Saturday, May 31, 2014
Hambres rima gracias.
Y cuando estaban en la pista movían las colas, las
orejas, no lo reconocían así les sonriera sí reconocían la sonrisa tosca, roja y
desprolija dibujada en su cara de payaso, no lo reconocían sin su nariz roja y
redondita, sin su peluca enrulada de pelos de felpudos azules, hociqueaban, las
comadrejas chupamedias, mirando nerviosas hacia donde estaba él, que durante el
espectáculo les tiraba un pochoclo tras otro pochoclo de una bolsa grande que
se metía antes de empezar en uno de los bolsillos inmensos de su saco inmenso,
y de a ratos caminaban sobre una cinta sin fin siempre mirándolo que ese era
uno de los secretos silenciosos que él tenía con ellas, mientras lo miraban y
él las miraba, los animalitos salvaje, inofensivos, con su pelaje peinado se olvidaban
del público a sus alrededores y entonces, estos animaluchos desgarbados con los
ojos saltones y quejidos como si fueran hienas, ganaban para el circo y para
reforzar los ingresos de su socio, más o menos unos veinte minutos, que al
medio del espectáculo quedaban cortos y a los finales o intermedios se
alargaban, y en otros ratos las ponía sobre unos cilindros pintados de todos
los colores para que hicieran equilibrio y la gente las aplauda, unos cilindros
improvisados sacados de unos tambores grandes de aceite que llevaban de
repuesto en las caravanas, unos cilindros recuperados que el payaso Pepe le
pidió al práctico que viajaba con ellos, que como ellos, sabía de
construcciones y reparaciones, las comadrejas chusmas y hambrientas, iban de un
lado para otro y el payaso con ellas, las comadrejas desdentadas lo reconocían,
era el que las miraba tirándole manjares y ellas devolvían más que los
pochoclos las miradas, y la gente aplaudía y entonces no podían irse así no más porque ellas no querían que se fuera, desde que las tenía, manejando su verdadero
drama, que las gracias se van acabando con el tiempo que después saldrían otros
inventos y otras gracias, que las comadrejas medio ciegas lo hacían con el
disfrazado, cuando andaba por ahí sin su disfraz, ni lo reconocían al payaso
Pepe, si lo veían con la cara lavada sí, si lo veían con la cara maquillada no se rajaban a esconderse detrás de bambalinas.
Friday, May 30, 2014
Malarias rima venturas.
Cuando pasaban las malarias los
payasos, mágicamente, se hacían vendedores de manzanas bañadas en caramelos, que
multiplicaban de golpe, una especie de cientos de pequeños e inquietos vampiros
entre los niños que molestaban más que miraban, en otros cientos de aureolas
rojas como sangre bordeando sus labios, cuando pasaban las malarias y en los
intervalos que marcaban los pasos de unos espectáculos a otros, algunos de
ellos se sacaban los zapatos enormes y esos disfraces rayados y multicolores
sus narices coloradas, y a cara limpia, encaraban esas ventas que reforzaban
los ingresos colocándose unos delantales impresos con el nombre de la compañía,
y una correas que bajando desde sus hombros, sostenían unos cajones
rectangulares donde llevaban además de las manzanas, chupetines en paletas de
muchos colores concéntricos, chupetines con la forma de pinitos de tres
colores, cajitas de maní con chocolate y unos chocolates con rellenos de menta,
algunos trapecistas también, escondidos en otros uniformes parecidos, también
hacían de vendedores del cotillón del
circo, que en pocos minutos sembraba las plateas y el gallinero, de gorritos de
colores, de globos con brillantinas, de serpentinas y de remeras que eran lo
más caro, con figuras y las leyendas recuerdos del circo, y los malabarista haciendo
de las suyas, se turnaban y recorrían los pasillos de las gradas con máquinas
de fotos que algunos otros revelarían en algunos rincones de un carpa, en unos
minutos después, cuando se pasaban las malarias todos se volvían unos chismosos
criticando al gordo del gerente que podría haber ahorrado en los tiempos de
abundancia para no hacerlos trabajar horas extras, lo que no se convierte en
alabanzas cuando no laburan, después de los tiempos de las escaseces para parar
la olla.
Thursday, May 29, 2014
María rima María.
Los cinco monos chimpancé que
terminaban sus actuaciones agarrados de las manos peludas bailando los compases
de una tarantela que en otros tiempos tocaban los de la orquesta, y en otras
épocas salían de las melodías reproducidas por tocadiscos con púas que
transitaban por canales muy pequeños de discos de pasta, negros, los mismos
cinco ponis que daban vueltas y vueltas a la pista de arena, todas las vueltas
que el domador quisiera, o que necesitaran los asistentes para preparar la
próxima entrada, los mismos cinco ponis haciendo una cadena de culos y de hocicos,
un rosario de pelos y aperos a los que al final los entrenadores subían dos
chihuahuas pequeñitos que con los dientes afuera resistían esas pruebas sin
ladrar siquiera, blancos, todos ellos, ellos hacían lo mismo que ellas, tocarse
en los ensayos tocarse durante las funciones de las matinés o de la noches,
cada vez que aparecían en la arena para repetir infinitamente sus destrezas, una
y otra vez sus habilidades, rozarse, por la forma de los espectáculos que
daban, por las figuras que sumaban en los espectáculos para que los niños y sus
acompañantes aplaudieran a moco tendido, ellas hacían lo mismo que ellos,
palparse, en sus firmezas en sus pulsos en sus temblores, las tensiones de los
músculos, las movilidades, los equilibrios de las sensibles plantas de sus
pequeños pies, o las partes del cuerpo que fuera, pero a diferencia de ellos,
ellas, cuando estaban solas y por lo mismo se encendían, y la que más se
encendía primero más encendía a la otra después, y así se iban encendiendo, ellas
hacían lo mismo que ellas, pero más interesadas que ellos, que se aguantaban de
las manos los monos, y se aguantaban olerse los culos los ponis, ellas lo
hacían igual, cuando quedaban solas fuera de ensayos fuera de funciones, se
manoseaban, y una que quizás se llamara como la virgen jugaba sobre el cuerpo
de la otra, que también quizás se llamara igual que todas las virgencitas,
devolvía en contorsiones, se acariciaban, se manipulaban las equilibristas más
importantes del circo.
Wednesday, May 28, 2014
Altas rima bajas.
Si la mujer barbuda se le fue con
su perico del caribe parlanchín y de plumas multicolores, porque se encontró al
hombre de su vida que no le interesó no solamente que tuviera barba y bigote de
varios meses y años, sino tampoco que tuviera pelos en las axilas sin afeitarse
la mujer peluda, allá ella, si el mejor trapecista se enganchó en algún pueblo
una ricachona viuda para que le haga monerías, y el amor en situaciones de
riesgo por los aires la cama o el techo, en saltos mortales trincándola como
quisiera, y lo dejó con la mitad del espectáculo sin banda en banda, con los
que quedaron que además de incompletos por esos días anduvieron de capa caída,
todos los días porque eran sus parientes, si el enano se casó por civil y por
la iglesia además eligiéndolo padrino para que le hiciera el mejor regalo, que
fue una orbis que puso con los otros a la entrada de donde fueron los festejos,
y que además ese enano maldito se afincó en la municipalidad del pueblo donde
la mujer que era puntera política le consiguió un puesto en contaduría
aprovechando que era tenedor de libros, al gordo del patrón no le interesaba
mucho, lo que ellos hacían muchas veces lo sentía como que era lo que el
hubiera hecho en la vida de mierda que es viajando todo el tiempo, que la casa
sean las piezas de hotel o de los camiones propios, que las cocinas sean
siempre improvisados calentadores o braseros, que la gente los mire todo el
tiempo son cosas lindas hasta loor ahí nomás, así que las partidas no lo
asombraban, lo que no quería decir que no las lamentara, y que por un tiempo a
él mismo todas esas ausencias le significaran que anduviera cabizbajo, planeando
todo el espectáculo con lo que tuviera, o con lo que le quedaba, además de ir
haciendo las reprogramaciones porque la gente de los pueblos por ahí gastaba
más en un baile con orquesta adonde tiraban toda la plata en pilchas, que en
las entradas para diversiones de los chicos, al gordo del patrón no le
interesaban mucho esas salidas, porque él conocía bien todos esos movimientos
con su abuelo que había recibido la empresita también de su abuelo, por cada
uno que se iba había uno que venía a pedir trabajo, unos salía y otro entraba
todo el tiempo, uno queriendo quedarse en el pueblo otro queriendo huir del
pueblo o de alguien del pueblo, el problema con los que llegaban era que los
que venían eran más para trabajos entre bambalinas que para los trabajos de
artistas en las pistas, carpinteros herreros, hasta oficinistas con historias
propias de cuernos, de haber estado en la cárcel, que querían olvidar, y así
sus mayores dolores de cabeza los tenía porque cada vez tenía más gente para
instalar o levantar esos campamentos de carpas trailer y jaulas, o recoger las
redes de los trapecistas en los saltos mortales, y menos gente que se ocuparan
de los números con los monos que pedaleaban y se pegaban cada porrazo que
hacían que los pusiera en funciones de por medio, manos los sábados y domingos
cuando entraban dos de la tres funciones.
Tuesday, May 27, 2014
José rima José.
Cuando están en celos los monos perezosos después de andar detrás de las
hembras viendo si pillan alguna descuidada, se recuestan en la primera sombra
que encuentran en la jaula grande, y ni pochoclos ni amenazas con los látigos
que hacen los chasquidos de los domadores para ver si los avispan para que entretengan
a la gente, pueden con sus fiacas a la hora de las siestas cuando el calor los
aletarga, menos uno, que es del que se ríen como si se dieran cuenta que no es
como ellos, que pasea bien despierto y distraído, con las manos atrás como si
estuviera cavilando, distraído o chupándose los dedos, aburrido, ahí quedan todos
los demás sin mezclarse con ellas en épocas de cuarentenas, por unas horas con
los ojos semi cerrados tirándose pedos y largando carcajadas y agarrándose las
panzas cada vez que el perico, que no es perezoso y mueve el pico corvo y la
lengua con una precisión increíble, larga varias veces el puto que los payasos
de tanto repetirle le han enseñado a gritarle al mono solitario y triste, que
no lo casca porque se tiene que dar cuenta que repite otras cosas como nombres
de personas colores o lo que fuera de palabras que largaran frente a él los que
andan cerca, por eso es que el malabarista le llegó con las quejas al gordo del
dueño diciendo que en realidad no lo cargan al monos sino que se lo están
diciendo a él por elevación y que si él no hace nada él no le asegura que no lo
vaya a hacer él mismo por su cuenta porque encima que se rían de él se ríen de
sus animales, y después de todo si uno es maricón qué, le dijo ese artista harto
que se llamaba José que se fue con el otro José la misma noche del quilombo,
mientras el pavo real haciendo monerías en la pista, acicateado por los
payasos, desplegaba para asombro de muchos el abanico multicolor de su cola
maravillosa, como el abanico de una dama distinguida le dijo José a José
mirando desde lejos.
Monday, May 26, 2014
José rima José.
Al final a él no
le importó nada cuando abandonó la tablas del circo harto de oír siempre los
mismos comentarios de los que venían en las tardes a verlos ensayar los cuadros
que formaban con sus hermanos, de los propios compañeros, del gordo del patrón que escondía algunas cositas parecidas, esos cuadros delos cuales los más arriesgado eran el de la
pirámide, donde él, menudito como era, terminaba en la cúspide de una montaña
humana después de hacer escalón en tres o cuatro hombros antes de pararse como
a tres metros de altura, de la que después de saludar, se tiraba en doble o
triple mortal como viniera para caer parado y volver a saludar al público que
se enfervorizaba, como los de pararse de un silla sostenida por otros sostenido y suspendido en el aires, al final no le importó pero siempre detrás y en forma de
murmullo escuchaba eso, de que hay que ver las habilidades del puto, que el puto
así que el puto asá, y le dolía que nadie lo defendiera no por lo de puto, lo
que a él tampoco le importaba mucho, porque sus hermanos y compañeros sabían
de sus gustos aunque también lo cargaban, sino por la actitud de mierda de los suyos por no detener la
burla y los comentarios, de esos que por detrás le decían mariquita maricón te
agarro en un rincón y otras groserías que le decían a él, que se tiene que
haber llamado José, como el padre del maestro, como se llamaban todos los José
conocidos y desconocido, como se llamaba José el flaco con el que se fue y por lo dejó
trinando al dueño del circo que era con quien hablaban todos los que venían a cobrar alguna cuenta y peleaban cuando les daban vueltas, quiero hablar con el dueño del circo no con los monos.
Sunday, May 25, 2014
José rima María.
De un día para otro ella
desapareció del pueblo como si se hubiera convertido en arena que viaja con los
vientos, como si se hubiera convertido en el polvillo de los jacarandá de
flores azules violetas y frutos como castañuelas que también viajan con los
vientos y, declararon los mala leche donde los quisieron escuchar, que ella se
fue con el enano del circo que, casualmente, desapareció la misma tarde de la
misma manera, como si se lo hubiera tragado la tierra, el único artista que
actuaba en la función de punta a punta, así que el chancho del patrón estaba
que echaba putas, y repetía, una y otra vez, como si se lo hubiera tragado la
tierra, enano de mierda, pero más que él mismo lamentaba el gordo era al payaso
de todos los entretiempos, al ayudante de domador al que el león viejo
desdentado rugía como si él lo hubiera azotado varias veces y le hubiera
enseñado la maña, al contorsionista, al trapecista gracioso que caía al vacío
unos segundo antes que sacaran las redes para el salto mortal de las estrellas,
al domador de los ponis, al petiso trompetista en los tiempos de la orquesta
propia, al único de todos lo que andaban con él que le sacaba las castañas del
fuego cada vez que algunos de sus compañero se enfermaba o se ponía triste, que
no era nada raro en sus vidas de errabundo, el que había escapado con ella, que
bien podría haberse llamado María, como la virgen, como las miles de María que
cada tarde durante veinte días venían a alguna de las funciones, como él se
podría haber llamado José, como el marido de María, como los José que habrás
pasado por el circo, en las plateas o en gallinero, en las pista o en la pista,
cuando los reflectores dibujaban un cono del haz de luz que bajaba como del
cielo, él se tiene que haber llamado José, mártir, como para descerrajarse un
tiro en el centro de la cabeza es sábado, al marido despechado, el cornudo, que
podría haberlo hecho un fin de semana, para no embromarles las tres funciones
de ese día, las tres funciones de los domingos, porque con el funeral parecía
que estuvieron todos de luto.
Saturday, May 24, 2014
María rima José.
