vidita si me ha pispeao
cosa mala y suya será
vidita si me ha ojeao
de mal en peor andará...........
Friday, June 29, 2007
Thursday, June 28, 2007
jugando
cositas tuyas que me han contao
nunca las podrás saber
me han dicho que mucho me has engañao
eso no está en tu deber....
nunca las podrás saber
me han dicho que mucho me has engañao
eso no está en tu deber....
Monday, June 25, 2007
jugando
a la inocente doncella
llama el mancebo altanero
y dice repite que sin ella
no hay forma de hacerse sanatero.....
llama el mancebo altanero
y dice repite que sin ella
no hay forma de hacerse sanatero.....
estadísticas, resultados de las elecciones en la CABA
61% es gente sin convicciones
39% es gente con convicciones
............................................
39% es gente con convicciones
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Sunday, June 24, 2007
jugando....
...lenguaraces lenguadas, lengudas las comadritas
hablan y hablan de más
son muy chismosas las malditas
sin piedad y no se callan jamás...
son como inquietas cotorritas
que pian y pian sin cesar
son como venenosas culebritas
que hablan de los demás sin pesar....
hablan y hablan de más
son muy chismosas las malditas
sin piedad y no se callan jamás...
son como inquietas cotorritas
que pian y pian sin cesar
son como venenosas culebritas
que hablan de los demás sin pesar....
Friday, June 22, 2007
jugando con las convicciones
...según las útimas noticias de los encuestadores, los argentinos (porteños en particular para este caso) tenemos tantas convicciones que seguimos al pié de la letra las convicciones de los esclavos con aspectos de artistas (gieco, fontova y siguen las "firmas" como hasta diez) que pobreza de artistas tenemos que andan "regalándose"..................
Thursday, June 21, 2007
jugando
con convicciones como la de esos
vivirás esclavo de los necios
nos dijeron que son únicos y que tienen sesos
y que no dejemos de aceptarlos como son muy recios............
vivirás esclavo de los necios
nos dijeron que son únicos y que tienen sesos
y que no dejemos de aceptarlos como son muy recios............
Wednesday, June 20, 2007
convicciones...
...estos chantas argentinos de las convicciones los tienen bien puestos a: los subsidios, los recitales que paga la administración pública, las giras financiadas de la misma manera...hubo una patria contratista, denominación que se usó para cargar a los empresarios...estará apareciendo una patria artistista, realmente es inmensa y muy rica la teta del estado....
Tuesday, June 19, 2007
convicciones....
...lamentemos todos aquellos que perdimos la oportunidad de tener convicciones como gieco fontova y todos los payasos parecidos, a lo mejor con esas convicciones hubiéramos tenido por lo menos fortunas similares a las que tienen ellos con tantas convicciones....
catarsis de cronopio
...ahora resulta que algunos de los que se creen artistas con ascendencia sobre la gente nos dicen en impresionantes afiches que hay que hacer como ellos QUE TIENEN CONVICCIONES y votar por filmus alias chirolita como si los demás no las tuviéramos como si fuéramos unos estúpidos que por cierto lo fuimos cuando alguna vez compramos algún CD con los temas de estos dogradictos o sanateros......................
como muchos empleados del estado que les financia los recitales con el argumento que es cultura para el pueblo...
como muchos empleados del estado que les financia los recitales con el argumento que es cultura para el pueblo...
Saturday, June 16, 2007
frases cortas para tres estúpidos famas que siempre hacen afiches a favor del gobierno..............
para vos monstruo grande que escribiste tu autobiografía, gieco
para vos que siempre tenés el sol porque te apropiaste del sol, heredia
para vos que cantaste en algunas reuniones de curdas y ya te crees con derecho a opinar de cualquier cosa, parodi....................
dime el tamaño de tu plazo fijo y te diré las convicciones que tienes............
dime el tamaño de tu bolsillo y te mediré las convicciones....
ustedes sí que son tipos de convicciones, cobran por centímetro de afiche...
dime cómo se te disminuyen las regalías y te diré hasta dónde puedes venderte, denigrándote....
no se preocupen, macri también les dará laburo para que sigan parlándose giles...
como yo, que alguna vez compré los bodrios que componen....
dime hasta dónde te crees líder y te diré cuánto te pagaron......
para vos que siempre tenés el sol porque te apropiaste del sol, heredia
para vos que cantaste en algunas reuniones de curdas y ya te crees con derecho a opinar de cualquier cosa, parodi....................
dime el tamaño de tu plazo fijo y te diré las convicciones que tienes............
dime el tamaño de tu bolsillo y te mediré las convicciones....
ustedes sí que son tipos de convicciones, cobran por centímetro de afiche...
dime cómo se te disminuyen las regalías y te diré hasta dónde puedes venderte, denigrándote....
no se preocupen, macri también les dará laburo para que sigan parlándose giles...
como yo, que alguna vez compré los bodrios que componen....
dime hasta dónde te crees líder y te diré cuánto te pagaron......
cronopio divagando
...si te mientes seguido
verás que a la larga tu vida
es más que una mentira y afligido
querrás barajar dar de nuevo y no tendrás partida....
verás que a la larga tu vida
es más que una mentira y afligido
querrás barajar dar de nuevo y no tendrás partida....
cronopio de nuevo nuevamente copiándose
Los inmaculados.
Aparecen con alguna virulencia alrededor de las elecciones aunque no llevemos ni una docena de votaciones desde que en 1983 logramos volver a la democracia - si volvimos porque precisamente no nos caracterizamos por espíritu que se le parezca y somos más bien autoritarios reprimidos a los que en el fondo nos encanta que nos tengan “cortitos” – retorno que hicimos desde un punto de algo que ahora llamamos “el proceso en el que yo no estuve”como si fuéramos un yonofuí….se trata de tipos intocables, tipillos que nunca se equivocan hablan con la razón permanentemente de su lado, son exitosos que nunca hablan de más que nunca hablan de menos, son felices en general sin interferencias de nadie, tienen su casa su auto un segundo auto si vienen con suerte tienen su medico de cabecera su obra social su prepaga linda mujer hijos sin problemas saben todo de ciencias de arte de técnicas casi inmaculados si no fueran por lo general católicos que saben que esto es una apostasía que probablemente dios no les perdonará, así que los tipos andan por la vida buscando a quienes le dan la razón mientras se la dan también a ellos mismos, aparecen en la escena de los medios negándose que son mediáticos, son gente a la que seguramente le hablaron de nuestra estupidez de nuestro cholulaje que nos lleva como si fuera un centro de gravedad
Aparecen con alguna virulencia alrededor de las elecciones aunque no llevemos ni una docena de votaciones desde que en 1983 logramos volver a la democracia - si volvimos porque precisamente no nos caracterizamos por espíritu que se le parezca y somos más bien autoritarios reprimidos a los que en el fondo nos encanta que nos tengan “cortitos” – retorno que hicimos desde un punto de algo que ahora llamamos “el proceso en el que yo no estuve”como si fuéramos un yonofuí….se trata de tipos intocables, tipillos que nunca se equivocan hablan con la razón permanentemente de su lado, son exitosos que nunca hablan de más que nunca hablan de menos, son felices en general sin interferencias de nadie, tienen su casa su auto un segundo auto si vienen con suerte tienen su medico de cabecera su obra social su prepaga linda mujer hijos sin problemas saben todo de ciencias de arte de técnicas casi inmaculados si no fueran por lo general católicos que saben que esto es una apostasía que probablemente dios no les perdonará, así que los tipos andan por la vida buscando a quienes le dan la razón mientras se la dan también a ellos mismos, aparecen en la escena de los medios negándose que son mediáticos, son gente a la que seguramente le hablaron de nuestra estupidez de nuestro cholulaje que nos lleva como si fuera un centro de gravedad
cronopio de nuevo copiándose
más hipótesis de cronopio….
Y aunque no lo digan nuestros numerosos y ex – simios psicólogos,….. que según ellos están ranqueados a nivel internacional y participan en congresos y dicen que son recibidos en la uba como si eso fuera una garantía con la cantidad de horas de clase que deben tener con las interrupciones que hacen los del centro de estudiantes….., en aryentain tenemos un problema con nosotros mismos que no se solucionará mientras no lo reconozcamos o lo empecemos a reconocer cada vez que hacemos recambios generacionales…Se crea o no es un tema como para que pasemos por un sillón de esos que a veces tienen los psicólogos adonde de paso que contamos de nuestra vida podamos dormir un poco…. sesiones en sillones que no se pagan con los 2$ que ponen algunas obras sociales para hacer llegar este servicio al “pueblo”…….la solución a la calentura que tenemos con nosotros, calentura invisible e intangible para la mayoría de nosotros que adelantamos la novedad que el limbo es nuestra puta patria, la solución se puede adelantar diciendo que será una RECONCIALIACIÓN con nosotros mismos lo que nos venga bien, y si hablamos de una reconciliación es porque antes hay un enojo una animadversión que en consecuencia también es contra nosotros mismos que somos víctimas victimarios victimistas, estamos enojados con nosotros mismos, aunque no lo reconozcamos y como los que estamos enfermos de verdad seamos los primeros en negarlo, cómo nosotros que somos tan langas tan chicks, que somos tan grandiosos podemos estar padeciendo esta malaria del auto enojo nos diremos, que no que el problema es del otro del ajeno….y nos responderemos seguramente será porque como cualquier mortal cometemos errores aunque también minimicemos esa conclusión con el argumento chabacanero y ordinario de que Dios es argentino y tiene su discípulos en maradona y messi que meten goles con la mano y refuerzan nuestra hipótesis que nos garkamos al mundo con pete y todo…estamos enojados con nosotros mismos y esto es grave porque hasta que no hagamos lo correcto no habrá solución posible a esa bronca contenida a esa faja inútilmente ceñida….. ...la primera y más importante mentira que nos hacemos es que vivimos cargando tinta y culpando de nuestros males a los que tienen alguna culpa pero que no son “los culpables”…alguno dicen que eso es matar al mensajero, porque realmente arremetemos contra los que “aparecen” y nunca contra los que actúan entre las sombras, oscuridades en las que estamos bastante seguido nosotros mismos…. El pueblo……
Ejemplo: guerra de Malvinas, si se habla de un culpable se habla del borracho general que saludaba desde el balcón, nunca de nosotros el pueblo que alentábamos a los soldados como si fueran jugadores de fútbol….el culpable es uno como el periodista gómez fuentes que volteaba barcos desde un estudio de televisión…..nunca esta manga de culpables divertidos ciudadanos del culo del mundo que por los medios estará buscando nuevamente chivos expiatorios
Y aunque no lo digan nuestros numerosos y ex – simios psicólogos,….. que según ellos están ranqueados a nivel internacional y participan en congresos y dicen que son recibidos en la uba como si eso fuera una garantía con la cantidad de horas de clase que deben tener con las interrupciones que hacen los del centro de estudiantes….., en aryentain tenemos un problema con nosotros mismos que no se solucionará mientras no lo reconozcamos o lo empecemos a reconocer cada vez que hacemos recambios generacionales…Se crea o no es un tema como para que pasemos por un sillón de esos que a veces tienen los psicólogos adonde de paso que contamos de nuestra vida podamos dormir un poco…. sesiones en sillones que no se pagan con los 2$ que ponen algunas obras sociales para hacer llegar este servicio al “pueblo”…….la solución a la calentura que tenemos con nosotros, calentura invisible e intangible para la mayoría de nosotros que adelantamos la novedad que el limbo es nuestra puta patria, la solución se puede adelantar diciendo que será una RECONCIALIACIÓN con nosotros mismos lo que nos venga bien, y si hablamos de una reconciliación es porque antes hay un enojo una animadversión que en consecuencia también es contra nosotros mismos que somos víctimas victimarios victimistas, estamos enojados con nosotros mismos, aunque no lo reconozcamos y como los que estamos enfermos de verdad seamos los primeros en negarlo, cómo nosotros que somos tan langas tan chicks, que somos tan grandiosos podemos estar padeciendo esta malaria del auto enojo nos diremos, que no que el problema es del otro del ajeno….y nos responderemos seguramente será porque como cualquier mortal cometemos errores aunque también minimicemos esa conclusión con el argumento chabacanero y ordinario de que Dios es argentino y tiene su discípulos en maradona y messi que meten goles con la mano y refuerzan nuestra hipótesis que nos garkamos al mundo con pete y todo…estamos enojados con nosotros mismos y esto es grave porque hasta que no hagamos lo correcto no habrá solución posible a esa bronca contenida a esa faja inútilmente ceñida….. ...la primera y más importante mentira que nos hacemos es que vivimos cargando tinta y culpando de nuestros males a los que tienen alguna culpa pero que no son “los culpables”…alguno dicen que eso es matar al mensajero, porque realmente arremetemos contra los que “aparecen” y nunca contra los que actúan entre las sombras, oscuridades en las que estamos bastante seguido nosotros mismos…. El pueblo……
Ejemplo: guerra de Malvinas, si se habla de un culpable se habla del borracho general que saludaba desde el balcón, nunca de nosotros el pueblo que alentábamos a los soldados como si fueran jugadores de fútbol….el culpable es uno como el periodista gómez fuentes que volteaba barcos desde un estudio de televisión…..nunca esta manga de culpables divertidos ciudadanos del culo del mundo que por los medios estará buscando nuevamente chivos expiatorios
cronopio copiándose
De colores.
