cuervos y tordos

Tordos y cuervos.
Los tres hermanos se recibieron de abogados y trabajaron de abogados y a mucha honra coreaban en conjunto los domingos sentados a la mesa de ravioladas pantagruélicas, el curvo más grande que era el amigo del colorado se dedicaba a los negocios más turbios que en familia pescaban y eso incluía desde acuerdos con los patrones del ingenio para despedir a seiscientos tipos por la derecha como le dijeron cuando le dieron más de cinco millones de dólares y le dijeron que con la guita hiciera lo que quisiera pero que el problema de cada uno de esos seiscientos negros dejara de ser un problema de la empresa desde eso hasta transar con los que llegaban a la intendencia para sacar ordenanzas y comprar lotes fiscales por nada para levantar casuchas precarias y venderlas a precios de oro o para ligar contratos de prestación de servicios público como la basura o el cobro del impuesto inmobiliario, el tordo del medio que rápidamente fue nombrado juez de paz gracias a una tramuyola que hizo personalmente su hermanito experto en trapitos sucios y cuando el trabajo de juez de paz era entretenerse con el traspaso de bienes muebles e inmuebles de los paisanos que entraban en los remates, llantos tristezas para unos risas y jolgorios para otros, entretenerse porque además de los honorarios que le giraban de la provincia y que el cartero José le alcanzaba raudo apenas llegaban los giros, sacaba alguna tajada de los vecinos que lo querían porque siempre fue correcto y nada de violento así que le caía bien a todo el mundo, una heladera vieja y destartalada unas plantitas bargueños estilo de los sesenta juegos de cubierto incompletos siempre le decían que se quedara con algo a ese doctor que amortiguaba rencores y aires triunfalistas de la mayoría de incautos y estafadores con sus prudencias, y el tordo más chico que era un especie de gestor que se ocupaba de todos los mandados menores que por ser menores no dejaban de ser importantes casi haciendo de notario hasta que apareció la primera escribana en el pueblo, ahí andaba él metido en todas las minucias que hicieran falta, levantando actas redactando apercibimientos redactando telegramas de renuncias despidos, oscilando entre las legalidades e ilegalidades que generaban sus hermanos del alma, cuidaban con esmero los negocios que proponía aprobaba o rechazaba el turco Juan José que a la vez regenteaba el almacén de ramos generales con cuyas ganancias pagaban los costos los empleados y le había procurado estudio a sus tres inquietos vástagos, una oportunidad que ni siquiera él había tenido ya que ni terminó el primario para ayudar con orgullo a su papá Juan y a José Moisés su tío que habían llegado con una mano adelante y mano atrás y que a fuerza de madrugar mucho y de esmerarse le habían quitado mercado a los gallegos de El Hogar Feliz que buena fortuna ya habían amasado cuando ellos llegaron a principios del siglo veinte.

ordenes ordenanzas caleidoscopios

Órdenes y ordenanzas.
Los niños envueltos en hojas de parra, en las mismas hojas que José el cartero recibía regularmente dos veces en el mes como encomiendas en unos paquetes de gran tamaño que venían desde la linda y que urgente llevaba a entregar por la propina en dinero y además porque a veces se juntaban a jugar al póquer y entonces comía esas cosas como cigarrillitos verdes sabrosos que sobraban de las comilonas y luego se servían en las mesas de juego de la sirio libanesa, y los panes de pitas, los mismos panes que se servían para las picadas bañadas en cervezas rubias que se mandaban todos los paisanos con Carlitos el fotógrafo que más allá de su oficio era amigo de cada uno de esos turcos generosos que lo llamaban a cada uno de sus casamientos y cumpleaños de quince y de dieciocho y de aniversarios que festejaban todos, las bolas de calabacín el bacalao al ajo tostado, la tripa rellena con arroz y las empanadas árabes eran los más importantes platos de una docena de otros posibles, que Don Francisco le hacía cocinar a su sometida pero educada mujer cada vez que lo invitaba a comer generalmente a cenar salvo que se tratara de cuestiones urgentes como ahora, y entonces se juntaba con él en los mediodía, y esta vez no era una excepción, así que apenas llegó Don Francisco lo hizo pasar y antes que el otro degustara si primer trago de vino ya le estaba comentando sin mucho protocolo que ahora que se hizo cargo de la intervención militar el mayor de las arenas que se acuerde del compromiso que tiene con poner a su hijo el contador de secretario de hacienda y que le diga nomás de todas las instrucciones que los patrones dieron para que no se pierdas la industria que es el motor del pueblo, y el otro le agradece mientras lastra como lima vieja y le dice que la cosa es clarita que debe bajara inmediatamente la ordenanza impositiva que el tordo con los ocho cabrones de los concejales hicieron aprobar el viernes entre gallos y medianoche y que tiene que escribir una nueva donde la fabricación de azúcar papel alcohol y frutas de estación no paguen más impuestos que lo que corresponden porque al final todos comen del trabajo que da la empresa en este pueblo de porquerías que andan embromando con estas cuestiones de la zurda y que envenenan a la gente y la ponen en contra cuando siempre fue un pueblo tranquilo, y que después de eso es nada más que seguir las instrucciones del mayor o sea que el chango tendrá que estampar la firma y nada más.

explosiones de suertes y de fortunas

Suertes y fortunas.
El turco Francisco es un tipo de suerte y de fortuna y tiene por lo menos dos generaciones en su familia de grandes jugadores del póker, el juego la partida que comienza a las dos de la tarde de todos los viernes en la sociedad sirio libanesa y termina el mismo sábado como a las tres de la mañana, póker de ases infinitos que distribuyen apuestas y patrimonios, fulles combinados que destrozan o arman felicidades, escaleras para desgracias y quebrantos de otros que si aguantan tendrán su revancha, el turco Francisco es un vecino respetado porque fue intendente dos veces y es dueño de medio pueblo, cómo será dueño de medio pueblo que cuando estuvo de alcalde cortó al pueblo en el medio cuenta en las sobremesas con juegos de palabras, su abuelo cayó hace como ochenta años directamente desde siria, su padre nació allí y él también, en la media docena de casas construidas lindantes a ese lugar, segundo centro del pueblo después del centro del centro, cuenta en las sobremesas con juegos de palabras, donde está la iglesia y la municipalidad y los dos únicos bancos que pagan a los docentes y jubilados y el boliche de fotos de Carlitos y el mercado de abasto, y la sociedad sirio libanesa donde se hacen los casamientos los cumpleaños y también donde él y sus amigos juegan en una salita de cuatro por cuatro que a él le acondicionan los empleados de la sede social porque es el presidente, y en la que acomodan una mesa redonda impecablemente adornada con un paño color verde y servilletas de papel blanco que colocan para posavasos de vasos, cuenta en las sobremesas con juegos de palabras, vasos que parecen transpirar porque viven cargados de hielo para mantener fríos los fernet o los cinzanos, servilletas que además se utilizan para disimular unas cuantas quemaduras evidentes de cigarro sobre ese paño sin arrugas porque lo que dejan los puchos son agujeros más pequeños o grandes redondos de bordes marrones, el turco tiene por lo menos dos generaciones en su familia de grandes jugadores en esa sala que va cambiando continuamente la propiedad patrimonial del pueblo, porque el turco Francisco no anda con minucias como saben sus amigos y en su mesa se juegan propiedades de casas y terrenos, apostando fuerte, él tiene mucha suerte, muchas influencias y suerte, mucha amistades, influencias, por esos tienen fortuna, y la fortuna de tener fortuna cuenta en las sobremesas con juegos de palabras.

el muerto que se admira del degollado

El muerto y el degollado.
Don Francisco pone el grito en el cielo cada vez que alguien le trae el último cuento de Fuad no deja de molestarle que el turco que es su competencia ensanche su fortuna sin meterse en sus negocios ni ir por la sirio libanesa donde los paisanos se pasan pedazos del pueblo en forma permanente timbrando póqueres rabiosos, si al final todos son parientes porque la hija de este se casa con el hermano de aquel y el hijo de estos termina engayolado con la hija de aquellos y así fue y así será todos los años en el pueblo donde ellos son los jerarcas hechos por los negocios porque todos son comerciantes, Don Francisco pone el grito en el cielo porque le cuentan que Fuad le acaba de ganar la colocación de un equipo de harina en Paulina donde hay como mil coyas que pagan cash porque paga cash la empresa y a ellos les dan un vale con el que retiran la mercadería, guita contante y sonante todos escuchan su gritos cuando dice que no pueden ser tan estúpidos teniendo mejores camiones que el otro y más personal y más amigos en la oficina de compras de la empresa adonde se mantienen un par de coimeados y en la intendencia ahora que está ordenada por los militares del proceso de reorganización nacional.
A Fuad no le gusta que lo comparen con Don Francisco, él se considera un tipo más petitero que vive de punta en blanco y cuida cada pelo que le queda en la cabeza cada mañana cuando se peina a la gomina para hacer los recorridos con sus tres mujeres con ninguna de las cuales vive aunque no las descuide ni descuide la manutención de las hijas que salieron hermosas como las madres, no le gusta que lo comparen porque él es más generoso aunque sea menos poderoso con sus empleados y les da propinas y les regala cosas y les equipa las casas con lo que va pudiendo, y lo que es más importante él no anda amasando su fortuna chupándole las medias a los dueños del ingenio ni a los militares del proceso de reorganización nacional para que no le tiren media casa que taponea la calle principal del pueblo como la tapa la mansión de ese turco presuntuoso que hizo eso aprovechando cuando fue intendente como el mayor que ahora come día de por medio en su casa, él no se anda cuidando que simpatiza con los que quieren una sociedad más justa sin tantas diferencias.
Ahora que comenzaron a acomodarse las cosas en el pueblo el hijo de Don Francisco aprovechará para dejar ordenadas las finanzas de la municipalidad sin cobrar impuestos exorbitantes a la empresa, el mayor de la arenas le confió la secretaría de hacienda y él no lo va a defraudar como buen contador recién recibido, haciendo coincidir todo por supuesto asientos y balances como debe ser perjudicando lo menos posible a los dueños del ingenio que es lo que quieren todos los que viven en el pueblo aunque no lo digan, porque contaminan el aire con carbonilla y pagan dos mangos de impuestos, y que es lo que hizo el tordo amigo que apenas entró hace dos años hizo que los concejales le firmaran una ordenanza que les cobraba por todo a esos explotadores de mierda, que es una lástima porque es amigo de su padre y enemigo de la empresa que es como ser enemigo de su padre aunque el tordo no lo sepa, ahora que comenzaron a acomodarse las cosas Francisquito le llevó información fresca de la hija del que es la competencia de su padre al mayor de las arenas y le dice que está listo todo mayor como usted lo ordenó y que además ha sabido que Susana la hija quilombera de Fuad anda en el mismo grupo del tordo con otros más en la villa de Gorriti en la tacita de plata, se lo merece porque dijeron que andaba reclutando estudiantes de la normal y de la comercial para hacerlos de la zurda.