Había que estar metido para no tener palabras
frente a ella, había que ser bien pelotudo para mirarla nomás, los pocos días
del único mes de cada año que ellos andaban por acá, unos momentos entre las
once de la mañana y las tres de la tarde, había que ser muy pelotudo para
pararse en el mismo lugar y esperar todas las putas veces su mirada, la mirada
cándida de ella que llegaba infaltable, ella que también lo miraba, había que
estar muy metido ser muy inocente un otario,
no emitir un sonido sabiendo que hay sonrojos, un sonrojo, sentir las mejillas
quemando, había que ser un inocentón para que eso no diera lugar ni siquiera
para una paja como las que se hacían los changos en las siestas escondidos
detrás de los matorrales y los cañaverales jugando juegos de putos, era
atormentarse con ella, mientras estaba, descansando o ensayando en el baldío
donde ponían la carpa, cuando se iba, hasta el próximo año, podría haberse
llamado así, como la virgencita que obraría el milagro para que el se volviera
a encontrar con su amor, con su primer amor con su único amor, tendría que
haberse llamado así, así ya hace rato que hubiera estado ubicándola, la tal sí,
así, esa que se llamaba como la misma virgen, una rubilinga, flacucha, menudita
y preciosa, de la familia de malabaristas contorsionistas del circo tal que se
daba una vuelta por el ingenio cada año, al menos los últimos tres años, cuando
él cumplió los quince, cuando se enamoró de ella, que tiene que haber andado
también por esa edad, justo en esos días del año, un poco antes de la primavera
donde se andaba a los estornudos sin saber si por las alergias o las gripes, portando
alguna fiebres ligeras o unas carrasperas, simplemente, como decía la canción
de Favio que corría en un disco en el tocadiscos con dos parlantes que tenía el
viejo el dueño y ponía esos temas en los momentos de descanso, se tendría que
haber llamado así, como se llaman las mayorías de las mujeres que andan por las
calles, menos ella que era una de las artistas más espectaculares en el círculo
grande la de arena donde además de ella, los otros artistas hacían suspirar a
los que estuvieran mirando, y exclamar, porque los niños pequeños y mayores
suspiraban largo cuando alguno se mandaba con rutinas antojadizas y peligrosas,
inhalaban de golpe, soltaban de a poco, cuando ella terminaba convertida en una
madeja humana en la que resultaba muy difícil distinguir los pies, las piernas,
la cabeza, las manos, los brazos, que sobre el final de sus cuadros, porque terminaba
en una bola de carne y de huesos elásticos, que dejaba los ojos desorbitados
del público asombrado, se tiene que haber llamado así, como habrá pensado ella,
por su cuenta, que él se estaría llamando José, el último año que estuvo el
circo por el pueblo, justo cuando dejaron de verse para siempre.
Friday, May 23, 2014
Inocencias rima pérdidas.
Hubo un día una mañana tal vez de
rabonas en la escuela haciendo una más de las infinitas travesuras a padres
despistados, los niños se dieron cuenta que los malabaristas eran también
encantadores de serpientes, hipnotizadores de dos boas inmensas y desdentadas
que en unas jaulas especiales viajaban con el circo en esos días, y que cuando
alguien le ponía una imitación del sonido de flautas especiales en un winco
destartalado que se conectaba a la red precaria que autorizaba la municipalidad
cuando daba el permiso, estas anacondas se ponían verticales al piso y movían
sus cabezas, como si siguieran esos atisbos de música hindú que le mandaban por
señales sonoras y rítmicas que salían de
la púa recorriendo intersticios en platos de pasta de vinilo, supieron los
niños por boca de ellos, de los propios artistas, conversando en las tardes de
descanso con los vecinos a través de las vallas que rodeaban las carpas y los
trailer, que en los intervalos con los payasos haciendo monerías, algunos de
ellos cambiaban sus trajes de fantasías para cambiar también de personajes y
cambiar de espectáculo, especialmente, de espectáculos, porque eso es lo que
daba en definitiva, los medios para que el circo se mantenga, menos empleados
más entradas, hubo un día una mañana tal vez de rabonas en la escuela, que los
niños cayeron en las cuentas que esos ídolos intocables musculosos y osados
volando en las alturas a riesgos de sus muertes sin redes, se calzaban unos
turbantes y unas bombachas de seda multicolores más los torsos descubiertos, y
hacían maravillas como esas boas perezosas, cimbrados con bailarinas en danzas
con soportes de bailes, de odaliscas que seguramente entretenían a los hombres
más grandes que acompañaban a sus hijos, pero supieron también una mañana tal
vez de rabonas, que en los intervalos de los payasos tropezando y cayéndose de
culo y levantándose de nuevo, algunos de los mismos maravillosos trapecistas se
colocaban sus disfraces de domadores con botas de caña alta pantalones pinzados
blancos y chaquetas verdes o rojas con las que parecían valientes lores
ingleses con los leones o duchos entrenadores de petizos que mientras daban
vueltas en círculos en la pista central, galopaban bailando también al ritmo de
la música que se escuchaba por los altoparlantes, descubrieron los niños también,
que ya no estaban los músicos, ni los dos o tres anunciadores de otras épocas
más gloriosas, y que al final de cuentas, que los malabaristas, algunos de
ellos, una parte de esa familia del espectáculo todo el tiempo, algún día
también hicieron los payasos, esos mismos que se reían todo el tiempo hasta que
daban algún discurso, por el que se entristecían y entristecían hasta las
lágrimas a todos los que estuvieran, que lloviera o tronara en sus vidas
personales, tenían que salir a las pistas mientras los otros cuadros se
preparaban, así fueron los niños perdido sus entusiasmos, pero los circos
siguieron llegando, otros niños los esperaban ilusionados.
Thursday, May 22, 2014
Malabarismos rima tristezas.
El olor a bosta de los camellos
confundidos lejos de los desiertos y de los soles propios, lejos de los oasis y
de los beduinos que los conocen y los miman, el hedor de los leones encerrados
en sus jaulas sin acicalados ni peinados, sus gruñidos todo el tiempo de machos
nomás que eran y como avisando a las hembras que anduvieran rondando cerca que
todavía les daban los años para el celo, porque eran animales viejos y
distraídos y cada año perdían más los movimientos igual que los dientes, además
de los retumbos que salían de sus gargantas, el olor fuerte que desprendiéndose
de sus cuerpos enormes y de sus ojetes
estrechos en las tardes de noviembre impregnaban en aires y viajaban con los
vientos, y también el aliento de sus bocas inmensas, y cada rugido mustio que
pegaban, confirmaban por anticipado a los niños que, una vez más, como todos
los años para la misma época, el circo recalaba en el ingenio, y que en un par
de días después de levantadas las copas de las carpas, que en ocasiones les
daban un trabajo bárbaro a los que jalaban para levantarlas, enanos, payasos,
domadores, malabaristas, o lo que fueran los artistas, que por esos únicos días
y un par de días antes de marcharse hacían laburos de obreros, porque las
brisas de finales de la primavera les levantaban las sogas y las lonas, sabían
bien que en unos días se darían los desfiles por la avenida libertad donde ahí
sí, los artistas se tiraban todas sus pilchas mejores, pantalones y camisas y
mallas, de géneros brillosos adornados con lentejuelas pequeñas de todos los
colores, zapatos blancos y de galas, con las únicas excepciones del dueño del
circo y los payasos por motivos extremos, el primero mejor vestido con su frac
despampanante porque era el dueño y entonces las más lindas desfilaban todo el
día entrando y saliendo del mejor trailer de la caravana, y los segundos con
pilchas rotosas de todos los colores en parches porque para eso estaban, para
que sus correteadas cayeran en gracias de la gente que aplaudía e intentaba
tocarlos, cosas que ellos esquivaban con gracia también, para que los animales
no se encabritaran, y así esperaban el paso de las estrellas, que para ellos
eran los malabaristas, un grupo como de media docena de personas incluidas dos
enanos que ellos sabían colgarían de los trapecios, expuestos en saltos
mortales sin redes, cuando fueran las funciones, esas funciones que les
significaban a los niños dejar las tristezas en las entradas.
Wednesday, May 21, 2014
Sueños rima mamas.
Con los de carne y hueso se
acordaba de todo con los otros no se acordaba de nada, el cerebro le funcionaba
una veces y otras veces ni le funcionaba de tan descerebrado que quedaba hasta
que despertaba en algún corral o el catre de un comedido, con el tiempo el mozo
fue aprendiendo que en las horas de servicio lo mejor era andar con la cabeza
despejada, que de eso había que acordarse y de todo, porque después de los
procedimientos venían las actas manuscritas de los hechos y los jefes y los
jueces de paz jodían con todos los detalles, que hay que acordarse de todo porque
con la taba que se jugaba cada vez que había que arrear con borrachos y
cuatreros y meretrices y bataclanas, cada vez que había que intervenir en esos
entreveros donde los bandidos eran más que los policías, los malos más que los
buenos, era mejor no andar chupando ni un poquito para vivir más veces de todas
las que quedaban medio muertos, porque los maulas se ponían como locos y ahí
nomás desenvainaban los facones, o los trabucos de entremedio de los ponchos, y
le abrían el pecho a cualquiera de las autoridades peleando como bestias cuando
las están faenando y por ahí no quedaban vivitos y coleando como para contarlo,
por eso cada vez que empezaba con las aventuras se acordaba de todos los
detalles que los sumariantes agradecían porque no tenían que inventar nada y
entonces no tenían líos ni con las autoridades ni con los otros, de uno por uno
de los momentos en los cruces de palos, trompadas y empujones, que algunas
veces terminaban con la vida de alguno, y así despejado evitaba que fuera la
suya, por lo menos en las horas de servicio, porque en los francos era otra
cosa, y las peleas también eran otra cosa no solamente con los bandoleros sino
también contra todos los fantasmas y la almitas que aparecían con motivo de
esas libaciones de aguardiente que duraban horas enteras y a veces hasta días, con
los paisanos amigos en las pulperías de los amigos, donde no faltaban enemigos
o amigos desconociéndose en las alucinaciones de las mamadas, en un halo por
donde pasaban también el familiar de los ingenios cercanos, el duendecito de
los montes, o la salamandra que era como un dragón grande soplando fuego por la
boca, que se le aparecía a los trabajadores de las minas también cercanas que,
a diferencia de los bandidos, se trenzaban sin derramamientos de sangre ni
amputaciones de miembros que amenazaran la propia existencia, aunque de estos
entreveros no se acordaba de nada, solo que se encontraba con el mismo diablo y
se moría varias veces más veces de las que vivía, porque tanto se chupaba que
se le borraban los recuerdos.
Tuesday, May 20, 2014
Leyes rima obediencia.
Las leyes eran las instrucciones
que le daban directamente de palabra el comisario y el sub comisario cuando
bajaba a la ciudad dos veces al mes, el patroncito del que era entenado, y los
patroncitos que el patroncito le indicaba con el dedo enseñándole quien era
decente y quien era la chusma en el pueblo que lo único que tenía para hacer
era obedecer sin preguntar por qué lo que se le fuera diciendo siendo lo más
importante no meterse con las cosas que son propiedad ajena, tierras y trastos,
gallinas y otros animales de la granja, de los frutos de la huerta ni siquiera
de los frutales, obedecer sin decir palabras aunque se estuviera en desacuerdo,
las reglas que tenían que cumplir todos eran los imperativos de unos y los cumplimiento
en silencio de los otros, todas esas pero más que todas las arengas que recibía
cuando él bajaba a la ciudad dos veces al mes, allá donde el volvía a sus
rangos originales de sargento mayor sumariante, porque el de comisario en la
viña era una adscripción que les era de comodidad para ellos que por no andar
viajando lo hacían viajar a él, que eran muchas veces porque la vuelta le
robaba como seis días si no llovía, porque sino si llovía tenía que hacer posta
hasta que bajaba el anegamiento de las huellas que usaban como caminos, esas
eran las leyes, unas pocas instrucciones y recomendaciones de seguir sin
cuestionar las opiniones de la gente decente del pueblo, que era la gente de
buenas costumbres y acomodada que algunas veces tenía bajezas peores que los
miserables que no pueden defenderse por su cuenta porque los mismos curas a los
que van o llaman cuando están condenados, le dan la razón a los otros también
porque los curas también forman parte de las clases acomodadas, entonces eran
esas las instrucciones, las reglamentaciones que había que cumplir y hacer
cumplir, y no había que dar explicando mucho a los sotretas que andaban
jodiendo con las cosas ajenas, majaderos que merecían estar encerrados para que
les enseñasen a lonjazos a ganarse el pan por cuenta propia, vociferaba el
gallego dueño del almacén grande del hogar feliz que había salido damnificado
unas veces anteriores de los desmanes de los malandras que no se escarmentaban,
que hacían justicia por cuenta propia abriéndose medio a medio ellos mismos si
los dejaban cuando se chupaban con grapa y aguardiente, pero hasta eso
cuatreando, como hacían para otros patroncitos que los mandaban, no había que
dar muchas explicaciones, no había mamotretos con reglas escritas ni siquiera
digestos maltrechos, solamente unas láminas con las listas de los delitos más
comunes y las penas y los castigos, más el libro de entradas y salidas y unas
hojas sueltas para las actas y los memorando al juez de paz que estaba en el
vecindario.
Monday, May 19, 2014
Ley rima orden.
Los cuatreros y los infelices
asolaban la viña cuando anochecía y algunos recalaban con las primeras
penumbras en las pulperías y en los ranchos donde las meretrices cambiaban
favores de mimosas por unos patacones, apenas se encendían las teas callejeras
entre las ocho y doce de la noche cuando se apagaban, mientras otros cuatreros
y otros infelices armaban revuelos en dos o tres lugares diferentes abriendo
los corrales y disparando con lo que encontraban adentro, desde mulas a
chanchos, como si fuera a propósito, conociendo que las fuerzas policiales no
eran suficientes para tantos entreveros y mamarrachos, y mucho menos
suficientes eran los cuartuchos para alojarlos entre rejas, y ni que hablar, si
con los revoltosos, borrachines, melindrosos y ladrones, se detenían regordetas
bataclanas que además de barulleras aprovechaban esos amontonamientos para
ofrecerse en los rincones por unos pesos más, cuatreros y mujeres dispendiosas
que él conocía al dedillo, a los unos porque en los francos se entreveraba con
ellos en cuantos despelotes hubiera en las riñas o las toreadas y a las otras
porque era hombre de pagar bien por favores especiales que las otras le hacían
de puras calentonas y hambrientas, Liborionauta conocía el desorden de adentro
y unas cuantas disposiciones escritas en un papel amarillento del orden que su
padre de crianza le había enseñado había que tener para vivir decentemente, un patrón de estancia adinerado y generoso, que lo sacó del
patronato después de los diecisiete, que nunca entendió muy bien lo que quería decir vivir decente que suponía que era como como vivía el patroncito que hacía lo mismo que cualquier con la diferencia que nadie podía reprenderlo, terminaba sus relatos en tercera persona
mi longevo abuelo, como hablando solo y dormitando, mientras yo libaba los higos
maduros en esas primaveras tempranas, él en su mecedora de mimbre y yo en mi
eterna reposera, las butacas de los viajes que hicimos por entonces más por sus
galaxias que por las mías.
Sunday, May 18, 2014
Tea rima tiento.