De colores su vida sin dolores cardinales que tuviera de adentro o de afuera, una vida sin dobleces hermosa y de colores, una hilera de luces sin sombras llamativa vistosa original, como una candileja eso era, iluminada plena y entera su vida, eternamente etérea y entera poniendo de su parte la cordura para todo y pensada por quienes lo formaban en la protección confortable que tenía en su morada, moldeada en el agradecimiento prudente al señor por los panes que se multiplicaban por decenas en el éxito de un hogar bien constituido como quiso verla a su vida su mamá, como ella decía una vida en la que no había ni altos ni bajos una vida amarilla intensa como era el color de los claveles que ella misma se compraba sin importarle que para los otros era el color de la mala suerte, lo que no le importaba como no le importaba que los otros preguntaban porqué asociaba el amarillo con la pasión y la prudencia, completa su vida imaginada con el norte en dirección a las virtudes que sus progenitores le enseñaban, austera frugal con los medios que alcanzaban para todo pero que no sobraban para nada, una vida trabajada en la soberbia con un toque de humildad y de silencios oportunos, una vida conducida en la soberbia contenida casi rozando la modestia y en la suficiencia no declarada como quiso verla a su vida su papá, al que le encantaba el rojo de la franja que cruzaba la camiseta de su equipo preferido aunque no lo confesaba, el rojo potente también con que él creía estaban coloreadas sus emociones las de toda la familia y aunque los otros por pelear dijeran que se trataba del color del diablo del color de la energía vista como el fuego. De colores su vida, deslumbrante, y él ya de grande haciendo que parezca recién retocada, y él terciando para que aparezca como una vida recién pintada como una vida recién revocada, tenía siempre las mismas salidas porque no podía despegarse de los emblemas técnicos después de todo él y su padre lo eran les encantaba desarmar todo para mirarlo y armar todo de nuevo, una vida sin huellas de heridas profundas, sin agujeros virtuales de desconcierto importante por lo menos al conocimiento de los otros, no se podían enterar de sus miserias los otros así como así decía en cada circunstancia de dificultades su mamá los trapos sucios se lavan adentro de la casa sentenciaba siempre su papá con la complicidad de su mamá, sin rugosidades de secuelas de broncas ajenas de rencores perniciosos de dañina inquina de tirria impropia, lo malo disimulado para que no se note lo bueno potenciado para que se note, como cuando brincaba y se puso contento porque ahí nomás de recibido y de comenzar a buscar consiguió trabajo, albricias festejaba entonces buenas noticias que asociaba con el verde de la esperanza, su primer trabajo en un trabajo en el que lo contrataron de ingeniero un laburo adonde lo llamaron ingeniero por primera vez y lo seguirían llamando mientras estuvo, cada vez que protocolizaban el trato con él en los infinitos cruces de decisiones que se tomaban buenas y malas decisiones que al final después podían ser buenas o malas noticias para la gente que vivía de los frutos del trabajo de todos, de la transpiración de la mayoría, de la avivada de los jefes chupamedias, de las directivas de los dueños y herederos del ingenio, un trabajo donde era ingeniero adentro y continuaba siendo ingeniero afuera de la fábrica, caminando para su casa, en el cine, en las quermeses que organizaba el cura y la gente de la parroquia para recaudar fondos para la iglesia, los mismos fondos que los fieles dejaban de poner como limosna en la iglesia como si fueran infieles de mierda y no fieles ovejas no descarriadas y obedientes, ingeniero seguía siendo con el paso del tiempo y cuando ya la gente lo conocía y con animosidad afecto o lo que sintiera lo saludaba o cuando se refería a él como señor ingeniero como don fulano el ingeniero, en relaciones cotidianas en las que se mezclaban la admiración ponderada la reverencia procaz el fervor exagerado, el recelo la insumisión y la distancia por las dudas había trascartón de ese trato deferente algún pedido sin vueltas de favores, alabándole para conseguirlos su laboriosidad su disposición para el trabajo en los grupos que se armaban para llegar a la gente con el evangelio como si fueran la imagen reflejada en un espejo de una escalera mirada en bajada porque se repetían en la capilla las mismas jerarquías que se daban en la fábrica y esto además de poco divertido era muy pesado, porque los jefes de allá seguían siendo los jefes de acá y los empleados de allá seguían siendo empleados acá. Y entonces de la misma forma que allá había cargos más importantes o menos importantes que otros y que ocupaban ellos o los otros de la misma forma bajaban las instrucciones cuando se trataba de salir a garronear la ropa y la mercadería que se utilizaban para la caridad entre tanta gente y así como había trabajos para los que todos se ofrecían había otros que ninguno quería hacer como ese de andar rastreando donadores por todo el pueblo para lo que había que patear mucho en cualquier momento con sol o con lluvia con calor o con frío, balanceando la caridad con la avivada porque entonces los de más abajo se preguntaban por qué cornos los de más arriba en vez de estar dando las ordenes no salían con ellos si eran tan hermanos como ellos y los de arriba seguían pensando que había trabajo exclusivo para los de más abajo y que en la vida había que ser humilde y aceptar lo que el señor mandaba a cada uno como tarea en esta tierra. De colores, seguía soñando y viviendo su vida como cuando de niño en los recreos o en los momentos de descanso en el Colegio Belgrano soñaba con llegar a ver el resplandor de la olla adonde termina el arco iris sueño de nene único y consentido inquietud y natural iniquidad de niño caprichoso con ilusiones irrisorias, ya de joven toda una ocurrencia de recitador de juglar urbano, como si fuera un poeta en medio de sus amigos que al mismo tiempo andaban jugando al fútbol, un juglar precoz y disciplinado entre tanto cachafáz que se dedicaba a embromarle la vida a los curas que los cuidaban y usaban el plantón para corregirlos. De todos los colores como esa olla que se imaginaba de las sorpresas y de los premios al mérito de portarse bien con los curas y los celadores, esa olla de la que, cuando era niño le decían los que fantaseaban con los cuentos, salían de los colores el blanco y el negro, el blanco y el negro y se iban transformando en otros infinitos colores que surcaban el cielo y a la vista y a partir del contraste entre la luz del sol y el agua de lluvia cuando coincidían, lo mismo con lo que jugaba cuando ya se hizo hombre colimba ciudadano y finalmente ingeniero. Estaba conforme con su vida, de buen pasar y con pocos accidentes anotados con pocos ingredientes que embromaran con pocos incidentes que dejaran secuelas de consideración, el viejo dándose vueltas con su trabajo de inspector de mantenimiento de todos los colegios nacionales de la larga patria que recorría de punta a punta dos o tres veces al año una circunstancia buenísima por lo menos para el niño porque le gustaba viajar y se había acostumbrado a esos cambios de escenario por lo menos un par de veces al año, porque el padre iba al lugar miraba y llenaba unas planillas como quería y las mandaba a Buenos Aires y después la pasaban más que bien recorriendo y conociendo lugares, un trabajo cómodo donde nadie lo embromaba hasta que decidió quedarse en uno de los lugares por donde pasaban, la vieja haciendo el aguante en la casa que les tocaba para quedarse como correspondía a un matrimonio bien avenido en su caso de criolla con gringo tano manso de segunda mano porque su papá no había nacido en el otro continente, uno de esos matrimonios que daban vueltas por la vida conteniéndose en gestos en gastos pulcros y castos y manteniéndose satisfechos con un hijo al que trataban de hacerle llegar todas las cosas deslumbrantes que pudieran, a él primero en el jardín de infantes y él devolviendo alegrías por portarse bien desde chiquito y después en las clases particulares de inglés y en las clases de guitarra piano y francés o en cualquiera de las clases a las que lo mandaran para que estudiara y fuera mejor siempre mejor en un día mejor que el día de ayer, y en segundo en tercer grado y en todos los grados siguientes y en los cursos del secundario y en las aulas de la universidad portándose bien haciendo buena letra de buen hijo de buen estudiante y de bueno en todo lo que estuviera de su parte y dependiera de su conducta. Era tan bueno en todo que sus padres le hacían maravillados maravillosos deslumbrantes impecables y relucientes regalos que quedaban por años en estantes pulcramente limpiados y brillando él ni los tocaba, quedaban ahí y así en la puerta de entrada y salida de sus sueños cerrando sus mundos presentes en cientos de somnolencias y sopores en los que entraba cuando estaba en su dormitorio. Limpios y arreglados los juguetes, igual que él que era pulcro y prolijo como los moldes con que lo educaban que aunque intangibles sus padres custodiaban con gran esmero. De colores su vida, estimulante, de tanto ir a los asaltos en ocasiones sin llevar nada y en otras ocasiones acercando más de una picada, de hacerse conocer en esas reuniones de amigos por solitario incorregible indiferente había terminado por llevarse consigo la mejor mina, por lo menos si se medían los méritos de ella por las ganas que los muchachos le ponían a conquistarla, ella se había acercado hasta él sin que la llamara aunque después cuando lo contaban él no lo mencionaba nunca y dejaba que ella contara lo contrario, se habían enganchado en el pase mágico que mediaba entre los tiempos de cambiar un tema de los wawancó y el onli you de Nat King Col, de esa época de su juventud de todos los colores cuando comenzaban las reuniones muy seguidas con amigos y con los bailes dando saltos cada uno por su lado, movete movete chiquita movete sacate sacate esa timidez, escuchaba como si escuchara hoy la inolvidable incomparable canción que se le pegara para siempre buscando la referencia a los tonos de la vida por entonces de todo lo real de todos los sueños de todos los colores, buscando los matices de los momentos de estudio de los momentos de paseo que pasaran perdiendo paso a paso una inocencia que ni siquiera tenían en cuenta que era muy parecida a la zoncera, creciendo, confundidos peleando muy adentro con la gama de sus propios humores que entonces iban como del blanco resplandor de las molotov de los muchachos renegados en Tucumán del blanco resplandor de las bombas en el cordobazo, de esos blancos el blanco del destello de la pólvora al negro de las muertes absurdas e inevitables, de los compañeros que pensaban que desafiaban a los generales con los pigmentos de los despojos y del luto de aquellos que se fueron sin saber porqué se iban y en nombre de quién lo estaban haciendo, de lleno y de henchido de ajeno a todos esos enfrentamientos que ocurrían en sus narices pero era joven y en las narices de todos algunos de los cuales que pudiendo hacer algo miraban para otro lado, la recordaba porque se había quedado con ella, con la virginidad de ella, con el odio y el celo de ella por lo que les pasaba a todos y por lo que había tenido que interrumpir los estudios, con el jabón de los padres que intranquilos que no le perdonaban haberse acercado a la nena y le demostraban cada vez que podían que le faltaba un poco para ser el príncipe azul que todos esperaban para la niña, se había quedado con el olor de ella, se había quedado con sus secretos más caros que compartieron hasta que comenzaron a llegar las hijas y con la cigüeña que hizo que su vida familiar por entonces también fuera de colores, cuidando de la familia, cogiendo como un adulto a toda hora y sufriendo en cada parto de colores rosas en los tres casos. De colores su vida de colores la movida del recogimiento y la misericordia, del compromiso de estar bien con dios con los prójimos y los próximos en la conmiseración de los pactos de llevar lo que sobraba a los que necesitaban y de paso estar bien con los que se trabajaba especialmente con los de arriba porque los de abajo se quejaban mucho porque laburaban para la empresa y laburaban para la iglesia y nadie les reconocía esa plusvalía, le había hablado a su mujer de las cuestiones de la parroquia de la conveniencia de acercarse en familia tirando a la gente justo el guante de que la familia era el sostén de la sociedad que había que cuidarla a toda costa y mucho más en tiempos como los que se vivían en el que anarquistas de todo tipo andaban de un lado al otro con el cuento que iban a componer al país de todos sus males, lo había hecho desde un par de meses atrás cuando en el trabajo abundaban los comentarios que desde las jefaturas de la empresa se veía con buenos ojos eso de involucrarse con los curas en épocas difíciles con delirantes patoteando en las calles y policía que andaba dando con cahiporras de goma dura a los que estudiaban en la universidad, de lo bueno de la misericordia con esos renegados que no entendían del país que muchos querían de la generosidad hacia los hermanos con menos recursos. Sin pelos en la lengua su jefe le había insinuado que si quería progresar en su trabajo debía concurrir a las reuniones carismáticas, a la cofradía de colores por el credo por las intenciones por las vocaciones, por las convicciones, toda vez que a través de esa actividad se identificaban se reconocían como personas realmente interesadas en el destino del país y en todos sus destinos cristianos, en esa congregación selectiva de fieles leales a la iglesia a la empresa aunque sonara a demasiada condescendencia, obedientes a los que eran los patrones de todo, no eran tiempos de andar confiando en cualquiera porque hasta los obreros se revelaban en las fábricas, no como en esa corporación de elegidos, no por dios solamente sino también por algunos de los jefes como por el administrador de la empresa, en ese espacio lo único que interesaba debía ser el recogimiento la obediencia y virtudes parecidas, ese administrador medio antipático para otros de los que se golpeaban varias veces el pecho haciendo la señal de la cruz que también era diácono que era una especie de cura que se ponía una túnica blanca y podía ayudar con el reparto de hostias él entre otros en esa hermandad de matrimonios misericordiosos que habían armado incluso con amigos que estaban en la misma de ayudar con la caridad. Pero él también oraba cuando tenía tiempo y podía y pedía, también se lo decía a su paciente y obediente mujer, rezaba por la serenidad por la de él y la de ella para tener toda la fuerza y soportar los ataques los embates las burlas las maldiciones de quienes no lo interpretaban o no los interpretaban como grupo en sus iniciativas que al final de cuentas beneficiaban a toda la comunidad como siempre lo decían los curas carismáticos que no eran ni el viejo curita del pueblo ni tampoco el cura progresista que acercaba a la parroquia a los jóvenes de distintas clases sociales y de distintas religiones. Se lo decía a su mujer, confiaba que a la larga que aquellos que se pasaban criticando a los que como él iban todos los domingos a las iglesias y por docenas participaban en reuniones en los grupos carismáticos, comprenderían que aunque hablaran mucho que era lo primero por lo que los criticaban lo mismo llegaban a la gente con su mensaje de misericordia y entusiasmo, de muchos que nunca en su vida se metieron con la iglesia de mucha gente que estaba alejada de mucho tiempo y podía acercarse, celebrando primero muy alegres y cantando y estando cerca de los hermanos enfermos y pobres que necesitaban por mucho más de lo que tenían. Trasiegos eran los días los instantes las décimas o centésimas de infinitos inconsistentes instantes que pasaban con estas cuestiones como para que después cualquier pelotudo en la fábrica anduviera con el cuento que el cura los reunía a él y a los del grupo porque había hablado con el administrador de la empresa y este lo había autorizado a armar estas mesas de oración y de trabajo para meter a la comunidad en la iglesia y ocuparse de las cosas que faltaban con dinero que hasta se juntaba descontando por planilla de todos los de la fábrica. Aciago el tiempo, nefasto para su tiempo se sentía a veces cansado de tantas responsabilidades de tener tantas cargas encima y poco tiempo para recuperarse del cansancio y tener las cosas que quería, porque por ahí él en medio del peregrinaje evangelización o lo que estuvieran haciendo en el momento él deseaba otras cosas como compartir una noche con su pareja tener intimidades que mucho no se daban desde que se pusieron con las tareas del grupo de colores, y debía quedarse con las ganas y postergar sus ganas y ansiedades sin derecho a la protesta, porque era mucho el tiempo funesto que pasaban en la iglesia escuchando las lecturas de la Biblia y de otros papeles sagrados, aprendiendo nuevas oraciones y cánticos, a tener otras actitudes que las comunes de egoísmo de soberbia de lujuria, actitudes positivas que después se repetían en las misas del sábado por la tarde y también en la del domingo a la mañana a la hora en que caía todo el pueblo que eran las diez y media de la mañana, porque además no eran días fáciles y a él alguien le había contado el chimento que esto era una forma más de demostrar de qué lado se estaba en esa lucha de milicos y guerrilleros que no daba treguas en las calles las fábricas los colegios, que era verbal o real en el monte pero que en definitiva perjudicaba a todos porque todos sospechaban de todos y nadie confiaba en nadie.
De todos los colores el color de la valija que el chabón lleva para todos lados y en un delirio de todos los colores el olor a fragancias mezcladas y frescas que lo acompaña en sus rondas irremplazables en sus memorables paradas que elige antes de andar con otros entretenimientos que para él son menores, de colores el equipaje que saca poco del baúl del auto cuando anda en auto y cuando necesita lo que tiene adentro que es bastante seguido, como un trofeo muestra el maletín en la mano cuando camina pero lo limpia poco cuando se le da por pasarle un trapo por afuera, entre piquete y piquete, sea con sol haciendo los recorridos sea con lluvia sea en rondas de noche y sea en vigilias de día, como si él fuera un tozudo mariachi mezclado en mil y un romances, un gigoló bien empilchado y triunfador un dandy que mata de amor a cuanta fámula se le cruza o un otario posmoderno urbano y mujeriego entregándose a cuantos brazos encuentra extendidos, lidiando y paseando con su carga que conoce él y conocen sus mujeres en un secreto que él y por lo tanto ellas guardan como el más valioso de los secretos que se tienen, como si fuera el mejor galán altivo creído y engreído mostrándose por adelante de un ambiente que no es ni bueno ni mal ambiente sino su forma de encararlo solamente una manera de cómo menciona sus cosas cómo las vive sus intimidades recónditas cuando las menciona, y pasa y vuelve a pasar y pasa de nuevo por donde se encuentra ese grupo de mujeres solitarias somnolientas aburridas angustiadas y que se calientan fácil apenas se les pone una mano encima, meretrices simpáticas que se le plantan delante a él como se plantan delante de todos los hombres que pasan por esos lugares que conoce él y conocen todos los que andan en el circuito, lugares por los que él y los otros caminan y pasean y pagan y gastan desde las ocho de la noche hasta la una de la mañana, pero su largo catálogo el personal el que no comparte con nadie su lista reservada de posibilidades no se agota aunque no tenga plasmadas las señas ni en un álbum de fotos ni en una agenda que lo puedan comprometer, su folleto es más bien un inventario móvil que recrea cada día hábil de su vida y en él además de falenas de tiempo completo o part time como le gusta jugar a él con la jerga de la administración de empresas hay esposas despechadas diosas en decadencia y todo lo que él pueda tener cerca con su espíritu de fiestero en estado permanente, en un lugar igual a otros lugares que son comunes para él que es un soldado del amor como dice la letra de esa canción que a veces tararea fanfarroneando para nadie en especial pero seguro que lo hace para sí mismo o para la dama que circunstancialmente lo acompaña porque muy seguido un poco se obliga a estar bien y andar de parabienes para lo que se viste de primera compra lo mejor y se da algunos gustos gastronómicos que de cuando en cuando le vienen de garrón de algún amigo circunstancial o de compañeros de tiroteo, mejor, mientras se dedica a pasear por lugares comunes de la calle, por una vereda cualquiera, pasar por la cabecera de un parque por una plaza conocida, una costanera las colinas de un cerro, cualquier lugar pero que en el mundillo que transita y frecuenta se nombran de alguna manera porque además de ser cualquier lugar son la arena para el levante, el coliseo romano de la lucha de él y de otros y de las muchas luchas de las muchas mujeres, encuentros que se arma con la prolijidad de un artesano, igual al laburo impecable que llevan adelante las parejas que pululan por todos