palanganas y palanganas

Palanganas y palanganas.
El gringo es un fanfarrón por abundancia, le sobra la vanidad lo rebalsa, le gusta mostrar en público el resultado de sus logros monetarios, le gusta mostrar para que los que miran piensen que tienen más de lo que tiene, el resultado la encarnación de las gratificaciones, sueldos especiales que recibe proveniente de la generosidad de los patrones que lo estiman mucho ya que cumple las ordenes sin cuestionarlas y además se esfuerza por darles el envión que interpreta ellos quieren darle, por eso fue el primero que compró el káiser carabela y pidió inmediata autorización para agrandar el garaje ya que el impresionante auto no entraba en su garaje, él es un tilingo que muestra como en una feria porque desde hace mucho ya se da cuenta que esto impresiona al negraje y él trabaja con negros aunque procede de buena cuna, el gringo es un palangana único si no fuera por el otro que también lo es pero a su manera.
El tordo es un fanfarrón por defecto, le falta el coraje la culpa lo conduce a la prudencia, por la austeridad con que vive en un pueblo donde muchos lo consideran un personaje importante, se compró dos casas se compró el valiant, envió a sus hijos a colegios arancelados, y todo lo hizo con la misma actitud de culpa con la que hace mucho toma las decisiones, tilingo consumado culpas que siente cuando está delante de otros porque lo mismo compra, desde que salió de la facultad muestra para afuera mucho menos de lo que tiene, no quiere andar en boca de la misma gente que él mismo ha escuchado que lo critica con la misma calentura con la que lo ensalza, la misma gente que se pregunta de dónde saca la plata si atiende solamente a los pobres y los del ingenio lo han echado, la misma gente que murmura que es un buen doctor lástima que sea palangana.
El gringo y el tordo juntos en una foto, foto que Carlitos pone en la vidriera de su boliche, Carlitos entiende bien de lo que vende.

foto y vidriera

Foto y vidriera.
Carlitos tenía una de esas vivezas construidas a fuerza de privaciones tempranas bien lejos allá en las profundidades de una infancia divertida en realidad con el ruido de ocho hermanos pero con las incomodidades que acompañaban el ser uno de los del medio, o sea ni con el privilegio de los más grandes de administrarse sus propios dineros por salir a trabajar para ayudar a parar esa gran olla que todos raspaban dos veces en el día, o sea ni con el privilegio de los más chicos que por serlo tenían sus comidas con los nutrientes que correspondieran y se disponían y algunos juguetes aunque fueran viejos y desvencijados, Carlitos tenía una de esas vivezas construidas a fuerza de privaciones y una disciplina solidaria transmitida por su papá, un esloveno que había logrado escapar gracias a unos pariente y muy joven de las milicias que se armaban cuando fue la guerra del catorce, y había llegado un poco escapando también de algún lío de polleras que él mismo había armado con dieciocho años en un conventillo de constitución en buenos aires, Carlitos lo quería lo veía sacrificarse haciendo horas extras como estibador de bolsas en el ingenio y entonces aunque sufriera la privaciones sabía que podía ayudarlo, por eso muy temprano aprendió el oficio de fotógrafo y hasta se puso su propio bolichito, adornando la vidriera con las fotos que él consideraba podían ser de la consideración de la mayor parte de los habitantes del pueblo.
Avispado como era Carlitos colocó la foto del casamiento en la vidriera de su negocio, bien visible una copia de veinte por cuarenta en blanco y negro bien balanceados por él en la oscuridad de su laboratorio, que inmortalizaban lo que estaba seguro era el puterío de moda en el pueblo, una foto donde estaban los personajes que él sabía todos relacionarían con comentarios como diciendo que qué de Capuleto y qué de Montesco, que los únicos dos que no estaban enfrentados de las personas que aparecían en esa foto eran los tortolitos que tenían una carita de nenes en llamas preparados para fornicar todo lo que se pudiera y hasta el cansancio, que los demás eran una especie de todos contra todos patrocinados por los dos mandones de esas familias ascendentes del pueblo, que los unos y los otros estaban enfrentados desde muchos años, desde el mismo momento en que el más capo que aparecía en la foto tío del novio lo había llamado al médico que era el papá de la novia y le había hablado horas y horas de las ventajas de estar bien con los patrones y también de los beneficios que podían ser bastantes más suculentos que los beneficios que podría estar obteniendo poniéndose en contra y pidiendo remedios y curaciones para los negros que no se merecen nada porque son unos irresponsables que no saben ahorra para las contingencias, desde el mismo momento que el otro lo mandó poco menos que a la mierda con el argumento que su sensibilidad por la enfermedad y miserias similares eran parte de su juramento hipocrático, momento a partir del cual más que putearse todos se miraban con miramientos y desconfianzas incluidas las mujeres de esos dos personajes, que Carlitos inmortalizó un poco excedidos de peso a fuerza de buenos asados y vino tinto, semejante maraña de líos coronados con un amor afiebrado localizado entre las piernas de los novios que lograron lo imposible que era reunir esas familias aunque sea por una noche en los salones de las sociedad siria.

claridades y turbiedades

Claridades y turbiedades.
Se siente como si estuviera jugando el truco nada más que enfundado en ese traje que le pinta como le pinta, se siente como se siente porque será el tío del novio pero es el más importante de la fiesta por eso Sbovoda lo sigue para todo lado con su cámara moderna que no necesita ni trípode y que saca con flash y todo, y el se hace y se siente el importante, se siente como si estuviera en ese truco que no juega hace mucho tiempo, justamente porque no tiene tiempo y no le alcanza el tiempo, de andar cumpliendo con cada instrucción que le llega con cada telex donde el patrón le va contando en mensajes cifrados lo que está ocurriendo, ahora le ha dicho que los militares están cansados de la mina esa y el brujo que se la garcha y que quedaron desde que se murió el carnudo, y entonces en cualquier momento los voltean, pero que quieren aprovechar para limpiar también a los otros, esos que son del ejército revolucionario del pueblo y los montoneros que cada vez se meten más en las fábricas y los colegios y a cada rato van por la plaza de mayo lo que menos mal que no hacen desde que el otro los echó gritándoles imberbes, en ese juego donde juega solo y a veces en pareja donde ganar o perder depende de una mayor o menor y supuesta viveza de los jugadores, en un juego donde nada es como puede pensarse que es hasta el último momento, donde nada es claro todo es turbio y cuanto más turbio mejor entonces no hay relación con las habilidades o las destrezas, que veintisiete que treinta y tres que aparecen el macho o la hembra, ese juego donde ser ducho no importa y sí con las amenazas y los enviones de primerear, mintiendo con mentiras que no son mentiras piadosas que son mentiras espantosas, que en sus interpretaciones particulares de todo lo que viene comprimido en los escritos del teletipo que llegan de casa central, significa comenzar con los trabajos sucios de saber quiénes son esos negros esos pelotudos que no saben valorar el trabajo que tienen, que el sueldo se le pague puntualmente, supuesta viveza que en realidad es supuesta porque hay que mentir, y eso no es viveza es bajeza en todo caso, y cuanto más mentiroso es un tipo en este caso es mejor jugador y entonces es como que un vicio se convierte en una virtud, porque embromar a otro para sacar provecho propio no lo dice nadie aunque lo hace mucha gente, embromar a los otros para sacar ventaja, por eso es un juego nacional que viene del gauchaje profundo, desde las entrañas de esta puta patria, de cuando los españoles llegaron porque por ahí leyó que tiene origen en un juego valenciano que deben haber traído los gallegos y acá lo aumentaron como lo aumentan todos los hijos de puta, se siente como si estuviera jugando el truco nada más que enfundado en ese traje que le pinta como le pinta ahora que Sbovoda le dice que sonría como les pide a los otros que sonrían también, al padre de la novia ese mediquito rebelde que viene tratando de ayudar desde que los conoce diciendo que se quede con su ciencia que no se meta a defender ni negros rencorosos ni neurasténicos ni bolitas distraídos, que cambie la actitud como le piden en la empresa, el otro le dice que sí pero después hace lo que quiere, a la mujer de él a su propia mujer a la novia y al novio que están tan entusiasmados que no se dan ni cuenta que el doctor también nada en aguas turbias y no en aguas cristalinas porque debe tener sus negocios, como todo el mundo, debe hacer diferencias porque dos casas un Valiant cuatro y un fitito para la señora que es dentista no se compran con beneficencias, se siente como se siente mientras Sbovoda registra ese glorioso momento de la noche en la sociedad sirio libanesa que los turcos prestaron para el despliegue de la fiesta.
El se lo dijo claro pero como el otro anda en turbiedades no le dio ni cinco de bola, el otro le contestó con la claridad que contesta siempre pero está convencido que como es tan turbio se saldrá con la suya y los seguirá entregando con los dueños del ingenio.