Cuando veía que me acomodaba en
la vieja y desmantelada reposera de mimbre al costado de la añosa higuera de su
patio viejo con aljibe y todo, las palabras brotaban masculladas y monótonas,
amontonándose en sus labios finos y resecos, que aparecían como un tajo tosco
en su cara avejentada debajo de una hilera muy bien marcada de los pelitos de
sus bigotes recortados al milímetro, vestigios entrados en desgracias de sus
gracias de otras épocas, retoñaban las palabras como si con cada una de ella
reflotaran los momentos anteriores, antes mucho antes que entrara al túnel del
olvido, pero así, sin escándalos ni voces de alterados, comenzaba con sus
relatos, como el de la tarde cuando contó que él fue comisario en la viña
moderna que contaba con alumbrado callejero de tea, un poblado grande con una
aparcería importante de corrales de mulas en postas por donde unos pocos años
antes habían pasado caudillos como Güemes peleándoles a los godos en las
montoneras, y se remontaba a sus galaxias el hombre sin futuro, tranquilo en su
presente sin mañanas posibles en su propio magma, después de haber andado tanto
tiempo en esta, el hombre apaciguado con su pasado aunque no reconciliado,
aclaraba con su tiento como siempre, porque se habrá equivocado como
cualquiera, pero que de eso se hacía totalmente cargo, se acomodaba en su
hamaca dormitando en esos sueños de otros tiempos que para él, habrán sido
mejores.
Saturday, May 17, 2014
Viejo rima nuevo.
Una tarde de todas las tardes que
compartimos, una tarde de egocéntrica glotonería con brevas blanquecinas y
pulpas abundantes y fibrosas de esos higos que nunca más olvidé ni probé nunca
más en mi vida, embadurnándome los dedos y las uñas para penetrarlos con mis
manos mientras me babeaba imaginando ese sabor dulce y agrio de comerlo con
cáscara y todo, dando vueltas en mi bocaza, penetrarlos con mis manos y
prepararlos para el bocado con la dedicación de un cirujano con la más delicada
de sus operaciones que en mi caso en esas jornadas con él eran pura gula, una
tarde de esa tardes gloriosas me dijo que lo peor de envejecer, es acomodarse a
los cambios que van apareciendo en el cuerpo, cuando nos damos cuenta que el
cuerpo va cambiando para mal más que para bien, cuando los dientes comienzan a
caerse uno tras otro, cuando crujen las articulaciones como si se estuvieran
quejando de los despropósitos de los esfuerzos propios, cuando la sangre no
alcanza para todas la extremidades del cuerpo y las arrugas saturan la cara de
rayas rayitas y rayotas en todas direcciones, pero también me dijo que lo peor
de todo, lo más horrible, más horrible que todas esas cosas juntas, es el
olvido, de los demás, eso que hace que el viejo se vuelva invisible, y que a
eso nadie tiene interés en disimularlo, como me dijo, que disimulaba su traje zarrapastroso,
que si no fuera por lo ajado que estaba lo que le delataba los años, y por las
formas redondeadas de sus solapas, las hombreras sobresalientes, los botones
cosidos por sastres para toda la vida, y el chaleco de la misma tela, pasaba de
nuevo, porque desde que se lo compró, dijo, el lo cuidaba mucho le pasaba
cuidadosamente el cepillo y le bordaba los agujeros que dejaban las polillas,
su traje negro que nunca se sacaba y que estuvo y dejó de estar de moda muchas,
pero muchas veces, hasta que él se murió.
Friday, May 16, 2014
Buenos rima malos.
Me dijo que no se acordaba muy
bien pero que tiene que haber andado por los setenta de lo que hacía mucho
tiempo, que de un día para otro se cansó de ver que lo que a él parecía a los
otros no les parecía y que lo que él disfrutaba no disfrutaban los otros, me
dijo que a lo que uno le parece es lo que lo mantiene con vida que eso es los
que se disfruta, y que hacer o decir lo que les parece a los otros es morir un
poco y de a poco y que eso mientras se tenga un hilo de vida es lo que no se
disfruta, y que entonces si uno anda con los otros es mejor andar con los que
tienen pareceres parecidos a los propios, y no con los otros porque apabullan
con sus mezquindades y maldades más esos otros que él eran muy pocos, porque me
dijo también que nunca fue un tipo de muchos amigos, que esos otros eran unos
pocos, pero los suficientes como para confirmar lo que él dice, que las mujeres
cotorrean todo el tiempo y que los varones son todos unos hipócritas y
majaderos, y que no son ni buenos ni malos, más es una cuestión de pareceres, y
que llega un momento en la vida, que si uno tiene más de esos momentos que no
disfruta de los momentos que disfruta es mejor quedarse solo, porque con esos
se envejece más rápido de lo que es ir envejeciendo con el propio paso del
tiempo y que entonces, él eligió vivir un poco más de tiempo, aunque se le
caigan los párpados y no pedalee más de diez cuadras sin un descanso.
Thursday, May 15, 2014
Beta rima psi.
Había un tema que iba y volvía en
las historias de Liborionauta, aunque todas las veces bajo la forma de
complicadas tramas delictivas cruentas, de asesinatos o cuatrerismos pesados,
cargadas de suspensos y finales confusos y además inconclusos que dejaban
abiertos los laberintos de la imaginación de quien escuchaba que en ese caso
era yo solo, y ese tema era que en sus historias le gustaba hacer aparecer a
las conspiraciones y a los propios conspiradores como socios en las gracia más
que como socios en las desgracias, él insistía con esos costados de las
historias donde se detenía a describir contubernios, de patroncitos de
estancias con frailes comedidos que llegaban a las fincas a administrar los
sacramentos al por mayor incluidas las extremaunciones cuando los
fallecimientos coincidían con las semanas o los días que estos peregrinos se
quedaban asistiendo a sus ovejas, comerciantes con prostitutas envenenadas por
la sífilis muriéndose en hospitales públicos con salas antisépticas, él
insistía con perderse esos tiempos inmensos en esas descripciones por el lado
de la conveniencia de los que pergeñaban los acuerdos más que por el lado de
los medulosos razonamientos que también supongo se requerirían, para describir
la parte que él, descontando su experiencia de muchos años de comisario en el
mismísimo chicoana, con seguridad conocía, la de los trámites lentos y por
entonces efectivos de contar las asociaciones en las desgracias, que es lo más
común, a todo esto, mientras yo le sacaba todos los provechos a mi negocio, que
era empanzurrarme con esos higos hinchados y carnosos que partía con las uñas
de mis dedos gordos y que por mitades me desbordaban la boca y otras
sensaciones en esa mezcla de acritud y dulce que se desprende de ese símil de
la carne roja y blanca, jugos que pican en la lengua mientras se degustan,
supongo, los mejores manjares, además de tirar una líneas en unas hojas sucias
con un lápiz pegajoso por los mismos motivos de la mugre de comer mientras
charlaba, donde pretendía que registraba todo lo que él me decía, a todos esto,
mientras él, habrá tenido su propio negocio, porque era como que se encendía
recordando, como si cobrara bríos y energía, Liborionauta, allá, por esos días
donde nuestras constelaciones se encontraron en la que yo viajaba que era la de
beta, la de él o en la que él viajaba que entonces era de la psi.
Wednesday, May 14, 2014
Alfa rima omega.
No tengo idea si a mi longevo
abuelo le caía muy bien que yo fuera dos o tres veces por semana, tipo entre
las diez y las once de la mañana, y me quedara con él alrededor de una hora, no
tengo idea porque en mis torpezas de entonces que eran muchas menos que las
torpezas de ahora, no se me ocurrió preguntarle, lo que podría haber hecho a
cambio de seguir al pie de la letra un pedido de mi madre que era su hija que
en realidad tibiamente me lo sugirió como diciendo que la daba tranquilidad si
alguien lo veía en estos intervalos, porque más viejo más solitario se volvía,
confirmando lo que siempre se escuchaba en la familia que dijo, escuchar los
dramas de la gente lo vuelve a uno más viejo, así que obviamente que optando
por ser menos viejo y resistiéndole al paso inexorable de los años él se
aislaba cada vez más, no tengo idea si a ese viejo de pocas palabras y casi
cien años, le venían bien mis visitas que, después de probar un par de frutos
carnosos y azucarados de la higuera de la casona donde vivía y de escuchar
también dos o tres de historias de sus épocas de policía y de comisario de
pueblo, historias grises de tipos grises y difusos en todos los casos escapados
de patronatos y delincuentes rurales, se hicieron habituales, no tengo idea si
a mi longevo abuelo, Liborionauta le caía muy bien que yo fuera, lo que sí se
es que él, ahí nomás, en alguna de las primeras visitas, le encontró algún
filón a mis visitas, y en un momento, esperaba que llegara cada mañana cada uno
de los días de la semana cuando iba, como si en algún punto de su constelación,
o de la mía, se hubiera estado dando una eclipse entre alfa y omega.
Tuesday, May 13, 2014
Juramento rima emolumento.
Como si todos tuvieran los mismos
gustos estos hijos de puta organizando picaditos los fines de semana como si
fueran que son todos amigos, cuando pasa el tiempo y los siguen teniendo
adentro por averiguación de antecedentes según lo que ellos dicen y los llevan
todas las noches a unos cuartuchos de
mierda para preguntarles cosas que se entienden a medias o que no se
entienden directamente, para hacerles preguntas que no tienen respuestas o para
tirar una seguidilla de respuestas que respondan a las preguntas que ellos
hacen que es lo que quieren escuchar, porque ellos preguntan repartiendo piñas
o codazos y después se hacen los pelotudos y se hacen los comedidos preguntando
que si tienen mensajes para los parientes, y le meten con eso de andar
organizando picaditos, cuando andan usando la picanita a las noches para
hacerlos mierda, intratables los tipos que no terminan de entenderle que si le
reclaman de cómo era él en el hospital, les va a seguir diciendo lo mismo, que
el no le tenía ni le tiene miedo a nadie, a los pobres él o los compañeros les
compraban los medicamentos, cuando no les compraban esos hijos de puta de la
empresa, que en el juramento de los médicos lo primero que hay es el compromiso
de velar por la salud de cualquiera que no hay diferencias, alto, bajo, rico o
pobre, y si cuidar de la salud es pedir la compra de medicamentos que eso es lo
que hacía, él lo volvería a hacer o lo seguiría haciendo, y que no le
importaban los gastos si los coyas son personal de la empresa, y que la plata
aunque de vueltas y más vueltas sale de su propio salario, de su emolumento.
Monday, May 12, 2014
Amistades rima enemistades.
Por cada diez nuevos amigos que
hace con los cosecheros le sale un enemigo en la empresa, algún empleaducho de la
contaduría, el carancho que es el jefe de personal que además es el jefe de las
compras, alguno de los chupamedias que trabajan en tesorería, que llevan y
traen puteríos que anotan en sus partidas dobles, como si la salud de los coyas
infelices formaran parte de la contabilidad de la parida doble de mierda,
tendrían que pasar por el hospital para ver las insolaciones, los vómitos por
intoxicaciones de andar tomando de aguas servidas, aunque los directivos de la
empresa le hayan dicho a los del ministerio que hicieron una inspección que
están haciendo un nuevo barrio con todos los servicios, aunque ellos mismo
andan divulgando por todos lados que los zafreros destrozan las casa y venden
todos los artefactos, que no están acostumbrados a vivir como la gente, por
cada diez amigos que hace con ellos que son de familias grandes y entonces uno
se encariña y se encariñan todos, hay un enemigo de camisa de hilo almidonada
mangas cortas e impecable que registran en los libros de contabilidad de la
empresa, ellos llevan el cuento que no se puede tener un carancho así en el
hospital, que si quiere ser generoso que haga generosidad con su bolsillo no
con la plata de la empresa, que los amigos son los que parecen enemigos y que
tenga cuidado con esos porque se tiran a ser amigos y al final después
traicionan como enemigos.
Sunday, May 11, 2014
Ordenes rima consignas
La instrucción más clara que tuvo
el mayor de las arenas cuando llegó ese lunes a la madrugada al ingenio, era la
de desmantelar los cuatro o cinco bailes de carnaval, que como el de boca que
hasta ese momento había en el pueblo, eran los más concurridos, para enderezar
a estos paganos apóstatas con los que se cruzó en el camino de entrada, unos
para sus casas otros para sus casas, pedaleando y zigzagueando en bicicletas,
en unos casos por el sueño en otros caso por la borrachera, pecadores o qué
serán, que entran en la cuaresma y si se los deja llegan hasta semana santa
adorando al momo, cuando deberían estar con recogimientos agradecer que tienen
fuentes de trabajo que mantienen los dueños del ingenio y ellos que salen en
pedo y entran a los turnos así como salen de los bailes, babeando y
tambaleándose, esa estuvo entre las primeras instrucciones pero no de las más
graves, porque trajo en los bolsillos de sus pantalones de fajina, una lista de
la diez personas más importantes que tenía que detener por averiguación de
antecedentes.
Saturday, May 10, 2014
Cara rima ceca.
Las dos caras de la moneda se
juegan todo o nada en este campeonato, la vida o la muerte, el negro o el blanco, la
cara o la ceca, después del último partido la copa del mundo quedó cerca del
alcance de la mano de los muchachos del equipo de la aldea que no serán lo
mejor pero que han logrado sacarle la cara de tristes de los barras, el matador
muy especialmente, ese flaco que no hace mucho en la cancha pero que está
parado justo en el lugar en el momento justo, para meterle un zapatazo y hacer
que la red se combe hacia afuera al punto de estiramiento, como la panza de una
mamá cerca de andar pariendo de esas que estos hijos de puta a veces a agarran
y las pasean por todo el penal haciéndolas que hagan las cochinadas que les
piden, de estos hijo de puta que también tienen dos caras, como las monedas con
su cara y su ceca, de ese partido que ahogó los ruidos de todos los días de
esta ciudad de mierda, ese zumbido de autos de gente hablando a los gritos de
bocinazos de puteadas, que son para ellos sus conexiones con lo que está afuera
que ninguno conoce, las dos caras de ese campeonatos las dos caras de ese
partido y las dos caras de ese equipo que el mismo día liberó los otros ruidos,
esos que vienen de la cancha, lo que indica que la cancha de los millonarios
está cerca, que todos son ruidos de una masa humana que tiene que ser grande,
una bestia que suspira sopla canta como si fuera un monstruo incómodo por lo
que seguramente está mirando, ellos dicen que son los que tienen la razón, que
la sinarquía internacional quiere meterse con los ladinos de todo el
continente, cara o ceca los ladinos de adentro también tienen la razón con eso
de la explotación del hombre por el hombre, le comenta el carancho al otro
carancho que justo coincidieron el mismo día de cambio de ruidos, cuando estos
aprovecharon para llevarse un avión con cincuenta compañeros vaya a saber
adónde.
Friday, May 09, 2014
Cuentas y cuentos.
