, the only country in the world they invented an asshole a pace that is called cualquierdance and in which the star highest grossing and glamorous and artistic environment for the next forty years, taking into account the background of his predecessors ML and SG, is a simple trolo ... which incidentally is not being against a particular sexual condition, you are nobody to say in this, yes the national pelotudeo, federal country according to the letter of the constitution but in reality is unitary in its administration ....


Les amis sont des amis.
Mon ami me dit choqué lorsque je ne devrait pas déranger et se choque quand je ne fais pas, l'hypothèse incomplète d'un ennemi potentiel que je dis, Il est de notre faute en tant qu'individus, mais le pays auquel elles appartiennent, le même pays que le championnat de football appelé plus tôt cette année la fermeture et l'année du championnat fin appelle à l'ouverture, le seul pays au monde qu'ils ont inventé un connard un rythme qui est appelé cualquierdance et dans lequel l'étoile les plus élevés d'extrapolation et glamour et de l'environnement artistique pour les années quarante prochaines, en tenant compte du contexte de ses prédécesseurs ML et SG, est un trolo simple ... ce qui n'est d'ailleurs pas être l'encontre d'une condition sexuelle en particulier, vous n'êtes rien à dire en cela, oui, le pelotudeo national, pays fédéral, selon la lettre de la Constitution mais, en réalité, est unitaire dans son administration ....

excentricidades morbosas para 2000 millones de personas que tienen hambre

a quién le importa tanto residuo

Cuando el productor sueco Soren Staermose llamó a Niels Arden Oplev para que dirigiera la versión cinematográfica de Los hombres que no amaban a las mujeres, el realizador optó por rechazar la propuesta. "Había oído hablar de los libros, pero no los había leído. Además, no tenía el tiempo ni la intención de hacer un thriller para el cine", confesaría tiempo después. Staermose contraatacó seis meses después, con la producción en marcha. Quería a Oplev porque su obra se caracteriza por emociones fuertes y personajes duros, al igual que la trilogía de Stieg Larsson. "Así que leí el libro, para considerar la invitación -dice Oplev-; era muy intrigante, pero no lo vi como un thriller. Lo vi más como un drama mezclado con misterio, con personajes fuertes y especiales, que se desarrollan a través de la historia".

A pesar de que Los hombres que no amaban a las mujeres es el libro más vendido de la trilogía Millennium, su tratamiento cinematográfico en manos de Niels Arden Oplev evita el exceso espectacular que define a las películas con ambiciones de blockbuster. La oscuridad de la atmósfera, la tensión de las distintas tramas, el vértigo de las historias y el espíritu de los dos personajes principales (interpretados por Michael Nyqvist y Noomi Rapace) respetan el original de Larsson y lo enriquecen con una mirada que no apuesta por embellecer o almidonar la agria crítica del autor al Estado de Bienestar. Para los fans de la trilogía esta es una buena noticia, mucho más esperanzadoras que las que llegan desde Hollywood, donde se habla de una Lisbeth Salander encarnada por Natalie Portman (la alternativa podría ser Ellen Page, ambigua y sádica en Hard candy y consagrada con La joven vida de Juno) y George Clooney en el rol del idealista Blomkvist.

Según la inquietante Noomi Rapace, Lisbeth Salander es "una mujer que ha sido maltratada por la sociedad y se ha visto forzada a sobrevivir". La violencia con la que se venga de quienes le han hecho algún daño no sería más que una coraza que encubre a una "chica leal y sensible, que ha convertido su tristeza en rabia". Para encarnar a Salander, Rapace -una actriz autodidacta, que nunca estudió dramaturgia- tomó clases de boxeo, aprendió a andar en moto y se puso piercings en ceja, labio, oreja y nariz. "En Suecia hay muchas mujeres que se paralizan y no reaccionan cuando alguien las ataca. Lo que Lisbeth Salander enseña es a cuidarse a sí misma" declaró. Stieg Larsson no lo podría haber explicado mejor.

tradición cultural

están los que saben, casi ninguno de acá, y están los muchos que tienen armados grupos de los que les dicen que ellos saben, el negocio para todos es que los que hoy aplauden la ineficiencia mañana serán los aplaudidos (en universidades, ONGs, INTA, INTI, CLACSO, CONICET, CEPEC, INDEC, etc), los titulares de tanta estupidéz saben de estas siglas

Saturday, January 30, 2010

iguales y diferentes

Cronopios
Cuando comencemos a ser diferentes, a mentirnos menos entre pares, cuando comencemos a entender que la verdad debe ser para todos, que hace muchos años hubo caos resentimientos y odios en el que participamos todos incluso los que hoy dicen que no tuvieron nada que ver y quieren ser considerados como ángeles que no lo fueron y no lo son tampoco porque quien miente a las generaciones que vienen no es bueno aunque quiera argumentar la categoría dementita piadosa a la suya, la mentira es mentira y nada más, y si con ella se quiere seguir quemando a más generaciones de argentino allá los que tienen la intención pero debemos hacer algo los que podemos desde algún lado, los que vienen tienen que saber y entender que matar es malo así se argumente que se mata para extirpar un mal, la memoria tiene que ser integral y amplia, no es bueno recordar lo que a uno le conviene y no aquello que me puede llevar a decirle al otro que yo también me equivoqué, cuando lleguemos a eso, probablemente, estemos empezando a ser diferentes a los que somos, unos chantas…
La vez pasada escuché que se puede llegar a ser tan pobre pero tan pobre que se posea sólo dinero y nada más, una idea interesante para el espíritu de hedonista que hoy nos colma de expectativas y nostalgias por todas las cosas que podemos tener si disponemos de los medios por tantos bienes y tecnología que aparece a cada instantes por todos los lloriqueos llantos e inferioridades frustraciones y depresión que nos puede tocar si no tenemos todo eso que nos dicen que debemos tener…

Friday, January 29, 2010

cuándo podremos tener unpoco de alegrías en este país de tristes

Cronopios
Cuando comencemos a ser diferentes, a mentirnos menos entre pares, cuando comencemos a entender que la igualdad de oportunidades parte de la igualdad de dignidades, que individualmente no tenemos derecho de arrogarnos privilegios sociales especialmente por accidentes superficiales (soy juez porque soy primo hermano del gobernador de tal provincia, soy diputado porque mi padre los fue, soy profesor titular porque trabajé diez años como ayudante de cátedra sin salario, etcétera, etcétera) que a veces son apoyados por un grupo de aplaudidores oportunistas que aplauden al que dice no paguemos nuestros compromisos externos como al que dice los paguemos, cuando entendamos que somos los mismos aunque nuestras caras sean diferentes, cuando rescatemos nuestra identidad y respetemos efectivamente la dignidad de nuestros conciudadanos y luchemos efectivamente por la igualdad de oportunidades tal vez podamos esperar ser diferentes pero más que cualquier otra cosa mejores de lo que somos para que los que vengan no tengan un país como el que tenemos, cuando dejemos de andar en manadas que nos dan la razón porque ostentamos un privilegio es posible que comencemos a ser diferentes y probablemente nuestras historias comiencen atener un sentido, y para ello es importante que empecemos reconociendo que siempre fuimos el mismo pueblo, el mismo pueblo que hizo que el general bussi gane tres elecciones incuestionables es el mismo pueblo que unos años después lo condena a reclusión perpetua, ¿cuál es la sabiduría popular o cuánta, en casos como éste?, somos el mismo pueblo los que ayer aplaudíamos a M y hoy aplaudimos a K, una saludable y efectiva terapia para corregir errores es comenzar a reconocerlos, algo que nos cuesta mucho a los que somos de por acá.
Cuando llegó el momento supremo para ellos fue todo un lío, mi madre que toda su vida por lo menos en los momentos en las partes que yo fui testigo, se pasó diciendo que le tenía temor a la muerte, y también insinuando entre líneas cuando hablaba de este tema incómodo, que lo que más la aterraba era quedar encerrada en el cajón, fruto de alguna fijación que nunca le pregunté y que tal vez podría haberla ayudado a superar o no, el resultado de estas cuestiones nunca es conocido totalmente, mi madre que se la pasó hablando de sus miedos de sus temores íntimos de dejar de ser, tuvo una muerte rápida y limpia por decirlo de alguna manera, falleció durmiendo de un paro cardíaco, así que se fue probablemente como vino y como era en general y en su vida, silenciosa, moderada, prudente; en cambio mi padre que a veces hacía alarde de un desprendimiento sospechoso sobre su existencia y obviamente sobre las de los demás y todas esas cosas, se debe haber ido con mucho temblor miedo y angustia, y digo se debe haber ido porque igual que con mi madre no estuve con él en ese momento importante para los dos porque a diferencia de lo que pasa con el nacimiento los protagonistas de los momentos queremos a nuestros seres queridos cerca, a .los que nos quieren de verdad sin condiciones, pero debe haber fallecido con ese miedo que siempre ocultaba impetuosos como era en el preludio de un proceso de casi un año durante el cual una infección le fue tomando un pié y seguramente se le metió por la sangre, no lograré nunca saber cómo fue para ellos pero me quedé con la impresión que con mi madre quedó saldado el vínculo que tuvimos como mortales, pero con mi padre no, debe haber necesitado que le agarre una mano en su postrer momento, yo me tendría que haber hecho un tiempo para eso, de todas maneras cada vez que me acuerdo de él y de mi madre se me cae una lágrima, no por cuestiones complicadas sino porque los recuerdo como los buenos padres que fueron lo que no significa que diga que fueron excepcionales o únicos….


Seremos serios cuando dejemos de ser ligeros, no es serio que ahora hagamos toda una historia con las pistolas de descarga porque se lesionan ¿derechos humanos?, ¿no se termina de entender el clamor de la gente por mayor seguridad o donde interesa se sigue pensando que son sensaciones de la gilada?, somos incorregibles tal como decía nuestro jorge luis…


Cita textual, el autor habla a cada rato, y todavía pretendemos ¿que nos respeten afuera?, no hay nada que agregar
"El Fondo del Bicentenario es la utilización útil de las reservas", "seguimos trabajando para que este en funcionamiento".

preguntas con contestaciones parciales

dilemma universal e innevitable
Cuando se llega casi siempre entre sonrisas, se nace aunque ya se haya nacido
Cuando se parte casi siempre entre llantos, se muere aunque ya se haya muerto

Thursday, January 28, 2010

curiosidades nacionales mientras seguimos convencidos que somos los mejores falsa autoestima estimulada por los avivados de siempre, somos simplemente como los demás

Cronopios
El potro se despertó de golpe, rápido como si su impulso hubiera empezado en el remoto send de un índice apoyado sobre un mousse, como si un click lo hubiera devuelto a esa vida que ama y vive con todas sus energías, caminando cantando fornicando saturado de cerveza o de fernet con coca, desde el día que alguien le dio la bendición inicial y le dijo que canta como los dioses, que tiene que seguir porque él es el rey del cuarteto, a la altura de la mona y de cualquiera que se le ponga al frente, desde el día que alguien le dijo que además un tipo con la pinta de él puede hacerlo, cantar de córdoba capital o ese tema de la mano de dios que él calladito sabe no es la mano del dios que no le dirá su mamá porque ella le dirá que se enojará la señora de La Carlota sino la mano del jugador que ama porque el tipo es trasgresor como él y con eso hizo mucha plata y con la plata vienen las mejores cosas desde mujeres a ropa, desde amigos a enemigos, y joda y muchas cosas como si él u otro que no conoce o no ve estuviera pintando para copiar, tantas veces como se le ocurra hasta quedar extenuado tirado en algún rincón hasta que pase la borrachera o quede abrazado a algún desconocido inodoro vomitando la droga comprada a buen precio. El potro se despertó de golpe y comenzó con su peregrinación de hacer todas pero todas las cosas que más le gustan, pintando copiando cortando pegando, con la putas que lo siguen con la pasta que no le falta, subiendo nivel como corresponde a un triunfador como él, recibiendo bonus a cada rato que le permiten subir más de lo que viene subiendo. Pegarse una buena ducha que le saque el lastre de los líquidos que deja el sexo continuado y la transpiración de dormir alucinado con uno mismo y con las muchedumbre que corre detrás de uno dice, en el luna, en obras o adónde fuera, porque él se le anima a cualquier escenario y a cinco funciones por día más sexo extra, con la que venga. El potro se despertó de golpe y corrió todo el día, seguro como es seguro Rodrigo Bueno que es él mismo, hasta que en el nivel de 30.000 puntos se dio cuenta que estaba eternizado en el universo virtual de una computadora, porque en el mundo real había muerto hace ahora mucho tiempo en ese mundo en el cual podía correr cantar tantas veces como quisiera como en este que también es feliz gracias al soft. Pero no volver a la vida le dolió entonces y le quitó unos puntos, porque hacía rato que estaba muerto, y enterrado, ya casi nadie por estos lo recuerda, ni siquiera los que muy de vez en cuando juegan con él en el espacio cibernético. Así que terminando el día y sentado en el nivel máximo del juego, bajo la instrucción de exit o game over, al potro se le escapó una lágrima y además perdió como quinientos puntos.


La gata flora, que se queja cuando se la ponen y se queja cuando se la sacan,
Es prima hermana del
Perro del hortelano, que no la pone ni deja que nadie la ponga.

The flora cat, who complains when they put it and complained when they drew,
It's cousin
Dog in the Manger, and puts not let anyone put

Le chat de la flore, qui se plaint quand ils l'ont dit et se plaint quand on a puisé,
C'est la cousine
Chien dans la mangeoire, et ne met pas laisser quelqu'un mis

la condición humana, entre las cosas que nos diferencian de otros animales

está esa maldita tendencia que en general tenemos de establecer una correspondencia, en cualquiera de los sentidos posibles, entre nuestros sentimientos nuestras emociones y la edad cronológica, entonces y en consecuencia y con nuestros prójimos comenzamos a utilizar adjetivos y sustantivos para nada buena onda, salvo que haya dinero de por medio confirmando aquella sentencia que el dinero todo lo compra o el más angustiante billetera mata galán: baboso, pajero, potra, yegua, vieja, perra....¿cuando se pasa cierta edad ya no se enamora una persona? ¿o si tiene cierta edad no puede enamorarse?

Wednesday, January 27, 2010

genios que me alimentan más que un plato de locro

Cronopios


“….el nuevo cristianismo, a fin de instaurar esta asociación universal cuyo objeto será "mejorar lo más rápida y completamente posible la existencia moral y física de la clase más numerosa", para marcar la diferencia con las otras instituciones que operan en un sistema en el que de una vez no hayan más de 15 millones de personas que si tienen suerte comen una vez al día mientras se dilapidan los recursos públicos en cualquier otra cuestión como el popular fútbol que sirve para que la gilada siga sin educación y votando a los que se le dice, que nada tiene que ver con el espíritu cristiano. (Saint-Simón y yo).