sapo dolor y bochas

Sapos y bochas.
Y parece que la vieja se estuviera riendo para la eternidad con la boca abierta petrificada, como se ríen sin exageraciones mientras conversan y cuchichean en el palier y en medio de las esperas que lloran las viejas que vienen a ver a los tipos de la naciones unidas, a contarles que tienen hijos que no han vuelto a casa desde hace dos años, que se los llevaron por averiguación de antecedentes pero que no entienden qué clase de averiguación de antecedentes serán esos, quietas las vieja como quieta la vieja muy tiesa muy estirada con rasgos del paso del tiempo, y ellas esperando a esos burócratas que andan levantando denuncias por culpa de unos vende patria que fueron a decir afuera lo que no es y es que por acá son derechos y humanos, le comenta él a su mujer mientras se toma un aperitivo en el bar del mismo hotel, fichando, como se fichan o fichan los jugadores con las fichas del sapo, parece que la vieja se estuviera riendo con los ojos redondamente abiertos y la boca también abierta y endurecida, o mejor inmortalizada en ese bronce forjado con el que antiguamente se hacían todas las cosas también como las distintas figuritas que adornan, como la propia vieja o esas otras viejas de pañuelos blancos en sus cabezas que hacen cola en la puerta del hotelucho ese de mala muerte que está cerca de la estación que eligieron mientras ellos se hospedan en uno de cinco estrellas, y parece que la vieja se estuviera riendo en el centro del adorno presidiendo las distintas parte de ese cajón con compartimentos donde van a parar las fichas de las apuestas, y parece que la vieja se hubiera quedado con la boca abierta para siempre como hambrienta esperando para siempre tragarse alguna de esas fichas que tiran los jugadores, como el sapo contiguo o el sapo y la rana que sentadita para toda la vida y que están muy cerca, o lo molinetes que giran que aunque conducen las fichas a compartimentos que pagan menos son más porque vieja hay una sola dos son los sapos y las ranas y hay como cuatro molinetes y cuatro ranuras comunes.
Y allá en la cola las mujeres cuchichean que los militares toman las denuncias que las denuncias entran en los juzgados pero que en los juzgados hay una lentitud bárbara y vaya a saber en qué compartimentos estarán sus chicos que lo único que quieren es verlos que si hicieron algo malo que lo paguen pero que las dejen verlos que ellos son inocente como un sapo o una rana, en la cola terminan dando vueltas como los molinetes del sapo.
Nada mejor que las tardecitas de los viernes en el club social cuando comienzan a juntarse los viejos a jugar a las bochas, cuando vienen sueltos de ropa con sus camisas y pantalones de hilos impecables y sus alpargatas especiales de yute, blancas como la de los pintores, y tiran el bochín y comienzan a lanzar las bochas y se pelean y se arrodillan y los exagerados se tiran y llevan cintas métricas en los bolsillos, nada mejor que esas tardecitas mirándolos cómo divertidos se embadurnan con el ladrillo picado de los bordes de la cancha que son de madera igual que las cabeceras o la cabecera y el otro extremos y la arena pura de la cancha, como si fueran niños, más niños que ellos que van y vienen para juntarse en el bar del club a tomar unos cinzanos y escuchar esas lecciones esos adoctrinamientos que traen los bolitas que vienen diciendo que hablan por los cubanos y el che sobre la revolución marxista y todos sus beneficios, nada mejor que eso y nadie puede sospechar que ellos puedan estar actuando como una cédula le dicen los que vienen a enseñarles los mismos que les dicen que el pueblo está desesperado esperando la revolución, de ellos que son los montoneros que no saben porqué les pusieron, así que les suena a un caudillo de la cuesta del portezuelo y que a lo mejor es porque es un amontonamiento de tipos con iguales pensamientos o un montón de boludos porque ni los peones del campo los escuchan.

méritos y obsecuencias

Méritos y obsecuencias.
En muy pocas cosas de su vida fue inseguro y precisamente está seguro que en esta no, está seguro que él tiene una ventaja clarita sobre todos los chupamedias que se estarán ofreciendo para hacer todos los trabajos sucios que hay que hacer por la empresa, y está seguro de esa ventaja porque él mismo con sus propios ojos los ha visto ir a las misas del padre Keiner en la capilla de nuestra señora del rosario y pasarse horas en el confesionario de donde salen llorando para comulgar en menos de una hora aunque rezan antes y sigan rezando después todas las oraciones que tienen que rezar en penitencias, que el curita es un hijo de puta que les da penitencia por anticipado a los pecados que los hijos de puta van a cometer si es por la cantidad de padrenuestros o avemarías, él no tiene ese problema hace mucho que dejó de ir a las celebraciones si no es en los desfiles cuando recibe del ingeniero las ordenes directas, aunque se lleva bien con el alemán que siempre le viene a pedir cosas para la iglesia o para su casa que está pegada a la misma iglesia y él lo atiende bien porque más allá que es cura es un buen tipo, la ventaja que él tiene y que le ingeniero bien sabe es que él no tendrá problemas de remordimientos posteriores contriciones que tenga que hacer arrepentido de haber dejado sin trabajo familias enteras o, como la vez que recibió la orden de demoler todos los monumentos los monolitos las estatuas que los recuerden al general o a su señora esposa que los negros del sindicato veneran aunque ya pasaron como diez años que muriera, una indicación que cumplió en dos días porque los morochos se le ponían delante de los bustos y le decían que con eso no se metieran que eso era sagrado y él los enfrentaba y levantaba la voz y los brazos hasta que los negros más matones se amilanaban, y con un chasquido de dedos ordenaba a los de la cuadrilla a que comenzaran con el martillo hidráulico y de los otros martillos para hacer trizas esos torsos de piedra y de hierro que adornaban las dos plazoletas en el pueblo, antiguas donaciones de los intendentes en épocas de democracia.
El tipo tenía que hacer méritos más que chuparle las medias, al menos eso es lo que le quiso darle a entender aunque estaba agradecido que se había fijado en su hija Evita, porque la pendeja le venía sacando canas verdes desde que cumplió quince años y andaba prostituyéndose por todos lados, justamente hacía menos de un mes que la había rescatado de un hotel de mala muerte en la estación de trenes en la linda de uno de esos hoteles que como si fuera un rosario mugriento se pierden uno tras otro en la sombra de uno algarrobos de día y en las propias sombras en la noche, donde estaba prendida con los mozos y con los conserjes que la ofrecían a tipos mayores y paganinis por cien pesos moneda nacional veinte que quedaban en manos de esos vivos y ochenta que entraban a los bolsillos de la putita que además lo disfrutaba porque a ella le gusta que se la pongan por todos lados, una loquita la pendeja pero él la quería mucho era su única hija mujer y le hubiera dado todo pero ella se conformaba con eso que a él no le gustaba nada porque le encantaban las putas pero justamente no que su hija lo fuera, así que el tipo tenía que hacer méritos más que chuparle las medias, porque si se casaba seguro le permitiría que se llevase parte de su dote en dinero constante y sonante.

cuentos y desencuentros

Cuentos y desencuentros.
Querida guada, dos puntos te escribo en primer lugar para ratificarte mi amor par decirte que nunca voy a amar a nadie como te amo coma pero también para decirte que cuento los días que faltan para el quince de enero coma fecha en que según tu prima estarás por acá punto es difícil que yo vuelva a viajar porque para ir por allá es todo un lío como la última vez nomás que me pidieron como diez veces el documento punto y coma cinco de las veces son las que te conté y cinco veces en la terminal donde mientras esperaba el colectivo los militares hicieron la misma cantidad de rastrillajes, se ve que buscaban peces gordos pero de paso se llevaron unos cuantos linyeras coma dicen que los están tirando en la frontera con santiago punto, te amo y me vuelven a la mente los momentos en ese selecta que pasamos de la mano en el cine la tarde que estuve con vos y nos dio permiso tu tía a regañadientes por los peligros que hay en la calle coma también te cuento que cuando salí de pronto me vi en el medio de un tiroteo de los que son comunes ahora punto y coma pero mientras corría escuché que alguien me gritaba que no tenía que hacerme el pícaro con vos que me lo mandaba a decir tu novio y que no apareciera más por allá, coma, y como si fuera un rayo me pasó un petardazo cerca que me puso el corazón en la boca punto he decidido no viajar más a eso que llaman ustedes el jardín de la república que no tiene nada de jardín ni de república coma ni te cuento los líos que tengo con lo que nos enseñaban en educación democrática y esto que está pasando, no entiendo como la gente apoya a los militares ni tampoco como se traicionan unos a otros, el que me gritó en el medio de los tiros gritó también que estabas embarazada de él, y yo me sentí mal y ridículo coma si puedes cuando me contestes háblame de esto para que yo no me haga ilusiones si no me debo hacer o sino me ofrezco a que nos casemos y yo me hago cargo de tus problemas si los tienes punto.
El pendejo aprendió a abrir las cartas con sumo cuidado como para que no se note y después a volver a cerrarlas para que sigan el curso que deben seguir, colocación de todos los sellos antes que el cartero las lleva a los domicilios que correspondan, el pendejo copia las frases los textos por partes algunos completos para mostrárselo a sus amigos y con eso se divierten porque la conocen a la mina que viene toso los veranos, el pendejo aprendió a abrir las cartas, las que van y las que vienen.
Enzo no tendrá un entrenamiento como el que los otros hijos de puta reciben en cuba o el que los milicos reciben en campo de mayo o en alguno de los distritos militares pero es una matón de esos y fortachón por eso lo han llamado de la oficina del capo de recursos humanos y le han hecho el ofrecimiento de asegurarle el trabajo de por vida, en el lugar que él elija hasta que se retires con un sueldo digno y la asignación de la casa adonde viva, si ayuda en la confección de las listas de los rebeldes sin causa que hay que limpiar de las fábricas o de cualquier otro lugar que haga de pocilga de zurdos, y además si ayuda con los allanamientos o las redadas para lo que le avisarán, él le ha dicho que hablarán en código, que cuando lo hable por teléfono y le diga hoy hay un asadito es justamente eso, un asadito para juntar a los muchachos con los otros muchachos en el patio de la casa de alguien de confianza y mientras se come y se chupa unos vinitos esperar la hora de los operativos que no duran más de dos horas.
El télex de hoy decía, GER RR HH punto confidencial punto se confirma comienzo de la molienda para las cero horas del día de la fecha y la molienda de trescientas toneladas coma y el urgente despacho del producto a villa Gorriti en la tacita de plata punto.