lados y alargan su tiempo para llegarse hasta el mueble, aunque su levante es diferente el de él que anda bregando con ese grupo particular parte de su mundo armado a su manera y sin que lo sepan o un poco a espaldas de los suyos que se quedan en su casa porque ella la mujer debe recogerse para guardar la respetabilidad del hogar y las hijas acompañando para que todo esté en orden desde la limpieza a las camisas impecables que se pone para su importante trabajo, aunque él para todos los menesteres esté un poco entrado en años y se de con resentidos que le gritan aquello de billetera mata galán cuando deja el trabajo para dedicarle su tiempo a los placeres, las mismas mujeres sus mujeres a las que le pide y califica de manera diferente a como lo hace con las demás mujeres las de la calle de sus rondas y diversiones, esas otras mujeres las suyas que deben saber bien que él hace un gran sacrificio al estar detrás de los trabajos que antes era uno y en la fábrica y ahora son muchos desde que entró en la administración pública gracias a los contratos que le habilitan sus amistades de la política, los trabajos que le permiten a él y a los de la familia el sustento que a medida que pasa el tiempo puede tratarse de determinados lujos que se dan con todo el grupo como las vacaciones en la playa o cambiar de auto con alguna frecuencia, distracciones cuando se dispone que las haya, de ese mundo que arma con los adminículos que lleva adentro del maletín, haciendo el chabón puntual el recorrido caminando en auto en moto o en lo que necesita de acuerdo al estudio rápido y previo y a las conclusiones que saca antes de cada encuentro cercano casi promiscuo y jugado, encuentro con la dama elegida y para lo que utiliza los aparejos que tiene en el momento cuando sale al enganche optimizando los tiempos porque no le gusta eso de andar perdiendo tiempos preciosos para la conquista y todo lo que ella significa, maleta violeta si hay que describirla rápido con un solo color y sin verla, pero sin armas de cawboys adentro ni cortas armas ni largos pertrechos por lo menos esas armas convencionales que son conocidas y sirven para matar en serio y no de placer y emociones como a él le gusta, porque son de otra categoría los artefactos los que a él le sirven cada uno a un fin de todas las cosas que están adentro y que le gustan como comprobó y les gusta a ellas porque se vuelven como locas, de todos los colores si se las tiene cerca de las mujeres son como si fueran armas efectivas para matarlas entre comillas, para que ellas sientan se enrosquen se les ponga la piel de gallina y griten pidiendo más o pidiendo de una vez por todas que se las ponga como sólo él sabe ponerla, es que el chabón se compró la valija en la verbena de los bolivianos en ese mercado que algunos critican diciendo que es allí donde lo barato sale caro, en esa feria en la que pintan todo de verde amarillo y rojo como para que nadie se olvide de qué color es la bandera de ese país de Bolívar y de Sucre, caminando oteando observando en esa quermes permanente donde todo es trucho hasta las toallas que son vistosas y no secan, en esa romería que hace hocicar de la bronca a cualquier comerciante de los que pagan impuestos. El chabón despabilado de los arranques que últimamente lo atacan cuando se pone en esos menesteres de la conquista de hacer todo el preparativo que fácil le lleva más de una mañana, aunque sabe que es seguro pero que hay imponderables y que se prepara para hacerles frente porque lo vive seguido estudia y ensaya las maneras de convencer a la mina primero que deje que él le realice unos sondeos y le averigüe si es una de esas que se venden por mucho o por poco dinero porque como casi todas saben ya él tiene sus ahorros par esto y no los andará tirando, y le pide a la mujer obediente mansa musa que se deje bañar y luego que se someta a todas las pruebas que él puntillosamente dispone y le irá proponiendo con todo el tiempo del mundo para la ocasión, en alerta por eso hace un inventario de las cosas a cada rato como parte de esa atrevida liturgia, liturgia de apóstata de narciso desobediente con su conciencia esa conciencia que a veces, cuando se encuentra sólo que en realidad es pocas veces le revuelve las tripas además de los escrúpulos y lo molesta por ahora con un ruidito en la panza que lo advierte que se está pasando de la raya con esos juegos que tal vez debería haber jugado de joven y no ahora que anda sin saber que a sus espaldas las mujeres lo llaman viejo baboso y otras porquerías innombrables. De eso hay veces que se cansa y piensa que el de arriba debe de estar enojado con él porque siempre fue un tipo medido y ahora anda del todo descarrilado, pero después se le pasa porque son sólo momentos. De todos los colores son los elementos que lleva dentro de la valija, esferitas de todos los tamaños y de todos los colores pálidos colores de tanto uso que se les da, a ese rosario de bolas de tamaños diferentes, abalorio de plástico duro de trazo suave al contacto por esas zonas por las que suben y bajan manejadas por él a través de unos finos hilos de tela impermeable que se lavan fácil con detergente porque se humedecen mucho con esos líquidos que se desprenden de muy adentro y que luego él irá utilizando con ella cuando lo vaya considerando procedente, él sabe medir cada momento de placer cada instante de los orgasmos completos e interminables, de todos los colores lleva porongas de siliconas de diferentes tamaños que blandirá en sus manos hasta que las entregue como si fueran cuchillos de asesino pero sólo para que ellas sientan más el efecto cuando las usen y les venga el cosquilleo o cuando él se las vaya pasando despacio por la ranura del culo y las rugosidades e irregularidades de una geografía que estudia casi todos los días de su vida, excelente discípulo de sus propias observaciones, de todos los colores los toscos consoladores sin vibración que él sabe utilizar porque así como guarda cada cosa guarda los catálogos de lo que compra en la galería que él conoce como que sabe que es un lugar visitado por guillados que saben de estas cosas y andan por estas pistas como por las de fórmula uno, además de conocer dos o tres lugares donde venden estos aparatos que hacen que ellas se corran una vez dos veces tres veces interminables veces continuas, veces que las colma de satisfacción y desgastes físicos que les encantan, vibradores varios sin motores ni pilas que probará en cuanto paisaje femenino tenga disponible cuando haga sus pescas semanales y que probará con los cimbreos que vaya detectando para llegar con la ayuda y la asistencia necesarias a quien requiere de cada uno de esos juguetes suyos y pida a los gritos por ellos, como las cadenas de aluminio que esposan a la dama o al caballero por el mismo precio eso depende de los códigos que se vayan acordando sobre la marcha lo que quiere decir mientras se fifa por decirlo suave, casi siempre en los paroxismos en las calenturas son ellas las que piden para que se las someta todo el tiempo olvidando si después en la racionalidad defienden el feminismo y todas la reivindicaciones femeninas cuando están a punto se olvidan de todo eso y se hacen potras y se hacen perras, lleva guantes de látex y lleva tetas de texturas diferentes, una cantidad inmensa de juguetes diferentes que se encuentran en las tiendas que visita, como dos o tres disfraces para mujeres, como el de caperucita que era apenas una faldita roja una capa y una bombachita muy chiquita y también roja, como el atavío vistoso de la mujer maravilla que casualmente también viene con una faldita para su caso azul pero igualmente súper corta, disfraces que sugieren y que son los que caben en la valija que en realidad lo cierto es que entran como diez de esos juegos cuando se trata sólo de la ropa, bombachitas beibidoles capas corpiños y no de otros elementos. Adentro de la valija que lleva en cada uno de sus viajes por el placer la perversión manejada por él, un verdadero sex shop al alcance de sus manos él chamuya, envidiando a los mancebos que a veces se interponen en su camino tranquilo, ellos tienen ganas de hacerlo a cada rato, lo que él no tiene pero de estas cuestiones en las que es un sabio él los aventaja y tiene lo que ellos no tienen, es avaro sólo cuando percibe que le están pidiendo dinero por lo que no hacen por alguno de los servicios no prestados sino no escatima esos que él ya sabe para qué ahorrar si uno cuando se muere no se lleva nada. En estos viajes de colores el chabón se da ciertos gustos gastronómicos como le encanta mencionarlos comiendo y tomando hasta el cansancio después de largas jornadas de lujuria y placeres que cada vez lo satisfacen menos y él los hace más difíciles como la última vez que le sugirió a alguna de las damas traerse una acompañante como para probar con dos personas por todos lados, exageraciones que introduce cuando las cosas no le salen cuando el chabón se molesta , y ahí hace tronar el escarmiento renegando y maldiciendo todo lo que no puede. Es que aunque tiene organizada las visitas y clasificadas sus damas entre permanentes y transitorias, a veces dispone algunos cambios y se le arman unos despelotes de novela. El chabón tiene todo el tiempo después de su trabajo él se la banca estar viviendo sólo, hacer el sacrificio para que los suyos estén mejor y verlos por lo menos dos veces al mes.
De colores las broncas que en secreto se agarraba en su casa, oscuras sus visiones de veterano y de baqueteado, gris el recuerdo de sus padres fallecidos más gris la nostalgia que tenía por no tener quien lo cuidara desde hace tantos años, en su casa en la propia, tipo mansión que en la época de buenos trabajos y por lo tanto de buenos sueldos había logrado construir sobre un terreno heredado, se ponía colorado cuando se ofuscaba verde con la ira morado cuando se ahogaba tratando de explicar el paso del buen humor a la idiotez cada vez que recordaba esos tiempos en que alguno en la fábrica comenzaba con eso de ser obtusos y complacientes con los jefes que no eran nadie y con los patrones que aparecían muy pocas veces, obsecuentes con el cura, cada vez que recordaba cómo habían comenzado a discutir con su mujer que le decía que no les diera bola y él les daba, cada vez que se acordaba que los grasa se habían animado con él que había sido piola con ellos y además de la congregación de colores, acusarlo de haber permitido siendo amigo de los de arriba y tan carismático las atrocidades que todos en todos lados de la calle callaban con los patrones que daban las ordenes raras a oscuras a raras horas de la noche o de la madrugada cuando los demás dormían y después venían las novedades de ausencias renuncias y fugas de gente conocida de la que hacía algo de la que no hacía, se molestaba cada vez que recordaba sus dudas las mismas dudas que alcanzaron para que lo despidan pero no para que lo metan en cana al ingeniero del trato impecable de sus épocas de oro al que por ahí nomás en esos días de convulsiones le costó su puesto en la empresa, el ingeniero que con suerte y en poco tiempo consiguió su primer empleo público de los muchos que tendría por lo que pudo dedicarse a otras cuestiones, como levantarse una mina y hacer con ella algunas cosas que al chabón le encantaban. Más que su trabajo de ingeniero el chabón hacía y deshacía a las suyas durante la semana en los momentos que andaba solitario, olvidado el mariachi de su lejana y ordenada vida de niño mimado, cuando se esforzaba para no portarse mal cuando se cuidaba de portarse bien, divertido el chabón con el papel que descubrió de viejo de gigoló o de dandy o de malandra de tango arrabalero, eufórico salvo cuando su mujer lo visitaba, y lo cargaba diciendo que la visita de ese fin de semana era una de esas visitas higiénicas porque ella pedía y pedía y él debía darle y darle. Y eso a él no le gustaba.
De colores su vida sin dolores cardinales que tuviera de adentro o de afuera, una vida sin dobleces hermosa y de colores, una hilera de luces sin sombras llamativa vistosa original, como una candileja eso era, iluminada plena y entera su vida, eternamente etérea y entera poniendo de su parte la cordura para todo y pensada por quienes lo formaban en la protección confortable que tenía en su morada, moldeada en el agradecimiento prudente al señor por los panes que se multiplicaban por decenas en el éxito de un hogar bien constituido como quiso verla a su vida su mamá, como ella decía una vida en la que no había ni altos ni bajos una vida amarilla intensa como era el color de los claveles que ella misma se compraba sin importarle que para los otros era el color de la mala suerte, lo que no le importaba como no le importaba que los otros preguntaban porqué asociaba el amarillo con la pasión y la prudencia, completa su vida imaginada con el norte en dirección a las virtudes que sus progenitores le enseñaban, austera frugal con los medios que alcanzaban para todo pero que no sobraban para nada, una vida trabajada en la soberbia con un toque de humildad y de silencios oportunos, una vida conducida en la soberbia contenida casi rozando la modestia y en la suficiencia no declarada como quiso verla a su vida su papá, al que le encantaba el rojo de la franja que cruzaba la camiseta de su equipo preferido aunque no lo confesaba, el rojo potente también con que él creía estaban coloreadas sus emociones las de toda la familia y aunque los otros por pelear dijeran que se trataba del color del diablo del color de la energía vista como el fuego. De colores su vida, deslumbrante, y él ya de grande haciendo que parezca recién retocada, y él terciando para que aparezca como una vida recién pintada como una vida recién revocada, tenía siempre las mismas salidas porque no podía despegarse de los emblemas técnicos después de todo él y su padre lo eran les encantaba desarmar todo para mirarlo y armar todo de nuevo, una vida sin huellas de heridas profundas, sin agujeros virtuales de desconcierto importante por lo menos al conocimiento de los otros, no se podían enterar de sus miserias los otros así como así decía en cada circunstancia de dificultades su mamá los trapos sucios se lavan adentro de la casa sentenciaba siempre su papá con la complicidad de su mamá, sin rugosidades de secuelas de broncas ajenas de rencores perniciosos de dañina inquina de tirria impropia, lo malo disimulado para que no se note lo bueno potenciado para que se note, como cuando brincaba y se puso contento porque ahí nomás de recibido y de comenzar a buscar consiguió trabajo, albricias festejaba entonces buenas noticias que asociaba con el verde de la esperanza, su primer trabajo en un trabajo en el que lo contrataron de ingeniero un laburo adonde lo llamaron ingeniero por primera vez y lo seguirían llamando mientras estuvo, cada vez que protocolizaban el trato con él en los infinitos cruces de decisiones que se tomaban buenas y malas decisiones que al final después podían ser buenas o malas noticias para la gente que vivía de los frutos del trabajo de todos, de la transpiración de la mayoría, de la avivada de los jefes chupamedias, de las directivas de los dueños y herederos del ingenio, un trabajo donde era ingeniero adentro y continuaba siendo ingeniero afuera de la fábrica, caminando para su casa, en el cine, en las quermeses que organizaba el cura y la gente de la parroquia para recaudar fondos para la iglesia, los mismos fondos que los fieles dejaban de poner como limosna en la iglesia como si fueran infieles de mierda y no fieles ovejas no descarriadas y obedientes, ingeniero seguía siendo con el paso del tiempo y cuando ya la gente lo conocía y con animosidad afecto o lo que sintiera lo saludaba o cuando se refería a él como señor ingeniero como don fulano el ingeniero, en relaciones cotidianas en las que se mezclaban la admiración ponderada la reverencia procaz el fervor exagerado, el recelo la insumisión y la distancia por las dudas había trascartón de ese trato deferente algún pedido sin vueltas de favores, alabándole para conseguirlos su laboriosidad su disposición para el trabajo en los grupos que se armaban para llegar a la gente con el evangelio como si fueran la imagen reflejada en un espejo de una escalera mirada en bajada porque se repetían en la capilla las mismas jerarquías que se daban en la fábrica y esto además de poco divertido era muy pesado, porque los jefes de allá seguían siendo los jefes de acá y los empleados de allá seguían siendo empleados acá. Y entonces de la misma forma que allá había cargos más importantes o menos importantes que otros y que ocupaban ellos o los otros de la misma forma bajaban las instrucciones cuando se trataba de salir a garronear la ropa y la mercadería que se utilizaban para la caridad entre tanta gente y así como había trabajos para los que todos se ofrecían había otros que ninguno quería hacer como ese de andar rastreando donadores por todo el pueblo para lo que había que patear mucho en cualquier momento con sol o con lluvia con calor o con frío, balanceando la caridad con la avivada porque entonces los de más abajo se preguntaban por qué cornos los de más arriba en vez de estar dando las ordenes no salían con ellos si eran tan hermanos como ellos y los de arriba seguían pensando que había trabajo exclusivo para los de más abajo y que en la vida había que ser humilde y aceptar lo que el señor mandaba a cada uno como tarea en esta tierra. De colores, seguía soñando y viviendo su vida como cuando de niño en los recreos o en los momentos de descanso en el Colegio Belgrano soñaba con llegar a ver el resplandor de la olla adonde termina el arco iris sueño de nene único y consentido inquietud y natural iniquidad de niño caprichoso con ilusiones irrisorias, ya de joven toda una ocurrencia de recitador de juglar urbano, como si fuera un poeta en medio de sus amigos que al mismo tiempo andaban jugando al fútbol, un juglar precoz y disciplinado entre tanto cachafáz que se dedicaba a embromarle la vida a los curas que los cuidaban y usaban el plantón para corregirlos. De todos los colores como esa olla que se imaginaba de las sorpresas y de los premios al mérito de portarse bien con los curas y los celadores, esa olla de la que, cuando era niño le decían los que fantaseaban con los cuentos, salían de los colores el blanco y el negro, el blanco y el negro y se iban transformando en otros infinitos colores que surcaban el cielo y a la vista y a partir del contraste entre la luz del sol y el agua de lluvia cuando coincidían, lo mismo con lo que jugaba cuando ya se hizo hombre colimba ciudadano y finalmente ingeniero. Estaba conforme con su vida, de buen pasar y con pocos accidentes anotados con pocos ingredientes que embromaran con pocos incidentes que dejaran secuelas de consideración, el viejo dándose vueltas con su trabajo de inspector de mantenimiento de todos los colegios nacionales de la larga patria que recorría de punta a punta dos o tres veces al año una circunstancia buenísima por lo menos para el niño porque le gustaba viajar y se había acostumbrado a esos cambios de escenario por lo menos un par de veces al año, porque el padre iba al lugar miraba y llenaba unas planillas como quería y las mandaba a Buenos Aires y después la pasaban más que bien recorriendo y conociendo lugares, un trabajo cómodo donde nadie lo embromaba hasta que decidió quedarse en uno de los lugares por donde pasaban, la vieja haciendo el aguante en la casa que les tocaba para quedarse como correspondía a un matrimonio bien avenido en su caso de criolla con gringo tano manso de segunda mano porque su papá no había nacido en el otro continente, uno de esos matrimonios que daban vueltas por la vida conteniéndose en gestos en gastos pulcros y castos y manteniéndose satisfechos con un hijo al que trataban de hacerle llegar todas las cosas deslumbrantes que pudieran, a él primero en el jardín de infantes y él devolviendo alegrías por portarse bien desde chiquito y después en las clases particulares de inglés y en las clases de guitarra piano y francés o en cualquiera de las clases a las que lo mandaran para que estudiara y fuera mejor siempre mejor en un día mejor que el día de ayer, y en segundo en tercer grado y en todos los grados siguientes y en los cursos del secundario y en las aulas de la universidad portándose bien haciendo buena letra de buen hijo de buen estudiante y de bueno en todo lo que estuviera de su parte y dependiera de su conducta. Era tan bueno en todo que sus padres le hacían maravillados maravillosos deslumbrantes impecables y relucientes regalos que quedaban por años en estantes pulcramente limpiados y brillando él ni los tocaba, quedaban ahí y así en la puerta de entrada y salida de sus sueños cerrando sus mundos presentes en cientos de somnolencias y sopores en los que entraba cuando estaba en su dormitorio. Limpios y arreglados los juguetes, igual que él que era pulcro y prolijo como los moldes con que lo educaban que aunque intangibles sus padres custodiaban con gran esmero. De colores su vida, estimulante, de tanto ir a los asaltos en ocasiones sin llevar nada y en otras ocasiones acercando más de una picada, de hacerse conocer en esas reuniones de amigos por solitario incorregible indiferente había