"No miréis el pasado, es el futuro el que debe atraer vuestras miradas", en el pasado hay muerte y sangre y además resentimiento que induce opiniones subjetivas, justo lo que quieren muchos de los dirigentes políticos aquellos a los que les encanta armarse con estructuras montadas en mentiras, le es muy funcional a ellos que miremos mirando el pasado sin saber nada de nuestro futuro, por esto muy pocos hablan del país que debe ser y hablan mucho del que ya fue. (Saint-Simón y yo)


"el curso natural de las cosas ha dado origen a las instituciones necesarias a cada edad del cuerpo social", la sociedad es «l'ensemble et l'union des hommes livrés á des travaux
útiles», por eso debemos evitar que las clases dirigentes interfieran sobre ese curso natural con argumentos rebatibles sobre cursos naturales del pasado antes que del futuro, para eso debemos diseñar y mantener nuevas instituciones y aislarlas de las discusiones y los remezones políticos. (Saint-Simón y yo)

Tuesday, January 26, 2010

contrariedades

Cronopios escribiendo la historia


Documento
"Don Juan Ballesteros vende un matrimonio con un hijo que tiene 22 días de edad, y sus padres de 18 y 19 años en 850 pesos fuertes, todos tres (juntos) y separados (o por cada uno separado)... Igualmente vende un negrito como de 10 años más o menos en 250 pesos fuertes...".
Publicado en "Telégrafo Mercantil... del Río de la Plata". Domingo 4 de marzo del 1802. En "La Historia en mis Documentos", tomo 1, Graciela Meroni. Editorial Troquel, 1984, página 69.
“Don Juan NK y Doña Juana CFK venden un matrimonio contrario a sus propias ideas con treinta millones novecientos noventa y nueve mil novecientos cincuenta hijos de diferente edad todos zonzos avivados o dóciles, y unos cuantos líderes opositores en 850 pesos débiles, todos tres (juntos) y separados (o por cada uno separado)…Igualmente vende un negrito como no se sabe de cuantos que gobierna la provincia de buenos aires más o menos en 250 pesos no convertibles a dólares…”

Publicado en “Inca Paz”, coordenadas reales en buenos aires mis aires el 25 de enero día del señor de 2010

Sunday, January 24, 2010

comentando sobre temas que se analizan muy por encima y que en realidad hacen a nuestra profundidad

por ejemplo el que algunos improvisados llaman el culto actual a la individualidad es en realidad el fenómeno de la individuación en la jerga de baumann es antes que todo una consecuencia de la improvisación rayana en el nivel de los chantas de no pocos que en la actualidad comparten en la estructura del éxito mediático...

Saturday, January 23, 2010

la argentina que duele y que como un cáncer peliagudo no pudimos eliminar los que tenemos cerca de sesenta

Cronopios;


Los unos y los otros
El manual dice eliminar todas las normas que limiten tu poder ir contra los jueces
El manual dice la política es tu cuestión personal en el peor de los casos familiar
El manual dice exportar la revolución por lo menos se ofrece por ahí alguien compra
El manual dice ir contra los militares y la libertad de prensa


Blancos, negros y grises.
Recordaré la tercera semana de enero de 2010 como la casi insignificante extensión de la primera guerra cibernética de importancia, a ver, digo, nada, porque seguro que vienen ocurriendo cosas que como siempre no nos cuentan a la gilada, claro que los soldados de los países adversarios, China y EEUU, entienden poco de todas estas cuestiones por lo menos a la luz de las corrientes mediáticas de la información o sea a la luz de las corrientes por las que circulan la mayoría de los habitantes de este planeta. Y pensaré que mientras en algunos lados avanzan con esto que no sé si será bueno o malo, por lo menos mi cabeza no da para imaginarme tanto, otros en otros lados estamos entretenidos con importante discusión sobre un vicepresidente que fue presentado por la misma gente que ahora no lo quiere, sobre la autonomía de una institución que debe ser autónoma por definición según la teoría y las evidencias empíricas reputadas en la historia de la humanidad hasta ahora, sobre la explosión de la temporada en mar del plata, y sobre los partidos que jugará la selección dentro de cinco meses….

Obviedades no tan obvias.
En realidad no sé bien lo que me angustia de vez en cuando,
Que el mundo se quede sin mí cuando yo me muera
O no quedarme yo en este mundo que maldigo desde que caí en la cuenta que en algún momento me deberé ir, además no puedo imaginar al mundo sin mí….

Aplausos y alabanzas.
..y en su pecho la niñez de amor un templo ha levantado y en él sigue viviendo, honor y gratitud al…..gloria y loor honra sin par para el grande entre los grandes…padre del alma maestro inmortal, dixit:
ARGENTINO ES UN ANAGRAMA DE IGNORANTE

Friday, January 22, 2010

traduciendo a john con el mayor de los respetos

por el maestro de maestro aunque yo haya estado alejado de él por muchas razones, la primera y más importante porque creíamos en dioses diferentes, diferencia que si él viviera probablemente se seguiría manteniendo, pero éramos dos más de ese mundo maravilloso que soñábamos, el, yo y muchos otros más y se seguirá soñando...

stand by me
encuéntrate por mí
resiste por mí
mantente por mí

si me amas de verdad persigue tu objetivo hacia el final, eso es lo que nos hace felices, que tú lo alcances o llegues lo más cerca que puedas....pero que yo también...

aunque haya muchos pero muchos zonzos es bueno decir que hay muchos, y muchos más, ciudadanos de primera que se pelan que laburan que de verdad hacen patria

mientras los zonzos generan zonceras; esto circuló hoy por lo menos para mí y en las direcciones en las que estuve

Dos niños de ocho años conversan:
El niño le pregunta a la niña:
- ¿Qué vas a pedir el día de Reyes?
- Voy a pedir una Barbie, ¿y tú?
- Voy a pedir un tampón "O.B.", respondió el muchacho
¿Tampón "O.B."? ¿Qué es eso?
- Ni idea, pero en la televisión dicen que con un tampón "O.B." podemos ir todos los días a la playa, andar en bicicleta, pasear a caballo, bailar, ir al club, correr, hacer un montón de cosas, y lo que es mejor

¡Sin que nadie se entere!

Thursday, January 21, 2010

último trabajo de un escribidor de primera línea, intelectual argentino auténtico cuyos artículos dejó de publicar el diario en que habitualmente el autor mostraba sus trabajos

mi homenaje a un maestro, ojalá pudiera yo escribir alguna vez en tan pocas líneas y con la misma lucidez,


Esteban Peicovich | Ver perfil
Semana 43 de 2008
Por Esteban PeicovichNoticias de Enfoques: anterior | siguiente Domingo 26 de octubre de 2008 | Publicado en edición impresa Ver opiniones de lectores (6)
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El mundo es esquizo. Va a contrapelo. Brega por que haya "muerte digna". Y promueve "vida indigna". Afuera o aquí, lo mismo. Cada día tragamos 3000 noticias. Cada día sufrimos 3000 avisos. Descienden por el tubo del yo y se enquistan en el inconsciente. Apestan el imaginario. Empastan la memoria. Oxidan la ilusión. Todo lo genuino que trae un bebe acaba al fin en adulto adulterado. Sacarse el DNI ya casi está de más. Con perdón por quien posea muy sensible el ego cívico, en estas tierras lo individual está mal visto. Es cosa exótica. Mucha masa, sí. Y en engorde galopante. Aquí lo que más place es cohabitar en el mismo lodo todos manoseados. Por eso, ¿a título de qué distinguir a un masivo de otro? ¿Para votar? (lo resuelve el clientelismo). ¿Para jubilarse? (de regular la Caja se ocupa el Gran Bonete). ¿Para estudiar? (¿cuándo?). ¿Para curarse? (¿dónde?). Que un argentino se convierta en individuo es una hazaña. (no en egotista: en individuo.) Por eso, para sincerar el padrón poblacional bastaría con ponernos en fila y enumerarnos del 1 al 40.000.000. ¿O es que el Poder alguna vez nos identificó y trató como personas? Aquí lo autóctono es ser número. Cierto que hay (y muy ejemplares) excepciones, pero no modifican la línea argumental del sainete nacional. Hasta no hace mucho quien portaba un nombre venía con persona adentro. No fallaba. Pero desde el Fin de la Prehistoria (1990) nombre y apellido son sólo tapadera de persona de fantasía. Una etiqueta. Puede verificarse. Agítese un argentino 2008 y déselo vuelta: caerán miedo, bronca, pelotas de fútbol, de tenis, estupor, puteadas de mil colores, interjecciones, toses tabáquicas y algún resto humano de cuando todavía pensaba por sí. Hoy la gran mayoría apenas si responde a las tropelías que le infiere el Poder. Se limita a sufrirlas. La cacerola urbana regresó a la cocina. El oasis social del campo fue trébol de cuatro hojas. Una burbuja. No cundió ni cuajó. Sociólogo que busque y rebusque no hallará hoy articulación política alguna sosteniendo al país. Apenas muestras fósiles de partidos momificados con listas sábana. Chillidos de oposición que no abandona el parvulario. Rugidos de oKupas con chapa, decreto y Mandamás. Y en la calle la solitaria valentía de un grafito o algún grupo minimalista multiuso. Lo urbano no reacciona. Ni a los millones chupados a las arcas de Santa Cruz ni a los millones ingresados por maletas invisibles. La vida política real está en formol. Desde la enrejada Casamata Rosada se disparan obuses sin medir sus consecuencias. Si no se es un lúcido intelectual de los 400 ahijados de K, cuesta entrever la República Maravilla que ellos recitan en sus cónclaves. De susto en susto nos deslizamos por tobogán a 2009. Desde que el inclasificable señor K irrumpió como Hombre Araña blandiendo su bastón no ha dejado de aportar su esfuerzo a una mayor confusión general. Ahora se le dio por ser bonaerense y (por si las moscas) aforarse. Está inquieto y se le nota. Todo tiene explicación. El cerebro tardó 750 millones de años en hacerse. El del kirchnerismo recién lleva un quinquenio. ¿Qué hacer para merecer no tener su gobierno?

The Primate Press: 1) ¿surrealismo? Rania, reina de Jordania, descendió a los vestuarios de Boca, saludó al plantel y posó con camiseta de Palermo (sic de platino); 2) Solá abrió rueda de prensa así: "Soy un sentimental y no dormí bien. Ténganme piedad"; 3) y la cerró genial: "¿Por qué nadie me preguntó por la pobreza, que es lo más importante?"; 4) puristas bregan por que se saque del idioma a la letra "h", a la que llaman "difunta sinsonante" y "enterraron" tras un cortejo fúnebre (triple sic); 5) dice la OIT que la crisis de los banqueros provocará en 2009 más de 20.000.000 de nuevos desempleados (glup); 6) ¿qué otra expresión que "A la Piroska" pudo escapársele a cualquiera al enterarse de que un director francés del FMI le había "comido" la ex dama a un colega argentino?; 7) taxista porteño: "Esta tele es un asco. Con mi mujer preferimos el cable y ver cómo hacen el amor las serpientes, el lagarto y la lagarta, etc. (triple glup).

"Sólo conocemos de verdad lo nuevo, lo que de repente introduce en nuestra sensibilidad un cambio de tono que nos sorprende, algo que la costumbre aún no ha sustituido por su pálido facsímil" (Marcel Proust).

www.peicovich.com

incontrastable y curiosa lección de solidaridad, así la haya pensado en medio de una fumata

When the night has come
And the land is dark
And the moon is the only light we see
No I won't be afraid
No I won't be afraid
Just as long as you stand, stand by me

And darling, darling stand by me
Oh, now, now, stand by me
Stand by me, stand by me

If the sky that we look upon
Should tumble and fall
And the mountain should crumble to the sea
I won't cry, I won't cry
No I won't shed a tear
Just as long as you stand, stand by me

And darling, darling stand by me
Oh, stand by me
Stand by me, stand by me, stand by me

Whenever you're in trouble won't you stand by me
Oh, now, now, stand by me
Oh, stand by me, stand by me, stand by me

Darling, darling stand by me
Stand by me
Oh stand by me, stand by me, stand by me
Fuente: musica.com
John Lennon





En qué habrá estado pensando john, traducción mía que soy un cero en música


Cuando la noche ha llegado
Y la tierra es oscura
Y la luna es la única luz que vemos
No, no tendrás miedo
No, no tendrás miedo
Apenas mientras está de pie, te levantarás por mí

Y, te levantarás por mí querida
Oh, ahora, ahora, te levantarás por mí
Te levantarás por mí, te levantarás por mí
Si el cielo que miran
En caso de caída y caída de
Y la montaña deben desmoronarse al mar
No voy a llorar, no voy a llorar
No, no se derramó una sola lágrima
Apenas mientras está de pie, tú también te levantarás por mí

Y tú te levantarás por mí
¡Oh, te levantarás por mí
Te levantarás por mí, te levantarás por mí

Cada vez que estés en problemas te levantarás para mí
Oh, ahora, ahora, te levantarás por mí
¡Oh, te levantarás por mí te levantarás por mí
querida querida, te levantarás por mí
Te levantarás por mí
Oh, stand by me, stand by me, stand by me

YouTube - stand by me

YouTube - stand by me

qué puedo contar yo de tu grandeza mi jóven john

que te extraño y te busco a cada rato en canciones como ésta



IMAGINE
by John Lennon

Imagine there's no heaven.
It's easy if you try.
No hell below us,
Above us, only sky.
Imagine all the people
Living for today.

Imagine there's no countries.
It isn't hard to do.
Nothing to kill or die for,
And no religion too.
Imagine all the people
Living life in peace.

You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one.
I hope someday you'll join us
And the world will be as one.

Imagine no possessions.
I wonder if you can.
No need for greed or hunger.
A brotherhood of man.
Imagine all the people
Sharing all the world.

You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one.
I hope someday you'll join us
And the world will live as one.
IMAGINA
por John Lennon

Imagina que no hay paraíso.
Es fácil si lo intentas.
No hay infierno debajo nuestro,
Arriba nuestro, sólo cielo.
Imagina a toda la gente
Viviendo el presente.

Imagina que no hay países.
No es difícil hacerlo.
Nada por lo cual matar o morir,
Y tampoco ninguna religión.
Imagina a toda la gente
Viviendo la vida en paz.

Quizás digas que soy un soñador
Pero no soy el único.
Espero que algún día te unas a nosotros
Y el mundo será uno solo.

Imagina que no hay posesiones.
Me pregunto si puedes.
No hay necesidad de codicia ni hambre.
Una hermandad humana.
Imagina a toda la gente
Compartiendo todo el mundo.

Quizás digas que soy un soñador
Pero no soy el único.
Espero que algún día te unas a nosotros
Y el mundo será uno solo.

Saturday, January 16, 2010

texto que por la puta autocensura parece que se va a difundir muy poco en argentina

pero que sirve para los hombres de vuena voluntad de esta parte del planeta, una perfección de diagnóstico ladinoamericano


Democracia puta - Diario ABC Color / Paraguay
ABC Color, es el diario más importante de Paraguay y éste fue su editorial de ayer, publicado en toda su portada!!, nada menos y con el titular en amarillo.