Cuando llegaba el momento de los
conteos, cuando las cosas pasaban de castaño claro a castaño oscuro, cuando el
enjambre de versiones y comentarios se iba haciendo más grande con los
chusmeríos que corrían por los pasillos de penal, lleno de gente hacinada sucia
maloliente, mezclada con miliquitos pulcros a la fuera que olían a jabón de
lavara ordinario y colonia lavanda, estos sentados en escritorios improvisados
en rincones insólito, tenían sus versiones siempre restando los números que por
ahí se tiraban a medida que pasaban los días, si los cuentos deban cuenta de
una bardeada la noche anterior con quince compañeros ellos contestaban que
fueron diez y repetían las mismas sustracciones como si estuvieran en una clase
de tercer grado con una maestra gorda y mala que los obligaba puntero en mano a
probar hasta que lleguen al resultado, cuando llegaban los momentos peores por
los que ellos se daban cuenta que el horno no estaba para bollos, en los
conteos después de las noches de desvelos fuertes de picanas y confesiones, de
lavados de cerebro que hacían los oficiales que se desaparecían de día y
volvían después de las once de las noches, ellos contaban siempre de más al
revés de los otros que contaban menos, si decían que habían caído veinte
compañeros en palomitas lña noche anterior, ellos hacían circular a propósito
que fueron cuarenta para que eso llegara a sus familiares para que apuraran los
trámites para que los dejaran de privar de su derechos constitucionales, se acordaban
mientras los milicos contaban de menos ellos contaban de más como si se
hubieran puesto de acuerdo para ir haciendo más mentiras las verdades y más
verdades a las mentiras que circulaban por esos días de averiguación de
antecedentes, al carancho doctor iracundo no se le pasaba nada.
Thursday, May 08, 2014
HABLAR RIMA NO HABLAR.
Con el paso de los días se le fue
haciendo carne que le sale más barato hablar que no hablar, un poquito después
de haber decidido mentir o decir la verdad, porque parece que estos militares
de mierda están más perdidos que la propia mierda, y la mentira se termina
convirtiendo en la verdad de tanto entrenamiento que se hace antes de entrar en
las apretadas, que estos hijos de puta las hacen entre las doce de la noche y
las tres de la mañana, que le sale más barato creerse él antes las mentiras que
les va tirando, sobre gente que tiene que buscar, lugares y los principales pecados,
con eso los tipos comienzan a quedarse más tranquilos, qu le sale más barato
mentirse él antes que decirles la verdad, aunque anda corriendo la bolilla que
si se dan cuenta de los tejemanejes, ejecutan, y nadie conoce todos los
detalles, qué significa, porque algunos dicen que muchos compañeros desaparecen
a la noche y no los vuelven a ver más, y a otros los matan y en los diarios
hablan de enfrentamientos.
Wednesday, May 07, 2014
Selectas rima matinés.
Las neurastenias que unos minutos
antes eran su mundo sus mundos, y que ellos pasaban en silencio, entre cielos e
infiernos, lloriqueando por esos cuadros no deseados, sin entender demasiado
sus culpas para desencadenarlos, porque qué más podrían haber hecho que abrir
los ojitos desconcertados por los gritos, las discusiones, los rezongues
pesados del viejo quedaban en la historia, apenas los niños ponían una pata en
los ladrillos de la vereda, todas las arengas las reminiscencias a su vida
pasada y a sus decisiones ejemplares, según sus propias declaraciones,
martirizándolos con que él era bien distinto a sus edades, todo esos, esos
torbellinos de líos de enredos, apenas pisaban esos ladrillos desteñidos y
rotos que a lo largo de unos cincuenta metros pasaba por todo su mundo de
entonces sus mundo otros mundos, distinto a ese otro que siempre venía con
malos augurios, un mundo otro mundo circunscrito en esos días al chorizo que
empezaba en la casa de los Brandan que eran un montón entre los padres y como
diez hermanos algunos ya con sus mujeres, y terminaba en el ante patio del
atrio de la iglesia, una iglesia grande, imponente, que desentonaba con el tamaño
del pueblito porque los dueños del ingenio habían puesto toda la plata para
hacerla, entera, apenas pisaban otras arenas, las renegadas quedaban en la
historia, mientras ellos caminaban derecho al cine teatro del ingenio, el otro
mundo de sus mundos su mundo, ese nuevo universos en el otro extremo del
primero, habitado por los sucesos argentinos y las peripecias de Elvis en
Acapulco, habitado por los fantasmas de ese cantinflas de bigotitos finos,
apenas una línea sobre sus labios superiores y los pantalones a la altura de la
raya del culo, justo hasta esta donde no se viera.
Tuesday, May 06, 2014
Naturales rima artificiales.
Hasta el día en que se lo
llevaron a él, ellos eran un matrimonio normal, y como todos los matrimonios
normales, no era que se contaban los detalles de sus vidas individuales, nadie
anda contando al otro detalle por detalle simplemente se vive y se comparten
momentos, pero en ellos cada uno conocía los secretos comunes, y especialmente,
los secretos de los patrimonios gananciales, en plata y propiedades que ya
habían acumulado bastante por esos días, por eso cuando comenzó a pasar el
tiempo y él no volvía, después de muchas peregrinaciones que hizo por oficinas
y curias, pidiendo a gente y curas influyentes que la ayudaran, primero para
saber del paradero de su marido, y segundo, de cuándo quedaría en libertad
cuándo iban a proceder a devolverle su libertad y sus derechos, anduvo
disponiendo hacer algunas mudanzas, porque después que estuvieron unos días en
Villa Gorriti un chismoso le vino con el cuento que se enteró que al doctor,
que adentro se ha ganado el alias de carancho porque pelea defendiendo a los
más debilitados, lo habían trasladado a Caseros o a Devoto, allá por donde
atiende dios en su escritorio aunque esté en todos lados como divulga la
chusma, y por eso que ella creía que a estos hijos de puta mentirosos de los
militares se les va la mano porque no pueden tener por averiguación de
antecedentes a una persona encarcelada cinco meses o tres años como cuentan
otros que pasan, por eso anduvo con esa idea de comprarse un departamentito en
la capital federal que es donde viven los jueces que cortan el queso en todos
los tramuyos y chamuyos, un bulincito le diría su marido, nada más que ahora no
para fornicar como lo hacían cuando estaba, sino para usarlo como hotel
haciendo los trámites para buscarlo, un sucuchito que terminó en un
departamento de treinta metros cuadrados con un balcón, donde colgó un alambre
y puso un arco y un canario de plástico, que emitía una canto parecido al de un
canario de carne y hueso, todo artificial, todo de juguete, aunque fuera, pero
le recordaban el canario y unos adornos de flores también de plásticos que se
dobla, los amaneceres en el ingenio, allá donde a las mañanas cantan hasta que
se cansan los canarios en serio.
Monday, May 05, 2014
Internados rima internos.
No le importa que no les importe
lo que le importa, después de todo estos son como los dominicanos del
internado, los que lo tenían a los trotes, a él y a una cincuentena de chicos
tristes como él, con padres pudientes que los dejaban en manos de esos curas,
algunos afables otros putos, unos recatados otros divertidos, que caminaban
arrastrando sus sotanas oscuras en las baldosas lustradas de los pasillos de
los patios del colegio, donde los dejaban de plantones cada vez que se mandaban
una cagada, después de todo estos neurasténicos de los milicos, estos celadores
de mierda, son como esos curas que los sacaban buenos del colegio secundario,
más que acostumbrado está que a nadie le importe lo que a él le importa, como
le importó en el hospital con los remedios para los más pobres, pidiendo lo que
no les importaba a los otros a esos que son ricos porque son pobres los que
andan cerca, a los de la empresa, justamente a esos explotadores de mierda, con
esos remedios que no compran porque se hacen los boludos como si la salud
fueran las cuestiones de clase y los coyas además de trabajar bajo el sol o la
lluvia, tuvieran que andar con fiebres o infecciones a propósito como si fueran
bestias, no le importa que no les importe, que ellos se coman o no se coman,
los estofados humeantes que les acercan para que ellos en cuclillas o sentados
por el suelo se los coman o hagan que como que se lo comen con ellos no hay
jodas, hasta que los llaman para ver eso de los antecedentes, las huellas
digitales y los legajos armados por magistrados siniestros, a esos estofados,
apelmazamientos que creerán que son como los estofados que preparaba la vieja,
los fines de semana cuando les daban libres el viernes a la noche hasta el
domingo a las dos de la tarde, espantosa hora de los domingos, en la que había
que enfrentar nuevamente, la soledad de la semana una soledad con muchos
compañeros como ahora los del penal, de estar amontonados solo amontonados, sin
siquiera tener gustos comunes, porque encima son de cuadros diferentes y los domingos
se pasan discutiendo, de boca de river, los resultados de las fechas con la
información que les traen los que los vigilan porque las tele son caras y ellos
no vienen para ver programas menos los partidos, igual que allá en el colegio,
igual que ese niño que fue, ese mismo niño que olvidaba las admoniciones pero
recordaba las colaciones, las de las mañanas en los olores de la yerba del mate
cocido y los biscochos con grasa las de las tardes con el mate cocido de nuevo,
y los bollos con chicharrones, ese mismo niño que olvida las puteadas y los
odios pero nunca esos olores de la comida que no le sirven en villa Gorriti.
Sunday, May 04, 2014
Sucesos rima argentinos.
Después de ese pantallazo del
jinete resistiendo, al nervio del caballo encabritado, como si fuera que en esa
que esa foto que ni les interesaba, a ellos, porque en las sal convivían con
otros que miraban a la pantalla embelesado, como si fuera en ese instante
eternizado por una filmación, viniera algún mensaje de tipos ausentes, lejanos,
desconocidos, viviendo en pasados congelados, de historias congeladas en algún
momento, por alguien, que ellos ni sabían, al revés de los otros tal vez,
extasiados por lo demás de esos sucesos, por esa historia de una fábrica que se
inauguraba, o la historia del último modelo del Siam estandarte de la industria
nacional, o por esas luchas inentendibles entre militares y civiles allá lejos,
como esa misma pantalla de ellos, saliendo y entrando de convenciones de
cenáculos donde se los veía jurar y después salir corriendo en medio de
revueltas callejeras, como fantasmas corriendo en éteres desconocidos, mientras
la voz en off explicaba para los que quisieran escuchar, en la parte hablada de
esas imágenes, alguna letra armada por jefes escondidos manipulando detrás de
esos escondidos seres de sombras de degradé del blanco y negro de las
filmaciones, mientras ellos, esos púberes calientes sin saberlo persiguiendo a
las niñas también calientes, en las sombras del cine teatro de esas matinés o
selectas que vivieron mucho tiempo, sin caer en la cuenta que en cada uno de
esos sucesos pasados, que podían interesar a alguien en este presente y tal vez
un porvenir desconocido, se intercalaban, las buenas y las malas, noticias de
toda laya, golpes de estado con el cultivo del trigo en las pampas porteñas.
Saturday, May 03, 2014
MATINÉS RIMA SELECTAS.
Un timbre sonando sin pausas, un
sonido que cruzaba la sala de cuatrocientas almas juntadas por el mismo motivo
en esos momentos del domingo de ese domingo de todos los domingos cuando como
si fuera un ritual, ellos se llegaban hasta el cine teatro y eso anunciaba un
comienzo más de todos los comienzos infinitos que tuvieron en esos años, cada
vez a las dos de la tarde cada vez a las cinco de la tarde, cada vez a las
nueve de la noche cuando fueron grandes, un timbre igual a los timbres de las
casas que ellos tocaban en las puertas de las casas, las tardes aburridas de
los sábados para salir corriendo cuando algún rezongón, viejo o vieja,
atendiera el llamado, un timbre igual pero sonando todo el tiempo, esa era la
señal en cada rincón de los pasillos que quedaban entre las butacas de madera y
cuerina cada vez que estaba por empezar una película, un timbre emitiendo un
sonido llegaba hasta el baño o el salón de entrada, donde en unos paneles
inmensos estaban anunciadas todas las películas de la semana, la de los matinés
y los selectas que es donde ellos más caían, ese timbre indicaba el momento de
recogerse porque comenzaba la película, para ellos por esos días el rito
inclaudicable de los domingos, era ese cine teatro donde iban no a ver las
películas sino a todo lo demás que es ir a ver una película, ahí comenzaban sus
éxtasis, en el mismo momento que esas inmensas cortinas de terciopelo de color
violeta comenzaban a correrse lentamente, muy lentamente, con detenciones y
retrocesos, hasta que la imagen del fantasma de ese jinete que aparecía unos
segundo antes del título sucesos argentino, llegara con su caballo al primer plano
donde la bestia terminaba parado en dos patas, noticias, propaganda política, editoriales
sociales, ellos sabían que esos momentos eran para terminar de comprar las
golosinas, los chocolates comprimidos, las manzanas con caramelos, todas esas
cosas para las que alcanzaban con la monedas que les daban, fueron y volvieron
muchas veces, años, y cuando el viejo se puso pesado con el horario de los
matinés porque lo embromaban en sus siestas los niños cambiaron por los
selectas.
Friday, May 02, 2014
Liborio rima liborionauta.
Allá en ese mundo hostil antes de
serlo, de ordenes de gritos altisonantes de imprecaciones, de cobros que se
hacen antes de los gastos, donde se resuelven las peleas a empujones o piñas,
en ese mundo de servilismos, de favores que se cruzan, de comedidos que llegan
los domingos y leen esos cuentos de la vuelta al mundo, cuando tuvo edad de
andar entendiendo, un poco antes de dejar de ser un huérfano abandonado en un
hospicio, y pasar a ser entenado del patroncito de la estancia que después
terminó siendo su padre de crianza, él anduvo haciendo averiguaciones sobre sus
orígenes, después que se enteró que no solamente viene una cigüeña de París,
sino que además como cualquiera tiene que haber tenido un padre y una madre,
anduvo averiguando por ahí con la gente del patronato sobre sus raíces de las
que nadie quiso darle explicaciones, en medio de los galpones donde las mujeres
contratadas refriegas las ropas percudidas de los internos en tablas y otras
son ayudantes que revuelven ollas con cucharones ennegrecidos, nadie, ni Doña
Mery, cuando cocina mientras come o cuando come mientras cocina hablando hasta
por los codos, lo que unos dicen que es malo o bueno depende de quién la juzga,
esa mujer bonachona que él siente que lo quiere mucho por el tamaño de las
raciones que le deja en el plato cuando comen después de la campana que tocan
al mediodía, ni el opa del jardinero Cirilo, por ahí en los resquicios del
parque de eucaliptos y ligustrinos que impiden mirar para afuera en esa vida
triste del orfanato, ni ella ni él, que además de zonzo de ser cariñoso y tener
un corazón del tamaño de una piña, tiene la lengua ligera y le podría haber
dado algún dato, nada, lo dejaron como un pichón comenzando a agarrar el vuelo
propio, con la pregunta más simple y sin respuesta y más confusa de todas las
preguntas, cuando no hay recuerdos.
Thursday, May 01, 2014
Charcos rima fugas.