blancos y negros

Blancos y negros.
No hay mucha organización todavía porque desde los tiempos del general que lleva más de diez años en el exilio los militares y los civiles que pasaron han destruido las leyes laborales, ellos las quieren blanquear, todo lo que se pueda terminar con esas explotaciones inhumanas de ir a buscar coyas a Bolivia meterlos en vagones roñosos, hacerlos firmar contratos con Ovidio el testaferro que aparece para que no aparezca personal del ingenio, él con la ayuda de los empleados del ingenio redacta seis mil contratos todos iguales con condiciones que favorecen a la empresa y cada año les reducen derechos a los bolitas que son unos boludos porque no se quejan de nada y vienen a poner el hombro y se vuelven a sus pagos, con los años se vienen destruyendo todas las conquistas anteriores aunque no las más importantes y menos los derechos, que gracias a él y a la lealtad doble con su pueblo, se consiguieron y que están en unos cuantos renglones de la constitución para empezar, y lo poco que queda lo usan los compañeros para que los trabajadores pasen por el sindicato, saquen sus carné de socios, para que ellos los defiendan de los abusos de los patrones que quieren todo para ellos, lo discursea Vázquez al Cabrera mientras se ceban unos mates y en la oficinita de este organizan derechos y el discursos tedioso que se puede hacer con las leyes los decretos las resoluciones de los ministerios respectivos, desde esa oficinita siguen los movimientos en las calles porque será un sucucho pero un sucucho con ventanas grandes como se hacían antes para espiar movimientos de traiciones hoy como son hoy las traiciones, un rosario de argumentos de los que hacen resúmenes en papeles que después se utilizarán para mandar las comunicaciones con la empresa, en los largos procesos que llevan los trámites por estabilidad laboral, preavisos, condiciones mínimas, respeto de los acuerdos en las paritarias que terminan dominadas por los abogados que se venden, no solamente los de la empresa que eso no es nada ni para asombrarse sino los que están del otro lado, los que representan a los trabajadores.
Ellos quieren blanquear aunque haya en el pueblo gente que los trata de negros, negros que solamente pueden asistir a la misa de los domingos a las nueve de la mañana porque la de las diez es para empleados de más categoría.
El patrón le aclara a su subordinado de confianza que el panorama de los próximos años será negro por la información que tienen del comando central de ejército, porque los montoneros y los del ejército revolucionario del pueblo han venido con el cuento de una revolución popular que de popular no tiene nada pero en nombre de esa secuestran y matan y aunque puede parecer que los controlan por la triple a, en realidad esto es un quilombo que no tiene control y que ellos están llamando a reuniones secretas que se llevan a cabo en los cuarteles para ver si cuentan con los apoyos morales y también económicos para sacarlos a los del gobierno y meter otro que reorganice para después volver a la normalidad, y el empleado le dice que está claro y que no se preocupe que él lo maneja, que le vaya escribiendo las comunicaciones por télex y él se encarga de coordinar todo por el ingenio, como se acordará que colaboró para despedir esos seiscientos revoltoso que hubo que despedir y que armaron con el abogado vendido ese recién recibido que era empleado del banco ese que tiene el hijo al que le dicen colorado.
Ellos insisten en ser oscuros en pintar sus secretos de negros aunque haya en el pueblo gente que los trata de blancos, blancos que asisten a la misa de los domingos a las diez de la mañana porque la de las diez es para empleados de más categoría.

negro y blanco

Negro y blanco.
Más blanco que negro, les dice eso los alecciona que ahí nadie anda con jodas, que cada uno cumple con sus obligaciones las ocho horas y que por eso les puede conseguir horas extras pero si hacen bien sus trabajos que esto es lo primero, todos lo conocen al Cabrera que se pone cabrero si no le hacen caso con la organización de la oficina local, y si no se hacen los desentendidos con el despelote del gallito leyendo las cartas que le mandaba él a ella chamuyándola como el primer día, las cartas de ese juglar impecable que un día apareció por el pueblo de repente y ella le hizo toda clase de desplantes para correrlo diciendo que no era nadie para burlarse de ella y que además si escribía palabras y frases bonitas no podía creer que abriese las cartas para que otros leyeran y se burlaran como se burlan en el pueblo, que por más que estaban cerradas y selladas ella se daba cuenta que habían sido abiertos los sobres que le llegaban, todo por culpa del pendejo que nadie hubiera descubierto porque cerraba bien esos sobres con saliva nuevamente, pero que andaba cuenteando por todo el pueblo cosas de esos dos, más blanco que negro les dice a sus empleados, y los consiente para que se olviden del episodio que casi le cuesta la cabeza, porque con el lío casi lo echan a él y al director provincial de correos y telecomunicaciones porque se enteró hasta el secretario de la nación, porque la damita acompañada por el padre metieron una demanda por inmiscuirse en la intimidad, y anduvieron diciendo que cómo es que una institución que había sido de nobles y militares en el pasado como el conde de castillejo, de nobles y de militares honoríficos como el teniente Basabilbaso, se iba degradar tanto, pero que al final lo perdonaron y le pidieron que lo hiciera desaparecer al pendejo y lo mandara a estudiar.
Más blanco que negro debe ser el trabajo de hacer llegar las noticias a la gente de enviar sus cartas sus encomiendas, de resguardar sus secretos, y resumir en pocas palabras lo que se dice con muchas.
Más negro que blanco es el día del apagón con tantas cosas por coordinar, así que seguro del dolor de cabeza que lo aquejará le mete un refuerzo de cuatro genioles, porque la jornada va de siete de la mañana a las siete de la mañana del otro día, esas son sus obligaciones y él se las aguanta, por eso después a fin de año vienen las gratificaciones y las felicitaciones como vendrán si todo sale como se planeó, si ese día se hace la limpieza general y definitiva de los focos subversivos de la zona y alrededores como dicen los militares y que en resumen es llevarse unos cuatrocientos tipos de las fábricas, estudiantes de sus domicilios o de los bailes porque sábado los tipos estarán bailando en catriel o el comodín, varones y mujeres anotados en los listados y algunos parientes en una acción que no debe insumir más que cuatro horas, que para eso se han puesto un número equivalente de militares entre milicos rasos y gendarmes y agentes y matones de la empresa disimulados en los grupos que con vehículos de la empresa irán a determinados puntos del pueblo y de ahí cargarán a la gente en los camiones y las camionetas con el logotipo de la ele y se los llevará a san salvador, más negro que blanco es ese día diferente a otros días de los días y noches que el jefe pasa al servicio de la empresa interpretando las ordenes que le vienen escritas en formas cifradas en mensajes con instrucciones para producir, de cotos imputaciones, mensaje que vienen y que van contenidos en cientos de frases y de palabras que se escriben tipo memorándum y después los empleados del teletipo transcriben con l sonido de interminables tac tac.
Más negro que blanco es el trabajo de hacer llegar las noticias a los jefes escondido en palabras que los directores le inventan, trabajo de mucha gente manejo propio lo que él sabe los aben a los sumo dos de lo que son sus patrones, patrones del pueblo patrones del ingenio donde es patrona la virgen del santo rosario, mucha gente dándole letra para que él les pueda ir informando, que auditoría por acá, que costos por proceso por allá, y resumir en pocas palabras lo que se dice con muchas.

largos y cortos

Largos y cortos.
Ella puso el grito en el cielo y el Cabrera entendió que esa le tocaba a él, que él era el que lo tenía que convencer al pendejo que se deje de andar con el colorado y el chino y todos esos tira bombas y que se dedique a dar las materias de primero de abogacía, que ellos hacen mucho sacrificio como para que él ande con esas boludeces de cobardes porque al final de cuentas cuando hay que comer nadie ayuda a parar la olla, ni los de izquierda ni los de derecha aunque los de derecha como son los dueños de la fábrica ellos son los patrones y dueños del pueblo,, ella le dijo que la haga corta como él sabe hacer esos telegramas que les redacta a los obreros y que escuche bien lo que le dice que los patrones ya se le quejaron y le dijeron que le diga no ande con esas agachadas, que gracias a ellos tienen la casa y dinero, ese dinero que puntualmente baja con propinas que duplican o triplican los valores que les ponen cuando le detallan la cantidad de empanadas enviadas, ella le dijo que la haga corta como la debería haber hecho cuando lo puso a trabajar al pendejo con él apenas cumplió los dieciocho, y se fue mandando esas cagadas que él no paró a tiempo, de abrir cartas que sabía que eran de amor por el tamaño leerla y volverlas a cerrar, dos meses tres meses hasta que los descubrieron de la delegación provincial y le tiraron las bolas a él como corresponde porque él es el jefe de la delegación del centenario correo y no puede andar consintiendo estas infidencias, que la haga corta como la hizo corta cuando lo tuvo que echar con todo el dolor del corazón porque aunque era un sueldito era una entrada más que ayudaba para mantener a los hermanos, ella le dijo que la haga corta como él sabe que son los telegramas, cortos, unas cuantas palabra que resumen algo que ya está hablado como una renuncia indeclinable, una intimación, o algo que ya se supone de antemano como un nacimiento o un fallecimiento, que la haga corta como él sabe como sólo él sabe carterito de su amores que pasa con los telegramas que en media docena de palabras se repite lo que ya se sabe.
Apenas se levanta en ayunas y mucho antes de fumarse el primer pucho de los veinte o treinta que se fuma en el día, se tira el par de genioles al centro de su garganta y, como si estuviera haciendo gárgaras con la cabeza hacia atrás, las empuja con un vaso de agua de la canilla para que lo más rápido posible lleguen a la panza y se distribuyan por la sangre para que lo preserven de las seguras jaquecas que comienzan a la seis y media en zafra y a las siete y media de la mañana en los recesos solito en su oficina cuando se da con la parva de teletipos que llegaron entre las ocho de la noche del día anterior que es la hora en que vuelve a su casa si no hay quilombos o cuestiones urgentes, y esas horas en las que entra a su infierno preferido, ese cómodo despacho donde puede trabajar comer dormir y eventualmente coger sin que nadie los moleste porque dispones de tres secretarias para cada una de las entradas que tiene, una para el público, otras para los capos que lo vienen a consultar, y otra exclusiva para el ingeniero el dueño de la empresa que le da instrucciones cada vez que pasa por el ingenio, después apenas se levanta de la siesta de dos horas que se duerme se toma el segundo par de genioles, no le hacen mal quizás algo de gastritis pero lo ayudan un montón a tragar impotencias broncas por hacerse cargo de los despelotes de otros de las equivocaciones de la vida, que vienen como largas instrucciones en cada una de esas largas transcripciones que le dejan sobre el escritorio con los papelitos perforados del teletipo que él tiene que descifrar, explicaciones más largas de las que pueden ponerse en un telegrama de cuestiones que no se hablaron previamente o que se hablaron en secreto y deben ejecutarse, instrucciones, ordenes directamente que figuran en códigos de lo que solamente él sabe, palabras que no significan lo que se puede creer que significan palabras que significan lo que se puede creer que no significan.