En estos días actuales las democracias latinoamericanas pasan por una dura prueba, pues con los mismos mecanismos de competencia electoral libre y plural algunos líderes izquierdistas que ganan elecciones se hacen del poder legítimo y desde el día siguiente de su triunfo comienzan a ejecutar sus proyectos de acabar con el sistema político mediante los cuales accedieron su mando. La eliminación de las normas que limitan el período presidencial es su primera meta a conquistar. Tienen la intención de eternizarse en el poder y, con ello, reventar la democracia entendida como la rotación permanente de proyectos políticos y de personas. Pretenden excluir para siempre a todo el que no esté adherido a su partido. Construyen dictaduras con fórmulas 'democráticas' y, cuando se sienten fuertes y disponen de los medios, inician el segundo plan: la exportación de su 'revolución'.

Internamente, su primera víctima son las Fuerzas Armadas, de la cual se excluye a todo militar q ue no merezca la completa confianza del nuevo único líder. Una purga general despoja a las Fuerzas Armadas de los jefes y oficiales institucionalistas, dejándola a cargo de 'los leales'. Después arremete contra el Poder Judicial, realizando las mismas tareas depuratorias para luego, ya con los principales resortes controlados, iniciar el proceso de desmantelamiento de la prensa no alineada y la supresión progresiva de la libertad de expresión.

El resultado final de este procedimiento es la anulación completa, si no la supresión definitiva de toda idea, doctrina, orientación partidaria o movimiento contrario a la ideología oficial de la nueva dictadura. Sucumbe la libertad en todas sus formas tradicionales y lo que resta es un pueblo indefenso sometido a sus nuevas cadenas. Se confía en que el transcurso del tiempo borrará pronto el recuerdo de la democracia anterior y el beneficio del goce de sus libertades y, entonces, un pueblo atontado, obligado a trabajar para sobrevivir y para alimentar al Partido, a reprimir sus dudas, inquietudes y oposiciones, acabará convertido en un dócil rebaño de borregos, como bien recordamos los paraguayos que vivimos la era stronista.

Este es el proceso en marcha que vemos actualmente en el panorama político de Venezuela, Bolivia y Ecuador. En particular y más claramente en la primera, donde Hugo Chávez, con ya una década de gobierno, se apresta a dar el golpe final haciéndose coronar gobernante vitalicio imponiendo en el país una nefasta dictadura de corte marxista al estilo del que triunfara y se impusiera en Rusia en 1917, desconociendo el triste final que esos sangrientos regímenes tuvieron después de seis décadas de explotar y oprimir a sus pueblos, asesinar a sus adversarios y poner en grave riesgo la paz mundial. Hugo Chávez, un dinosaurio que surgió de las cavernas más oscuras de la historia, está a punto de convertirse en amo y señor definitivo de la suerte de su pueblo y de los cuantiosos recursos económicos de su país, excluyéndose de toda competencia real y suprimiendo todo obstáculo que pueda interponerse entre él y su proyecto de vitaliciado. Tiene, además, el dinero necesario para comprar voluntades y pagar el precio de 'lealtades', dentro y fuera de su país.

Chávez es un dictador, pero UN DICTADOR MUY RICO; dispone hoy del poder absoluto de hacer con el dinero producido por el petróleo lo que se le antoje; ya no tiene encima ninguna contraloría, nadie a quien deba rendir cuentas. Con su gruesa petrobilletera recorre ahora América Latina y financia partidos, movimientos, organizaciones sociales y campañas electorales. Lo que no puede comprar, lo alquila o neutraliza. Al gobierno argentino le compra bonos del tesoro de Kirchner que nadie quiere y así puede exhibir sus sonrisas de complicidad, aplausos y abrazos, pasear libremente por ese país pronunciando encendidos discursos llamando a la 'revolución popular' y haciendo otros teatros para exportar su dictadura. Entre los cuales figura en lugar prioritario su desesperada intención de introducirse en el Mercosur para, una vez dentro de él, agilizar su intervencionismo en la política interna de los países miembros, con los cuales ya no tiene ninguna afinidad, porque mal que bien, en Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay continúan rigiendo principios básicos del estado de derecho, del régimen democrático y de libertades públicas. Chávez va a pagar en efectivo por su ingreso y tiene billetes a patadas. Quiere comprarles a Brasil y Argentina lo más barato posible la legitimidad internacional que su pertenencia del Mercosur cree le va a proporcionar. La pregunta que continuaremos formulando una y otra vez es ¿para qué sirve el Protocolo deUshuaia que pretendió establecer un compromiso para todos sus estados miembros de conservar intactas las instituciones democráticas?

En este documento Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay declaran que 'La plena vigen cia de las instituciones democráticas es esencial para el desarrollo de los procesos de integración entre los Estados Partes del presente Protocolo' (Art. 1) y se comprometen formalmente a que 'toda ruptura del orden democrático en uno de los Estados Partes del presente Protocolo dará lugar a la aplicación de los procedimientos previstos en los artículos siguientes' (Art. 3). ¿Van a admitir a Venezuela, cuyo dictador por anticipado ya se excluyó de dichas cláusulas? ¿O lo van a admitir primero para luego aplicarle la 'Cláusula Democrática'? El absurdo y el ridículo rodean a esta intención de prostituir al Mercosur, pero está en marcha y solamente los parlamentarios brasileños y paraguayos tienen en sus manos la posibilidad de impedir esta vergonzosa deserción de los principios fundamentales declarados en nuestras cartas fundamentales y tratados de integración.

A los gobernantes actuales de nuestros países, que tanto cacarean su apego a la democracia y a las libertades fundamentales, y que ciertamente gracias a ellas alcanzaron el poder, ahora les tiemblan las rodillas y se les afilan los dientes a la vista de la deslumbrante petrobilletera abierta de un rústico dictador inescrupuloso, dispuesto a todo, incluyendo el soborno de los 'demócratas'. Si nuestros presidentes del Mercosur, aun sabiendo cuál es su obligación histórica con la defensa de los principios y valores políticos que iluminan nuestros pueblos, son capaces de venderse o de liarse en una relación adúltera con un dictador megalómano surgido de las catacumbas de un pasado siniestro, tendremos que convenir que nuestras democracias se venden como auténticas putas. No cabe ya una calificación más dura para describirlas.

tanto prepararme para caer en un mundo donde todos somos todo

los brujos (equivocados, intuitivos, recionales) del mercado aseguran que 2010 será el año de los e-books. Si bien por primera vez en su historia Amazon vendió para estas fiestas más libros digitales que "físicos", el pronóstico se apoya sobre todo en la inminente explosión de venta de los e-readers, esos artefactos que permiten leer un libro en una pantalla. En el último mes este mercado ha producido más novedades que en los últimos años: el Kindle (e-reader de Amazon) está finalmente accesible a escala mundial; Microsoft y Hewlett Packard anunciaron los suyos para los próximos meses y Apple presenta su iTablet en pocos días. Además, la cadena Barnes & Noble ya vende su propio artefacto, el Nook, y Sony sigue actualizando su e-reader.

Algunos analistas creen que esta competencia puede provocar una guerra de precios que inunde de e-readers el mercado de los Estados Unidos y multiplique en poco tiempo los actuales cuatro millones de artefactos. De allí a la explosión de demanda de e-books habría un paso.

Mientras tanto, a las grandes editoriales las desvela la siguiente pregunta: ¿el auge de los libros electrónicos puede provocar en la industria editorial lo que el boom de la música digital provocó en la discográfica? ¿Acaso la caída al 50% de ventas de cds en los últimos diez años es un espejo de lo que le espera a la venta de libros?

Porque junto a los beneficios de accesibilidad, portabilidad e interacción, la explosión de los libros digitales puede traer aparejados también tres de los grandes "pecados" de la experiencia digital: la piratería, el derrumbe de precios y el reemplazo de los intermediarios. Paulo Coelho, por ejemplo, acaba de firmar un contrato directo con Amazon para vender diecisiete de sus libros en formato electrónico en portugués, accesibles en más de cien países.

Pero allí no terminan las amenazas. En su blog sobre libros en nytimes.com, Mick Sussman cuenta la experiencia de leer las obras completas de Emerson en su iPhone: "Uno se siente un privilegiado, aunque por momentos puede ser frustrante". ¿Libros en la pantalla del celular? La idea puede erizar la piel de cualquier editor, porque ese mercado no es una promesa. Ese mercado ya explotó.


cuando se vienen cambios en la propiedad de los activos de algunos de los dueños de los mercados puede suceder que ciertos oferentes se acomoden a las nuevas expresiones de los mercados o que aparezcan nuevos oferentes...

Wednesday, January 13, 2010

nuestros defectos de siempre

esos que nunca corregimos en el tiempo de la historia esos que probablemente no corrijamos hasta que alguien diga que debe ser de otra manera....


"Cuatro cosas le pertenecen a los jueces: escuchar cortésmente, contestar sabiamente, considerar todo sobriamente, y decidir imparcialmente.” Sócrates (A.C. 469-399) Filósofo griego. Maestro de Platón.


gracias jueza de delívere como te llamaron, dra sarmiento, te recordaré siempre como la honrosa excepción a la regla por lo menos por tus decisiones de estos días,

yo, un ciudadano más que común

Sunday, January 10, 2010

vestigios de la antropología de la envidia

Y si pensamos en los crueles ritos de iniciación que señalaban el ingreso a la adultez en las sociedades primitivas, se lo puede interpretar como la expresión de una envidia intergeneracional hacia sus sucesores en el implacable ciclo de la vida. Entre nuestras prácticas socialmente aceptadas, la costumbre en las despedidas de solteros de arrojar a una fuente callejera o de enharinar y amordazar en el baúl de un auto a los contrayentes, aunque disfrazada de humorada inocente, puede ser una expresión de envidia ( en ADN).


....y si pensamos en las aparentemente normales relaciones laborales donde el recomendado "entrega" al "recomendante" ante jefes superiores, además de una abominable actitud de escalar posiciones en una escala jerárquica más virtual que real, hay raíces de una envidia natural imposible de cambiar...(yo)

algún griego de los viejos se lo pudo decir a los de la revista ADN

Más bien se creía que el éxito suele conducir a una soberbia que fácilmente se torna en hybris , la desmesura inducida por arrogancia del éxito asegurado, y es este pecado lo que se castigaba.


nosotros en cambio por acá, nacemos y morimos desmesurados, tengamos o no tengamos lo mismo envidiamos, somos en ésto el promedio potenciado...(yo)

Monday, January 04, 2010

qué somos

uno es
no lo que otros dicen que uno es
uno es apenas un pedazo
de ese sueño que sueña cada día....
(yo)



Soñar sabiendo que se sueña
Enrique Valiente Noailles

Comienza un nuevo año y se renuevan los sueños. En un aforismo de La Gaya Ciencia, Nietzsche tiene una expresión muy interesante: "Seguir soñando, sabiendo que se sueña". ¿Cómo habría que comprenderla y cuáles son algunas de sus implicancias? Por de pronto, no se emparenta con otras bellas alusiones hechas al sueño. No es Chuang-Tsé que no sabe si al despertar ha soñado con una mariposa, o si es la mariposa soñando con Chuang-Tsé. Tampoco es Calderón de la Barca con su nada improbable sensación de que la vida es sueño. Ni es el texto de Pessoa que alude a la posibilidad de ser el sueño que alguien de otro mundo está teniendo. En la expresión de Nietzsche se trata de un tipo de sueño que advierte la materia de la que está hecho, de un sueño que tiene conciencia de sí. La línea recuerda, más lejanamente, la comprobación de Sócrates de sólo saber que no se sabe nada. Pero así como la línea de Sócrates no implica ignorancia, la de Nietzsche no es un sentimiento meramente bucólico. Está en el reverso de la indiferencia y, en particular, en el reverso del dogmatismo.
La frase alude a la necesidad de hacer lo que uno hace en la vida sin perder jamás la noción de la propia levedad. Señala la contingencia y limitación de las herramientas conceptuales con que nos acercamos al mundo. Contingencia y limitación que no son un problema, salvo justamente cuando se ignoran. La frase tiene una sabiduría que puede ser aplicada a ámbitos diversos y para tomar sólo como ejemplo la política, implica no anular las creencias, pero darles simultáneamente un necesario recuerdo de falibilidad. Las convicciones extremas, aquellas que no se atreven a mirarse en el espejo, por temor a que en el fondo no haya nada del otro lado, son peligrosas para la política tanto como para la vida. De hecho, hace años que vivimos aturdidos por gente que expresa certezas inquebrantables, que alza la voz para darnos lecciones y recordarnos que la historia comienza con ellos, y que han sido llamados a reparar la suma de los errores ajenos.
Hay que construir un sueño común en 2010, pero estamos fatigados de los que siempre saben cómo son las cosas. Lo que necesitamos es gente que, sin renunciar a lo que cree, sepa incorporar los reflejos y matices del pensamiento ajeno en lo propio, gente que sepa por instantes suspender la inexorable aceleración hacia la estupidez que afecta a los que desconocen que no son portadores de la verdad. A los que no necesitan de nadie y blanden una ideología que, como los clones, se reproduce a sí misma de manera asexuada, sin necesidad de la intervención de otro. Porque la política en una comunidad comienza, precisamente, cuando se comprende que necesitamos del otro. Comienza aceptando la contingencia de lo que uno propone y la limitación puntual a la que está expuesta nuestra visión en el afán de construir algo colectivo. Soñar sabiendo que se sueña es, paradójicamente, la mejor manera de no perder contacto con la realidad. Peligro que muchas veces acecha en la Argentina.
evnoailles@yahoo.com.ar

Saturday, January 02, 2010

una historia de ese ogro que alguna vez nos persiguió y si no nos persiguió el ogro al que alguna vez le pedimos ayuda

allá odiamos ese sujeto de delantal blanco con lo que creímos eran unas grandes tenazas en la mano,
acá desdentados nos preguntamos si no hubiera sido mejor dejarlo que hiciera...

(Yo)



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DETRÁS DE ESA SONRISA. El odontólogo del célebre colombiano dice que "no puede esconder" lo que hubo entre él y el escritor Foto: LATS / EL PAÍS/ GORKA LAJARCEGUI

Por Julio Villanueva Chang

El doctor Jaime Gabazón abrió la puerta de su clínica dental de Cartagena de Indias y descubrió a García Márquez tan solo como un astronauta en su sala de espera. Eran las dos y treinta de la tarde del 11 de febrero de 1991 y el paciente había llegado puntual a su primera cita. "En siete años nunca llegó tarde", me contaría tiempo después el odontólogo. En su mesa de centro, había literatura de consultorio de dentista, unas cuantas revistas para bostezar la espera y empezar a caer bajo los efectos sedantes de una música de fondo. El doctor Gabazón parecía muy despierto bajo sus anteojos de lector de dentaduras. Tenía esa bonhomía que transpira la gente de la costa de Colombia y unos bigotes que se esmeraban por competir con su sonrisa simétrica. Aquella primera vez -me contaba en 1999- García Márquez había llegado hasta allí en su automóvil con chofer, en un barrio de la ciudad cuyo nombre es perfecto para un dentista: Bocagrande.