Que venga a tocarle justo a él,
que repite infinitas veces en ruedas de amigos, en comilonas inolvidables, que
después de lo que ve en los quirófanos de tripas y de tejidos y de músculos no le asusta nada,
cada vez que entra a una operación de esas veces que sale bañado en sangre para
mirar personas familiares deudos o alegres almas compungidas aguantar recogimiento y aflicciones y todas esas vueltas que
dan los parientes por una cosas u otra, que él no siente miedo de nada, que
venga a tocarle justo a él cagarse de miedo realmente, ahora que estos hijos de
puta de los milicos le recomendaron que se pierda de la ciudad, un cabito de
mierda recomendándole a él qué es lo que tiene que hacer porque le dieron la
orden de soltarlo, que venga a tocarle que le toquen el culo de esa manera a él que ha enfrentado a señores poderosos, pasar todos esos retortijones como pedos
contenidos cuando hace más de veinte horas que no come nada, corriendo por calles desconocidas en una mole de cemento que apenas si conoce, comiendo menos de lo poco
que anduvo comiendo los últimos días que comenzó a desganarse, porque las
noticias que les llegaban eran todas de tipos que se los llevan a algún lado y
no vuelven, ahora que saltó el charco gracias a la intervención le dijeron del
chino que tiene contactos con los jefes de la junta, justo ahora que le dijeron al carancho doctor honorable intendente presidente del consejo deliberante en otras épocas de gloria, teniendo que aguantar las sugerencias que camine sin mirar para atrás como si fuera un personaje de la Biblia y que
se pierda todo lo que pueda en la estación del retiro, que pase de linyera lo
que se le ocurra para pasar desapercibido que no hable con nadie para pedir nada, que le conviene porque de otra forma pueden volver a tomar
revancha con él, que los mismos zurdos que él defendió lo entregaron sin ningún
problema como a otros compañeros, que entre ellos hay más traicioneros que los
traicioneros que hay dentro del ejército y que después se toman el olivo se
rajan se fugan.
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cuentos del abuelo que no son más que cuentos que se van copiando a lo largo del tiempo
MIAMI.- Uno tiende a pensar que las canciones infantiles no son otra cosa que tradición oral de origen incierto, convertida en dominio público y, como consecuencia, creaciones exentas de todo reclamo propietario.
"Sobre el puente de Avignon", por ejemplo, es una canción francesa del siglo XV y alude al famoso puente medieval de Saint-Benézet, que se extendía sobre el Ródano. Y "Mambrú se fue a la guerra" fue compuesta en 1709, tras la Batalla de Malplaquet, donde Gran Bretaña y Francia se enfrentaron para dirimir la sucesión española. El Mambrú en cuestión era el duque de Marlborough, a quien los franceses creían muerto.
Pero nadie conoce la identidad de sus creadores y en algunos casos, como el de Mambrú, se sospecha que se trata de una melodía originalmente árabe, que llegó a Francia con las cruzadas.
No es el caso de "Happy Birthday To You" ("Feliz cumpleaños"), considerada por el libro Guinness de récords la canción más popular del mundo, entonada en los más variados niveles de disonancia y en una multitud de lenguas en aniversarios de bebes, adultos y ancianos, incluida en cajas de música, teléfonos celulares y tarjetas de aniversario, llevada al espacio como uno de los testimonios de la cultura del planeta Tierra y memorablemente cantada por Marilyn Monroe el 19 de mayo de 1962 (78 días antes de su suicidio) a su amante, el presidente John F. Kennedy, en una celebración multitudinaria en el Madison Square Garden.
"Happy Birthday To You" no sólo tiene un origen comprobado, sino que además tiene dueño y copyright, y es objeto de una fascinante batalla legal por lo que podría representar unos 2.000.000 de dólares anuales en concepto de derechos de autor.
La historia comienza en 1893, cuando las hermanas Mildred y Patty Smith Hill, maestras jardineras de Kentucky, confeccionaron un libro titulado Cuentos cantados para el j ardín de infantes, que fue publicado por la editorial Clayton F. Summy Co., de Chicago.
La primera canción del libro se titulaba "Buenos días a todos", pero durante un cumpleaños del que las hermanas participaron, Patty sugirió cambiar la letra de la canción por "Happy Birthday To You", como una manera de homenajear a la niña que ese día celebraba su aniversario.
Esto es, en realidad, lo que se supone, porque no existe documentación que establezca que la letra de "Happy Birthday To You", de apenas cuatro líneas, sea efectivamente autoría de Patty Smith.
En marzo de 1924, un editor llamado Robert H. Coleman publicó una versión de "Buenos días a todos", que incorporaba la letra de "Happy Birthday" como alternativa. Con el advenimiento del cine y de la radio, la canción alcanzó una extraordinaria popularidad.
En 1931, fue incluida en el musical The Band Wagon , de George S. Kaufman y Howard Dietz, que protagonizaron Fred Astaire y su hermana, Adele, y dos años más tarde, cuando la Western Union lanzó su primer telegrama cantado, eligió "Happy Birthday To You" como su primera canción.
Fue, precisamente, en 1933, cuando Irving Berlin volvió a usar la canción en su comedia musical As Thousands Cheer ( Mientras miles vitorean ) que Jessica Hill, la tercera de las hermanas Hill, decidió emprender acciones legales.
Tras demostrar la similitud entre la canción original y "Happy Birthday To You", Jessica Hill logró que una corte la autorizara a registrar la nueva versión, que obtuvo un copyright en 1934.
La compañía Summy de Chicago publicó la canción en 1935. Según la legislación en vigor, los derechos debían expirar en 28 años, pero el acta del derecho de autor sancionada en 1976 los extendió hasta 2010. Y en 1998, a propósito de una disputa en torno de una canción de Sonny Bono, la Corte Suprema norteamericana añadió 20 años más al derecho de autor, lo que prolongó el copyright sobre "Happy Birthday To You" hasta 2030.
Algunos expertos, como Robert Brauneis, de la Universidad George Washington, argumentan que si bien los méritos para registrar una canción popular son válidos, en el caso de "Happy Birthday To You", los argumentos se ven anulados por la inexistencia de pruebas fehacientes acerca de quién escribió la letra de la canción.
Si todo esto hace dudar al lector acerca de la conveniencia de cantar "Happy Birthday" la próxima vez que algún familiar cumpla años, a riesgo de que aparezca alguien de Sadaic a reclamar los royalties, tranquilícese. Las demandas sólo se aplican a la explotación comercial de la canción, no a las fiestas familiares.
(tradición conocida gracias a mario diament en una nación de 2009)
"Sobre el puente de Avignon", por ejemplo, es una canción francesa del siglo XV y alude al famoso puente medieval de Saint-Benézet, que se extendía sobre el Ródano. Y "Mambrú se fue a la guerra" fue compuesta en 1709, tras la Batalla de Malplaquet, donde Gran Bretaña y Francia se enfrentaron para dirimir la sucesión española. El Mambrú en cuestión era el duque de Marlborough, a quien los franceses creían muerto.
Pero nadie conoce la identidad de sus creadores y en algunos casos, como el de Mambrú, se sospecha que se trata de una melodía originalmente árabe, que llegó a Francia con las cruzadas.
No es el caso de "Happy Birthday To You" ("Feliz cumpleaños"), considerada por el libro Guinness de récords la canción más popular del mundo, entonada en los más variados niveles de disonancia y en una multitud de lenguas en aniversarios de bebes, adultos y ancianos, incluida en cajas de música, teléfonos celulares y tarjetas de aniversario, llevada al espacio como uno de los testimonios de la cultura del planeta Tierra y memorablemente cantada por Marilyn Monroe el 19 de mayo de 1962 (78 días antes de su suicidio) a su amante, el presidente John F. Kennedy, en una celebración multitudinaria en el Madison Square Garden.
"Happy Birthday To You" no sólo tiene un origen comprobado, sino que además tiene dueño y copyright, y es objeto de una fascinante batalla legal por lo que podría representar unos 2.000.000 de dólares anuales en concepto de derechos de autor.
La historia comienza en 1893, cuando las hermanas Mildred y Patty Smith Hill, maestras jardineras de Kentucky, confeccionaron un libro titulado Cuentos cantados para el j ardín de infantes, que fue publicado por la editorial Clayton F. Summy Co., de Chicago.
La primera canción del libro se titulaba "Buenos días a todos", pero durante un cumpleaños del que las hermanas participaron, Patty sugirió cambiar la letra de la canción por "Happy Birthday To You", como una manera de homenajear a la niña que ese día celebraba su aniversario.
Esto es, en realidad, lo que se supone, porque no existe documentación que establezca que la letra de "Happy Birthday To You", de apenas cuatro líneas, sea efectivamente autoría de Patty Smith.
En marzo de 1924, un editor llamado Robert H. Coleman publicó una versión de "Buenos días a todos", que incorporaba la letra de "Happy Birthday" como alternativa. Con el advenimiento del cine y de la radio, la canción alcanzó una extraordinaria popularidad.
En 1931, fue incluida en el musical The Band Wagon , de George S. Kaufman y Howard Dietz, que protagonizaron Fred Astaire y su hermana, Adele, y dos años más tarde, cuando la Western Union lanzó su primer telegrama cantado, eligió "Happy Birthday To You" como su primera canción.
Fue, precisamente, en 1933, cuando Irving Berlin volvió a usar la canción en su comedia musical As Thousands Cheer ( Mientras miles vitorean ) que Jessica Hill, la tercera de las hermanas Hill, decidió emprender acciones legales.
Tras demostrar la similitud entre la canción original y "Happy Birthday To You", Jessica Hill logró que una corte la autorizara a registrar la nueva versión, que obtuvo un copyright en 1934.
La compañía Summy de Chicago publicó la canción en 1935. Según la legislación en vigor, los derechos debían expirar en 28 años, pero el acta del derecho de autor sancionada en 1976 los extendió hasta 2010. Y en 1998, a propósito de una disputa en torno de una canción de Sonny Bono, la Corte Suprema norteamericana añadió 20 años más al derecho de autor, lo que prolongó el copyright sobre "Happy Birthday To You" hasta 2030.
Algunos expertos, como Robert Brauneis, de la Universidad George Washington, argumentan que si bien los méritos para registrar una canción popular son válidos, en el caso de "Happy Birthday To You", los argumentos se ven anulados por la inexistencia de pruebas fehacientes acerca de quién escribió la letra de la canción.
Si todo esto hace dudar al lector acerca de la conveniencia de cantar "Happy Birthday" la próxima vez que algún familiar cumpla años, a riesgo de que aparezca alguien de Sadaic a reclamar los royalties, tranquilícese. Las demandas sólo se aplican a la explotación comercial de la canción, no a las fiestas familiares.
(tradición conocida gracias a mario diament en una nación de 2009)
boludeces de humor negro que circulan
por el ciberespacio y por la calle
Hay un tipo gangoso sentado en un banco del Central Park de Nueva York,
en la noche de Nochebuena, cuando de pronto se acerca una dama y se
sienta a su lado. El tipo, que andaba solo, para romper el hielo le dice:
- ¡Ghola!
- ¡Ghola!
- ¿Ghos tanguien shos gangosa...?
- Shi.
- ¿Y haglás Eskañol?
- Shi.
- ¡Lo único que te jaltaria esh sher Arlgentina!
- Shi, shoy Arlgentina.
- ¡Uy! ¡Qué shuerte! ¡Yo tamguien shoy Arlgentino! Yo eskaba solo acá
shentado hoy que esh noche guena y jhusto akareciste vosh que tamguien
shos gangosa y Arlgentina. ¿Que te karece shi hacemos algo...?
- Gueno, ashi ninguno de los dosh she queda sholo.
Entonces se van los dos a cenar. Empiezan a charlar, a conocerse y se van
a pasar la Nochebuena en un Hotel. Se encaman, y luego de unas horas de
sexo, lujuria y placer se produce la siguiente conversación:
- Oguime, le dice la chica, tengho que confesharte algho.
- ¿Qué esh?
- Tengho Sida...
- ¡Ah...! ¡Güenísimo! ¡ ¡Yho tengho Pan Dulce!
Hay un tipo gangoso sentado en un banco del Central Park de Nueva York,
en la noche de Nochebuena, cuando de pronto se acerca una dama y se
sienta a su lado. El tipo, que andaba solo, para romper el hielo le dice:
- ¡Ghola!
- ¡Ghola!
- ¿Ghos tanguien shos gangosa...?
- Shi.
- ¿Y haglás Eskañol?
- Shi.
- ¡Lo único que te jaltaria esh sher Arlgentina!
- Shi, shoy Arlgentina.
- ¡Uy! ¡Qué shuerte! ¡Yo tamguien shoy Arlgentino! Yo eskaba solo acá
shentado hoy que esh noche guena y jhusto akareciste vosh que tamguien
shos gangosa y Arlgentina. ¿Que te karece shi hacemos algo...?
- Gueno, ashi ninguno de los dosh she queda sholo.
Entonces se van los dos a cenar. Empiezan a charlar, a conocerse y se van
a pasar la Nochebuena en un Hotel. Se encaman, y luego de unas horas de
sexo, lujuria y placer se produce la siguiente conversación:
- Oguime, le dice la chica, tengho que confesharte algho.
- ¿Qué esh?
- Tengho Sida...
- ¡Ah...! ¡Güenísimo! ¡ ¡Yho tengho Pan Dulce!