dimes y diretes

Dimes y diretes.
Se empacó el Cabrera con la Cabrera porque se la pasa amasando para tapas de empanadas para ellos que piden que se las mande por encomiendas y entonces él tiene que destinar como dos de sus empleados si no son tres un turno entero y después andar hablando con uno y con otro, coimeando y rogando en una cadena de favores que no debe cortarse para que esa comida llegue a su destino en menos de cuarenta y ocho horas, eso los días de invierno eso sí, que es cuando ellos los patrones están de vacaciones y por suerte porque en verano es imposible mandar esos paquetes porque antes de llegar el relleno se pasa y se pone agrio por la cebolla verde que fermenta, y los repulgues comienzan a abrirse y entonces llegan como si fueran tortas fritas y carne picada y entonces la doña se queja con la otra doña que es la propia y él se empaca con ella porque siempre dice lo mismo que se pensará que no tiene trabajo cuando él tiene que colaborar día por día con los obreros que se accidentan para mandar el telegrama de intimación a la empresa y encima hacer como que no sabe porque sino lo amenazan diciendo que él no puede estar favoreciendo a los trabajadores de la empresa cualquiera sea el rango que tengan, que andan con los dimes y diretes asegurando que él maneja todas esas cuestiones más que el juez de paz y esa escribaniíta que ha llegado en estos días y todos le van a preguntar como si ella supiera.

izquierda, derecha

Izquierda y derecha.
Qué tiempos de mierda mezclarse con un pueblo que no entiende nada, que serán del pueblo los que están de vuelta o los que ya no están como para andar jugándose a ninguna aventura los que no están para ninguna joda, que serán del pueblo los que están viniendo o los que vendrán para arreglar una patria que no tiene arreglo porque está llena de maricones que nunca se agarran a los tiros, mezclarse con un pueblo esas son las ordenes que bajan con un pueblo más acostumbrado al látigo de los orejudos que esclaviza que al hambre de la revolución que libera, que no rompe las cadenas de la opresión capitalista aunque esa opresión o los propios capitalistas les anden rompiendo el culo, jornaleros zafreros obreros y empleados de mierda que nunca pasarán de ser eso porque parece que les encanta que los anden carajeando mientras tengan para comer coger y emborracharse, carajeando es una manera de decirlo en forma elegante porque en realidad se los andan culeando cuando se quedan con toda la plusvalía, que será la ganancia que ellos llaman legítima pero que lleva parte de cuero y del sudor de cada uno de esos infelices, que no apoyan ni en los pueblos ni en los lotes ni en los montes con el esfuerzo que hacen los comandantes superiores, claro son todos analfabetos que nunca entenderán ni una línea del manifiesto comunista y menos del capital si no lo entienden ni siquiera los boludos de los estudiantes porque si los hubieran entendido por lo menos ellos hubieran tenido el apoyo que necesitaron cuando los empezaron a meter en cana, cuando iban cayendo de a carradas cuando esos putos vestidos de verde oliva esos mismos ellos decían que era por averiguación de antecedentes y después terminaban con las torturas y las masacres como fue la del penal de máxima seguridad de la Patagonia que terminó siendo de la mínima seguridad porque los capos se fueron a la mierda y los compañeros quedaron entrampados y después los cabrones como represalia los mataron, traicionados por otros traicioneros como son los que hacen todo este flan que llaman pueblo.
El colorado, habla cuando tiene pesadillas, o cuando está despierto a su mujer que está durmiendo y por lo tanto que no lo escucha.
Se calienta cada vez que algún boludo le viene y le dice que es conservador o que es de derecha, como si jugar al tenis o al squash fuera de niño bien si el club atlético es un club popular en el ingenio y comentan que el año que viene va a entrar en la a porque los dueños pusieron la guita en la afa que está llena de corruptos que se hacen los boludos con estas cuestiones porque es lo que les conviene a los militares, se calienta y mucho cuando algún boludo le hace el comentario que se la tira a cholo porque usa kickers azules o marrones porque se compró dos pares por las dudas y para combinar con los pantalones pensando que nadie le va a decir que sea conservador por ser coqueto, o porque usa remeras le chemise la del cocodrilito verde que le encantan a quién puede importarle que quedan diez puntos con el wrangler, se calienta porque ni la ropa ni el deporte, lo hacen menos el chino lo sabe bien y mientras estén en la clandestinidad es mejor que haya boludos y útiles.
El colorado, habla cuando tiene pesadillas, o cuando está despierto a su mujer que está durmiendo y por lo tanto que no lo escucha.

valientes y cobardes

Valientes y cobardes.
Hasta el padre Keiner que jugaba canastas los viernes y los sábados con las señoras estiradas y con la nariz para arriba, hasta él que formaba parte del grupo porque habían descubierto que sabía y les faltaba un jugador en el club social del ingenio y no les importó que fuera el mismo de los sermones de los domingos cuando explicaba como el caminante renegaba con los publícanos, hasta él que participaba plenamente en esas mesas pantagruélicas que se armaban para jugar comer y chupar como buenos cristianos, hasta él llegó a pensar mal del flaco Méndez como un cagón un temeroso como para despacharse con todo el rosario, como uno de los posibles entregadores de los peligrosos subversivos locales que querían imponer la sinarquía marxista, hasta él llegó a pensar en el otro como un ideal, porque como el mismo cura sabía el flaco se rozaba con los de la sociedad pero partencia al grupo de los caminaban por el fango de la pobreza, porque los mismos días de canastas se venía empilchado impecable y todo de blanco para cumplir con el programa, que con las damas se extendía a las dos jornadas, y al juego de cartas se sumaban unos partidos de tenis que se jugaban a todo o nada en dos canchas impecables de polvo de ladrillo que habían hecho construir los dueños del ingenio, paro al mismo tiempo el flaco vivía engallotado con una mina que vivía en el embudo y le costaba desprenderse de esa vida de privaciones con su sueldo de auxiliar de contador en la empresa, pero esa historia era aparte y hasta él llegó a pensar mal del flaco, así que qué habrán pensado ellas que le presumían y le contaban que sus maridos andaban muy entretenidos con sus trabajos y entonces se le insinuaban.
Pero él y los demás se equivocaron, también el colorado porque el flaco era un valiente formado como él mismo decía en la pontificia universidad de la calle, con elegancia y de buenas maneras le explicó al mayor del ejército comandante de las arenas, responsable del proceso de reorganización nacional en el ingenio y sus zonas periféricas, que no era un buchón ni nada que se le pareciera, que podía contar con él si quería que le presentara mujeres y que de lo demás, directamente, no sabia nada de nadie.
Hasta el padre Keiner se admiró, antes que se comenzaran a asombrar los que quedaban con buen voluntad en el pueblo, atolondrados imprudentes o locos como en cualquier otro pueblo que se enteran de todo que no saben nada que viven que mueren que vegetan, hasta él quedó pasmado antes que se enteraran quienes formaban parte de las partes del pueblo donde seguían desapareciendo parientes amigos allegados, hasta él se admiró del último cuento que daba cuenta que el curita Martínez, le entregaba información a los milicos desde el confesionario, justo desde ahí donde los sacerdotes están más cerca del caminante escuchando en directo las historias de las miseria humana, minas que les meten los cuernos a los maridos y maridos que asesinan a patas de lana, pecados que son más para estar dormidos que despiertos aunque nadie lo cuente a nadie o lo diga y antes de las indicaciones de los treinta padrenuestros y los quince avemarías para tener derecho a la ostia, quién lo hubiera dicho del galleguito jocoso que veía los domingos en la cancha cuando jugaba con los del club Alberdi los odiados rivales de toda la vida que a veces perdían y a veces les rompían el culo con goleadas que hacían que las cargadas se extendieran por meses, hasta él se admiró que ese trabado del curtita español que enseñaba geografía e historia en la comercial, comentara como al pasar quienes eran los peligrosos o al menos quién entendía él que eran los peligrosos, tipos que después los otros mandaban a las comisarías y a los comandos donde los pasaban por el submarino la picana y las docenas de torturas que comentaban que inventaban para que los torturados hablaran.
Pero él y los demás se equivocaron, también el colorado porque el pretendido hombre de temple corajudo curita que renegaba en las misas de los domingos con lo feligreses que dejaban limosnas de hambre, hombre de conocimiento y de fe fuera solamente un cobarde.