terminado por llevarse consigo la mejor mina, por lo menos si se medían los méritos de ella por las ganas que los muchachos le ponían a conquistarla, ella se había acercado hasta él sin que la llamara aunque después cuando lo contaban él no lo mencionaba nunca y dejaba que ella contara lo contrario, se habían enganchado en el pase mágico que mediaba entre los tiempos de cambiar un tema de los wawancó y el onli you de Nat King Col, de esa época de su juventud de todos los colores cuando comenzaban las reuniones muy seguidas con amigos y con los bailes dando saltos cada uno por su lado, movete movete chiquita movete sacate sacate esa timidez, escuchaba como si escuchara hoy la inolvidable incomparable canción que se le pegara para siempre buscando la referencia a los tonos de la vida por entonces de todo lo real de todos los sueños de todos los colores, buscando los matices de los momentos de estudio de los momentos de paseo que pasaran perdiendo paso a paso una inocencia que ni siquiera tenían en cuenta que era muy parecida a la zoncera, creciendo, confundidos peleando muy adentro con la gama de sus propios humores que entonces iban como del blanco resplandor de las molotov de los muchachos renegados en Tucumán del blanco resplandor de las bombas en el cordobazo, de esos blancos el blanco del destello de la pólvora al negro de las muertes absurdas e inevitables, de los compañeros que pensaban que desafiaban a los generales con los pigmentos de los despojos y del luto de aquellos que se fueron sin saber porqué se iban y en nombre de quién lo estaban haciendo, de lleno y de henchido de ajeno a todos esos enfrentamientos que ocurrían en sus narices pero era joven y en las narices de todos algunos de los cuales que pudiendo hacer algo miraban para otro lado, la recordaba porque se había quedado con ella, con la virginidad de ella, con el odio y el celo de ella por lo que les pasaba a todos y por lo que había tenido que interrumpir los estudios, con el jabón de los padres que intranquilos que no le perdonaban haberse acercado a la nena y le demostraban cada vez que podían que le faltaba un poco para ser el príncipe azul que todos esperaban para la niña, se había quedado con el olor de ella, se había quedado con sus secretos más caros que compartieron hasta que comenzaron a llegar las hijas y con la cigüeña que hizo que su vida familiar por entonces también fuera de colores, cuidando de la familia, cogiendo como un adulto a toda hora y sufriendo en cada parto de colores rosas en los tres casos. De colores su vida de colores la movida del recogimiento y la misericordia, del compromiso de estar bien con dios con los prójimos y los próximos en la conmiseración de los pactos de llevar lo que sobraba a los que necesitaban y de paso estar bien con los que se trabajaba especialmente con los de arriba porque los de abajo se quejaban mucho porque laburaban para la empresa y laburaban para la iglesia y nadie les reconocía esa plusvalía, le había hablado a su mujer de las cuestiones de la parroquia de la conveniencia de acercarse en familia tirando a la gente justo el guante de que la familia era el sostén de la sociedad que había que cuidarla a toda costa y mucho más en tiempos como los que se vivían en el que anarquistas de todo tipo andaban de un lado al otro con el cuento que iban a componer al país de todos sus males, lo había hecho desde un par de meses atrás cuando en el trabajo abundaban los comentarios que desde las jefaturas de la empresa se veía con buenos ojos eso de involucrarse con los curas en épocas difíciles con delirantes patoteando en las calles y policía que andaba dando con cahiporras de goma dura a los que estudiaban en la universidad, de lo bueno de la misericordia con esos renegados que no entendían del país que muchos querían de la generosidad hacia los hermanos con menos recursos. Sin pelos en la lengua su jefe le había insinuado que si quería progresar en su trabajo debía concurrir a las reuniones carismáticas, a la cofradía de colores por el credo por las intenciones por las vocaciones, por las convicciones, toda vez que a través de esa actividad se identificaban se reconocían como personas realmente interesadas en el destino del país y en todos sus destinos cristianos, en esa congregación selectiva de fieles leales a la iglesia a la empresa aunque sonara a demasiada condescendencia, obedientes a los que eran los patrones de todo, no eran tiempos de andar confiando en cualquiera porque hasta los obreros se revelaban en las fábricas, no como en esa corporación de elegidos, no por dios solamente sino también por algunos de los jefes como por el administrador de la empresa, en ese espacio lo único que interesaba debía ser el recogimiento la obediencia y virtudes parecidas, ese administrador medio antipático para otros de los que se golpeaban varias veces el pecho haciendo la señal de la cruz que también era diácono que era una especie de cura que se ponía una túnica blanca y podía ayudar con el reparto de hostias él entre otros en esa hermandad de matrimonios misericordiosos que habían armado incluso con amigos que estaban en la misma de ayudar con la caridad. Pero él también oraba cuando tenía tiempo y podía y pedía, también se lo decía a su paciente y obediente mujer, rezaba por la serenidad por la de él y la de ella para tener toda la fuerza y soportar los ataques los embates las burlas las maldiciones de quienes no lo interpretaban o no los interpretaban como grupo en sus iniciativas que al final de cuentas beneficiaban a toda la comunidad como siempre lo decían los curas carismáticos que no eran ni el viejo curita del pueblo ni tampoco el cura progresista que acercaba a la parroquia a los jóvenes de distintas clases sociales y de distintas religiones. Se lo decía a su mujer, confiaba que a la larga que aquellos que se pasaban criticando a los que como él iban todos los domingos a las iglesias y por docenas participaban en reuniones en los grupos carismáticos, comprenderían que aunque hablaran mucho que era lo primero por lo que los criticaban lo mismo llegaban a la gente con su mensaje de misericordia y entusiasmo, de muchos que nunca en su vida se metieron con la iglesia de mucha gente que estaba alejada de mucho tiempo y podía acercarse, celebrando primero muy alegres y cantando y estando cerca de los hermanos enfermos y pobres que necesitaban por mucho más de lo que tenían. Trasiegos eran los días los instantes las décimas o centésimas de infinitos inconsistentes instantes que pasaban con estas cuestiones como para que después cualquier pelotudo en la fábrica anduviera con el cuento que el cura los reunía a él y a los del grupo porque había hablado con el administrador de la empresa y este lo había autorizado a armar estas mesas de oración y de trabajo para meter a la comunidad en la iglesia y ocuparse de las cosas que faltaban con dinero que hasta se juntaba descontando por planilla de todos los de la fábrica. Aciago el tiempo, nefasto para su tiempo se sentía a veces cansado de tantas responsabilidades de tener tantas cargas encima y poco tiempo para recuperarse del cansancio y tener las cosas que quería, porque por ahí él en medio del peregrinaje evangelización o lo que estuvieran haciendo en el momento él deseaba otras cosas como compartir una noche con su pareja tener intimidades que mucho no se daban desde que se pusieron con las tareas del grupo de colores, y debía quedarse con las ganas y postergar sus ganas y ansiedades sin derecho a la protesta, porque era mucho el tiempo funesto que pasaban en la iglesia escuchando las lecturas de la Biblia y de otros papeles sagrados, aprendiendo nuevas oraciones y cánticos, a tener otras actitudes que las comunes de egoísmo de soberbia de lujuria, actitudes positivas que después se repetían en las misas del sábado por la tarde y también en la del domingo a la mañana a la hora en que caía todo el pueblo que eran las diez y media de la mañana, porque además no eran días fáciles y a él alguien le había contado el chimento que esto era una forma más de demostrar de qué lado se estaba en esa lucha de milicos y guerrilleros que no daba treguas en las calles las fábricas los colegios, que era verbal o real en el monte pero que en definitiva perjudicaba a todos porque todos sospechaban de todos y nadie confiaba en nadie.
De todos los colores el color de la valija que el chabón lleva para todos lados y en un delirio de todos los colores el olor a fragancias mezcladas y frescas que lo acompaña en sus rondas irremplazables en sus memorables paradas que elige antes de andar con otros entretenimientos que para él son menores, de colores el equipaje que saca poco del baúl del auto cuando anda en auto y cuando necesita lo que tiene adentro que es bastante seguido, como un trofeo muestra el maletín en la mano cuando camina pero lo limpia poco cuando se le da por pasarle un trapo por afuera, entre piquete y piquete, sea con sol haciendo los recorridos sea con lluvia sea en rondas de noche y sea en vigilias de día, como si él fuera un tozudo mariachi mezclado en mil y un romances, un gigoló bien empilchado y triunfador un dandy que mata de amor a cuanta fámula se le cruza o un otario posmoderno urbano y mujeriego entregándose a cuantos brazos encuentra extendidos, lidiando y paseando con su carga que conoce él y conocen sus mujeres en un secreto que él y por lo tanto ellas guardan como el más valioso de los secretos que se tienen, como si fuera el mejor galán altivo creído y engreído mostrándose por adelante de un ambiente que no es ni bueno ni mal ambiente sino su forma de encararlo solamente una manera de cómo menciona sus cosas cómo las vive sus intimidades recónditas cuando las menciona, y pasa y vuelve a pasar y pasa de nuevo por donde se encuentra ese grupo de mujeres solitarias somnolientas aburridas angustiadas y que se calientan fácil apenas se les pone una mano encima, meretrices simpáticas que se le plantan delante a él como se plantan delante de todos los hombres que pasan por esos lugares que conoce él y conocen todos los que andan en el circuito, lugares por los que él y los otros caminan y pasean y pagan y gastan desde las ocho de la noche hasta la una de la mañana, pero su largo catálogo el personal el que no comparte con nadie su lista reservada de posibilidades no se agota aunque no tenga plasmadas las señas ni en un álbum de fotos ni en una agenda que lo puedan comprometer, su folleto es más bien un inventario móvil que recrea cada día hábil de su vida y en él además de falenas de tiempo completo o part time como le gusta jugar a él con la jerga de la administración de empresas hay esposas despechadas diosas en decadencia y todo lo que él pueda tener cerca con su espíritu de fiestero en estado permanente, en un lugar igual a otros lugares que son comunes para él que es un soldado del amor como dice la letra de esa canción que a veces tararea fanfarroneando para nadie en especial pero seguro que lo hace para sí mismo o para la dama que circunstancialmente lo acompaña porque muy seguido un poco se obliga a estar bien y andar de parabienes para lo que se viste de primera compra lo mejor y se da algunos gustos gastronómicos que de cuando en cuando le vienen de garrón de algún amigo circunstancial o de compañeros de tiroteo, mejor, mientras se dedica a pasear por lugares comunes de la calle, por una vereda cualquiera, pasar por la cabecera de un parque por una plaza conocida, una costanera las colinas de un cerro, cualquier lugar pero que en el mundillo que transita y frecuenta se nombran de alguna manera porque además de ser cualquier lugar son la arena para el levante, el coliseo romano de la lucha de él y de otros y de las muchas luchas de las muchas mujeres, encuentros que se arma con la prolijidad de un artesano, igual al laburo impecable que llevan adelante las parejas que pululan por todos lados y alargan su tiempo para llegarse hasta el mueble, aunque su levante es diferente el de él que anda bregando con ese grupo particular parte de su mundo armado a su manera y sin que lo sepan o un poco a espaldas de los suyos que se quedan en su casa porque ella la mujer debe recogerse para guardar la respetabilidad del hogar y las hijas acompañando para que todo esté en orden desde la limpieza a las camisas impecables que se pone para su importante trabajo, aunque él para todos los menesteres esté un poco entrado en años y se de con resentidos que le gritan aquello de billetera mata galán cuando deja el trabajo para dedicarle su tiempo a los placeres, las mismas mujeres sus mujeres a las que le pide y califica de manera diferente a como lo hace con las demás mujeres las de la calle de sus rondas y diversiones, esas otras mujeres las suyas que deben saber bien que él hace un gran sacrificio al estar detrás de los trabajos que antes era uno y en la fábrica y ahora son muchos desde que entró en la administración pública gracias a los contratos que le habilitan sus amistades de la política, los trabajos que le permiten a él y a los de la familia el sustento que a medida que pasa el tiempo puede tratarse de determinados lujos que se dan con todo el grupo como las vacaciones en la playa o cambiar de auto con alguna frecuencia, distracciones cuando se dispone que las haya, de ese mundo que arma con los adminículos que lleva adentro del maletín, haciendo el chabón puntual el recorrido caminando en auto en moto o en lo que necesita de acuerdo al estudio rápido y previo y a las conclusiones que saca antes de cada encuentro cercano casi promiscuo y jugado, encuentro con la dama elegida y para lo que utiliza los aparejos que tiene en el momento cuando sale al enganche optimizando los tiempos porque no le gusta eso de andar perdiendo tiempos preciosos para la conquista y todo lo que ella significa, maleta violeta si hay que describirla rápido con un solo color y sin verla, pero sin armas de cawboys adentro ni cortas armas ni largos pertrechos por lo menos esas armas convencionales que son conocidas y sirven para matar en serio y no de placer y emociones como a él le gusta, porque son de otra categoría los artefactos los que a él le sirven cada uno a un fin de todas las cosas que están adentro y que le gustan como comprobó y les gusta a ellas porque se vuelven como locas, de todos los colores si se las tiene cerca de las mujeres son como si fueran armas efectivas para matarlas entre comillas, para que ellas sientan se enrosquen se les ponga la piel de gallina y griten pidiendo más o pidiendo de una vez por todas que se las ponga como sólo él sabe ponerla, es que el chabón se compró la valija en la verbena de los bolivianos en ese mercado que algunos critican diciendo que es allí donde lo barato sale caro, en esa feria en la que pintan todo de verde amarillo y rojo como para que nadie se olvide de qué color es la bandera de ese país de Bolívar y de Sucre, caminando oteando observando en esa quermes permanente donde todo es trucho hasta las toallas que son vistosas y no secan, en esa romería que hace hocicar de la bronca a cualquier comerciante de los que pagan impuestos. El chabón despabilado de los arranques que últimamente lo atacan cuando se pone en esos menesteres de la conquista de hacer todo el preparativo que fácil le lleva más de una mañana, aunque sabe que es seguro pero que hay imponderables y que se prepara para hacerles frente porque lo vive seguido estudia y ensaya las maneras de convencer a la mina primero que deje que él le realice unos sondeos y le averigüe si es una de esas que se venden por mucho o por poco dinero porque como casi todas saben ya él tiene sus ahorros par esto y no los andará tirando, y le pide a la mujer obediente mansa musa que se deje bañar y luego que se someta a todas las pruebas que él puntillosamente dispone y le irá proponiendo con todo el tiempo del mundo para la ocasión, en alerta por eso hace un inventario de las cosas a cada rato como parte de esa atrevida liturgia, liturgia de apóstata de narciso desobediente con su conciencia esa conciencia que a veces, cuando se encuentra sólo que en realidad es pocas veces le revuelve las tripas además de los escrúpulos y lo molesta por ahora con un ruidito en la panza que lo advierte que se está pasando de la raya con esos juegos que tal vez debería haber jugado de joven y no ahora que anda sin saber que a sus espaldas las mujeres lo llaman viejo baboso y otras porquerías innombrables. De eso hay veces que se cansa y piensa que el de arriba debe de estar enojado con él porque siempre fue un tipo medido y ahora anda del todo descarrilado, pero después se le pasa porque son sólo momentos. De todos los colores son los elementos que lleva dentro de la valija, esferitas de todos los tamaños y de todos los colores pálidos colores de tanto uso que se les da, a ese rosario de bolas de tamaños diferentes, abalorio de plástico duro de trazo suave al contacto por esas zonas por las que suben y bajan manejadas por él a través de unos finos hilos de tela impermeable que se lavan fácil con detergente porque se humedecen mucho con esos líquidos que se desprenden de muy adentro y que luego él irá utilizando con ella cuando lo vaya considerando procedente, él sabe medir cada momento de placer cada instante de los orgasmos completos e interminables, de todos los colores lleva porongas de siliconas de diferentes tamaños que blandirá en sus manos hasta que las entregue como si fueran cuchillos de asesino pero sólo para que ellas sientan más el efecto cuando las usen y les venga el cosquilleo o cuando él se las vaya pasando despacio por la ranura del culo y las rugosidades e irregularidades de una geografía que estudia casi todos los días de su vida, excelente discípulo de sus propias observaciones, de todos los colores los toscos consoladores sin vibración que él sabe utilizar porque así como guarda cada cosa guarda los catálogos de lo que compra en la galería que él conoce como que sabe que es un lugar visitado por guillados que saben de estas cosas y andan por estas pistas como por las de fórmula uno, además de conocer dos o tres lugares donde venden estos aparatos que hacen que ellas se corran una vez dos veces tres veces interminables veces continuas, veces que las colma de satisfacción y desgastes físicos que les encantan, vibradores varios sin motores ni pilas que probará en cuanto paisaje femenino tenga disponible cuando haga sus pescas semanales y que probará con los cimbreos que vaya detectando para llegar con la ayuda y la asistencia necesarias a quien requiere de cada uno de esos juguetes suyos y pida a los gritos por ellos, como las cadenas de aluminio que esposan a la dama o al caballero por el mismo precio eso depende de los códigos que se vayan acordando sobre la marcha lo que quiere decir mientras se fifa por decirlo suave, casi siempre en los paroxismos en las calenturas son ellas las que piden para que se las someta todo el tiempo olvidando si después en la racionalidad defienden el feminismo y todas la reivindicaciones femeninas cuando están a punto se olvidan de todo eso y se hacen potras y se hacen perras, lleva guantes de látex y lleva tetas de texturas diferentes, una cantidad inmensa de juguetes diferentes que se encuentran en las tiendas que visita, como dos o tres disfraces para mujeres, como el de caperucita que era apenas una faldita roja una capa y una bombachita muy chiquita y también roja, como el atavío vistoso de la mujer maravilla que casualmente también viene con una faldita para su caso azul pero igualmente súper corta, disfraces que sugieren y que son los que caben en la valija que en realidad lo cierto es que entran como diez de esos juegos cuando se trata sólo de la ropa, bombachitas beibidoles capas corpiños y no de otros elementos. Adentro de la valija que lleva en cada uno de sus viajes por el placer la perversión manejada por él, un verdadero sex shop al alcance de sus manos él chamuya, envidiando a los mancebos que a veces se interponen en su camino tranquilo, ellos tienen ganas de hacerlo a cada rato, lo que él no tiene pero de estas cuestiones en las que es un sabio él los aventaja y tiene lo que ellos no tienen, es avaro sólo cuando percibe que le están pidiendo dinero por lo que no hacen por alguno de los servicios no prestados sino no escatima esos que él ya sabe para qué ahorrar si uno cuando se muere no se lleva nada. En estos viajes de colores el chabón se da ciertos gustos gastronómicos como le encanta mencionarlos comiendo y tomando hasta el cansancio después de largas jornadas de lujuria y placeres que cada vez lo satisfacen menos y él los hace más difíciles como la última vez que le sugirió a alguna de las damas traerse una acompañante como para probar con dos personas por todos lados, exageraciones que introduce cuando las cosas no le salen cuando el chabón se molesta , y ahí hace tronar el escarmiento renegando y maldiciendo todo lo que no puede. Es que aunque tiene organizada las visitas y clasificadas sus damas entre permanentes y transitorias, a veces dispone algunos cambios y se le arman unos despelotes de novela. El chabón tiene todo el tiempo después de su trabajo él se la banca estar viviendo sólo, hacer el sacrificio para que los suyos estén mejor y verlos por lo menos dos veces al mes.