Cuando el odontólogo salió a recibirlo, el escritor acababa de completar de puño y letra la ficha de su historia clínica: "Nombre del paciente: Gabriel García Márquez. ¿Cuál es su ocupación? Paciente vitalicio. Número de teléfono: Cortado por falta de pago. Si es casado, ocupación de su esposa: Sí, no hace nada. ¿Para qué compañía trabaja su esposa? Ya quisiera yo saberlo. Nombre de la persona responsable por el pago del tratamiento: Gabo, el hijo del telegrafista. ¿Tiene usted alguna molestia o dolor? Molestia sí, el dolor vendrá después. ¿Nos podría decir quién lo recomendó al doctor? Su fama universal". Fue lo que García Márquez había escrito en esa primera dramática visita que tarde o temprano todos hacemos al consultorio de un sacamuelas. "Un cuento es lo que te cuentas a ti mismo en la sala de un dentista mientras aguardas tu cita con él", dijo John Cheever.

Los primeros siete años de consulta el odontólogo trató a García Márquez con el respetuoso vocativo de maestro. Luego empezó a llamarlo compadre. Cuando se enteró de que la esposa del doctor estaba embarazada de su sexto hijo, García Márquez le preguntó con el entusiasmo de un cura recién ordenado: "¿Y cuándo lo bautizamos?". Iba a ser el primer hijo varón del dentista. Pero no entendió esa pregunta hasta que alguien que había vivido en México le explicó que en ese país, donde el escritor tiene residencia, a veces el honor de ser padrino se pide a los padres y no al revés. El día del bautizo, García Márquez y su esposa Mercedes Barcha fueron los primeros en llegar a la iglesia.

-No creo que nada sea casual -me diría su dentista-. Fue un bautizo macondiano.

Aquella ceremonia no fue la primera coincidencia familiar. El doctor Gabazón recordaba que las familias de ambos habían sido vecinas en el barrio de Pie de la Popa y que la hermana de García Márquez iba a jugar a su casa con la suya. Por entonces el dentista era un bebé de un año y el escritor debía ser un veinteañero que andaba mamando gallo, ese modo tan caribeño de tomarte el pelo y vacunarte contra toda solemnidad. Eran de generaciones distantes: cuando García Márquez ganaba el Nobel de Literatura, Gabazón hacía un postgrado de Rehabilitación Oral en Ohio State University. La primera vez que el paciente visitó la casa de quien iba a ser su compadre, el novelista entró por la puerta principal y salió por la de la cocina para saludar a las muchachas de servicio.

Desde entonces ningún dentista había callado tanto sobre la boca abierta de un escritor que detesta las entrevistas. Según el médico, a García Márquez le gustaba repetirle que cada vez que llegaba a Cartagena de Indias era a él al primero que telefoneaba. Desde que lo visitó en su consultorio, la vida del doctor Gabazón sufrió una metamorfosis. El odontólogo era invitado a leer un fragmento de Cien años de soledad en el Museo Naval de Cartagena. Sus amigos le enviaban libros para que García Márquez se los dedicara. Una firma. Un garabato. Por favor. Las señoras le rogaban fotografiarse con él. Una sola vez. Un minuto. Por favor. Los pacientes que llegaban a su consultorio veían, frente al sillón negro donde se acostaban, un cuadro con una fotografía del paciente ilustre y su odontólogo envidiado.

El escritor aparecía recostado en el mismo sillón que ellos y llevaba una camisa negra y las manos tan juntas como si el dentista lo hubiese maniatado. Quienes veían aquel retrato en colores creían que podía ser la travesura de una computadora caribeña, el burdo montaje electrónico de un fanático. Lo cierto es que el cuadro parecía servir al dentista como una primera anestesia para sus pacientes. De un golpe de vista se olvidaban de sus muelas y cualquier mueca de dolor se enderezaba en la pregunta de siempre. ¿Qué hacía García Márquez sentado allí?

***

Cinco años después de conocerlo en su consultorio de Cartagena de Indias, el doctor Gabazón abrió ante mí un maletín negro que guardaba bajo una clave de seguridad. Se acababa de mudar con su familia a Tampa, Florida, luego de haber tenido que partir de Colombia, donde él y su esposa eran militantes evangelistas de una comunidad cristiana. Ambos predicaban en barrios populares donde no eran bienvenidos por la guerrilla de ese país. Era una noche de otoño y el dentista vestía una camisa negra poblada de árboles. Estaba de pie, frente a la mesa del comedor de su nueva casa, buscando algo en el maletín que acababa de abrir. Su mudanza a Estados Unidos no terminaba. En el piso, aún había cajas por desempacar. Por debajo de la mesa, se paseaba Blackie, un perro pincher en miniatura de quien el dentista decía que sólo le faltaba hablar. En las paredes colgaban pinturas de su esposa, la artista plástica Ángela Schiappa. En los meses posteriores a su llegada, el doctor Gabazón aún no podía ejercer de odontólogo en Florida. Mientras tanto trabajaba de ceramista dental en un laboratorio de prótesis molares. Se había vuelto un escultor de dientes de porcelana.

Ya era la medianoche y el dentista extrajo del maletín una minúscula bolsa de terciopelo azul, parecida a esas donde los joyeros guardan metales preciosos para protegerlos de los rasguños y del maltrato del tiempo. En uno de los cuartos, Jaime Enrique de Jesús, su hijo menor y ahijado del escritor, se había quedado dormido. Había visto una fotografía en la que García Márquez y su mujer estaban con él frente al cura en el instante del bautizo. Entonces era un bebé y ahora tenía siete años. Si le preguntaba sobre su padrino, no recordaría más que lo que sus padres le contaron. Pero esa noche el doctor Gabazón parecía estar dispuesto a mostrarme lo que no me había confiado cinco años atrás, cuando lo conocí en su consultorio de Bocagrande. En esa bolsa de terciopelo azul guardaba un secreto.

No fueron nada novelescas las razones que llevaron a García Márquez al consultorio del doctor Gabazón. Un odontólogo de Bogotá había operado una corrección en la dentadura del escritor, y éste le recomendó al ortodoncista Luis Eduardo Botero para que continuase su tratamiento en Cartagena de Indias. Era una operación de rutina con uno de esos especialistas que te enderezan los dientes en mala posición. El ortodoncista devolvió la dentadura del escritor a su sitio pero le diagnosticó un mal periodontal. En buen castellano, un dolor de encías. Era la especialidad del doctor Gabazón, y el ortodoncista se lo recomendó a García Márquez. Fue así como aquella tarde de febrero de 1991 descubrió al hijo del telegrafista en la sala de estar de su consultorio de Bocagrande, luego de que éste escribiera los datos de su historia clínica en una ficha de cartón que le había entregado su secretaria Onira Madera.

-Fue como un mandato de Dios -me dijo Gabazón trece años después en su casa de Florida.

Durante las consultas, García Márquez se volvía más terrenal cuando hablaba de política. Un día el dentista se atrevió a comentarle algo sobre Dios.

-Gabo hizo lo que cualquier persona -recordó-. Dio un muletazo y pasó a otro tema.

El odontólogo entendió que debía evitar asuntos divinos en sus conversaciones con el novelista. Pero había una pregunta metafísica: qué diablos iba a hacer con sus recuerdos cuando García Márquez se muriera.

-Uno nunca sabe -me dijo-. Hasta uno se puede morir antes que él.

-Los dentistas no van al cielo -le advertí.

-Fíjate que yo sí voy -respondió.

No está mal saber que uno va siempre hacia alguna parte. Sentirse un hombre bueno parecía ser la única soberbia en el doctor Gabazón. Tenía apuntada en su historia dental la última vez que atendió a García Márquez: 20 de enero de 1999. Fue un miércoles. El dentista también recordaba haber recibido una llamada telefónica del escritor en diciembre de ese año apocalíptico.

Gabriel García Márquez se iría de Cartagena de Indias al siglo siguiente. Por entonces, un cáncer linfático se asomaba a su vida. Según el dentista, hubo el rumor de que el cantante Julio Iglesias quería comprar la casa del escritor. Antes de mudarse a Estados Unidos, el doctor Gabazón había dejado una carta a uno de los hermanos del escritor con el expreso pedido de que éste la leyese. También, una caja de galletas preparadas por la suegra del dentista. Esa noche de otoño en Florida, cuando el odontólogo estaba a punto de enseñarme lo que guardaba en su maletín negro, el doctor Gabazón me dijo que aún no recibía respuesta.

***

No había razones obvias para explicar por qué García Márquez lo eligió su dentista y luego su compadre. El doctor Gabazón era un odontólogo de provincia. En los estantes de su consultorio de Cartagena de Indias no se asomaba ninguna novela, apenas clásicos de la dentadura anglosajona como Periodontal Disease , dolorosa literatura para odontólogos. El doctor Gabazón no había leído la novela Anestesia local , de Günter Grass, ni el cuento "El dentista", de Alfred Polgar. Tampoco un episodio de Memorias del subsuelo , donde Dostoievski escribe sobre la voluptuosidad de un dolor de muelas. El doctor Gabazón sí había leído el poema "Desiderata", que por entonces colgaba de una pared del consultorio, por encima de un mueble con enjuagues bucales y dentaduras postizas. Sobre su escritorio había una calavera que nada tenía que ver con Hamlet. Era la escenografía de un sacamuelas, el lugar común de la castración dental.

El doctor Gabazón tenía una teoría elemental: García Márquez lo había elegido su compadre para romper la rutina de famoso. Hablaba del escritor con familiaridad, admiración y sin falsas reverencias. "La gente -me dijo- se olvida de que Gabo es un ser humano." Pero la gente también se olvidaba de que el dentista era un ser humano y le preguntaba cuánto se le podía cobrar a un compadre así. "¿Podría decir quién le recomendó al doctor? Su fama universal", había escrito García Márquez en su ficha de paciente.

***

El odontólogo me seguía contando anécdotas del Premio Nobel de Literatura mientras revisaba el maletín donde guardaba sus más íntimos recuerdos. La historia clínica del paciente García Márquez, retratos de familia con García Márquez, recortes de prensa sobre García Márquez, una muela de García Márquez. Sí. El tesoro del dentista era un molar con tres raíces y una incrustación de oro. Sólo de saber que había pertenecido al novelista, aquella muela adquiría una apariencia de ficción y lucía más horrenda en el acto de extraerla de una bolsa de terciopelo. Ver cualquier muela fuera de su boca hace que uno pasee su lengua para verificar si las suyas siguen allí, dispuestas a masticar y morder. El molar de un genio se ve tan espantoso como el de cualquiera y crea la ilusión de que todos somos iguales bajo las tenazas de un dentista. Pero una muela de García Márquez en tus manos es más que eso. Es la historia secreta de una sonrisa.

Desde años atrás en García Márquez ya habitaba cierta inexplicable predilección por el tema dental. Había dedicado algunos episodios de su obra a lo indefenso que uno puede estar ante un dolor de muelas y a la fascinación que puede causar una dentadura. En "Un día de estos", uno de sus cuentos más memorables, Aurelio Escovar, un dentista sin título, extrae sin anestesia la muela que ha torturado por cinco días a su opositor, el alcalde de un pueblo sin nombre. Por suerte, García Márquez nunca quiso ser alcalde y Gabazón es un odontólogo titulado. Años después, en Cien años de soledad , el novelista escribió un episodio premonitorio de su primera visita al odontólogo: "Vieron [los habitantes de Macondo] un Melquíades juvenil, repuesto, desarrugado, con una dentadura nueva y radiante. Quienes recordaban sus encías destruidas por el escorbuto, sus mejillas fláccidas y sus labios marchitos, se estremecieron de pavor ante aquella prueba terminante de los poderes sobrenaturales del gitano". En resumen, Melquíades terminó sacándose los dientes y envejeciendo de pronto, pero luego se los puso otra vez y sonrió con el poder restaurado de su juventud. El hombre envejece cuando sus dientes no se reponen. García Márquez lo sabía bien. Perder un diente era también una metáfora de la caída del poder.

No había sido el primer escritor en fascinarse por las muelas. Joyce y Nabokov habían perdido la dentadura antes de cumplir los cincuenta años, y no se ahorraron palabras para retratarlas en sus libros como algo más que un rasgo fisonómico. Martin Amis, otro escritor del club de los desdentados, ensayó en su libro Experiencia una explicación sobre la comunidad de escritores de dientes postizos: "¿Qué más tenían en común Nabokov y Joyce aparte de la pésima dentadura y una soberbia prosa? El exilio y décadas de una precariedad económica cercana a la indigencia. Y una compulsiva tendencia al exceso. Y la desmedida sumisión que merecidamente les inspiraban sus esposas". Cualquier parecido con García Márquez era pura coincidencia.

-Es como un Dios de la literatura. Todo el mundo está interesado en cualquier cosa que hace -me dijo el dentista esa noche-. Gabo sabe que yo no puedo esconder lo que pasó entre nosotros.

El último día que lo vio en su consultorio de Cartagena de Indias, el único diente que le faltaba a García Márquez era la muela de juicio. Pero años antes, aquella primera tarde de 1991, en su consultorio de Bocagrande, Gabriel García Márquez tenía una caries y el doctor Gabazón había decidido operar: le inyectó anestesia local, le extrajo un molar, suturó la herida, y tiempo después colocó un implante en su lugar. Según el dentista, el escritor nunca se quejó. Sin embargo, desde esa primera cita hubo una pérdida. En la historia de la literatura, siempre ha sucedido: Homero fue ciego, a Cervantes le faltaba un brazo, García Márquez tenía caries.

-El hilo dental es más importante que el cepillo -me advirtió el doctor Gabazón.

Este texto forma parte del libro Elogios criminales (Planeta Perú, Lima, 2009)

genealogía de mis hijos, para que sabiendo un poco de dónde vienen sepan un poco adónde van

cerca y lejos


Genealogías para mis hijos.
mario paz; diciembre de 2009 en buenos aires mis aires.


Franklin Paz (+1875, -1962) y Catalina Chaudón (+1890, -1970) engendraron a Raúl Ramón Paz (+1925, -2000), Raúl Ramón Paz Chaudón y Sara Socorro Castillo Espósito (+1924, -1997) engendraron a Mario Raúl Paz Castillo (+1952), Mario Raúl Paz Castillo y Mónica Maier Levy (+1958) engendraron a MARÍA JIMENA PAZ MAIER (+1976).
Observación: Liborio Castillo (+1880, -1982) e Isabel Espósito (+1900, -1975) engendraron a Sara Socorro Castillo Espósito.
Hilmar Maier (SIN DATOS) e Inés Levy (SIN DATOS) engendraron a Mónica Maier Levy.