cifrando descifrando

Cifrando descifrando.
Con el tiempo Cabrera había terminado aprendiendo cómo se cifraban los mensajes que debían entrar en un telegrama, se había convertido en un cifrador experto, eran años tiempos muertos para un tipo inquieto como él que no habrá tenido la primaria pero que con el esfuerzo y el trabajo hizo todo para que lo hicieran jefe desde hace poco, había terminado aprendiendo cómo un escrito que podía proceder de veinte o cuarenta renglones en hojas oficio podía o debía entrar en unas cuantas palabras que describieran todo claro para el que lo envía claro para el que lo recibe claro para cualquiera que pudiera leerlo a los efectos que fueran que son por lo general efectos legales, demandas millonarias indemnizaciones que hacen nuevos millonarios a los obreros o a los abogados que los atienden, todos líos o problemas que no le gustan él es un tipo tranquilo de rutinas tranquilas como la de todos los días de abrir a las ocho de la mañana cerrar al mediodía para dormir la siesta abrir de nuevo a la cuatro de la tarde y atender hasta las siete, por eso aun a regañadientes fue muy predispuesto con el abogaducho que vino de parte del colorado para preparar el texto de renuncia de los seiscientos obreros que debían irse porque la obra civil de la fábrica de papel se había terminado y ya no se los necesitaba, despedidos indemnizados convenientemente para la empresa pan para hoy hambre para mañana para los muchachos, lo atendió bajo protesta porque ellos eran del mismo palo y los de izquierda no andan echando gente como los patrones, al menos eso es lo que se dice en el par de libros que se van pasando de mano en mano que es donde está contenida la doctrina que defienden, al menos lo que él descifra del manifiesto comunista, aunque Cabrera se distendió un poco cuando el cuervo le dijo que en realidad todo estaba arreglado con la empresa y con los propios muchachos que a él los dueños de la fábrica le habían entregado un capital y le dejaron las negociaciones que él las fue haciendo tipo por tipo, que en realidad se trata del final de esas negociaciones, por eso él lo ayuda para hacer entrar en no más de veinticinco o treinta palabras por tipo porque sino será un dineral que le deberá al correo argentino por comisiones que justamente se calculan por cantidad de palabras, para hacer entrar en nomás de veinticinco o treinta palabras de las cuales dependiendo el nombre y el apellido la dirección legal y el numero de documento se llevan al menos diez, con el tiempo Cabrera había terminado aprendiendo cómo se cifraban los mensajes y entonces iba probando con lo que el otro le iba dictando, porque había otras diez o doce palabras que se iban con las menciones del convenio colectivo tal del artículo tal de las leyes laborales tales para asegurarse que después de eso no quedaban derechos pendientes ni de un lado ni del otro, eso no le fue diciendo bien el abogado.
Con el tiempo el santiagueño aprendió muy bien a descifrar textos que le traducen de las señales que salen de los teletipos, de esos aparatos que hacen tac tac tac todo el tiempo salvo cuando se los interrumpe con una llave o se los desconecta, de las lecturas que le hacen los empleados que tiene y que hicieron los cursillos para saber cómo deben leer esos interminables agujeritos en posiciones distintas cientos de posiciones distintas que marcan palabras números o números y palabras al mismo tiempo, impresas a fuerza de golpes de bracitos de metal en cintas angostas que escupe esa máquina como si fuera una máquina de escribir pero automática, leer mirando esos agujeritos o las ausencias de agujeritos, que las repeticiones y las no repeticiones y etcétera y etcétera, de todo lo que después a él le llevan en forma de palabras que deben pasar en última pero en última instancia por el tamiz de su criterio, aunque después queden archivados por diez años en miles de biblioratos de los cuales por entonces no se acordará nadie más que alguno de esos contadores que a veces hacen auditorias cuando hay que echar a uno o a unos cuantos capos, entonces habrá llegado el momento de pasarlos por las hogueras aunque nadie sabrá que él lo va registrando, todas esa historias cruzadas de favores de ricos y de pobres de condenas de codicias de maldades de un lado o del otro, en un cuaderno que guarda en su casa y les dejará a sus herederos, cada instrucción cifrada y descifrada por él, cada palabra que expresa los contrario o una semejanza solo él lo sabe, como que molienda es sinónimo de redada, como que cosecha significa despidos, o cada palabra en un tiempo, como que si dice cosecha fuera de la estación significa una cosa y cuando realmente es tiempo de cosecha habrá que leer atentamente y acordarse de las instrucciones que se dieron oportunamente con las palabras que se lleva el viento, además todos pasan, por él que es el jefe de personal de todas las fábricas de los dueños, le comenta el espía al colorado que se enferma porque son malas noticias que él debe llevar y los muchachos se ponen nerviosos y se la agarran con él.

bendiciones y maldiciones

Oraciones bendiciones y maldiciones.
Cuando él le dijo que no se meta con los curas que son igual de peligrosos que los militares, ella que lo conoce un poco por los años que llevan de casados y porque tiene el padre y los primos y las primas que se salvaron por un pelo, lo carga y le dice que en todo caso el muerto se admira del degollado, que él habrá hecho de las suyas cuando era estudiante y petardero y el colorado y entonces se enciende y los cachetes se le ponen como si fueran dos brasas incandescentes, y le dice que no ande levantando la perdiz ni jodiendo con esas cosas que se acuerde que él no tiene nada que ver con este país de mierda ni le interesa tener nada que ver, pero ella es mojigata desde niña y también los conoce a los sacerdotes al cura Martínez y al cura Keiner que son muy buenos, uno de ellos la bautizó el otro le dio la comunión la confirmó, el otro la casó y le bautizó a los dos niños, y entonces le pide que no la joda que ella tiene que agradecerle a la virgencita y al flaco por todo lo que han hecho, que las damas de rosa le pidieron que hagan cadenas de oración para pedir sus bendiciones y para que se pare todo el infierno que saben que hay por todos lados, un infierno que algunos dicen es necesario porque si no los comunistas van gobernar en el país y pareceremos cubanos, le retruca y le repite que los que andan con el grupo de colores están en el mismo grupo del administrador de la empresa y nadie sospecha que sea un zurdo.
Maldiciones, es lo único que le sale al turco que no se mete con nadie y que al contrario anda aumentando el tamaño de los bolsillos de muchos en el pueblo, la billetera más que los bolsillos y nadie le agradece, las donaciones a las parroquias los premios para las quermeses los juguetes para los días del niño reniega delante del colorado que se hace el boludo y anota en las columnas correspondientes mientras hace LIFO o FIFO, maldice, putea, se acuerda de la madre y las recontra putas madres de todas las madres, cuando el otro le viene a decir que habó con monseñor de la tacita de plata, ese que es un capo de la empresa pero que le viene con la noticia que los sacaron a las patadas, a él y a otros que se atrevieron a pedir cosas parecidas, pero que de todos modos habló con ese monseñor para que ese monseñor hablara con el monseñor de la ciudad de las ciudades, para que ese hablara con el capellán mayor del distrito militar que corresponda o en su defecto hablara con el comando general que tiene sede en el jardín de la república donde fue necesario tocar otro monseñor para ver si podían interceder y le daban la libertad a la pendeja de la sobrina del turco hija de su hermana más querida, que las crió a ella y a todas las hermanas con clases de piano y en los mejores colegios y ahora está enredada con un guerrillero, maldiciones le salen porque el otro se va en explicaciones que el jefe de todos los monseñores que es otro monseñor tiraron la consigna que hablen de la misericordia y de la fortaleza, de todas las virtudes que hay que tener en momentos difíciles, y que no se puede poner a Dios en las peleas de los hombres y que esta pelea se esta haciendo para bien de la sociedad una especie de exorcismo de quienes quieren imponer regímenes donde se cagan en la iglesia y las instituciones, maldiciones, es lo único que le sale al turco y se calma cuando el otro maldiciendo también balbuceando como para decirlo aunque no esté permitido como diciéndoselo a sí mismo ya que nadie lo escucha que no hay nada que hacer que él también pidió por la hija de una hermana, igual que él igual que cualquiera porque un poco más un poco menos todos andan detrás de un primo una prima un tío cualquier pariente que se llevan y no vuelve, él también anduvo detrás de eso y lo mismo lo sacaron a los tumbos.

amigos y enemigos

Amigos y enemigos.
No será un amigo lo que se dice un amigo pero es respetuoso dice buenos días cuando se va dice hasta luego da las gracias pide permiso y por favor cuando corresponde, es muy respetuoso aunque según los puteríos sea un tortuoso por lo que andan contando a sus espaldas que cuando entrega las listas de sospechosos que después los gendarmes en las noches se encargan de buscar en los propios domicilios, a esos que se llevan y nunca vuelven o vuelven menos de los que se llevaron, los mismos que en las sombras andan repitiendo que este se acuerda de todos los que saludó y los que no saluda porque con algunos pone cara de culo, no será un amigo pero como él y como todos los demás el pituco del mayor se desprende de su pilchas preferidas cada vez que está por jugar, de su pantalón con las pinzas bien marcadas de las botas cañas largas de su chaqueta verde y de la camisa blanca que un par de chupamedias con rango de secretarios de estado o sea con sueldos pagados por el municipio, cuelgan en unas perchas que acomodan en algún lugar de los vestuarios al que nadie puede acceder porque con él no se jode, y además porque en ese lugar quedan dos custodios con escopetas ithaca de segunda mano que custodian lo que es en realidad un bañito aparte en el galpón que hace de vestuarios, un cuarto de cuatro por cuatro al que durante todo el partido esos corpulentos no dejan entrar ni siquiera al réferi que llega sobre la hora, cuidando la ropa y el portafolios del que no se desprende por los papeles que cuentan que allí lleva y que abre en sus reuniones con el administrador de la empresa, no será un amigo pero es un compañero ocasional él que es el intendente y sus ayudantes que le hacen de secretarios y además le hacen las rondas por el mercado para llevarle las provisiones a su casa y le llevan los chismes de las locas y no tan locas que se mueren por acostarse con él, él y los otros son unos jugadores de primera los sábados de picada cuando se juntan en las canchitas de los obradores de los que están construyendo las viviendas del plan vea que se entregarán a los cientos de vecinos que esperan ansiosos, no será un amigo pero el tipo es correcto y con los que no lo joden no se muestra como un enemigo.
No como cacho que se hace el simpático y ahora anda distante, o como el conchudo de cachulo el encargado de las vaquitas para pagar la cervezas, o el gordo chicho y todos los demás muchachos conocidos de la picadas de los sábados que terminan en curdas memorables y empanadas que hace la madre de gallito para todos, no como esos que dicen que andan entregando compañeros a troche y moche más de noche que de día cuando nadie se entera o ellos creen que nadie se entera que entran y salen de la comandancia de los gendarmes, estudiantes de la normal y de la comercial compañeros de las fábricas, profesores que van poniendo en las listas catalogados de quilomberos o revoltosos que hacen peligrar las fuentes de trabajo, porque todo el comercio del pueblo se mueve ya lo saben todos con esa única actividad que es la que se lleva en las fábricas produciendo el azúcar el papel y todo lo que le sacan a la caña exprimiéndola hasta el último en los trapiches del ingenio, y todo los demás se mueve a partir de eso hasta los bancos y los trenes la cooperativa de teléfonos las usinas las radios, no como el cacho o el conchudo de cachulo que timbearon toda su vida en el club recreativo y cuando comenzaron a jugar vinieron por las canchitas todos los sábados porque fueron amigos de siempre hasta que de un día para otros desaparecieron de los corrales de las canchas y de sus casas que mejoraron en sus fachadas y comodidades como si ellos se hubieran sacado la lotería porque para hacer la refacciones que hicieron hay que tener mucha plata, esos que parecen amigos y a las primeras zancadillas desembuchan y se convierten en enemigos número uno de todos, amigos que antes que cante un gallo se convierten en enemigos.
Peor que los perros y gatos.