ADN
ADN, los derechos y los ácidos. No sé mucho de los derechos a darse cuenta de que la privacidad es la privacidad y ninguna ley puede cambiar de una entidad de este tipo fuera de la condición humana, o la cosmética o la justificación de un derecho natural e inherente a lo esencial de nuestra más pura naturaleza, y que esto es como un apoyo a la vida antes de que otros principios, si uno trató de construir un sistema o establecer prioridad sobre lo que está aguas arriba o aguas abajo en este autodeterminada, y con independencia de tema o la implicación de otra u otras personas en esta iniciativa. Por supuesto, las líneas que marcan los espacios reales y virtuales en todo esto son muy indefinida ya veces hace que el avance hacia lo que aún no se sabe si se hiciese lo que con la eutanasia, o en un extremo opuesto a incurrir en errores extraordinarios como privar a alguien de libertad no recordar el número de identificación de la memoria o su look hippie de desgracia como lo fue para la Argentina en los años setenta. La intimidad es la intimidad y creo francamente que debemos estar de acuerdo - no palabrería - la mayoría de las personas que habitan este planeta, pero privacidad que no debe confundirse con el privado, como parte de nuestra personalidad es constitutiva, pero no es determinante de nuestra función social se despliega en una amplia gama de posibilidades, y luego sucede que alguien quiere meterse con nuestra privacidad sin una petición o similares , también puede ser individual más o menos dispuestos a compartir nuestra intimidad con uno u otro o directamente a no compartir. El que fue violada, sin duda, es herido en sustancia, sino la sociedad en su sistema como se señaló en ese caso a quien la lesión y, en general condenando la actitud, pero no heridos alivio al que sufre y en todo caso sólo contiene el enigma nunca es recuperada por el individual y así es como entrar en el gran área de gris que existe en esta materia que va del negro al blanco, ya la tercera, que, como grupo lo resolvemos nuestras lesiones socialmente con los que obtenemos asuma que sufrió una lesión en su intimidad somos que no participan, lo hacemos a veces y otras no ?, ¿cómo lo que otros entienden que debemos comprometernos con la privacidad de los demás, especialmente cuando la persona no solicita o cuando lo solicite expresamente, o si la persona no lo hace? ¿Por qué habría de lo que otros quieren ser y no es lo que debería ser? ¿Está bien que otra carga generacional se convierte en uno que pertenece a otra generación? ¿Hay alguien en el sistema con la capacidad de sopesar las decisiones íntimas no es socialmente perjudicial, ¿alguien puede obligar a otro para alterar las decisiones subjetivas? Aunque las costumbres argentinas como nos inclinamos a menudo para tomar el lugar de los dioses intimidad es la intimidad, y aunque se encuentran con la base para los que no se ve bien para obligar a alguien compulsivamente directa o indirectamente a someterse a las pruebas de ADN para determinar su por caso o formular objeciones si hay razones que podrían desencadenar acciones, para asegurarse de que la decisión de convertir esas características cualquiera de los términos de la ecuación esa es nuestra inherente e inviolable espléndida privacidad, o la totalidad de sus términos. En cuanto a la integridad, en su resolución y si las normas que puedan estar en ese sentido la estatura de su propia probidad es primero una decisión individual y la privación y si uno es conjunto y también con su entorno que no es perjudicial, no hay razón alguien puede reclamar el derecho a oponerse, porque de la misma manera que podría desafiar lo que creemos es posiblemente el otro, evidentemente, más de un lío armar estilo argentino con piquete y todo, y razones más legítimos distintos de los que se hicieron sobre si son incompatibles con ellos mismos, y mucho menos si éstos pertenecen al anuncio para la afiliación de uno mismo. ¿Cuántos ejemplos de problemas no resueltos en nuestra sociedad es sólo porque la gente elige para preservar su integridad? Debido a la dignidad, porque la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes están en un nivel más alto que la evaluación externa de la honra o deshonra a sí mismo. ¿Es el voluntarismo honor individual una variable dependiente de otra u otras personas? Como el umbral de la identidad, es decir, antes mucho antes de la inexactitud probable de tercero para la medición de índices de audiencia muy personales y también por su forma de elección auto-mal es pre errores por proxy, tanto más si la información, comunicación o conocimiento se impregnan con un ácido rencor del árbitro.
About Me
- inca paz
- Inca Paz también puede ser este ¿no?, de mi vida si te interesa preguntá, y sino todo bien
historia argentina contemporánea
Fernando Peña
29.03.2008
Cristina, mucho gusto. Mi nombre es Fernando Peña, soy actor, tengo 45 años y soy uruguayo. Peco de inocente si pienso que usted no me conoce, pero como realmente no lo sé, porque no me cabe duda que debe de estar muy ocupada últimamente trabajando para que este país salga adelante, cometo la formalidad de presentarme. Siempre pienso lo difícil que debe ser manejar un país... Yo seguramente trabajo menos de la mitad que usted y a veces me encuentro aturdido por el estrés y los problemas. Tengo un puñado de empleados, todos me facturan y yo pago IVA, le aclaro por las dudas, y eso a veces no me deja dormir porque ellos están a mi cargo. ¡Me imagino usted! Tantos millones de personas a su cargo, ¡qué lío, qué hastío! La verdad es que no me gustaría estar en sus zapatos. Aunque le confieso que me encanta travestirme, amo los tacos y algunos de sus zapatos son hermosísimos. La felicito por su gusto al vestirse.Mi vida transcurre de una manera bastante normal: trabajo en una radio de siete a diez de la mañana, después generalmente duermo hasta la una y almuerzo en mi casa. Tengo una empleada llamada María, que está conmigo hace quince años y me cocina casero y riquísimo, aunque veces por cuestiones laborales almuerzo afuera. Algunos días se me hacen más pesados porque tengo notas gráficas o televisivas o ensayos, pruebas de ropa, estudio el guión o preparo el programa para el día siguiente, pero por lo general no tengo una vida demasiado agitada. Mi celular suena mucho menos que el suyo, y todavía por suerte tengo uno solo. Pero le quiero contar algo que ocurrió el miércoles pasado. Es que desde entonces mi celular no deja de sonar: Telefe, Canal 13, Canal 26, diarios, revistas, Télam… De pronto todos quieren hablar conmigo. Siempre quieren hablar conmigo cuando soy nota, y soy nota cuando me pasa algo feo, algo malo. Cuando estoy por estrenar una obra de teatro –mañana, por ejemplo– nadie llama. Para eso nadie llama. Llaman cuando estoy por morirme, cuando hago algún “escándalo” o, en este caso, cuando fui palangana para los vómitos de Luis D’Elía. Es que D’Elía se siente mal. Se siente mal porque no es coherente, se siente mal porque no tiene paz. Alguien que verbaliza que quiere matar a todos los blancos, a todos los rubios, a todos los que viven donde él no vive, a todos lo que tienen plata, no puede tener paz, o tiene la paz de Mengele.Le cuento que todo empezó cuando llamé a la casa de D’Elía el miércoles porque quería hablar tranquilo con él por los episodios del martes: el golpe que le pegó a un señor en la plaza. Me atendió su hijo, aparentemente Luis no estaba. Le pregunté sencillamente qué le había parecido lo que pasó. Balbuceó cosas sin contenido ni compromiso y cortó. Al día siguiente insistí, ya que me parecía justo que se descargara el propio Luis. Me saludó con un “¿qué hacés, sorete?” y empezó a descomponerse y a vomitar, pobre Luis, no paraba de vomitar. ¡Vomitó tanto que pensé que se iba a morir! Estaba realmente muy mal, muy descompuesto. Le quise recordar el día en el que en el cine Metro, cuando Lanata presentó su película Deuda, él me quiso dar la mano y fui yo quien se negó. Me negué, Cristina, porque yo no le doy la mano a gente que no está bien parada, no es mi estilo. Para mí, no estar bien parado es no ser consecuente, no ser fiel. Acepto contradicciones, acepto enojos, peleas, puteadas, pero no tolero a las personas que se cruzan de vereda por algunos pesos. No comparto las ganas de matar. El odio profundo y arraigado tampoco. Las ganas de desunir, de embarullar y de confundir a la gente tampoco. Cuando me cortó diciéndome: “Chau, querido…”, enseguida empezaron los llamados, primero de mis amigos que me advertían que me iban a mandar a matar, que yo estaba loco, que cómo me iba a meter con ese tipo que está tan cerca de los Kirchner, que D’Elía tiene muuuucho poder, que es tremendamente peligroso. Entonces, por las dudas hablé con mi abogado. ¡Mi abogado me contestó que no había nada qué hacer porque el jefe de D’Elía es el ministro del Interior! Entonces sentí un poco de miedo. ¿Es así Cristina? Tranquilíceme y dígame que no, que Luis no trabaja para usted o para algún ministro. Pero, aun siendo así, mi miedo no es que D’Elía me mate, Cristina; mi miedo se basa en que lo anterior sea verdad. ¿Puede ser verdad que este hombre esté empleado para reprimir y contramarchar? ¿Para patotear? ¿Puede ser verdad? Ése es mi verdadero miedo. De todos modos lo dudo.Yo soy actor, no político ni periodista, y a veces, aunque no parezca, soy bastante ingenuo y estoy bastante desinformado. Toda la gente que me rodea, incluidos mis oyentes, que no son pocos, me dicen que sí, que es así. Eso me aterra. Vivir en un país de locos, de incoherentes, de patoteros. Me aterra estar en manos de retorcidos maquiavélicos que callan a los que opinamos diferente. Me aterra el subdesarrollo intelectual, el manejo sucio, la falta de democracia, eso me aterra Cristina. De todos modos, le repito, lo dudo.Pero por las dudas le pido que tenga usted mucho cuidado con este señor que odia a los que tienen plata, a los que tienen auto, a los blancos, a los que viven en zona norte. Cuídese usted también, le pido por favor, usted tiene plata, es blanca, tiene auto y vive en Olivos. A ver si este señor cambia de idea como es su costumbre y se le viene encima. Yo que usted me alejaría de él, no lo tendría sentado atrás en sus actos, ni me reuniría tan seguido con él. De todas maneras, usted sabe lo que hace, no tengo dudas. No pierdo las esperanzas, quiero creer que vivo en un país serio donde se respeta al ciudadano y no se lo corre con otros ciudadanos a sueldo; quiero creer que el dinero se está usando bien, que lo del campo se va a solucionar, que podré volver a ir a Córdoba, a Entre Ríos, a cualquier provincia en auto, en avión, a mi país, el Uruguay… por tierra algún día también.Quiero creer que pronto la Argentina, además de los cuatro climas, Fangio, Maradona y Monzón, va a ser una tierra fértil, el granero del mundo que alguna vez supo ser, que funcionará todo como corresponde, que se podrá sacar un DNI y un pasaporte en menos de un mes, que tendremos una policía seria y responsable, que habrá educación, salud, piripipí piripipí piripipí, y todo lo que usted ya sabe que necesita un país serio. No me cabe duda de que usted lo logrará. También quiero creer que la gente, incluso mis oyentes, hablan pavadas y que Luis D’Elía es un señor apasionado, sanguíneo, al que a veces, como dijo en C5N, se le suelta la cadena. Esa nota la vio, ¿no? Quiero creer, Cristina, que Luis es solamente un loco lindo que a veces se va de boca como todos. Quiero creer que es tan justiciero que en su afán por imponer justicia social se desborda y se desboca. Quiero creer que nunca va a matar a alguien y que es un buen hombre. Quiero creer que ni usted ni nadie le pagan un centavo. Quiero creer que usted le perdona todo porque le tiene estima. Quiero creer que somos latinos y por eso un tanto irreverentes, a veces también agresivos y autoritarios. Quiero creer que D’Elía no me odia y que, la próxima vez que me lo cruce en un cine o donde sea, me haya demostrado que es un hombre coherente, trabajador decente con sueldo en blanco y buenas intenciones.Cuando todo eso suceda, le daré la mano a D’Elía y gritaré: “Viva Cristina”… Cuántas ganas tengo de que todo eso suceda. ¿Estaré pecando de inocente e ingenuo otra vez? Espero que no. La saluda cordialmente,Fernando Peña
para la memoria y la libertad - ni una palabra más
Es habitual en los últimos tiempos encontrarse con intelectuales y artistas (y también con periodistas)que se dicen cansados de un periodismo crítico de los Kirchner. "Todos se han puesto de acuerdo para hablar mal del Gobierno", se escuchó decir hace poco a un reconocido escritor argentino. ¿Por qué no se cansaron cuando los periodistas criticábamos a Carlos Menem, a Fernando de la Rúa, a Eduardo Duhalde y hasta a Raúl Alfonsín mismo, aunque en este último caso prevaleció siempre, es cierto, el natural cuidado de una democracia recién nacida? En realidad, aquellos fatigados confunden cansancio con coincidencia. Ellos están -y es su derecho- muy cerca del discurso del kirchnerismo, aun cuando les sea difícil unir discurso y realidad, a veces tan divorciados.
El problema no pasaría de ser un duelo inconcluso entre extenuados y resistentes si la solución que se ofrece no fuera extremadamente peligrosa. Lo que agota, dicen, es la opinión.
El periodismo debería limitarse a ser un transportador de informaciones asépticas y un comunicador de posiciones antagónicas con preponderancia de las oficiales, porque el Gobierno tiene la responsabilidad de conducir la nación política. Eso es lo que proponen. En castellano simple y directo: lo que buscan es un periodismo pasteurizado, integrado por mecanógrafos o relatores que deberían limitarse a contar una realidad compleja, impetuosa y cambiante. Imposible de digerir fácilmente, por lo tanto, para el ciudadano preocupado por las cosas rutinarias de su vida.
La primera contradicción surge cuando ninguno de aquellos fatigados alude a las opiniones que florecen en los huertos del kirchnerismo. Ministros, legisladores, periodistas amigos y hasta la Presidenta suelen opinar (¡y cómo!) sobre todo lo que les es adverso. Es, entonces, la opinión del periodismo independiente (sí, independiente) lo que cansa y estaría de más.
Resulta, sin embargo, que no hay una fórmula verdadera para el periodismo que no incluya su función crítica del poder. Un periodismo acrítico, esterilizado y descolorido no tiene ninguna razón para existir. Su posición crítica debe incluir, desde ya, a la oposición, en tanto ésta forma parte del poder actual o del poder futuro. Pero su función crítica (desde la opinión o desde la investigación) debe abarcar sobre todo al poder que gobierna la contingencia. La publicidad de los actos de gobierno corre por cuenta de los funcionarios y de los enormes recursos estatales para promocionarlos, distribuidos arbitrariamente en el caso que nos ocupa.
Un medio periodístico debe incluir también en sus páginas o en sus espacios la opinión (con la condición de que sea seria y responsable) de los que no coinciden con el punto de vista de ese medio de comunicación. La Nacion lo ha hecho hasta cuando se dio el debate por la nueva ley de medios: convocó a sus páginas a políticos e intelectuales que no coincidían con la posición editorial del diario. Es la obligación del periodismo. Pero el medio periodístico y los periodistas cuentan con el derecho ?y el deber? de tener una opinión determinada sobre los sucesos de la vida pública del país. ¿Acaso no dejaría de merecer el necesario respeto (y hasta carecería de la conveniente previsibilidad) un medio al que le diera lo mismo el derecho o el revés de las cosas, las políticas de un color o de otro y las buenas o las malas formas?
La opinión es libre, como dijo hace poco Cristina Kirchner, en una de sus pocas oraciones de aceptación de la libertad del otro. Con todo, el periodismo tiene algunos deberes junto con aquellos derechos. La información que sustenta su opinión debe ser veraz. El chequeo de las versiones es una práctica que jamás debe olvidarse y nunca debe prestarse a las detestables operaciones de prensa que el kirchnerismo frecuenta con más constancia que ningún otro grupo político. Honestidad personal y honestidad intelectual son los atributos que deben marcar el límite moral del periodismo. Es necesario también el cultivo de la coherencia: no hay nada más desconcertante para un lector desprevenido que un medio o un periodista que cambian sus opiniones en todas las esquinas de la vida.
En medio de ese debate, es perceptible la existencia de periodistas jóvenes que se preguntan si es conveniente coincidir con las opiniones de "la empresa" periodística en la que trabajan. Esto es nuevo y es viejo, al mismo tiempo. El kirchnerismo tiene una habilidad enorme para resucitar viejos fantasmas del pasado. Ese enredo muy antiguo entre la libertad de prensa y la "libertad de empresa" había dejado de existir hace más de treinta años.