De colores las broncas que en secreto se agarraba en su casa, oscuras sus visiones de veterano y de baqueteado, gris el recuerdo de sus padres fallecidos más gris la nostalgia que tenía por no tener quien lo cuidara desde hace tantos años, en su casa en la propia, tipo mansión que en la época de buenos trabajos y por lo tanto de buenos sueldos había logrado construir sobre un terreno heredado, se ponía colorado cuando se ofuscaba verde con la ira morado cuando se ahogaba tratando de explicar el paso del buen humor a la idiotez cada vez que recordaba esos tiempos en que alguno en la fábrica comenzaba con eso de ser obtusos y complacientes con los jefes que no eran nadie y con los patrones que aparecían muy pocas veces, obsecuentes con el cura, cada vez que recordaba cómo habían comenzado a discutir con su mujer que le decía que no les diera bola y él les daba, cada vez que se acordaba que los grasa se habían animado con él que había sido piola con ellos y además de la congregación de colores, acusarlo de haber permitido siendo amigo de los de arriba y tan carismático las atrocidades que todos en todos lados de la calle callaban con los patrones que daban las ordenes raras a oscuras a raras horas de la noche o de la madrugada cuando los demás dormían y después venían las novedades de ausencias renuncias y fugas de gente conocida de la que hacía algo de la que no hacía, se molestaba cada vez que recordaba sus dudas las mismas dudas que alcanzaron para que lo despidan pero no para que lo metan en cana al ingeniero del trato impecable de sus épocas de oro al que por ahí nomás en esos días de convulsiones le costó su puesto en la empresa, el ingeniero que con suerte y en poco tiempo consiguió su primer empleo público de los muchos que tendría por lo que pudo dedicarse a otras cuestiones, como levantarse una mina y hacer con ella algunas cosas que al chabón le encantaban. Más que su trabajo de ingeniero el chabón hacía y deshacía a las suyas durante la semana en los momentos que andaba solitario, olvidado el mariachi de su lejana y ordenada vida de niño mimado, cuando se esforzaba para no portarse mal cuando se cuidaba de portarse bien, divertido el chabón con el papel que descubrió de viejo de gigoló o de dandy o de malandra de tango arrabalero, eufórico salvo cuando su mujer lo visitaba, y lo cargaba diciendo que la visita de ese fin de semana era una de esas visitas higiénicas porque ella pedía y pedía y él debía darle y darle. Y eso a él no le gustaba.
Friday, June 15, 2007
enojos, mezquindades, necedades, hipótesis....
veamos,....
cuando hubo que denunciar no se escucharon la mismas voces que hoy se escuchan imponiendo las mentiras a la historia, cuando se alzaron las denuncias en los niveles internacionales se confundió a los autores verdaderos ....¿qué se hace en este mundo sin dinero?...o es que alguien seriamente piensa que financiaron el infierno los milicos?....hubo autores del escarnio que oportunamente no aparecieron ni aparecen y probablemente no aparecerán, porque el pueblo no denuncia a quien le da de comer, a nadie se le ocurre ir contra el patroncito que vela por el bienestar de todos........................
cuando hubo que denunciar no se escucharon la mismas voces que hoy se escuchan imponiendo las mentiras a la historia, cuando se alzaron las denuncias en los niveles internacionales se confundió a los autores verdaderos ....¿qué se hace en este mundo sin dinero?...o es que alguien seriamente piensa que financiaron el infierno los milicos?....hubo autores del escarnio que oportunamente no aparecieron ni aparecen y probablemente no aparecerán, porque el pueblo no denuncia a quien le da de comer, a nadie se le ocurre ir contra el patroncito que vela por el bienestar de todos........................
Thursday, June 14, 2007
enojos, protestas................
....estás con vos mismo tan enojado
que quieres convencer al que te mira
que fuiste un vago piola un langa decantado
de un sistema por el que sientes sólo ira...
...de palabra...mentiroso, pescador de giles
de un sistema del que te quejas de palabra
y cuando te vuelves cucaracha que eso es lo que sos
deambulas por los foros pidiendo que el mismo sistema te proteja.....
que quieres convencer al que te mira
que fuiste un vago piola un langa decantado
de un sistema por el que sientes sólo ira...
...de palabra...mentiroso, pescador de giles
de un sistema del que te quejas de palabra
y cuando te vuelves cucaracha que eso es lo que sos
deambulas por los foros pidiendo que el mismo sistema te proteja.....
Tuesday, June 12, 2007
enojos....
....no somos más de lo que somos
el colmo de los colmos
profundo es el enojo que tenemos con nosotros mismos
nos mentimos, matamos al mensajero y nos quedamos calmos...........................
el colmo de los colmos
profundo es el enojo que tenemos con nosotros mismos
nos mentimos, matamos al mensajero y nos quedamos calmos...........................
Monday, June 11, 2007
...............protestando...............
...quiebran la república a cada rato
la maldicen en donde andan por lo bajo
ante los giles cuidan la imágen del tracto
caminar del escarabajo....
son poco menos que la escoria
pero eso sí son mediáticos
unos se autoproclaman periodistas de la historia
otros claman diciéndose políticos..........
por esta parte del planeta
mienten mucho y forman poco...........
la maldicen en donde andan por lo bajo
ante los giles cuidan la imágen del tracto
caminar del escarabajo....
son poco menos que la escoria
pero eso sí son mediáticos
unos se autoproclaman periodistas de la historia
otros claman diciéndose políticos..........
por esta parte del planeta
mienten mucho y forman poco...........
Friday, June 08, 2007
olfato de cronopio intuición de fama despechado o vaya a saber qué
...si no te reconcilias con vos mismo
no hay porvenir para esta patria partida
que has destruído cada vez que hubo un sismo
sin contemplación por forjarla malherida......
no hay porvenir para esta patria partida
que has destruído cada vez que hubo un sismo
sin contemplación por forjarla malherida......
Thursday, June 07, 2007
famas mentirosos....
...y sí hay profesores (en cualquier nivel) que hablan de excelencia y lo único que tienen de esto es un par de zapatillas con esa marca comprada en el mercado de pulgas, piden excelencia pero no la practican, ejemplos
te dicen en clase lo que después no te toman en el exámen
no te citan todas las fuentes bibliográficas, siempre les falta cinco para el peso
no te dan ejercicios y nunca los resulven (tal vez porque se pondrían en evidencia al no saber resolverlos)
se dan premios entre ellos
se reparten cargos entre ellos
y....lo más maravilloso,
nadie los denuncia y se protegen entre ellos....
los rectores, decanos, directores de áreas o carreras están pintados, si total cuando llegue el momento de buscar las culpas,
las tienen los maestros o profesores anteriores al que habla, los pobres alumnos que no tienen ni voz no voto....
te dicen en clase lo que después no te toman en el exámen
no te citan todas las fuentes bibliográficas, siempre les falta cinco para el peso
no te dan ejercicios y nunca los resulven (tal vez porque se pondrían en evidencia al no saber resolverlos)
se dan premios entre ellos
se reparten cargos entre ellos
y....lo más maravilloso,
nadie los denuncia y se protegen entre ellos....
los rectores, decanos, directores de áreas o carreras están pintados, si total cuando llegue el momento de buscar las culpas,
las tienen los maestros o profesores anteriores al que habla, los pobres alumnos que no tienen ni voz no voto....
Wednesday, June 06, 2007
famas que parecen cronopios
cada día muchas horas
con muchos necios estoy
y aunque la necedad no se contagie
seguro que por contacto
necio soy....
con muchos necios estoy
y aunque la necedad no se contagie
seguro que por contacto
necio soy....
Tuesday, June 05, 2007
famas que parecen cronopios...............
...quiere el necio convencer al mundo
que es virtud su necedad
cuando llega a ser no más que un trotamundo
empapado en la tinta de su propia falsedad
tiene el necio quien lo aplauda
son otros muchos necios
egoístas y mezquinos en carrera rauda
que al mundo mienten que son señores recios.....
pobre el necio
y los necios....
que es virtud su necedad
cuando llega a ser no más que un trotamundo
empapado en la tinta de su propia falsedad
tiene el necio quien lo aplauda
son otros muchos necios
egoístas y mezquinos en carrera rauda
que al mundo mienten que son señores recios.....
pobre el necio
y los necios....
Monday, June 04, 2007
mensaje que tal vez no lea nunca el cronopio que es fama para la mitad menos uno...
....aunque te siga faltando cinco para el peso mantené a muerte la línea que trazaste eso es lo nuevo y no des ni bola a los que comenzaron a sugerir que hay una actitud de cobardía hay mucho atorrante (vendidos) en lo que llaman la prensa,
suerte para la segunda y aunque te sea adversa seguí demostrando que uno puede ser buena persona aún llevando el estigma de un nombre que en muchos casos se critica como cuando se critica de lleno.....
suerte para la segunda y aunque te sea adversa seguí demostrando que uno puede ser buena persona aún llevando el estigma de un nombre que en muchos casos se critica como cuando se critica de lleno.....
Saturday, June 02, 2007
cronopio discutiendo consigo mismo consigo sismo....
es un inmoral quien carece de referencias éticas, quien carece de una escala de valores aproximada a la escala de valores promedio de la sociedad, el tema en tal caso sería si la sociedad no tuviera escala de valores...................
corrupto es quien medra con lo ajeno, quien medra con el patrimonio ajeno..................
entonces....
se puede ser inmoral y no corrupto
se puede ser inmoral y corrupto
se puede ser "moral" para la sociedad y no corrupto
se puede ser "moral" para la sociedad y corrupto......
corrupto es quien medra con lo ajeno, quien medra con el patrimonio ajeno..................
entonces....
se puede ser inmoral y no corrupto
se puede ser inmoral y corrupto
se puede ser "moral" para la sociedad y no corrupto
se puede ser "moral" para la sociedad y corrupto......
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cuentos del abuelo que no son más que cuentos que se van copiando a lo largo del tiempo
MIAMI.- Uno tiende a pensar que las canciones infantiles no son otra cosa que tradición oral de origen incierto, convertida en dominio público y, como consecuencia, creaciones exentas de todo reclamo propietario.
"Sobre el puente de Avignon", por ejemplo, es una canción francesa del siglo XV y alude al famoso puente medieval de Saint-Benézet, que se extendía sobre el Ródano. Y "Mambrú se fue a la guerra" fue compuesta en 1709, tras la Batalla de Malplaquet, donde Gran Bretaña y Francia se enfrentaron para dirimir la sucesión española. El Mambrú en cuestión era el duque de Marlborough, a quien los franceses creían muerto.
Pero nadie conoce la identidad de sus creadores y en algunos casos, como el de Mambrú, se sospecha que se trata de una melodía originalmente árabe, que llegó a Francia con las cruzadas.
No es el caso de "Happy Birthday To You" ("Feliz cumpleaños"), considerada por el libro Guinness de récords la canción más popular del mundo, entonada en los más variados niveles de disonancia y en una multitud de lenguas en aniversarios de bebes, adultos y ancianos, incluida en cajas de música, teléfonos celulares y tarjetas de aniversario, llevada al espacio como uno de los testimonios de la cultura del planeta Tierra y memorablemente cantada por Marilyn Monroe el 19 de mayo de 1962 (78 días antes de su suicidio) a su amante, el presidente John F. Kennedy, en una celebración multitudinaria en el Madison Square Garden.
"Happy Birthday To You" no sólo tiene un origen comprobado, sino que además tiene dueño y copyright, y es objeto de una fascinante batalla legal por lo que podría representar unos 2.000.000 de dólares anuales en concepto de derechos de autor.
La historia comienza en 1893, cuando las hermanas Mildred y Patty Smith Hill, maestras jardineras de Kentucky, confeccionaron un libro titulado Cuentos cantados para el j ardín de infantes, que fue publicado por la editorial Clayton F. Summy Co., de Chicago.
La primera canción del libro se titulaba "Buenos días a todos", pero durante un cumpleaños del que las hermanas participaron, Patty sugirió cambiar la letra de la canción por "Happy Birthday To You", como una manera de homenajear a la niña que ese día celebraba su aniversario.
Esto es, en realidad, lo que se supone, porque no existe documentación que establezca que la letra de "Happy Birthday To You", de apenas cuatro líneas, sea efectivamente autoría de Patty Smith.
En marzo de 1924, un editor llamado Robert H. Coleman publicó una versión de "Buenos días a todos", que incorporaba la letra de "Happy Birthday" como alternativa. Con el advenimiento del cine y de la radio, la canción alcanzó una extraordinaria popularidad.
En 1931, fue incluida en el musical The Band Wagon , de George S. Kaufman y Howard Dietz, que protagonizaron Fred Astaire y su hermana, Adele, y dos años más tarde, cuando la Western Union lanzó su primer telegrama cantado, eligió "Happy Birthday To You" como su primera canción.
Fue, precisamente, en 1933, cuando Irving Berlin volvió a usar la canción en su comedia musical As Thousands Cheer ( Mientras miles vitorean ) que Jessica Hill, la tercera de las hermanas Hill, decidió emprender acciones legales.
Tras demostrar la similitud entre la canción original y "Happy Birthday To You", Jessica Hill logró que una corte la autorizara a registrar la nueva versión, que obtuvo un copyright en 1934.
La compañía Summy de Chicago publicó la canción en 1935. Según la legislación en vigor, los derechos debían expirar en 28 años, pero el acta del derecho de autor sancionada en 1976 los extendió hasta 2010. Y en 1998, a propósito de una disputa en torno de una canción de Sonny Bono, la Corte Suprema norteamericana añadió 20 años más al derecho de autor, lo que prolongó el copyright sobre "Happy Birthday To You" hasta 2030.
Algunos expertos, como Robert Brauneis, de la Universidad George Washington, argumentan que si bien los méritos para registrar una canción popular son válidos, en el caso de "Happy Birthday To You", los argumentos se ven anulados por la inexistencia de pruebas fehacientes acerca de quién escribió la letra de la canción.
Si todo esto hace dudar al lector acerca de la conveniencia de cantar "Happy Birthday" la próxima vez que algún familiar cumpla años, a riesgo de que aparezca alguien de Sadaic a reclamar los royalties, tranquilícese. Las demandas sólo se aplican a la explotación comercial de la canción, no a las fiestas familiares.
(tradición conocida gracias a mario diament en una nación de 2009)
"Sobre el puente de Avignon", por ejemplo, es una canción francesa del siglo XV y alude al famoso puente medieval de Saint-Benézet, que se extendía sobre el Ródano. Y "Mambrú se fue a la guerra" fue compuesta en 1709, tras la Batalla de Malplaquet, donde Gran Bretaña y Francia se enfrentaron para dirimir la sucesión española. El Mambrú en cuestión era el duque de Marlborough, a quien los franceses creían muerto.
Pero nadie conoce la identidad de sus creadores y en algunos casos, como el de Mambrú, se sospecha que se trata de una melodía originalmente árabe, que llegó a Francia con las cruzadas.
No es el caso de "Happy Birthday To You" ("Feliz cumpleaños"), considerada por el libro Guinness de récords la canción más popular del mundo, entonada en los más variados niveles de disonancia y en una multitud de lenguas en aniversarios de bebes, adultos y ancianos, incluida en cajas de música, teléfonos celulares y tarjetas de aniversario, llevada al espacio como uno de los testimonios de la cultura del planeta Tierra y memorablemente cantada por Marilyn Monroe el 19 de mayo de 1962 (78 días antes de su suicidio) a su amante, el presidente John F. Kennedy, en una celebración multitudinaria en el Madison Square Garden.