ilusiones alucinaciones y espejismos

Ilusiones alucinaciones espejismos.
Se ilusiona como cree que se ilusionan los veinticinco millones, él nunca se siente diferente al contrario es más común que el más común de los mortales de tipos solitarios y solidarios que a veces parecen distraídos, a lo mejor vengan tiempos mejores aunque sigan dando vueltas los militares y se vayan calmando un poco según lo que escucha, alucina con alucinaciones con goles y canchas de fútbol y milicos malhumorados y el gauchito con la camiseta de la selección que le compró al pendejo que de chiquito que es parece disfrazado de cura con una sotana con los colores celeste y blanco, picanas conduciendo señales eléctrica que entran por los testículo pero repercuten hasta en el occipucio, alucina con testigos de violaciones abortos y abusos, que bajan con sus pesadillas y siguen todo el día dando vueltas en su marote mientras cumple con su trabajo de contable, campeones como humanos como dice el preámbulo que por ahora quedó en el olvido, aunque eso de derechos y humanos es de periodistas pagados, tiene alucinaciones cuando se queda solo, se ilusiona con los goles del matador que quedarán para la historia, para su historia en su sueños de la patria que quiere mucho como la quiere mucho su amigo el chino que le hizo llegar el mensaje que ni se le ocurra aparecer que siga en la clandestinidad y que ni se ilusione que vayan a darse cambios, que esto del campeonato y las autopistas y los planes de vivienda y el arreglo a los jubilados son solamente espejismo y que vaya sabiendo que no cuente con la casa de su padres que se la rematado porque estos tienen abogados y escribanos amigo y están haciendo desastres, y aunque hayan pasado los sigue gritando a esos goles y a los otros porque por eso le dieron el botín de oro, pero en especial los dos que les hizo sin asco a los de la naranja mecánica o quienes hayan sido esos gringos que creyeron que nos ganaban y tuvieron que irse con el culo bien roto después del glorioso gol del mechudo, de solo pensarlo el colorado saca pecho porque todas esas emociones que le llegan por la radio y la voz del gordo Muñoz que se pelea con Clemente por los papelitos en la cancha, lo hacen acordar de todas las cosas que con el tiempo va dejando de contar porque a nadie de los que están cerca en realidad les interesan ni siquiera a su mujer que los escucha por respeto pero comienza a bostezar a los cinco minutos que él comienza con sus historias de la misma manera que él comienza a bostezar con las suyas cuando escucha las de la otra porque se llevan bien en la cama y después conversan poco, muy poco porque ni siquiera le pregunta sobre su pasado y eso que tiene unas pesadillas todavía de las que se despierta transpirando y agitado porque se acuerda que lo tuvieron demorado esperando que delatara a los otros pesados y de la bronca que no hablara se lo llevaron con los otros y él se salvó de pedo, esas ilusiones sus alucinaciones y esos espejismos de justo eso que le gusta le interesan ni siquiera a su patrón el turco Juancito al que no le gusta el deporte y entonces se pone a contarle alguna de las historias de las mil y una noches mientras él se hace el pelotudo y sigue con los asientos contables, pero esos goles quedarán con el gauchito para que todos los otarios del mundo sepan quienes somos se entusiasma el colorado.

tracción a sangre brechas digitales y de las otras

Tracción a sangre y brechas digitales y de las otras.
Con más de cuatro generaciones en la docencia, ni se acuerda la maestra por lo chiquita que era cuando su bisabuela le recitaba que sus épocas eran las de la letra con sangre entra, cuando había maestros o maestras narigonas con punteros que destrozaban o moreteaban los nudillos o que sembraban las baldosas con arroz en el piso para pasar las penitencias por no aprender las tablas de memoria o no saber distinguir los sujetos de los predicados, ni se acuerda de las historias entusiastas de aquella vieja que vio por última vez cuando tuvo ocho años aunque conserve el recuerdo de su calidez y las veces que repetía la palabra majadero que había aprendido de las monjitas del colegio de las hermanitas de la Santísima Virgen del Huerto que la formaron, allá muy lejos cuando la educación era como un vehículo tracción a sangre que se movía con abnegación esmero y patriotismo, ni se acuerda la maestra por lo chiquita que era siquiera de su abuela cuando contaba que todas esas atrocidades de pegar y castigar por la sanciones de avisar que la elección eran la ilustración o los golpes en el lomo, que todos esos prejuicios fueron quedando en el camino a medida que la ley mil cuatro veinte fue llegando a cada rinconcito de la patria dejando lejos esas malas rémoras pero rescatando la figura de las maestras almidonadas como sus propios guardapolvos maestras que eran buenas pero severas custodias de la disciplina y de la excelencia que significaban saber bien los cálculos de la radicación o los tiempos y las conjugaciones de los verbos más importantes antes de dejar la primaria en un momento en que el niño podía tener un oficio si su familia lo necesitaba, épocas de las fiestas patrias con bombos y platillos desfiles y fiestas de educación física parecidas a las olimpíadas donde se cantaba suelta el remo batelera que me altera tu manera de bogar, con más de cuatro generaciones en la docencia algo más se acuerda la maestra de las persecuciones de su mamá que fue de la última promoción de maestros normales y que le pelea en cada oportunidad que tienen de hacerlo con aquello que maestros eran los de antes y no los de ahora con tantos papelitos que cuelgan en las paredes en esos cursillos en los que se pasan de mate en mate discutiendo que son lacanianos o no para no aplicarlo en las clases y en los que pasan más tiempos que en el aula y entonces los niños caminan sin tutores y sin destinos por los pasillos de las escuelas y entonces no se hacen cargo de tomarles las tablas o enseñarles caligrafía, ella también le pelea que la escuela ha cambiado y que ahora se piensa que es más importante que el niño esté nutrido y que después aprenda.
Con más de cuatro generaciones de docentes, arrastre que le importa un bledo y se lo ha gritado a su mamá para pelearle ella también porque le vive diciendo que gasta en pilchas cuando hay que parar la olla, la maestra que en realidad no es una mera maestra de grado como ella misma lo aclara en cada seminario que se hace una vez por mes con permisos para capacitación con horas pagas como se paga la zona desfavorable y la licencia por agotamiento psicológico que son todas cosas que van consiguiendo los compañeros del gremio, que no es una maestra rasa como son esas viejas maestras normales que no dejan lugares ni vacantes, sino una muy reciente profesora de magisterio del ciclo básico y también desde hace poco del poli modal, de pícara avispada con una sonrisa en la boca la palabra majadero y con algo de maldad le dice al niño justamente majadero y le explica que eso significa como poco que es un vago y majadero que no hace la tarea de las sumas y las restas ni de lectura, que no es como la compañerita que es la mejor alumna que ella patrocina porque es la que se acuerda del día del maestro y de los regalitos que le encantan que son pura bijoutería, y le dice al majadero que es un majadero que cómo no va a tener una computadora en su casa y que si no tiene que le diga a su papá que lo acompañe hasta el ciber más cercano para bajar de google y también imprimir el cuento de navidad de Charles Dickens que es la tarea más importante del año porque se realiza con los padres, una tarea en la que se interactúa o en la que interactúan docentes niños y padres, que tiene que leer con los papás como efusiva levanta la voz en reunión con esos quejosos de los progenitores que no entienden de la educación pública y vienen y los tiran a los chicos en la escuela para que ellos los atiendan cuando no son criadas de nadie menos de esos negros y ordinarios de los padres y menos de esos monstruitos que no saben ni la tabla del dos y tienen horrores de ortografía, aunque eso sí, que manejan los teclados para los juegos no como ahora puro cuento que lo nota asustado como en un cuento cuando aparecen los fantasmas por lo que lo reta nuevamente porque la historia que el niño dice que le ha contado el papá leyendo el cuento es distinta a la historia que dice ella es la verdadera del cuento de navidad, y el papá con una lágrima en los ojos le tiene que reconocer delante de todos que él no sabe leer porque nadie le ha enseñado y tuvo que trabajar de chico y que como no se atrevía a reconocer su ignorancia le inventa la historia a su niño porque no sabe leer.