Franklin Paz (+1875, -1962) y Catalina Chaudón (+1890, -1970) engendraron a Raúl Ramón Paz (+1925, -2000), Raúl Ramón Paz Chaudón y Sara Socorro Castillo Espósito (+1924, -1997) engendraron a Mario Raúl Paz Castillo (+1952), Mario Raúl Paz Castillo y Mónica Maier Levy (+1958) engendraron a MARÍA BELÉN PAZ MAIER (+1980).
Observación: Liborio Castillo (+1880, -1982) e Isabel Espósito (+1900, -1975) engendraron a Sara Socorro Castillo Espósito.
Hilmar Maier (SIN DATOS) e Inés Levy (SIN DATOS) engendraron a Mónica Maier Levy.


Franklin Paz (+1875, -1962) y Catalina Chaudón (+1890, -1970) engendraron a Raúl Ramón Paz (+1925, -2000), Raúl Ramón Paz Chaudón y Sara Socorro Castillo Espósito (+1924, -1997) engendraron a Mario Raúl Paz Castillo (+1952), Mario Raúl Paz Castillo y Judith Abigail Scool (+1968) engendraron a JUAN CRUZ PAZ SCOOL (+1995).
Observación: Liborio Castillo (+1880, -1982) e Isabel Espósito (+1900, -1975) engendraron a Sara Socorro Castillo Espósito.
Humberto Scool (SIN DATOS) y Rosa Arce (SIN DATOS) engendraron a Judith Abigail Scool Arce.



Franklin Paz (+1875, -1962) y Catalina Chaudón (+1890, -1970) engendraron a Raúl Ramón Paz (+1925, -2000), Raúl Ramón Paz Chaudón y Sara Socorro Castillo Espósito (+1924, -1997) engendraron a Mario Raúl Paz Castillo (+1952), Mario Raúl Paz Castillo y Judith Abigail Scool (+1968) engendraron a MARIO RAÚL PAZ SCOOL (+1999).
Observación: Liborio Castillo (+1880, -1982) e Isabel Espósito (+1900, -1975) engendraron a Sara Socorro Castillo Espósito.
Humberto Scool (SIN DATOS) y Rosa Arce (SIN DATOS) engendraron a Judith Abigail Scool Arce.


Por los cuentos familiares se sabe que Franklin Paz (+1875, -1962) fue un criollo bien criollazo que vivió en el chaco de Santiago del Estero, en los últimos años del siglo XIX, donde fue muy común hasta aproximadamente los años veinte del siglo XX la explotación (depredación) del quebracho colorado que se utilizaba para la fabricación de listones que luego se manipulaban como durmientes para realizar los trabajos en el ferrocarril que desde el principio fue diseñado para recorrer a lo largo y muy poco transversalmente el territorio argentino, trabajos en rieles, trabajos de mantenimiento, trabajo para conseguir el material rodante de pasajeros y de cargas que fueron un medio de transporte muy utilizado durante la primera mitad del siglo XX, y etcétera. Franklin era un tipo alto (¿1,8 metros más o menos?) bien parecido y de contextura fuerte aunque yo lo conocí viejo y con los achaques encima, usaba anteojos muy pequeños redondos y en los años cincuenta estaba enfermo (más de viejo que de enfermedades conocidas y de las cuales en realidad no tomé conciencia ni pregunté después) y no conversaba demasiado con los que lo rodeaban, más bien parecía que andaba maldiciendo y gruñendo por lo bajo, ahora recién lo pienso (creo que debo haber tenido 6 o 7 años cuando lo vi porque en esos tiempos se sacaban fotos familiares en las que “entraban” todos) de vaya a saber qué cosas difíciles, posiblemente de esas que la vida muestra muy seguido en el final de la carrera. Era un patriarca bien de su época, lo que quería decir que no se ocupaba de nada más que de sus asuntos o de los asuntos relacionados con las finanzas de la casa o con la parte que le tocaba a él porque de los siete hijos que tuvo con Catalina (Alba, Franklin, Olga, Oscar, Mario, Raúl (mi papá), Elsa) por lo menos cinco ya estaban independizados en las décadas del cincuenta y sesenta, era muy varoncito y tenía a los trotes a las mujeres de la familia que para eso estaban, entre ellas a Catalina su mujer y las hijas Olga, Elsa y Alba. Por los cuentos familiares, que son solamente eso por lo que se puede deducir de papeles que nunca se vieron, que tal vez sean o tal vez no, tenía algún sustento la conclusión que era descendiente de José María Paz un general argentino conocido como el manco y que falleció en 1854, este general era cordobés pero en sus primeros años estuvo ligado a la vida Santiagueña porque estuvo internado en el seminario de Loreto, en el límite con Atamiski, Salavina, y otras poblaciones en las que había explotaciones del quebracho y donde es evidente deben haber vivido también los ancestros inmediatos del mismo Franklin. Es probable que Franklin Paz haya sido hijo de un hijo o sobrino del General cuyo apellido materno era Haedo. Porque José María Paz estuvo casado con una sobrina de nombre Margarita Weild con quien tuvo nueve hijos de los cuales terminaron muriendo seis muy jóvenes, pero pensado de otra manera es improbable una relación de Franklin Paz con esta línea porque el General terminó sus días más por Buenos Aires que por el mismo Córdoba adonde hoy están sus restos según los historiadores, salvo algún desliz de juventud de proyecto de general que en la época eran bastante comunes, como ahora, con la diferencia que antes los tipos se hacían cargo y para distinguirlos de los hijos reconocidos a los descendientes en esta línea se los llamaba entenados. Puede ser también que la ascendencia familiar de los Paz pueda encontrarse por el lado de un primo del militar, de un tío, un medio hermano o entenado como se decía por esa época a los hijos extramatrimoniales, y que por algunos motivos tampoco quedaban registrados en la tradición familiar de la que se los excluía a propósito o se los incorporaba con derechos y deberes parecidos a los de los demás hijos, hayan vivido por la zona de Santiago del Estero o San Miguel de Tucumán. Franklin Paz tuvo una propiedad en la calle La Plata (al 200) de la capital santiagueña, también por historias familiares se supo que muchas de sus adquisiciones materiales, como esa, las había conseguido con el fruto de su trabajo como capataz de desmontes, y también en mesas de juego porque parece que al viejo que habrá sido joven alguna vez como también niño como cualquiera, le gustaba la timba y la timba fuerte como en esa época como en todas las épocas. Estos datos los aportó el tío Mario (+1920, - 2002) que guardaba recuerdos de haber acompañado desde muy pequeño a su padre que se desplazaba en lujosos carruajes o sulquis y que mientras estaban juntos le enseñaba las buenas maneras del trato con las personas fueran de la clase que fueran.
Catalina Chaudón era la hija, nunca pude saber ni tampoco pregunté, si la única o una entre varios hermanos, de unos inmigrantes franceses – probablemente escapando de la primera Guerra Mundial - que vinieron a Argentina en la época de construcción y extensión del ferrocarril cuando lo administraban los ingleses en sociedad con los franceses, y este medio de transporte era el corazón de buena parte del desarrollo y el crecimiento de Argentina, o el propulsor principal del movimiento económico y social de vastas zonas del territorio. Catalina era una mujer que evidentemente debe haber sido bella cuando joven, de ojos claros y una figura altiva no arrogante, más esbelta que altanera en el sentido de airosa que en los años de la década del sesenta se paseaba silenciosa por la casa de calle La Plata encamisada en esos batones de entre casa que todavía hoy algunas mujeres se ponen cuando andan por la casa y con esas tareas difíciles de lavar, planchar, cocinar, que por los años cincuenta o sesenta del siglo pasado eran bastante pesadas (la última vez que la vi yo debo haber tenido diecisiete dieciocho años), por lo menos es lo que recuerdo, de entonces cuando repasando a la distancia pude darme cuenta que hubo un “quiebre” importante en las formas de hacer esas tareas gracias a los inventos que por esos años las modificaron o las cambiaron para siempre, como el de la cocina a combustible líquido o en gas que reemplazaba la cocina a leña o a carbón, el lavarropas semiautomático, y algunos otros como la plancha por ejemplo que pasó de ser un recipiente que se llenaba con carbón encendido a un dispositivo que se calentaba por corriente eléctrica. Catalina Chaudón fue ama de casa en el sentido preciso de la palabra, toda su vida estuvo dedicada a llevar sus roles de esposa y de madre de siete hijos entre las cuales estaban las mujeres mencionadas antes y entre los varones Mario, Franklin (le decían Nene), Oscar (le decían Chito) y Raúl (le decían Pila, mi inolvidable papá) que con Elsa hacían la suma de dos que eran los últimos que habían llegado a la familia. No se pudo establecer nunca, y tampoco lo profundicé, si Catalina tuvo parientes de ramas cercanas en Argentina, probablemente los haya tenido, y seguro que debe haber algún vestigio de su familia en algunas zonas de Francia. Murió luego de un largo proceso de deterioro cerebral que se le manifestaba como un espantoso delirium tremens, una manifestación dolorosa para quienes la cuidaban porque decía iniquidades a cualquiera, malas palabras, insultos, improperios que por ratos parecían que provenían más de la boca del diablo que de la de una señora recatada, porque en su gran mayoría tenían que ver con cuestiones sexuales y obscenidades muy jugadas.
Yo pude conocerlos, a Catalina y a Franklin, en Santiago del Estero en la calle de La Plata, muy poco durante un período que fue desde más o menos el año sesenta hasta el setenta y seis, a partir del cual se hizo muy difícil el viaje desde Jujuy adonde vivíamos y hasta ahí, por lo que llamaban el proceso de reorganización nacional que por entonces yo no entendía lo que era pero después pude saber que no era ni más ni menos que los militares controlando todo sobre las vidas de las personas, especialmente en la zona de San Miguel de Tucumán, en la que organizaciones como el ERP o Los montoneros intentaban de todo para penetrar un sistema que no los aceptaba y que definitivamente nunca los aceptó, por lo menos las personas más comunes y humildes, no los querían. A mis abuelos paternos los conocí en ocasión que convocaron a una foto familiar que se llegó a sacar por el año 1959 o 1960 no recuerdo muy bien, y para lo que hubo que ponerse de acuerdo entre todos, dar y ceder posiciones encontradas, de amores y de odios, diatribas que por esa época yo no sabía siquiera qué significaban, pero que un poco significaban peleas y discusiones entre gente de la misma familia. Pero lo que sí recuerdo son detalles de semejante despliegue que significaba poner de acuerdo a tanta gente (cerca de setenta personas) para una foto familiar, a ese entramado de primos, cuñados y cuñadas, hermanos de sangre y políticos, suegros, yernos y nueras, etcétera, etcétera, que con su mejores galas quedaron inmortalizadas en el recuerdo de una foto que la verdad no sé si alguien guardará todavía, porque difusamente tengo el recuerdo que a mi madre no le conjugaban esos verbos familiares entonces en nuestra casa y por lo menos públicamente no estuvo nunca esa foto. O más que eso lo que recuerdo haber vivido es esa compleja inexpugnable construcción de sonrisas simpatías broncas e impotencias que terminaban en ese par de días que duró toda la ceremonia, una eternidad para ciertos rencores o enfrentamientos familiares, en reuniones parciales y sesgadas de no más de seis o siete personas, en los mil rincones de una casa que a mí me parecía inmensa, como mis mayores a los que no los pasaba siquiera de la cintura, y entre las cuales habría alguno perjudicado y algún otro consolando o recomponiendo relaciones desgastadas o descontroladas. Recuerdo la casa grande de los abuelos, una construcción importante, amplia de techos elevados y puertas anchas y altas, los dos o tres patios internos, los dormitorios impenetrables de los viejos, los otros dormitorios en los que podíamos andar jugando con los primos u otros niños que anduvieran ocasionalmente por esos días. Recuerdo una cocina amplia, tan amplia que había lugar para una mesa grande alrededor de la cual por lo menos se sentaban diez personas a tomar mates y a charlar, y aún hoy retengo el recuerdo del olor del carbón prendido y quemado. Recuerdo a mis primos hermanos, o por lo menos a algunos al gordo (Luis Alberto) y a María Pía De la Rúa Paz (decían que eran parientes del De la Rúa que fue presidente), a Dito hermano de Eva, Chiqui y Adriana, todos hijos del Tío Nene y de la Tía Pelada, a Oqui (por Oscar) el hijo mayor del tío Chito, el negro (Oscar chico), la gorda (Olga) y Dita que era una de mis primas que tenía parálisis infantil, una parálisis sobre la cual aparentemente no se podía preguntar por entonces. De todos ellos debe haber ramas familiares en Santiago del Estero Capital. Los otros primos, Pico (José María) y Estela eran de Ledesma de donde éramos nosotros también. De esta rama de los Paz nunca hubo herencia de bienes materiales o valores que me dejara mi padre, lo cuento sólo para que quienes lean sepan de la novedad porque tampoco les estoy dejando nada a mis propios hijos que espero que comprendan que es mejor pasar por esta vida un poco liviano de cargamentos, a mi padre “parece”, le regalaron un viejo y herrumbrado revolver tipo colt cuarenta y cinco que había pertenecido al abuelo en sus épocas de capataz de campo.