"Happy Birthday To You" no sólo tiene un origen comprobado, sino que además tiene dueño y copyright, y es objeto de una fascinante batalla legal por lo que podría representar unos 2.000.000 de dólares anuales en concepto de derechos de autor.
La historia comienza en 1893, cuando las hermanas Mildred y Patty Smith Hill, maestras jardineras de Kentucky, confeccionaron un libro titulado Cuentos cantados para el j ardín de infantes, que fue publicado por la editorial Clayton F. Summy Co., de Chicago.
La primera canción del libro se titulaba "Buenos días a todos", pero durante un cumpleaños del que las hermanas participaron, Patty sugirió cambiar la letra de la canción por "Happy Birthday To You", como una manera de homenajear a la niña que ese día celebraba su aniversario.
Esto es, en realidad, lo que se supone, porque no existe documentación que establezca que la letra de "Happy Birthday To You", de apenas cuatro líneas, sea efectivamente autoría de Patty Smith.
En marzo de 1924, un editor llamado Robert H. Coleman publicó una versión de "Buenos días a todos", que incorporaba la letra de "Happy Birthday" como alternativa. Con el advenimiento del cine y de la radio, la canción alcanzó una extraordinaria popularidad.
En 1931, fue incluida en el musical The Band Wagon , de George S. Kaufman y Howard Dietz, que protagonizaron Fred Astaire y su hermana, Adele, y dos años más tarde, cuando la Western Union lanzó su primer telegrama cantado, eligió "Happy Birthday To You" como su primera canción.
Fue, precisamente, en 1933, cuando Irving Berlin volvió a usar la canción en su comedia musical As Thousands Cheer ( Mientras miles vitorean ) que Jessica Hill, la tercera de las hermanas Hill, decidió emprender acciones legales.
Tras demostrar la similitud entre la canción original y "Happy Birthday To You", Jessica Hill logró que una corte la autorizara a registrar la nueva versión, que obtuvo un copyright en 1934.
La compañía Summy de Chicago publicó la canción en 1935. Según la legislación en vigor, los derechos debían expirar en 28 años, pero el acta del derecho de autor sancionada en 1976 los extendió hasta 2010. Y en 1998, a propósito de una disputa en torno de una canción de Sonny Bono, la Corte Suprema norteamericana añadió 20 años más al derecho de autor, lo que prolongó el copyright sobre "Happy Birthday To You" hasta 2030.
Algunos expertos, como Robert Brauneis, de la Universidad George Washington, argumentan que si bien los méritos para registrar una canción popular son válidos, en el caso de "Happy Birthday To You", los argumentos se ven anulados por la inexistencia de pruebas fehacientes acerca de quién escribió la letra de la canción.
Si todo esto hace dudar al lector acerca de la conveniencia de cantar "Happy Birthday" la próxima vez que algún familiar cumpla años, a riesgo de que aparezca alguien de Sadaic a reclamar los royalties, tranquilícese. Las demandas sólo se aplican a la explotación comercial de la canción, no a las fiestas familiares.
(tradición conocida gracias a mario diament en una nación de 2009)
boludeces de humor negro que circulan
por el ciberespacio y por la calle
Hay un tipo gangoso sentado en un banco del Central Park de Nueva York,
en la noche de Nochebuena, cuando de pronto se acerca una dama y se
sienta a su lado. El tipo, que andaba solo, para romper el hielo le dice:
- ¡Ghola!
- ¡Ghola!
- ¿Ghos tanguien shos gangosa...?
- Shi.
- ¿Y haglás Eskañol?
- Shi.
- ¡Lo único que te jaltaria esh sher Arlgentina!
- Shi, shoy Arlgentina.
- ¡Uy! ¡Qué shuerte! ¡Yo tamguien shoy Arlgentino! Yo eskaba solo acá
shentado hoy que esh noche guena y jhusto akareciste vosh que tamguien
shos gangosa y Arlgentina. ¿Que te karece shi hacemos algo...?
- Gueno, ashi ninguno de los dosh she queda sholo.
Entonces se van los dos a cenar. Empiezan a charlar, a conocerse y se van
a pasar la Nochebuena en un Hotel. Se encaman, y luego de unas horas de
sexo, lujuria y placer se produce la siguiente conversación:
- Oguime, le dice la chica, tengho que confesharte algho.
- ¿Qué esh?
- Tengho Sida...
- ¡Ah...! ¡Güenísimo! ¡ ¡Yho tengho Pan Dulce!
Hay un tipo gangoso sentado en un banco del Central Park de Nueva York,
en la noche de Nochebuena, cuando de pronto se acerca una dama y se
sienta a su lado. El tipo, que andaba solo, para romper el hielo le dice:
- ¡Ghola!
- ¡Ghola!
- ¿Ghos tanguien shos gangosa...?
- Shi.
- ¿Y haglás Eskañol?
- Shi.
- ¡Lo único que te jaltaria esh sher Arlgentina!
- Shi, shoy Arlgentina.
- ¡Uy! ¡Qué shuerte! ¡Yo tamguien shoy Arlgentino! Yo eskaba solo acá
shentado hoy que esh noche guena y jhusto akareciste vosh que tamguien
shos gangosa y Arlgentina. ¿Que te karece shi hacemos algo...?
- Gueno, ashi ninguno de los dosh she queda sholo.
Entonces se van los dos a cenar. Empiezan a charlar, a conocerse y se van
a pasar la Nochebuena en un Hotel. Se encaman, y luego de unas horas de
sexo, lujuria y placer se produce la siguiente conversación:
- Oguime, le dice la chica, tengho que confesharte algho.
- ¿Qué esh?
- Tengho Sida...
- ¡Ah...! ¡Güenísimo! ¡ ¡Yho tengho Pan Dulce!
ADN
ADN, los derechos y los ácidos. No sé mucho de los derechos a darse cuenta de que la privacidad es la privacidad y ninguna ley puede cambiar de una entidad de este tipo fuera de la condición humana, o la cosmética o la justificación de un derecho natural e inherente a lo esencial de nuestra más pura naturaleza, y que esto es como un apoyo a la vida antes de que otros principios, si uno trató de construir un sistema o establecer prioridad sobre lo que está aguas arriba o aguas abajo en este autodeterminada, y con independencia de tema o la implicación de otra u otras personas en esta iniciativa. Por supuesto, las líneas que marcan los espacios reales y virtuales en todo esto son muy indefinida ya veces hace que el avance hacia lo que aún no se sabe si se hiciese lo que con la eutanasia, o en un extremo opuesto a incurrir en errores extraordinarios como privar a alguien de libertad no recordar el número de identificación de la memoria o su look hippie de desgracia como lo fue para la Argentina en los años setenta. La intimidad es la intimidad y creo francamente que debemos estar de acuerdo - no palabrería - la mayoría de las personas que habitan este planeta, pero privacidad que no debe confundirse con el privado, como parte de nuestra personalidad es constitutiva, pero no es determinante de nuestra función social se despliega en una amplia gama de posibilidades, y luego sucede que alguien quiere meterse con nuestra privacidad sin una petición o similares , también puede ser individual más o menos dispuestos a compartir nuestra intimidad con uno u otro o directamente a no compartir. El que fue violada, sin duda, es herido en sustancia, sino la sociedad en su sistema como se señaló en ese caso a quien la lesión y, en general condenando la actitud, pero no heridos alivio al que sufre y en todo caso sólo contiene el enigma nunca es recuperada por el individual y así es como entrar en el gran área de gris que existe en esta materia que va del negro al blanco, ya la tercera, que, como grupo lo resolvemos nuestras lesiones socialmente con los que obtenemos asuma que sufrió una lesión en su intimidad somos que no participan, lo hacemos a veces y otras no ?, ¿cómo lo que otros entienden que debemos comprometernos con la privacidad de los demás, especialmente cuando la persona no solicita o cuando lo solicite expresamente, o si la persona no lo hace? ¿Por qué habría de lo que otros quieren ser y no es lo que debería ser? ¿Está bien que otra carga generacional se convierte en uno que pertenece a otra generación? ¿Hay alguien en el sistema con la capacidad de sopesar las decisiones íntimas no es socialmente perjudicial, ¿alguien puede obligar a otro para alterar las decisiones subjetivas? Aunque las costumbres argentinas como nos inclinamos a menudo para tomar el lugar de los dioses intimidad es la intimidad, y aunque se encuentran con la base para los que no se ve bien para obligar a alguien compulsivamente directa o indirectamente a someterse a las pruebas de ADN para determinar su por caso o formular objeciones si hay razones que podrían desencadenar acciones, para asegurarse de que la decisión de convertir esas características cualquiera de los términos de la ecuación esa es nuestra inherente e inviolable espléndida privacidad, o la totalidad de sus términos. En cuanto a la integridad, en su resolución y si las normas que puedan estar en ese sentido la estatura de su propia probidad es primero una decisión individual y la privación y si uno es conjunto y también con su entorno que no es perjudicial, no hay razón alguien puede reclamar el derecho a oponerse, porque de la misma manera que podría desafiar lo que creemos es posiblemente el otro, evidentemente, más de un lío armar estilo argentino con piquete y todo, y razones más legítimos distintos de los que se hicieron sobre si son incompatibles con ellos mismos, y mucho menos si éstos pertenecen al anuncio para la afiliación de uno mismo. ¿Cuántos ejemplos de problemas no resueltos en nuestra sociedad es sólo porque la gente elige para preservar su integridad? Debido a la dignidad, porque la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes están en un nivel más alto que la evaluación externa de la honra o deshonra a sí mismo. ¿Es el voluntarismo honor individual una variable dependiente de otra u otras personas? Como el umbral de la identidad, es decir, antes mucho antes de la inexactitud probable de tercero para la medición de índices de audiencia muy personales y también por su forma de elección auto-mal es pre errores por proxy, tanto más si la información, comunicación o conocimiento se impregnan con un ácido rencor del árbitro.
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- inca paz
- Inca Paz también puede ser este ¿no?, de mi vida si te interesa preguntá, y sino todo bien
historia argentina contemporánea
Fernando Peña
29.03.2008
Cristina, mucho gusto. Mi nombre es Fernando Peña, soy actor, tengo 45 años y soy uruguayo. Peco de inocente si pienso que usted no me conoce, pero como realmente no lo sé, porque no me cabe duda que debe de estar muy ocupada últimamente trabajando para que este país salga adelante, cometo la formalidad de presentarme. Siempre pienso lo difícil que debe ser manejar un país... Yo seguramente trabajo menos de la mitad que usted y a veces me encuentro aturdido por el estrés y los problemas. Tengo un puñado de empleados, todos me facturan y yo pago IVA, le aclaro por las dudas, y eso a veces no me deja dormir porque ellos están a mi cargo. ¡Me imagino usted! Tantos millones de personas a su cargo, ¡qué lío, qué hastío! La verdad es que no me gustaría estar en sus zapatos. Aunque le confieso que me encanta travestirme, amo los tacos y algunos de sus zapatos son hermosísimos. La felicito por su gusto al vestirse.Mi vida transcurre de una manera bastante normal: trabajo en una radio de siete a diez de la mañana, después generalmente duermo hasta la una y almuerzo en mi casa. Tengo una empleada llamada María, que está conmigo hace quince años y me cocina casero y riquísimo, aunque veces por cuestiones laborales almuerzo afuera. Algunos días se me hacen más pesados porque tengo notas gráficas o televisivas o ensayos, pruebas de ropa, estudio el guión o preparo el programa para el día siguiente, pero por lo general no tengo una vida demasiado agitada. Mi celular suena mucho menos que el suyo, y todavía por suerte tengo uno solo. Pero le quiero contar algo que ocurrió el miércoles pasado. Es que desde entonces mi celular no deja de sonar: Telefe, Canal 13, Canal 26, diarios, revistas, Télam… De pronto todos quieren hablar conmigo. Siempre quieren hablar conmigo cuando soy nota, y soy nota cuando me pasa algo feo, algo malo. Cuando estoy por estrenar una obra de teatro –mañana, por ejemplo– nadie llama. Para eso nadie llama. Llaman cuando estoy por morirme, cuando hago algún “escándalo” o, en este caso, cuando fui palangana para los vómitos de Luis D’Elía. Es que D’Elía se siente mal. Se siente mal porque no es coherente, se siente mal porque no tiene paz. Alguien que verbaliza que quiere matar a todos los blancos, a todos los rubios, a todos los que viven donde él no vive, a todos lo que tienen plata, no puede tener paz, o tiene la paz de Mengele.Le cuento que todo empezó cuando llamé a la casa de D’Elía el miércoles porque quería hablar tranquilo con él por los episodios del martes: el golpe que le pegó a un señor en la plaza. Me atendió su hijo, aparentemente Luis no estaba. Le pregunté sencillamente qué le había parecido lo que pasó. Balbuceó cosas sin contenido ni compromiso y cortó. Al día siguiente insistí, ya que me parecía justo que se descargara el propio Luis. Me saludó con un “¿qué hacés, sorete?” y empezó a descomponerse y a vomitar, pobre Luis, no paraba de vomitar. ¡Vomitó tanto que pensé que se iba a morir! Estaba realmente muy mal, muy descompuesto. Le quise recordar el día en el que en el cine Metro, cuando Lanata presentó su película Deuda, él me quiso dar la mano y fui yo quien se negó. Me negué, Cristina, porque yo no le doy la mano a gente que no está bien parada, no es mi estilo. Para mí, no estar bien parado es no ser consecuente, no ser fiel. Acepto contradicciones, acepto enojos, peleas, puteadas, pero no tolero a las personas que se cruzan de vereda por algunos pesos. No comparto las ganas de matar. El odio profundo y arraigado tampoco. Las ganas de desunir, de embarullar y de confundir a la gente tampoco. Cuando me cortó diciéndome: “Chau, querido…”, enseguida empezaron los llamados, primero de mis amigos que me advertían que me iban a mandar a matar, que yo estaba loco, que cómo me iba a meter con ese tipo que está tan cerca de los Kirchner, que D’Elía tiene muuuucho poder, que es tremendamente peligroso. Entonces, por las dudas hablé con mi abogado. ¡Mi abogado me contestó que no había nada qué hacer porque el jefe de D’Elía es el ministro del Interior! Entonces sentí un poco de miedo. ¿Es así Cristina? Tranquilíceme y dígame que no, que Luis no trabaja para usted o para algún ministro. Pero, aun siendo así, mi miedo no es que D’Elía me mate, Cristina; mi miedo se basa en que lo anterior sea verdad. ¿Puede ser verdad que este hombre esté empleado para reprimir y contramarchar? ¿Para patotear? ¿Puede ser verdad? Ése es mi verdadero miedo. De todos modos lo dudo.Yo soy actor, no político ni periodista, y a veces, aunque no parezca, soy bastante ingenuo y estoy bastante desinformado. Toda la gente que me rodea, incluidos mis oyentes, que no son pocos, me dicen que sí, que es así. Eso me aterra. Vivir en un país de locos, de incoherentes, de patoteros. Me aterra estar en manos de retorcidos maquiavélicos que callan a los que opinamos diferente. Me aterra el subdesarrollo intelectual, el manejo sucio, la falta de democracia, eso me aterra Cristina. De todos modos, le repito, lo dudo.Pero por las dudas le pido que tenga usted mucho cuidado con este señor que odia a los que tienen plata, a los que tienen auto, a los blancos, a los que viven en zona norte. Cuídese usted también, le pido por favor, usted tiene plata, es blanca, tiene auto y vive en Olivos. A ver si este señor cambia de idea como es su costumbre y se le viene encima. Yo que usted me alejaría de él, no lo tendría sentado atrás en sus actos, ni me reuniría tan seguido con él. De todas maneras, usted sabe lo que hace, no tengo dudas. No pierdo las esperanzas, quiero creer que vivo en un país serio donde se respeta al ciudadano y no se lo corre con otros ciudadanos a sueldo; quiero creer que el dinero se está usando bien, que lo del campo se va a solucionar, que podré volver a ir a Córdoba, a Entre Ríos, a cualquier provincia en auto, en avión, a mi país, el Uruguay… por tierra algún día también.Quiero creer que pronto la Argentina, además de los cuatro climas, Fangio, Maradona y Monzón, va a ser una tierra fértil, el granero del mundo que alguna vez supo ser, que funcionará todo como corresponde, que se podrá sacar un DNI y un pasaporte en menos de un mes, que tendremos una policía seria y responsable, que habrá educación, salud, piripipí piripipí piripipí, y todo lo que usted ya sabe que necesita un país serio. No me cabe duda de que usted lo logrará. También quiero creer que la gente, incluso mis oyentes, hablan pavadas y que Luis D’Elía es un señor apasionado, sanguíneo, al que a veces, como dijo en C5N, se le suelta la cadena. Esa nota la vio, ¿no? Quiero creer, Cristina, que Luis es solamente un loco lindo que a veces se va de boca como todos. Quiero creer que es tan justiciero que en su afán por imponer justicia social se desborda y se desboca. Quiero creer que nunca va a matar a alguien y que es un buen hombre. Quiero creer que ni usted ni nadie le pagan un centavo. Quiero creer que usted le perdona todo porque le tiene estima. Quiero creer que somos latinos y por eso un tanto irreverentes, a veces también agresivos y autoritarios. Quiero creer que D’Elía no me odia y que, la próxima vez que me lo cruce en un cine o donde sea, me haya demostrado que es un hombre coherente, trabajador decente con sueldo en blanco y buenas intenciones.Cuando todo eso suceda, le daré la mano a D’Elía y gritaré: “Viva Cristina”… Cuántas ganas tengo de que todo eso suceda. ¿Estaré pecando de inocente e ingenuo otra vez? Espero que no. La saluda cordialmente,Fernando Peña
para la memoria y la libertad - ni una palabra más
Es habitual en los últimos tiempos encontrarse con intelectuales y artistas (y también con periodistas)que se dicen cansados de un periodismo crítico de los Kirchner. "Todos se han puesto de acuerdo para hablar mal del Gobierno", se escuchó decir hace poco a un reconocido escritor argentino. ¿Por qué no se cansaron cuando los periodistas criticábamos a Carlos Menem, a Fernando de la Rúa, a Eduardo Duhalde y hasta a Raúl Alfonsín mismo, aunque en este último caso prevaleció siempre, es cierto, el natural cuidado de una democracia recién nacida? En realidad, aquellos fatigados confunden cansancio con coincidencia. Ellos están -y es su derecho- muy cerca del discurso del kirchnerismo, aun cuando les sea difícil unir discurso y realidad, a veces tan divorciados.