identidades y gazapos

Identidades y gazapos
No se quejó nunca de su nombre de pila ni de su segundo nombre ni siquiera del tercero que lo vivía cargando a su papá con los compromisos que habrá tenido para ponerle ese y un cuarto compromisos con vaya a saber con quien de la familia o de los amigos como para andar decidiendo con una abundancia que parece medio ridícula en los tiempos que corren pero no se quejó, como no se quejó nunca del apellido paterno ni del materno que como debía ser para un tipo cajetilla pegaba con el paterno, no se quejó ni siquiera del único sobrenombre que sus amigos poco imaginativos le pusieron durante las largas jornadas que compartieron partidos de fútbol, o de voley que no terminaban nuca en el colegio Belgrano o en la comercial donde terminó el secundario, después de muchos espejos después de mirarse mucho apenas tuvo el tamaño para poder hacerlo en el botiquín y en el espejo del baño con dos bisagras y tres puertas que multiplicaban sus imágenes para adelante y para atrás, la cara la nuca el occipucio, las patillas las orejas perfectas, el copo los pómulos el mentón perfectos, los dientes apareciendo con la sonrisa después de la cepillada, imágenes con las que él se fue poniendo conforme y conforme fueron pasando sus tiempos, no podían quedar dudas para tamaño de apodo poco imaginativo de sus amigos que entonces lo conocían bien y conocían que era calentón y pelotudo, pero se las ingeniaron de tanto verle esos pelos como llamas crispando hacia arriba que comenzaban casi tocando el final de su cejas coloradas también y terminaban en puntas que dependían de la cercanía o la lejanía con la última pasada por Don Giovanni el italiano renegado que no personaba con la maquinita mientras se paseaba repasando todos los chimentos del pueblo, como llamas que incendiaban los costados atrás y últimamente la cara cuando pasaban dos o tres días de la última afeitada, no se quejó ni de sus nombres ni de su apellidos ni del único alias que anotaron los milicos el día que lo levantaron directo en la última clase de contabilidad uno, cuando registraron en esos cuadernos que iban de mano en mano para información de todos esos hijos de puta autores de la balacera de palomitas y de todas las que cuentan los compañeros, pero sí estuvo triste y se quejó el día que gracias al turco le cambiaron los papeles para que comenzara una vida nueva, cuando dejó de ser en función de todos sus nombres anteriores de sus apellido y aún del único sobrenombre que tuvo y del único alias con el cual alguna vez lo registraron como posible montonero y dejó de ser en función del único documento nacional de identidad de los que tuvo que sabía todos los números de corrido uno por uno sin ninguna equivocación en el medio.
No le gustaba pero tampoco le disgustaba que lo llamaran contador, en sus soledades se sentía como un ladino como un artero armador de mentiras con apariencia de verdades de falsedades prolijamente registradas en impecables columnas adulteraciones de entradas y salidas minuciosamente resumidas en hojas impecables y foliadas por funcionarios impecables de impecables colegios de contadores o de escribanos, de simulaciones escondidas de las que solamente él sabia en impecables mamotretos colocados en impecables estantes de impecables trabajadores, después de todo él andaba por todos lados y no se daba abasto arreglándoles chanchullos a los pocos comerciantes que había a los chacareros que le mentían a los inspectores una vez al año de la leche que sacaban de sus vacas y de las hectáreas de sembradíos cuya producción vendían, y de vez en cuando dándole una mano también al cura con los balances de las limosnas y los arreglos que hacía en la parroquia, era en definitiva el contador de todos especialmente cuando se trataba de urdir mentirillas para salvar aunque más no fueran unos centavos o un poco más de unos centavos cuando venían los de la cooperativa de teléfonos a pedirle ayuda para una rendición de cuentas que no les alcanzaba con el par de contadores fijos que tenían para ocultar los viáticos que sus funcionarios gastaban en comidas sofisticadas y putas igualmente sofisticadas en ciudades frenéticas a las que viajaban supuestamente por trámites de la empresa, no le gustaba pero tampoco le disgustaba porque vivía divirtiéndose con las boludeces de la contabilidad y además ganaba dinero, no como su gordo y ciego amigo el juglar de la guitarra, pero lo suficiente como para vivir bien con su bruja y dos niños, y lo que le disgustaba eran esos mensajes subliminales que le llegaban con algunos de los que contrataban sus servicios cuando por ojitos o frases como usted sabe contador, le tiraban un guiño que sugería te tengo agarrado de las bolas con la justicia por sí algunas veces lo necesitamos, cuando él bien conocía que a nadie metían en cana por mentir con las partidas dobles los libros diarios o los balances porque si hicieron algo bueno estas bestias de los milicos es copiar de algún lado eso de ajustar por la inflación que doblaba la posibilidad de mentir con las reglas de contabilidad generalmente aceptadas.

mejor y peor

Mejor y peor.
Siempre hay alguien que está peor siempre hay alguien que la pasó peor, que está en el tacho o que ha pasado de largo por el fondo de un tacho desfondado, es lo que le inspira al colorado cada dificultad con la que se da el gordo de su amigo cuando se lleva por delante todo lo que se topa porque es como un bebé que está aprendiendo a dar sus primeros pasos, gritos que pega para saber si hay alguien cerca porque todavía está aprendiendo a parar las orejas, la cejas que se le arquean cuando se le escapa algún chisme o cuando levanta la voz para contar alguno porque piensan que no lo están escuchando, aunque sea tan grandote como él y ya hayan pasado unos años desde que fue papá y compartan los mismos momentos de asados y chupes, porque el gordo además de gordo es ciego y ciego de pocos años porque antes veía y que él no querrá hablar pero que la verdad es que a toda la visión la perdió no hace muchos años por culpa de los mismos hijos de puta de palomitas y que a él la picana en vez de ponérsela en las bolas o metérsela en el culo como a muchos de ellos, compañeros comandantes soldados urbanos y de guerrillas, a él se la ponían en la cabeza, noche tras noche de todas las noches que lo tuvieron para que entregara a compañeros del empaque de pomelos y naranjas donde trabajaba por turnos en la época por esos años que se recibieron de perito mercantil, siempre hay alguien que está peor porque los otros han pasado las suyas con estos milicos que ahora andan más tranquilos y habrán creído que el gordo que también es ciego era peligroso porque lo apretaron y lo apretaron sin poderles sacar ninguna información aunque anduvieron diciendo que no era que la tenía sino que directamente no la tenía, y él se lo aguantó.
Siempre hay alguien que está mejor siempre hay alguien que la pasa mejor, que puede ser la partida de la contrapartida del lindo el saldo deudor del acreedor de los sanos, al colorado le entra la pica porque su amigo el gordo, que es gordo y que es ciego y que es más paciente y tolerante que él con todas las cosas con todas las dificultades, aprende a tocar, de a poquito primero y más después y más hasta que va tocando la música como los dioses cada tema y todos le dan y lo ayudan con dinero para que pague sus cuentas, virtuoso a lo mejor tortuoso sufriente talentoso, eximio y deficiente y exquisito, y aprende a templar la guitarra y a cantar a pasos agigantados, y afina su instrumento y sigue insiste y se pone, y canta mucho mejor de lo que el canta él con su famosa partida doble, malabarista de malabares contables que vende a buen precio encantador de serpientes que le chupan la sangre a la gente y le pagan a él que chupa la misma sangre de manera indirecta, comerciantes inescrupulosos que suben los precios porque otros los suben que los suben porque ellos los suben y así hasta el infinito, y le da con los Beatles y todas las canciones del grupo de Inglaterra que gritan como los dioses y él lo hace de la misma manera, siempre hay alguien que está mejor que tiene más entusiasmos aunque las cosas le hayan salido peor y al que lo mueve la esperanza que él el otro y cualquiera renuevan cada vez que se despierta como se despiertan otros después de haberse acostado rememorando los desalientos en cada día, porque en realidad sale de compararse con otro aunque nunca se termine de saber muy bien de la procesión que al otro le corre por dentro.

pesadillas y razones

Pesadillas y razones.
Nuevas pesadillas van quedando cuando se van interrumpiendo viejas pesadillas, unas quedan atrás otras pasan adelante se mezclan, no hay más esos sueños exaltados de los primeros días creyendo que el infierno en palomitas y en monte quemado se replicaría en infiernos parecidos, en esos lugares inundados de pronto por ruidos de cristales que se rompen que hacen estruendos que se confunden con estruendos de tiros de quejidos de pedidos de ruegos de llantos de niños grandes pidiendo por sus madres de grandes achicados que no se las aguantan y preguntan cómo pueden salvarse, de esas decenas de hijos de puta de cobardes de maricones de luciferes con trajes de fajina agrandadazos por portaciones de escopetas que ni funcionan pero que asustan por los golpes que se dan mientras preguntan, de pistolas de gruesos calibre, con tipos prepotentes calentones y vividores, coimeros y aprovechados en los aprietes que eran distintos para varones que para mujeres como es siempre, que los de ellas terminan con algún servicio que eso sirve para perdonar cualquier pecado al que debe hacerlo lo de perdonar claro porque pecar anda pecando cualquiera, no están mal los pervertidos poniéndoles a ellos picana en las bolas y en la poronga y haciéndosela chupar las de ellos por la niñas que todavía con el semen chorreando de su labios entregan a docenas de compañeros para que las suelten, el colorado se da vueltas y vueltas en la cama ronca y largas largos gemidos después de haber quedado exhausto bailando el pata - pata de la Miriam Makeba, ahora son repetidos los sueños con buchones y entregadores en un pueblo donde los más buenos lo son porque ni hablan ni ven ni escuchan en suma porque se hacen bien los pelotudos cada vez que los otros proceden en sus operativos, nadie dice nada nadie se queja todos miran para cualquier lado dicen por algo será algo deben haber hecho, y sueña que menos mal que en ese pueblo nadie pregunta por él salvo un par de minas y solamente cuando se trata de registros contables que en eso anda diez puntos, nadie les dice nada a estos demonios con uniformes verde oliva o azules cuando vienen de las ciudades cercanas donde tomaron bajo condiciones de guerra los distritos militares que hasta ayer nomás eran páramos apacibles en los que caminaban colimbas solitarios y pajeros y ahora dicen los que llevan y traen que están convertidos en purgatorios cuando menos porque son verdaderos infiernos que es cuando comienzan a llevarse carradas de gente como si cargaran arena en los acoplados de los camiones.
Esas son sus pesadillas mucho más pesadas que las ligeras razones que tiene para hacer de su vida un remanso apacible.
Un sosiego cargado de vino y de asado los viernes a la noche y los sábados al mediodía con los compañeros de trabajo los domingos al mediodía y también a la noche con los mismos compinches, una quietud que a veces interrumpe su mujer que se queja que no tienen ni para ir de vacaciones como si él tuviera el tiempo para andar pensando en eso cuando tiene que trabajar par mantener a los niños que van creciendo, y encima hacer de cuenta que no ha pasado nada que la vida continua aunque las noticias que lleguen no sean de las mejores, que a su papá le dieron tanto que cuando volvió se murió de tristeza porque con la prepotencia de estos tipos le quitaron hasta la casa que era el único indicio de un bienestar movedizo como un anchi apenas una casita que el viejo había logrado ampliar por ahí de los sesenta con una gratificación que le dieron en el banco de la provincia en la época de los milicos cuando existían los premios a la lealtad y al afán de todos los trabajadores que extrañaban al general.
Eran sus razones mucho más livianas que las rápidas pesadillas que tiene para hacer de su vida una corriente turbulenta.