Hagamos un ejercicio. ¿Por qué no cambiamos las preguntas? ¿Qué tiene de raro, por ejemplo, que un periodista concuerde con el medio en el que trabaja? ¿Acaso las empresas periodísticas no existen también gracias a la composición del buen periodismo? ¿Por qué esas empresas deberían tener, en los casos más notables al menos, intereses contradictorios con las mejores prácticas de la profesión? ¿No es preferible para este oficio de libertarios estar de acuerdo con un diario, donde pasamos parte de nuestras vidas, antes que con un gobierno de políticos pasteleros y fugaces?
La Argentina, en efecto, habita en el pasado. Ningún debate de los últimos meses ha llegado siquiera a la década del 80. ¿Qué hacía tal o cual periodista en 1976, 1977 o 1978? No hacíamos nada. Vivíamos bajo una dictadura y cada uno vivía de lo que podía y como podía. Sólo los que vivieron bajo el peso aplastante y gris de una dictadura saben que no había muchas más cosas para defender que pequeñas cuotas de dignidad. Hagamos de nuevo preguntas desde otro lugar: ¿acaso los únicos periodistas dignos fueron los exiliados o los que se comprometieron firmemente con organizaciones insurgentes de la década del 70? Esa sería, si fuera así, una conclusión injusta, discriminatoria e inaceptable. Otra cosa tan inaceptable como aquélla es la decisión política del Gobierno de cambiar la historia de cada uno de los que considera adversarios.
La síntesis ha llegado a la farsa: o se está con Kirchner o se estuvo con la dictadura.
Feas armas se han usado en los últimos tiempos. A muchos periodistas no les gusta ser protagonistas de esas emisiones de maldad que se emiten por canales oficiales o paraoficiales.
Es cierto que es difícil cuando la vida cambia y ya no se puede caminar con tranquilidad por la calle porque se está a la espera de una agresión verbal o física. Y es más arduo aún aguantar en silencio la insistencia de la calumnia y de la falsedad, repetida hasta el cansancio por los portavoces oficiosos del Gobierno.
Lo único bueno de todo esto es que no hay atajos: habrá que armarse de paciencia, sin resignar los derechos ni los deberes del periodismo. Asumamos también el riesgo de solitarios que corremos en la vía pública. Un periodista con custodia a su alrededor abandona automáticamente su condición de periodista. Dejemos las aparatosas custodias para que se pavoneen los funcionarios y algunos políticos.
Una vez le pregunté a Néstor Kirchner, en esos diálogos de los columnistas con los presidentes que son mitad reservados y mitad públicos, en tiempos en que los periodistas éramos como somos ahora y el ex presidente no había desenfundado un revólver permanente contra nosotros (sólo lo hacía de vez en cuando), cómo imaginaba su destino después del poder. No estaba preparado para esa pregunta. Miró el techo, demoró la respuesta y, al cabo de unos segundos largos como la eternidad, contestó: "Quisiera poder caminar tranquilo por la calle y que la gente común me saludara con un «buen día, doctor». No quiero más que eso". Tal vez dijo sólo lo que él creía que el periodista quería escuchar, como acostumbraba hacerlo, pero si entonces fue sincero ha decidido ahora llevarse por delante aquel proyecto, hasta incinerar su propia ilusión.
© LA NACION
El problema no pasaría de ser un duelo inconcluso entre extenuados y resistentes si la solución que se ofrece no fuera extremadamente peligrosa. Lo que agota, dicen, es la opinión.
El periodismo debería limitarse a ser un transportador de informaciones asépticas y un comunicador de posiciones antagónicas con preponderancia de las oficiales, porque el Gobierno tiene la responsabilidad de conducir la nación política. Eso es lo que proponen. En castellano simple y directo: lo que buscan es un periodismo pasteurizado, integrado por mecanógrafos o relatores que deberían limitarse a contar una realidad compleja, impetuosa y cambiante. Imposible de digerir fácilmente, por lo tanto, para el ciudadano preocupado por las cosas rutinarias de su vida.
La primera contradicción surge cuando ninguno de aquellos fatigados alude a las opiniones que florecen en los huertos del kirchnerismo. Ministros, legisladores, periodistas amigos y hasta la Presidenta suelen opinar (¡y cómo!) sobre todo lo que les es adverso. Es, entonces, la opinión del periodismo independiente (sí, independiente) lo que cansa y estaría de más.
Resulta, sin embargo, que no hay una fórmula verdadera para el periodismo que no incluya su función crítica del poder. Un periodismo acrítico, esterilizado y descolorido no tiene ninguna razón para existir. Su posición crítica debe incluir, desde ya, a la oposición, en tanto ésta forma parte del poder actual o del poder futuro. Pero su función crítica (desde la opinión o desde la investigación) debe abarcar sobre todo al poder que gobierna la contingencia. La publicidad de los actos de gobierno corre por cuenta de los funcionarios y de los enormes recursos estatales para promocionarlos, distribuidos arbitrariamente en el caso que nos ocupa.
Un medio periodístico debe incluir también en sus páginas o en sus espacios la opinión (con la condición de que sea seria y responsable) de los que no coinciden con el punto de vista de ese medio de comunicación. La Nacion lo ha hecho hasta cuando se dio el debate por la nueva ley de medios: convocó a sus páginas a políticos e intelectuales que no coincidían con la posición editorial del diario. Es la obligación del periodismo. Pero el medio periodístico y los periodistas cuentan con el derecho ?y el deber? de tener una opinión determinada sobre los sucesos de la vida pública del país. ¿Acaso no dejaría de merecer el necesario respeto (y hasta carecería de la conveniente previsibilidad) un medio al que le diera lo mismo el derecho o el revés de las cosas, las políticas de un color o de otro y las buenas o las malas formas?
La opinión es libre, como dijo hace poco Cristina Kirchner, en una de sus pocas oraciones de aceptación de la libertad del otro. Con todo, el periodismo tiene algunos deberes junto con aquellos derechos. La información que sustenta su opinión debe ser veraz. El chequeo de las versiones es una práctica que jamás debe olvidarse y nunca debe prestarse a las detestables operaciones de prensa que el kirchnerismo frecuenta con más constancia que ningún otro grupo político. Honestidad personal y honestidad intelectual son los atributos que deben marcar el límite moral del periodismo. Es necesario también el cultivo de la coherencia: no hay nada más desconcertante para un lector desprevenido que un medio o un periodista que cambian sus opiniones en todas las esquinas de la vida.
En medio de ese debate, es perceptible la existencia de periodistas jóvenes que se preguntan si es conveniente coincidir con las opiniones de "la empresa" periodística en la que trabajan. Esto es nuevo y es viejo, al mismo tiempo. El kirchnerismo tiene una habilidad enorme para resucitar viejos fantasmas del pasado. Ese enredo muy antiguo entre la libertad de prensa y la "libertad de empresa" había dejado de existir hace más de treinta años.
Hagamos un ejercicio. ¿Por qué no cambiamos las preguntas? ¿Qué tiene de raro, por ejemplo, que un periodista concuerde con el medio en el que trabaja? ¿Acaso las empresas periodísticas no existen también gracias a la composición del buen periodismo? ¿Por qué esas empresas deberían tener, en los casos más notables al menos, intereses contradictorios con las mejores prácticas de la profesión? ¿No es preferible para este oficio de libertarios estar de acuerdo con un diario, donde pasamos parte de nuestras vidas, antes que con un gobierno de políticos pasteleros y fugaces?
La Argentina, en efecto, habita en el pasado. Ningún debate de los últimos meses ha llegado siquiera a la década del 80. ¿Qué hacía tal o cual periodista en 1976, 1977 o 1978? No hacíamos nada. Vivíamos bajo una dictadura y cada uno vivía de lo que podía y como podía. Sólo los que vivieron bajo el peso aplastante y gris de una dictadura saben que no había muchas más cosas para defender que pequeñas cuotas de dignidad. Hagamos de nuevo preguntas desde otro lugar: ¿acaso los únicos periodistas dignos fueron los exiliados o los que se comprometieron firmemente con organizaciones insurgentes de la década del 70? Esa sería, si fuera así, una conclusión injusta, discriminatoria e inaceptable. Otra cosa tan inaceptable como aquélla es la decisión política del Gobierno de cambiar la historia de cada uno de los que considera adversarios.
La síntesis ha llegado a la farsa: o se está con Kirchner o se estuvo con la dictadura.
Feas armas se han usado en los últimos tiempos. A muchos periodistas no les gusta ser protagonistas de esas emisiones de maldad que se emiten por canales oficiales o paraoficiales.
Es cierto que es difícil cuando la vida cambia y ya no se puede caminar con tranquilidad por la calle porque se está a la espera de una agresión verbal o física. Y es más arduo aún aguantar en silencio la insistencia de la calumnia y de la falsedad, repetida hasta el cansancio por los portavoces oficiosos del Gobierno.
Lo único bueno de todo esto es que no hay atajos: habrá que armarse de paciencia, sin resignar los derechos ni los deberes del periodismo. Asumamos también el riesgo de solitarios que corremos en la vía pública. Un periodista con custodia a su alrededor abandona automáticamente su condición de periodista. Dejemos las aparatosas custodias para que se pavoneen los funcionarios y algunos políticos.
Una vez le pregunté a Néstor Kirchner, en esos diálogos de los columnistas con los presidentes que son mitad reservados y mitad públicos, en tiempos en que los periodistas éramos como somos ahora y el ex presidente no había desenfundado un revólver permanente contra nosotros (sólo lo hacía de vez en cuando), cómo imaginaba su destino después del poder. No estaba preparado para esa pregunta. Miró el techo, demoró la respuesta y, al cabo de unos segundos largos como la eternidad, contestó: "Quisiera poder caminar tranquilo por la calle y que la gente común me saludara con un «buen día, doctor». No quiero más que eso". Tal vez dijo sólo lo que él creía que el periodista quería escuchar, como acostumbraba hacerlo, pero si entonces fue sincero ha decidido ahora llevarse por delante aquel proyecto, hasta incinerar su propia ilusión.
© LA NACION
noticias de babel
cuando los hombres dejan de entenderse sobrevienen las guerras
BBC
La última persona que hablaba la lengua Bo en las islas indias de Andamán, murió a la edad de 85 años, dijo a BBC una lingüista.
La profesora Anvita Abbi aseguró que la muerte de la señora Boa Sr es un hecho de importancia porque uno de las lenguas más antiguas había llegado a su fin.
Agregó que India perdió una "irremplazable" parte de su herencia cultural.
Los dialectos que se hablan en las islas Andamán se cree que se originaron en África.
Algunas tienen incluso 70.000 años de antigüedad.
Las islas son llamadas con frecuencia "el sueño de los antropólogos", ya que son una de las zonas del mundo con mayor diversidad lingüística.
Se acabó
La profesora Abbi –directora del portal en internet "Vanishing Voices of the Great Andamanese"- explicó: "Tras la muerte de sus padres, hace treinta o cuarenta años, Boa era la última persona que lo podía hablar".
Agregó que "estaba casi siempre sola y tuvo que aprender una versión de hindi que se habla en las islas para poder comunicarse con otra gente".
"Sin embargo, siempre tuvo muy buen sentido del humor… su sonrisa era muy fresca y sus carcajadas eran contagiosas".
La lingüista dijo que la muerte de Boa Sr es una pérdida para los científicos que quieren investigar más acerca de los orígenes de las lenguas antiguas, ya que perdieron una pieza vital del rompecabezas.
Hay una creencia general de que los idiomas que se hablan en las islas Andaman pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos
Profesora Anvita Abbi
"Hay una creencia general de que los dialectos que se hablan en las Islas Andamán pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos". Dijo la profesora Abbi.
"Se piensa que en las Islas Andaman estaban nuestros primeros ancestros", agregó.
El caso de Boa Sr fue destacado también por el grupo Survival International (SI).
"La extinción de la lengua Bo significa que una parte única de la sociedad es ahora sólo una memoria", dijo el director de SI, Stephen Corry.
"Enfermedades importadas"
La profesora Abbi dijo que dos dialectos de las Islas Andamán han muerto en los últimos tres meses y que esto es un tema que causa gran inquietud.
Los académicos han dividido a las tribus de Andamán en cuatro grandes grupos: los Gran Andamaneses, los Jarawa, los Onge, y los Sentineleses.
La profesora Anvita Abbi se hizo muy amiga de Boa Sr.
La profesora Abbi explicó que la mayoría de los habitantes de las Islas Andamán –con excepción de los Sentineleses-, han estado en contacto con indígenas "de tierra firme" y que por eso sufren "enfermedades importadas".
Dijo que los integrantes del grupo de los Gran Andamaneses son alrededor de 50, la mayoría niños, y que viven en la isla Strait, cerca de la capital, Port Blair.
Boa Sr formaba parte de esta comunidad, que está conformada por varias subtribus, en donde se hablan al menos cuatro lenguas.
Los Jarawa cuentan con alrededor de 250 miembros, y viven en la selva, en el centro de Andamán.
La comunidad de los Onge se cree que tiene no más de varios cientos.
"Nunca se ha establecido ningún contacto humano con los Sentineleses, y hasta el día de hoy, se han resistido a cualquier intervención foránea", agregó la profesora.
El destino de los Gran Andamaneses es lo que más preocupa a los académicos, porque los miembros de esa tribu dependen del gobierno indio para sus alimentos y alojamiento, y el alcohol se consume en grandes cantidades
BBC
La última persona que hablaba la lengua Bo en las islas indias de Andamán, murió a la edad de 85 años, dijo a BBC una lingüista.
La profesora Anvita Abbi aseguró que la muerte de la señora Boa Sr es un hecho de importancia porque uno de las lenguas más antiguas había llegado a su fin.
Agregó que India perdió una "irremplazable" parte de su herencia cultural.
Los dialectos que se hablan en las islas Andamán se cree que se originaron en África.
Algunas tienen incluso 70.000 años de antigüedad.
Las islas son llamadas con frecuencia "el sueño de los antropólogos", ya que son una de las zonas del mundo con mayor diversidad lingüística.
Se acabó
La profesora Abbi –directora del portal en internet "Vanishing Voices of the Great Andamanese"- explicó: "Tras la muerte de sus padres, hace treinta o cuarenta años, Boa era la última persona que lo podía hablar".
Agregó que "estaba casi siempre sola y tuvo que aprender una versión de hindi que se habla en las islas para poder comunicarse con otra gente".
"Sin embargo, siempre tuvo muy buen sentido del humor… su sonrisa era muy fresca y sus carcajadas eran contagiosas".
La lingüista dijo que la muerte de Boa Sr es una pérdida para los científicos que quieren investigar más acerca de los orígenes de las lenguas antiguas, ya que perdieron una pieza vital del rompecabezas.
Hay una creencia general de que los idiomas que se hablan en las islas Andaman pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos
Profesora Anvita Abbi
"Hay una creencia general de que los dialectos que se hablan en las Islas Andamán pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos". Dijo la profesora Abbi.
"Se piensa que en las Islas Andaman estaban nuestros primeros ancestros", agregó.