El problema no pasaría de ser un duelo inconcluso entre extenuados y resistentes si la solución que se ofrece no fuera extremadamente peligrosa. Lo que agota, dicen, es la opinión.
El periodismo debería limitarse a ser un transportador de informaciones asépticas y un comunicador de posiciones antagónicas con preponderancia de las oficiales, porque el Gobierno tiene la responsabilidad de conducir la nación política. Eso es lo que proponen. En castellano simple y directo: lo que buscan es un periodismo pasteurizado, integrado por mecanógrafos o relatores que deberían limitarse a contar una realidad compleja, impetuosa y cambiante. Imposible de digerir fácilmente, por lo tanto, para el ciudadano preocupado por las cosas rutinarias de su vida.
La primera contradicción surge cuando ninguno de aquellos fatigados alude a las opiniones que florecen en los huertos del kirchnerismo. Ministros, legisladores, periodistas amigos y hasta la Presidenta suelen opinar (¡y cómo!) sobre todo lo que les es adverso. Es, entonces, la opinión del periodismo independiente (sí, independiente) lo que cansa y estaría de más.
Resulta, sin embargo, que no hay una fórmula verdadera para el periodismo que no incluya su función crítica del poder. Un periodismo acrítico, esterilizado y descolorido no tiene ninguna razón para existir. Su posición crítica debe incluir, desde ya, a la oposición, en tanto ésta forma parte del poder actual o del poder futuro. Pero su función crítica (desde la opinión o desde la investigación) debe abarcar sobre todo al poder que gobierna la contingencia. La publicidad de los actos de gobierno corre por cuenta de los funcionarios y de los enormes recursos estatales para promocionarlos, distribuidos arbitrariamente en el caso que nos ocupa.
Un medio periodístico debe incluir también en sus páginas o en sus espacios la opinión (con la condición de que sea seria y responsable) de los que no coinciden con el punto de vista de ese medio de comunicación. La Nacion lo ha hecho hasta cuando se dio el debate por la nueva ley de medios: convocó a sus páginas a políticos e intelectuales que no coincidían con la posición editorial del diario. Es la obligación del periodismo. Pero el medio periodístico y los periodistas cuentan con el derecho ?y el deber? de tener una opinión determinada sobre los sucesos de la vida pública del país. ¿Acaso no dejaría de merecer el necesario respeto (y hasta carecería de la conveniente previsibilidad) un medio al que le diera lo mismo el derecho o el revés de las cosas, las políticas de un color o de otro y las buenas o las malas formas?
La opinión es libre, como dijo hace poco Cristina Kirchner, en una de sus pocas oraciones de aceptación de la libertad del otro. Con todo, el periodismo tiene algunos deberes junto con aquellos derechos. La información que sustenta su opinión debe ser veraz. El chequeo de las versiones es una práctica que jamás debe olvidarse y nunca debe prestarse a las detestables operaciones de prensa que el kirchnerismo frecuenta con más constancia que ningún otro grupo político. Honestidad personal y honestidad intelectual son los atributos que deben marcar el límite moral del periodismo. Es necesario también el cultivo de la coherencia: no hay nada más desconcertante para un lector desprevenido que un medio o un periodista que cambian sus opiniones en todas las esquinas de la vida.
En medio de ese debate, es perceptible la existencia de periodistas jóvenes que se preguntan si es conveniente coincidir con las opiniones de "la empresa" periodística en la que trabajan. Esto es nuevo y es viejo, al mismo tiempo. El kirchnerismo tiene una habilidad enorme para resucitar viejos fantasmas del pasado. Ese enredo muy antiguo entre la libertad de prensa y la "libertad de empresa" había dejado de existir hace más de treinta años.
Hagamos un ejercicio. ¿Por qué no cambiamos las preguntas? ¿Qué tiene de raro, por ejemplo, que un periodista concuerde con el medio en el que trabaja? ¿Acaso las empresas periodísticas no existen también gracias a la composición del buen periodismo? ¿Por qué esas empresas deberían tener, en los casos más notables al menos, intereses contradictorios con las mejores prácticas de la profesión? ¿No es preferible para este oficio de libertarios estar de acuerdo con un diario, donde pasamos parte de nuestras vidas, antes que con un gobierno de políticos pasteleros y fugaces?
La Argentina, en efecto, habita en el pasado. Ningún debate de los últimos meses ha llegado siquiera a la década del 80. ¿Qué hacía tal o cual periodista en 1976, 1977 o 1978? No hacíamos nada. Vivíamos bajo una dictadura y cada uno vivía de lo que podía y como podía. Sólo los que vivieron bajo el peso aplastante y gris de una dictadura saben que no había muchas más cosas para defender que pequeñas cuotas de dignidad. Hagamos de nuevo preguntas desde otro lugar: ¿acaso los únicos periodistas dignos fueron los exiliados o los que se comprometieron firmemente con organizaciones insurgentes de la década del 70? Esa sería, si fuera así, una conclusión injusta, discriminatoria e inaceptable. Otra cosa tan inaceptable como aquélla es la decisión política del Gobierno de cambiar la historia de cada uno de los que considera adversarios.
La síntesis ha llegado a la farsa: o se está con Kirchner o se estuvo con la dictadura.
Feas armas se han usado en los últimos tiempos. A muchos periodistas no les gusta ser protagonistas de esas emisiones de maldad que se emiten por canales oficiales o paraoficiales.
Es cierto que es difícil cuando la vida cambia y ya no se puede caminar con tranquilidad por la calle porque se está a la espera de una agresión verbal o física. Y es más arduo aún aguantar en silencio la insistencia de la calumnia y de la falsedad, repetida hasta el cansancio por los portavoces oficiosos del Gobierno.
Lo único bueno de todo esto es que no hay atajos: habrá que armarse de paciencia, sin resignar los derechos ni los deberes del periodismo. Asumamos también el riesgo de solitarios que corremos en la vía pública. Un periodista con custodia a su alrededor abandona automáticamente su condición de periodista. Dejemos las aparatosas custodias para que se pavoneen los funcionarios y algunos políticos.
Una vez le pregunté a Néstor Kirchner, en esos diálogos de los columnistas con los presidentes que son mitad reservados y mitad públicos, en tiempos en que los periodistas éramos como somos ahora y el ex presidente no había desenfundado un revólver permanente contra nosotros (sólo lo hacía de vez en cuando), cómo imaginaba su destino después del poder. No estaba preparado para esa pregunta. Miró el techo, demoró la respuesta y, al cabo de unos segundos largos como la eternidad, contestó: "Quisiera poder caminar tranquilo por la calle y que la gente común me saludara con un «buen día, doctor». No quiero más que eso". Tal vez dijo sólo lo que él creía que el periodista quería escuchar, como acostumbraba hacerlo, pero si entonces fue sincero ha decidido ahora llevarse por delante aquel proyecto, hasta incinerar su propia ilusión.
© LA NACION
El problema no pasaría de ser un duelo inconcluso entre extenuados y resistentes si la solución que se ofrece no fuera extremadamente peligrosa. Lo que agota, dicen, es la opinión.
El periodismo debería limitarse a ser un transportador de informaciones asépticas y un comunicador de posiciones antagónicas con preponderancia de las oficiales, porque el Gobierno tiene la responsabilidad de conducir la nación política. Eso es lo que proponen. En castellano simple y directo: lo que buscan es un periodismo pasteurizado, integrado por mecanógrafos o relatores que deberían limitarse a contar una realidad compleja, impetuosa y cambiante. Imposible de digerir fácilmente, por lo tanto, para el ciudadano preocupado por las cosas rutinarias de su vida.
La primera contradicción surge cuando ninguno de aquellos fatigados alude a las opiniones que florecen en los huertos del kirchnerismo. Ministros, legisladores, periodistas amigos y hasta la Presidenta suelen opinar (¡y cómo!) sobre todo lo que les es adverso. Es, entonces, la opinión del periodismo independiente (sí, independiente) lo que cansa y estaría de más.
Resulta, sin embargo, que no hay una fórmula verdadera para el periodismo que no incluya su función crítica del poder. Un periodismo acrítico, esterilizado y descolorido no tiene ninguna razón para existir. Su posición crítica debe incluir, desde ya, a la oposición, en tanto ésta forma parte del poder actual o del poder futuro. Pero su función crítica (desde la opinión o desde la investigación) debe abarcar sobre todo al poder que gobierna la contingencia. La publicidad de los actos de gobierno corre por cuenta de los funcionarios y de los enormes recursos estatales para promocionarlos, distribuidos arbitrariamente en el caso que nos ocupa.
Un medio periodístico debe incluir también en sus páginas o en sus espacios la opinión (con la condición de que sea seria y responsable) de los que no coinciden con el punto de vista de ese medio de comunicación. La Nacion lo ha hecho hasta cuando se dio el debate por la nueva ley de medios: convocó a sus páginas a políticos e intelectuales que no coincidían con la posición editorial del diario. Es la obligación del periodismo. Pero el medio periodístico y los periodistas cuentan con el derecho ?y el deber? de tener una opinión determinada sobre los sucesos de la vida pública del país. ¿Acaso no dejaría de merecer el necesario respeto (y hasta carecería de la conveniente previsibilidad) un medio al que le diera lo mismo el derecho o el revés de las cosas, las políticas de un color o de otro y las buenas o las malas formas?
La opinión es libre, como dijo hace poco Cristina Kirchner, en una de sus pocas oraciones de aceptación de la libertad del otro. Con todo, el periodismo tiene algunos deberes junto con aquellos derechos. La información que sustenta su opinión debe ser veraz. El chequeo de las versiones es una práctica que jamás debe olvidarse y nunca debe prestarse a las detestables operaciones de prensa que el kirchnerismo frecuenta con más constancia que ningún otro grupo político. Honestidad personal y honestidad intelectual son los atributos que deben marcar el límite moral del periodismo. Es necesario también el cultivo de la coherencia: no hay nada más desconcertante para un lector desprevenido que un medio o un periodista que cambian sus opiniones en todas las esquinas de la vida.
En medio de ese debate, es perceptible la existencia de periodistas jóvenes que se preguntan si es conveniente coincidir con las opiniones de "la empresa" periodística en la que trabajan. Esto es nuevo y es viejo, al mismo tiempo. El kirchnerismo tiene una habilidad enorme para resucitar viejos fantasmas del pasado. Ese enredo muy antiguo entre la libertad de prensa y la "libertad de empresa" había dejado de existir hace más de treinta años.
Hagamos un ejercicio. ¿Por qué no cambiamos las preguntas? ¿Qué tiene de raro, por ejemplo, que un periodista concuerde con el medio en el que trabaja? ¿Acaso las empresas periodísticas no existen también gracias a la composición del buen periodismo? ¿Por qué esas empresas deberían tener, en los casos más notables al menos, intereses contradictorios con las mejores prácticas de la profesión? ¿No es preferible para este oficio de libertarios estar de acuerdo con un diario, donde pasamos parte de nuestras vidas, antes que con un gobierno de políticos pasteleros y fugaces?
La Argentina, en efecto, habita en el pasado. Ningún debate de los últimos meses ha llegado siquiera a la década del 80. ¿Qué hacía tal o cual periodista en 1976, 1977 o 1978? No hacíamos nada. Vivíamos bajo una dictadura y cada uno vivía de lo que podía y como podía. Sólo los que vivieron bajo el peso aplastante y gris de una dictadura saben que no había muchas más cosas para defender que pequeñas cuotas de dignidad. Hagamos de nuevo preguntas desde otro lugar: ¿acaso los únicos periodistas dignos fueron los exiliados o los que se comprometieron firmemente con organizaciones insurgentes de la década del 70? Esa sería, si fuera así, una conclusión injusta, discriminatoria e inaceptable. Otra cosa tan inaceptable como aquélla es la decisión política del Gobierno de cambiar la historia de cada uno de los que considera adversarios.
La síntesis ha llegado a la farsa: o se está con Kirchner o se estuvo con la dictadura.
Feas armas se han usado en los últimos tiempos. A muchos periodistas no les gusta ser protagonistas de esas emisiones de maldad que se emiten por canales oficiales o paraoficiales.
Es cierto que es difícil cuando la vida cambia y ya no se puede caminar con tranquilidad por la calle porque se está a la espera de una agresión verbal o física. Y es más arduo aún aguantar en silencio la insistencia de la calumnia y de la falsedad, repetida hasta el cansancio por los portavoces oficiosos del Gobierno.
Lo único bueno de todo esto es que no hay atajos: habrá que armarse de paciencia, sin resignar los derechos ni los deberes del periodismo. Asumamos también el riesgo de solitarios que corremos en la vía pública. Un periodista con custodia a su alrededor abandona automáticamente su condición de periodista. Dejemos las aparatosas custodias para que se pavoneen los funcionarios y algunos políticos.
Una vez le pregunté a Néstor Kirchner, en esos diálogos de los columnistas con los presidentes que son mitad reservados y mitad públicos, en tiempos en que los periodistas éramos como somos ahora y el ex presidente no había desenfundado un revólver permanente contra nosotros (sólo lo hacía de vez en cuando), cómo imaginaba su destino después del poder. No estaba preparado para esa pregunta. Miró el techo, demoró la respuesta y, al cabo de unos segundos largos como la eternidad, contestó: "Quisiera poder caminar tranquilo por la calle y que la gente común me saludara con un «buen día, doctor». No quiero más que eso". Tal vez dijo sólo lo que él creía que el periodista quería escuchar, como acostumbraba hacerlo, pero si entonces fue sincero ha decidido ahora llevarse por delante aquel proyecto, hasta incinerar su propia ilusión.
© LA NACION
noticias de babel
cuando los hombres dejan de entenderse sobrevienen las guerras
BBC
La última persona que hablaba la lengua Bo en las islas indias de Andamán, murió a la edad de 85 años, dijo a BBC una lingüista.
La profesora Anvita Abbi aseguró que la muerte de la señora Boa Sr es un hecho de importancia porque uno de las lenguas más antiguas había llegado a su fin.
Agregó que India perdió una "irremplazable" parte de su herencia cultural.
Los dialectos que se hablan en las islas Andamán se cree que se originaron en África.
Algunas tienen incluso 70.000 años de antigüedad.
Las islas son llamadas con frecuencia "el sueño de los antropólogos", ya que son una de las zonas del mundo con mayor diversidad lingüística.
Se acabó
La profesora Abbi –directora del portal en internet "Vanishing Voices of the Great Andamanese"- explicó: "Tras la muerte de sus padres, hace treinta o cuarenta años, Boa era la última persona que lo podía hablar".
Agregó que "estaba casi siempre sola y tuvo que aprender una versión de hindi que se habla en las islas para poder comunicarse con otra gente".
"Sin embargo, siempre tuvo muy buen sentido del humor… su sonrisa era muy fresca y sus carcajadas eran contagiosas".
La lingüista dijo que la muerte de Boa Sr es una pérdida para los científicos que quieren investigar más acerca de los orígenes de las lenguas antiguas, ya que perdieron una pieza vital del rompecabezas.
Hay una creencia general de que los idiomas que se hablan en las islas Andaman pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos
Profesora Anvita Abbi
"Hay una creencia general de que los dialectos que se hablan en las Islas Andamán pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos". Dijo la profesora Abbi.
"Se piensa que en las Islas Andaman estaban nuestros primeros ancestros", agregó.
El caso de Boa Sr fue destacado también por el grupo Survival International (SI).
"La extinción de la lengua Bo significa que una parte única de la sociedad es ahora sólo una memoria", dijo el director de SI, Stephen Corry.
"Enfermedades importadas"
La profesora Abbi dijo que dos dialectos de las Islas Andamán han muerto en los últimos tres meses y que esto es un tema que causa gran inquietud.
Los académicos han dividido a las tribus de Andamán en cuatro grandes grupos: los Gran Andamaneses, los Jarawa, los Onge, y los Sentineleses.
La profesora Anvita Abbi se hizo muy amiga de Boa Sr.
La profesora Abbi explicó que la mayoría de los habitantes de las Islas Andamán –con excepción de los Sentineleses-, han estado en contacto con indígenas "de tierra firme" y que por eso sufren "enfermedades importadas".
Dijo que los integrantes del grupo de los Gran Andamaneses son alrededor de 50, la mayoría niños, y que viven en la isla Strait, cerca de la capital, Port Blair.
Boa Sr formaba parte de esta comunidad, que está conformada por varias subtribus, en donde se hablan al menos cuatro lenguas.