Liborio Castillo fue mi abuelo materno y de él sí que me acuerdo porque tuve la posibilidad de conocerlo y de disfrutar de su compañía hasta bien entrada mi juventud, esto es hasta más o menos los veintidós años. Para los registros de la herencia genética, Liborio murió apenas pasados los cien años, casi de muerte natural y con todo su físico venido a menos más por los años que por enfermedades evidentes, pero más que conservado teniendo en cuenta una vida que no debe haber sido ni fácil ni placentera porque estaba hecho casi por su cuenta porque no contaba con familia directa y tuvo trabajos que en sus épocas no eran fáciles como el de comisario en toda la zona de Rosario de Lerma y los pueblitos que hoy están ubicados cerca del dique Cabra Corral, en el Valle Salteño. Según deduzco de algunas de su débiles versiones, era hijo natural –entenado- no sé si de José Evaristo o de José Félix (hijo de Evaristo) de Uriburo, ambos militares que se distinguieron en el nivel nacional, incluso el segundo como presidente argentino, hay versiones familiares (puteríos) que indican que tuvo alguna amistad o amorío con una Uriburo que en algún momento le quiso ceder en vida algunas tierras en una zona que hoy por hoy es rica en muchos aspectos, como para la agricultura, o el turismo por ejemplo, y que él no aceptó vaya a saber porqué, la cuestión que probablemente por esto y por los ahorros que pueda haber podido hacer durante su larga vida es que terminó de propietario de dos parcelas en la ciudad muy bien ubicadas ya en la época que yo las conocí, fines del cincuenta principios de los sesenta, de la que más me acuerdo porque viví allí es de Pueyrredón 952 en donde había una casa bastante importante de unos ocho metros de frente y unos cincuenta metros de fondo que entiendo que por los años noventa los que heredaron (entre los cuales yo no estuve, porque mi madre igual que mi padre había cedido a favor de sus hermanos) vendieron seguramente a buen precio no sé a quién, de la otras lo que más recuerdo es que está en la calle Alsina debes ser una altura del cuatrocientos o una referencia es que es a unas cuatro cuadras de Virrey Toledo la avenida importante de la ciudad, tampoco los hijo de Raúl y Sara heredamos nada de esto que creo sigue siendo una propiedad de los que son de la familia y dueños. En esto están involucrado un tío abuelo de Uds. Carlos Castillo (hermano de Sara la abuela y que eran cinco: Sara, Rubén, Marta, Carlos e Isabel) y los primos directos César, el Colo y Martín los tres hijos de la Tía Negra (Isabel, fallecida en 1999) y de Carlos Barrios. Volviendo al abuelo Liborio, Liborionauta como le puse en uno de mis escritos) era un hombre menudo (medía más o menos 1,6 y pesaría unos setenta kilos) que no perdía la compostura ni la elegancia así a los ojos de nosotros que lo observábamos su ropa estuviera un poco pasada de moda o ajada, siempre vestía traje negro camisa blanca y corbata negra y no se olvidaba nunca el remate de un sombrero negro que en su época distinguía al caballero de los demás individuos de la plebe, en una sociedad rígida como era la sociedad salteña de aquellos años. Yo lo visitaba con cierta periodicidad tipo doce del mediodía y me quedaba conversando con él un par de horas que mucho aprovechaba apuntando retazos de historias leyendas o fábulas que me contaba, en verano a la sombra de una inmensa y fructífera higuera que daba unos frutos inmensos y carnosos con los cuales yo me atragantaba, de esa época es que tengo una fijación que seguramente me estigmatizará hasta que me muera, donde veo un higo me paro y lo compro o lo pruebo, de cualquier manera fresco, podrido, desecado, y en invierno en la intimidad austera, monacal, medio sombría y mágica de su dormitorio que concentraba todo o casi todo, porque en el mismo cuarto cocinaba comía y tenía el viejo su despensa. Todo en ese ambiente preservaba sus maneras y forma de ser, incluso una botella con agua que ubicaba sin olvidarse en el piso apuntando al mismo centro de su cama, una ceremonia cuya explicación me dio cuando le pregunté los motivos diciéndome que le servía para varias cuestiones como la de mantener en calma a los espíritus de los que ya no estaban como la de nutrirse de una energía que provenía del más allá y que por lo que él contaba le hacía más que bien. Lo que más atesoré de mi abuelo Liborio fueron las interesantes historias que contaba de su juventud y para la época en que en la Argentina se festejó el centenario de esta patria vapuleada que tenemos, como parte del personal de policía, y comprometido seguramente por autoridades locales, él había viajado con un contingente de policía y civiles, gauchos especialmente, que desfilaron en Avenida de Mayo ante la infanta regordeta y atrevida venida desde España. Hay un cuento mío sobre esto que se llama “El hilo blanco de la luna negra”. También disfrutaba cuando veía que mi abuela retornaba todos los días desde el mercado al que iba temprano en las mañanas, nunca pude saber muy bien a qué, pero seguramente a tomarse unas copas con los amigos y conocidos. Cada día salía y llegaba orgullosamente montado en una bicicleta tipo inglesa, una bicicleta negra y resistente que era su vehículo más preciado. No estuve cerca de él cuando partió, pensándolo ahora tal vez no quise estarlo, pero no me arrepiento porque conservo, y me ayuda seguramente en muchas ocasiones, el recuerdo de su vitalidad las ganas de vivir su altivez y su prestancia que conservó hasta el final, porque aún con el natural debilitamiento de su físico (se le cayeron los párpados por lo menos) se mantenía entusiasmado con todo y por todo. No se lo pregunté, pero creo que mi abuelo Liborio tenía un secreto que le sirvió para vivir unos años más de los que hubiera vivido de otra manera, y es que en sus últimos cuarenta años (más o menos desde los cincuenta) se había aislado de los parientes hasta de los más cercano, no estaba peleado porque de hecho los visitaba, pero no convivía con ellos no compartía su cotidianidad, probablemente eso le haya disminuido preocupaciones y mala sangre.

A Isabel, mi abuela materna, también la conocí bastante, estuve ligado a ella muy intensamente más de dos pares de años entre el sesenta y nueve (año en que comencé la universidad, en realidad mil novecientos setenta) y el setenta y cinco año en el que murió (exactamente no me acuerdo), menos cuando falleció porque yo estaba en Ledesma (Jujuy) y ella en la ciudad de Salta, una noche si mal no recuerdo de enero del setenta y cinco, cuando dejó de existir después de un infarto, desperfecto genético que portamos por parte de los Castillo y que deben tener en cuenta en algunos momentos de sus vidas, porque después de mi abuela y por el mismo motivo fallecieron mi tío Rubén, mi madre Sara y mi tía Negra en ese orden. Isabel fue una tipa bastante piola, educada con los cánones machistas de principios del siglo veinte según los cuales ella se ocupaba de la casa y de los hijos mientras el marido Liborio se ocupaba de arrimar recursos y supongo que a descansar de las responsabilidades como lo comentaba anteriormente. Era callada, risueña, sufrida no se quejaba de nada, de andar con dificultad entiendo ahora porque era un poco gordita y probablemente esto y los años hayan influido en eso, aunque ahora también pienso que sobre los rasgos de su carácter también haya sido determinante su condición de hija de españoles originales que esta era la genealogía que por ella tuvimos y tendremos así sigan pasando los años. Nos cuidaba, a mí y a mi hermano Carlos Marcelo Ramón Paz (+1954) durante nuestros primeros años de universidad, nos hacía comidas suculentas y ricas, además de la leche cuajada (cuando no había yogures) y de las empanadas que hacía ayudada por mi tío Rubén que era él el que más se ocupaba de esta comida y de un locro que comíamos bastante seguido y que tampoco puedo olvidar, como los quesillos que mi tía Marta compraba a una señora que bajaba de los cerros montada en un burrito todos los sábados y dejaba además tamales, humitas, y otras comidas cuyos olores y sabores quedaron guardados en mi memoria como si fuera en un disco rígido, y me arrepiento de no haberme interesado entonces en preguntar de secretos y recetas de comidas que se van perdiendo con el paso del tiempo. Isabel se ocupaba también de que estuviéramos aseados y limpios, de enseñarnos algunos principios de buen comportamiento y otras maneras que me parece que mi madre le pedía expresamente y que además retribuía con algún dinero tipo pensión. Al lado de ella pasé años felices, disfrutando de las granadas que daba un añoso árbol que había en el patio y del programa La tuerca en años en que la televisión era casi un lujo cuando uno era de clase media, tiritando en un comedor abierto en invierno y aprovechando el aire fresco que hay en el verano seco de Salta en el mismo comedor, del que disparábamos para refugiarnos cerca de la cocina a leña en los días de inviernos fríos, o quedándonos para sentir el aire fresco en siestas calurosas en veranos intensos.

Esta es una actualización terminada el 29 de diciembre de 2009.

tocando la marimba

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para que toquen todos

es la economía estúpido

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para todos los que creemos que sabemos de economía y sabemos muy poco

buscándome

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paz - castillo

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2010

cuentos del abuelo que no son más que cuentos que se van copiando a lo largo del tiempo

MIAMI.- Uno tiende a pensar que las canciones infantiles no son otra cosa que tradición oral de origen incierto, convertida en dominio público y, como consecuencia, creaciones exentas de todo reclamo propietario.



"Sobre el puente de Avignon", por ejemplo, es una canción francesa del siglo XV y alude al famoso puente medieval de Saint-Benézet, que se extendía sobre el Ródano. Y "Mambrú se fue a la guerra" fue compuesta en 1709, tras la Batalla de Malplaquet, donde Gran Bretaña y Francia se enfrentaron para dirimir la sucesión española. El Mambrú en cuestión era el duque de Marlborough, a quien los franceses creían muerto.



Pero nadie conoce la identidad de sus creadores y en algunos casos, como el de Mambrú, se sospecha que se trata de una melodía originalmente árabe, que llegó a Francia con las cruzadas.



No es el caso de "Happy Birthday To You" ("Feliz cumpleaños"), considerada por el libro Guinness de récords la canción más popular del mundo, entonada en los más variados niveles de disonancia y en una multitud de lenguas en aniversarios de bebes, adultos y ancianos, incluida en cajas de música, teléfonos celulares y tarjetas de aniversario, llevada al espacio como uno de los testimonios de la cultura del planeta Tierra y memorablemente cantada por Marilyn Monroe el 19 de mayo de 1962 (78 días antes de su suicidio) a su amante, el presidente John F. Kennedy, en una celebración multitudinaria en el Madison Square Garden.



"Happy Birthday To You" no sólo tiene un origen comprobado, sino que además tiene dueño y copyright, y es objeto de una fascinante batalla legal por lo que podría representar unos 2.000.000 de dólares anuales en concepto de derechos de autor.



La historia comienza en 1893, cuando las hermanas Mildred y Patty Smith Hill, maestras jardineras de Kentucky, confeccionaron un libro titulado Cuentos cantados para el j ardín de infantes, que fue publicado por la editorial Clayton F. Summy Co., de Chicago.



La primera canción del libro se titulaba "Buenos días a todos", pero durante un cumpleaños del que las hermanas participaron, Patty sugirió cambiar la letra de la canción por "Happy Birthday To You", como una manera de homenajear a la niña que ese día celebraba su aniversario.



Esto es, en realidad, lo que se supone, porque no existe documentación que establezca que la letra de "Happy Birthday To You", de apenas cuatro líneas, sea efectivamente autoría de Patty Smith.



En marzo de 1924, un editor llamado Robert H. Coleman publicó una versión de "Buenos días a todos", que incorporaba la letra de "Happy Birthday" como alternativa. Con el advenimiento del cine y de la radio, la canción alcanzó una extraordinaria popularidad.



En 1931, fue incluida en el musical The Band Wagon , de George S. Kaufman y Howard Dietz, que protagonizaron Fred Astaire y su hermana, Adele, y dos años más tarde, cuando la Western Union lanzó su primer telegrama cantado, eligió "Happy Birthday To You" como su primera canción.



Fue, precisamente, en 1933, cuando Irving Berlin volvió a usar la canción en su comedia musical As Thousands Cheer ( Mientras miles vitorean ) que Jessica Hill, la tercera de las hermanas Hill, decidió emprender acciones legales.



Tras demostrar la similitud entre la canción original y "Happy Birthday To You", Jessica Hill logró que una corte la autorizara a registrar la nueva versión, que obtuvo un copyright en 1934.



La compañía Summy de Chicago publicó la canción en 1935. Según la legislación en vigor, los derechos debían expirar en 28 años, pero el acta del derecho de autor sancionada en 1976 los extendió hasta 2010. Y en 1998, a propósito de una disputa en torno de una canción de Sonny Bono, la Corte Suprema norteamericana añadió 20 años más al derecho de autor, lo que prolongó el copyright sobre "Happy Birthday To You" hasta 2030.



Algunos expertos, como Robert Brauneis, de la Universidad George Washington, argumentan que si bien los méritos para registrar una canción popular son válidos, en el caso de "Happy Birthday To You", los argumentos se ven anulados por la inexistencia de pruebas fehacientes acerca de quién escribió la letra de la canción.



Si todo esto hace dudar al lector acerca de la conveniencia de cantar "Happy Birthday" la próxima vez que algún familiar cumpla años, a riesgo de que aparezca alguien de Sadaic a reclamar los royalties, tranquilícese. Las demandas sólo se aplican a la explotación comercial de la canción, no a las fiestas familiares.

(tradición conocida gracias a mario diament en una nación de 2009)

boludeces de humor negro que circulan

por el ciberespacio y por la calle

Hay un tipo gangoso sentado en un banco del Central Park de Nueva York,
en la noche de Nochebuena, cuando de pronto se acerca una dama y se
sienta a su lado. El tipo, que andaba solo, para romper el hielo le dice:
- ¡Ghola!
- ¡Ghola!
- ¿Ghos tanguien shos gangosa...?
- Shi.
- ¿Y haglás Eskañol?
- Shi.
- ¡Lo único que te jaltaria esh sher Arlgentina!
- Shi, shoy Arlgentina.
- ¡Uy! ¡Qué shuerte! ¡Yo tamguien shoy Arlgentino! Yo eskaba solo acá
shentado hoy que esh noche guena y jhusto akareciste vosh que tamguien
shos gangosa y Arlgentina. ¿Que te karece shi hacemos algo...?
- Gueno, ashi ninguno de los dosh she queda sholo.
Entonces se van los dos a cenar. Empiezan a charlar, a conocerse y se van
a pasar la Nochebuena en un Hotel. Se encaman, y luego de unas horas de
sexo, lujuria y placer se produce la siguiente conversación:
- Oguime, le dice la chica, tengho que confesharte algho.
- ¿Qué esh?
- Tengho Sida...
- ¡Ah...! ¡Güenísimo! ¡ ¡Yho tengho Pan Dulce!