El caso de Boa Sr fue destacado también por el grupo Survival International (SI).
"La extinción de la lengua Bo significa que una parte única de la sociedad es ahora sólo una memoria", dijo el director de SI, Stephen Corry.
"Enfermedades importadas"
La profesora Abbi dijo que dos dialectos de las Islas Andamán han muerto en los últimos tres meses y que esto es un tema que causa gran inquietud.
Los académicos han dividido a las tribus de Andamán en cuatro grandes grupos: los Gran Andamaneses, los Jarawa, los Onge, y los Sentineleses.
La profesora Anvita Abbi se hizo muy amiga de Boa Sr.
La profesora Abbi explicó que la mayoría de los habitantes de las Islas Andamán –con excepción de los Sentineleses-, han estado en contacto con indígenas "de tierra firme" y que por eso sufren "enfermedades importadas".
Dijo que los integrantes del grupo de los Gran Andamaneses son alrededor de 50, la mayoría niños, y que viven en la isla Strait, cerca de la capital, Port Blair.
Boa Sr formaba parte de esta comunidad, que está conformada por varias subtribus, en donde se hablan al menos cuatro lenguas.
Los Jarawa cuentan con alrededor de 250 miembros, y viven en la selva, en el centro de Andamán.
La comunidad de los Onge se cree que tiene no más de varios cientos.
"Nunca se ha establecido ningún contacto humano con los Sentineleses, y hasta el día de hoy, se han resistido a cualquier intervención foránea", agregó la profesora.
El destino de los Gran Andamaneses es lo que más preocupa a los académicos, porque los miembros de esa tribu dependen del gobierno indio para sus alimentos y alojamiento, y el alcohol se consume en grandes cantidades
la canción desesperada
en pedo querido neruda, en pedo
La canción desesperadaEmerge tu recuerdo de la noche en que estoy. El río anuda al mar su lamento obstinado. Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir, oh abandonado! Sobre mi corazón llueven frías corolas. Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! En ti se acumularon las guerras y los vuelos. De ti alzaron las alas los pájaros del canto. Todo te lo tragaste, como la lejanía. Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio! Era la alegre hora del asalto y el beso. La hora del estupor que ardía como un faro. Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio! En la infancia de niebla mi alma alada y herida. Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio! Hice retroceder la muralla de sombra, anduve más allá del deseo y del acto. Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto. Como un vaso albergaste la infinita ternura, y el infinito olvido te trizó como a un vaso. Era la negra, negra soledad de las islas, y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos! Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, aún los racimos arden picoteados de pájaros. Oh la boca mordida, oh los besados miembros, oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados. Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo en que nos anudamos y nos desesperamos. Y la ternura, leve como el agua y la harina. Y la palabra apenas comenzada en los labios. Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo, y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio! Oh, sentina de escombros, en ti todo caía, qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron! De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste. De pie como un marino en la proa de un barco. Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo. Pálido buzo ciego, desventurado hondero, descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Es la hora de partir, la dura y fría hora que la noche sujeta a todo horario. El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros. Abandonado como los muelles en el alba. Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. Es la hora de partir. Oh abandonado!
//
La canción desesperadaEmerge tu recuerdo de la noche en que estoy. El río anuda al mar su lamento obstinado. Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir, oh abandonado! Sobre mi corazón llueven frías corolas. Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! En ti se acumularon las guerras y los vuelos. De ti alzaron las alas los pájaros del canto. Todo te lo tragaste, como la lejanía. Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio! Era la alegre hora del asalto y el beso. La hora del estupor que ardía como un faro. Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio! En la infancia de niebla mi alma alada y herida. Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio! Hice retroceder la muralla de sombra, anduve más allá del deseo y del acto. Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto. Como un vaso albergaste la infinita ternura, y el infinito olvido te trizó como a un vaso. Era la negra, negra soledad de las islas, y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos! Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, aún los racimos arden picoteados de pájaros. Oh la boca mordida, oh los besados miembros, oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados. Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo en que nos anudamos y nos desesperamos. Y la ternura, leve como el agua y la harina. Y la palabra apenas comenzada en los labios. Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo, y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio! Oh, sentina de escombros, en ti todo caía, qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron! De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste. De pie como un marino en la proa de un barco. Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo. Pálido buzo ciego, desventurado hondero, descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Es la hora de partir, la dura y fría hora que la noche sujeta a todo horario. El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros. Abandonado como los muelles en el alba. Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. Es la hora de partir. Oh abandonado!
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historias de camas
de diament
MIAMI.- Admitámoslo: si Hollywood hubiera tomado la historia del gobernador Mark Sanford y la hubiera llevado a la pantalla con Richard Gere y Julia Roberts, la gente habría necesitado una toalla para secarse las lágrimas.
¿Qué puede ser más conmovedor que una historia de amor alocado? El adusto gobernador de un estado igualmente adusto, casado con una mujer a cuya fortuna le debe su carrera, con cuatro hijos que puestos en fila trazan una perfecta diagonal, inesperadamente flechado por una porteña de ojos verdes.
¿Cómo contener el palpitar del corazón mientras escucha, como un murmullo distante, el parloteo de sus asesores? ¿Cómo desprenderse de las imágenes que obstinadamente se apoderan de su mente, desplazando cualquier otro pensamiento? Ella es el amor imposible, sí, pero también es el amor.
¿Quién puede sobreponerse al intenso aguijoneo de los recuerdos, a la memoria de la tierna sensación de sus besos, de la sensual curva de sus caderas, al contorno de sus pechos resplandeciendo en la penumbra?
¿Qué espíritu romántico podría dejar de admirar la osadía del gobernador de levantarse un buen día del sillón de su despacho, de la mesa cubierta de anteproyectos y decretos a la firma, de pliegos de presupuestos deficitarios e informes sobre seguridad interior, y dejarlo todo para correr hacia ella?
No le dijo nada a nadie. Nadie supo dónde estaba. Uno de sus asesores insinúa que el gobernador, agobiado por la presión de su trabajo, se ha ido a escalar las montañas Apalaches, como solía hacerlo cuando era chico.
Pero él está en otro lado, volando hacia una Buenos Aires invernal, sucia, intoxicada de debates sobre las inminentes elecciones.
Nada de esto lo amilana porque sabe que al final de ese purgatorio están las calles arboladas del barrio de Palermo, la puerta de cristal, la escultura en el vestíbulo de entrada, el portero somnoliento que baldea la vereda, el ascensor demasiado moroso y, finalmente, ella.
La cama retiene aún el calor de la noche y él se pierde en sus brazos, en sus labios, en el revuelo de su pelo y en las medias palabras que se emiten en el ardor de la pasión.
El amor, aunque efímero, ha triunfado. Mañana no importa. No importan la pretenciosa moralina de los periodistas, los desdeñosos comentarios de políticos rivales, el escándalo, la traición, el precipicio que se abre a sus pies. Nada de eso importa. El corazón ha triunfado.
Lástima que la realidad no tenga la armonía de la ficción literaria. Lástima que haya personajes tan perversos que sean capaces de apoderarse de un intercambio íntimo de correos electrónicos entre amigos y pasárselos anónimamente a la prensa. Lástima que hubo un periodista advertido esperándolo en el aeropuerto de Atlanta. Fin del encantamiento
Pero él no tiene derecho a lamentarse. Después de todo, cayó en el mismo error, debe reconocerlo, cuando cuestionó la "legitimidad moral" de Bill Clinton por su affaire con Mónica Lewinsky y reclamó su juicio político, o cuando criticó a un colega con una historia similar a la suya, diciendo que "violó el juramento a su esposa".
En este punto es donde Richard Gere desaparece y Mark Sanford retoma su rol. Aquí es donde el encantamiento se esfuma y lo que reaparece es la descarada institución del arrepentimiento político.
El gobernador hizo su mea culpa , como antes de él hicieron otros políticos. Las mismas palabras, la misma admisión de haber traicionado a todo el mundo. A su mujer, a sus hijos, a sus amigos, al electorado. Las conferencias de prensa son el confesionario de los funcionarios pecadores. Todo fue un desatino, una pérdida temporaria de la razón. El amor no importa. El corazón es un embaucador. Ahora lo comprende. Lo que importa es la misión, la fe religiosa, los deberes del funcionario.
Hubo otras desprolijidades, es cierto. El viaje anterior a la Argentina pagado con fondos públicos, el abandono de su función, el engaño respecto de su paradero. No exactamente la clase de comportamiento que uno esperaría de Richard Gere. Pero él se propone enmendar las faltas, reponer el dinero, ganar la absolución de su esposa, recuperar la confianza del público.
¿Qué pensará María, a solas en el departamento de Palermo, mirando a su amigo pedir perdón por televisión? ¿Pensará también que al amor es lo de menos?
MIAMI.- Admitámoslo: si Hollywood hubiera tomado la historia del gobernador Mark Sanford y la hubiera llevado a la pantalla con Richard Gere y Julia Roberts, la gente habría necesitado una toalla para secarse las lágrimas.
¿Qué puede ser más conmovedor que una historia de amor alocado? El adusto gobernador de un estado igualmente adusto, casado con una mujer a cuya fortuna le debe su carrera, con cuatro hijos que puestos en fila trazan una perfecta diagonal, inesperadamente flechado por una porteña de ojos verdes.
¿Cómo contener el palpitar del corazón mientras escucha, como un murmullo distante, el parloteo de sus asesores? ¿Cómo desprenderse de las imágenes que obstinadamente se apoderan de su mente, desplazando cualquier otro pensamiento? Ella es el amor imposible, sí, pero también es el amor.
¿Quién puede sobreponerse al intenso aguijoneo de los recuerdos, a la memoria de la tierna sensación de sus besos, de la sensual curva de sus caderas, al contorno de sus pechos resplandeciendo en la penumbra?
¿Qué espíritu romántico podría dejar de admirar la osadía del gobernador de levantarse un buen día del sillón de su despacho, de la mesa cubierta de anteproyectos y decretos a la firma, de pliegos de presupuestos deficitarios e informes sobre seguridad interior, y dejarlo todo para correr hacia ella?
No le dijo nada a nadie. Nadie supo dónde estaba. Uno de sus asesores insinúa que el gobernador, agobiado por la presión de su trabajo, se ha ido a escalar las montañas Apalaches, como solía hacerlo cuando era chico.
Pero él está en otro lado, volando hacia una Buenos Aires invernal, sucia, intoxicada de debates sobre las inminentes elecciones.
Nada de esto lo amilana porque sabe que al final de ese purgatorio están las calles arboladas del barrio de Palermo, la puerta de cristal, la escultura en el vestíbulo de entrada, el portero somnoliento que baldea la vereda, el ascensor demasiado moroso y, finalmente, ella.
La cama retiene aún el calor de la noche y él se pierde en sus brazos, en sus labios, en el revuelo de su pelo y en las medias palabras que se emiten en el ardor de la pasión.
El amor, aunque efímero, ha triunfado. Mañana no importa. No importan la pretenciosa moralina de los periodistas, los desdeñosos comentarios de políticos rivales, el escándalo, la traición, el precipicio que se abre a sus pies. Nada de eso importa. El corazón ha triunfado.
Lástima que la realidad no tenga la armonía de la ficción literaria. Lástima que haya personajes tan perversos que sean capaces de apoderarse de un intercambio íntimo de correos electrónicos entre amigos y pasárselos anónimamente a la prensa. Lástima que hubo un periodista advertido esperándolo en el aeropuerto de Atlanta. Fin del encantamiento
Pero él no tiene derecho a lamentarse. Después de todo, cayó en el mismo error, debe reconocerlo, cuando cuestionó la "legitimidad moral" de Bill Clinton por su affaire con Mónica Lewinsky y reclamó su juicio político, o cuando criticó a un colega con una historia similar a la suya, diciendo que "violó el juramento a su esposa".
En este punto es donde Richard Gere desaparece y Mark Sanford retoma su rol. Aquí es donde el encantamiento se esfuma y lo que reaparece es la descarada institución del arrepentimiento político.
El gobernador hizo su mea culpa , como antes de él hicieron otros políticos. Las mismas palabras, la misma admisión de haber traicionado a todo el mundo. A su mujer, a sus hijos, a sus amigos, al electorado. Las conferencias de prensa son el confesionario de los funcionarios pecadores. Todo fue un desatino, una pérdida temporaria de la razón. El amor no importa. El corazón es un embaucador. Ahora lo comprende. Lo que importa es la misión, la fe religiosa, los deberes del funcionario.
Hubo otras desprolijidades, es cierto. El viaje anterior a la Argentina pagado con fondos públicos, el abandono de su función, el engaño respecto de su paradero. No exactamente la clase de comportamiento que uno esperaría de Richard Gere. Pero él se propone enmendar las faltas, reponer el dinero, ganar la absolución de su esposa, recuperar la confianza del público.
¿Qué pensará María, a solas en el departamento de Palermo, mirando a su amigo pedir perdón por televisión? ¿Pensará también que al amor es lo de menos?
antecedentes para la fundación de agharta
ADN, derechos y ácido.
No hay que saber mucho de derechos para darse cuenta que la intimidad es la intimidad y que ninguna ley modificará desde afuera semejante entidad de la condición humana, y que los que no lo tengan claro pueden cometer errores como privar de la libertad a alguien por su aspecto de hippie en desgracia como era para cualquier argentino en la década esa. La intimidad es la intimidad, y no está bueno retrotraer iniciativas parecidas a las de los setenta y obligar a alguien en forma directa o indirecta para averiguar su ADN por caso, porque si no hay lesión a la libertad del otro la intimidad es integridad y la estatura de la propia probidad es primero una decisión individual y privativa no de un tercero por más que se interponga una loable causa, la intimidad es dignidad y la contrición la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes y se encuentran en una frecuencia diferente a la apreciación por parte de un tercero del propio honor o del destructivo deshonor, la intimidad es identidad, y en su forma de elección equivocarse por cuenta propia también es anterior a cometer errores por interpósitas personas, más aún más si la averiguación está impregnada de algún ácido rencor del tercero en discordia.
No hay que saber mucho de derechos para darse cuenta que la intimidad es la intimidad y que ninguna ley modificará desde afuera semejante entidad de la condición humana, y que los que no lo tengan claro pueden cometer errores como privar de la libertad a alguien por su aspecto de hippie en desgracia como era para cualquier argentino en la década esa. La intimidad es la intimidad, y no está bueno retrotraer iniciativas parecidas a las de los setenta y obligar a alguien en forma directa o indirecta para averiguar su ADN por caso, porque si no hay lesión a la libertad del otro la intimidad es integridad y la estatura de la propia probidad es primero una decisión individual y privativa no de un tercero por más que se interponga una loable causa, la intimidad es dignidad y la contrición la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes y se encuentran en una frecuencia diferente a la apreciación por parte de un tercero del propio honor o del destructivo deshonor, la intimidad es identidad, y en su forma de elección equivocarse por cuenta propia también es anterior a cometer errores por interpósitas personas, más aún más si la averiguación está impregnada de algún ácido rencor del tercero en discordia.