Los Jarawa cuentan con alrededor de 250 miembros, y viven en la selva, en el centro de Andamán.
La comunidad de los Onge se cree que tiene no más de varios cientos.
"Nunca se ha establecido ningún contacto humano con los Sentineleses, y hasta el día de hoy, se han resistido a cualquier intervención foránea", agregó la profesora.
El destino de los Gran Andamaneses es lo que más preocupa a los académicos, porque los miembros de esa tribu dependen del gobierno indio para sus alimentos y alojamiento, y el alcohol se consume en grandes cantidades
BBC
La última persona que hablaba la lengua Bo en las islas indias de Andamán, murió a la edad de 85 años, dijo a BBC una lingüista.
La profesora Anvita Abbi aseguró que la muerte de la señora Boa Sr es un hecho de importancia porque uno de las lenguas más antiguas había llegado a su fin.
Agregó que India perdió una "irremplazable" parte de su herencia cultural.
Los dialectos que se hablan en las islas Andamán se cree que se originaron en África.
Algunas tienen incluso 70.000 años de antigüedad.
Las islas son llamadas con frecuencia "el sueño de los antropólogos", ya que son una de las zonas del mundo con mayor diversidad lingüística.
Se acabó
La profesora Abbi –directora del portal en internet "Vanishing Voices of the Great Andamanese"- explicó: "Tras la muerte de sus padres, hace treinta o cuarenta años, Boa era la última persona que lo podía hablar".
Agregó que "estaba casi siempre sola y tuvo que aprender una versión de hindi que se habla en las islas para poder comunicarse con otra gente".
"Sin embargo, siempre tuvo muy buen sentido del humor… su sonrisa era muy fresca y sus carcajadas eran contagiosas".
La lingüista dijo que la muerte de Boa Sr es una pérdida para los científicos que quieren investigar más acerca de los orígenes de las lenguas antiguas, ya que perdieron una pieza vital del rompecabezas.
Hay una creencia general de que los idiomas que se hablan en las islas Andaman pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos
Profesora Anvita Abbi
"Hay una creencia general de que los dialectos que se hablan en las Islas Andamán pudieran ser los últimos representantes de las lenguas que se hablaron en tiempos pre-neolíticos". Dijo la profesora Abbi.
"Se piensa que en las Islas Andaman estaban nuestros primeros ancestros", agregó.
El caso de Boa Sr fue destacado también por el grupo Survival International (SI).
"La extinción de la lengua Bo significa que una parte única de la sociedad es ahora sólo una memoria", dijo el director de SI, Stephen Corry.
"Enfermedades importadas"
La profesora Abbi dijo que dos dialectos de las Islas Andamán han muerto en los últimos tres meses y que esto es un tema que causa gran inquietud.
Los académicos han dividido a las tribus de Andamán en cuatro grandes grupos: los Gran Andamaneses, los Jarawa, los Onge, y los Sentineleses.
La profesora Anvita Abbi se hizo muy amiga de Boa Sr.
La profesora Abbi explicó que la mayoría de los habitantes de las Islas Andamán –con excepción de los Sentineleses-, han estado en contacto con indígenas "de tierra firme" y que por eso sufren "enfermedades importadas".
Dijo que los integrantes del grupo de los Gran Andamaneses son alrededor de 50, la mayoría niños, y que viven en la isla Strait, cerca de la capital, Port Blair.
Boa Sr formaba parte de esta comunidad, que está conformada por varias subtribus, en donde se hablan al menos cuatro lenguas.
Los Jarawa cuentan con alrededor de 250 miembros, y viven en la selva, en el centro de Andamán.
La comunidad de los Onge se cree que tiene no más de varios cientos.
"Nunca se ha establecido ningún contacto humano con los Sentineleses, y hasta el día de hoy, se han resistido a cualquier intervención foránea", agregó la profesora.
El destino de los Gran Andamaneses es lo que más preocupa a los académicos, porque los miembros de esa tribu dependen del gobierno indio para sus alimentos y alojamiento, y el alcohol se consume en grandes cantidades
la canción desesperada
en pedo querido neruda, en pedo
La canción desesperadaEmerge tu recuerdo de la noche en que estoy. El río anuda al mar su lamento obstinado. Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir, oh abandonado! Sobre mi corazón llueven frías corolas. Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! En ti se acumularon las guerras y los vuelos. De ti alzaron las alas los pájaros del canto. Todo te lo tragaste, como la lejanía. Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio! Era la alegre hora del asalto y el beso. La hora del estupor que ardía como un faro. Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio! En la infancia de niebla mi alma alada y herida. Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio! Hice retroceder la muralla de sombra, anduve más allá del deseo y del acto. Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto. Como un vaso albergaste la infinita ternura, y el infinito olvido te trizó como a un vaso. Era la negra, negra soledad de las islas, y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos! Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, aún los racimos arden picoteados de pájaros. Oh la boca mordida, oh los besados miembros, oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados. Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo en que nos anudamos y nos desesperamos. Y la ternura, leve como el agua y la harina. Y la palabra apenas comenzada en los labios. Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo, y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio! Oh, sentina de escombros, en ti todo caía, qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron! De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste. De pie como un marino en la proa de un barco. Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo. Pálido buzo ciego, desventurado hondero, descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Es la hora de partir, la dura y fría hora que la noche sujeta a todo horario. El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros. Abandonado como los muelles en el alba. Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. Es la hora de partir. Oh abandonado!
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La canción desesperadaEmerge tu recuerdo de la noche en que estoy. El río anuda al mar su lamento obstinado. Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir, oh abandonado! Sobre mi corazón llueven frías corolas. Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! En ti se acumularon las guerras y los vuelos. De ti alzaron las alas los pájaros del canto. Todo te lo tragaste, como la lejanía. Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio! Era la alegre hora del asalto y el beso. La hora del estupor que ardía como un faro. Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego, turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio! En la infancia de niebla mi alma alada y herida. Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo. Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio! Hice retroceder la muralla de sombra, anduve más allá del deseo y del acto. Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí, a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto. Como un vaso albergaste la infinita ternura, y el infinito olvido te trizó como a un vaso. Era la negra, negra soledad de las islas, y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta. Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro. Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos! Mi deseo de ti fue el más terrible y corto, el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido. Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas, aún los racimos arden picoteados de pájaros. Oh la boca mordida, oh los besados miembros, oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados. Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo en que nos anudamos y nos desesperamos. Y la ternura, leve como el agua y la harina. Y la palabra apenas comenzada en los labios. Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo, y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio! Oh, sentina de escombros, en ti todo caía, qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron! De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste. De pie como un marino en la proa de un barco. Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes. Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo. Pálido buzo ciego, desventurado hondero, descubridor perdido, todo en ti fue naufragio! Es la hora de partir, la dura y fría hora que la noche sujeta a todo horario. El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa. Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros. Abandonado como los muelles en el alba. Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. Ah más allá de todo. Ah más allá de todo. Es la hora de partir. Oh abandonado!
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historias de camas
de diament
MIAMI.- Admitámoslo: si Hollywood hubiera tomado la historia del gobernador Mark Sanford y la hubiera llevado a la pantalla con Richard Gere y Julia Roberts, la gente habría necesitado una toalla para secarse las lágrimas.
¿Qué puede ser más conmovedor que una historia de amor alocado? El adusto gobernador de un estado igualmente adusto, casado con una mujer a cuya fortuna le debe su carrera, con cuatro hijos que puestos en fila trazan una perfecta diagonal, inesperadamente flechado por una porteña de ojos verdes.
¿Cómo contener el palpitar del corazón mientras escucha, como un murmullo distante, el parloteo de sus asesores? ¿Cómo desprenderse de las imágenes que obstinadamente se apoderan de su mente, desplazando cualquier otro pensamiento? Ella es el amor imposible, sí, pero también es el amor.
¿Quién puede sobreponerse al intenso aguijoneo de los recuerdos, a la memoria de la tierna sensación de sus besos, de la sensual curva de sus caderas, al contorno de sus pechos resplandeciendo en la penumbra?
¿Qué espíritu romántico podría dejar de admirar la osadía del gobernador de levantarse un buen día del sillón de su despacho, de la mesa cubierta de anteproyectos y decretos a la firma, de pliegos de presupuestos deficitarios e informes sobre seguridad interior, y dejarlo todo para correr hacia ella?
No le dijo nada a nadie. Nadie supo dónde estaba. Uno de sus asesores insinúa que el gobernador, agobiado por la presión de su trabajo, se ha ido a escalar las montañas Apalaches, como solía hacerlo cuando era chico.
Pero él está en otro lado, volando hacia una Buenos Aires invernal, sucia, intoxicada de debates sobre las inminentes elecciones.
Nada de esto lo amilana porque sabe que al final de ese purgatorio están las calles arboladas del barrio de Palermo, la puerta de cristal, la escultura en el vestíbulo de entrada, el portero somnoliento que baldea la vereda, el ascensor demasiado moroso y, finalmente, ella.
La cama retiene aún el calor de la noche y él se pierde en sus brazos, en sus labios, en el revuelo de su pelo y en las medias palabras que se emiten en el ardor de la pasión.
El amor, aunque efímero, ha triunfado. Mañana no importa. No importan la pretenciosa moralina de los periodistas, los desdeñosos comentarios de políticos rivales, el escándalo, la traición, el precipicio que se abre a sus pies. Nada de eso importa. El corazón ha triunfado.
Lástima que la realidad no tenga la armonía de la ficción literaria. Lástima que haya personajes tan perversos que sean capaces de apoderarse de un intercambio íntimo de correos electrónicos entre amigos y pasárselos anónimamente a la prensa. Lástima que hubo un periodista advertido esperándolo en el aeropuerto de Atlanta. Fin del encantamiento
Pero él no tiene derecho a lamentarse. Después de todo, cayó en el mismo error, debe reconocerlo, cuando cuestionó la "legitimidad moral" de Bill Clinton por su affaire con Mónica Lewinsky y reclamó su juicio político, o cuando criticó a un colega con una historia similar a la suya, diciendo que "violó el juramento a su esposa".
En este punto es donde Richard Gere desaparece y Mark Sanford retoma su rol. Aquí es donde el encantamiento se esfuma y lo que reaparece es la descarada institución del arrepentimiento político.
El gobernador hizo su mea culpa , como antes de él hicieron otros políticos. Las mismas palabras, la misma admisión de haber traicionado a todo el mundo. A su mujer, a sus hijos, a sus amigos, al electorado. Las conferencias de prensa son el confesionario de los funcionarios pecadores. Todo fue un desatino, una pérdida temporaria de la razón. El amor no importa. El corazón es un embaucador. Ahora lo comprende. Lo que importa es la misión, la fe religiosa, los deberes del funcionario.
Hubo otras desprolijidades, es cierto. El viaje anterior a la Argentina pagado con fondos públicos, el abandono de su función, el engaño respecto de su paradero. No exactamente la clase de comportamiento que uno esperaría de Richard Gere. Pero él se propone enmendar las faltas, reponer el dinero, ganar la absolución de su esposa, recuperar la confianza del público.
¿Qué pensará María, a solas en el departamento de Palermo, mirando a su amigo pedir perdón por televisión? ¿Pensará también que al amor es lo de menos?
MIAMI.- Admitámoslo: si Hollywood hubiera tomado la historia del gobernador Mark Sanford y la hubiera llevado a la pantalla con Richard Gere y Julia Roberts, la gente habría necesitado una toalla para secarse las lágrimas.
¿Qué puede ser más conmovedor que una historia de amor alocado? El adusto gobernador de un estado igualmente adusto, casado con una mujer a cuya fortuna le debe su carrera, con cuatro hijos que puestos en fila trazan una perfecta diagonal, inesperadamente flechado por una porteña de ojos verdes.
¿Cómo contener el palpitar del corazón mientras escucha, como un murmullo distante, el parloteo de sus asesores? ¿Cómo desprenderse de las imágenes que obstinadamente se apoderan de su mente, desplazando cualquier otro pensamiento? Ella es el amor imposible, sí, pero también es el amor.
¿Quién puede sobreponerse al intenso aguijoneo de los recuerdos, a la memoria de la tierna sensación de sus besos, de la sensual curva de sus caderas, al contorno de sus pechos resplandeciendo en la penumbra?
¿Qué espíritu romántico podría dejar de admirar la osadía del gobernador de levantarse un buen día del sillón de su despacho, de la mesa cubierta de anteproyectos y decretos a la firma, de pliegos de presupuestos deficitarios e informes sobre seguridad interior, y dejarlo todo para correr hacia ella?
No le dijo nada a nadie. Nadie supo dónde estaba. Uno de sus asesores insinúa que el gobernador, agobiado por la presión de su trabajo, se ha ido a escalar las montañas Apalaches, como solía hacerlo cuando era chico.
Pero él está en otro lado, volando hacia una Buenos Aires invernal, sucia, intoxicada de debates sobre las inminentes elecciones.
Nada de esto lo amilana porque sabe que al final de ese purgatorio están las calles arboladas del barrio de Palermo, la puerta de cristal, la escultura en el vestíbulo de entrada, el portero somnoliento que baldea la vereda, el ascensor demasiado moroso y, finalmente, ella.
La cama retiene aún el calor de la noche y él se pierde en sus brazos, en sus labios, en el revuelo de su pelo y en las medias palabras que se emiten en el ardor de la pasión.
El amor, aunque efímero, ha triunfado. Mañana no importa. No importan la pretenciosa moralina de los periodistas, los desdeñosos comentarios de políticos rivales, el escándalo, la traición, el precipicio que se abre a sus pies. Nada de eso importa. El corazón ha triunfado.
Lástima que la realidad no tenga la armonía de la ficción literaria. Lástima que haya personajes tan perversos que sean capaces de apoderarse de un intercambio íntimo de correos electrónicos entre amigos y pasárselos anónimamente a la prensa. Lástima que hubo un periodista advertido esperándolo en el aeropuerto de Atlanta. Fin del encantamiento
Pero él no tiene derecho a lamentarse. Después de todo, cayó en el mismo error, debe reconocerlo, cuando cuestionó la "legitimidad moral" de Bill Clinton por su affaire con Mónica Lewinsky y reclamó su juicio político, o cuando criticó a un colega con una historia similar a la suya, diciendo que "violó el juramento a su esposa".
En este punto es donde Richard Gere desaparece y Mark Sanford retoma su rol. Aquí es donde el encantamiento se esfuma y lo que reaparece es la descarada institución del arrepentimiento político.
El gobernador hizo su mea culpa , como antes de él hicieron otros políticos. Las mismas palabras, la misma admisión de haber traicionado a todo el mundo. A su mujer, a sus hijos, a sus amigos, al electorado. Las conferencias de prensa son el confesionario de los funcionarios pecadores. Todo fue un desatino, una pérdida temporaria de la razón. El amor no importa. El corazón es un embaucador. Ahora lo comprende. Lo que importa es la misión, la fe religiosa, los deberes del funcionario.
Hubo otras desprolijidades, es cierto. El viaje anterior a la Argentina pagado con fondos públicos, el abandono de su función, el engaño respecto de su paradero. No exactamente la clase de comportamiento que uno esperaría de Richard Gere. Pero él se propone enmendar las faltas, reponer el dinero, ganar la absolución de su esposa, recuperar la confianza del público.
¿Qué pensará María, a solas en el departamento de Palermo, mirando a su amigo pedir perdón por televisión? ¿Pensará también que al amor es lo de menos?
antecedentes para la fundación de agharta
ADN, derechos y ácido.
No hay que saber mucho de derechos para darse cuenta que la intimidad es la intimidad y que ninguna ley modificará desde afuera semejante entidad de la condición humana, y que los que no lo tengan claro pueden cometer errores como privar de la libertad a alguien por su aspecto de hippie en desgracia como era para cualquier argentino en la década esa. La intimidad es la intimidad, y no está bueno retrotraer iniciativas parecidas a las de los setenta y obligar a alguien en forma directa o indirecta para averiguar su ADN por caso, porque si no hay lesión a la libertad del otro la intimidad es integridad y la estatura de la propia probidad es primero una decisión individual y privativa no de un tercero por más que se interponga una loable causa, la intimidad es dignidad y la contrición la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes y se encuentran en una frecuencia diferente a la apreciación por parte de un tercero del propio honor o del destructivo deshonor, la intimidad es identidad, y en su forma de elección equivocarse por cuenta propia también es anterior a cometer errores por interpósitas personas, más aún más si la averiguación está impregnada de algún ácido rencor del tercero en discordia.
No hay que saber mucho de derechos para darse cuenta que la intimidad es la intimidad y que ninguna ley modificará desde afuera semejante entidad de la condición humana, y que los que no lo tengan claro pueden cometer errores como privar de la libertad a alguien por su aspecto de hippie en desgracia como era para cualquier argentino en la década esa. La intimidad es la intimidad, y no está bueno retrotraer iniciativas parecidas a las de los setenta y obligar a alguien en forma directa o indirecta para averiguar su ADN por caso, porque si no hay lesión a la libertad del otro la intimidad es integridad y la estatura de la propia probidad es primero una decisión individual y privativa no de un tercero por más que se interponga una loable causa, la intimidad es dignidad y la contrición la vergüenza y la sobriedad son instintos independientes y se encuentran en una frecuencia diferente a la apreciación por parte de un tercero del propio honor o del destructivo deshonor, la intimidad es identidad, y en su forma de elección equivocarse por cuenta propia también es anterior a cometer errores por interpósitas personas, más aún más si la averiguación está impregnada de algún ácido rencor del tercero en discordia.