ADN

ADN, los derechos y los ácidos. No sé mucho de los derechos a darse cuenta de que la privacidad es la privacidad y ninguna ley puede cambiar de una entidad de este tipo fuera de la condición humana, o la cosmética o la justificación de un derecho natural e inherente a lo esencial de nuestra más pura naturaleza, y que esto es como un apoyo a la vida antes de que otros principios, si uno trató de construir un sistema o establecer prioridad sobre lo que está aguas arriba o aguas abajo en este autodeterminada, y con independencia de tema o la implicación de otra u otras personas en esta iniciativa. Por supuesto, las líneas que marcan los espacios reales y virtuales en todo esto son muy indefinida ya veces hace que el avance hacia lo que aún no se sabe si se hiciese lo que con la eutanasia, o en un extremo opuesto a incurrir en errores extraordinarios como privar a alguien de libertad no recordar el número de identificación de la memoria o su look hippie de desgracia como lo fue para la Argentina en los años setenta. La intimidad es la intimidad y creo francamente que debemos estar de acuerdo - no palabrería - la mayoría de las personas que habitan este planeta, pero privacidad que no debe confundirse con el privado, como parte de nuestra personalidad es constitutiva, pero no es determinante de nuestra función social se despliega en una amplia gama de posibilidades, y luego sucede que alguien quiere meterse con nuestra privacidad sin una petición o similares , también puede ser individual más o menos dispuestos a compartir nuestra intimidad con uno u otro o directamente a no compartir. El que fue violada, sin duda, es herido en sustancia, sino la sociedad en su sistema como se señaló en ese caso a quien la lesión y, en general condenando la actitud, pero no heridos alivio al que sufre y en todo caso sólo contiene el enigma nunca es recuperada por el individual y así es como entrar en el gran área de gris que existe en esta materia que va del negro al blanco, ya la tercera, que, como grupo lo resolvemos nuestras lesiones socialmente con los que obtenemos asuma que sufrió una lesión en su intimidad somos que no participan, lo hacemos a veces y otras no ?, ¿cómo lo que otros entienden que debemos comprometernos con la privacidad de los demás, especialmente cuando la persona no solicita o cuando lo solicite expresamente, o si la persona no lo hace? ¿Por qué habría de lo que otros quieren ser y no es lo que debería ser? ¿Está bien que otra carga generacional se convierte en uno que pertenece a otra generación? ¿Hay alguien en el sistema con la capacidad de sopesar las decisiones íntimas no es socialmente perjudicial, ¿alguien puede obligar a otro para alterar las decisiones subjetivas? Aunque las costumbres argentinas como nos inclinamos a menudo para tomar el lugar de los dioses intimidad es la intimidad, y aunque se encuentran con la base para los que no se ve bien para obligar a alguien compulsivamente directa o indirectamente a someterse a las pruebas de ADN para determinar su por caso o formular objeciones si hay razones que podrían desencadenar acciones, para asegurarse de que la decisión de convertir esas características cualquiera de los términos de la ecuación esa es nuestra inherente e inviolable espléndida privacidad, o la totalidad de sus términos. En cuanto a la integridad, en su resolución y si las normas que puedan estar en ese sentido la estatura de su propia probidad es primero una decisión individual y la privación y si uno es conjunto y también con su entorno que no es perjudicial, no hay razón alguien puede reclamar el derecho a oponerse, porque de la misma manera que podría desafiar lo que creemos es posiblemente el otro, evidentemente, más de un lío armar estilo argentino con piquete y todo, y razones más legítimos distintos de los que se hicieron sobre si son incompatibles con ellos mismos, y mucho menos si éstos pertenecen al anuncio para la afiliación de uno mismo. ¿Cuántos ejemplos de problemas no resueltos en nuestra sociedad es sólo porque la gente elige para preservar su integridad? Debido a la dignidad, porque la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes están en un nivel más alto que la evaluación externa de la honra o deshonra a sí mismo. ¿Es el voluntarismo honor individual una variable dependiente de otra u otras personas? Como el umbral de la identidad, es decir, antes mucho antes de la inexactitud probable de tercero para la medición de índices de audiencia muy personales y también por su forma de elección auto-mal es pre errores por proxy, tanto más si la información, comunicación o conocimiento se impregnan con un ácido rencor del árbitro.



























copiando del álbun de belén; museos

copiando del álbun de belén; museos
mario. judith. jimena y belén, ¿año 2008?

imagina un mundo sin zonceras

imagina un mundo sin zonceras
imagina un mundo sin egoísmo

copiando del álbum de belén; casa blanca

copiando del álbum de belén; casa blanca
ellla y sus compeñeras del nación, más que un par de potras

juan cruz y mario paz III (junior)

juan cruz y mario paz III (junior)
navegadores custodios; fútbol

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Inca Paz también puede ser este ¿no?, de mi vida si te interesa preguntá, y sino todo bien

candela y jimena

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chico y grande; libros

mario y pinky

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a la edad que tienen hoy juan y mario

juan cruz en san lorenzo donde lo bautizaron

juan cruz en san lorenzo donde lo bautizaron
con maría jimena

historia argentina contemporánea


Fernando Peña
29.03.2008
Cristina, mucho gusto. Mi nombre es Fernando Peña, soy actor, tengo 45 años y soy uruguayo. Peco de inocente si pienso que usted no me conoce, pero como realmente no lo sé, porque no me cabe duda que debe de estar muy ocupada últimamente trabajando para que este país salga adelante, cometo la formalidad de presentarme. Siempre pienso lo difícil que debe ser manejar un país... Yo seguramente trabajo menos de la mitad que usted y a veces me encuentro aturdido por el estrés y los problemas. Tengo un puñado de empleados, todos me facturan y yo pago IVA, le aclaro por las dudas, y eso a veces no me deja dormir porque ellos están a mi cargo. ¡Me imagino usted! Tantos millones de personas a su cargo, ¡qué lío, qué hastío! La verdad es que no me gustaría estar en sus zapatos. Aunque le confieso que me encanta travestirme, amo los tacos y algunos de sus zapatos son hermosísimos. La felicito por su gusto al vestirse.Mi vida transcurre de una manera bastante normal: trabajo en una radio de siete a diez de la mañana, después generalmente duermo hasta la una y almuerzo en mi casa. Tengo una empleada llamada María, que está conmigo hace quince años y me cocina casero y riquísimo, aunque veces por cuestiones laborales almuerzo afuera. Algunos días se me hacen más pesados porque tengo notas gráficas o televisivas o ensayos, pruebas de ropa, estudio el guión o preparo el programa para el día siguiente, pero por lo general no tengo una vida demasiado agitada. Mi celular suena mucho menos que el suyo, y todavía por suerte tengo uno solo. Pero le quiero contar algo que ocurrió el miércoles pasado. Es que desde entonces mi celular no deja de sonar: Telefe, Canal 13, Canal 26, diarios, revistas, Télam… De pronto todos quieren hablar conmigo. Siempre quieren hablar conmigo cuando soy nota, y soy nota cuando me pasa algo feo, algo malo. Cuando estoy por estrenar una obra de teatro –mañana, por ejemplo– nadie llama. Para eso nadie llama. Llaman cuando estoy por morirme, cuando hago algún “escándalo” o, en este caso, cuando fui palangana para los vómitos de Luis D’Elía. Es que D’Elía se siente mal. Se siente mal porque no es coherente, se siente mal porque no tiene paz. Alguien que verbaliza que quiere matar a todos los blancos, a todos los rubios, a todos los que viven donde él no vive, a todos lo que tienen plata, no puede tener paz, o tiene la paz de Mengele.Le cuento que todo empezó cuando llamé a la casa de D’Elía el miércoles porque quería hablar tranquilo con él por los episodios del martes: el golpe que le pegó a un señor en la plaza. Me atendió su hijo, aparentemente Luis no estaba. Le pregunté sencillamente qué le había parecido lo que pasó. Balbuceó cosas sin contenido ni compromiso y cortó. Al día siguiente insistí, ya que me parecía justo que se descargara el propio Luis. Me saludó con un “¿qué hacés, sorete?” y empezó a descomponerse y a vomitar, pobre Luis, no paraba de vomitar. ¡Vomitó tanto que pensé que se iba a morir! Estaba realmente muy mal, muy descompuesto. Le quise recordar el día en el que en el cine Metro, cuando Lanata presentó su película Deuda, él me quiso dar la mano y fui yo quien se negó. Me negué, Cristina, porque yo no le doy la mano a gente que no está bien parada, no es mi estilo. Para mí, no estar bien parado es no ser consecuente, no ser fiel. Acepto contradicciones, acepto enojos, peleas, puteadas, pero no tolero a las personas que se cruzan de vereda por algunos pesos. No comparto las ganas de matar. El odio profundo y arraigado tampoco. Las ganas de desunir, de embarullar y de confundir a la gente tampoco. Cuando me cortó diciéndome: “Chau, querido…”, enseguida empezaron los llamados, primero de mis amigos que me advertían que me iban a mandar a matar, que yo estaba loco, que cómo me iba a meter con ese tipo que está tan cerca de los Kirchner, que D’Elía tiene muuuucho poder, que es tremendamente peligroso. Entonces, por las dudas hablé con mi abogado. ¡Mi abogado me contestó que no había nada qué hacer porque el jefe de D’Elía es el ministro del Interior! Entonces sentí un poco de miedo. ¿Es así Cristina? Tranquilíceme y dígame que no, que Luis no trabaja para usted o para algún ministro. Pero, aun siendo así, mi miedo no es que D’Elía me mate, Cristina; mi miedo se basa en que lo anterior sea verdad. ¿Puede ser verdad que este hombre esté empleado para reprimir y contramarchar? ¿Para patotear? ¿Puede ser verdad? Ése es mi verdadero miedo. De todos modos lo dudo.Yo soy actor, no político ni periodista, y a veces, aunque no parezca, soy bastante ingenuo y estoy bastante desinformado. Toda la gente que me rodea, incluidos mis oyentes, que no son pocos, me dicen que sí, que es así. Eso me aterra. Vivir en un país de locos, de incoherentes, de patoteros. Me aterra estar en manos de retorcidos maquiavélicos que callan a los que opinamos diferente. Me aterra el subdesarrollo intelectual, el manejo sucio, la falta de democracia, eso me aterra Cristina. De todos modos, le repito, lo dudo.Pero por las dudas le pido que tenga usted mucho cuidado con este señor que odia a los que tienen plata, a los que tienen auto, a los blancos, a los que viven en zona norte. Cuídese usted también, le pido por favor, usted tiene plata, es blanca, tiene auto y vive en Olivos. A ver si este señor cambia de idea como es su costumbre y se le viene encima. Yo que usted me alejaría de él, no lo tendría sentado atrás en sus actos, ni me reuniría tan seguido con él. De todas maneras, usted sabe lo que hace, no tengo dudas. No pierdo las esperanzas, quiero creer que vivo en un país serio donde se respeta al ciudadano y no se lo corre con otros ciudadanos a sueldo; quiero creer que el dinero se está usando bien, que lo del campo se va a solucionar, que podré volver a ir a Córdoba, a Entre Ríos, a cualquier provincia en auto, en avión, a mi país, el Uruguay… por tierra algún día también.Quiero creer que pronto la Argentina, además de los cuatro climas, Fangio, Maradona y Monzón, va a ser una tierra fértil, el granero del mundo que alguna vez supo ser, que funcionará todo como corresponde, que se podrá sacar un DNI y un pasaporte en menos de un mes, que tendremos una policía seria y responsable, que habrá educación, salud, piripipí piripipí piripipí, y todo lo que usted ya sabe que necesita un país serio. No me cabe duda de que usted lo logrará. También quiero creer que la gente, incluso mis oyentes, hablan pavadas y que Luis D’Elía es un señor apasionado, sanguíneo, al que a veces, como dijo en C5N, se le suelta la cadena. Esa nota la vio, ¿no? Quiero creer, Cristina, que Luis es solamente un loco lindo que a veces se va de boca como todos. Quiero creer que es tan justiciero que en su afán por imponer justicia social se desborda y se desboca. Quiero creer que nunca va a matar a alguien y que es un buen hombre. Quiero creer que ni usted ni nadie le pagan un centavo. Quiero creer que usted le perdona todo porque le tiene estima. Quiero creer que somos latinos y por eso un tanto irreverentes, a veces también agresivos y autoritarios. Quiero creer que D’Elía no me odia y que, la próxima vez que me lo cruce en un cine o donde sea, me haya demostrado que es un hombre coherente, trabajador decente con sueldo en blanco y buenas intenciones.Cuando todo eso suceda, le daré la mano a D’Elía y gritaré: “Viva Cristina”… Cuántas ganas tengo de que todo eso suceda. ¿Estaré pecando de inocente e ingenuo otra vez? Espero que no. La saluda cordialmente,Fernando Peña

mario y pinky

mario y pinky
juan y mario

Inca Paz puede ser éste que nunca pertenecería a carta abierta

Inca Paz puede ser éste que nunca pertenecería a carta abierta
bien abierta, de tipos cerrados muy cerrados

para la memoria y la libertad - ni una palabra más

Es habitual en los últimos tiempos encontrarse con intelectuales y artistas (y también con periodistas)que se dicen cansados de un periodismo crítico de los Kirchner. "Todos se han puesto de acuerdo para hablar mal del Gobierno", se escuchó decir hace poco a un reconocido escritor argentino. ¿Por qué no se cansaron cuando los periodistas criticábamos a Carlos Menem, a Fernando de la Rúa, a Eduardo Duhalde y hasta a Raúl Alfonsín mismo, aunque en este último caso prevaleció siempre, es cierto, el natural cuidado de una democracia recién nacida? En realidad, aquellos fatigados confunden cansancio con coincidencia. Ellos están -y es su derecho- muy cerca del discurso del kirchnerismo, aun cuando les sea difícil unir discurso y realidad, a veces tan divorciados.
El problema no pasaría de ser un duelo inconcluso entre extenuados y resistentes si la solución que se ofrece no fuera extremadamente peligrosa. Lo que agota, dicen, es la opinión.
El periodismo debería limitarse a ser un transportador de informaciones asépticas y un comunicador de posiciones antagónicas con preponderancia de las oficiales, porque el Gobierno tiene la responsabilidad de conducir la nación política. Eso es lo que proponen. En castellano simple y directo: lo que buscan es un periodismo pasteurizado, integrado por mecanógrafos o relatores que deberían limitarse a contar una realidad compleja, impetuosa y cambiante. Imposible de digerir fácilmente, por lo tanto, para el ciudadano preocupado por las cosas rutinarias de su vida.
La primera contradicción surge cuando ninguno de aquellos fatigados alude a las opiniones que florecen en los huertos del kirchnerismo. Ministros, legisladores, periodistas amigos y hasta la Presidenta suelen opinar (¡y cómo!) sobre todo lo que les es adverso. Es, entonces, la opinión del periodismo independiente (sí, independiente) lo que cansa y estaría de más.
Resulta, sin embargo, que no hay una fórmula verdadera para el periodismo que no incluya su función crítica del poder. Un periodismo acrítico, esterilizado y descolorido no tiene ninguna razón para existir. Su posición crítica debe incluir, desde ya, a la oposición, en tanto ésta forma parte del poder actual o del poder futuro. Pero su función crítica (desde la opinión o desde la investigación) debe abarcar sobre todo al poder que gobierna la contingencia. La publicidad de los actos de gobierno corre por cuenta de los funcionarios y de los enormes recursos estatales para promocionarlos, distribuidos arbitrariamente en el caso que nos ocupa.
Un medio periodístico debe incluir también en sus páginas o en sus espacios la opinión (con la condición de que sea seria y responsable) de los que no coinciden con el punto de vista de ese medio de comunicación. La Nacion lo ha hecho hasta cuando se dio el debate por la nueva ley de medios: convocó a sus páginas a políticos e intelectuales que no coincidían con la posición editorial del diario. Es la obligación del periodismo. Pero el medio periodístico y los periodistas cuentan con el derecho ?y el deber? de tener una opinión determinada sobre los sucesos de la vida pública del país. ¿Acaso no dejaría de merecer el necesario respeto (y hasta carecería de la conveniente previsibilidad) un medio al que le diera lo mismo el derecho o el revés de las cosas, las políticas de un color o de otro y las buenas o las malas formas?
La opinión es libre, como dijo hace poco Cristina Kirchner, en una de sus pocas oraciones de aceptación de la libertad del otro. Con todo, el periodismo tiene algunos deberes junto con aquellos derechos. La información que sustenta su opinión debe ser veraz. El chequeo de las versiones es una práctica que jamás debe olvidarse y nunca debe prestarse a las detestables operaciones de prensa que el kirchnerismo frecuenta con más constancia que ningún otro grupo político. Honestidad personal y honestidad intelectual son los atributos que deben marcar el límite moral del periodismo. Es necesario también el cultivo de la coherencia: no hay nada más desconcertante para un lector desprevenido que un medio o un periodista que cambian sus opiniones en todas las esquinas de la vida.
En medio de ese debate, es perceptible la existencia de periodistas jóvenes que se preguntan si es conveniente coincidir con las opiniones de "la empresa" periodística en la que trabajan. Esto es nuevo y es viejo, al mismo tiempo. El kirchnerismo tiene una habilidad enorme para resucitar viejos fantasmas del pasado. Ese enredo muy antiguo entre la libertad de prensa y la "libertad de empresa" había dejado de existir hace más de treinta años.
Hagamos un ejercicio. ¿Por qué no cambiamos las preguntas? ¿Qué tiene de raro, por ejemplo, que un periodista concuerde con el medio en el que trabaja? ¿Acaso las empresas periodísticas no existen también gracias a la composición del buen periodismo? ¿Por qué esas empresas deberían tener, en los casos más notables al menos, intereses contradictorios con las mejores prácticas de la profesión? ¿No es preferible para este oficio de libertarios estar de acuerdo con un diario, donde pasamos parte de nuestras vidas, antes que con un gobierno de políticos pasteleros y fugaces?
La Argentina, en efecto, habita en el pasado. Ningún debate de los últimos meses ha llegado siquiera a la década del 80. ¿Qué hacía tal o cual periodista en 1976, 1977 o 1978? No hacíamos nada. Vivíamos bajo una dictadura y cada uno vivía de lo que podía y como podía. Sólo los que vivieron bajo el peso aplastante y gris de una dictadura saben que no había muchas más cosas para defender que pequeñas cuotas de dignidad. Hagamos de nuevo preguntas desde otro lugar: ¿acaso los únicos periodistas dignos fueron los exiliados o los que se comprometieron firmemente con organizaciones insurgentes de la década del 70? Esa sería, si fuera así, una conclusión injusta, discriminatoria e inaceptable. Otra cosa tan inaceptable como aquélla es la decisión política del Gobierno de cambiar la historia de cada uno de los que considera adversarios.
La síntesis ha llegado a la farsa: o se está con Kirchner o se estuvo con la dictadura.
Feas armas se han usado en los últimos tiempos. A muchos periodistas no les gusta ser protagonistas de esas emisiones de maldad que se emiten por canales oficiales o paraoficiales.
Es cierto que es difícil cuando la vida cambia y ya no se puede caminar con tranquilidad por la calle porque se está a la espera de una agresión verbal o física. Y es más arduo aún aguantar en silencio la insistencia de la calumnia y de la falsedad, repetida hasta el cansancio por los portavoces oficiosos del Gobierno.
Lo único bueno de todo esto es que no hay atajos: habrá que armarse de paciencia, sin resignar los derechos ni los deberes del periodismo. Asumamos también el riesgo de solitarios que corremos en la vía pública. Un periodista con custodia a su alrededor abandona automáticamente su condición de periodista. Dejemos las aparatosas custodias para que se pavoneen los funcionarios y algunos políticos.
Una vez le pregunté a Néstor Kirchner, en esos diálogos de los columnistas con los presidentes que son mitad reservados y mitad públicos, en tiempos en que los periodistas éramos como somos ahora y el ex presidente no había desenfundado un revólver permanente contra nosotros (sólo lo hacía de vez en cuando), cómo imaginaba su destino después del poder. No estaba preparado para esa pregunta. Miró el techo, demoró la respuesta y, al cabo de unos segundos largos como la eternidad, contestó: "Quisiera poder caminar tranquilo por la calle y que la gente común me saludara con un «buen día, doctor». No quiero más que eso". Tal vez dijo sólo lo que él creía que el periodista quería escuchar, como acostumbraba hacerlo, pero si entonces fue sincero ha decidido ahora llevarse por delante aquel proyecto, hasta incinerar su propia ilusión.
© LA NACION

noticias de babel

cuando los hombres dejan de entenderse sobrevienen las guerras



BBC
La última persona que hablaba la lengua Bo en las islas indias de Andamán, murió a la edad de 85 años, dijo a BBC una lingüista.
La profesora Anvita Abbi aseguró que la muerte de la señora Boa Sr es un hecho de importancia porque uno de las lenguas más antiguas había llegado a su fin.
Agregó que India perdió una "irremplazable" parte de su herencia cultural.
Los dialectos que se hablan en las islas Andamán se cree que se originaron en África.
Algunas tienen incluso 70.000 años de antigüedad.
Las islas son llamadas con frecuencia "el sueño de los antropólogos", ya que son una de las zonas del mundo con mayor diversidad lingüística.
Se acabó
La profesora Abbi –directora del portal en internet "Vanishing Voices of the Great Andamanese"- explicó: "Tras la muerte de sus padres, hace treinta o cuarenta años, Boa era la última persona que lo podía hablar".
Agregó que "estaba casi siempre sola y tuvo que aprender una versión de hindi que se habla en las islas para poder comunicarse con otra gente".
"Sin embargo, siempre tuvo muy buen sentido del humor… su sonrisa era muy fresca y sus carcajadas eran contagiosas".
La lingüista dijo que la muerte de Boa Sr es una pérdida para los científicos que quieren investigar más acerca de los orígenes de las lenguas antiguas, ya que perdieron una pieza vital del rompecabezas.
Hay una creencia general de que los idiomas que se hablan en las islas Andaman pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos
Profesora Anvita Abbi
"Hay una creencia general de que los dialectos que se hablan en las Islas Andamán pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos". Dijo la profesora Abbi.
"Se piensa que en las Islas Andaman estaban nuestros primeros ancestros", agregó.
El caso de Boa Sr fue destacado también por el grupo Survival International (SI).
"La extinción de la lengua Bo significa que una parte única de la sociedad es ahora sólo una memoria", dijo el director de SI, Stephen Corry.
"Enfermedades importadas"
La profesora Abbi dijo que dos dialectos de las Islas Andamán han muerto en los últimos tres meses y que esto es un tema que causa gran inquietud.
Los académicos han dividido a las tribus de Andamán en cuatro grandes grupos: los Gran Andamaneses, los Jarawa, los Onge, y los Sentineleses.

La profesora Anvita Abbi se hizo muy amiga de Boa Sr.
La profesora Abbi explicó que la mayoría de los habitantes de las Islas Andamán –con excepción de los Sentineleses-, han estado en contacto con indígenas "de tierra firme" y que por eso sufren "enfermedades importadas".
Dijo que los integrantes del grupo de los Gran Andamaneses son alrededor de 50, la mayoría niños, y que viven en la isla Strait, cerca de la capital, Port Blair.
Boa Sr formaba parte de esta comunidad, que está conformada por varias subtribus, en donde se hablan al menos cuatro lenguas.
Los Jarawa cuentan con alrededor de 250 miembros, y viven en la selva, en el centro de Andamán.
La comunidad de los Onge se cree que tiene no más de varios cientos.
"Nunca se ha establecido ningún contacto humano con los Sentineleses, y hasta el día de hoy, se han resistido a cualquier intervención foránea", agregó la profesora.
El destino de los Gran Andamaneses es lo que más preocupa a los académicos, porque los miembros de esa tribu dependen del gobierno indio para sus alimentos y alojamiento, y el alcohol se consume en grandes cantidades

brigid triple, poesía

brigid triple, poesía
belleza y no tanto

la canción desesperada

en pedo querido neruda, en pedo

La canción desesperadaEmerge tu recuerdo de la noche en que estoy. El río anuda al mar su lamento obstinado. Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir, oh abandonado! Sobre mi corazón llueven frías corolas. Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! En ti se acumularon las guerras y los vuelos. De ti alzaron las alas los pájaros del canto. Todo te lo tragaste, como la lejanía. Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio! Era la alegre hora del asalto y el beso. La hora del estupor que ardía como un faro. Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio! En la infancia de niebla mi alma alada y herida. Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio! Hice retroceder la muralla de sombra, anduve más allá del deseo y del acto. Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto. Como un vaso albergaste la infinita ternura, y el infinito olvido te trizó como a un vaso. Era la negra, negra soledad de las islas, y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos! Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, aún los racimos arden picoteados de pájaros. Oh la boca mordida, oh los besados miembros, oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados. Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo en que nos anudamos y nos desesperamos. Y la ternura, leve como el agua y la harina. Y la palabra apenas comenzada en los labios. Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo, y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio! Oh, sentina de escombros, en ti todo caía, qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron! De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste. De pie como un marino en la proa de un barco. Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo. Pálido buzo ciego, desventurado hondero, descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Es la hora de partir, la dura y fría hora que la noche sujeta a todo horario. El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros. Abandonado como los muelles en el alba. Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. Es la hora de partir. Oh abandonado!
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aunque nunca llegue, parís, aunque nunca mire tus calles

aunque nunca llegue, parís, aunque nunca mire tus calles
buscando la excelencia, pero la verdadera no la que los que ya sabemos hacen todo trucho

juan cruz y mario paz III (junior)

juan cruz y mario paz III (junior)
custodios de aghartapaz; jugando

juan cruz en el pueblo donde lo bautizaron, con javier y candela

juan cruz en el pueblo donde lo bautizaron, con javier y candela
en san lorenzo hoy

candela y maría belén; blogs

candela y maría belén; blogs
cuarta y quinta generación desde que podemos saber algo de dónde venimos

candela y maría belén y mariano

candela y maría belén y mariano
grande y chico; como el marqués de SADE

juan cruz en la quebrada de san lorenzo

juan cruz en la quebrada de san lorenzo
pago donde nací es la mejor querencia

historias de camas

de diament

MIAMI.- Admitámoslo: si Hollywood hubiera tomado la historia del gobernador Mark Sanford y la hubiera llevado a la pantalla con Richard Gere y Julia Roberts, la gente habría necesitado una toalla para secarse las lágrimas.
¿Qué puede ser más conmovedor que una historia de amor alocado? El adusto gobernador de un estado igualmente adusto, casado con una mujer a cuya fortuna le debe su carrera, con cuatro hijos que puestos en fila trazan una perfecta diagonal, inesperadamente flechado por una porteña de ojos verdes.
¿Cómo contener el palpitar del corazón mientras escucha, como un murmullo distante, el parloteo de sus asesores? ¿Cómo desprenderse de las imágenes que obstinadamente se apoderan de su mente, desplazando cualquier otro pensamiento? Ella es el amor imposible, sí, pero también es el amor.
¿Quién puede sobreponerse al intenso aguijoneo de los recuerdos, a la memoria de la tierna sensación de sus besos, de la sensual curva de sus caderas, al contorno de sus pechos resplandeciendo en la penumbra?
¿Qué espíritu romántico podría dejar de admirar la osadía del gobernador de levantarse un buen día del sillón de su despacho, de la mesa cubierta de anteproyectos y decretos a la firma, de pliegos de presupuestos deficitarios e informes sobre seguridad interior, y dejarlo todo para correr hacia ella?
No le dijo nada a nadie. Nadie supo dónde estaba. Uno de sus asesores insinúa que el gobernador, agobiado por la presión de su trabajo, se ha ido a escalar las montañas Apalaches, como solía hacerlo cuando era chico.
Pero él está en otro lado, volando hacia una Buenos Aires invernal, sucia, intoxicada de debates sobre las inminentes elecciones.
Nada de esto lo amilana porque sabe que al final de ese purgatorio están las calles arboladas del barrio de Palermo, la puerta de cristal, la escultura en el vestíbulo de entrada, el portero somnoliento que baldea la vereda, el ascensor demasiado moroso y, finalmente, ella.
La cama retiene aún el calor de la noche y él se pierde en sus brazos, en sus labios, en el revuelo de su pelo y en las medias palabras que se emiten en el ardor de la pasión.
El amor, aunque efímero, ha triunfado. Mañana no importa. No importan la pretenciosa moralina de los periodistas, los desdeñosos comentarios de políticos rivales, el escándalo, la traición, el precipicio que se abre a sus pies. Nada de eso importa. El corazón ha triunfado.
Lástima que la realidad no tenga la armonía de la ficción literaria. Lástima que haya personajes tan perversos que sean capaces de apoderarse de un intercambio íntimo de correos electrónicos entre amigos y pasárselos anónimamente a la prensa. Lástima que hubo un periodista advertido esperándolo en el aeropuerto de Atlanta. Fin del encantamiento
Pero él no tiene derecho a lamentarse. Después de todo, cayó en el mismo error, debe reconocerlo, cuando cuestionó la "legitimidad moral" de Bill Clinton por su affaire con Mónica Lewinsky y reclamó su juicio político, o cuando criticó a un colega con una historia similar a la suya, diciendo que "violó el juramento a su esposa".
En este punto es donde Richard Gere desaparece y Mark Sanford retoma su rol. Aquí es donde el encantamiento se esfuma y lo que reaparece es la descarada institución del arrepentimiento político.
El gobernador hizo su mea culpa , como antes de él hicieron otros políticos. Las mismas palabras, la misma admisión de haber traicionado a todo el mundo. A su mujer, a sus hijos, a sus amigos, al electorado. Las conferencias de prensa son el confesionario de los funcionarios pecadores. Todo fue un desatino, una pérdida temporaria de la razón. El amor no importa. El corazón es un embaucador. Ahora lo comprende. Lo que importa es la misión, la fe religiosa, los deberes del funcionario.
Hubo otras desprolijidades, es cierto. El viaje anterior a la Argentina pagado con fondos públicos, el abandono de su función, el engaño respecto de su paradero. No exactamente la clase de comportamiento que uno esperaría de Richard Gere. Pero él se propone enmendar las faltas, reponer el dinero, ganar la absolución de su esposa, recuperar la confianza del público.
¿Qué pensará María, a solas en el departamento de Palermo, mirando a su amigo pedir perdón por televisión? ¿Pensará también que al amor es lo de menos?

antecedentes para la fundación de agharta

ADN, derechos y ácido.
No hay que saber mucho de derechos para darse cuenta que la intimidad es la intimidad y que ninguna ley modificará desde afuera semejante entidad de la condición humana, y que los que no lo tengan claro pueden cometer errores como privar de la libertad a alguien por su aspecto de hippie en desgracia como era para cualquier argentino en la década esa. La intimidad es la intimidad, y no está bueno retrotraer iniciativas parecidas a las de los setenta y obligar a alguien en forma directa o indirecta para averiguar su ADN por caso, porque si no hay lesión a la libertad del otro la intimidad es integridad y la estatura de la propia probidad es primero una decisión individual y privativa no de un tercero por más que se interponga una loable causa, la intimidad es dignidad y la contrición la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes y se encuentran en una frecuencia diferente a la apreciación por parte de un tercero del propio honor o del destructivo deshonor, la intimidad es identidad, y en su forma de elección equivocarse por cuenta propia también es anterior a cometer errores por interpósitas personas, más aún más si la averiguación está impregnada de algún ácido rencor del tercero en discordia.